Viendo la luna.

Justo despues de comprarlo y sin perder un segundo de timpo se encamino con el pequeño hacia el gran parque de la ciudad dando se prisa de llegar antes que anocheciera.

Sin embargo habian llegado un poco temprano, tomo de la mano a Henry guiandolo hacia los adentros del parque buscando un buen lugar para cumplir su promesa.

-Creo que llegamos temprano, tendremos que esperar un rato mas.

La ciudad habia cambiado mucho despues de esos cuatro años de estar en la corporacion, la tecnologia y la ciencia habia evolucionado demasiado que eso le sorprendia.

Camino al parque observo con mucho detalle las calles y cada uno de los edificios que habian pasado, en realidad se encontraba sorprendido pero al llegar al parque se sorprendio mas, era hermoso y eso le gustaba, un lugar muy amplio y con poca concurrencia. La mano de Sakoto era calida y se sentia muy bien.

"no hay problema" dijo caminando a lado del chico y observando cada detalle del parque.

-Me alegra que te agrade... y te sientas comodo, cerca de aqui hay un lugar mas amplio... ven -

Guiandolo a un lugar bastante dentro del parque, rodeada por arboles, plantas, arbustos y flores.

Ahi habia una parte bastante ampli cubierta de cesped. En donde se sento y espero que el otro lle imitara.

-Buano ya que estamos aqui y mientras esperamos que oscuresca mas... no se si quisieras saber algo, bueno acabo de comprarte supongo que tienes un sin fin de dudas.

A pesar de los arboles tenia una vista bastante amplia y despejada al cielo, ahi podria observar muy comodamente a su amiga la luna.

Se sento a lado del chico, estaba bien ya que el sol no les pegaba mucho, aun que ya comenzaba a atardecer y eso le daba un toque naranjesco a las cosas, el cielo comenzaba a ponerse rojiso y el sol comenzaba a desender.

"En realidad prefiero que usted me diga... no soy bueno preguntando... aun que solamente tengo una pregunta..." abrazo sus piernas y coloco su rostro en sus rodillas mirando el cielo y como iba cambiando de color, su cabello caia suavemente por sus hombros y uno que otro mechon cubria su rostro.

Le observo detenidamente, Henry era bello, muy bello y tan tierno sentado ahi rodeando sus piernas con sus brazos viendo el horizonte, con el sol su piel se tornaba perlada en color durazno, se veia tan lindo.

-Tu puedes preguntar lo que quieras... anda dime con confianza - le dijo poniendo su mano sobre su cabeza y alborotanto sus oscuros cabellos - no tengas miedo no te hare daño.

Y en silencio contemplandolo nuevamente espere a que hablara.

Por un momento al sentir la mano de Sakoto en su cabeza se sobresalto, penso que le iba hacer otra cosa, pero para su sorpresa no fue asi, suspiro mas aliviado e iba a hacer la pregunta.

"¿cuantos años tienes?..." pregunto apenado e inseguro de su pregunta... pero nuevamente una pregunta se le formulo en la cabeza, algo que se le habia pasado asi que no dudo en preguntarselo.

"¿Por que me compraste?..." volteo a mirarlo, quedando su mirada fija en los ojos del otro chico...

Le sonrio y continuo acariciando sus cabellos mientras intentaba ilar una respuesta.

-Buneo, tengo 19 años y...- se detuvo un momento pensando bien sus palabras y continuo - Por que en tus ojos habia algo, no se que sea pero me cautivaste Henry, pero parecias tan triste, tan solo que, quise estar contigo e intentar que... bueno... ya no te sintieras tan solo y creo que fue eso lo que me impulso a comprarte, tus ojos... quiero comprender lo que hay detras de esa triste mirada que tienes, jeje es algo cursi.

En su miraba se detonaba sorpresa y admiracion, eran las primeras palabras calidas que habia conocido, a comparacion de las que le dirijian en la corporacion y sobre todo con su antiguo dueño.

"No soy el unico que posee una mirada triste..." susurro sin despegar la mirada de su amo e intentando esbozar una sonrisa pero no obtuvo exito.

"Todos tenemos que acatarnos a las ordenes de nuestros amos... pero no todos tenemos la suerte de encontrar a alguien que no nos lastime..." comento regresando su mirada al atardecer que pronto seria la oscura noche.

"No son palabras cursis" susurro...

-Se que eso les precupa mucho ¿Cierto? vi algo del problema que tuviste en las formas que llene al comprarte, y te prometo que... que no volvera a ser asi, ya no, nadie va a lastimarte y yo tampoco lo hare... lo prometo.

Y mirando hacia el cielo observaron juntos como los ultimos rayos del sol desaparecian comenzando a dejar todo en penumbras.

Se recosto sobre el pasto y observo como poco a poco el cierlo comenzaba a cibrirse de estrellas.

-Esta por comenzar Henry.

¿Promesas?, Henry tenia mucho tiempo que no creia en promesas, tal vez por que el esposo de su anterior amo le prometia mucho y no cumplia nada, él presenciaba muchas de las peleas de ambos, eran como sus padres, eso llego a pensar la primera vez que los vio pelearse pero los tratos hacia el no eran como para un hijo.

No dijo nada solamente se quedo pensando en esas ultimas palabras de Sakoto, hasta escuchar nuevamente la voz de su amo.

