No, simplemente no [Jun]

No, simplemente no se iba a ir, aunque Jun se lo hubiera ordenado y aunque estaba viendo el montón de papeles que había encima del escritorio de Hanori, no pensaba moverse del lugar; Sonne se había ido pero él no tenía nada que hacer ya ahí, eso se había convertido de repente en un problema de la pareja.

-¡Jun!- posó con fuerza sus manos en el escritorio, haciendo un fuerte ruido para que el menor levantara la mirada y se pudieran ver a los ojos -¿qué es lo que te pasa?- en realidad sabía lo que le pasaba…o al menos la mayor parte -¿estás preocupado por Sonne? ¿es eso?- porque parecía algo más, más grave y a Tetsu simplemente le preocupaba, no iba a poder estar tranquilo hasta ver a Hanori como siempre.

Hanori primero le reprochó por lo que había hecho, pero después le dijo que no le pasaba nada y terminó pidiéndole que le recordara no volver a meter un esclavo en venta a su oficina, de eso no había duda…se iba a encargar de que no volviera a pasar, pero ese no era el problema…

-No Jun, no estás bien…- ¿cómo podía creer que lo iba a engañar tan fácilmente? ¿acaso Tetsu no era la persona con la que había compartido la cama todos esos años? Al principio había decidido darle tiempo para que su dueño se animara a contar algo sobre su pasado, pero el momento jamás llegó aunque el de cabellos largos esperó pacientemente; pero ese día era distinto, Jun había actuado impulsivamente y ahora se arrepentía de sus actos.

-¿De verdad me crees tan tonto…?- lo miró a los ojos -por favor Jun, dime qué te pasa o qué puedo hacer para que te sientas mejor…- estaba desesperado ya, no soportaba ver a su dueño así, le partía el corazón…realmente era un sentimiento que no pensaba llegar a conocer jamás, porque él tenía que cuidar a Hanori y protegerlo, ¿cómo iba a hacerlo si no sabía qué era lo que le angustiaba?

-Dime-

A las palabras de Tetsu, Jun dejó el lapicero a un lado y levantó la mirada nuevamente. Sí, veía en los ojos del otro que quería saber lo que le pasaba, y no dudaba que iba a intentar comprenderlo...pero lo lograría? Por algún motivo no creía que el esclavo fuera capaz de hacerlo...después de todo él era una persona fuerte, mientras que Hanori...por más máscaras de frialdad que usara, no era más que un chico frágil...

-Nunca te he hablado de mi padre verdad?.- dijo finalmente, rendido a darle el gusto al más alto, aunque no sabía bien si luego podría manejar que éste estuviera al tanto de algo tan íntimo.- no nos llevábamos muy bien, pero... era una buena persona...sólo que pensábamos muy distinto...

Jun se levantó de su escritorio y volvió a apoyarse contra la ventana, mirando el paisaje urbano que ésta le ofrecía...mecánicamente prendió otro cigarro y siguió hablando, sin ver a Tetsu...

-Lo asesinaron un tiempo antes de conocerte...yo lo vi...

Se limitaba a sólo ver a Jun, Tetsu sabía que su dueño no era tan fuerte como lo aparentaba con los demás, por eso tenía que cuidarlo aunque este a veces pusiera resistencia, el de cabellos largos era lo único que tenía Hanori y viceversa.

Finalmente su dueño le dijo que jamás le había hablado de su padre, aunque más fue una pregunta, Tetsu sólo asintió sin decir nada, no quería interrumpir en ese momento; escuchaba atentamente...tenían opiniones distintas...¿eso tenía algo de malo? El menor se alejó hacia la ventana, el más alto lo siguió nuevamente con la mirada, entonces lo dijo...eso era algo que el esclavo no se esperaba.

-Lo siento- fue todo lo que pudo decir antes de acercarse a Jun y abrazarlo protectoramente, su dueño había tenido razón en algo y era en que Tetsu no podía entender la tristeza que le provocaba a una persona la muerte de un ser querido, era algo que jamás había experimentado y no podía sentirlo...pero le dolía ver mal a su príncipe, esa era una tristeza que él sí conocía.

