La puerta a mi pasado tiene llave (privado-lemon-R)

Llegó con Yasill a casa bastante entrada la noche ya, ese día se había quedado trabajando más de lo normal mientras el esclavo lo esperaba pacientemente en el sofá que estaba dentro de la misma oficina; odiaba cuando se acercaba el fin de mes, todos querían tener listo todo antes de que acabara el mes, al menos agradecía trabajar con gente responsable que no dejaba todo a última hora, aunque esa vez se quedó así porque surgió un problema con la droga que comercializaban.

Cenaron juntos, seguro Yasill estaba bastante sorprendido con eso pero Dantes evitó hacer demasiados comentarios, terminó rápidamente con su comida y esperó a que el esclavo terminara con la suya. Cuando los sirvientes ya habían retirado todos los platos, Gabriel ordenó a sus sirvientes que asearan al menor y después lo llevaran a su habitación, después de eso se fue. Se bañó y se cambió y se quedó en la cama leyendo algunas cosas en su portátil mientras esperaba que Yasill llegara a la habitación; no podía tardar demasiado.

Después de bañarlo, los mismos hombres de la otra vez, le pusieron ropas bastante llamativas, sabiendo cómo le gustaba al sueño de la casa. Lo llevaron a la habitación de Dantes y cuando el menor entró, encontró a su amo con otro esclavo, que estaba siendo obligado a hacerle sexo oral, el chico era menor que Yasill y era también bastante más pequeño. Cuando Gabriel vio a su esclavo entrar, le ordenó al chiquillo que se fuera y este no esperó nada más y salió corriendo de aquel lugar mientras miraba algo triste al otro esclavo.

-Acércate…

Era bastante tarde ya, el manto nocturno cubria el cielo despues de haber despejado el bonito color naranja con tonos violetas del mismo, despues de un dia tan largo para su dueño pareciera que no iban a poder llegar con vida o algo semejante, pues habia sido bastante ajetreo para el mas alto o asi lo sintio de tan solo verle con tanto trabajo encima, mientras el como siempre se disponia a esperarle sentado en aquel sofa que decoraba la oficina de el mayor. Tranquilo, quieto, bastante comodo a decir verdad, pero sin perder detalle alguno de todo lo que sucedia en aquel lugar.

Una vez llegaron a la casa, habian cenado juntos cosa que dejo al menor con bastante sorpresa e incredulidad, aunque a diferencia de hacia momentos cuando habian ido a comer juntos, esta vez no se hablo mucho mientras cenaban, entonces en cuanto Gabriel termino con sus alimentos Yasill solo tardo breves segundos mas. Los sirvientes habian recogido los platos sucios, y yasill habia sido enviado con otros para que le asearan y vistieran, sin saber que le esperaria esta noche, se encontraba bastante nervioso, Gabriel parecia haberse aseado rapidamente y encerrado en su cuarto, en espera al parecer mientras Yasill era arreglado en el otro lado.

Le bañaron con la dedicacion apropiada y le vistieron con aquellas prendas que solo hacian desear a la simple vista, eso le habia puesto aun mas nervioso, no sabia que estaba por esperarle ahoray temia lo peor, tenia miedo de ser golpeado, o que le gritase de una u otra forma, despues de encontrarse preparado le llevaron a la habitacion de su amo, cuando entro solo se quedo estatico observando aquella escena y apenas alcanzo a desviar su mirada... un poco adolorida y ni sabia el porque.. se sentia... incomodo mas ahora, con un dolor, una presion sin sentido en su pecho, suspiro entonces, volviendo su mirada cuando Gabriel le lanzaba la suya, observando al menor salir por un lado suyo, la expresion aquella le habia angustiado un poco, entonces miro a Gabriel... escuchando su orden.

" S-si "

Contesto titubeante antes de comenzar a caminar en direccion a aquella cama, subir a ella apenas sentandose en la orilla cercana a donde se encontraba su dueño.

Yasill se acercó y subió a la cama para quedarse sentado en la orilla de esta mientras Gabriel se quedaba observando los movimientos del menor; al notar que el esclavo no iba a hacer más nada, posó su mano sobre el hombro del más bajo y lo jaló hacia atrás haciendo que Yasill quedara echado en la cama con Gabriel encima de él.

Sin decirle nada empezó a quitarle la ropa, parecía que no tenía intenciones de ser rudo porque lo hacía con cierta paciencia y sin romper las prendas; al poco rato Yasill ya estaba desnudo bajo el cuerpo de su amo que no perdía tiempo y miraba toda la figura del menor.

