El inicio (Privado-lemon)

Acatando aquella orden, muy agitado, alzó por segunda vez su dedo índice, dejando de atender el pezón pero no a su pene. Volvió a introducirlo en su boca y lo cubrió con su saliva por completo. Acto seguido fue bajando con el mismo, muy dudoso de lo que estaba haciendo, hasta su ano, si bien toda duda existente se disolvió ante el contacto de este con la llema del dedo.
Se sentía tan rico su dedo acariciando aquella zona que ya no inhibía tanto sus gemidos y estos retumbaban un poco más en la habitación. A la vez, el presemen que segregaba su pene comenzaba a escurrir por su miembro.

Era un hombre con pocos escrupulos, no era la primera vez que aquello acontencia asi frente a sus ojos...cada esclavo cada "acompañante" debia pasar por su inspeccion y no negaba que le gustara...cinico en verdad pero el placer carnarl era el pecado mas delicioso que cometia y saciaba tambien.

Se relajo al escuchar aquellos gemidos el cuerpo de pelivioleta estaba cada vez mas relajado...sabria como complacer mas adelante y eso tambien le complacia a el.

Ese joven y virgen ano estaba siendo lubricado el brillo toco los pliegues y el extasis llego a su cuerpo, no se engañaba estaba excitado por aquello.

-Es raro...mezquino si lo piensas pero se siente bien ¿cierto?.- pregunto.

- Ay, amo... usted... - tragó saliba y exhaló con fuerza, ahogando un gemido -es un excelente maestroh... nghh... ahh... - estaba exitadísimo, y no era para menos: nada más placentero que estar experimentando por primera vez y siendo observado por tan atractivo ser.
- Mehh... nyahh... encantah... ahora qué sigue, amoh... mmhh... ? - Sentía cómo su más bajo instinto le pedía a gritos más de sas sensaciones. Notaba que la entrada de su ano se iba ensanchando, a la vez que su pesemen escurría por los alrededores del pene. Casi instintivamente, o por simple curiosidad, alientada por el deseo, con su dedo ejerciño presión sobre su ano e introdujo un poco del miso, soltando un gemido ante aquella placentera molestia

-Con tranquilidad...mi joven amigo...no vayas rapido o dolera lo haces bien...ejercer placer para evitar la presencia del dolor, tan solo mete la punta de tu dedo muevelo en circulos...acostumbra tus musculos internos a la presencia de tu digito, cuando lo hagas me daras a mi el mejor de los sonidos..chasqueante...morboso...sensual.

Trataba de envolverle con su voz, mantenerle inmerso en aquello que disfruta por primera vez y el no le pondria dedo encima hasta que se corriera asi lo queria y asi se haria.

Escuchaba la hipnotizante voz de su amo, inmerso en ese interminable caudal de extaciante goce, respondiendo a todas sus instrucciones cuidadosamente, y explorando su cuerpo de la mejor manera.
Sentía su falangeaprisionada por su esfinter y movía como podía en círculos para acostumbrarlo a el "intuso".
De repente comenzó a sentirse extraño aunque agradable. Sus movimiento comenzaron a ser más frenéticos, e instintivos. Acariciaba su pene con una pequeña dosis de agresividad, de igualmanera atendía su entrada.
- Quehh... me pasahhh? AAAHH - no pudo contenerlo, fue como si quiciera orinar pero más placentero, acompañado por una hermosa sensación en el vientre y un rico estremecimiento que recorrió todo s cuerpo. Simultaneamente, de la punta de su glande, salió disparada una sustancia blanquecina, con mucha fuerza y en cantidad abundante, que acabo por salpicar el pecho de Heimdall, así como a parte de su cara.

Se desbordo en segundos como era entendible a el mismo le pasaba...procuraba a su cuerpo el deleite que solo sus propias manos podian darle.

Fue participe del orgasmo primero que recorria aquel virgen cuerpo...refreno las ganas de lamer aquel pene y saciarse del sabor del semen que por primera vez llenaba ese pecho.

-Tu primer orgasmo...y te lo has provocado tu mismo felicidades...complaceras a otros con esas acciones...te sientes listo para lo siguiente o quieres dormir un poco.-pregunto mientras se estiraba para apenas tomarle del menton.

Su pulso estaba aselerado, al igual que su respiración. Todos sus músculos se habían relajado simultaneamente. Sin duda la mejor de las sensaciones hasta ahora percibidas por su cuerpo.
- Eso... del orgasmo... es... muy agradable - sus mejillas mostraban un tono carmecí - quiciera... recuperar un poco el aliento... antes de continuar... uf... pero no voy a dormir... - con dos de sus dedos juntó auqella sustancia extraña de su abdomen y de su cara - qué... es esto? Sin duda no es orina...

