Día tranquilo [Libre]

Había entrado en la librería unicamente para supervisar, sin siquiera vestirse como un empleado de ella. Vio que todo estaba en calma por lo que tomó el teléfono para hablar con la editorial que patrocinaba a su amo.

- El libro se llama Yuki Kalte, de Kurt Aizac- dijo, con calma, mientras jugaba con uno de sus mechones- lo enviaré mañana... ¿Un mes? Bien. Un gusto tratar con ustedes- colgó. Todo parecía estar saliendo bien.

En un mes más sabremos si el libro fue aceptado...

Se dirigió a las estanterias, despreocupado. Sintió un libro caer de las manos de alguien. Se agachó para recogerlo, se paró y, con una sonrisa, lo entregó a las manos del cliente.

- Tenga.

sebastian entro en la tienda era la primera vez que la veia en persona y por ello el gesto de sorpresa fue mayor, observaba los libros y libros que habia en esa libreria, dejó sus manos en algunos libros que le interesaban, de misterior, de terror abria sus labios buscando algunos libros de lesley o de kate escritoras que le gustaban bastante, cuando vio a axl, no queria molestarle, no sabria que decirle asi que solo le sonrió con suavidad y sentia la presencia de alguien detras de el intentando leer el libro que tenia en sus manos - perdone

- inclino el cuello en una reverencia cuando miraba al hombre, dandole el libro con delicadeza aun con el rostro serio, perdiendose entre los libros de poesia, sonriendo de forma sumisa, una sonrisa poco comun en el al encontrar " romeo y julieta " - dios..

- fue la unica expresion que utilizo, ya que era uno de sus favoritos

Comenzó a mirar a todas partes, pero antes de ver a Sebastian, vizualizó que uno de sus empleados tenía problemas con un cliente que se estaba comenzando a volver irritable y grosero. Se acercó, sonriendo falsamente para quienes lo conocían, pero verdaderamente para los desconocidos.

- ¿Disculpe, señor, puedo ayudarlo?- preguntó, con amabilidad, mientras miraba a su empleado de forma disimulada, para que se retirara- soy el dueño de la librería- explicó al hombre, que estaba bastante alterado, pero sólo consiguió insultos de su parte, primero hacia la librería y, después, hacia su persona, molestándole la frase "con un esclavo a la cabeza, la derrota y mediocridad es segura". Se limitó a seguir sonriendo- es una lástima que opine eso, porque, con su mala educación, seguramente no llegará más lejos de lo que llega un esclavo- el hombre le dio un leve empujón, furioso. Axl lo miró, esta vez de forma aterradora, como un perro que espera una orden para morder, pero sin abandonar su sonrisa- por favor, le exijo que se retire del local o deberé recurrir a la fuerza- el hombre lo miró asustado y, con una mueca de molestia, se retiró. El peliazul se limitó a hacer una leve reverencia- gracias por su preferencia- dijo, burlezco y miró a su empleado, abandonando su destello aterrrador por uno neutro- cuando vuelvas a encontarte con clientes como esos, no dudes en echarlos a la calle. Prefiero que mis libros no se vendan a que queden en manos de escoria- el empleado sonrió e hizo un leve reverencia en señal de respeto.

El peliazul se sintió satisfecho, un poco acostumbrado a ser juzgado por su apariencia física. Miró a todas partes y, por fin, vio a Sebastian, sonriendo y cambiando su mirada por una dulce y seductora. Observó el libro que tenía en sus manos.