Empezó a besarle suavemente el pecho y a acariciarle los muslos mientras su serpiente subía a la cama y los rodeaba, Dantes levantó la mirada y le sonrió a su mascota, los dos iban a divertirse bastante con Yasill; la princesa usaba su lengua para “acariciar” el cuello del menor y hacerle sentir escalofríos con esto, a Gabriel todo sólo le resultaba gracioso.

-¿Sabes? le gustas a mi pequeña…creo que quiere hacerte suyo también, es bastante gruesa…¿crees que puedas soportarla dentro tuyo?- el miedo en los ojos de su presa siempre lo excitaba, y al parecer pasaba lo mismo con su serpiente. Le separó las piernas al menor y empezó a buscar su entrada, como un aviso a lo que iba a venir no mucho después.

Sentado y tranquilo se mostraba el menor cuando estaba sentado sobre la cama, pese a saber de alguna u otra manera lo que le esperaba, suspirá mentalmente más que nada por que temía de lo que Gabriel haría esa noche, si le golpearía, le gritaría, cualquier cosa, pese a portarse tan amable durante la comida y la cena, no cabía duda de que había sido testigo de los constantes cambios de ánimo en el mayor. Sentía la mirada de su dueño encima, pero le entro el nerviosismo de moverse, fue entonces que sintió la mano que le hizo estremecer en su hombro cuando le jalaba y colocaba contra la cama, observando aquel alto cuerpo sobre el suyo y marcarse entonces su rostro con un fuerte sonrojo.

"Waah.. Ga-gabriel-san.."

Había reaccionado ante la sorpresa y ahora no podía creer lo que pasaba, las ropas que cuidadosamente le habían colocado antes eran despojadas de su cuerpo, pese a todo estaba siendo muy amable pues las ropas no estaban siendo desgarradas, suspiró Yasill cuando se encontraba desnudo bajo aquel cuerpo, sintiendo aquella mirada que si bien en un principio siempre le pareció hermosa por el colo de aquellos ojos, ahora mayormente le ponian nervioso. Aun así el sonrojo se distinguía sobre aquel níveo rostro.

Jadeó con aquellos besos sobre su pecho, las caricias sobre los muslos, cerrando apenas sus ojos mientras cada porción de su piel fuese asaltada, entonces sintio un movimiento más sobre las sábanas, quien sería entonces sino la princesa del amo, rodeando ambos cuerpos alcanzandó el menor además a notar la sonrisa que le dedicó el mayor a su mascota. Cerró sus ojos tras un leve quejidito que escapaba de repente de sus labios, aquella lamidita que le dedicaba la serpiente sobre su cuerpo le había hecho temblar el cuerpo entero, se estremeció con la sola sensación sin notar precisamente la expresión del mayor en esos instantes. Le escuchó.

" eh?!.. c-como... "

No sabía que decir a eso, no pensó que realmente Gabriel diría algo como eso, pues jamás creyó en que lo que decía fuera posible, era la primera vez que lo escuchaba.

" De-dentro mio??.... Ga-gabriel-san que es lo que.. Humm!!.."

Cierto temor se apoderó del menor en esos momentos, pensar que la serpiente podría hacer algo no podía llegarle a la mente, simplemente le era imposible pensar en algo como eso pues nunca escuchó de algo semejante antes, soportarle dentro suyo??, eso habia dicho no??... como haría algo como eso?!. Sus piernas fueron separadas por las manos de Gabriel, temblando su piel, su cuerpo con cada contacto por que aun no podía aclararase las ideas que le cruzaban ahora en esos momentos, aunque le tensó, ciertamente se tensó cuando esas manos atrevidas comenzaban a buscar aquel pequeño orificio resguardado, que le mirara con tanta minusiocidad provocabá una ligera reacción de excitación en el menor.

" humm...huhh.."

Yasill al principio trataba de decirle algo al mayor, pero como al parecer este no le hacía demasiado caso empezó a callarse; le había sorprendido lo de la serpiente…¿y a quién no?; sonrió mientras pensaba en sus tantas otras víctimas, sí…muchos de ellos se habían desmayado al sentir al animal dentro suyo, mejor por ellos, era mejor no recordar nunca esos momentos. Pero no quería que Yasill se desmayara, quería que se quedara despierto todo el tiempo.

Su mano llegó a la pequeña entrada del esclavo y empezó a penetrarlo con un dedo, no lo hacía con demasiada delicadeza pero al ser un dedo no estaba doliendo demasiado; la serpiente seguía dando vueltas alrededor de ellos, esperando su turno de actuar, entonces Gabriel introdujo un segundo dedo en el más pequeño, movía los dedos sin mucho cuidado, tratando de dilatar la entrada, pero seguramente logrando ponerla más tensa.

