Historia del silencio

interesante - sebastian habia escabullido sus deberes de esclavo por unos instantes ya que el museo le atraia no en cuantia pero para conocer mas y mas acerca de zados en donde se encontraban esclavos, estudiantes y demás mientras el seguia a un guia turistico que enseñaba los cuadros y la escultura mordiendo su labio inferior al cartel de no fumadores escudriñandole aunque tal vez julien tuviese razon y fumaba demasiado por lo que gruñó y siguio al guia separandos del grupo al ver la seccion de vincent van goh en donde se quedo paralizado tal vez su cultura en el centro de lo laboratorios y a los castigos pudo conocer un poco de la vida del hombre aunque seguia mirando sus cuadros no perdiendo detalle del cromatismo de cada cual

Había estacionado su convertible y bajado a ver el museo. Estaba de mal humor, por lo que no dio autógrafos, no se sacó fotos, se peleó con el guardia y dijo que no quería ningún guia. Desde que se había enterado del embarazo de Estephan todo le parecía horrible, espantoso, una basura.

El mundo es escoria, simple escoria... todo lo que vale la pena es contaminado...

Miraba los cuadros. Todos obras espantosas. Se paró al lado de un joven que parecía silencioso, exactamente por eso, no quería que nadie le hablara ni dijese nada. Se quedó allí, mirando los cuadros con desdén.

- a pesar de la presencia del joven que habia a su lado, por mero respeto debido a su condicion le observo con sus ojos grises inexpresivos desde un momento, luego bajo el rostro en un movimiento de su cabeza respetuoso mientras de nuevo se perdia ante los cuadros.

el silencio podria decirse que dominaba en sus labios a pesar de que su torso se adelanto para observar el cuadro mientras dejaba unas palabras - cuando te acercas son manchas..y cuando te alejas son vida.. - encogio pues sus hombros cuando una sonrisa cubria su comisura y volteaba hacia el cuadro de la derecha, una mujer con un vestido sentada, observando al autor mientras este se reflejaba en un espejo-...

- sus pies se empezaron a mover cuando la molesta muchedumbre de la gente se acercaba a los mismos cuadros y exponian sus " cientificas " teorias hacerca del color, el se alejo a otro rincon silencioso, estando como si fuera una estatua delante de los cuadros en los que no habia gente y su rostro podia soñar con los colores-

Imitó el movimiento de cabeza del otro, en señal de respeto, sonriendo con levesía. Se centró en el cuadro, que no le pareció nada extraordinario, mirándolo como si se tratase de algo cotidiano.

He elegido un mal momento para visistar el museo... todo me parece horrible.

Sus orejas y cola se comenzaron a mover con molestia, como las de un perro, en el instante en que el lugar fue invadido por ruidosas personas, cada una intentando exponer sus falsas teorías "intelectuales".

Idiotas... el mundo está plagado de idiotas...

Se alejó del lugar, dirigiéndose al rincón en donde estaba el silencioso visitante. Miró el cuadro que allí se encontraba. Bajo este, había una breve explicación de "este cuadro refleja tus deseos. Míralo fijamente". Lo hizo y, al cabo de unos instantes, sintió unas tremendas ganas de llorar, pero se mantuvo inexpresivo.

¿Por qué no podemos volver al pasado? ¿Por qué no puedo cambiar el pasado? ... ¿Por qué no puedo tener hijos? ... Príncipe, no me abandones...

Dio un paso hacia atras, negándose a ver el retrato de su mundo perfecto, intentando apoyarse en algo.

- Lo siento- dijo, al joven de cabellos negros, al afirmarse de su brazo- no quería molestarte, en verdad lo lamento- se soltó del brazo y sonrió con gran esfuerzo, mas que nada por cortesia.

al principio el silencio fue una busqueda casi imposible para sebastian quien yacia solo observando el cuadro, en ese momento quedaban atras los murmullos, las personas o incluso que no era el unico que estaba mirando el cuadro en esos momentos, se estaba preguntando sobre la existencia e la vida y el porque de los humanos a pesar de ese tiron que le saco de sus sueños e obligo a observar al otro, no lo conocia pero se detuvo a observarle como si fuera una obra de arte, primero sus orbes, su cabello y sus orejas escondidas entre sus mecjones al igual que su cola, sus manos seguian en sus bolsillos- ...

