Odiaba eso. Realmente lo odiaba con toda su alma. Odiaba que tuviera que estar encerrado detrás de ese cristal sin poder salir afuera y descargarse con algo... o alguien. Odiaba tener que vestir especial para que alguien le... "comprara". Porque eso era lo peor... Estaba siendo expuesto para que alguien le comprara. Ser tratado vulgarmente como un objeto. ¿A caso nadie pensaba en la moralidad? Por lo menos él sabía lo que hacía, pero había visto muchachos en ese sitio que parecían bastante perdidos.
Vale, se lo había buscado él solito por andar vagabundeando por ahí sin dinero. No tuvo más remedio que aceptar eso si no quería morir en una cuneta cualquiera sin que nadie supiera de quién era el cadáver.
Lo que más le costaba reconocer era que estaba deseando que alguien le comprara para poder salir de ese sitio... Ya luego se las apañaría para llevarse bien con quien fuese.