No hay mejor sexo que el pagado (Yuki-Lemon)

-Eso ya lo sé.- rió también, Yuki le caía extrañamente bien, tal vez porque era igual de pervertido.- fuera será.- respondió después de la pregunta del de cabello largo y se quedó esperando sentado en la cama.

-Oh vaya...qué atento.- el menor desapareció en el baño y Gabriel terminó de secarse el cabello; después se paró y tomó sus cosas, celular...llaves, dinero, todo lo que le haría falta. Estaba listo ya y esperando al prostituto cuando éste salió del baño. Tomó una toalla y se la dio para que se secara mejor el cabello.

-Vamos entonces.- dijo cuando Yuki ya se había vestido por completo y el cabello estaba un poco más seco, abrió la puerta de la habitación y miró a su mascota.- ya regreso mi amor.- con un gesto le indicó a su acompañante que saliera y él salió detrás de éste.

Llamó a uno de sus empleados que estaba por ahí limpiando y le dijo que comería fuera, después de eso regresó su atención a Yuki.

-¿Qué te apetece comer?

Se pusó la camiseta y después cogió la toalla que le tendió Gabriel para secarse el cabello, aunque la usase aún tardaría bastante tiempo en secarse por completo. Cuando terminó la dejó en la cama y se puso a la altura del mayor. Cojió su chaqueta, la cual había dejado olvidada encima de una silla y se la puso por encima, para sacar después el dinero que llevaba guardado en el bolsillo y guardarlo ahora en un bolsillo interior de la chaqueta.

Salió detrás de él y, como cuando había llegado, volvió a contemplar por donde andaban, contemplando lo amplia que era la mansión de Gabriel.

-Comida italiana .-respondió sin pensarlo, era uno de los tipos de comida que más le gustaba, pues la mezcla de sabores le parecía exquisito.

Miró al más bajo y sonrió, a él le encantaba la comida Italiana, una vez terminaron de bajar las escaleras, pasó su brazo por el hombro del menor aunque éste era bastante más bajo.

-Creo que este es el inicio de una hermosa amistad...- bromeó, aunque parecía que tenían bastantes cosas en común. Salieron de la casa y se subieron al auto, al poco rato ya estaba fuera de la propiedad y Gabriel fumaba mientras manejaba hacia uno de los restaurantes más caros de Zados. Tomó la cajetilla de cigarro y se la ofreció a Yuki sin dejar de ver el camino.

-Tu pregunta.- dijo finalmente, recordando el juego que había dejado pausado, pronto llegarían a la zona comercial de Zados.

Se pegó a él con una suave sonrisa cuando el mayor le pasó un brazo por el hombro, en esa posición se tonaba más la diferencia de altura entre los dos jóvenes.

- ¿Tú crees? .-preugntó siguiéndole la broma, riendo después suavemente. Se apartó el cabello hacia un lado, al final se lo había dejado suelto para que se secara más rápido. Salió de la casa con Gabriel y se subió al asiento del copiloto del auto, recostándose en el asiento inmediatamente.

Aceptó la cajetilla de cigarros y sacó uno de ella, prendiéndolo después con el encendedor del auto. Le dió una calada y dejó la cajetilla en su regazo, mirando después a Gabriel.- ¿Tienes pareja? .-terminó por preguntar.

Sonrió casi satisfecho, estaban entrando a otra clase de preguntas, esperó unos momentos antes de responder, según él para que hubiera más suspenso. Retiró el cigarro de su boca para poder hablar tranquilamente.

-¿Acaso parezco de los que se enamoran?- él en realidad no estaba buscando una pareja seria, pero estaba muy consciente de que cuando llegara el amor llegaría y no podría hacer nada por evitarlo, así que sólo se dejaba llevar y disfrutaba al máximo su época de soltero codiciado. Rió un poco.- no, no tengo pareja...¿interesado?- dijo claramente en broma, no podía evitar hacer esas preguntas.

-Y tú...¿tienes pareja?- preguntó mientras finalmente se estacionaba frente a un restaurante muy conocido de comida Italiana.

Le dió otra calada al cigarro y expulsó la ceniza por la ventana, mientras esperaba la respuesta del moreno, él cual parecía que la estaba pensando bien antes de responder.

-Realmente a primera vista no. Pero quien sabe si detrás de ese semblante hay un sensible joven .-bromeó, para segundos después empezar a reir, después de sacarse el cigarro de la boca.-Me descubriste, cielo .-volvió a reir, apoyando después la cabeza contra la ventana.

-Y no, no tengo pareja y por el momento no me apetece tener ninguna .-sonrío de lado, dándole una nueva calada al cigarro.-Prefiero estar sin compromisos o de novios celosos que me pidan continuamente que abandone el trabajo .-confesó pasados unos segundos de responder.

(Sigue aquí)

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Perdón, se me había pasado