Se inclino hacia el tomando con su mano la del chico, miro aquel semen..brillante y espeso y sin mas le lamio retirandole de los digitos de Heimdall.

-Es semen, uhmm tu sabes..son esa sustancia los hombres terminan embarazados...y es tambien una funcion normal de tu cuerpo expulsarlo cuando se llega a un limite de excitacion...como lo es el orgasmo.

Sonrio como si aquello fuese cosa de nada.

Quedó atónito ante la respueta de su amo, y más aún ante la reacción. Bajó las piernas de los pozabrazos del asiento y se puso un poco más cómo para relajarse y recuperar el aliento.
- Con que semen, eh? - miraba extrañado sus dedos, ahora limpios tras la lamida de Zeth - aquí es donde fallaron conmigo losde Hanori - habló de su esterilidad pero esta vez no afligido, si no más bien sacando conclusiones. - Y bueno, a juzgar por como lo tomo con su boca debe tener rico sabor - le dijo mirándole curioso. Ya no le incomodaba en lo más mínimo estar descubierto frente a Zeth, ya se había acostumbrado a estar desnudo con él observándolo y ya no le daba pena mostrarse en pleno acto de satisfacción. Por alguna razón ya se había acostumbrado, y como que su amo le inspiraba muchísima confianza.

-Debo decir que el sabor varia con respecto al hombre con el que se esta y no tiene un rico sabor simplemente es erotico lamerlo, da placer y diversion ambas al mismo tiempo.

Le observo mas tranquilo sobre la silla con su desnudes floreciendo ante sus ojos, si bien era un cuerpo pequeño estaba bastante bien formado.

-Que seas esteril no significa nada, el gusto por lamerte..chuparte o succionarte sera el mismo.

Le tendio su mano para que se pusiera de pie.

-¿Quieres continuar?.- pregunto.

- Con el debido respeto, amo, no sé si será erótico para usted beber el semen, pero le aseguro que verlo a usted hacerlo lo fue, jeje - decía sumiso, y algo avergonzado. Extendió su mano y se la dio a Zeth y a continuación se puso de pie.
- Ya estoy listo - le dijo sonriente. Su pene se econtraba en reposo nuevamente, pero Heimdall intuía que lo que vendría a continuación lo volvería a encender como lo que venía haciendo hasta ahora, si no era que en realidad lo encendía más.

Le estrecho con cuidado mientras lo hacia pasar para enfrente conduciendole a un puerta cubierta por un gran retrato en forma de escudo de armas...el escudo de su familia, tan solo movio un poco el gran cuadro como su no pesara nada para que la puerta se abriese y pudiesen entrar.

-Mi habitacion, sientete comodo de hacer lo que gustes has aprendido lo inicial para ser complacido ahora toda la segunda etaba que tu complazcas y tu amo se prestara como objeto de pruebas.

Aquel lugar era sobrio, elegante...un escritorio, un librero una espaciosa cama y un gran ventanal que daba vista a la ciudad.

Se encontró en una habitación, a su criterio fenomenal, muy ordenada e impecable, con una excelente vista de Zados.
- Yo... debo... complacerlo a usted? - se sonrojó un poco, aunque no ledisgustó en lo más mínimo la idea. Daría lo mejor de sí para satisfacer a su amo. -Bueno... etto... a ver... pensaba cómo empesar, estaba muy nervioso - le molestaría colocarse en la cama? - preguntó tímidamente y con una sonrisa que denotaba algo de pena

Le miro espectacte y escucho su peticion.

-¿Guiame tu?..seduceme...haz que no tenga otra cosa en mente que no sea tomarte lentamente y luego rapido, saciarme de ti sin descanso...vamos usa tu inventiva yo se que puedes.

Le comento con una sonrisa mientras se quedaba de pie.

- Wow... etto... a ver... - se quedó unos segundos inerte. La situación era tan exitante como tensa. Su amo tenía espectativas y Heimdall temía mucho no cumplirlas.
Al fin y al cabo tragó saliba y se acercó hasta su amo, algo sumiso, para tomarlo con ambas manos. Tenía en su mente la imagen de los ojos de Zeth apreciando su cuerpo durante la lecicón anterior. Lo llevó hasta la cama lentamente mientras repetía en su mente cada palabra que su amo le había transmitido durante la lección anterior, y razonando que si uno puede satisfacerse de esa manera, entonces hacérselo a alguien más le resultaría a dicha persona igual o más satisfactorio.
Llegó a la cama y gateó por esta, tomándolo de la mano al mayor, de modo que a él no le quedó más remedio que tenderse sobre ella.
Zeth se encontraba acostado boca arriba en la cama, con sus piés aún apoyados en el suelo y Heimdall arrodillado a su lado.
Se quedaron así unos instante mientras Heimdall congeturaba cómo actuar... fue entonces que le pareció apropiado convinar dos de las técnicas de satisfacción que le había enseñado Zeth y aplicarlas a su amo.
- Con permiso... - dijo entredientes, susurrando. Su corazón latía a un ritmo muy acelerado.
Con su mano derecha tomó la izquierda de Zeth y comenzó a lamerle la palma, tal y como su amo le había hecho a él, mientras que pasaba su otra mano por debajo de la ropa del mayor, muy espectante a la reacción del mismo, en busca de cualquier signo de disconformidad y tanteando aquella cálida piel, hasta encontrar su tetilla derecha, la cual comenzó a masajear, algo torpe, con sus dedos.