-Tranquila hermosa…- le habló a su mascota.- pronto será tu turno.- sí, sabía que sus gustos en la cama a veces eran algo bizarros, pero en su defensa podía decir que a veces sabía hacerlo con bastante cariño y cuidado, lástima que Yasill sólo hubiera vivido hasta esos momentos los arrebatos extraños de Dantes.

Ató las manos de Yasill a la cabecera de la cama para hacerse más fácil el trabajo, después cogió su frasco de lubricante y se echó un poco en los dedos, también echó un poco en la entrada del esclavo; estuvo algo de unos minutos tratando de relajar la entrada, ahora su mano había sido un poco más sutil en los movimientos. De pronto, sin importarle demasiado que el menor casi estuviera disfrutando el momento, sacó los dedos y sus manos para lubricar la parte de la cola de su serpiente.

-Trata de relajarte o la vas a pasar bastante mal.- le aconsejó a su esclavo.- le gusta moverse bastante cuando está dentro y eso al parecer les causa mucho dolor.

Temía de alguna forma con la idea que surcaba por la mente de aquel alto moreno, jamás, como antes se dijo, había escuchado de algo semejante a lo que le decía aquel hombre desde sus labios. Se llegó a preguntar si personas antes a él habían pasado por lo mismo, aunque por los gestos que tenían alguno de los sirvientes ahi presentes no se le hacía extraño que así fuera... aunque ahora más que eso le atormentaba el hecho de no soportar demasiado y desmayarse como algunas otras veces así había sucedido, pasandole después y sin darse cuenta por lo mismo varias cosas más a su cuerpo, en dado caso, esperaba quedarse totalmente lúcido, despierto.

" Ahh!!...huhh..."

Sus piernas temblaron ligeramente y su cuerpo se había entonces tensado cuando aquel digito le invadia no con rudeza, pero tampoco sin mucho cuidado, aún pese a ello no dolía al tratarse tan solo de un dedo, sentía por igual los movimientos de aquella mascota por sobre las claras sábanas, estremeció entonces su cuerpo más al sentir aquel segundo digito adentrarse a aquel cálido canal sacando así varios jadeos desde la joven garganta del pelinegro recostado sobre su cama. Contrariamente, le dilataba como al mismo tiempo le tensaba un poco más, haciendole apresar ambos dedos en aquel interior con casí recelo al reaccionar. No obstante, parecía que al mismo tiempo disfrutaba de aquellas caricias.

" ahhm... Ga..gabriel...hu-uuhh..."

Gemía entre cada roce interno, escuchandole entonces hablar con su mascota, aquella princesa que seguía rondando cerca, no sabía como su dueño tenía aquellos gustos aunque tampoco le cuestionaria, prefería mil veces mantener la duda que ganarse un castigo, siendo que la mayoría de las veces de estos mismos no salía. Las manos de Yasill entonces quedarón después atadas a la cabecera de aquella cama, comenzando a entrarle cierto nerviosismo con las acciones de aquel hombre. Sentir contiguo aquella caricia humeda cuando su entrada se relajaba poco a poco tras cada una. Su cuerpo quedó jadeante, suspirando varias veces, completamente relajado y excitado con aquellas primeras caricias, se le notaba cierta agitación en la respiración de su pecho, pero no era nada grave.

" Eh?.."

Expresó suavemente sorprendido, sus ojos se abrieron demostrando la reacción, pues había visto apenas como la cola de aquella serpiente habia sido lubricada, comenzando a temer ahora por aquellas palabras ultimas que le habia soltado.

Era normal que Yasill estuviera nervioso, no todos aguantaban esa clase de “castigo”, lo que mantenía algo ocupada la mente del más alto era cómo haría si el menor llegaba a desmayarse, tendría que reanimarlo con algo, porque esta vez quería tenerlo toda la noche despierto…por eso esperaba que no se desmayara esta vez.

Terminó de lubricar la cola de su serpiente que de verdad era algo gruesa, aparte del tipo de serpiente que era, que estuviera modificada genéticamente ayudaba en su tamaño.

-Abre las piernas.- le ordenó al menor mientras él mismo se encargaba de hacerle separar las piernas con algo de fuerza. Entonces la misma serpiente rodeó el cuerpo de Yasill por la cintura mientras su cola buscaba la entrada del menor, Dantes ayudó a su mascota para que esta no demorara demasiado en atinarle.