"cierto..." miro como se recostaba en el pasto, se miraba sumamente atractivo en esa pose que en la mente de Henry no paso desapercivida la imagen, algo que lo dejo algo sonrojado, intento no mirar a su amo pero de vez en cuando lo miraba de reojo.

"Solamente... trateme como lo que soy... un esclavo..." susurro.

Rio nerviosamente ante lo dicho por su ahora esclavo.

-Eso es algo de lo que no puedo prometerte. No tengo la sangre tan fria como para dejar de tratar a una persona, cualquiera como lo que es, una persona... con sentimientos, anhelos todo eso... lo que me pides es algo que nunca pobre hacer.

Suspiro, tal vez ganarse la confianza de su esclavo seria muchisimo mas dificl de los que habia imaginado... aunque siempre supo que no seria una tarea facil.

-Recuestate Henry... siente el pasto, el aroma de la tierra humeda y mira hacie el cielo, la luna esta apareciendo poco a poco.

Cada vez que se trataba de humanidad su amo lo dejaba sorprendido, no podia creer que habian personas que si le importara la importancia de que ellos tambien son personas con sentimiento y anhelos.

Obedecio a su amo y se recosto a un lado de él, mirando las estrellas y ese lucero que ya habia hecho su acto de presencia; no sabia por que pero miraba mas hermosa la luna, tal vez por el hecho de que ya tenia tiempo que no la observaba.

Las luces del parque comenzaron a encenderse y la iluminacion de las plantas y lugares mas oscuros se iluminaron con las luces de los focos.

"muchas gracias" susurro mirando de reojo a su amo...

-Lo prometi no hay por que agradecer, ese era mi deber -hablo tranquilo mientras aspiraba el fresco aroma de los alrededores, entre una mescla de aromas muy finos y agradables.

Tal vez hot la luna estaba mucho mas hermosa de lo normal.

-Sinceramente espero que te agrade estar conmigo.

"por el momento no ha sido desagradable..." comento.

"y si me lo pinta de esa manera... creo que no seria desagradable..." suspiro despacio y despues intento continuar, mirando la luna.

"ademas... ha sido la primera persona que me ha tratado de esa menra" dijo y medio sonrio de lado.

"disculpe si no soy como penso... pero me cuesta ser mas abierto..." se sento mejor y miro a su amo, observando cada movimiento y detalle del joven.

-Me algra escuecharte decir eso, quiero que estes comodo.

-Y no te preocupes nunca espere que fueras un niño enamoradizo y confianzudo, por eso me gustaste.

Y era cierto, desde el momento que sus ojos le vieron, supo que su corazon y su cerpo habian sido maltratados de forma cruel y despiadada, le extrañaria de sobre manera que actuara de una forma diferente a la que estaba tomando en estos momentos.

-Espero que pueda hacerte aunque sea un poco mas feliz -le dijo acercandose mas al chico y tomando su mano mientras su vista se perdia en el cielo

Sentir nuevamente su mano hizo que se ruborizada, asi que escondio su rostro bajandola al piso y observando el pasto verde.

"creo que he pensado mal..." la luna iba siendo tapada por unas nuves que traian algo de frescura a la ciudad.

No dijo nada mas, solamente alzo nuevamente su mirada, cuando se sintio menos nervioso, y continuo mirando la luna, esa luna que se preguntaba que tantos secretos guardaba, ya que para Henry era como la confidente de todas las cosas buenas y malas que pasaban en ese mundo y sobre todo lo que el habia vivido años atras.

-Eres muy lindo debajo de esa mascara fria sabes y quisiera que poco a poco, mientras te acostumbras a mi y a todo esto me gustaria que siempre me digas como te sientes, si estas feliz o enojado, no importa lo que sinetas no me molestare, siempre dimelo Henry.

-Eso sea lo unico que te pedire, no ugardos todas tus emociones, me gustaria que las compartieras conmigo claro... cuando te sientas en confianza. Tampoco quiero que te sientas presionado... ¿Deacuerdo?

No dijo nada ante las palabras del joven, aun que le parecio una orden, pero pensaria mejor las cosas antes de actuar, no queria ningun mal entendido o inconveniente.

El silencio se apodero de ambos chicos, Henry no sabia como seguir la conversacion, mas que no era bueno entablando una buena platica.

... ¿creer en sus palabras o mantenerme al margen de todas sus palabras?, no lo se... penso mientras observaba nuevamente la luna.

-Bueno tomare eso como un si - dijo al no tener una respuesta fija del otro. - y recuerda... toma tedo el timpo que consideres necesario... ciertamente no espero que mañana por la mañana seas completamente feliz... se que tomara tiempo y mcuho esfuerzo... pero no te preocupes yo esperare a que te sientas seguro.

Viendo el rostro aunque aun triste de Henry se sintio feliz de haberlo sacado de la corporacion, se esforzaria para ganarse su confianza.

Henry volteo a ver a su mano mientras decía esas palabras y con una pequeña inclinación con esta le dio las gracias. Se comenzó a sentir incomodo, deseaba admirar la luna pero las luces de las lámparas opacaban la belleza de ese lucero; inhalo un poco de aire y después lo exhalo poco a poco hasta que quedo vacío.

"¿Desea hacer algo?, señor..." pregunto, no sabia pero de pronto sintió la necesidad de salir de ese lugar, ya no se sentía a gusto y su cuerpo comenzaba a tener escalofríos, algo que le desagradaba.