-Quisiera haberte conocido antes y que no hubieras tenido que pasar por eso-

-Fue horrible...-Jun dejó que su espalda reposara en el pecho de Tetsu, cargándole un poco de su peso; el humo del cigarro escapaba por la ventana lentamente, dándole a todo una atomósfera de ensueño.- pero...no es eso lo que me molesta excatamente...el problema...es que fue culpa mía...

Todos los viejos recuerdos volvían en ese momento, haciéndole sentir algo abrumado...pero ya que había empezado no iba a detenerse...esa tarde Tetsu iba a ser el psiquiatra que el más bajo se había negado a visitar por años...

-Nunca estuve de acuerdo con esta empresa...cuando volví de estudiar en el exterior se lo dije a mi padre...yo no pensaba contnuar con Hanori...entonces tuvimos una discusión fuerte...no nos hablamos por meses...

Se detuvo. No sabía cómo iba a reaccionar el esclavo con lo siguiente...pero Jun trataría de suavizarlo...simplemente tenía que contar la historia completa...o ésta terminaría ahogándolo en su propia oficina...

-Este esclavo...entablamos una especie de amistad...yo creí que estaba...pero no...me engañó por supuesto, él sólo quería asesinar a mi padre...lo hubiera hecho conmigo también, pero tuve suerte y nos encontraron a tiempo...

Recibió el peso del menor gustosamente, le gustaba que Jun se recargara así en él porque no tenía esa confianza con nadie más, aunque no era la única cosa que sólo hacía con él. Al principio quiso decirle que no había sido su culpa…¿y cómo podía serlo? pero cuando escuchó la historia completa ya no sabía bien que decirle, muchas cosas pasaban por la mente del mayor, pero lo peor de todo era que sentía celos de un tipo que seguramente ya estaba muerto.

-No…no es tu culpa…- dijo finalmente mirando al suelo, por muy celoso que estuviera, en su mente Jun siempre estaba primero y no quería hacerle sentir peor en un momento así, él tenía que ser el soporte del menor por siempre, él tenía que ser quien lo levantaría cada vez que el otro no quisiera levantarse, porque Tetsu se iba a encargar de cuidarlo.

-No había forma de que tú supieras- la primera vez que vio a Jun pensó que él era perfecto, que no tenía errores ni debilidades, pensó que lo habían creado para que estuviera a su lado; cuando lo conoció mejor, supo que seguía siendo humano por más perfecto que él quisiera verlo…y tendría defectos, como confundirse con las personas, Jun a veces era demasiado inocente como para darse cuenta de las verdaderas intenciones de otros.

Habían muchos sentimientos que Tetsu no lograba comprender, pero no porque tuviera algún problema o fuera tonto, si no porque había dejado todo eso atrás, los sentimientos o al menos muchos de ellos los había dejado atrás, por eso no podía querer a nadie que no fuera Jun.

-Claro que había forma...!

Jun se soltó de Tetsu y volvió a recargarse en la ventana...¡Claro que había forma! simplemente si no hubiese sido un chuquillo idiota...si hubiese oído a su padre...pero era muy tarde para eso. El más bajo sabía bien que no podría confiar en nadie nunca más...en nadie que no fuera...de pronto Hanori se avalanzó sobre Tetsu, esta vez recargando su rostro en el pecho de éste...

Él era su salvación.

-Perdóname...-susurró, con sus ojos perdidos en la ropa del más alto.- eres ló único que tengo Tetsu...y yo...he sido...perdóname...

Empezó a llorar, pero no porque se sintiera triste; era más bien todo lo contrario; se sentía aliviado, como si le acabaran de quitar el peso del mundo de los hombros...

-Te amo...

No, no había forma…Jun no era como Tetsu que podía ver a través de los ojos de las personas, sus sentimientos lo cegaban muchas veces; Hanori se soltó del mayor y este quiso volver a abrazarlo pero sólo se limitó a quedársele viendo, entonces su dueño lo sorprendió lanzándose sobre él nuevamente y escondiendo su rostro en el pecho del de cabellos largos.