- Me honra con su presencia, mi estimada Julieta- bromeó, acercándose a él, y llamando la atención del resto de los empleados.

observo la pelea que habia formado un cliente, en verdad la mentalidad de muchos sujetso dejaba de desear pero no les culpaba si el hubiera crecido en una sociedad donde la esclavitud era presente y se tomaba como un juego tambien habria opinado igual, no, creo que sebstian seguiria siempre apoyando a los esclavos

mantenia el libro en su pecho como si no quisiera que oyera semejantes aberraciones, mientras escuchaba a axl, el rostro de sebastian se iluminó, claro esta lo disimulaba entre la seriedad y la indiferencia propias de el, pasó el dedo por los estantes, abriendo la boca cuando veia que tenian una estanteria de william shakespeare, aquello no lo pudo disimular, mientras veia que el mayor se acercaba llamabandole julieta, en ocasiones normales le hubiera respondido con un gruñido o algo mas sofisticado, pero se dedico a señalar la estanteria con la boca abierta

- una, solo, de ahw¡ - se volvio hacia la estanteria, ya que los empleados parecian mirarles a los dos, disimuló su estusiasmo aunque por poco tiempo, observando a axl, sonreia inclinando su cuello de forma respetuosa- cuanto tiempo.. aunque espero que no haya demasiadas tormentas en el paraiso - murmuraba alzando la mano por unmechon de cabello de axl, apartandoselo de los ojos y mirando el libro que tenia en su pecho, sonriendo por primera vez de forma real, con sus ojos cerrados y mostrando su dentadura mientras sujetaba su cabello al que ya le hacia falta un corte, volteando para dejar el libro donde estaba y morder su labio inferior mientras esta vez parecia en verdad un gato sumiso en aquella libreria, podria decirse que era uno de sus mas debiles puntos junto con la musica clasica
- perdona por venir a molestar la anciana que vive al lado nuestra me dio algo de dinero por hacerle unos recados y vine a comprar libros..- colocaba las manos en su sbolsillos, vestia una sencilla camisa sin mangas, abierta por la zona de su pecho y unos pantalones de cuero, que se ajustaban a su figura sonriendo al visualizarse su cabello completamente rebelde por la brisa de fuera, intentando domarlo con las manos

Axl se limitó a sonreir ante las acciones del joven, feliz de volver a verlo, dejándose acariciar por la mano ajena, cosa que llamó aún más la atención del resto de los empleados, ya que Axl no solía dejarse acariciar por casi nadie.

Estoy más contento de verlo de lo que creí que estaría...

- Los problemas del paraiso quedan aislados con tu resplandor- dijo, en voz alta, acostumbrado a ser observado por personas- no sabes lo mucho que me alegra que hayas optado por esta humilde libreria- habló sarcástico, sabiendo que su librería no tenía ni pelo de humilde- recibirás mi atención como se debe. Ahora eres mi cliente.

Se acercó a los labios del pelinegro, besándolos con ternura, pero a la vez, con la doble intención de "quiero que vuelvas a ser mio". La mayoría de los empleados miraban impresionados y, el resto, no podía evitar sentir envidia de Sebastian. Lo miró, con aquella picardía que lo caracterizaba.

- Conocí a tu amo- susurró sólo para él- te quiere bastante- comentó, alejándose un poco del joven y suspirando levemente- bien... ¿qué desea mi cliente favorito?- preguntó, con ironía.

el paraiso es..-se dejaba besar antes de acabar aquellas palabras, cerrando los ojos, nunca pensaba que volveria a hechar tanto de menos aquellos labios, los abria al cabo de unos segundos iba a soltar " una cita contigo " pero mantuvo la seriedad de siempre señalando solo la estanteria de shakespeare, mientras sonreia de medio labio, intentaba no sacar un pequeño dulce de su bolsillo, se habia vuelto mas que adicto rodeado de gente que amaba los dulces, mientras lo desenvolvia y se lo daba a axl devolvia el beso de forma suave, como respuesta " si.." y volteaba- y sere uno de tus muchos clientes, hmm y el que mas frecuente venga aqui con tu servicio - sonreia ocultando sus dedos en el cabello, cuando estiraba la mano para mirar el ejemplar de lady mcbeth, el suyo se habia quedado roto de tantas veces que lo habia leido- hm? julien me quiere? supongo que despues de que le gritase idiota a su cara debe de quererme algo para no castigarme...ah..lady mcbeth..aun recuerdo sus versos

