A sus servicios...Señor...

Seda blanca alrededor de su cuerpo, cubriendo sólo lo que no debía mostrar aun de si mismo. Una mirada perdida a traves de aquella vitrina, ambar perdido en la oscuridad, disfrazada con luces artificiales solo para realzar aspectos necesarios de cada cuerpo. Sentado sobre bellos cojines color rojo, con sus rodilas flecionadas con tela entre ellas, sus brazos abrazados son objeto aparente a estas extremidades, con su perfil recargado en sus antebrazos con cuidado, para asi no cansarse en estar acomodado de alguna forma, y su mirada estuviera en aquel fijo sitio donde miraba.

Varios ivan y volvian, el apenas habia salido de su habitacion, listo ya para los dueños de que seria posible venderle, ahi en seguida muchos mas habian sido elegidos, tal vez el no, por no charlar, o por ser un humano sencillo y sin alguna peculiaridad en su ser que le declarara diferente e importante. Más sus ojos tuvieron un brillo entonces, mirando aquellas puertas escuchando mas pasos, nuevas caras por el local, tal vez podría salir de ahi, aunque, que le esperaria fuera de ese local¿?, no tenia seguro, pero igual, solo tenia que seguir esperando.

Estaba casi cayendo en el sueño, sus ojos entrecerrados se encontraban intentando no aparentar mucho cansancio aunque asi estuviese todo el tiempo, como si mirase un nada, admiraba a las personas que se acercaban a mirarle y decidian retirarse al no verle expresion importante o curiosa alguna a su rostro, ningun gesto, simplemente pareciera un poco como ausente en esos instantes. Varias personas mas llegaban con sonrisas extrañas y miradas aun mas atemorizantes pero ocurria lo mismo con solo verle, lo que en parte podria parecer un poco mas de tranquilidad para el menor.

Finalmente habia tomado uno de aquellos lindos cojines entre sus brazos, abrazandolo y acomodarse un poco sobre aquel resto de cojines regados en su pequeño cubiculo, un momento despues no se habia sentido tan comodo, le mareaba ver tanto movimiento entonces se levanto, mirando de nuevo afuera y en ese mismo instante notar a un joven cercano a su vitrina, tal vez miraria a otros, pero no fue asi, se habia acercado a donde el rubio se encontraba, como reaccion toco un poco el cristal ante el tacto ajeno sobre este, parpadeando un par de veces sin perder de vista la mirada ajena, tal vez... apenas... muy apenas sonreir un poco.

Se acercaba calmadamente a donde se encontraba aquel hombre, a gatas pues caminar seria mas complicado con tantas cosas en el suelo para realzar el encanto a respirarse en el ambiente, finalmente llego a aquel cristal y su mirada se clavo en aquella ahora estando mas cerca, apenas abrio sus labios, curioso pero sin demostrarlo del todo, ladeo su cabeza un poquito dejando asi mover un poco sus rubios y lacios cabellos, escuchando entonces aquella pregunta ajena, vaya que le costaria mucho decir al menos su nombre.

- E-Eldrick..

Se dejo escuchar notoriamente, sabia que aquellos cristales podrian impedir que se escuchase su voz si lo decia con su tono normal por lo que lo habia elevado a un nivel pocamente mas alto, la mirada de aquella persona, su postura, no se veia para nada igual a aquellos otros que antes se acercaron, le observo fijamente, sus ropas, su rostro, era curioso pero en sus rostros no se mostraba gesto alguno ni reaccion aparente.

Delko, ese era el nombre de aquella persona, logro tranquilizarle saberlo, al menos no habia sido como otros que piden tu nombre y es todo, decirselos y ellos tratarte como lo mas bajo que puede haber, aunque sabia cual era su lugar en aquel sitio, por lo que tampoco resultaria tan raro o molesto para el menor. El rostro ajeno demostraaba una seriedad que le alcanzaba a erizar la piel de los nevios que llegase a sentir ante ese aspecto, parpadeo de nuevo sin apartar ni un segundo su mirada, aquellos ojos llamaban su atencion al menos un poco.

.- N-no...

Contesto de nuevo, nadie le habia apartado, nadie se habia acercado a hablar asi con el antes y por ello mismo es que le costaba bastante poder decir algo al respecto, nunca habia dicho mas de una palabra y hasta cuando le decian cosas horribles no las respondia o se quejaba, era una de las pocas veces donde no sentia miedo de poder decir algo a oidos ajenos.

.- Si... s-si...

Asintio dos veces, acercandose mas al escuchar esa segunda pregunta, esperanzado de alguna manera en que podria salir de ahi al fin, de que ya no despertaria encerrado en cristales de nuevo, cierto era, que todos los dias podia despertar con temor a que alguien llegase y le llevara simplemente, desconcido y que terminara por ser malo, aquella persona se ve bastante mas diferente, le daba al menos un poco de esperanza.

Y no era para sorprenderse de hecho, pues Eldrick no era el normal prospecto de esclavo que deseara alguien con los deseos, con los que normalmente asistian al lugar, buscando un cuerpo para placer y una carita animada la cual perturbar, por lo que no era de extrañarse si no estaba apartado aun. Se sonrio el menor entonces al notar las primeras palabras, una sonrisa que apenas se mostro en sus pequeños labios, su mirada fija en aquella persona sutilmente, tal vez pensara mejor las cosas y le dejaria ahi, no estaba seguro pero le daba mucho mas pena hablar sobre ello. O si quiera al menos pronuncia una letra le bastaba para sentirse haciendo el ridiculo.