Le observo con algo de sorpresa aquellas reacciones eran propias de alguien que pisaba terreno desconocido ademas se miraba tan inocente...y listo para llenarse de todo aquel placer que su cuerpo pudiese proporcionar.

Se dejo conducir a la cama para despues ser recostado en ella, ese cuerpo desnudo era una gran tentacion a probar.

Le miro detenidamente mientras esperaba a ver como actuaba, los jovenes siempre tenian mucha iniciativa.

Esos labios y lengua le recorrian humedeciendo la palma de su mano, un cosquilleo le hizo soltar una risa calida y sensual.

Heimdall estimulaba uno de sus pezones mientras el miedo se le notaba levemente, nerviosismo quiza.

-Subete encima de mi...si has de descubrir mi cuerpo y practicar en el, tienes que tener un mejor angulo, ademas puedes frotar ese rico trasero contra mi pene, antes de desnudarme por supuesto.

- Sí, amo... - Heimdall dejó de hacer lo que estaba haciendo y obedeció. Pasó una de sus piernas por sobre él para luego quedar sentado sobre la pelbis de Zeth. Sentía en su tracero desnudo el miembro del mayor, el cual ansiaba salir a la luz. Esta sensación lo exitó de sobremanera y su pene volvió a despertar... y simultaneamente el nerviosismo iba dándole más lugar al placer y a la dehinibición... Heimdall comenzaba a disfrutar de lo que hacía.
Teniendo a su amo "a su merced", con sus manos le quitó la camistea dejando al descubierto un torso muy bien formado y tentador, el cual Heimdall acarició con gusto y se dedicó nuevamente a los pezones.
Conforme pasaba el tiempo, el pelipúrpura ideaba en su cabeza maneras de combinar las técnicas de satisfación para aplicarlas a su amo. Pensaba que si sentir a la boca de alguien humedeciendo la palma de la mano era placentero, y si también lo era estimular los pezones, concluyo entonces que estimular los pezones humedeciéndolos con la boca sería aún más placentero.
Sin más, algo dubitativo, se reclinó sobre el cuerpo de Zeth, desplazando un poco su recto de la pelbis y sintiendo así como el pene del mayor acariciaba su entrada con el pantalón de por medio, para luego, sin dejar de estimular uno de los pezones con la mano, comenzar a lamer el otro y a besarlo.
Debía admitir que a pesar de no ser él el atendido lo estaba disfrutando. Su amo le resultaba muy atractivo.

Importante era que se sintiera seguro para que las nuevas cuestiones a realizar fuesen cómodas para su cuerpo y mente, sabía que sus clientes eran personas con deseos bastante refinados había claro los del tipo que preferían emociones “fuertes” esperaba que Heimdall se habituara a lo que vendría y que sobresaliera del resto de los chicos en el Prostibulo.

Le miro sin impacientarse era el objeto a dar placer y se colmaba con la inexperiencia del pequeño, moldearle seria un placer suculento..hacerlo mas hermoso y sensual de lo que ya era. Su espalda se arqueo de forma leve sintiendo la boca húmeda en sus pezones un punto en verdad erógeno.

Sus caderas se alzaron levemente “azotando” su pene contra aquel trasero se había que dejarse sentir así seria, sus manos tomaron aquellas nalgas para apretujarlas mientras era victima de aquellos labios que lo exploraban.

Heimdall sentia reaccionar al cuerpo de su amo demanera favorable... aparentemente estaba disfrutando del trabajo del pelipúrpura.
Heimdall contnuavba con las lamidas cuando sintió las mano del mayor acariciando sus nalgas, lo cual fue motivo parqa un estremesimiento que recorrió todo su cuerpo.. sin duda debería acostumbrarse a ser tocado de esa manera... por su amo haría lo que fuera.
Luego de un rato, recordó quedebía desnudar a Zeth. Muy temeroso y a la vez curioso por ver a su amo desnudo - ya que nunca había visto a nadie desnudo además de sí mismo - fue retrocediendo a gatas por sobre el cuerpo de Zeth, sosteniendo entre sus manos los pantalones e interiores ajenos.