- Está ronco el cuervo
que anuncia con graznidos la fatal llegada de Duncan
a mi castillo. ¡Espíritus, venid! iVenid a mí,
puesto que presidís los pensamientos de una muerte!
Arrancadme mi sexo y llenadme del todo, de pies a la cabeza,
con la más espantosa crueldad! ¡Que se adense mi sangre
que se bloqueen todas las puertas al remordimiento!
¡Que no vengan a mí contritos sentimientos naturales
a perturbar mi propósito cruel, o a poner tregua
a su realizacion! ¡Venid hasta mis pechos de mujer
y transformad mi leche en hiel, espíritus de muerte
que por doquier estáis -esencias invisibles- al acecho
de que Naturaleza se destruya! ¡Ven, noche espesa, ven
y ponte el humo lóbrego de los infiernos
para que mi ávido cuchillo no vea sus heridas,
ni por el manto de tinieblas pueda el cielo asomarse
gritando «¡basta, basta!».-

calló de pronto ocultando sus labios con el libro, cada vez que recordaba aquellas frases perdia demasiado la cabeza y se dejaba llevar, suspiraba mientras dejaba su mirada hacia abajo- losiento..

- sonreia cuando sacaba algunos libros mas de shakespeare, y los apretaba en su pecho mas pareciendo un infante que el hmbre que aparentaba, observaba a los empleados, con un rostro serio que podia verse asusto a algunos cuantos que siguieron con su tarea, elevo una ceja, parecia divertido aquello, mientras sonreia, sujetando la mano de axl con disimulo, paso sus dedos por los ajenos, era raro lo que creaba en el ese sentimiento, como el de encontrar una casa-

Le hubiese gustado escuchar que era el paraiso para el pelinegro, pero no lo hizo y se limitó a reir ante la respuesta del joven, mirándolo sonriente, pensando en que sería enormemente feliz si el menor concurriera más a su librería y sorprendiéndose ante su propio pensamiento.

Parece que todo me sirve con tal de verlo... ¿desde cuándo lo necesito tanto? ¿Cuándo pasó a formar parte de mi vida?

No pudo evitar sentir un poco de celos al escuchar el comentario sobre Julien, más que nada, porque el amo de Sebastian era muy afortunado al tenerlo. Se dedicó a mirar por breves instantes la ropa simple pero siempre provocativa del joven, molestándose un poco al no poder estar igual de provocativo y tener que usar terno, camisa y cobarta, aunque claro, eso le daba una apariencia bastante dominante y seductora, además de un aire de seriedad, sólo que Axl no se daba cuenta. Escuchó atento como las palabras del libro salían textuales de los labios del menor, impresionado y emocionado con el acto.

- Nada de lo siento- dijo, con aire de falsa molestia- eso fue fantástico- sonrió, halagador.

Le sorprendió un poco que Sebastian entrecruzara sus dedos con los suyos, sabiendo que el esclavo no solía hacer aquello. Los presionó, para darle seguridad, sin dañarlo pero dejando claro que estaba allí, con él y para él. Miró como el resto de los empleados se alejaban al ser mirados por el gato, riendo internamente ante el acto. Besó con ternura los labios ajenos.

- En verdad te he extrañado demasiado- comentó, juntando su frente con la otra- y eso es raro en mi.

respondia a su beso con ternura algo raro en el, dejaba los libros en su pecho sujetando la mano izquierda mientras apretaba los dedos de axl, a veces odiaba ese sentimiento, el sentirse domimado por sus labios...a veces se decia el porque necesitaba esos labios o el porque necesitaba verle, en verdad habia hecho todo lo posible en la casa de la anciana para reunir todo el dinero que pudiese e ir a la libreria, habia cogido libros que ya tenia, solo para verle, no sabia desde cuando se habia vuelto importante, pero lo era, abrio muy lento los ojos dejando un suave hilo de saliva en su boca, al igual que su aliento