Sonrió al ver el rostro del esclavo, seguro que pensaba que eso también había sido una broma, pero con eso no bromeaba él, ya lo había hecho antes…lástima que nadie le había advertido al menor. La serpiente entraba en Yasill con la misma fuerza que lo haría Gabriel, sin piedad y tratando de lastimarle, pero lo peor fue cuando empezó a mover su cola desesperadamente adentro, causándole algunas heridas porque el narcotraficante ya podía ver un poco de sangre asomarse por la entrada.

-¿Ves? ella no sólo sirve para aterrorizar, también es un buen instrumento de tortura, le explicaba a Yasill mientras el animal seguía dentro de este.- se mueve bastante ¿verdad?, me gusta porque yo no puedo hacer eso…soy genial pero no mutante.- se rió un poco por lo que había dicho y otro poco como burla hacia el esclavo.

Su mano empezó a acariciar la piel del abdomen que había dejado libre el animal, lo acariciaba con cuidado mientras veía las expresiones de su esclavo, su mano fue bajando poco a poco hasta que llegó a acariciarle la entrepierna, pero no le acarició por demasiado tiempo porque su mano regresó al abdomen para unos segundos después bajar de nuevo al miembro.

Yasill sufría de un ataque de nervios irregular, estaba pálido, temblaba ligeramente al verse indefenso con aquellas amarras en sus manos, no sabía si de debía a algo malo que hubiese hecho anteriormente y este fuese un castigo, aunque a la vez cuestionaba a su propio fisico si podría aguantar un trato semejante, varias veces habia caído ante el dolor que le propinaba el mayor.

Observó como pudó, la cola de la serpiente estaba ya lubricada por los dedos del mayor, le aterraba la idea pues de solo verla admiraba el grosor de la que era poseedora dicha serpiente, creía haber escuchado alguna vez sobre la princesa, pero en esos momentos toda información sobre ella se reducia a que penetraria su cuerpo en esos momentos.

" mm..."

Abrió las piernas mostrandose la dificultad de hacerlo, pero tenía que obedecer aquella orden proveniente del pelinegro, hasta notando como el propio Gabriel se disponia a abrirle las piernas con ningun cariño aparente, muy contrariamente le forzaba un poco a hacerlo. La serpiente terminó por rodearle la cintura al menor y este se estremecia con el tacto de aquella cola en busqueda de aquel orificio entre sus gluteos, humedo por el lubricante colocado anteriormente y propiamente dilatado por las atenciones anteriores de los dedos ajenos, más inquietante era sentir como aquella mano ayudaba a aquella cola encontrar la entrada a su interior.

Sentía un temor indescriptible, si bien antes habia Gabriel bromeado bastante con él, ahora ya no sabía que hacer, en esta ocasión era claro que no se trataba de una jugada más. Gemidos, pronto se escucharon aquellos sonidos en la habitación escapando de los labios del menor, sentía el dolor y las lágrimas no faltaron en la escena al menos en pocas cantidades, era semejante o igual como lo haria su dueño consigo, entrando en él sin cuidado alguno con solo la intención de lastimarle. Se tensaba, su cuerpo apretaba ante el dolor del movimiento sucedido en su interior y la humedad extra se dejo sentir proximamente pues un poco de sangre se liberaba de aquella entrada ante los bruscos movimientos que le azotaban...

" Ahhh...Ga...huhh!!...due..duele...ahh-aahhh..!!..."

Escuchaba las palabras de Gabriel sobre la serpiente, era cierto todo, le torturaba, le atemirozaba con la mirada fulminante que portaba en sus negros ojos aquella mascota, y ahora con esos movimientos, con esas penetraciones que daba con su cola , sus manos se apretaban, se tensaban como lo hacían sus piernas y pies, sus labios seguian abriendose y emitiendo aquellos varios gemidos en diversas tonalidades, dolorosas, placenteras, avergonzadas... y el habitual sonrojo decorando sus palidas mejillas, con la mirada perdida en el techo mientras sintiese recorrer el abdomen y las caricias a su miembro ligeramente repartidas por aquella mano experta sobre su piel.

" fuhh..fuhh... aahh... ba...y-ya...aahmm.."

No podía evitar que aquellos sonidos se liberasen desde su garganta, la situación no podía ser del todo placentera pero le hacía reaccionar de muchas maneras, pues hasta podía ahora apreciarse un ligero movimiento de caderas.

Al principio las lágrimas del más pequeño lo habían hecho sonreír, todo estaba saliendo como él lo había planeado, sí…definitivamente disfrutaba de torturar al menor; pero cuando empezó con las caricias algo le llamó la atención.

