Sexo y comida...la "cita" perfecta

(Viene de aquí)

Rió porque no podía creer lo que el otro le decía, ¿joven sensible?, le pareció gracioso porque bastantes de sus amigos le decían que podía llegar a ser muy despiadado; luego le sonrió al menor por lo segundo que dijo.

-No vayas a decir eso en público que dañarás mi reputación.- se rió.

Escuchó lo que decía al otro con respecto a la pregunta, tenía toda la razón y en parte Gabriel pensaba igual, él tampoco buscaba pareja, al menos no por el momento.

-Tienes razón...- lo miró un poco más serio.- los celos son lo peor...destruyen relaciones.- alguna vez había tenido un novio celoso y había tenido que terminar por no poder soportarlo, y es que Gabriel era muy coqueto, a veces sin querer.- y bueno Yuki...no es por defenderlos pero creo que ni a alguien tan liberal como yo le gustaría que su novio se acueste con una...o más, personas distintas cada día.

Salió del auto esperando a que el otro le acompañara; ahora le tocaba una pregunta a Yuki.

Sonrió divertido, para después tirar por la ventana el cigarro ya consumido. Volvió a subir la ventana y apoyó la cabeza en ella, mirando después en esa posición a Gabriel.

-Tranquilo, mis labios están sellados .-bromeó, guiñándole un ojo después. Se pasó después una mano por la frente, apartándose los mechones de cabello de su rostro y asintió al oir al moreno.-Entiendo eso, pero por eso ahora mismo no quiero ninguna relación. Precfiero ahorrar dinero y cuando tenga lo suficiente para mantenerme, dejaré esto y buscaré otro trabajo .-comentó con una suave sonrisa, para después volver la vista a la carretera.

- ¿Tienes hermanos? .-fue la pregunta que surgió de los labios de Yuki pasados unos minutos en silencio, preguntándose mentalmente que podría preguntar esta vez. Salió del auto sin prisas, siguiendo después a Gabriel.

-Interesante estrategia.- si Yuki había tenido que recurrir a eso era porque seguro no sabía hacer nada más, y también le parecía que no había terminado sus estudios, aunque era un chico inteligente...pero las circunstancias así habían sido. Gabriel era una de esas personas que podían conseguirle trabajo a quien sea en donde sea, porque tenía demasiados contactos, pero dejó ese comodín para después.

Escuchó la pregunta pero siguió caminando hasta llegar a una mesa, invitó a Yuki a sentarse con un gesto y él mismo también se sentó. No tenía hermanos...pero alguna vez había tenido uno.

-Yo...tuve un hermano.- dijo finalmente mientras veía la carta.- era mi hermano gemelo...pero falleció.- eso lo dijo un tanto triste, pero jamás demasiado, porque no solía mostrar sus verdaderos sentimientos frente a extraños.- bueno...así es la vida ¿no?- trató de cambiar el tema rápidamente.- pide lo que quieras.- él pidió unos canelones de carne y vino para compartir. Después de que el menor pidió y el mozo se fue, hizo su pregunta.

-Dime...¿cómo fue tu primera vez?- lo pensó un poco.- si no te molesta decirlo claro.

Siguió a Gabriel en silencio hasta el restaurante, sentándose enfrente del moreno en la mesa escogida y apoyço el codo en ella y la cabeza en la mano de ese mismo brazo.

-Uhm, lo siento .-lo sentía de verdad, él sabía lo que era perder a un ser querido y nunca se lo había deseado a ninguna persona.-Pero tienes razón, así es la vida aunque no siempre sea justa .-sonrío ligeramente, para después pedir al mesero un plato de spaghetti's a la carbonara.

-Fue con mi primer cliente, nada especial .-dijo como si nada, en verdad no fue nada desagradable, pero desde que era adolescente había creido que lo haría con la persona de la que estuviera enamorado. Pero que se le iba a hacer, eso tan solo era un sueño como otro cualquiera.

