Seifred

Nombre: Seifred Dunn
Edad: 17 años
Cumpleaños: 24 mayo
Condición social (rango): Libre
Condición: Hombre
Ocupación: Estudiante. Empleado de medio tiempo.
Inclinación sexual: Suke con tendencia a seme.

Características Físicas: Es medianamente alto, midiendo exactamente 1.79 m, de complexión esbelta, más bien delgada, que aparenta fragilidad, pero que en realidad es resistente y firme.

Su cabello es rubio claro, lacio aunque se ondula un poco en las puntas y se desordena fácilmente. Lo mantiene medianamente corto, no mucho y actualmente lo trae algo más largo de la media, tratando de mantener al menos el flequillo lo más ordenado posible. Es bastante suave al tacto, por ser una de las partes de su cuerpo que más cuida.

Sus ojos son de un color castaño granate, casi llegando al rojo, lo cual contrasta con su piel y su cabello, claro en comparación. Su mirada suele ser firme y algo fría, aunque con conocidos suele relajarla y mostrarla más brillante que de costumbre.

Su piel es bastante clara, llegando a broncearse con facilidad y quemarse si llega a ir a la playa o a alguna piscina. Sus facciones son agradables, estilizadas y finas. Sus músculos no están del todo marcados, a excepción de un poco los brazos y algo el abdomen, siendo apenas líneas pequeñas que marcan un poco la forma de sus músculos.

Características Psicológicas: Es en pocas palabras una persona reservada, desconfiada y de carácter fuerte, inflexible hasta cierto punto y sumamente necia.

Cree ciegamente en el dicho que reza "se es esclavo de lo que se dice y dueño de lo que se calla", por lo que mantiene su vida regida bajo esa regla fundamental que es callarse absolutamente todo lo que, piensa, podría provocar que otros tomen control sobre él. Va por la vida sin dejar que otros tengan conocimiento sobre su verdadero ser, por lo que generalmente es tachado de introvertido, por decir lo menos, siendo más ampliamente reconocido como una persona engreída y fría.

Posee una parte para muchos desconocida, una parte de él que es sobreprotectora y amable, que es posesiva y que busca el bienestar de las personas a las que él quiere. Sin embargo, pocos o casi nadie podría creer eso.

Es necio y se fía de las primeras impresiones, siendo tremendamente difícil que la cambie, a menos de que sucedan cosas demasiado relevantes.

Cree en que el fin justifica los medios y cree en su moral ligeramente distorsionada, en la cual la justicia se ve un poco afectada, siendo vista de manera muy distinta, casi confundida con el concepto de venganza. En realidad, son conceptos que no logra esclarecer por completo. Justicia y venganza, o lo que es considerado normal o anormal. Su punto de vista raya en la subjetividad excesiva.

Es directo al hablar, al actuar y siempre trata de ser congruente en ambos aspectos, sin contradecir ni palabras ni acciones, queriendo mostrarse como un ente constante, firme y rígido, incapaz de sentir dudas, cuando en realidad sí llega a sentirlas, pero jamás llega a demostrarlo. Se guarda lo que considera que le debilitaría frente a los demás (llámese eso duda, miedo, etc).

Le gusta:
Primeramente, los lugares tranquilos, no muy abarrotados y de preferencia espaciosos.

Le gusta la elegancia, los lugares finos, limpios y de buen gusto. Le gusta mantener su hogar así, por lo que en su casa se encontrará todo en un orden casi enfermizo.

Le gustan los animales pequeños y peludos. Le gustan los tejones, los hurones, los ratones y los conejos. No le gustan tanto los gatos, pero le agradan bastante.

Adora los deportes como el baseball y el tenis. De vez en cuando le agrada algo de golf y otras, dependiendo de su humor, prefiere ver un buen partido de hockey o rugby.

Las comidas picantes y muy especiadas y las bebidas alcohólicas de gusto suave, como vinos afrutados o vino tinto.

No le gusta:
Los días soleados. Tampoco le gustan las noches con luna llena, considera que la luna no es tan linda y sólo opaca el espectáculo y la belleza de las estrellas, que en su opinión son decenas de veces más lindas.

