En busca de lo adecuado [privado-Carlise]

Después de salir del lugar y estar manejando por unos cuantos minutos por fin llegaron a la zona comercial, era hora de buscar ropa adecuada para ese lindo jovencito que lo estaba acompañando, al llegar al estacionamiento busco un buen lugar para dejar el automóvil, después de unos momentos de estar buscando por fin lograron encontrar uno, estaciono el carro y se quedo un rato pensando.

"hemos llegado..." le sonrió mientras se quitaba el cinturón de seguridad y salía del auto para abrirle la puerta al chico y después cerrar bien su carro. El lugar era enomer muchos lugares, restaurantes, cafeterías, tiendas de ropa, de electrónica, mecánica, juguetes, etc. tomo la mano del pequeño para que no se perdiera, ya que las tiendas no eran las únicas que abundaban si no que también la gente, gente que tenia prisa y otras que se quedaban penqueando por alguna cosa.

"no te sueltes, ¿sale?" le sonrió nuevamente "vamos a ir por un buen surtido de ropa" sonreía mientras caminaban a la zona de las boutiques.

"¿que te parece si después vamos por un rico helado o si tienes hambre por comida?" esperaba que Carlise se sintiera a gusto y no forzado hacer cosas que no quisiera. Espero la respuesta del pequeño...

Entró al coche tal y como le había dicho el mayor, se sentó al lado de la ventana, en la parte derecha, el lugar donde había entrado.
Allí se acomodó, miró a su alrededor, el coche era grande y parecía aquellos de calidad, todo estaba muy limpio. Antiguamente los coches no eran tan grandes como recordaba y aquello le hizo dudar, parecía que todo había cambiado al paso de los años…. Claro, las cosas siempre cambian,


Observó a Richard subir al auto, fijándose como se colocaba aquel cinturón que le rodeaba, miró a su diestra, en un rinconcito había uno parecido, lo cogió, le observó y se lo colocó tal y como el otro había echo, haciendo que ahora se sujetara con aquella pequeña seguridad que rodeaba su cintura.

Una vez que avanzó el auto miró por la ventana un tanto emocionado, observar como las cosas pasaban rápidamente le hacia un poco de gracia.

Finalmente el pequeño “viaje” había terminado, se desató de aquel cinturón de seguridad y en cuando el mayor abrió la puerta no dudo en salir de allí, volviendo a notar como la brisa solar le rozaba su pálido rostro.
Era un sitio verdaderamente grande, se podía decir que enorme para la vista de él.
Se sorprendió lo suficiente al ver aquello.

En cuando quiso darse cuenta notó la calida mano de Richard, deslizó sus luceros hacia ambas manos ajuntadas para después alzarlos y mirarle, para así dibujar una semi-sonrisa en sus labios, asintiendo con el rostro, entrelazó sus dedos con los del mayor, ¿había echo bien en entrelazar sus dedos con los del otro, o solamente tenía que haber sujetado y ya esta? Aflojó un poco la mano ya que no estaba seguro de ello y prefirió no arriesgarse.

Al escuchar la pregunta de ajeno le miró y su sonrisa se sancho mucho más. -¿De verdad que iremos a tomar un helado?- Le preguntó con ilusión, la verdad es que quería algo dulce.

Sintió la pequeña mano bajar la fuerza que estaba ejerciendo pero Richard no lo permitió y sin mas tomo la mano de Carlise un poco mas fuerte sin lastimarlo.

"claro, solamente hay que ir por la ropa" le sonrió observando a que local entrar, en unos segundos consiguió encontrar una adecuada, prosiguieron caminando hasta entrar al lugar; había de todo un poco, tanto ropa informal, como casual y elegante.

"pues estamos aquí... pruébate lo que gustes y házmelo saber, ¿sale?" el lugar estaba un poco concurrente, no mucho pero habían personas comprando.

Richard se dirigió donde estaban los trajes, sabia perfectamente que Carlise lo acompañaría cuando tuviese alguna fiesta o compromiso con respecto a su trabajo, comenzó a buscar un traje adecuado a su nuevo acompañante. Solamente pasaba traje por traje buscando uno que a ambas personas les agradara, mientras debes en cuando miraba de reojo a aquel tímido chico que parecía no saber que hacer.