Sí, lo sé.- muchos le decían que lo sentían, en el funeral lo había escuchado tantas veces que había terminado no creyéndole a nadie.

La respuesta del Yuki le decepcionó un poco, él esperaba escuchar algo interesante, algo que tuviera drama y pasión...así como sangre y lágrimas, se sorprendió un poco con lo que estaba pensando, tal vez sería bueno ir al psicólogo, no quería terminar como Samael...después de todo tenían los mismo genes. Aún así se rió un poco mientras servía el vino que les acababan de dejar en la mesa, le sirvió a Yuki y después se sirvió él mismo.

-Eres bueno contando historias ¿eh?- dijo sarcásticamente y después rió un poco más.- tu pregunta.- la comida no tardó en llegar, se veía deliciosa...no por nada cobraban carísimo ahí.

Sonrió de lado al escuchar el comentario de Gabriel, para después negar suavemente con la cabeza.
-Lo siento si esperabas algo más dramático, pero no lo fue.-dijo paseando el dedo índice por la superficie del mantel de la mesa.-Por esa época era un lindo y sumiso jovencito que lo único que no quería era que le hicieran daño, así que por esa actitud no ''sufrí'' tanto .-dijo más especificamente.

Le dió un sorbo a la copa de vino que le había servido el mayor, mientras pensaba que pregunta hacerle. Siguiendo el mismo rumbo que había tomado Gabriel al hacerle la anterior pregunta, decidió preguntarle una parecida.- ¿A que edad lo hiciste por primera vez?

Asintió con la cabeza y una encantadora sonrisa al mesero de forma agradecida cuando les sirvió la comida y miró después el plato que tenía delante, que era el que había pedido. Tenia muy buena pinta.

Escuchó atento a Yuki, en el fondo de alegraba de que no le hubiera ido tan mal, aunque por otro lado también le hubiera gustado oír una historia interesante. El de cabello largo hizo su siguiente pregunta y Gabriel sonrió un poco, lo recordaba bien...aquella primera vez, que no había sido para nada normal, pero le había forjado mucho el carácter que tenía ahora. Esperó a que el mozo se fuera para responder.

-¿Sabes? tienes suerte, yo sí soy muy bueno contando historias.- tomó un poco más de vino mientras sonreía.- tenía doce años...pero la historia no es para menores de edad, ¿quieres oírla?- en ese momento recibió una llamada al celular y contestó, frunció el seño porque no le gustaba que le molestaran cuando comía.- ¿diga?...¿en serio? pues arréglalo o les daré de comer a los esclavos tus órganos.- colgó y miró a Yuki de nuevo.

-Perdón...no sé por qué tengo empleados tan incompetentes, así que...¿quieres saber?

Cogió el tenedor que habia a un lado del plato y removió un poco la comida que había en él, ecuchando al moreno. Levantó la mirada del plato, después de oirle tenía mucha más curiosidad que antes al formularle la pregunta.

-La verdad es que si que me gustaría que me la contaras .-le dijo, con una sonrisa ladeada. Volvió a darle un sorbo al vino y dejó con cuidado la copa en la mesa para que no se cayera. Arrugó un poco el ceño y puso una mueca de asco cuando le oyó decir por teléfono a la persona con la que hablaba que iba a darle de comer a sus esclavos los órganos de aquel o aquella.

-Sí, me gustaría .-volvió a repetir cuando formuló Gabriel de nuevo la pregunta, llevándose después un bocado a la bo´ca, masticándolo sin prisa.

No notó demasiado la mueca del otro porque estaba ocupado renegando por el celular; Yuki le dijo que sí le gustaría saberla y Gabriel también empezó con su comida, pensando en si era bueno contar algo así mientras comían.

