Era un sábado por la mañana y llevaba un pastel, para al menos disculparme ante los chicos de mi jefe por mis pocas visitas, pero es que Derek me entretenida demasiado. Esperaba que al menos esto me pudiera disculpar. Al abrir el mayordomo me incline y pase esperando en el recibidor de la casa esperando a que mi jefe apareciera o alguno de los chicos vinieran, aunque en su estado era complicado.
-Espero que ambos estén bien…-.Dije rascándome la mejilla.-pero que digo eso es una bendición…
Dije hablando para mi arreglando un poco mi cabello, el cual lo llevaba ligeramente recogida en una coleta que estaba encima de mi hombro, mientras mi indumentaria era de una camisa entallada en la cintura, de color blanco y unos pantalones blancos, con zapatos del mismo color, como era de esperar en mi siempre llevando aquel colgante en mi cuello.