Deslizó sus luceros hacía ambas manos cuando sintió como Richard le sujetaba con firmeza, después le miró de reojo.
Efectivamente… Había tenido suerte en que alguien como él le haya comprado, ahora se podría decir que era el chico más feliz del mundo.
Pero igualmente seguía su inseguridad en su interior, pero de momento solo avanzó conjunto al otro.

Hasta que llegaron a parar frente las grandes tiendas de ropa, alzó la mirada para observar el titulo de la tienda, uno no muy original.
Entraron y observó la gente y la diferente clase de ropa que había, solo avanzó cuando el otro lo hacía.
Se detuvieron en una pequeña percharía en donde allí colgaba algún que otro traje elegante, solo observó.
No sabía si empezar a coger o no, o directamente ir a mirar por otro lado, la confusión le estaba poniendo nervioso más la cantidad de gente aún le hacía poner más, no estaba acostumbrado andar entre tanta gente.

Nuevamente sus ojos se posaron en aquel pequeño chico y se agacho hasta la estatura del más pequeño, dejando a un lado la labor que había adoptado.

"¿Que paso?... ¿no me digas que eres muy tímido?" al no obtener respuesta sonrió y le dio un beso en la mejilla, levantándose y tomando al chico por los dos hombros y empujándolo hasta donde estaban los aparadores.

"Buenas tardes... ropa para este lindo chico por favor" el joven que se encontraba atrás del aparador se quedo mirándolo por un rato, pensando que seria bueno para ese chico.

- pero ¿como que le gusta al chico?- pregunto el joven. Richard volteo a verlo observando a aquel jovencito bastante cohibido, sonrió y volteo a ver a su alrededor, buscando ropa bastante juvenil; el mayor ya no era joven pero aun asi llegaba a comprar ropa bastante informal por esos lugares; busco con la mirada algunas prendas.

"a ver... espérame aquí, ¿sale?" le sonrío mientras camino a los mostradores y tomando camisas con colores variados, pero tampoco chillantes; con mangas largas, cortas, tres cuartos, con correas, algo extravagantes y otras sencillas; y para los pantalones igual, mezclilla, tela, imitación, negros, cafés, verdes, etc. y regreso donde se encontraba el pequeño chico.

"pruébate esto" el vendedor tomo las prendas y Richard guío a Carlise a los vestidores mientras que el otro joven acomodaba la ropa para pasársela al mas pequeño.

"entra y cámbiate... si tienes algún problema dime, te ayudare" le sonrió mientras lo empujo a entrar, mientras le pasaban las primeras prendas. Richard se quedo afuera, esperando que el chico no tuviera complicaciones o tal vez si.

"si te gusta y te queda me dices, si quieres otra talla también y después sales" le dijo desde afuera esperando escuchar la vocecilla del menor.

Su mirada estaba de un lado a otro, dirigiéndolas hacia las personas que pasaban eh incluso iba mirando en vez en cuando a Richard, la verdad es que allí se ponía nervioso incluso ajuntó sus dos manos y empezó a jugar con los dedos pulgares mientras que la mirada estaba perdida en estos.
Poco a poco notó una sombra que le cubría la luz, alzó un poco la mirada y vio que era Richard, parecía que se había percatado de la vergüenza de este.
Negó con rapidez con el rostro, intentando disimular aquello mientras que observaba al otro con un pequeño sonrojo en sus pálidas mejillas, haciéndose notar más aquel dulce tono a carmesí.

Sintió los cálidos labios del otro encima de su mejilla, algo que le hizo ruborizar aún más.
No le dio tiempo n a reaccionar ya que el otro le empujó hacia los paradores, en donde allí miró todo de nuevo y luego clavó su mirada hacia Richard, parpadeó con cierto nerviosismo.
Luego se quedó mirando al joven que atendía, esperando a que Richard volviera ya que le pidió que se quedara donde estaba.
Nuevamente sin poder reaccionar fue empujado hacia los cambiadores, miró a Richard antes de poner las cortinas para poder cambiarse mientras que sujetaba las prendas. –Hai…- Se le escapó, habló en otro idioma que no fuera el occidental, el japonés, se llevó ambas manos en sus labios. –Quiero, decir, si.- Intentó modificar mediante un suspiro.

