Un pequeño trabajo (privado)

Maldita sea...¡¿por qué tardaba tanto?! En realidad no había esperado tener a Hanori por más de un par de minutos ahí, por eso se había confiado tanto y no había tomado demasiadas precauciones. “No intentará nada” se dijo para si mismo mientras dormitaba, pero cuando escuchó el aparato sonar se levantó de golpe mecánicamente.

-Demonios contigo...- guardó la pistola y se acercó a Jun para quitarle el aparato.- este es un artefacto un para avanzado para un niño...¿no?- después de decir eso lo lanzó al suelo y de un par de pisotones la palm ya estaba deshecha.

Sacó su arma y en un movimiento violento de brazo ya le estaba apuntando a la cara, pero se quedó un rato pensando en todo eso, había algo que no le cuadraba ahí...usualmente le llegaban los trabajos por mensajes, así que de eso no había sospechado, pero que su jefe no lo llamara para asegurarse de todo, eso sí era bastante extraño.

Entonces miró hacia la ventana a través de las cortinas, había gente afuera...era imposible que hubieran llegado tan rápido por Hanori, ¿les habían tendido una trampa a los dos? Cogió cinta adhesiva y le tapó la boca a Jun, además cambió la posición de las esposas, esta vez lo esposó con las manos a la espalda, después lo hizo esconderse y le advirtió que no saliera. Lo siguiente que escuchó el dueño de Hanori fueron un par de disparos que no sonaron demasiado fuerte; esos tipos definitivamente no iban por el “enanito”.

Después de todo eso se dedicó a revisar a Jun, asegurándose de que no tuviera nada con lo que los pudieran rastrear, hasta el reloj del menor fue destruido.

-Vamos...daremos un paseo.- lo obligó a salir de ahí; de nuevo lo empujó dentro del auto y le retiró con suavidad la cinta de la boca, empezó a manejar mientras fumaba. Sí, era una trampa...querían deshacerse de Hanori y de él, sacó su celular e hizo una llamada.

“Perdona que te moleste pero...no me mandaste ningún correo ayer por la noche, ¿verdad? // Lo supuse... // no, está bien...yo me encargo”

Apenas colgó, apretó un par de cosas en el celular y lo lanzó por la ventana. Manejó un rato, era bueno tener varias propiedades por ahí, se detuvo frente a otra casa y obligó a entrar a Jun, esta estaba peor que la primera.

-De nuevo le pido disculpas, hace tiempo que no venía nadie aquí.- cerró la puerta.- ¿hiciste algo para que quisieran matarte?- le ofreció un nuevo cigarro después de quitarle las esposas.

Jun le dijo que empezaba a pensar que no era al que querían matar, Sakito sólo lo miró de reojo, eran los dos obviamente...no había que ser un genio para darse cuenta; sí, él tenía bastantes enemigos y se habían tomado muchas molestias con él, hackear la cuenta de su jefe sin ser detectados y además averiguar su cuenta especial para los “trabajos”, alguien debía de odiarlo demasiado, eso le provocó gracia...”soy famoso” pensaba.

-¿Estás loco? apenas de deje ahí van a matarte...es lo más seguro. No vienen sólo tras mi niño, nos buscan a los dos...debo de admitir que fue interesante que te usaran para ponerme una trampa, ¿por qué pensarían que estaba en peligro al secuestrarte? no me digas que debajo de esa apariencia de un debilucho se encuentra un luchador profesional.- preguntó en tono de burla, pero claro que no había olvidado lo del novio...aunque se negaba a creer que un tipejo, por más loco que estuviera, pudiera vencerlo.

-¿Por qué mejor no me hablas del tipo que se supone me va a patear el trasero?- Jun le caía bien y le divertía, claro que iba a matar a los idiotas que se habían atrevido a tenderle una trampa, seguro no podrían estar mucho tiempo en esa casa tampoco, porque lo buscaban para matarlos, pero ahora estaba más interesado del tipo que era capaz de patearle el trasero a un gorila de casi dos metros.

(Ajajaja xD...lol xD!!! te atrapé )

Hanori parecía un poco sorprendido porque lo había llamado debilucho...pero en serio, ¿había hecho ejercicio alguna vez en su vida? el sexo, obviamente no contaba. Jun no creía que eso fuera culpa suya, seguro pensaba que sólo iban detrás del sicario, pero él estaba seguro de lo contrario, esa gente no podía ser tan tonta...había una razón por la que habían elegido a Hanori, y quería conocerlo, es más...se moría de ganas, tanto que hasta parecía un niño esperando la navidad.

Ex miltar...blablabla...loco...blablabla ¿olor? Era absolutamente imposible que encontrara a Hanori sólo por el olor, sólo un animal entrenado podría hacer algo así, y dudaba que un humano tuviera esa capacidad...aunque claro, seguro tenía algún perro modificado genéticamente. Su sonrisa se hizo un poco más grande.

-Entonces supongo que voy a tener que ponérsela difícil...quítate la ropa.- esta vez sí ordenó.- y claro que no pienso matarte, como te dije antes, no tengo absolutamente nada en contra tuyo, y yo no mato a cualquiera...- prendió un nuevo cigarro muy despreocupadamente mientras cruzaba las piernas.- tu vida por mi anonimato, ¿tenemos un trato?- esperó unos segundos.- apúrate con la ropa, no te voy a hacer nada...sólo quiero jugar un juego con ese “perro” que tienes por novio; por cierto, ¿cómo se llama?

Jun se negó a quitarse la ropa, ¿era posible que creyera que Sakito quería algo con él? ¿en serio tenía cara de esos? necesitaba un espejo...maldita sea, de nuevo andaba divagando. Al principio había ignorado que Jun no se quisiera quitar la ropa, estaba más interesado en que hicieran un trato, pero luego se impacientó un poco.