no habia sido un beso apasionado, ni tampoco un beso fuera de lo comun pero bastaba para que se vieran sus mejillas un poco carmin, miraba hacia abajo y luego de nuevo a los ojos del peliazul, vestia atractivo, deseaba quitarle la corbata y besarle pero aunque lo deseaba para que no se diera cuenta de su sentimiento de verguenza se reia levemente- wah..creo que te voy a pedir trabajo..asi podria leer todos los libros- " y verte.." al instante de haberlo dicho se lamento, era aun mas raro verle dudar de su vocabulario por lo que sonreia suavemente de medio labio, mirando hacia los libros que habian, era un paraiso para el, ladeaba el rostro besando una vez mas sus labios, para colocar la mano de axl luego en los labios propios, besar sus dedos para dejar los libros en el mostrador separandose al fin

habia supuesto demasiado esfuerzo por lo que seguia observando de reojo al pelirrojo hasta que sus pantalones eran atizados por un niño, al parecer señalaba un comic que estaba fuera de su alcanze, sebastian pestañeo, no era bueno tratando con niños, aunque se veia ridiculo cogiendo un comic y viendo que el niño no lo queria, cuando señalaba varios el niño parecia tener otro en mente, por lo que tuvo que cogerle entre brazos- venga..dejame esto mas sencillo y coge el que desees - cuando por fin el niño se habia salido con la suya y se libro de el, sebastian sonreia aliviado, mientras miraba a axl, sonrojado ahora si, por que alguien que era muy importante para el le hubiera visto de ese modo

El tono carmín en las mejillas del menor enloquecia a Axl, que debía hacer grandes esfuerzos para no ceder a sus instintos animales. Sonrió con enorme felicidad al escuchar el comentario, ciertamente nerviosos, del joven.

- Si quieres trabajar aqui y tu amo te lo permite, no hay problema- comentó, increiblemente contento- mis puertas estan abiertas para ti siempre.

Nada podría ser más interesante que trabajar junto con el pelinegro, poder verlo aunque fuera unas horas al día, cada cierto tiempo, pero estar seguro de verlo. Aún así, la desición final la tomaba Julien. Maldijo eso. Se quedó mirando al niño que le pedía a Sebastian un comic. Axl adoraba a los niños pequeños incluso más que a los adultos o jóvenes, siempre había querido uno. Se soprendió al ver la forma torpe en que el pelinegro se comportaba frente a un infante, riendo levemente ante el dulce acto. Se sintió totalmente conquistado al ver como había actuado.

Con esto, te has ganado otro espacio más en mi ser...

- Te ves muy bien sonrojado de esa manera- dijo, sabiendo que fastidiaría al menor- tal vez deberías trabajar en un jardín infantil, con niñitos que te dijeran tio- rié burlezco- aunque ahora me has comprobado que eres un buen y paciente vendedor.

hmgjsh - gruñia a lo del jardin de infancia cuando le miraba a los ojos y dejaba que como numerosas veces sus ojos grises se fundieran con los suyos, al principio no queria decir nada, aunque le hacia ilusion trabajar con el, tal vez se lo comentaria a julien, hacia caso omiso a lo que decia en ultimas palabras, sacandole la lengua como si de verdad fuera un infante, mientras se volteaba cuando el niño le decia adios, sebastian no sabia como actuar, por lo que solo elevo con torpeza la mano derecha y movio los dedos, luego dirigio una mirada a axl, suspirando cuando apoyaba sus lumbares en el mostrador y miraba hacia el niño, dejando una sonrisa suave, casi automatica en el para dejar sus manos en los cabellos de axl, le gustaba el toque, sobre todo hacerlo de improvisto

se sonreia, cuando murmuraba- ah..y, me concederia el honor de enseñarme su almacen - colocaba unos ojos aunque inexpresivos en forma de ruego, acariciando la corbata de axl, rozandola con los dedos, para encoger sus hombros en el momento que decia- para familiarizarme en el caso de que pueda trabajar - " y para conocer denuevo tu cuerpo" pero aparto ese ultimo pensamiento de su mente, besando su menton con delicadeza para mirar a los empleados, al parecer estaban ocupados algunos hablando y otros con algunos clientes, colocando las manos en el bolsillo trasero de axl, sin mas intencion que la de sentir su calor, para apegar su nariz y su rostro al suyo, mordiendo su labio - y hare lo que me digas? depende de lo que sea claro

Simplemente pudo reir ante el infantilismo de Sebastian, para luego, observar su ya característico comportamiento seductor digno de un felino, escuchar sus palabras con atención y sentir un pequeño estremecimiento cuando la mano ajena se colocó en el bolsillo trasero de su pantalón, principalmente porque no deseaba lanzarse sobre él allí, en pleno trabajo. Sonrió, intentando controlar sus instintos animales.