Después empezó a cambiarse un tanto torpe, consiguió ponerse una camisa corta hasta los ante brazos, de rayas negras y blancas, con alguna que otra cadena por los costados.
Después se cambió los pantalones, cogiendo unos tejanos de color negro con una cadena al lado izquierdo de este, pegando perfectamente con el junto de arriba.

Se miró al espejo, parpadeó, ahora quedaba la opinión de Richard, suspiró cogiendo valor y abrió un poco las cortinas. –Esto…- Intentó llamarle la atención con un pequeño hilo de voz.

Mientras tanto Richard esperaba afuera, buscando más ropa para el pequeño, y sobre todo buscando un traje para esas ocasiones. Al escuchar su voz sonrío y mejor espero a que saliera.

"no te preocupes" buscaba con su mirada alguna prenda bonita que le quedara al chico.

Sin darse cuenta y antes de se escuchara aquella suave voz, volteo a ver y se encontró con un chico vestido tan sensual que no pudo contener que su rostro se sonrojara, por un momento no dijo nada pero después se concentro mejor y se olvido de cosas que en su mente pasaban.

"te-te queda muy bien" sonrió y después bajo a la altura de Carlise acomodándole uno que otro detalle.

"me gusta como te vez..." aun sonreía, aun que estaba algo nervioso por la impresión que el pequeño le dio.

"entonces sigue probándote la ropa" si, por la complexión del chico le quedaban muy bien todo ese tipo de vestimentas, en realidad le quedaban toda aquella que quisiera.

Siguió escondido entre las cortinas hasta que se armó de valor y corrió la cortina hacia un lado dejándose ver.
No entendía por qué tantos nerviosismo si en cuando estaba encerrado siempre tenía que estar allí exponiéndose con ropa peor.
Pero quizá sea distinto con aquella persona.

Bajó la mirada y ajuntó ambas manos nuevamente. -¿T-te gusta?- Le preguntó con timidez mientras que alzaba un poco sus luceros, para así poder mirarle de nuevo.
Al escucharle sonrió ampliamente, le había gustado. Se le quedó mirando cuando el otro acomodó mejor la prenda, se llevó su diestra por detrás de su nuca. –Lo siento.- Se disculpó. –Es que era un poco difícil de poner.- Le explicó un tanto avergonzado.

Volvió a sonreír y asintió con el rostro, volvió a girarse para dirigirse hacia el cambiador, allí se escondió de nuevo.
Se cambió y se dejó aquel conjunto a un lado para separar lo que ya se había probado y lo que no.
Cogió una camisa de cuello y de atadura a base de botones. Conjunto con un pantalón negro de cinturón marrón fuerte más una cinta roja, rodeando el cuello y haciendo un pequeño lazo.

De nuevo volvió a salir, llamando a Richard y saliendo del cambiador, colocándose detrás del mayor. –Mira.- Dijo felizmente, esperando que le mirase con una sonrisa en sus labios.

Observo que el pequeño entro nuevamente al vestidor, mientras Richard buscaba el traje; después de unos minutos logro encontrar un traje que tal vez seria de la talla del pequeño, no estaba seguro pero esperaba que si fuese de su talla. Era un conjunto de saco, chaleco, camisa blanca manga larga con cuello, corbata y pantalón de vestir; todo aquel conjunto, a excepción de la camisa y corbata, era de color negro y ciertos detalles en color celeste, la corbata era celeste con rayas azul marino que combinaban a la perfección con el traje.

Escucho la voz del chico y volteo a verlo, definitivamente al joven le quedaba todo tipo de ropa. Le sonrió y le tendió el traje.

"te vez espectacular..." le sonreía.

"pruébate el traje" dijo mirando lo bien que estaba el pequeño, ahora con el traje iba a estar mucho mas apuesto de lo que ya se encontraba.

Esperó a que el mayor le mirase para irse de nuevo a cambiar.
En cuando el otro se giró hacia él se puso formal para que pueda verle mejor, sonrió un tanto tímido. -¿Qué… Tal?- Le preguntó mientras que extendía un poco sus brazos hacia los costados, dejándose ver poco a poco.

