La ¨cita¨

Aoe tenía todo planeado, la reservación en el mejor restaurant de la ciudad, que a pesar de que casi siempre estaba repleto, siempre habría mesa para el. Aun seguían las llamadas, exigencias y juntas que programar, Pero finalmente las dos horas habían pasado, dejó todo y a manos de su secretario, entro a una de las habitaciones contiguas y cambio su ropa, un traje en color azul marino, camisa blanca y corbata que hacia juego. Se refresco con algo de colonia para salir de la oficina en busca de Estephan. Al caminar por los pasillos se encontró a alguna que otra persona que le conocía algunas costumbres, y sorprendidos de la actitud que su jefe había tomado empezaban a hablar; no importando los comentarios se dirigió directo a la oficina de Estephan.
Tocó la puerta

He llegado, podemos irnos?

Pregunto y espero a que el chico de ojos ámbar abriera la puerta. Parecía como si fuese a salir por primera vez con alguien, bueno de cierta manera así sentía Aoe, ya que hacía mucho tiempo que no hacia esas cosas, el trabajo consumía su tiempo. Se recargó en la pared de su lado con los brazos cruzados. Solo esperaba a que no demorara tanto, el tiempo lo tenía friamente calculado y no le gustaba esperar mucho y mucho menos ser impuntual.

No pasó mucho tiempo para ver que Aoe estaba comenzando a prepararse, pues se le veía que estaba en constante movimiento andando de lugar a lugar, pero bueno por un corto plazo es que le había alcanzado a ver desde fuera de su consultorio, igualmente Estephan terminó los pocos pendientes que le quedaban aunque un paciente se había puesto un poco extraño, acosandole con preguntas extrañas pero lograndolo a tiempo, ahora sólo tenía que arreglarse bien y fue lo que hizo, una vez se quedó solo cambió sus prendas del trabajo a unas mas formales para una cita, con un pantalón negro distinto y elegante, una camisa de manga larga color blanco, sin corbata, su cabello lo arreglo pues estaba algo desalineado, no le gustaba estar así. Entonces una vez listo escuchó llamar la puerta y aunque se tardo un poco por andar colocando sus zapatos y la colonia, llego a la puerta y diviso a aquel hombre que llegaba por él, todo tan drástico parecía pues ni siquiera se buscaban uno en la casa o vivienda del otro, no.

.- Sí, lamento la demora, Señor Aoe.

Estaba, debía de admitirlo un poco entusiasmado, sobre todo por lo que había alcanzado a percibir de aquel hombre en sus anteriores palabras cuanod se quedara ahí dormido, cómo si realmente hubiese sido él quien mandara las flores y eso era algo que Estephan mismo quería, deseaba descubrir.

Al verle abrir la puerta un agradable aroma pudo percibir, después le miro de pies a cabeza, se veía muy bien, tal vez la larga espera y la paciencia estaban dando sus frutos, por lo menos en ese día. Aoe no quería esperar...Reviso su reloj y a partir de ese momento, el tiempo por así decirlo corría. Tendrían 20 min para llegar al restaurant, y lo que menos quería era llegar tarde, se sentiría frustrado y no alejaría ese pensamiento durante mucho tiempo. Bueno no habría problema, ya había mandado alistar el auto solo para que en el momento que el saliera pudiesen marchar a su destino.

Bueno, entonces nos vamos? Sabes tengo el grave problema de que no me gusta llegar tarde a las citas, y mucho menos llegar tarde a una reservación de un restaurant. Por cierto te vez muy bien.

Dijo haciendo una reverencia y esperando ver salir a Estephan. Ambos salieron por la puerta principal hasta llegar al auto de Aoe, Abrió la puerta del lado del copiloto y cerró cuando Estephan se encontraba ya acomodado, giro al otro lado, como dando instrucciones a su secretario, después subió al auto y se dispuso a marchar.

Sonrió al ver a su cita en aquella puerta, sin lugar a dudas una visión que jamás creyó el llegaría a tener en aquellos lares, es decir, que Aoe se mostrara tan cuidadoso y meticuloso con sus actos en aquellos instantes le daba una grata sonrisa y felicidad que no alcanzaba a comprender del todo, hasta le parecía gracioso el admirar como el otro se quedaba observando sus prendas, cómo parecía reaccionar ante la sola presencia de ambos en el lugar. Seguramente el mayor tenía todo tan bien organizado cómo le conocían allá en el hospital.

.- Oh sí, siento mucho la tardanza ... Señor Aoe. A mi tampoco me gusta llegar tarde, imagino que desde aquí podremos llegar a tiempo al restaurant, huh...gra...gracias...