- sebastian no tenia el cuerpo enteramente volteado hacia el desconocido, sino solo su rostro, para luego observar sus ojos y ofrecerle de su bolsillo un trozo de tela, parecia blanco inmaculado a pesar de que el olor del mismo era una mezcla entre dulce y amargo, ya que en el mismo guardaba el tabaco y los dulces que le daba su amo, al odiar el dulce los tiraba lejos de la presencia de su amo para recibir al desconocido con unas palabras que siempre se habia dicho - no es malo llorar, peor es sufrir en silencio

- no le dio una sonrisa al desconocido, su rostro seguia inexpresivo y sus ojos como si ya no fuera algo que observar, volviendo su vista al cuadro encogia sus hombrospasando su mano por los cabellos rebeldes - hay tanto ruido...es molesto..

Recibió el pañuelo, mas no lo usó. Si había algo que Axl no podía hacer en público era llorar y, no porque no quisiera, sino porque no podía, simplemente no podía llorar. O lloraba con su príncipe o lloraba solo.

- Gracias- dijo, entregándole el pañuelo sin haberlo ocupado.

Dejó de mirar los cuadros para detenerse a observar al amable joven. Un chico atractivo, de bellos ojos grises. Notó que, al igual que él, no sonreía.

- Me molesta el ruido en esta clase de lugares- sus orejas se movieron con delicadeza- vaya idiotas...

Pasó sus manos por su frente, con pesadez, con cansancio y algo de frustración. No le daba ni a su peor enemigo lo que estaba viviendo.

Tal vez debí continuar con el tenis y no volver nunca... Aunque eso me causara más sufrimiento...

- ¿Cómo te llamas?- preguntó, con seriedad y calma, ocultando muy bien su desinteres por todo.

observo el pañuelo aunque no lo mostrase una risa salia de su boca por el desinteres y tal vez el orgullo que mostraba el otro, era el mismo que sebastian mostraba ante todo, guardo el pañuelo para sacar un cigarrillo para ocultar sus labios, no le molestaba lo que pensara el otro, cerro los ojos cuando por fin el silencio acudia, como un llamado, mas los abria cuando de nuevo volvia el ruido - sebastian... y cual es su nombre ?

- su cuerpo ahora se volteaba frente al joven, su cuerpo parecia altivo, como si no fuera ningun esclavo, su aliento apagaba el humo que salia de su cigarrillo aunsin encenderlo solo jugando con el mechero para luego tirar tanto el cigarrillo como el mechero ya oxidado, guardando su mano derecha en el bolsillo mismo, para dirigir su mirada hacia quien no deseaba llorar, altivo, atractivo, con un aire de misterio y a la vez de distincion..era el tipo de personas que le parecian interesante, sin mostrarlo, sus labios no se retiraban de su inexpresividad y sus ojos no cesaban su mirada sobre el

- Axl Miller- contestó, con aquella inexpresividad que lo caracterizaba.

No mostró su sorpresa al ver al otro fumar en el museo y, al contrario, intentó decifrar la marca de los cigarrillos. Tampoco se sintió incómodo al tener la mirada del otro sobre la suya, estaba acostumbrado a ser observado por distintos motivos, incluso intentó quedar atrapado en esa mirada, pero no pudo, por más que lo intentó no pudo.

Parece ser... que nunca nadie me va a interesar como es debido...

- ¿Eres artista?- preguntó, con cierta curiosidad- miras los cuadros como si fueses artista. Con cuidado y respeto, intentando apreciar cada detalle.

lamento decepcionar a su buen instinto. pero no soy nada mas que un simple esclavo - su voz era grave, no parecia ofendido al dar la misma respuesta de siempre, no le avergonzaba decir que era esclavo, es mas aquella respuesta suya hizo que su menton subiera unos grados para voltear su rostro hacia sus cabellos que ya empezaban a caer por su rostro, los peino con los dedos y digo sereno - encantado señor miller

- parecia el mismo cuento de siempre, el otro tenia el mismo orgullo que sebastian, ninguno hablaba mas de lo necesario, las miradas incluso eran una vana excusa para socializar, volviendo a los cuadros, posaba su dedo a unos centimetros del mismo delineando con los digitos como si fuera el mismo el pintor, el autor de sas obras alejando el dedo con lentitud, casi con dolor, mas su rostro no mostraba ninguna señal de esos sentimientos

Esta vez si demostró sorpresa al escuchar al otro. Axl no solía equivocarse al adivinar la profesión de las personas, pero esta vez, el joven que tenía enfrente no le pareció ningún esclavo.

