Buscas un Santa de regalo?

Sus vestimentas distaban mucho de ser de su agrado y, además de los colores que era lo único que realmente le agradaba de aquel atuendo, tenia que dejar que todos lo vieran así. Por motivo de navidad para esta ocasión lucia un pantalón bastante ajustado de color rojo y detalles blancos que resaltaba su bien formado trasero, la tela estaba rasgada en algunas partes mostrando pequeñas porciones de piel a lo largo de sus piernas, su torso estaba cubierto por una especie de top que dejaba al descubierto su níveo vientre y todo esto era acompañado por un lindo gorrito de Santa con dos agujeros para mostrar sus lindas orejas gatunas y un pequeño cascabel en la punta de su cola que resonaba cada vez que este la meneaba.

Si le gustaban los colores y los adornos pero el ir vestido de esa forma
tan….infantilmente sensual, porque el ir vestido de Santa era bastante inocente pero el problema se centraba en lo ajustado y provocativo de aquellas ropas que estaba obligado a utilizar. Lo bueno de aquello era que podía andar así sin siquiera sentir una pizca de frío ya que las instalaciones de Hanori contaban con calefacción constante, aun así sabia que fuera había un clima diferente y lo percibía por la forma en la que entraban vestidos los hombres “libres” que venían a ver las mercancías.
No quería encontrar dueño, no quería pertenecer a nadie ni recibir ordenes por lo que se había encargado en los últimos meses de espantar a todo aquel comprador que se interesase en él tratándolos de forma hostil y rebelde, por supuesto no era de su agrado tratar a las personas así pero era la única forma de evitar caer en manos de un sujeto que solo buscaba sexo. Según Joshua todos quienes iban buscando un esclavo era par fines sexuales y los veían como productos, no como seres con sentimientos….

Se paro en mitad de aquel salón tratando de no prestar atención a los hombres que los miraban buscando a quien comprar, simplemente se paseo de manera distraída para luego acostarse en un sofá y empezar a jugar con el cascabel al final de su colita, era divertido hacerlo sonar y aunque no entendía de que se trataba la navidad sabia a la perfección que su vestimenta era alusiva a esta época del año y que seguramente llamaba la atención por su colorido.

Se distrajo jugando con aquel cascabel intentando despejar su mente de todos aquellos grititos y vocecitas que intentaban llamar la atención de los compradores. No podía entenderlos, no quería entender como aquellos esclavos deseaban tener un amo…que tenia de interesante someterse a alguien? Le gustaba estar en Hanori ya que ahí se divertía con los demás esclavos y no tenían que servir a nadie, se podría decir que era una especia de “libertad” o al menos lo mas parecido a ella a lo que podían aspirar, según sus razonamientos el ser comprado significaba renunciar a lo ultimo de “libertad” que tenían y someterse a las ordenes de alguien no era algo que le agradara. Entonces porque? Porque los chicos que allí se encontraban esperaban con tanta ilusión la llegada de alguien que los comprara?

Una voz lo saco de sus pensamientos y volteo su rostro aun acostado en el sofá para fijar su vista en aquel hombre de tez morena que lo observaba esperando una respuesta a aquella pregunta. De no haber estado en esa situación le hubiera respondido con una amable sonrisa como era su costumbre pero ya había decidido evitar a toda costa el ser comprado por lo que solo le dedico una expresión desinteresada y siguió jugando con su cascabel- Joshua Owen….- respondió sin mucho animo sin siquiera asegurarse de haber sido escuchado realmente.

Diablos, algo en su interior le molestaba….odiaba tratar a la gente así, odiaba tener que ocultar su verdadera forma de ser solo por el miedo que le causaba el tener que servir a alguien que pensaba en el como un objeto. No era una cosa, ninguno de aquellos esclavos lo era y aun así ponían precios sobre sus cabezas como si se tratara de un producto cualquiera exhibido en un aparador de supermercado.

Le preguntaba como estaba? Primera vez que alguien preguntaba aquello…siempre era lo mismo “sabes cocinar?” “que se te da bien?” y cosas por el estilo, sabia que las veces anteriores atraía por su aspecto gatuno y lindo pero al parecer y esperaba no equivocarse, aquel hombre quizás fuera diferente. De todos modos no debía confiar en nadie, no podía, no se atrevía a confiar en los libres- aburrido de ser exhibido… y de los que buscan comprar esclavos para acostarse con ellos – bien, si eso no lo alejaba estaría en problemas, empleo el tono mas despectivo que en su vida hubiera imaginado utilizar, el sujeto no tenia la culpa pero debía alejarlo por sus propios motivos.