No le gustan las comidas dulces. Tampoco le gusta el pescado. Odia las fresas y el coco. Y aunque es capaz de comer vegetales, no lo hace con mucho gusto, ciertamente.

No le gustan los perros, los considera animales que, aunque fieles, son bobos y que están sobrevalorados.

No le gustan las personas pretenciosa que dicen saber mucho de algo cuando no es verdad. Odia la gente hipócrita y mentirosa, más que a ninguna otra en el mundo.

Virtudes:
Es bueno para tocar la guitarra eléctrica, pudiendo sacar varias canciones sólo con escucharlas un par de veces. Se trata de un talento natural, casi, pero no es algo que le guste mucho realmente, por lo que es raro verle tocar.

Su boca es una tumba a la hora de guardar secretos. No diría nunca los propios, y mucho menos traicionaría la confianza de los demás soltando los secretos. Menos aún sería capaz de ayudar a difundir rumores.

Es bueno para escuchar, aunque por lo general parece que ignora lo que los otros le dicen, en realidad presta mucha atención y suele dar buenos consejos, bastante pensados, siempre tratando de entender a ambas partes del conflicto que se viva.

Defectos:
Al ser excesivamente honesto y directo, suele parecer irrespetuoso y grosero. No que no lo sea, pero tan patán no es...

Suele tener reacciones exageradas y si la presión es demasiada, actuar con violencia y agresividad, poco acorde a su personalidad, no agradable y linda, pero sí al menos tranquila.

Seifred y cocinar no pueden ir nunca en la misma oración. Es un asco en la cocina. La única vez que intentó cocinar algo, quedó media cocina derruida.

Historia:
Nació en el seno de una familia clase media alta, por lo que su primera infancia fue normal, entre amigos del colegio y el empleo de sus padres. Sin embargo, cuando tenía aproximadamente siete años, su padre obtuvo un ascenso, que lo obligó a comenzar a viajar. Ganaba más, pero estaba casi todo el tiempo fuera de casa. Al principio Seifred no le tomó importancia, sin embargo, con el paso del tiempo comenzó a ver las consecuencias de eso.

Su otro padre, llamado Abdel comenzó a salir más al resentir la ausencia del otro y pronto Seifred se dio cuenta de que estaba teniendo una aventura. Siendo muy pequeño y estando en medio del problema, muchas veces se sentía culpable por no decir lo que pasaba, por temor a traicionar a Andel, pero a la vez sintiéndose mal por mentirle a su otro padre cada vez que éste preguntaba algo al respecto. Sin embargo, al final resultó que fue el propio Abdel quien confesó todo, lo cual desembocó en una serie de conflictos que arruinaron la paz familiar. Se separaron y Seifred quedó a vivir con su Esteban, su otro padre, por lo cual estuvo viviendo fuera de Zados por algunos años.

A los 14 años, sin embargo, regresó a Zados, donde seguía Abdel. Ahí, volvieron a reunirse como familia después de algún tiempo. Ambos padres, trabajando ahora en puestos altos dentro de las empresas en que laboraban, lograron hacer ascender a la familia a un estrato alto, por lo cual pudieron darle a Seifred todo tipo de lujos y comodidades. Seifred fue feliz un tiempo, siempre con su carácter reservado y metido en sus propios asuntos, hasta que, pensando en que la situación podría repetirse y que él no deseaba volver a quedar en medio de ambos, aprovechando un traslado inminente de ambos padres, pidió que le dejaran quedarse, cuando tenía recién cumplidos los 16. Aunque fue difícil, terminó convenciéndoles, por lo que le rentaron un departamento para que viviese.

Desde entonces, vive solo, con visitas periódicas de sus padres, cada cierto tiempo. No conforme con el dinero que le enviaban, decidió que quería un poco más y que, además, tenía demasiado tiempo libre, por lo que se decidió a trabajar, actualmente haciendo labores de mesero en un restaurante en el centro de la ciudad. A la vez, se mantiene estudiando, próximo a pasar a la universidad, donde desea estudiar para ser un gran empresario.

Otros:
El alérgico a la plata, al cacahuate y a las fresas.
Su color favorito es el azul grisáceo.
Siempre ha querido hacerse un tatuaje, pero no se ha atrevido, aunque por lo general lleva puestos tatuajes de hena, es decir, temporales.