-...Mi hermano, Samael, fue el responsable...era nuestro cumpleaños...y él me dijo que nos tenía una sorpresa a un amigo y a mí.- tomó un poco más de vino y de nuevo comenzó a recordar aquel día.- nosotros éramos muy jóvenes y al principio no le entendimos...Samael era bastante pervertido desde pequeño...- comió un poco más y después se limpió con su servilleta.- nos llevó a un lugar muy alejado...una casa abandonada a la que nadie se acercaba porque decían que estaba maldita...claro que no lo estaba.- comentó y después hizo una pausa.

-¿Te sigo contando o terminas tu comida?

Mientras escuchaba atento la historia que le contaba el mayor, él se dedicaba a llevarse un bocado de su comida a la boca, dándole a veces un sorbo a lo poco que quedaba de vino ya en la copa. De vez en cuando observaba las otras personas del restaurante, por si se dedicaban a escuchar la conversación que mantenían ellos dos.

-Uhm... -articuló para dar a entender que le seguía escuchando. En verdad podía prever el camino por el que iba la historia, pero al esuchar la pregunta del moreno y hizo que se plantera hasta que nivel llegaría esta para que él le preguntase si prefería terminar de comer o que siguiera contado.

-Creo que terminaré de comer antes .-respondió finalmente, terminándose el plato en tres bocados más, sin parecer apurado, aunque en parte si lo estaba por saber que ocurrió. Si algún defecto tenía Yuki, era el de la curiosidad, siempre quería saber más y más de cualquier cosa que le pareciese interesante.

Le sirvió más vino al menor cuando vio que ya casi se lo había terminado, después Yuki le dijo que prefería terminar su comida antes de que siguiera con la historia y se la terminó en tres bocados, Gabriel le miró sorprendido, pensando que tal vez el chico tenía hambre...miró su plato de comida que iba casi por la mitad, ¿estaba comiendo lento o es que el de cabello morado era realmente veloz?

-Ah...¿deseas que te pida algo más?- preguntó preocupado, pensando que tal vez Yuki no pedía más comida por educación.- postre o lo que sea...no me molesta.- había olvidado por unos segundos su historia, en ningún momento se le ocurrió que el otro había terminado así de rápido sólo por seguirla escuchando.

Cogió la copa de vino de nuevo cuando el mayor se la llenó de nuevo, pero no se la llevó a los labios, tan solo la mantuvo entre sus dedos mientras mirada el líquido. Levantó la mirada al oir la pregunta del mayor y tras unos segundos asintió con la cabeza y una sonrisa.

- ¿Helado de chocolate? .-dijo sin borrar la sonrisa de su rostro, el chocolate a Yuki le fascinaba. Observó después su plato y el de Gabriel, a lo mejor había comido demasiado rápido, pero su curiosidad era muy grande.-Además de que te toca a ti hacerme una pregunta .-le dijo con una divertida sonrisa, dándole después un sorbo al vino, saboreándolo en su boca después, esperando a que Gabriel continuase la historia o le hiciese la pregunta.

Yuki le dijo que quería helado de chocolate y después le recordó que le tocaba a él una pregunta; Gabriel sonrió por las dos cosas, primero que nada, él adoraba el chocolate, aunque fuera totalmente contra su personalidad, y segundo, casi había olvidado que le tocaba. Llamó al mozo y pidió dos helados de chocolate.

-Es cierto...déjame pensar.- ¿qué podría preguntar ahora?, ya se le estaban yendo las ideas y lo que le había dado curiosidad ya lo había preguntado, bueno...mientras se le ocurría algo mejor, preguntaría eso.- dime...si encuentro a tu hermano, ¿dónde puedo encontrarte?- ¿cómo era que se le habían ido las ideas?, a él mismo le parecía increíble. En ese instante les pusieron el postre.

Gabriel comió un poco más rápido para alcanzar a Yuki.

Volvió a sonreír ligeramente al escuchar como pedía Gabriel al mozo dos helados de chocolate y bebió mientras otro poco de vino de la copa, mirando de vez en cuanto al moreno y después a las personas que comían en el restaurante, mientras esperaba a que le preguntase ahora él.