-Demonios, ¿quién es el secuestrador aquí? ¿eh?- dijo de broma mientras se dedicaba a hacer una expresión graciosa.- maldición, ya no nos respetan a nosotros los sicarios como antes.

Se paró y fue a otra habitación, salió con algo de ropa que no se veía tan mal, la sacudió un poco y se la lanzó a Jun mientras le decía que se pusiera eso, parecía de su tamaño.

-Así que Tetsu.- le ofreció de nuevo un cigarro a Jun.- perdona...he sido muy descortés, la verdad no pensaba hablar tanto contigo.- rió un rato.- me llamo Sakito, pero tú puedes decirme amo y señor.- dijo con una gran sonrisa en el rostro.

-Cámbiate...que ya vienen por nosotros y acabo de recuperarme de heridas de bala, en serio no quiero guardar cama de nuevo.

-Eres mas un payaso...-Jun sonrió un poco, le había hecho gracia la cara del otro; lo que no le hizo nada de gracia fue ver los trapos que le traía ..¿Qué tísico habría estado ahí dentro? Pero que diablos, pensó, el más alto aún tenía el arma.- bin, al menos ahora estás siendo razonable...

-Tetsu, sí.- Jun se levantó del sofá con la ropa en brazos mientras apagaba el cigarro que tenía en el suelo; no iba a hacer mucha diferencia después de todo; rechazó el nuevo cigarrilo esta vez, pues iba a cambiarse.- jaja...si claro...Sakito...

Hanori caminó hasta la habitación en donde el otro había conseguido la nueva indumentaria...¿y si se salía por la ventana? Lo pensó mejor. El otro parecía hombre de palabra, y al parecer era más de temer estar solo ahí afuera que dentro con ese tipo.

¿Eso quiere decir que ya nos vamos?.-preguntó el pelinegro saliendo de la habitación. Traía encima una polera negra y unos jeans...lo único por lo que alguien podría reconocerlo eran sus guantes negros, que no iba a quitarse ni así Sakito le pusiera el arma en la cien.- tienes un plan? me gustarñia oírlo...porque me parece que quieres divertirte un rato.

Jun no lo llamó ni amo ni señor, pero ya que...al menos lo había intentado ¿no? Finalmente Hanori tomó al ropa y fue a cambiarse, podría decirse que Sakito era una persona bastante confiada, aún con todos los años que iba trabajando, aún así cosas como esa...dejar sólo a alguien en otra habitación, pero no lo hacía por descuidado...eso jamás, lo hacía porque si el otro escapaba, sería sumamente divertido salir a por él.

-Sí, ya nos vamos.- después de decir eso se quitó el abrigo y se lo ofreció a Jun, afuera hacía mucho más frío que adentro.- ¿plan? prefiero improvisar.- le comentó mientras sonreía y lo dejaba salir después de haber revisado bien que no hubiera nadie afuera.- quiero divertirme...¿tú no quieres? además...si hacemos bien las cosas podremos saber quién nos odia tanto.

Entraron al auto y empezó a manejar nuevamente, salieron de zona 0 en poco rato, ya no había razón para quedarse ahí, se pregunta si ese tipo Tetsu de verdad estaba tras su rastro, si lo encontraba, tendría que admitir que el tipo era simplemente genial...o un mutante.

-Te dejaré decidir a dónde iremos, que no sea tu casa ni lugar de trabajo...y donde podamos matar gente sin que llegue la policía.- dijo en tono bromista, pero en realidad quería que Jun eligiera.

-Sí bueno, tengo que admitir que esto sale completamente de mi rutina...

Si hasta estaba empezando a ser divertido. Parecía una película de serie B, pero al fin y al cabo era bastante novedoso para Hanori. Subieron al auto y ahora Hanori sacó sus propios cigarrillos y encendió uno con el encendedor del auto. Sakito se había deshecho del suyo en la revisión de hacía un rato.

-Y que harás si lo encontramos?.- aunque la respuesta era obvia, Jun quería oírla.

Luego el más alto le pidió que escogiera un lugar para visitar. Mi casa, pensó Jun, pero pronto le dejaron claro que no podía ser...en ese caso...

-El cementerio.- ya estaba anocheciendo en esos momentos.- así le damos un buen escenario a nuestra película de cable...

El pelinegro se apoyó en el asiento al fin y se dejó descansar un rato, mientras el otro manejaba...iban bastante callados...

-Dijiste que no necesitabas el dinero no?.-preguntó de pronto.- entonces te divierte tu..ahmm...profesión?

¿Qué haría si lo encontraba? ¿qué no era bastante obvio? Tal vez no...iba a hacerle ver el infierno y volver al planeta...el tipo iba a terminar temblando cada que escuchara el nombre del sicario, eso si lo dejaba con vida. Hanori decidió ir al cementerio, sí, sería un escenario interesante, y estaban cerca de las tumbas por si algo salía mal.

Fumaba mientras manejaba tranquilamente, aunque pareciera extraño, no le preocupaba que los tuvieran en la mira, si pasaba algo lo más seguro era que terminaría defendiendo a Jun; porque en realidad no le molestaba que lo quisieran matar, le molestaba que lo hubieran tomado por tonto, él no se dejaría vencer tan fácil, si alguien lo mataba...quería asegurarse de que al menos fuera un oponente digno.

Jun lo sacó de sus pensamientos cuando le preguntó eso sobre su profesión, sí...dinero era algo que ya le sobraba, no era de gastar demasiado...pero su paga sí era muy elevada.

-No, no lo necesito.- le confirmó.- me gusta el peligro.- explicó.- me hace sentir que estoy vivo.

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