Comentó como pudó con un suave sonrojo marcado en sus mejillas, pero Aoe parecía que tenía más prisa por llegar que por prestar atención a aquellas cosas tan pequeñas que sucedían, probablemente era la primera cita que tenía, no estaba seguro del todo. Entonces después del saludo se marcharon sin más a aquel lugar donde les esperaba el coche, Estephan como siempre entró rapidamente a su lugar y abrocho el cinturón, Aoe en el lugar del piloto y pronto ambos estuvieron en marcha al destino de aquel día, al parecer sería extraño pensar, cómo es que salía con su jefe?.

.- U..usted...también se ve muy bien.

Añadió algo avergonzado, mirando sus manos que nerviosas jugaban sus dedos un poco, sonriendo apenas.

Estephan se veía un tanto nervioso, se notaba en sus manos que jugaban sobre su regazo, de verdad se veía muy bien, Aoe no podría esperar menos de mi acompañante, de verdad que le encantaba Estephan, ya tenía todo bien planeado en el restaurat, pensaba en la sorpresa que le daría llegando.

-No te pongas nervioso. aun que a decir verdad estoy tan nervioso como tu, no recuerdo la ultima vez que sali a una cita, pero me alegra haberte invitado de esta manera, que seguramente has de pensar que estoy loco, mas por que te he lastimado anteriormente y ahora te pido disculpas por el daño que te cause, se que una disculpa no es suficiente, pero espero que con el tiempo pueda obtener tu perdon.

Era verdad Reiji estaba tan nervioso que empezaba ha hablar mucho, todo eso gracias a la precencia de Estephan, que le hacía cambiar, y eso al pelinegro le gustaba, se sentía intimidado por primera vez. Sin darse cuenta de lo rapido que había conducido llegaron al restaurant donde un par de asistentes estaban esperando su llegada. Estaciona el auto y ayuda abajar a Estephan ofreciendo su mano para ayudarle.

-Solo espero que lo que viene sea de tu agrado. Como he estado repitiendo no soy bueno en esto.

Sin soltarle la mano Reiji la besa y le mira directo a los ojos y se encaminan a la entrada del restaurant la cual estaba atabiada de claveles en el marco.

Y claro que lo estaba, era la primera vez que charlaria con Aoe de algo que probablemente no fuera el trabajo y mucho menos las conferencias de medicina que solía haber algunas veces. Sus manos seguían inquietas y ni siquiera se daba por enterado de que su jefe le vendría observando, seguramente ya estaba todo planeado y eso, lo veía de alguna forma bastante agradable.

.- Ah!... de-descuide, joven Reiji, no estoy muy nervioso.

Contestó a aquel hombre con una sonrisa antes de escuchar el resto, sorprendiendose sin lugar a dudas de la confesión que hacía y del arrepentimiento que sentía por haber hecho aquellas cosas antes, seguramente otros se enojaían más y terminarían abofeteando a aquel hombre, pero Estephan no era así, sonrió amigablemente y asintió de la misma forma al moreno.

.- Muchas gracias... no tiene que pedirme perdón joven Reiji, somos humanos no es verdad?, a veces... sólo a veces tendemos a equivocarnos de más....

Agrega al comentario inicial, mostrando una sonrisa amena, compasiva, tranquila. Sin darse cuenta cómo , ya estaban en las puertas de aquel restaurant, mejor dicho el estacionamiento, una vez el auto estuvo listo Aoe ayudó amablemente al peliverde a salir del auto, sonrojandose un poco por las palabras que el otro le mencionaba. Después de aquel beso y aquella mirada que intensifico la reacción en el peliverde, se encaminaron a la entrada del lugar, admirando los claveles que había y ver a Aoe asombrado...

.- esto es... esto....

No podía ni decir palabras, verlo simplemente había sido mágico.

Estephan estaba muy impresionado, mas por l que había visto en el marco de la puerta, mi prisa por querer llegar a tiempo, era por que las flores estaban frescas, no quería que llegaran mas tarde por que las flores queriendo o no se marchitan, y no le gustaba la idea de que se llevara una mala impresión de ello. Aoe sujeta firmemente la mano de Estephan para que saliera un poco de su sorpresa, ya que adentro esperaría más.
Era claro que no cerraría el restaurant por el simple capricho de estar a solas, pero era una cita y quería de cierta manera que todo fuera tan normal. Pero si lo que podía hacer era mandar a adornar todo el edificio con claveles de distintos colores, había reservado una mesa que se encontraba junto a los ventanales, era claro que los comensales ahí presentes no sabían que el era quien había mandado a colocar todo eso, puesto que había pedido que no se comentara nada al respecto, por lo que nadie sabia que pasaba, solo explicaban que era una orden del dueño. El único detalle de su mesa a comparación de las demás eran que los claveles en el centro eran de color rojo intenso, el resto eran de diferente color, pero quien podría percatarse de ese pequeño detalle.