Esto si es interesante...

- Yo también soy uno- dijo, orgulloso, aunque luego, pareció meditar lo dicho- bueno... me concidero uno, ya que, tecnicamente soy libre- pensó que todo eso sonoba extraño.

Debo ser el único individuo que se autoproclama esclavo...

Se paró al lado del otro cuando este volteó, insistente. Buscaba distraerse y, ese joven, había logrado distraerlo.

- Aún me pareces un artista- comentó, sonriendo con astucia, mientras su cola se movía con entusiasmo- ¿te hubiese gustado se pintor? ¿O escultor? ¿Músico? ¿Escritor?

escritor o poeta - sus palabras eran cortantes al igual que el sonido de su voz de formabrusca, no por una falta de respeto o molestia hacia el otro sino mas bien porque era su costumbre, tosio un momento para aclarar la voz y su garganta colocando las manos en sus bolsillos - leia libros de tu tienda

-encogio sus hombros al decir aquello cuando notaba su rostro de nuevo observar al ajeno - sigueme si quieres - camino hacia una esquina en la que no habia nadie ni parecia que a nadie le interesase, aprovchando que habia un sillon delante de un niño jugando mientras se movia os arboles a su alrededor, se sentaba esperando ir como bajaba los la presion y la dureza del asiento contiguo al suyo para poder seguir charlando

a pesar de que lo que decia le dejaba siempre un poco sorprendido, el primero humano que no se senti alibre y se autodeclaraba esclavo, se reirian todos si se lo dijera ya que ser esclavo era humillante mas si no te gustaba ser esclavo en su espalda llevaba los siglos de rebeldia, a pesar de sus pensamientos oscuros el rostro de sebastian mostraba casi una insultante paz exterior, con el rostro serio, y siempre tenso ante cualquier situacion

Sonrió con una increible emoción al escuchar el sueño del joven, dejando que su cola y orejas se movieran con alegría.

- Mi amo es escritor- dijo, mientras le seguía el paso- por eso me volví dueño de libreria. La libreria lleva el apellido de mi amo.

Cuando Axl hablaba de su amo, sus ojos brillaban con seguridad y alegría, sin importarle lo que el resto fuese a pensar. Muchas veces, cuando fue entrevistado por la prensa en su época de tenista, los reporteros y el público en general lo miraban extrañados cuando hablaba de su "amo", siempre preguntándose por qué llamba amo a alguien si él era libre. Aún asi, dado las últimas noticias, el recuerdo de su príncipe le traía cierto dolor. Se sentó al lado del joven, sin dejar de mirarlo con algo de interés.

- ¿Cuáles son tus escritores favoritos? ¿Qué clase de narrativa te gusta?- hizo una pausa, al pensar en que, tal vez, estaba llendo demasiado rápido- lo siento. Lamento mi repentino entusiasmo.

el peso de su cuerpo se apoyaba en las palmas de las manos mientras observaba axl de forma silenciosa, al perecer tenia mucho afecto a ese hombre, al amo del que hablaba, por lo que solo al oir sus palabras ya comenzaba a respetarlo,tal vez orque no era una persona normal y tenia la gracia de haber encontrado a un amo que le trataba bien podia entender el afecto que tenia, tal si su rostro no lo mostraba, tan solo una sonrisa en la comisura de sus labios, lograban una lenta sonrisa o el unico afecto que podria motrar mientras sus ojos seguian igual de impenetrables, haciendo casi omiso de las disculpas del otro- ovidio, libros latinos, diccionaros y de lesley downer...algunas mas como gioconda o jack..pero sobre todo de mitologia