Le pedía que lo disculpara...¿por qué? no había hecho nada malo, al menos no para el mayor, pero Jun sí lo pensaba así; le iba a decir que no se preocupara pero el más bajo empezó a llorar y luego le dijo lo que Tetsu tanto había esperado. ¿Había escuchado bien? ¿Jun le había dicho que lo amaba…?

-¡Jun!- estaba feliz, realmente feliz, sólo Jun podía hacerle sentir eso, sólo por Hanori se podía decir que Tetsu aún era “humano”, si no fuera por su dueño él no conocería los sentimientos.

-Yo también te amo…- lo abrazó con fuerza, sabía bien que a Hanori no le gustaba decir sus sentimientos y lo demostraba con acciones, por eso valía tanto para él que le hubiera dicho eso -gracias Jun- lo hizo verlo y le sonrió para después dejarle un suave beso en los labios.

Jun recibió el beso de Tetsu como si fuese el primero...por primera vez sus sentimientos habían salido a flote en viva voz...¿Podía ser ese el comienzo de una nueva vida para Hanori? Una nueva vida en donde dejaba de torturarse por los errores del pasado y volvía a ser el muchacho alegre que alguna vez había sido...no, pensó el más bajo, con cierta amargura; nunca volvería a ser el mismo. Pero ¿Qué importaba, si Tetsu estaba a su lado?...Se abrazó más fuerte del más alto, él era todo lo que necesitaba...

-Nunca me dejes...-casi le rogó, frágil como nunca se había mostrado...una vez que la frase "te amo" había sido pronunciada no había vuelta a atrás; por muchos años se había rehusado a ser el esclavo de Tetsu, pero ahora no sólo lo era, si no que acababa de confesarlo.- si me dejas me moriré Tetsu...-Jun apretó la ropa del otro por detrás, como si realmente éste fuera a irse en cualquier momento.- te amo tanto...-dijo, casi colgándose de Tetsu, buscando sus labios con una desesperación que jamás había mostrado...

Recibió el beso más que gustoso, era la primera vez que Jun dejaba salir sus sentimientos y el de cabellos largos no tenía que conformarse con sólo adivinarlos, eso le hacía realmente feliz. Jamás iba a dejar a Hanori, el menor no tenía ni que pedir eso, porque más bien sería Tetsu el que buscaría por todo el mundo hasta encontrarlo y regresarlo a su lado, era él que moría de celos siempre...¿o no?

-Yo jamás te dejaré príncipe...jamás- dijo mientras miraba a los ojos al más bajo de los dos, siempre iba a estar ahí para protegerle, cuidarle y complacerle -¿recuerdas lo que te dije aquella vez? yo siempre voy a protegerte y no dejaré que nada ni nadie te haga daño...- cogió las manos de Jun y le sonrió cálidamente como sólo sabía hacerlo con su dueño -cuando estemos muertos...escaparé del infierno para buscarte en el cielo...porque no hay fuerza en el universo ni divinidad que pueda separarnos- dijo sinceramente, de verdad creía poder estar con él incluso después de la muerte.

Jun le dijo que no pensara en morirse y mucho menos en matarlo, Tetsu pensó que era obvio, él jamás le haría daño a su príncipe, Hanori simplemente se preocupaba demasiado...al menos eso pensaba el alto.

-Claro que será así, yo me voy a encargar de eso. Tú no tienes que preocuparte por nada porque yo estoy a tu lado- de pronto el molesto sonido del teléfono los interrumpió, el mayor le lanzó una mirada asesina al aparato como si éste fuera capaz de temerle, no le gustaba que lo interrumpieran cuando estaba con su príncipe...y menos cuando Jun le habría su corazón.

Sonrió complacido cuando Hanori pidió que no se le molestara, usualmente atendía, pero esa vez Tetsu era más importante que cualquier otra cosa para el menor; miró a su dueño que sonreía melancólicamente, entonces pudo darse cuenta que temía por algo, ¿tal vez sentía miedo por haber dicho sus sentimientos? Tetsu simplemente no podía entender por qué Hanori le tendría miedo a la “nueva situación” ya que para él no había cambiado nada. La pregunta de Jun obviamente no la entendió bien.