Adelante pasemos, estoy seguro que lo que viene te gustara aun más.

Retomo la mano de Estephan y esperaron en la salita de espera, donde se encontraba uno de los jefes de mesa, quien les dio la bienvenida y los llevo directamente a su mesa. Al verlos sentados uno frente al otro se presento. =Mi nombre es Johan soy su jefe de mesa, y mi compañero Louis será su camarero durante su estancia, cualquier problema o situación pueden avisarnos y en la medida de lo posible arreglaremos el desperfecto.= Hicieron una reverencia y el camarero deja las cartas a cada uno y se marcha de igual manera; No solo ellos tenían esa atención sino que todos los presentes en ese día prestarían esa atención personalizada.

Bueno el lugar no es uno de los mas caras por así decirlo, pero la comida que sirven es deliciosa, he venido algunas veces y atienden de lo mejor. Espero que te guste el lugar y la decoración. Puedes pedir lo que mas te apetezca todo aquí es delicioso desde el agua hasta el postre.

Como si de un reflejo se tratara, Aoe sonrió muy ligeramente, sus labios se habían movido de manera natural.

Ensimismado era poco comparado con la sensación que le recorría en esos momentos, pero sutilmente volvió a la realidad cuando el moreno tocara de aquella forma su mano. Firme, seguro ante todo. Probablemente se había dado de su ida a otro mundo. Al entrar al restaurant fue un mundo completamente distinto, antes Estephan había visitado el lugar, pero sólo por casualidad y nunca lo había visto como ese día, sin duda alguna ver aquellos claveles le hicieron pensar mucho en su admirador secreto, aquel que Aoe decía que el peliverde tenía, aunque el médico ya sospechaba de alguien y era claro de quien se trataba. Ver las mesas y el edificio en si con aquella decoración le sorprendió sin duda alguna, sin percatarse de si seguía o no el camino que el otro le indicaba.
Parecia que una mesa tenía claveles de distinto color, hermosos de verdad, probablemente el encargado del hotel decoró así por la reservación hecha. Sin embargo eso no terminaba de convencerle, sin lugar a dudas alguien tenía que ver en todo aquello, pero de nuevo no diría nada.

.- Ha tenido razón.

Dijo por lo que Aoe antes había mencionado con respecto a que le gustaría más. Esperando en ese lugar Estephan seguía admirando el sitio con cuidado extremo, cada detalle pasaba por sus ambarinos con ambiciosidad, es decir, nada se le tenía que escapar. Dentro de poco estaban en su mesa, sabía que sería esa decorada especialmente de distintos tonos. Después de una rápida presentación de sus servidores Estephan tomó la carta y revisó con cuidado los platillos ahí mencionados. Sin embargo las palabras de Aoe le desconcertaron un poco.

.- Oh por favor, no se preocupe Señor Reiji, me ha fascinado el lugar, es hermoso.

Comentó sin poder evitarlo asintiendo con respecto a lo de la carta. La sonrisa de Aoe le pareció casí mágica, es como si todo cambiara cuando él hiciera esas cosas.

.- Muchas gracias...

Dijo Estephan después con una cálida sonrisa sobre sus labios, decidiendose rápidamente que es lo que ordenaría.

De igual modo Aoe tomo su carta y empezó a buscar lo que mas le apetecía, hacia tanto tiempo que no comía fuera del hospital que podía tal vez comerse una vaca entera. Reviso la carta con detenimiento, pero sin dejar de ver a Estephan de vez en vez para cerciorarse de lo que el necesitara. Tenía claro que tal vez de cierta forma el de ojos ámbar se percataría de que el sería su admirador secreto, por lo que opto por hablar y explicar falsamente su intención, o por lo menos algo que creyera en esa situación.

-Mi intención acerca del decorado del restaurant es el de no quedarme atrás con respecto a ese admirador que tienes, de cierta manera estoy celoso, por que te manda flores, pero no me molesta que las tengas. Solo es eso. Pero bueno, dime ya has decido que vas a pedir? Yo se que quiero exactamente, pero no creo que puedan traerme una vaca entera verdad?