- pensativo su rostro, cruzaba las piernas a un estilo casi femenino, su pierna iquierda sobre la derecha moviendo los pies mirando hacia el cielo de forma pensativa- pero los devolvian siempre los cientificos ya que se buscan siempre esclavos estupidos, no iletrados

-su voz no era de resentimiento, sino de resignacion, sus vestimentas camuflaban las heridas fisica e internas de su cuerpo mientras miraba los cuadros, una y otra vez murmurando ms para si que para el otro- cuando los otros se acercan ven trazos muertos, o el autor que los pinto..se fijan en ellos d forma objetiva, como dicen en los libros, pero a mi me gusta quedarme mirando un cuadro horas y horas..intentando ver si consigue hablarme

Axl concideró una crueldad que se les prohibiese leer a los esclavos de los laboratorios. Él nunca conoció ese mundo, ya que pasó directamente a la familia de los Aizac, pero seguramente sus padres habían tenido que pasar por tales humillaciones. Por como hablaba el otro, parecía tener un gran conocimiento de artes, cosa que llamaba la atención del peliazul. Se quedó mirándolo y, por cada cosa que decía, lo encontraba más atractivo.

Supongo que siempre me han agradado las personas inteligentes...

- La verdad es que nunca entendí demasiado de pintura, pero siempre me gustó ver pintar a mi príncipe- alzó su vista al cielo- "cada pintura tiene una personalidad propia. Intentar decifrar una pintura es similar a conocer una persona"... él solía decir eso- cerró sus ojos- pero siempre me han gustado más los libros. Creo que son más complejos y ocultan más cosas- abrió sus ojos y volvió a mirar al joven- me crié viendo arte, pero no saqué nada de artista- dijo, serenamente.

...-observo primeramente las reacciones del otro, su rostro permanecia ladeado de forma que su mejilla izquierda se apoyaba con levitud en su hombro, sus ojos grises percataban lospensamientos tanto los malos, como los buenos y por las acciones debian de ser algunos o la mayoria de ellos buenos, volteo su rostro hacia el cuadro que tenian en frente, solo ponia una inscripcion fria, como si una descricion del mismo fuera una pena, mientras encogia los hombros y murmuraba - si a alguien le gusta leer no necesariamente tiene que ser escritor, si te gusta pintar y te has rodeado de arte no necesariamente debes de ser un artista, puede que el artista desee escribir y que el escritor decida pintar, pero puede que alguien que no tiene ni idea de pintura tambien puede llegar lejos pntando, a veces nuestro instinto nos engaña y nos dejamos creer que lo mas obvio es la respuesta ignorando algunas excusas

-encogio sus hombros volviendo a mirar su alrededor, habia gente mirando, otra observando, otra con fotos u otras aburridas, la verdad es que le parecia la humanidad muy aburrida, todos hacian lo mismo, algunos no se sabia porque venian si por obliacion o por matar el aburrimiento, otros parecian disfrutar, otros sencillamente parfecian solo mirar por mirar, por lo que dirigio su mirada hacia el techo haciendo que algunos mechones rebeldes acariciasen su camisa y sus ojos por fin quedasen al descubierto, humedeciendo sus labios con la lengua, cerrandolos ojos como si los cuadros le hablasenpara abrirlos en cuestion de segundos, volviendo su mirada mas por cortesia que por otra cosa hacia quien estaba a su lado

Escuchó con atención lo que el otro decía, sin interrumpir y meditando cada palabra con cuidado, buscando una respuesta para si.

- Puede que tengas razón- dijo, con seriedad- pero, aún de ese modo, yo no soy un artista como mi amo. Soy un deportista- contestó, seguro.

Axl siempre había estado seguro de lo que era y de sus capacidades, nadie lo podía convencer de lo contrario. Se centró en el joven que lamía sus labios y dejaba, por fin, sus ojos al descubierto. Era un chiquillo sensual. Sin pensarlo, el peliazul se inclinó hacia donde el joven, quedando casi sobre él, y posando sus labios con los ajenos, en un acto repentino.

- Lo siento- aún continuaba sobre el pelinegro- no lo volveré a hacer- su voz parecía indicar lo contrario.