Después agarró el traje que le entregó, lo miró, parpadeó y observó al mayor, le sonrió y volvió al cambiador.
Allí lo dejó y empezó a cambiarse si no antes mirar lo que le había entregado, al parecer era un traje de vestir, de aquellos realmente elegante y… ¿Caros?
Deslizó su mirada hacia abajo, en donde de la camisa colgaba una etiqueta en donde allí ponía el precio.
Lo miró y se sorprendió por lo que valía.

No iba a permitir que le comprarse algo tan caro, suspiró y empezó a ponerse la camisa, colocándose bien el cuello una vez que se lo puso, después empezó con los pantalones de vestir.
Una vez que acabó miró la corbata e intentó ponérsela, pero aquello le era difícil ya que nunca había llevado algo igual.

Asomó la cabeza entre las cortinas. –Richard…- Le llamó tímidamente. –Esto… No se ponerme la corbata…- Dicho esto agachó el rostro avergonzado.

Volteo a verlo cuando lo llamo, se miraba tan lindo, un poco desarreglado el traje y el cabello un poco alborotado, sonrió dulcemente y camino donde el chico se ocultaba.

"a ver..." sonreía mientra tomaba aquella corbata y comenzaba a arreglarla en el cuello del mas pequeño, al terminar con la corbata, le arregló el cabello y los bordes de las mangas dejándolo bien arreglado y apuesto.

"te queda a la perfección" dijo un poco emocionado, el vendedor solamente sonreía y traía un bonche de ropa más.

"termínate de probar lo que te di y esto también... para terminar con esto e ir por el helado ¿sale?" le señalo lo que el pobre vendedor traía, si estaba exagerando un poco pero es que ahora el chico necesitaría de esa ropa.

Si era necesario tendría al pequeño en su oficina para que no se sintiera tan solo cuando Richard no estuviese en la casa, ya que había días o semanas en que no llegaba a pararse a su hogar y se la pasaba encerrado en aquel cuarto que estaba algo equipado para vivir por unos días, así que tendría que llevar un poco de aquella ropa a ese lugar.

"tu pruébatela si te queda lo apartas y si no y te gusta pides otra talla y no te preocupes por todas aquellas etiquetas" comento esperando una respuesta del mas pequeño, le sonreía, no quería forzarlo hacer cosas que no quisiera aun que habrían veces en que inconscientemente lo aria y luego se arrepentiría.

Sí la verdad es que no se había puesto el traje correctamente, era la primera vez que se ponía algo igual, es más, nunca pensó que algún día llegaría a ponerse ese tipo de traje. Pero sus pensamientos y remordimientos le mataban por dentro, no quería que el otro se gastara dinero por él, aquello no lo soportaría, encima que le acoge en un hogar se gasta dinero por él…
Quizá podría serle útil par algunas cosas de la casa, pero no para todas, por ejemplo, la cocina, algo que no se leda nada bien, pero en cambio planchar cosas no estaba mal como lo hacía.
Pero esas cosas eran básicas, quizá tendría que aprender a cocinar para Richard, para así cuando el otro vuelva la cena o comida ya estaría encima de la mesa a la espera de su amo.

Asumido por aquellos pensamientos se dejó arreglar por el otro, y al darse cuenta ya se veía bien arreglado, se miró a sí mismo, mirándose las mangas de la camisa, los pantalones y sobretodo la corbata, aquel dichoso objeto que no conseguía ponérselo del todo o se podría decir que no se lo sabía poner.

Al escucharle asintió con alegría y entusiasmo, quería ya darle un gran bocado al helado que compraría, aquello le hacía mucha ilusión solo más pensarlo.
-Sí.- Afirmó mientras que volvía, pero antes de eso se le quedó mirando y negó. –Pero… Todo es muy caro y…- Susurró mientras que bajaba la mirada. –No quiero que gaste tanto dinero por mí…- Le habló respetuosamente mientras que su mirada seguía por el suelo.

Cuando se iba a retirar escucho nuevamente la vocecita de Carlise, que hizo que regresara y volviera a colocarse a su estatura; le sonrió aun que este no lo mirara.