-No sé…¿qué deseas hacer? ¿tienes hambre?-

El menor empezó a reír bastante, como lo hacía muy pocas veces, y aunque Tetsu no sabía de qué reía el otro sonrió porque al menos Jun estaba feliz…¿verdad?...tenía que estarlo porque se estaba riendo. Al final, después de haberse reído por bastante rato, Hanori pidió disculpas, aunque el alto en realidad no estaba molesto ni ofendido.

¿Estaba pensando en otra cosa? ¿qué otra cosa? entonces Jun disipó todas las dudas que habían en la cabeza del esclavo…le había preguntado si quería su libertad; Tetsu parpadeó un par de veces, casi incrédulo…¿Jun de verdad pensaba que eso era algo que le importaba? Eso sí hizo que se sintiera un poco mal.

-Sabes que eso no me importa…- es más, él se sentía el dueño de Jun y no viceversa, aunque jamás lo hubiera dicho, era algo que Hanori seguramente había podido adivinar. Pero mientras se sentía un poco mal por lo que Jun había dicho, algo más llegó a su mente, para afirmar la inseguridad y celos que lo invadían cuando de su amo se trataba -o…¿es que acaso ya no me quieres a tu lado?- porque no iba a permitir que nadie los separara, ni siquiera el mismo Hanori.

No quería dejarlo, qué bueno que dijo eso porque Tetsu podía ser capaz de hacer bastantes locuras; Hanori buscaba las palabras adecuadas para que no hubieran mal entendidos con el esclavo, porque él a veces se tomaba las cosas muy a pecho. Su expresión cambió totalmente cuando Jun mencionó lo dela familia…¿le estaba tratando de decir que sí quería tener un hijo con él?

-¡Jun! ¡¿quieres tener una familia conmigo?!- ¿por qué preguntaba? Eso era lo que Hanori acababa de decir; si ese era el caso…no le importaba si su dueño lo hacía libre o hacía cualquier cosa con sus papeles, siempre y cuando tuvieran una familia y estuvieran juntos por siempre a él no le importaba nada más.

-Entonces puedes hacer lo que quieras, no importa-

-Claro que sí...algún día...

Jun sonreía pues había logrado su cometido. Salirse con la suya y poner a Tetsu contento. No podía imaginarse por que el esclavo deseaba tanto un hijo suyo, pero sabía que era uno de los pocos deseos que tenía. ¡Y por qué no? No en ese momento claro, era un pronto. Pero un día, tal vez no muy lejano...

-Entonces eso haré.- de un salto se soltó de Tetsu y cogió el teléfono; empezó a hablar a media voz con sus abogados; los papeles no tardarían mucho...

-Cuando todo esté listo.- dijo, colgando el teléfono.- podrás tomar un cargo ejecutivo...sí, tomarás mi lugar, yo estoy demasiado cansado de todo esto...

Tendría su gracia, ver a Tetsu ganar su propio dinero, y recibirlo cada noche en casa, con la cena y seguramente algo más emocionante. Y Hanori podía seguir viendo algunos asuntos de vez en cuando.

Jun le confirmó lo que había preguntado, entonces Jun no podía ser más feliz, el mismo día su querido príncipe le había dicho que lo amaba y también que sí quería tener una familia con él, no podía haber nada más perfecto que eso, pensaba si era normal que alguien pudiera llegara ser tan feliz.

Observó cómo su aún dueño llamaba a sus abogados para que tuvieran los papeles, no prestaba demasiada atención porque para él eso era lo de menos; cuando ya había colgado, Jun le dijo que cuando fuera libre él iba a tomar su lugar, porque Hanori ya estaba demasiado cansado de todo eso, no sabía bien qué entender por eso...¿acaso Jun ya no iba a estar ahí?, ¿eso significaba que no se iban a ver todo el día?, ¿eso comprendía ser..."libre"?

-Y...tú...¿qué harás?-

-Yo?...