Luego de su mal día, el dueño de libreria estaba totalmente desinteresado por el mundo, al punto de que sus acciones no le importaran.

al principio ese acto le cogio por sorpresa, parecia tan sumiso ante las acciones de su nuevo compañero de charla que las propias acciones suyas demoraron, mientras su rostro dejaba que poco a poco perdiera ese tacto de sumision antes recreado y la sorpresa de su rostro se transformase en el rostro de antes, inexpresivo pero tal vez sumido en sus pensamientos cuando apoyado en la mano izquierda dejo elevados sus digitos por la mejilla del joven y volvio a juntar los labios ajenos junto con los de el, separandose al mero roce pero guardando una distancia corta entre ambos para que sintiera tal vez su aliento cuando hablaba y sus ojos se posaran sobre los de el - tus labios saben dulces y tu saliva amarga..me gusta la composicion..

- la verdad era la primera vez que se quedaba sin palabras o decia aquella tonteria, era bien sabido que no le gustaban demasiado las cosas dulces, por lo que bajo su mano hacia donde estaba antes dirigiendo su mirada hacia otro lado solo para acomodarse y observar que habia menos gente que antes en el museo, era algo digno de observar y que por lo tanto le atraia, a una hora concreta solo habia poca gente y ellos en el silencio, volviendo a observar los ojos ajenos que al aprecer nunca le cansaban y le gustaba observar, nunca antes habia sentio atraccion por nadie y se habia sentido tan cerca y tan distante almismo tiempo, colocando sus dedos en el flequillo sonriendo de forma ironica, mas como una mueca para tener relajadas sus facciones

Disfrutó del segundo beso, mas que nada porque se esperaba que el otro lo mandara a volar como era debido. Luego, aquellas palabras que lo hicieron sonreir. Notó una extraña sumisión oculta por parte del otro, un nerviosismo. Decidió sentarse correctamente, para no incomodar a su compañero. Se dedicó a mirar la disminución de personas. Alzó su vista al cielo, hechando su cabeza hacia atras.

- Es bonito ver lugares sin gente, siempre y cuando estes acompañado- comentó, con total calma- estar solo es muy aburrido.

Hablaba con una tranquilidad incomprencible. Axl se caracterizaba por ser alguien impredecible y espontáneo, cosa que muchas veces le traía problemas, mas él siempre mantenía la calma. Volvió su vista a su compañero, sonriendo levemente.

y mas si esa persona se adapta a tus silencios..y no es..demasiado habladora - murmuraba mas como un halago aunque sin decir nada, ya que su mirada seguia pendiente de la del otro, con delicadeza y casi con sutilidad los digitos de sebastian apartaban los mechones que componian su flequillo mientras sus piernas se cruzaban y dejaba buena vista de su torso y su cuello ademas de su pecho que bajaba y subia segun sus respiraciones siempre calmadas y calladas como el mismo

era extraño que simpatizase con alguien desde la primera palabra o nunca mejor dicho desde la primera mirada ya que ambos parecian adorar al silencio, aunque era verdad que la soledad no era algo muy bueno aunque a veces se buscase la misma, asi que entendia al joven axl perfectamente, despues de esconder los pensamientos de su mente, sacaba una pequeña bola de caramelo, metiendola en la boca con una elegancia casi insultante, para luego sacar otra y dirigirla hacia la boca de su compañero, con el rostro serio, como siempre y juzgando que aquellos roces no eran mas que una monotonia o algo que siempre se hacia

- deseas..?-

Su mirada se detuvo en el cuerpo de su compañero, desarrollado, pero con cierta delicadeza y fineza que llamaban la atención del peliazul.

Me gustaría hacerlo mio...

Sin darse cuenta, se vio sorprendido por el pequeño caramelo que estaba frente a su boca, haciendo que sus ojos se abrieran un poco. Su cola se movió como la de un cachorro que recibe algo que le agrada y, sin esperar demasiado tiempo, su boca tomó el caramelo ofrecido.

- Gracias- dijo, sonriendo- la verdad es que me encantan los dulces- su voz sonó entusiasta- aunque no imaginé que te gustaban... de hecho, creí lo contrario- comentó, algo extrañado.