Sus manos cedieron en los toques a aquellas duras y suaves nalgas, para que Heimdall dispusiera de sus ropas las cuales se deslizaron sin que el opusiera mucha resistencia.

Enseguida que los interiores desaparecieron su miembro semi erecto se dejo ver del todo, poco faltaba para una ereccion total.

Se irguio para pasar sus manos por las caderas del otro, teniendo una cercania peligrosa de ambos sexos, los cuales se encontraron en un amistadoso saludo.

-Que usaras ¿boca o mano?.- pregunto.

Heimdall sintió el contacto de sus penes y, por mucho nervio que tubiese le agradó la sensación. Se sentía cálido, así como estar en brazos de su amo... con ese cuepo tan varonil y hermoso.
- Bueno... entiendo a qué se refiere pero... creo que eso lo debería decidir usted... después de todo... usted es quien va a ser complacido - se negaba a mirarlea los ojos a Zeth, pues esa penetrante mirada intimidaba mucho a Heimdall.

-Entiendo por ello que tu no sentiras placer por ello...

Dijo con una sonrisa en su boca bromeando por supuesto.

-Con tu mano junta ambos penes...y comienza a mecerte en circulos, asi tambien tus tetillas se encontraran con las mias, ofreceme tu cuello sugiere que lo bese...y lo mordisquee..., besa el mio conforme sea tu deseo, deja que tus manos me recorran que to hare lo mismo contigo...no brusco lento...como siempre se es la primera vez.

- Entiendo... -dijo casi susurrando.
Envolvió con sus manos a ambos penes y coemnzó a acariciarlos, sintiendo una muy hermosa sensación que le hacía erizarle la piel. Se mecía en círculos haciendo contacto su lampiño pecho con el de su amo, incrementando así de sobremara el goce al sentir ambos pares de tetillas tocarse.
Luego se inclinó un poco sobre el hombro de Zeth para besarle el cuello y alrededores, estimulando como llo había hecho con las palma de la mano
- Béseme... hágame suyo - esa última expresión le salió por reflejo, se quedó pensando un instante en lo que había dicho para luego caer en la cuenta de que era lo que realmente quería. Simultaneamente acariciaba con ternura, usando la otra mano, la espalda de su amo, abrazándose un poco a él

El entendia esa actitud, y sabia que a Heimdall le costaria dejar de idolatrarle..seria el hombre que le salvo por mucho tiempo hasta que alguien llegara y le prefiere tanto o mas de lo que el ya lo hacia.

Se hacia querer con aquellas demostraciones de afecto para con su dueño que era el.

-Mio ya eres...y lo seguiras siendo siempre aunque encuentres un cliente al que gustes de satisfacer ten eso presente...y perdona la desfachatez del hombre que te ha comprado para fines que quizas no eran los que tu pensabas.

Lo roces acabaron por empalmarle ahora sus manos habian bajado y se habian colado por entre las nalgas del pelivioleta sus dedos tuvieron la primicia en el toque del calido ano de su esclavo..lo tanteo para que se contrayera..esa una delicia en potencia...acerco entonces su boca para besarla lento y despues mas intensamente demando la lengua del otro para enredarla con la suya....

- Yohh... entiendohh... - se le dificultaba hablar. La fuerza de su exitación le aceleraba el ritmo respiratorio. - Yohh... see que usted es mi amohh... y lo será para siempreh... No se disculpehhh... cualquiera sea el motivo de su comprahhh... yo a usted le debo más que a nadiehhh... Amohh... yo lo AHhh... - no pudo terminar de decir la frase ya que sintió los dedos de su amo colarse por entre sus nalgas y a su vez tantear su entrada, por lo que no pudo evitar soltar un corto gemido mientras contraía su esfinter. Iba a continuar con lo que estaba diciendo pero ni bien inhaló para exalar lo que quedaba de la oración fue interrumpido nuevamente por la boca de Zeth.
Heimdall estaba atónito, estaba recibiendo su primer beso, y de una persona a quien le tenía mucho aprecio y respeto, por lo que lo consideraba merecedor de aquel privilegio... e intuía que en breves instantes Zeth se haría acreedor de otro privilegio. Se había quedado inerte, casi sin darse cuenta frenó la masturbación mutua, dejó de acariciarle la espalda a su amo y dejó de moverse en círculos sobre él. Se encontraba frizado, con sus ojos abieros como platos al igual que su boca, la cual era manipulada por la de Zeth, dejándolo hacer a él lo que quiciese. Sentía la lengua contigua acariciar la propia y era una sensación sublime para él, aunque estaba demasado shockeado como para responder al beso,y aunque hubiera querido, no hubiera sabido qué hacer.