Bueno Aoe trataba de ser gracioso? Eso si que era nuevo hasta para el un ser sarcástico la mayoría del tiempo, y ahora una broma.. el mundo estaría por acabarse entonces.

-Creo que de verdad soy malo en esto, pero en lo que si no bromeo es que de verdad tu me gustas, eso ya te lo he dicho, a mi manera, y de muy mala manera por cierto, pero esta vez sinceramente te lo digo, me gustas se que es difícil dar una segunda oportunidad a alguien como yo, con mi extraño cambio de humor y que solo se la pasa gritando a la gente; pero aquí y ahora te lo digo, Me gustas, y quiero llegar hacer mas que solo tu jefe o un amigo.

Aoe si que se ponía nervioso tanto que sus manos sudaban y en su rostro aparecía un leve color rojo, pero el cual se desvaneció al aparecer el camarero como si hubiese sido un salvador en ese momento, pregunta sobre la orden de ambos con pluma y libreta a la mano. Aoe no tardo mucho tiempo e invita a Estephan a que diga su pedido.

Adelante Estephan tu primero.

Cuando Estephan finaliza el pide una crema de Champiñones, un filete de corte grueso bien cocido con alguna que otra guarnición y unos camarones rebosados; una extraña combinación alimenticia pero a Aoe le mataban los camarones.

También quiero una botella de su mejor champagne.

Finalizó el pedido.

Estaba tan ensimismado en aquella carta entre sus manos que la voz de Aoe le sorprendió de fuerte manera. Aunque a pesar de todo aquello Estephan notaba la mirada de Aoe sobre su persona, pero no le incomodaba mucho. Sin esperarlo demasiado escuchó con atención cada palabra que dijo aquel hombre, mirandole fijamente al darse cuenta de semejante declaración por la decoración existente en el restaurant.

.- Celoso?... ah?!... s-sí ya... ya he decidido. Mmmm... Joven Aoe... muchas gracias... muchas gracias por lo de las flores, realmente... fue un muy lindo detalle. Mmh??...

Se quedó en blanco con el último comentario del mayor, estaba... estaba intentando ser gracioso?. En verdad no podía creerlo como tampoco podía esperar que su rostro se marcara de un sonrojo bastante notorio en su rostro. Saber que en realidad había sido el quien mandó poner los claveles en aquel lugar le dejó realmente anonadado, es decir, contrabajos podía creerlo bien. Bajo la mirada.

.- Joven Aoe...

Susurró cuando le escuchó decir lo tanto que le gustaba, sonrojandose sin remedio alguno, bajo la mirada y trago saliva con mucha dificultad, realmente Aoe estaba cambiando un poco con él, pues el miedo que había sentido por aquel hombre se había discipado poco a poco y aún lo estaba. Alzó la mirada y notar el color en aquel rostro le sorprendió completamente, suspiró y antes de darse cuenta el camarero había llegado.

.- Quisiera crema de champiñones, me gustaría probar el plato que contiene gran variedad de mariscos, por favor, mm ...creo que sería todo. Gracias.

Dijo antes de pasar a Aoe para que el camarero tomara aquel pedido, sonriendo el peliverde con calma hasta notar que pedía champagne, siempre que bebía algo pasaba... se preguntaba si no pasaría nada por ello, suspiró un poco y volvió a mostrar una cálida sonrisa.

El camarero se fue y regreso casi de inmediato con el Champagne y dos copas, las puso frente a cada uno de ellos y sirvió el burbujeante líquido en ellas, al ver la botella Aoe se fija de la calidad de la misma, una muy buena a su parecer, el era muy quisquilloso y cuando se trataba de vinos y en espacial Whisky ponía mucha atención, por lo tanto el champagne era de su agrado puesto que no replico en absoluto.
Podía ver a Estephan muy a gusto, con aquella hermosa sonrisa que le hacia casi derretirse como aquellos hielos donde reposaba la botella. Aoe tomo su copa, la levanta y hace un pequeño brindis.

Brindo por esta agradable salida, en espacial a mi acompañante de hermosos ojos, esperando también que te lleves al menos una mejorada opinión de mí.

Termina el brindis y espera a que Estephan agregue algo más. Aoe le importaba mucho Estephan, de verdad que esta interesado en el que hasta ha sacado a relucir actitudes que el mismo no pensaba que tenía, ha sonreído, hasta hecho una broma, muy mala por cierto; pero todo era por el chico de ojos ámbar. Si Estephan aceptará a Aoe, probablemente jamás le dejara escapar, al menos ese día estaría con el disfrutaría de cada momento, hasta dejarlo en su casa y regresar el al Hospital como todos los días. Tanto así que ya no recordaba como era su cama, en su casa.