"Carlise, mírame" al no ver una reacción del chico, lo tomo por la barbilla para levantarle su mirada.

"Te dije que no te preocuparas por todas las etiquetas, que para, consentirme y consentir a quienes yo quiera, trabajo; así que no te preocupes... anda ve y escoge la ropa que gustes" le sonreía mientras esperaba la reacción del chico.

Se había incomodado un poco con el pequeño, pero en realidad lo comprendía; Richard había sido así cuando estaba mas pequeño que Carlise, era tímido y sobre todo se preocupaba de todo lo que pensaban sobre él, pero por su abuelo comprendió que eso no es lo único que debía importarle en su vida, así que cambio de actitud y ahora era la persona que era.

Se incorporo al ver que Carlise se adentraba nuevamente entre las cortinas, suspiro un poco; camino hasta donde el encargado estaba.

"necesito otro traje pero la corbata en color verde jade y lisa, por favor" le dijo al vendedor que enseguida fue en busca de ese traje, mientras Richard esperaba al pequeño afuera buscando si no encontraba una camisa para otra persona.

Escuchó con perfección su orden, pero no la ordenó, siguió con su mirada por el suelo, hundido quizá en sus pensamientos.
Entrecerró los ojos, encima que se lo llevaba a casa le compraba cosas muy caras y no sabía cómo pagarle después.

En cuando quiso darse cuenta notó como la cálida mano del ajeno le agarraba con suavidad del mentón, haciendo que volviera a levantar su mirada hacia él.
Le escuchó y deslizó la mirada hacia la diestra. Pero…- Le susurró mientras que le miraba de nuevo, suspiró, sonrió muy agradecido y asintió.

Volvió hacia el cambiador, y antes de cerrar con las cortinas hizo un último vistazo a Richard, cual sonrió y cerró para así poder cambiarse.
Y así hizo, se cambió con algo de rapidez para no esperarle, se puso la ropa que tenía desde un principio, escogió la ropa que le gustaba, tal y como le había dicho el mayor.
Pero había un problema…
Oda la ropa le gustaba y era difícil de decidir.

Salió con la ropa en mano y se acercó a Richard. –Ne…- Le llamó. –No sé que cogerme.- Le explicó con cierta timidez mientras que miraba las prendas que tenía para después mirar al mayor.

Le sonrio al chico y despues tomo las prendas que trai.

"no te preocupes... has hablado" aun le sonreia; mientras caminaban a la caja para pagar todo las prendas, el vendedor le llevo el traje para despues pagar todas las prendas.

"vamos a ir por un buen helado" hace mucho tiempo que no probaba algun dulce de ese tipo, por lo general solamente comia cosas saldas y picantes y claro que licor, algo que le gustaba.

"despues de comprar el helado, ¿Donde quieres ir?" pregunto mientras esperaba que le dieran el tiqued de la comprar.

Despues de unos minutos el cajero le entrego un pedaso de papel en el cual firmo y le entregaron la tarjeta que anteriormente le habia dado al chico; les tendieron las bolsas con la ropa y los trajes por aparte, ahora si, ya estaban preparados para irse a comer un rico helado.

"¿entonces?" pregunto al chico mirandolo cuando ya se encontraban en la puerta de la tienda.

Observó cómo le llegaba a coger todas las prendas de ropa, ¿Iba a comprarle todo eso? Se fijó como sacaba la tarjeta de crédito y como ponía todas las prendas en las bolsas, conforme de que ya estaban para llevar.
-Eh… No…- Susurró mientras que miraba como firmaba y le entregaba la tarjeta, ya esta, la ropa estaba comprada, no había marcha atrás.

Suspiró, al final se había gastado mucho dinero por él. Agarró algunas bolsas para ayudarle y se giró sobre sus talones, dirección a la salida. –Te dije que no me compraras cosas caras.- Se quejó con la voz algo “enfadada, disgustada”

Un helado… Al pensar eso parecía que su enfado se iba, pero no, quería resistir ante aquella tentación, no quería que se gastara más dinero por él. Pero un helado era fácil de caer en la tentación…
Resopló.
-Me gustaría ir a tú casa.- Le explicó, en realidad no quería ir tan pronto y encerrarse de nuevo en un sitio igual, pero algo más espacioso, solo que sabía si estaban por la calle el otro empezaría a comprarle cosas y eso no querría, así que sería mejor volver a casa.