¿Yasill en serio lo estaba disfrutando? Gabriel estaba un poco sorprendido al ver las reacciones de su esclavo, ¿cómo podía sentir algo de placer teniendo a su serpiente dentro de él? eso era que sin duda jamás le había pasado con ninguno de los otros esclavos, por eso le sorprendía tanto.

Si el menor lo estaba disfrutando entonces tendría que hacer algo para frustrarle, llevó su mano hasta el miembro del menor y se dedicó ya sólo a acariciarlo, lo hacía con mucha habilidad y hasta por momento parecía que con cariño, aunque sus intenciones eran otras. Lo estuvo acariciando así un buen rato, notando cómo el pene de Yasill se ponía erecto en poco tiempo, entonces recuperó su sonrisa y miró al menor.

-Si te corres…te voy a castigar.- siguió masturbándole mientras que su serpiente, como si todo hubiera estado planeado, aligeró los movimientos, tratando de que Yasill disfrutara más (si es que era posible disfrutar) de aquella penetración.

Definitivamente esa sería una tortura, eso era lo que motivaba a Dantes, hacer sufrir a Yasill, se le había hecho ya casi costumbre y disfrutaba mucho de aquello.

-Y hablo muy en serio.

Pero es que si lloraba más temía sobre un nuevo castigo, no deseaba que le regañara por llorar tanto, aunque tampoco deseaba que pensara lo contrario de lo que pasaba en su cuerpo, le dolía mucho, le pesaba de una manera en que la humillación quedaba corta con todo aquello que sucedía, aunque cierto era que sentir la tersa mano de Gabriel sobre su piel era mucho mejor distractor al dolor que sintiera por las arremetidas de aquella serpiente.

No. Esa era la más clara respuesta, su cuerpo era recorrido por una onda de dolor que jamás en la vida pudó haberse cruzado por su mente, ocurriría, sus reacciones con aquel tacto dificilmente podían evitarse, pero no era porque princesa le invadiera, dolía todo y mucho, intentaba no hacer caso a esa vergüenza, igual no quería crear una idea erronea en aquel hombre de negros cabellos.


" huhh!!!.."

Tembló completamente cuando aquella mano comenzo a acariciarle, era cruel, muy muy cruel, sobre todo porque estaba bastante afectado, no dejaba de temblar en ni un solo momento y contrariamente podia suspirar apenas para sustituir por ellos sus gemidos, esas caricias lo vendrían derrumbando lentamente ante caer en la pena de mostrarse asi ante Gabriel. Despues de unos instantes estaba completamente excitado, dolia su miembro cargado y ansioso por liberarse, notando aquella sonrisa aunque mas que tranquilizarle le temia, algo deberia de estar pensando...

" huh??... qué?.. huhhh!!.."

No podía creerlo, eso ya era como un castigo para el, justo estaba a punto de correrse y le venía con aquellas cosas, como la misma mascota del mayor comenzaba a moverse mas lentamente, mas... suave de alguna forma logrando sacar algunos estremecimientos, acuandose sus ojos de nuevo, no podía con eso... no podía...

La sangre se le acumulaba, la presion cada vez mas se sentia entre sus piernas en aquel pene que se erectaba cada vez y tomaba rapidamente un color mas rojizo, amenazaba algo de presemen por salir, se visualizaban algunas gotitas y temia que sucediera lo peor en tal caso.

" por favor...saquela... me...duele...saquela...por favor.."

Pidio mas que nada por aquella serpiente, si bien le estaba volviendo loco sentirla asi dentro suyo, se sentia cada vez peor de ser utilizado de aquella manera por Gabriel, que le castigara por lo minimo, que le gritara o algo mas, pero hacer algo como eso... no lo podía el menor soportar más.... nuevamente unas cuantas lagrimas surcaban sus mejillas, una combinacion entre el dolor fisico y emocional, dolor por no poderse liberar y la total humillacion que le hacian pasar...

Ahora de nuevo le estaba gustando aquello, Yasill sufría con la serpiente dentro de él y más aún con los movimientos de la mano de su amo; las lágrimas que se le escapaban al más bajo hacían que Dantes no dejara de mirarlo y sonreír con lo que veía. El esclavo le rogaba y suplicaba que la sacara, seguramente refiriéndose a su serpiente, entonces Gabriel miró a su princesa y notó como hacía fuera sobre el cuerpo del menor, eso iba a ponerse morado después.

Con una señal hizo que su mascota soltara a Yasill pero que no saliera de él, entonces se estiró para coger una pastilla y una botella con agua, llevó la pastilla hasta la boca del más pequeño y se la hizo tragar, después le acercó la botella.

