Era su día libre, y era raro que le dieran uno después de tantas secciones fotográficas, pasarelas y estetica. Salió de su mansión en su carro, lo estaciono cerca de la tienda,y camino vitrineando,y pensaba en la ecología, en el maltrato animal, en como abusaban de los niños de las fundaciones, en verdad, algunos hombres no tenían remedio. De tanto pensar sintió un rico aroma, un aroma dulce y sensual que lo guió hasta la pastelería Lhardy...allí se paro, miró las tortas y los pasteles, eran impresionantes, se veía el trabajo y con que dedicación las habían elaborado,y esos adornos de masapan que bien se veían...Kyouhei no se pudo contener y pozo sus manos en los vidrios sin atinar a nada más que a mirarlos.