"Esta bien iremos a la casa" le sonrió mientras con la mano, que tenia desocupada, le tomaba la mano con suavidad para que, nuevamente, no se perdiera en la multitud de gente.

"iremos al siguiente piso... ahí se encuentran las golosinas y esas cosas" no muy concurría esos lugares pero sabia, por cierto rubio, donde se encontraban.

"¿y que mas te gustaría hacer?" pregunto caminando al paso del chico que observaba con mucho interés todo lo que se encontraban recorriendo.

"bueno como que te explico..." le sonrió "pues este piso esta conformado con las tiendas de ropa y todo ese tipo de cosas, es por eso que lo único que vez es ropa, zapatos, bolsas y todo ese tipo de artículos" comento esperando la reacción del pequeño.

Hace mucho tiempo que no había estado cuidando a un chico de ese tipo; hace mucho tiempo que Tatsuya y Ezequiel habían crecido y si que lo habían hecho bastante bien, ahora esos dos tenían su vida y sus propios problemas, aun que sabia perfectamente que esos problemas lo traían desde muy pequeños, pero ahora era distinto, cada quien hacia su vida como mas lo miraba conveniente y el pasado poco a poco iba quedando en el pasado, bueno, para Richard aun era un poco difícil pero ahora su mente estaba ocupada en muchas cosas que ya no se daba tiempo para estar pensando en eso

Nada… Parecía que sus propias palabras no servían para el mayor, suspiró, al fin y al cabo le compraría un helado, en el fondo le encantaría pero… Sabiendo cómo era él, no le gustaba mucho que se gastaran el dinero por él.
Resopló, que se le iba hacer… El otro parecía ser que le compraría, queriendo o no…

Sin evitarlo sonrió un poco, Richard, era alguien interesante y curioso, e incluso es un hombre gracioso, cosa que le gustaba.
Quizá, podrían llevarse bien al paso del tiempo…

Se quedó pensativo ante su pregunta “¿Qué le gustaría hacer?” eso nunca antes se lo habían preguntado, así que no sabía, por él estaría paseando todo el rato, pero quizá el mayor estaba cansado.
Se llevó su dedo índice de la mano derecha a sus labios. –Pues…- Murmuró. -¿Podríamos ir a casa? Es que me apetece bañarme, si es que quieres…- Le dijo agachando un poco su cabeza.
¿Estaría bien lo que había dicho? Fuera lo que fuera ya estaba dicho….

Escuchó con atención la pequeña explicación de aquella segunda planta del edificio, la verdad es que aquel lugar era enorme y mucho para él, incluso sus ojos se quedaron como platos al observar aquella inmensidad, pero… Al haber mucha gente caminando parecía que el espacio se encogiera por momentos.

Le contesto con una sonrisa y prosiguió caminando explicándole los pisos mientras caminaban a una heladería para poder degustar uno de esos exquisitos mangares.


La estaba pasándola bien a lado del pequeño; ahí estaba en el centro comercial tomado de la pequeña y delicada mano de Carlise; ahora se aria cargo del chico, estaría cuidándolo y no lo podría descuidar así como así, tendrían que hablar con el chico para poder dejar claro como llevaba su vida y sobre todo poner sus pensamientos en claros.

Siguió al mayor sin problemas, subieron las escaleras y observó varias tiendas al pasar por delante de ellas, alguna que otra no le interesaba, pero en cuando se fijó en una de las tantas tiendas, cual esta era grande (O al menos desde fuera lo parecía) pero lo que más le llamó la atención fue la gran cantidad de hermosos y suaves peluches, se los quedó mirando con sus luceros lleno de alegría.

Pero en cuando ya pasaron de largo suspiró y volvió a mirar hacia delante, observando que ya habían llegado frente de la tienda.
Sus orbes se fijaron en todas las variedades de sabores helados, se relamió los labios y se acercó un poco más, arrastrando un poco al mayor.