-Toma un poco.- fue todo lo que dijo antes de obligarle a beber el líquido para rápidamente retirar la botella. Después de eso la serpiente salió sin mucho cuidado de Yasill y se alejó un poco, Dantes sonrió al ver la cola de su mascota manchada con la sangre del menor.- creo que sangras mucho.- le comentó a su esclavo mientras él tomaba la posición que había tenido la princesa; ya estaba duro con todo lo que había visto así que se acercó a la entrada ensangrentada y lastimada de su esclavo y empezó a penetrarlo.

-¿Mejor?- le preguntó, tanteando que seguramente era menor doloroso tenerlo a él adentro en esos momentos. Empezó a moverse y llevó de nuevo su mano hasta el miembro de Yasill, acariciándolo al ritmo de sus embestidas.- lo de antes sigue en pie.- refiriéndose al castigo que le daría si se corría sin su permiso.

Entonces empezó a sonar el teléfono, Gabriel dirigió su mirada hacia el aparato y decidió contestar pero sin prender la imagen, cogió un pequeño auricular y después de ponérselo empezó a hablar con una persona.

-Hola…papá, ¿qué tal todo?- sonrió, notándose lo bien que se llevaba con sus padres y lo mucho que le agradaba hablar con ellos.- qué bueno.- rió un poco.- sí ya lo sé…ahí estaré.- y seguía hablando con uno de sus progenitores mientras no dejaba de acariciar el miembro de Yasill, pero sí había dejado de moverse. Con su mano libre tapó la boca del menor para que no hiciera ningún sonido vergonzoso.

Gabriel disfrutaba de aquel espectáculo que dejaba ver el menor, pero más era lo que provocaba aquella mascota en él que gustaba a Dantes demasiado mientras el menor llorara por el sufrimiento del que era víctima a causa de la princesa. La mirada de su amo no se apartaba ni un poco de su ser ante el llanto que no paraba ni un poco de liberarse de aquellos azulinos ojos. Rogar era sumamente necesario para que el mayor no se enfureciera con él, humillarse de aquella manera era tan primordial y es que ya no aguantaba más los movimientos de aquella serpiente, hasta se sentía incómodo con el hecho de que el más alto solo observara como su mascota siguiera actuando.

Finalmente en un momento sintió cierta tranquilidad al momento en que la serpiente dejara de moverse de aquella manera, pero sentir su piel rasposa en el interior era aún un poco más incomodo, notó el movimiento de Dantes y sólo pudo pensar que le daría algo más, claro la santa pastillita que solo forzo a darsela, Yasill la tragó sin dificultad aún cuando le acercara la botella.

Pero hizó caso pues no quería que se molestara aquel hombre, bebiendo una poca de agua antes de que le apartara la botella, ya extrañaba el líquido en sus labios, sentaba tan bien esa humedad y el paso ligero de su saliva por la garganta reseca de tanto gritar. Estaba cansado, la serpiente le había lastimado demasiado y aún dentro de Yasill se encontraba ahora saliendo tan de repente que le lastimó una vez más hasta cuando le dejó en paz. El menor estaba mareado, alzó un poco la mirada notando la cola del animal, sufriendo un mareo mayor al ver aquella extremidad cubierta de sangre, temblaba su cuerpo ante el miedo y aun más por las palabras de Gabriel, observándole Yasill fijamente cada movimiento hasta como se acomodaba ahora él entre sus piernas, solo sintió el roce del miembro erecto sobre su intimidad y reacciono de inmediato contrayendose ante el dolor que sentía con la sutil caricia, antes de apretar sus dientes cuando se adentraba en si lentamente.

" haaaaggg!!.."

Se apretó todito, el dolor fue tremendo, a comparación no era demasiado pero que rozara la herida existente en su interior provocada por aquella serpiente era mucho más doloroso que cualquier otra cosa. Tembló en cuanto comenzó a moverse, sentía tan bien como las terminaciones nerviosas rozaban el tejido lastimado, llorando sin poder evitarlo y apenas saliendo de sus labios algunos que otros jadeos o gemidos predispuestos, se estremeció aún más con la caricia a su miembro erecto en esta ocasión, advirtiendole Gabriel sobre la orden anterior, pero esta vez no sabía su podría hacerle caso a ello, estaba bastante afectado, la resistencia estaba disminuyendo con el cansancio, respiraba bastante agitado y sus gemidos se seguian escuchando...

" ahh...ahh...ahhm.. ba...bast...aahh!!.."