Mi instiento nunca falla dos veces en un mismo día...

odio el dulce, pero me gusta a la vez. supongo que es un mal habito - murmuraba sacando sulengua para que el caramelo rodease la misma, acariciandola y tintandola de ese rojo que tenia, mientras su rostro seguia inexpresivo a pesar de las miradas que engendraria esa accion a sebastian no le importaba en lo mas minimo, mas bien le divertida, seguir la mirada del otro, para finalmente volver a meterlo en su boca acariciando con el indice las manchas de su boca, limpiandolas y dejandola impoluta de manchas - mi amo le gustan los dulces..y siempre me mete en los bolsillos caramelos de toda clase..

- temblaba al pensamiento de cuanto azucar tenia acumulado en los bolsillos dejando verse en su expresion algo parecido a ironia o una sonrisa de medio labio mordisqueando la bola, ya que al ser pequeña no le costaba demasiado, colocando sus manos en sus rodillas cuando se erguia y su cuerpo se colocaba recto, sonriendo a su compañero- puedes tener todos los dulces que desees..solo tiene que meter la mano en el bolsillo, con cuidado de no coger mi tabaco

No comentó nada ante la acción de Sebastian, simplemente se dedicó a observarlo, con detalle, fijándose en su forma provocativa de actuar. Después, escuchar el comentario sobre su amo y sobre el tabaco, riendo un poco.

- No te preocupes, no le hare nada a tu tabaco, estoy acostumbrado por mi amo- comentó, sonriendo.

Una vez su dulce había sido diregido, decidió sacar otro del bolsillo del joven, mas que nada, para rozar su cuerpo que, por un instante le pareció de cristal.

- Eres de carne y hueso- dijo, con serenidad, para, finalmente, sacar el caramelo y llevárserlo a la boca.

Su mirada se centró en las pocas personas que quedaban en el museo, contándolas mentalmente, en un pasatiempo bastante ocioso.

jmjm - aquella risa de sebastian no era nada comun, al menos incluso su amo no le habia visito hacerla, solo la hacia cuando alguien decia algo interesante, el mero roce de ambos cuerpos ya no suponian aquel momento de sorpresa de antes, aunque podia verle la sumision dulce del menor, a pesar de que volvia a responder con una mirada

la misma que se refugiaba en los cuadros que habia cruzando las piernas como la flor de loto, dejando un abundante monton de dulces en el hueco que formaban las mismas, pasando los dedos por su boca cuando se quitaba el azucar de los mismos, haciendole ver que podia coger los dulces que deseaba, aunque tal vez era de nuevo una insinuacion- si fuera de cristal no seria tan perfecto como lo soy ahora...-sonrio de medio labio, sin prepotencia, ya que solia hacer esos comentarios, mas bien por diversion y por broma

La risita del menor logró sacarle una risita propia, al igual que aquel comentario sin malas intenciones, sólo hecho para divertirse. Se quedó observando el lugar en donde el otro había dejado los dulces. Sonrió con sensualidad.

Parece que quiere jugar un juego en donde me va bastante bien...

Su mano se estiró para sacar un dulce, rozando momentaneamente la entrepierna del joven. Axl, simplemente llevó el dulce a su boca, conciente de lo que había hecho, pero sin decir nada al respecto.

- Me recuerdas a los gatos- comentó, con tranquilidad- eres sensual, desconfiado y travieso- explicó, mirándolo fijamente.

por aquellas palabras y aquellas "alabanzas" solo respondio al roce con un movimiento de su cuerpo, casi invisible, su cuerpo se habia arqueado estiandolo sacando su pecho perometiendo su vientre para sacar de aquel huevo un dulce, y meterlo de nuevo en su boca, mientras cerraba los ojos y sonreia - tendriamos que mirar al dentista luego de una tarde..?
- se referia a los dulces, observando que la gente que pasaba, ya era menos, como su piel seguia erizada, mas bien tensa pero siempre atendiendo las acciones con palabras o gestos disimulados que no le delatasen, su rostro, ya no nexpresivo sino con una sonrisa de medio labio, interesante y divertirdo a sus acciones, le gustaban aquellos juegos de seduccion aunque no se dejaria domar, todo indicaba que le dejaba al mayor el camino libre para intentar domarlo, aunque por sus acciones y por sus palabras veia que pronto domaria a sebastian..de una forma distinta