Habían tantos… Que ni si quiera se podía decidir por cual, se llevó su dedo índice a sus labios, pensando qué clase de helado podría coger…

Se percato de los ojos iluminados del chico al ver esa gran cantidad de peluches de todas formas y colores, sonrío ante la acción del pequeño, no dijo nada solamente lo observo de reojo y prosiguió, según Carlise, mirando al frente.

Después de bajar de las escaleras eléctricas prosiguieron caminando unos metros mas, hasta que llegaron a su destino, observando a Carlise y ver que no se podía decidir por uno.

"hay muchos... es muy difícil..." comento también observando los sabores y si que le sorprendía a él también, siempre había comido el que preparaba su chef y en este caso no sabría si sabía igual.

"¿Como que te gusta?" si, hasta al pobre de Richard se encontraba confundido y al parecer tomaría alguno acido.

"hay tanto muy dulces hasta ácidos" comento decidiéndose por fin por uno de chamoy...

"si, me da uno de chamoy... ¿ y tu Carlise?" miro al chico que aun parecía estar indeciso por cual tomar.

Siguió observando todos los distintos dulces, todos parecía tener muy buna pinta y le era difícil saber y/o escoger alguno…
Dejó escapar un suspiro, dando a inicio de que ya se había decidido a que coger…
-Quiero….- Susurró con suavidad mientras que apartaba su dedo índice de sus labios y fue a señalar hacia el sabor de… Vainilla.

Aquel dulce sabor era un paraíso para su paladar, pero también el chocolate estaba bien, pero de momento quería ese, en cuando otro día, se compraría uno diferente pero de momento el de vainilla. –Quiero ese.- Le aclaró mientras que de sus labios se dibujaba una pequeña sonrisa, decorando así su rostro.

Esperó a que le entregaran el helado y mientras observaba la tienda, era bastante grande y decorada de varios colores, así seguro que atraería a la gente al verlo tan… “Alegre” .
Siguió sonriendo, no podía evitarlo, era de la felicidad, por fin podía estar fuera… Por fin podía ver la belleza del exterior… Y conocer mejor las cosas…

Sonrió al ver las expresiones del chico cuando estaba escogiendo el helado, solamente espero que escogiera para ir a un lugar y comer tranquilos.

Mientras Carlise observaba todo lo que estaba su alrededor, Richard esperaba los helado para poderlos degustar; después de unos minutos le entregaron lo que pidió, pagando y caminando donde se encontraba el pequeño.

"aquí tienes tu helado de vainilla" le dijo tendiéndole el cono enfrente del menor.

"espero te guste... ¿y ahora?¿nos quedamos por aquí o comenzamos a ir a casa?" pregunto esperando la respuesta del mas pequeño.

Al escuchar al mayor volvió su mirada hacía el ajeno, lo observó y sonrió, tomando el helado entre sus manos, sujetándolo con firmeza.
Se relamió los labios al verlo, después dio un pequeño lametazo a este, cual hizo que su paladar se llenara de gloria.

Estaba delicioso, era un paraíso para el paladar, hacía tiempo que no comía nada igual y por esa razón estaba así de feliz.
Fue lamiendo el helado poco a poco, no quería que se acabara con tanta rapidez, quería saborearlo mejor.

Al escuchar al mayor, deslizó sus luceros hacía el, dando un último lametazo a su helado y así poder contestar ante su pregunta. –Pues…- Dijo pensativo, en sí… No quería ir a casa, pero… Quería darse un buen baño y poder ver donde sería el lugar donde a partir de ese momento viviría.

Ya decidido sonrió. –Me gustaría ir a casa.- Le anunció, parpadeó y lamió una vez más el helado, sus ojos brillaban a cada lamida de esta.

Comenzó a comer su helado esperando la respuesta de Carlise, sonrío al escuchar la respuesta del pequeño.

"esta bien" le sonrió amablemente, empujándolo un poco para que comenzara a caminar.

"iremos por el carro" le comento comenzando a caminar al paso del chico, mientras degustaba de aquel helado que estaba dándole placer a su paladar; hace mucho tiempo que no había estado en un lugar así y sobre todo probando cosas, disque, dulces.

Se encontraba ahora comiendo un poco de helado y también se concentraba en que el chico no se perdiera, ya que ahora que llevaba el helado tenía la mano ocupada como para que lo tomara de la mano.