Gritó un poquito antes de que el teléfono sonara, los movimientos de Gabriel fueron vistos por el menor desde donde se encontraba, suspirando un poco aunque no sabía si debería oh no de hablar, estar asi en ese momento era vergonzoso, le temblaba por completo el cuerpo, se tensaba y solo podía permanecer quieto escuchandole. La sonrisa en el mayor se alcanzo a mirar diferente al saberse era su padre quien llamaba, no quería parecer un metiche pero las caricias no se habían detenido a su ereccion y tenia que distraerse, aunque casí arrancaba gemidos sin siquiera moverse la mano de Gabriel no se lo permitio, callandole al posicionarse esta sobre su boca, sino detenia el mayor sus caricias al miembro erecto no tardaria demasiado en...

" ngh!!."

Apenas salió cuando un poquito de semen escapo, conteniendose con mucha fuerza para no liberar más, pero ya dolía mucho, seguro por ese momento y aun seguro era que Gabriel le castigaria por ese minusculo error.

Sintió el semen que se le había escapado a Yasill y también escuchó el suave gemido, aunque este no había sido tan fuerte como para llegar a oídos de sus padres; los ojos del mayor viajaros hasta los del esclavo y lo miraron fuertemente, como reprochándole no haber obedecido…al menos no por completo.

-Sí…- desvió la mirada y sonrió un poco.- bien, yo lo llamaré para confirmar…adiós, los quiero.- colgó y miró a Yasill, ahora nada le impedía castigarlo por su “mal comportamiento”.- ¿acaso mis órdenes no fueron claras?- preguntó fríamente sabiendo que sus órdenes habían sido perfectamente claras, su voz era grave, pero él rara vez gritaba, sólo cuando le hacían enojar de verdad.

-¿Qué vas a hacer ahora?- dijo al mismo tiempo que retiraba su mano del rostro del menor para que este pudiera hablar; y sólo para torturarlo más empezó a mover de nuevo su mano.- te voy a perdonar la vida porque fue muy poco…- los movimientos de su mano incrementaron.- pero no sé qué te haría si vuelves a hacer algo así, creo que te iría muy mal, ¿qué crees tú?

Salió de su esclavo para asegurarse de que nada le restara placer, no iba a detener los movimientos de su mano hasta que el más pequeño se corriera en esta, le divertía ver cuánto aguantaría Yasill antes de rendirse. La serpiente también estaba quieta, el más pequeño no podría resistir demasiado.

Al menos esperaba que ese sonido que había emitido por error, no llegara de más lejos de los oidos de Gabriel, aunque igual temía mucho y eso estuvó claro cuando este alto pelinegro le dirigía aquella mirada, la sintió tan fuerte contra si que estaba seguro le iría mal, le desobedeció y no sabía si era por paranoia o en verdad se había ganado un castigo con aquello que por accidente había ocurrido.

Esperaba muy internamente que Gabriel siguiera hablando por teléfono pero eso no pasó, justo cuando pensaba en ello aquel hombre se despedía, abriendose así los ojos del menor con miedo, sorpresa, incrédulos. La mirada sobre él, sobre su cuerpo estaba, qué pensaba? no lo sabía, no le pasaba ni por la mente que clase de castigo le esperaría de todo ello, sus palabras al escucharlas solo pudó desviar la mirada, asintiendo como pudó. Su cuerpo temblaba bajo aquel otro, le tenía tanto miedo en aquellos momentos, aunque de alguna forma no le gritaba, antes lo había hecho y esta vez parecía solo alzar un poco la voz y nada más, igualmente aún con ello lograba aquel mismo y cruel efecto en el menor.

Su pregunta le llegó de sorpresa, no sabía que responder, "obedecerle", "aguantar", qué?, qué podía ser bueno para Gabriel, apenas sus labios se abrieron después de un encierro por aquella mano dejó escapar el aliento, el aire que tenía aguantandose todo, jadeando, suspirando y quejandose algunas veces ante el dolor que seguía existiendo en el menor.

" huhhh!!... Ga...Gabriel...Se...se..huhhh!!...due...duele..."

Murmuró apenas, aguantandose las lágrimas, jamás había experimentado tal dolor en su erección, estaba aguantando demasiado, su rostro estaba rojo como la mayor parte teñida en su cuerpo, la palpitación de aquel miembro cada vez era más notoria entre aquella mano que seguía torturandole y sus preguntas, por dios esas preguntas que no paraban de hacerle sentir pésimo, pero... eso pasaba cuando se era un esclavo, no?, pensó en esos instantes.

" hhaa...hhhaa...aann..."

Suspiró y dejó escapar cuando el mayor se retiraba de su interior, le causó cierto dolor pues estaba lastimado, pero más era que ahora toda la concentración se dirigía a aquel miembro erecto que seguía recibiendo atención, ya no podía, no aguantaría mucho con eso... sus ojos se pusieron tan llorosos, sus labios no podían cerrarse sin temblar un poco, dios.

