Esperando a su nuevo amo.

Dimitri se encontraba sentado en una cómoda silla color roja. Con su mano derecha jugaba con su cabello mientras esperaba curiosamente la llegada de algún comprador. El muchacho había decidido olvidar su pasado y empezar una vida nueva, por lo que ya casi se encontraba ansioso de que llegara una persona que lo reclamara propio.
Luego de un rato no llegaba nadie, pero Dimitri seguía mirando con la mirada esperanzada la puerta del lugar, casi rezando para que alguien la abriera pronto.

Kurt se encontraba indesiso. Sabía que la soledad lo estaba matando, tanto así, que ya no era capaz de escribir, y debía encontrar a alguien para que estuviera a su lado, a alguien que lo inspirara... pero, tal vez, comprar un esclavo era llegar muy lejos. Iba a abrir la puerta, pero se detuvo.
- ¿Estara bien?- se preguntaba- ¿No será demasiado problemático?

Finalmente la abrió, mirando fijamente a la criatura que se encontraba en el lugar. Era bonito y llamativo, como lo que andaba buscando.
Se sentó al frente del menor, sonrió levemente y prendió un cigarrilo.
- ¿Cuánto tiempo has estado esperando, pequeño?- pregunto, tranquilo por fuera, pero nervioso en su interior.

-Eso depende señor. Le respondió con una sonrisa llena de felicidad. -Estoy aqui hace como 20 minutos, por lo que diría que hace poco, pero para mi fué como una eternidad. Concluyó con un suspiro, pero entonces levantó la vista y miró al señor a los ojos.

-Mi nombre es Dimitri Yllian señor, y estaría mas que encantado de servirle si usted decide comprarme. Dijo con sinceridad mientras le besaba la mano.

Lo miró, un tanto atónito. En su cabeza sólo se preguntaba si sería capaz de hacer feliz a semejante criatura. Levantó su mano para acariciar la cabeza del pequeño suavemente, sin niguna intención en particular. Lo miró fijamente. Hace bastante tiempo que no era capaz de mirar a alguien sin desconfianza, hace mucho tiempo que no encontraba una mirada pura.

- Mi nombre es Kurt Aizac, soy escritor y estoy buscando a alguien que me pueda inspirar- levantó el mentón del menor con cuidado, como si fuera de cristal- desde ahora, tú vas a ser mi inspiración...

Dimitri quedó fascinado con la actitud de Kurt. Parecía ser un hombre muy gentil y amoroso, ya estaba deseoso de servirle, de inspirarlo para que escribiera como el mejor de los escritores.

-Será todo un gusto servirle mi señor. Espero poder serle de la mayor utilidad.- Le dijo con una tierna sonrisa.

Kurt ya en solo unos minutos se había ganado el afecto del muchacho, y su hermosura provocó que Dimitri se quedara pasmado apreciandolo.

Ese pequeño, era sin duda alguna, el prototipo de chico que Kurt necesitaba a su lado luego de todos esos años de soledad. Con sólo mirarlo sabía que ambos se necesitaban.

-¿Por qué llegaste a este lugar?- le preguntó curioso mientras le acariciaba la mejilla suavemente, como un acto impulsivo, sin haberlo pensado.

Le parecía extraño que un pequeño como ese estuviera en un lugar así. En su cabeza, no cabía la idea de que alguien se hubiese querido desacer de semejante criatura.

-El hermano de mi antigüo amo, al fallecer este, me vendió a este lugar para poder pagar sus deudas. Pero estoy feliz de que así haya sido, porque lo conocí a usted.- Le dijo mientras frotaba su mejilla sobre la mano derecha de Kurt, haciendo un gran esfuerzo por contenerse de lamerla, ya había algo en aquél hombre que exitaba en cierta medida a Dimitri, y él supuso que era su gentil forma de actuar.

-Muchas gracias amo, es muy amable conmigo- Exclamó lleno de felicidad.

Se quedó un poco extrañado con la respuesta; cada vez entendía menos la cantidad de idiotas que había en el mundo.
Se paró de su asiento y observó al pequeño por unos segundos. No dejaba de extrañarle lo feliz que se veía el menor, simplemente no se explicaba como siendo esclavo podía estar contento.

-¿Y qué tal si no siempre soy amable?- no pudo contenerse de hacer aquella pregunta. Se conocía bastante bien y sabía que en ocaciones se ponía agresivo -tengo un caracter fuerte y complicado, puede que no te agrade- dijo, para luego suspirar.

-No me importa que sea agresivo conmigo. Después de todo soy su esclavo mi señor, no me ofenderé si me trata mal, porque estoy acostumbrado y porque en parte para eso nací. Pero cuando me trate bien, aunque fuera solo una vez al año, verá que durante ese rato seré el esclavo mas sumiso del mundo- Dijo con un tono que denotaba seriedad y al mismo tiempo ternura.

-Soy todo suyo, siempre podrá hacer de mi lo que quiera y aún así le seré fiel. Esa es mi filosofía-

Si bien era cierto que en uno de sus libros habló sobre la esclavitud, aún le resultaba extraño escuchar que semejantes palabras podían salir de la boca de un ser vivo.
Le tomó la mano al pequeño, demanera cariñosa pero torpe (seguramente por la falta de costumbre)

-Intentaré... -sus palabras se cortaron; debía pensar bien lo que quería decir- intentaré ser lo más amable posible... -hizo una pausa, y en tono sincero pero divertido agregó- excluyendo el sexo, porque no puedo ser amable cuando tengo sexo-

-No se preocupe, tampoco me gustaría que fuese amable en esas ocaciones- Le dijo con una sonrisa traviesa. -Y espero poder demostrarselo lo más pronto posible mi señor- Agregó con cierto tono de satisfacción. -A decir verdad, con solo mirarlo me exito... nunca podría haber soñado con un amo mas hermoso que usted-

Kurt se largó a reir con las palabras del menor. No recordaba haberse reido desde hace ya bastante tiempo.

-¿Pero qué dices, chico?- preguntó en tono bromista- alli afuera hay personas que si son hermosas- sonrió tranquilo- aunque es bueno que esa sea tu primera impresión sobre mí... - se quedó pensativo unos instantes y finalmente dijo, lleno de energía- ¡Decidido! mi próximo relato será una novela erótica- sus ojos se posaron en los del menor- Dimitri, me gustaría que fueras tú quien eligiera el primer lugar a donde ir...

-Perdone mi indiscreción pero... no quiere ir a un hotel mi amo?... ... estoy que ardo ... es que causa algo muy fuerte en mi... apenas si lo conosco y deseo hacerlo lo más feliz que puedo.... e incluso aqui me cuesta controlarme... así que por favor, lleveme a donde podamos estar solos y así pueda demostrarle todo mi amor- Le dijo con una cara llena de esperanza y a la vez de felicidad, ya que nunca antes le habían preguntado donde quería ir.

-¿Eh?- musitó, por la sorpresa que le había cuasado la respuesta del menor. Se quedó pensando unos segundos, pero luego de lo escuchado y al mirar al menor sólo tenía dos palabras en su cabeza: sexo sadomasoquista- me parece bien- contestó, luego de un largo silencio- si lo que deseas es que nos acostemos, me parece que lo mejor es ir a un hotel- Le tomó la mano para que finalmente salieran de aquella ahogadora habitación- creo que nos vamos a divertir... o al menos eso espero- terminó por decir, hasta que al fin salieron de la habitación.


PD: crearé un tema en las habitaciones del hotel para que comenzemos a rolear alli..

CERRADO