.La oscuridad de las paredes rojas y azules era retomada por la falta de luz...las sombras jugaban a su antojo como viles niños por la pared...dulces sonrojos en una pantalla de cine apagada...el clásico violin era el dueño de aquel vasto paraje...los muebles...los sillones...las sillas e incluso la puerta cerrada no eran leyes que detuvieran aquel sonido de las teclas borrosas de un pasado..
en medio de la habitación podía observarse la figura de un hombre...con el rostro iluminado por la luna..justo en el roce de las persianas...cuando el violín se unía a la tonada sus manos aferraron una imaginaria partitura...dirigiendo sus manos derecha e izquierda u arriba o abajo...sus ojos...se encontraban cerrados entre la musica que danzaba cual hombre seductor por la habitacion...acariciaba su cuello...movia sus cabellos y formaba en ellos una rebeldia nunca antes observada...sus labios se abrían como si sus palabras quisieran salir más las mismas se las tragaba el aire al abrir su boca...la lengua acribillaba a preguntas la saliva que ronroneaba en su boca...sus dedos en el mundo de las notas y el so mayor...
la silla crujia ante el movimiento de sus manos...las ropas que engalonaban al hombre no era más que una camisa rajada..de sedas y telas ahora cadáveres en su piel...y unos pantalones tan negros como la noche que desmoronaba al sol...trás las ventanas abiertas rugía la voz soprano del viento..él, director de una orquesta sin dueño...y el viento..director de la soledad y el silencio que surgia a las notas del violonchelo...su boca..se cerraba..sus labios revestian de rojo la piel ya mojada y finalmente sus ojos se dejaban ver...para de nuevo ser cerrados en un atronador movimiento...el piano aparecía..el violin...a pesar de que era el fín de la misma cancion...
sus mejillas fueron rozadas debilmente por el aroma del viento...y sus dedos volvieron a su regazo...no encendió la luz...no hizo más que rebobinar aquella sonata de invierno...dirigiendose esta vez al sillon...su cuerpo se colmaba de un descanso...de la destensión de sus musculos más la siempre atención de los mismos...disfrutando de la soledad..su jefe habia salido...los demás estaban ocupados...y él ya acabado su trabajo se disponía a ser un lobo más, tal vez no deberia de haber entrado...y haber dejado que el aroma de la ausencia o de la noche no le jugasen esa mala pasada...de amar a la musica clasica incluso a escondidas.
Tema: Piezas de un ángel... 
Miér Oct 22, 2008 10:20 am