Jun volvió a sentarse al borde de su escritorio para abrazar a Tetsu nuevamente

-Yo estaré en casa esprándote.- se rió, seguro que Tetsu iba a poner el grito en cielo porque ya no pasarían todo el día juntos; pero de todas formas a penas se veían en la empresa...la diferencia no sería mucha y tendrían que acostumbrarse.- no me digas que no quieres dejarme solo en casa?

Porque sería típico del más alto que algo o alguien podría pasarle a Jun si estaba fuera de su control; pero eso no volvería a suceder. Ahora Hanori aceptaba sus sentimientos y no iba a renunciar a ellos...no era tan tonto..

-Claro que si no te acostumbras...vendremos ambos...pero eso sí.-le dió un beso muy cerca de los labios.- deberemos trabajar y no dedicarnos a tú sabes...o quedaremos en la ruina...

Se iba a quedar en casa…¿eso era algo sano?, definitivamente no le gustaba la idea, primero que nada porque no era capaz de imaginarse lo que haría Jun estando solo en casa, y no quería ni pensar en lo que podía pasarle si él estaba lejos, ¿quién iba a cuidarlo?...los príncipes tenían que tener guarias siempre.

Quería decirle que no lo quería solo en casa, pero entendía que Jun necesitaba un descanso de Hanori y de todo ese ambiente tan estresante, el menor era una persona muy voluble a diferencia de Tetsu a quien un ambiente así no le afectaba tanto. Finalmente el más pequeño le dijo que si no se acostumbraba entonces iría con él pero a trabajar y no a hacer otra cosa.

-Ah…hablas como si yo sólo pensara en eso. Está bien, puedes quedarte en casa, pero si no me acostumbro entonces vendrás conmigo-

Jun se rió mentalmente. En otra época realmennte le hubiese molestado ese "está bien" de Tetsu, como si le estuviese dando permiso. Pero esa actitud había acabado aquella tarde. Nunca más iba a dejar que su tonto orgullo se interpusiera entre él y el más alto. Y de todas formas, sabía tan bien como el esclavo que en realidad sí le estaba dando permiso, y que siempre lo había hecho.

Tetsu era su dueño, pero ese pensamiento no lo torturaba como antes...

-Vamos a casa Tetsu...ya no quiero estar aquí...

Lo que en realidad quería era estar al lado de la persona que amaba y disfrutarla plenamente. Era como tener 18 años de nuevo y toda la vida por delante. Acababa de expulsar al asesino de su padre de su mente y nunca más iba a dejarlo entrar de nuevo.

No podía explicarlo totalmente algo había cambiado en Jun, pero el mayor no era capaz de saber qué, ya no parecían molestarle los comentarios de Tetsu que daban a entender que necesitaba su permiso para hacer algo, pero eso no era lo único que había cambiado en Hanori; su mirada era distinta ahora, su sonrisa era mucho más sincera que de costumbre…había dejado ir algo, pero el esclavo aún no sabía bien qué era.

Su aún dueño le dijo que quería ir a casa, pensó en los abogados pero no le importaban demasiado así que sólo asintió, él también quería ir a casa y estar con su príncipe.

-Vamos, cuando lleguemos te haré un masaje para que puedas descansar bien- al mismo tiempo que decía eso estaba arreglando todo para que pudieran irse, eso era parte de su trabajo usualmente, ver que todo estuviera en orden para que Jun pudiera ir a casa junto con él; tomó el abrigo del más bajo y le sonrió.

-Listo-

-Vamos...

Dijo Jun; una vez que salieran por esa puerta empezaría una nueva vida, y se sentía con fuerzas suficientes para afrontarla. Los abogados, que llamaran a su casa...tenía todo el tiempo del mundo, o al menos así se sentía el más bajo. He hizo algo que siemrpe había querdo hacer. Sin tomar su abrigo se colgó del brazo de Tetsu. No necesitaba a nadie más que a él. Ni nada más. Iba a dejarse a sí mismo perderse en ese idiolio que acaban de crea...eso tenía que ser amor.

Después de todo, Jun Hanori se sentía por primeraa vez en su vida como un chico con suerte...


CERRADO