-Vivo en el prostíbulo, así que creo que podrás encontrarme sin problemas .-respondo pasando como antes el dedo índice por la mesa, haciendo dibujo abstractos en el mantel, pensativo.-Aunque…Sería mejor si me lo dijeras por la mañana, a partir de por la tarde estoy…ocupado .-terminó de decir con picardía. Tomó el helado de chocolate cuando el mozo lo trajó y se llevó una cucharada a la boca, saboreando el dulce sabor que dejaba en esta.

Se imaginaba que algunos de los que trabajaban ahí vivían en el prostíbulo, pero en realidad jamás había preguntado para confirmar, porque nunca le había interesado la respuesta. Rió un poco ¿desde qué hora empezaban a caerle los clientes a ese chico?, ¿hacían fila por él?

-Bien, por la mañana será...- comió un poco de helado también y se le vino otra pregunta a la mente, que igual que la otra, iba a tener que hacerla en algún momento, lo pensó unos instantes y después miró a Yuki.- sé que no es mi turno pero...¿quieres que te diga lo que sea?, me refiero a que si...las noticias no son buenas...¿prefieres saberlo o no?- él sin duda preferiría saberlo, pero no todas las personas son iguales; y hacía la pregunta porque sabía que muchos esclavos no duraban demasiado, eran sólo objetos.

Volvió a llevarse una nueva cucharada de helado a la boca y mantuvo la cuchara dentro de la boca, como si fuera un niño pequeño que disfrutaba como nunca de un helado. Yuki desde pequeño había sentido fascinación por las cosas dulces y nunca desaprovechaba de comer cualquier cosa que tuviera algo de azúcar.

Se quedó callado, con la cuchara aún en la boca al escuchar la pregunta de Gabriel. Ahora que le hacía la pregunta, no sabía que responder; por una parte no le importaba que las noticias fueran buenas o malas, solo quería saber cualquier cosa de su hermano. Pero...por otra parte, si las noticias eran malas sabía que iba a ser un duro golpe. Aunque estuvieran separados el saber o al menos creer que su hermano seguía bien le animaba, pero al final decidió responder afirmativamente.

-Creo que sí quiero saberlo, cualquier noticia sea tanto buena o mala .-respondió finalmente, sacándose antes la cuchara de la boca para hablar.

Se quedó mirando a Yuki, éste parecía estar pensando su respuesta y el narcotraficante no lo culpaba, a veces la realidad podía ser muy dura; después de unos momentos de reflexión, el de cabello morado asintió y se sacó la cuchara dela boca para decirle que no importaba si eran buenas o malas, quería saber. Dantes asintió también.

-Así será entonces.- comió un poco más de helado, el tema del hermano parecía afectarle un poco también a él, no podía evitarlo porque Gabriel era una persona muy apegada a su familia. Se quedó callado unos momentos, dedicándose a comer su helado, tratando de ahuyentar esos pensamientos que para él eran pesadillas. Cuando ya faltaba poco para que terminara, volvió a hablar.- tu pregunta.- después de eso ya habrían terminado y podría continuar con la historia de la primera vez que lo hizo.

Ahora que lo pensaba, jamás se lo había contado a nadie, en parte porque no se lo habían preguntado las personas adecuadas, y cuando alguna pareja le había hecho la pregunta, simplemente había contado otra cosa.

Siguió comiendo el helado de chocolate que habían pedido para el postre, asintiendo cuando le dijo que le tocaba ahora a él preguntar. Se quedó mirando fijamente la mesa, llevándose de vez en cuando una cucharada de helado a la boca, pensando que podía preguntarle esta vez; las ideas se le habían acabado y si le preguntaba algo seguramente no sería la gran cosa.

Pasados unos minutos, en los que se terminó de comer el helado, decidió que preguntar al fin, después suponía que Gabriel le siguiera contando la historia y sino, la le preguntaría en la siguiente vez que le tocara que si se la iba a contar al final.- ¿Qué te dedicas a hacer en tus ratos libres? .-después de escuchar su pregunta salir de sus labios, hizo una pequeña mueca, en verdad es que era algo tonta la pregunta.

