Había recién llegado de un paseo en su yate, el sol era perfecto y la brisa del mar lo relajaba de todos sus negocios y problemas empresariales. Nada como tomarse un pequeño respiro toda la mañana. Estando en el mar no había quien lo molestara, en especial si podía apagar su celular. Una lastima sin duda que ya tuviera que terminar, pero bueno, no podía perderse en el mar en un barco solitario, una isla seria mucho mejor, tal vez después pensaría en comprar una de esas, aunque no le gustaría parecer esa clase de ancianos adinerados que consiguen islas para hacer negocios turbios o presumir que pueden hacerlo, esa era la clase de gente de la que escapaba en momentos como este.
Iba bajando del barco apenas poniendo pie en el muelle cuando choco contra un sujeto, nada estrepitoso, solo el golpe de sus hombros, cosa sin importancia.