Entonces escucho despues sus palabras, cada una tan atenta entraba a su oido y se quedaba ahi impregnandole de valiosa informacion que deberia de ser de suma importancia en algun caso, seria "libre" de alguna manera, perteneceria a el, obedeceria sus peticiones tal como lo estaba diciendo, cocinar, asear, etc. Y podria hacer lo que quisiera despues, cumplir sus deberes, eso sonaba extraño viendo que fue enseñado a obedecer a todo sin buscar algo ciertamente a cambio.

.- S-si.

Contesto, como una manera de decir que estaba de acuerdo en ello, igualmente el era una persona bastante tranquila, si le explicaba aquellas cosas deberia de haber una muy buena razon para ello, pero personalmente le agradaba mas saber lo que aquella persona preferia, asi le ayudaba de sobremanera en el hecho de como cumplir con sus labores sin ser una molestia para aquella persona.

Sus ojos se llegaron a iluminar un poco a la mencion de aquellas palabras, por dentro sentia una corriente recorrerle completamente, pero esta corriente daba emocion misma, entusiasmo y alegria, le hacia sin duda feliz que le sacaran de ahi, aunque el chico se mostrase sereno y sin efecto alguna ante las palabras, solo sus ojos mostraban tal vez lo que su cuerpo resentia en esos instantes. Entonces despues de ello, solo verle retirarse de aquella vitrina, tal vez en busca de alguien mas, o en busca de algo mas, no estaba seguro, pero al menos tenia entendido que el joven buscaria a alguien que le diese algo de informacion sobre como sacarle de ahi, su rostro se suavizo un poco y volvio a sentarse en aquella larga espera.

En su espera que casi parecia un eternidad, pues si, cuando uno se emocionaba las cosas tendian a pasar lentamente o mas bien, cuando la ansiedad se alojaba en tu cuerpo, la espera siempre se hacia mas tardia, en ese lapso de tiempo el menor estuvo observando otros cuantos acontecimientos, como algunos esclavos eran sacados simplemente para revisarles el cuerpo, la complexion, la cara, como si solamente lo necesario de todo ello fuera el tener sexo con ellos y desecharlos, como lo hacia la mayoria de las personas, seguro. Su mirada viajo de ahi hasta donde se encontraba encerrado en aquella vitrina, pues probablemente seria la ultima vez que estaria entre aquellos cojines, tomando uno y abrazandolo sutilmente, tal vez pensativo o confundido, no era muy seguro tampoco. Hasta que al menos de esperar un rato, se recosto suavemente para descansar un poquito solamente.

Despues de un rato mas la puerta de su vitrina era abierta, Eldrick levantaba la mirada con un poco de temor hacia aquel cuidador, no les maltrataban pero de igual forma sentia algo de intimidacion de estos mismos, suspiro solo un poco antes de levantarse y andar a donde aquel hombre le llevaba, siguiendole sin poder decir alguna palabra o preguntar sobre algo, pues solo tenia que andar hasta ser llevado a donde le esperaban.

Despues de unos momentos llegaba con aquel joven que le habia querido comprar, o al menos era el que habia visto hace unos momentos, se sintio muy contento de volver a verlo, eso era claro, entonces escucho su manera de hablar con aquel hombre que le habia guiado, se notaba bastante diferente, como si realmente le desagradase pisar aquel lugar, o si quiera cruzar miradas y palabras con aquellas personas que trabajaban ahi mismo, ahora teniendole a un lado, Eldrick no aparto la mirada de aquel hombre, curioso de poder mirar las reacciones tambien que provocaba en las personas de aquel lugar.

Mantuvo su rostro fijo en aquel rostro, aquel suspiro le extraño de alguna manera y solo pudo cuestionarse mentalmente a que se debia este mismo, sin saber si responderse solo a la pregunta, pero es que parecia casi obvia , podia ser que realmente a aquel hombre no le gustase nada aquel sitio, de algua forma Eldrick deseaba despejarse de esa duda, pero preguntar era algo aun mas dificil, sobre todo ante el hecho de tener que hablar. Despues de ello, podia ser que el otro le mirase ahora, completamente y sin modificaciones o defectos que aquel cristal pudiese crear, y se notaba naturalmente mejor, sus brazos delgados, piernas torneadas aunque algo cubiertas por aquellos ropajes que se habia colocado anteriormente, cuello igualmente delgado, piel clara, rostro fino, inexpresivo, manos bonitas y bien cuidadas, tal vez algun indicio de alguna sonrisilla sobre sus delgados y pequeños labios.

Escucho entonces con calma cada palabra que aquel hombre mencionaba a continuacion, parpadeo un par de veces y ladeo su cuerpo un poco haciendole ver directamente ahora, sonriendo claramente, era casi imposible pero lo habia hecho, le inspiraba mucha confianza y por alguna razon, aquel hombre demostraba que era cierto, pues la sonrisa no era por nada.

.- Si.

Aunque tambien habia de aclarar que la actitud de aquel hombre de vez en cuando era graciosa, Eldrick jamas lo diria, al menos no aun, y antes de hacer mencion a algo se vio a aquel hombre regresar y hacer que el rubio se colocase como le habian dejado, era obvio el temor que sentia, pese a que nada le hicieran, no podia evitar la sensacion, cada palabra y acto fueron captados por sus ambarinos ojos, entreabriendo sus labios cuando aquel cheque fue entregado a aquellas ajenas manos. De la nada, se sorprendio internamente cuando el dueño, su dueño, ahora le miraba, y entonces aquella frase solo eso basto para hacerle sonreir con mas animo y alegria notoria, solo a el y sin decir ni una sola palabra, esperanzado tal vez, asentir suavemente y seguirle con cuidado, sin mirar alrededor ni perderse del camino ajeno, solo seguir a su nuevo dueño.