No quería ser lastimado por un amo cruel que lo obligara a hacer cosas y se lo llevara a la cama, y esa, por muy difícil que fuera para el, era la única forma que tenia de alejarlos…siendo totalmente opuesto a lo que normalmente era- muñeco? Soy una linda mercancía a la que le ponen un precio, no soy un muñeco…-seguía con la vista perdida en el techo del lugar dejando de lado el cascabel y bajando su cola, no podía mirarlo a la cara, si quería mantener su papel de chico hostil no debía siquiera pensar en mirarle sino luego quizás su voluntad no seria mucha y terminaría ablandándose y sacando a relucir un poco de su amistosa forma de ser.

-ahí hay un montón de esclavos que están intentando llamar su atención, podría darles en el gusto….ellos quieren un amo, yo no –sentencio con ese tono de voz para nada amable el cual sin duda salía algo sobreactuado, en verdad esperaba que el hombre no notara su actuación y le hiciera caso, después de todo el quería un esclavo y muchos de esos chicos querían un amo…era perfecto o no? No tenía porque interesarse en el “Santa” del lugar cuando había un montón de otros esclavos listos para servirle en o que deseara.

Hizo una mueca de desagrado cuanto escucho lo primero y hablo con el sarcasmo impregnado en cada una de sus palabras- ja! Si claro, tu no quieres sexo y yo soy Santa…que linda pareja –seguía sin poder ni querer mirarlo aunque si pudo notar, al mirarlo de reojo, que se ponía cómodo en el suelo del lugar…insólito por decir lo menos ya que todos los que llegaban ahí eran hombres bastante elegantes y ninguno se hubiera atrevido a hacer lo que en ese momento el sujeto hacia, al parecer se estaba poniendo cómodo y no tenia intenciones de marcharse por lo que seria una larga charla…

-por supuesto que es usted….si yo pudiera elegir no estaría aquí- dijo como si fuera lo mas obvio del mundo manteniendo su tono de voz poco amable, y aunque en el fondo sentía que aquel sujeto no era mala persona, aun así no podía bajar la guardia, debía impedir ser comprado…así lo había decidido y aunque su fuerza de voluntad no era de las mejores aun tenia la esperanza de que el tipo se cansara y se fuera pronto.

Su piel se erizo ante el contacto de aquel dedo y se movió bruscamente volteándose escondiendo así su rostro el cual se había sonrojado ligeramente-no…estoy bien aquí gracias –hablo de forma algo mas infantil casi haciendo un leve puchero, estaba algo nervioso la verdad y esto lo había hecho reaccionar abandonado su papel por unos instantes.

No le presto importancia a aquel sarcasmo, pero sin duda su rostro reflejo la sorpresa al escucharlo dar la orden al guardia. Volteo bruscamente mirándolo con asombro sentándose en el sofá para replicar- espera! No debería llevarme….en serio soy malo en todo lo que hago y siempre estoy de mal humor y soy rebelde y caprichoso y odioso y nunca se cuando callarme y lo voy a fastidiar hasta que se vuelva loco!! –hablaba lo mas rápido que podía inventando todos los defectos posibles en un esclavo, ya se había olvidado de ser hostil, ahora se concentraba en utilizar sus últimos recursos para hacer cambiar de opinión a aquel hombre.

En cuanto llego el guardia y empezó a decirle a Armand sobre el carácter que mostraba en neko con los libres el esclavo aprovecho de valerse de aquello para seguir con su listado de todos los defectos posibles en alguien. La verdad se veía bastante infantil hablando de aquella manera- y duermo todo el día, no haré nada, ronco y cocino horrible y si me miras me enfado y tengo instintos suicidas!! En cualquier minuto podría tomar un cuchillo y matarlo mientras duerme –sin duda era lo último y lo más ridículo que se le ocurría pero no notaba cuan divertida era su imagen y sus palabras, estaba demasiado preocupado en impedir esa compra.

No replico demasiado cuando el mayor lo tomo dejándolo a su lado, mas bien tomo aire para seguir con sus excusas- y…y…no se lavar! Solo desordeno y hago desastres y atraigo los problemas! Cuando me crearon alguien me hecho una maldición que dice que todo el que me compre morirá en un mes!! –lo decía de la manera mas convincente posible.

Se callo al instante cuando el sujeto le hablo de esa forma, bajo la vista y las orejitas como un pequeño gatito regañado mientras un puchero se dibujaba en sus labios. De nada le servia ya el comportarse y seguir actuando de la forma altanera y poco amistosa que hasta ahora había mostrado con el mayor puesto que este no parecía dar su brazo a torcer. Porque tanto empeño en llevárselo? Hasta ahora todos- y no eran pocos- los que habían llegado para comprarlo, al ver como los trataba Joshua, se alejaban y buscaban otro esclavo de los muchos que ahí habían. Y por supuesto era lo mas racional tomando en cuenta que nadie querría llevarse a un neko molestoso y que los trataba mal.