Dejó el plato donde había estado antes el helado en la mesa y la cuchara encima del plat, para después limpiarse las comisuras de cualquier resto que hubiera quedado.

Mientras Yuki pensaba e su siguiente pregunta, Gabriel también terminó de comer su helado de chocolate, después de eso se quedó esperando al otro; la pregunta tal vez no era la mejor, pero Dantes sabía cómo mejorarla un poco, sonrió mientras ordenaba sus ideas y se limpiaba también con la servilleta.

-Me monto en el auto con mi pequeña.- dijo refiriéndose a su princesa, que no era nada pequeña en realidad.- y salimos a casar chicos lindos para llevarlos a casa y hacerlos nuestros salvajemente.- por su tono parecía que bromeaba, pero lo que le daba risa al narcotraficante era que a veces sí hacía eso, después sus hobbies eran los normales. Al menos había hecho más divertida aquella pregunta, pensó.

-Ahora sí debo de terminar de contarte la historia...- llamó por la cuenta y el mozo se acercó, pagó con su tarjeta y cuando se la devolvieron le hizo un gesto al otro con la cabeza para salir de ahí y poder ir hacia el auto.

Hizo una mueca divertida ante la contestación del mayor y rió por lo bajo, le había causado gracia la broma y hasta se lo podía imaginar mentalmente haciendo lo que hacía en sus ratos libres. Al hacer la pregunta tampoco se había imaginado que el moreno le dijera que se lo pasaba encerrado en la biblioteca leyendo y escuchando música clásica o viendo películas antiguas, por su forma de ser no se imaginaba que hiciese esas cosas.

-Uhm...Espero que esa estrategia no la vayas a usar también conmigo y todo esto sea un engaño para llevarme de nuevo a tu casa y hacerme vuestros salvajemente. -bromeó, guiñándole un ojo después. Mientras esperó a que Gabriel pagase, pensó como continuaría esa historia que le iba a contar y como de fuerte debía de ser para que tuvieran que comer antes, no creía poder imaginárselo.

Al ver el gesto de cabeza del mayor, Yuki se levantó con elegancia de la mesa y le siguió, saliendo del restaurante para ir de nuevo hacia el auto de Gabriel.

Se rió con lo que dijo el menor, la idea no era mala y así hubiera cerrado la tarde perfectamente, pero de verdad no tenía ganas de hacerle daño al de cabello morado, fuera de todo, le había caído bastante bien y parecía alguien con quien se podían tener conversaciones entretenidas.

-No...si quisiéramos eso ya lo habríamos hecho, créeme.- dijo suavemente, ahora en tono más serio, haciéndole saber que era verdad lo que le decía. Pronto salieron del lugar y regresaron al auto, el mayor lo encendió y acto seguido encendió un cigarro para ofrecerle también uno al prostituto.

-¿Dónde me quedé?- reflexionó unos segundos mientras le daba una calada a su cigarro.- ah sí, llegamos a aquella casa abandonada, al principio Mikael, mi amigo, y yo creíamos que no había nadie y que todo eso era una simple broma para tratar de asustarnos, pero al entrar hasta la sala, vimos a tres chicos atados y amordazados sobre unos colchones bastante viejos.- se detuvo un rato pensado a dónde iría, al final pensó que debía de devolver a Yuki al prostíbulo.

-Te llevo al prostíbulo, ¿verdad?

No comentó nada después de oir el nuevo comentario de Gabriel, esta vez parecía que el tono que había usado había sido más serio que antes. Se arregló el pelo cuando salieron del restaurante, el aire había echo que los mechones sueltos que caían con gracia a los lados de su rostro se fuesen hacia delante, molestándole la visión.

Subió al auto del mayor cuando llegaron a donde lo había dejado aparcado y se sentó bien en el asiento, apoyando la espalda cómodamente en el respaldo de éste. Aceptó gustoso el cigarro que le tendió y lo encendió como antes con el encendor del auto.