- Te mostraré todo lo que desees ver- murmuró, con sarcasmo y doble intención, para luego acercarse al al oido del joven- soy un jefe excéntrico, así que no te sorprendas si llego a pedir algo extraño- susurró, con ironía, aunque sus palabras no se alejaban demasiado de la realidad- aunque en tu caso, puede que mis pedidos vayan a ser algo así como "baila para mi" o "has un streeper"- bromeó, para alejarse de él unos instantes.

Se acercó a su escritorio y terminó de beber el poco de café que había quedado abandonado en su taza gracias a la llegada del menor. Tomó el teléfono para hacer una llamada a una editorial, actuando de forma seria y ciertamente antipática, muy diferente a su comportamiento con el pelinegro. Cuando colgó volvió a sonreir, pero antes de volver con su "cliente honorario" dio instrucciones a algunos de los empleados. Finalmente regresó junto a Sebastian, tomándole una mano y besándolo con suavidad, lo que volvió a atraer miradas.

- Entonces, haré que te familiarizes con el lugar- se acercó al oido ajeno- y con tu futuro jefe- susurró, lamiendo el lóbulo del joven.

hm? un baile..supongo que deberia prepararme - alejo el oido de los labios del mayor, era su punto debil pero aun no deseaba que lo supiera " seguro que con esto ya sabe como dominarte " pensaba de esa forma a pesar de que antes de que se alejara de su cuerpo besara su mejilla y le dejaba alejarse, a veces queria abrazarle por detras y mostrarse sumiso o decir " no..no te alejes ni un poco " pero siempre era orgulloso y solo lo haria en un momento de extrema debilidad, dejaba las manos en el cuello mientras se entretenia con algunos libros, sobre todos aquellos historicos

deslizaba los dedos por la tapa de aquellos libros, era una " mania " y era acariciar la tapa de los libros, sin los ojos, cerrandolos y acariciando aquellos libros a pesar de que algunos le miraban, no se alejaba demasiado de axl, se mantenia en la misma estanteria de libros de shakespeare y otros, pasando los dedos por su cabello dejando que la sorpresa se notase en sus ojos cuando se acercaba hacia el con aquella suavidad- axl..

- se escapo su nombre entre los labios observando hacia sus ojos, aunque sin mirarle, habiendo ladeado su rostro, cuando escuchaba sus palabras " haré que te familiarizes con el lugar y con tu futuro jefe " aquello le hacia sonreir, observaba a axl para rozar sus labios una vez despues de haberle apartado de su punto debil, acariciando su cabello de forma suave y delicada, sonriendo, cuando acariciaba sus orejas y se alejaba unos centimetros de su cuerpo, con una reverencia teatral- dejaré pues que me guie, señor miller

- sonrio de medio labio dejando las manos en sus bolsillos, caminando para estar detras de el, dejando su menton en sus hombros unos segundos, oliendo su cuello, sus cabellos, aquello le proporcionaba quizas por asi decirlo la energia que necesitaba, no importaba si le miraban o si le decian, solo le importaba lo que axl dijera, podria decirse que lo habia domado completamente, pero con la seriedad, el orgullo que siempre le acompañaba - seré su mas fiel seguidor

- su voz era de forma maliciosa, sonriendo al mostrar sus dientes

Parecía inevitable reír frente a las astutas y maliciosas respuestas del menor. Una pequeña risita de cosquilleo lo invadió cuando sintió el aliento del joven en su cuello y sus cabellos. Lo tomó de la mano, entrelazando sus dedos con los otros, como tanto le gustaba. Se paró frente a una escalera en forma de espiral, que llevaba tanto arriba como hacia abajo.