El servicio en el lugar era esplendido cabía señalar, quien les atendía se había retirado pero dentro de poco volvía ya con lo ordenado, al menos la bebida y eso ayudaba bastante, no tener una conversación seca era bueno. Las dos copas en la mesa y el camarero se dedicó a servirlas de esplendida manera, Estephan gustaba de ver esos detalles, le gustaba bastante el cuidado y dedicación que se le daba o prestaba a cada acción manejada en aquel ambiente laborioso. Después se dedicó a observar a su jefe, recordando todo lo mal que la había pasado antes a su lado y ahora le peculiar manera con que le había invitado, sin duda Aoe estaba cambiando, para bien posiblemente y sólo por él, se sentía bastante halagado, Aoe no era tan mala persona después de todo. Ahora admiraba como el mayor verificaba cada detalle en lo servido a la mesa, le causó hasta un poco de gracia que resultara bastante exigente.
Tal vez por eso Estephan sonreía con amplitud, con amabilidad y cálidez natural en sus gestos, en su sonrisa y hermosa mirada como él otro lo describía. Entonces el moreno tomó una de las copas y la alzo, Estephan abrió sus ojos con deje de sorpresa y sonrió suavemente, asintiendo un poco.

.- N-no tiene que decir todas esas cosas, joven Reiji, aunque he de agradecerle los comentarios. Sin duda alguna, tenga por seguro que desde hace rato mi opinión hacia usted ha cambiado. Para mejor... por supuesto.

Susurró, mientras un hermoso carmín decoraba sus mejillas, pero de alguna forma no podía creer que Aoe realmente se emprendiera tanto por él, tan así que pareciera ser el único que conociera todas las facetas de aquel hombre, sus cambios drásticos de caracter. Todo. Pero seguía esa duda infinita en su cabeza, si le aceptaba, todo cambiaría?, es que no sabía que responder a sus confesiones, era emocionante y al mismo tiempo le invadía un miedo, antes no la pasó comodamente con otras personas y ahora... ahora Reiji aparecía con unas ganas enormes de enamorarle, era la primera vez que su pecho y su mente se confundían tanto hasta el punto de dolerle... pero...

.- pero... perdón, joven Reiji... me podría decir... qué es... qué es lo que usted... ve en mí?, qué le aferra a seguir, qué le aferra a convencerme tanto de estar con usted?....

Preguntó al mirarle con intensidad en sus tono ambar. Simplemente deseaba una respuesta a eso y nada más, solo eso.

Al menos había logrado que Estephan cambiara un poco su opinión sobre mi, debía ser muy precavido, debía ser minucioso, no quería perder la oportunidad de enamorarlo, de hacerle ver que mis intenciones eran de enamorarlo y no de lastimarlo como lo venía haciendo. Y si para que ese propósito se lograra debía mover cielo mar y tierra lo haría, el me gustaba y no perdería la oportunidad de tenerlo para mi sin caer en la posesión, pero si para amarlo y cuidarlo. Simplemente el me tenía hechizado. Y ante sus palabras dejo de comer un momento y lo veo directamente a los ojos, esos ojos ambarinos que tanto me encantaban.

Que es lo que veo en ti? Solo puedo decir que desde la primera vez que te presentaste en el hospital me han conquistado aquellos ojos ámbar, llenos de fuerza, de una vitalidad que no me es concebida en mi. Por queme aferro a ti? Por que simplemente me he enamorado de ti solo tengo ojos para ti, quiero que todo esto lo sepas, quiero que sepas que de verdad no me veo con alguien mas, sino contigo, quiero llegar a mas, pero quiero hacerlo de la mejor manera posible. Cambiare solo por ti, y por ti soy capaz de hacer lo imposible, por ti soy capaz de hacer cosas que jamás pensé que pudiera hacer.

Estaba tan nervioso que repetía palabras y me sudaban las manos, y sin mas bebo de mi copa como si de agua se tratase y la vuelvo a llenar, solo separo mis ojos de los de Estephan para ese propósito. Mi otra mano atraviesa la corta mesa y toca solo los dedos de una de sus manos que reposaba en ella, solo sentía un hormigueo en mi mano al hacer aquello, solo sus dedos y parecía que le tocaba por completo.

Estephan dime, aceptarías el corazón de este hombre que esta dispuesto a todo por ti?
No me importa esperar la respuesta.