Esuchó atento la historia que al fin le estaba contando, dándole de vez en cuando una calada al cigarro y espulsando después el humo lentamente.-Uhm...Creo que lo voy entendiendo.-murmurró cuando volvió a callarse. Le dió una nueva calada al cigarro y miró después a Gabriel.- ¿Y qué pasó después?

Sonrió por la pregunta de Yuki, parecía que lo tenía intrigado con el relato, se encogió de hombros y manejó hacia el prostíbulo.

-Tomaré eso como un sí.- comentó aún con la sonrisa en sus labios, ya que el de cabello morado parecía tan concentrado en lo otro que había olvidado el responderle. Lo pensó un rato más, recordando lo que había pasado a continuación.- Samael dijo: “son sus regalos”. No era el cumpleaños de Mikael, pero él siempre estaba conmigo así que también se ganó un regalo.- le explicó, porque ya hubiera sido demasiada consecuencia que el amigo naciera el mismo día que los gemelos.

-Samael nos dijo que los dos que eran para nosotros eran vírgenes, al principio no estábamos muy seguros de lo que quería mi hermano, pero no tardamos demasiado en entenderlo.- le dio otra calada a su cigarro y habló mientras botaba el humo.- fui con el mío...a insistencia de mi hermano, y Mikael fue con el suyo...a insistencia nuestra.- sonrió de nuevo.- eran muy lindos...el de Samael se parecía un poco a ti.- comentó sin darle demasiada importancia.- ellos eran menores que nosotros, y los tres, ya desde pequeños, éramos más grandes que el resto.- hizo de nuevo una pausa, ¿debía contar lo que había pasado después o era lo suficientemente obvio?

Hizo una mueca de desconcierto cuando dijo que ''tomaría eso como un sí'', estaba tan sumido en sus pensamientos que no se había dado cuenta lo que le había preguntado. Pasados unos segundos en los que intentó recordar la pregunta que le había formulado, al fin lo hizo y asintió con la cabeza.

Le dió una última calada al cigarro, bajando después la ventanilla un poco para tirar por ella la colilla, expulsando el humo a la vez. Volvió la vista a Gabriel, escuchando atento la continuación de la historia, que a medida que iba asimilándola le parecía un poco atroz, no podía pensar el porque había hecho eso el hermano gemelo de él. Hizo una leve mueca de disgusto al escucharle decir que el joven de su hermano se parecía un poco a él, no podía evitar lamentarse del pobre chico.

No hizo falta preguntar que pasó después, Yuki se imaginaba lo que pasó y sino era como lo suponía, muy parecido sería lo que les había pasado a esos tres chicos.-Ya imagino lo que pasó después. Pero...¿Vosotros queríais hacerlo? .-preguntó refiriéndose a él y a su amigo Mikael.

Pensó un buen rato la pregunta que le había hecho Yuki, ¿habían querido hacerlo?, suponía que sí, y aún si no hubieran querido, habrían tenido que, porque Samael no los dejaría irse sin “jugar” con sus regalos; recordó que al principio él estaba un poco indeciso, mientras que Mikael se había negado.

-Mikael se negó...pero al final terminó haciéndolo también.- botó el cigarro.- lo gracioso de todo eso fue que ellos dos se siguieron viendo.- se refería a Mikael y al chico que le había tocado.- ese tonto se enamoró, pero el chico no le correspondía, hasta ahora...son amigos con privilegios.- le explicó, para que supiera que no todo terminó mal esa vez.- yo...yo estaba intrigado, quería saber qué se sentía, no te diré que no quería hacerlo, porque sería mentirte.

Pero realmente el que la hacía pasado peor ese día, fue la presa de Samael, ya desde pequeños Gabriel supo la enfermedad de su hermano, pero jamás dijo nada.

-Llegamos.- se detuvo frente al prostíbulo.