- La librería consta de tres partes- comenzó a explicar, mientras subía las escalera- el subterraneo, que vendría siendo el sótano; la parte de la entrada; y el segundo piso, que sigue siendo parte de la librería, pero es...

Cortó sus palabras una vez llegaron al piso de arriba. Sonrió con orgullo, sin soltar a su gato de la mano. Era un lugar mucho más amplio y con muchos más libros que el piso de la entrada.

- Mucho más amplio y completo- terminó su frase, para luego posar sus ojos en los grises.

Acarició los cabellos y la mejilla ajena, posando luego sus labios en los del pelinegro. Aún le parecían un vicio del que era difícil salir. Su mano seguía pegada a la otra, como si no la quisiera soltar, como si no quisiera que lo dejara.

- La última parada será en el sótano- susurró al oido del joven, con aquel tono medio pervertido medio dulce.

en un interno jugueteo no deseaba caminar al lado del mayor, como un " status " para que caminara delante, pero sonrió con cierta satisfacción cuando enredabasus dedos en la mano de axl, acariciando con el pulgar su muñeca, escuchando atentamente, parecia que cualquier sentimiento pervertido se habia evaporado y se habia sustituido por un intenso saber, su rostro ladeado su cuerpo relajado y tenso a la vez, preparado para cualquier roce o accion del mayor, aunque apretaba sus dedos con los de el, observando los libros - oh..

- eso se escapó de su boca, que habia sido sustituida por un sentimiento de intimidacion por loslibros, no era de extrañar el orgullo que posaba el mayor en ese lugar, si el trabajase aqui parecia que ya habia encontrado que hacer en el tiempo libre, aunque amaba los libros y esperaba escaparse en algunos momentos para leer - si e-

no pudo decir aquellas palabras ya que habia bajado la guardia frente al mayor, y observaba sus ojos, fundiendose con los azules, eran su vicio personal, el observar sus ojos, el sentirse suyo con solo una mirada, sonrió de medio labio mientras se sentia acariciado, mimado e incluso poseido por solo su toque.

" porque será que me siento de este modo "

alejaba su oido de los labios de axl, aunque era imposible no mantener aquella atraccion que sentia por el mayor, y su mano libre la acomodaba en su nuca, ladeando el rostro, arrinconando sus labios contra los de el para besarlos con dulzura como un roce mientras volvia a alejar su cuerpo de el observando los libros apretaba sus dedos contra los de el dejando que su mirada vagase por aquel mundo que no era suyo, pero que con cada mirada se abastecia, haciendole sentir aquel apreton, cuando murmuraba maliciosamente- entonces la ultima será una visita guiada, es un honor

En un principio observó divertido el asombro del menor frente al lugar repleto de libros, pero luego, le pareció que Sebastian estaba actuando de manera más sumisa y dulce, cosa que le encantaba y atraia al peliazul. Sentir sus besos, sus toques... todo era atrayente.

- El honor será todo mio- repuso, sonrindo con malicia.

Enseguida, aún de la mano ajena, se dispuso a bajar las escaleras en dirección al sótano, con extraño entusiasmo, comenzando a maquinar que cosas haría con el pelinegro. La idea sonaba entretenida y pervertida, algo innovadora.

- No imaginé que luego del hotel nos volveríamos a ver tan pronto- comentó, mientras bajaban las escaleras- la verdad es que deseaba encontrarme contigo, pero no estaba muy seguro de como localizarte o qué decirte cuando te viera- rió levemente- supongo que soy algo torpe para los reencuentros.

Una vez llegaron al sótano se podía observar lo amplio que era y lo lleno de cajas con libros que estaba. Tomó a Sebastian por la cintura y lo besó, mas bien de forma sorpresiva, con toques de lujuria, sensualidad y ternura, que lo volvían un beso extraño y diferente.