Se quedo en su lugar mientras el castaño arreglaba los últimos papeles necesarios para sacarlo de ahí, con la vista baja y aun sentido por aquel regaño. Al escuchar la pregunta de su nuevo “amo” susurro fijando sus orbes en el guardia al cual ya conocía- mi libro…- por supuesto que el hombre al que se dirigía sabia de cual libro se trataba, llevaba conociéndolo desde hace meses y aunque nunca habían conversado demasiado sabia que conocía aquel libro al cual se refería.

Dio una furtiva mirada al castaño al oír su aprobación y no tardo en encaminarse por el pasillo en compañía del guardia quien bromeaba con el chico molestándolo por haber conseguido amo, Josh solo hacia pucheros a cada comentario del mayor hasta que ambos se perdieron tras el umbral de una puerta de caoba bastante fina. Pasaron unos largos minutos en los que ninguno de los dos aparecía hasta que por fin se divisaron dos siluetas que avanzaban hasta quedar frente al comprador.

El guardia aun parecía divertido por la expresión de fastidio en la cara del esclavo quien había tardado cambiandose ya que fuera sabia el clima era helado. Generalmente dentro de la corporación solo tenia dos cambios de ropa bastante informales además de los trajes elegantes y ajustados que los hacían vestir al momento de exhibirlos, ahora lucia un sweater que se amoldaba bastante bien a su pecho de color púrpura y unos pantalones negros de aspecto algo desgastado. Entre sus brazos mantenía apretado el libro de un volumen considerable, el que guardaba de forma recelosa de los ojos de su amo.

La verdad es que no le fascinaba para nada el leer pero aquel libro tenia un significado importante y por ningún motivo lo abandonaría, sus brazos escondían el titulo del escrito pero por los dibujos en la portada parecía ser un libro de cocina lleno de un montón de recetas. El cascabel ya no estaba atado al extremo de su colita y ahora ocupaba un espacio en su fino cuello el cual tenía un collarcito rojo con el cascabel en el centro. Se detuvo frente a su amo y pudo observar como una media sonrisa surcaba su rostro pero aun así no dijo nada, simplemente esperaba.

Lo siento….me enseñaron que debo decirle “amo” –puso especial énfasis en aquella ultima palabra diciéndole con verdadero desagrado sin mirarlo realmente, mas bien mantenía su vista en el piso divagando sobre como seria su vida de ahora en adelante, muchas cosas que no conocía y otras tantas que le disgustaban. De ahora en adelante todo seria diferente de cómo lo conocía y eso le causaba sin duda cierto temor.

Se sorprendió al sentir como el mayor ponía aquella bufanda en su cuello y se sonrojó ligeramente ante este hecho ya que esperaba que el otro fuera mucho mas frío y desagradable con el, después de todo el neko no lo había tratado de la mejor forma y creía que al llegar a su hogar sin duda se ganaría un castigo o algo similar. Aun así solo murmuro un casi imperceptible “gracias” antes de seguirlo hasta que salieron del lugar sintiendo el imponente frío del clima. Sabia lo que era el frío y hasta lo que conocía le agradaba pero constantemente tenían calefacción dentro por lo que era primera vez que experimentaba esa sensación que lo hizo tiritar débilmente obligándolo a esconderse en la bufanda.

Una suave sonrisa se dibujo en su rostro a escuchar aquello, sin duda era un gran alivio saber que contaría con otro chico en quien apoyarse cuando llegaran a la casa de su amo, pero primero debería aguantar un tiempo a solas con el hasta que terminasen las compras que esperaba no dudaran demasiado. Se adentro en el auto sentándose en silencio y aun con la cabeza gacha respondió ante su pregunta* solo una….porque me compro?

facil. mi pasado ha sido odioso y mi presente estaba empezando a serlo por eso queria tener a alguien en mi casa para que me ayude en la mansion y que la protega cuando yo no este como dije mi trabajo es peligroso

* lo dije sin animo de que sintiera pena sino todo lo contrario se lo dije de verdad algun dia no tendria tantos combates victoriosos y ese seria el dia en que a ellos le dejaria todo coloqué mis labios ocultos en el cigarrillo con la seriedad del asunto podia burlarse todo lo que quisiera pero era verdad algun dia no estaria y esperaba dejarles algo de dinero*

me gustaria tener a alguien en mi casa

*dije callado enenciendo el coche y finalmente llendonos*

[CERRADO]

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A- abri tema en zona comercial nwn