Te deseo... te deseo más de lo que crees...

sus ojos se volvieron como ausentes, cuando observaba cualquier libro que se posara a su mirada, a veces debia de quitarse su cabello con los dedos para que estos no entorpecieran su vista hasta que observaba hablar al mayor, le querria pedir que le dejase unos minutos mas en aquel lugar pero supongo que el que mandaba era axl, como siempre, se olvidaba de quien le dominaba, aunque no perdia el toque de sumision y de rebeldia unidos, parecia estar un poco mas sumiso.

dirigia su rostro al mayor con cuidado de no tropezar y hacer el ridiculo - intente contactar..gracias a dios eres mas facil de contactar y..ah..hice alguna excusa para ir a verte - murmuraba con sinceridad en el mismo momento que intentaba hechar un vistazo a lo que tenia a su alrededor y el sorpresivo beso de axl le obligaba a volver su vista al axl, cerrando los ojos mientras parecia dejarse llevar, su cuerpo temblaba, se podia comprobar en sus hombros algunos movimientos propios de los cosquilleos que estaba sintiendo su cuerpo

m..-callaba aquel suave gemido, era raro en el gemir desde ese momento, aunque mas que un gemido era un jadeo, ya que separaba sus labios de los del mayor, dejando que su respiracion gobernase sobre la de el, dejando las manos en su pecho, mientras no deseaba gemir del todo por si algunos de sus empleados le escuchaba, mientras en su rostro volvia a sustituirse en ocasiones la sumision con el orgullo, abriendo sus labios aferrando las manos a su camisa

Cuando escuchó todo lo que Sebastian había hecho para verlo se sintió halagado y orgulloso, querido de alguna manera, feliz también de saber que el menor cada vez se habría más a él y le contaba una mayor cantidad de cosas. Luego, se sorprendió ante el leve gemido del pelinegro; sabía bastante bien que este siempre se negaba a gemir y le pareció raro escucharlo, en especial siendo por parte de un beso. Mantuvo una de sus manos en la cintura del otro, mientras la otra tomaba el mentón ajeno. Sonrió con malicia y diversión.

- Hoy te noto diferente, mi gatito- comentó, con voz calmada pero siempre tramando algo- no sueles aferrarte a mi de esta forma, tampoco sueles temblar levemente y, mucho menos, gemir en el punto de partida- sonrió, claramente entretenido con todo- pero, de alguna forma, esta nueva actitud me parece aún más llamativa. Me gusta- dijo, con sinceridad- no vaya a ser que te estes enamorando de mi- bromeó, entretenido.

Lo terminó por besar, aún más dominante que las veces anteriores, posicionándose, con su lengua, por completo de la boca ajena, mientras aún sujetaba su mentón y su cintura. Sin dejar de besarlo, la mano que se ubicaba en la cintura ajena comenzó a deslizarse por las nalgas del pelinegro, palpándolas por sobre la ropa, aunque eso no le quitaba la propiedad de ser una de esas caricias que provocan escalofríos o estremecimientos.

Hm..enamorarme del señor miller..- lo decia a tono pensativo pero de manera superficial mientras en sus pensamientos gritaba una frase " Y si asi fuera..? " sonrió cuando escuchó las palabras de axl, se sorprendio al principio al vislumbrar aquel brillo de orgullo en los ojos del mayor, se quedo observandolos unos segundos, intentando posicionar sus dedos en sus mejillas

al oir los fallos que habia cometido desde el principio parecia haber caido y perdido la guerra y era la verdad, normalmente mostraria sus comentarios mordaces y se tragaria la lengua antes de gemir ante cualquiera, le miraba a los ojos mientras antes de que sujetara el menton de sebastian podia pronunciar unas palabras - supongo que el infierno sacó el as..- siempre decia aquella frase en resumen de que era humano y habia perdido una jugada, aunque cuando besaba axl cambió de gesto

cerró los ojos y se abrazaba al cuello del mayor, sin hacerle sentir su cuerpo, ya que a pesar de que sus nalgas estaban siendo apretadas apartaba su cuerpo del oji-azul, a excepcion de su boca, juego en el que se mostraba igual de dominante, orgulloso y salvaje mientras abria su boca para poder controlar la lengua de axl, mordiendo y chupando la misma sintiendo en el mismo tiempo el juego de las salivas, mientras mordia su labio inferior y volvia a responder al beso, sin una pizca de sumison esta vez, apretando su nuca cuando apegaba el rostro del mayor contra el suyo, para dominar en aquel juego, mientras apegaba su cuerpo lo que podia hacia un apoyo, alejando sus labios de los de axl

la respiracion acudia a sus labios, humedos por ambas salivas, observaba los labios de él, al igual que sus acciones ante aquel gesto de rebeldia, ante la aparente sumison y ahora al alvajismo que representaba su mirada, mientras parecia preparado para arañar incluso a su amo, secandose con la lengua los labios, para apoyar su cuerpo cerca de unas cajas bien apoyadas como un felino

El comportamiento orgulloso y dominante del menor provocó que se entusiasmara aún más; Axl no era de los perros que huia ante una pelea díficil, sino que, por el contrario, se entusiasmaba sin importar los riesgos que esta llevara. Lo sintió cerca de su cuerpo, morder su lengua e intentar acorralarlo. El peliazul simplemente continuó besándolo, hasta que tuvo la necesidad de separarse para controlar su respiración agitada. Sonrió con malicia y su mirada se volvió más orgullosa.

- Nunca he admitido una derrota ante nadie- comentó, parándose erguido al volver a su estado normal- y no planeo hacerlo ahora.

Tomó ambas muñecas del joven con una mano, mientras que lo acorralaba a una muralla, sosteniéndo las muñecas ajenas por sobre la cabeza del pelinegro, apoyadas en la muralla, colocando una pierna entre las del menor. Sonrió de lado, malicioso, pero a la vez, era la sonrisa de un niño pequeño que no sabe lo que hace y considera algo peligroso un juego divertido. Su boca se dirigió al cuello del joven, como tanto le gustaba, lamiéndolo y besándolo.

- ¿Sabes cuando un juego deja de ser juego, Sebastian?- preguntó, repentinamente, susurrandole en el oído- cuando se involucra el sentimiento amor. Antes de eso, todo es un divertido juego- lamió el lóbulo del pelinegro, con sutilidad.

sus pasos eran llevados hacia atrás por el propio mayor, era un juego de la seduccion, no podia compararse con la fuerza y la corpulencia de axl como asi notaban sus muñecas, apreto las manos y las mismas buscando zafarse de sus manos, un reto imposible pero a todas un reto que le atraia, alejo sus labios de los suyos forcejeando ante el beso- perder la batalla no significa perder la guerra - encogio sus hombros cuando observaba fijamente los ojos del mayor, cerró los mismos cuando sus piernas estaban siendo separadas

a pesar de que axl tenia su rodilla entre sus piernas, le hacia sentir la fuerza de las piernas mientras se cerraba, podria acariciar su miembro, pero le resultaria dificil dominarle esta vez, cerró los ojos una vez mas para abrirlos y mirar al mayor, mientras dejaba sus labios en su oido, como si no hubiera oido ninguna silaba del mismo, susurrando de forma sensual, seductora pero de forma inolvidable, ya que ronroneaba en su oido y susurraba- y como te sientes..jugar con fuego atrae mas fuego - mordio su menton aunque inclinaba su rostro hacia adelante mientras lamia su lobulo, no le iba a ser dificil dominarle si seguia de ese modo, pero no queria ser tan debil

a pesar de que sus mejillas parecian ligeramente rosadas lograba liberar tan solo una mano de axl su muñeca se podia ver un poco rojiza pero desaparecia a los segundos, mientras aferraba sus manos al cabello de axl levantandole con los dedos sin hacerle daño para apegarle a su boca, mirandole a los ojos, mientras su pierna derecha iba rozando los muslos del mayor con habilidad, aprovechando que el mismo [ axl ] tenia una pierna entre las suyas [ xD es decir tienes las piernas entre las de sebastian ] y aquello le resultaba mas facil acariciandole con sensualidad, mientras sus nalgas se apoyaban al igual que sus hombros, como recostandose, pero alehandole de la parcialidad de su cuerpo con el torso sin que pudiera acercarse mucho a sus labios