" ba...bas...aahhh!!!..."

Iba a pedir que se detuviera, pero no lo logró, las lágrimas se derramarón sin detenerse ante el dolor cuando el semen se liberaba finalmente, no se detenía, expulsaba aquella erección el líquido caliente y viscoso de su interior, atacandose su cuerpo ahora con espasmos continuos sin poder cerrar bien sus labios, temblaba, lloraba ahora solo un poco por el dolor que aún seguía en aquel lugar, apretando sus manos y tensando sus piernas, ya se esperaba lo peor.

El menor lloraba y suplicaba con los ojos que el otro se detuviera, pero eso no iba a pasar, Gabriel estaba simplemente demasiado entretenido como para dejar eso; finalmente Yasill trató de pedirle que se detuviera ahora hablando, pero fue muy tarde porque su semen terminó en la mano de su dueño mientras este miraba con una sonrisa maliciosa los espasmos de su esclavo.

-Parece que no sabes obedecer.- comentó mientras miraba su mano manchada con el semen de Yasill, pensó en limpiarse en algún lado pero después acercó su mano al menos y lo miró a los ojos.- límpiame.- ordenó. Su voz seguía seria y grave, pero aún no la levantaba, estaba pensando en qué castigo podría servir para el más pequeño, aunque por otro lado, todo eso ya había sido suficiente castigo por un día, el cuerpo de una persona normal no podría soportar tanto, la mayoría se desmayaba sólo con la serpiente.

-¿Todos los castigos que te he dado no han sido suficientes? parece que voy a tener que aplicarte cosas más fuertes, a ver si aprendes a obedecer.- dijo mientras el esclavo cumplía con su orden; en realidad no pensaba castigarlo más, pero asustar a Yasill era algo que le divertía bastante. Cuando su mano estuvo limpia, se acarició un poco y no tardó en terminar sobre el vientre del menor; después de eso cogió el teléfono y llamó a alguien para que cambiara las sábanas.

Salió de la cama y fue al baño sin decirle nada a Yasill, su serpiente fue detrás de él, al fin dejaron al chico solo en la habitación para que pudiera descansar, al menos hasta que llegaran a cambiar las sábanas, nadie nunca se escandalizaba demasiado, estaban acostumbrados a sacar sangre…aunque lo normal era que compraran sábanas cada semana.

Sin contar la cama, la habitación de Dantes era muy ordenada y limpia, haciendo saber a cualquier extraño lo pulcro que era el hombre; en una mesa no demasiado grande y no muy lejos de la cama, se encontraban bastantes fotografías de Gabriel, salía con dos personas que al parecer eran sus padres y en otras, donde se le veía más joven, salía con un tipo idéntico a él al lado. No había que ser un genio para saber que Dantes tenía un gemelo, aunque la idea de otro como Gabriel podía hacer temblar a muchos.

Poco rato después entraron un par de hombres para cambiar las sábanas.

Pese a haberle casí rogado de alguna u otra forma que se detuviera, Gabriel no lo hizó, el menor era solamente aquel juguete de su entretenimiento, un objeto en el cual "experimentar" por decirlo de alguna manera y el otro lo único que podía hacer al respecto era soportar aquel trato, ese era su lugar sin más. Y aún con palabras apenas pronunciadas de aquellos temblorosos labios tampoco fue suficiente pues el mayor sólo había logrado que Yasill cometiera aquella desobediencia, terminando el semen del menor en aquella mano mientras sus claros ojos apreciaban aquella mirada que sólo le llenaba de un sentir temeroso, mientras su cuerpo era atacado por aquellos espasmos continuos.

Escuchar sus palabras era sin lugar a dudas la sensación más atemorizante que tuvó en esos momentos, Gabriel observaba su mano recien manchada por la esencia el menor, como si pensara donde limpiar aquel líquido, siendo esta finalmente acercada al rostro del menor al tiempo en que la orden le era dicha; la manera en que su dueño decía o hacía mención de las cosas aún no era escandalosa, estaba tranquilo al parecer, pero sin duda si pensaba en algun castigo Yasill no podría soportarlo por mucho, su cuerpo estaba tembloroso pues el dolor aún quedaba en su cuerpo después de todo lo sucedido, había aguantado demasiado.

Abrio sus ojos sorprendido sin lugar a dudas, mientras su lengua ya atendía a limpiar aquellas manchas de semen en aquella mano, aún lloraba pero más tranquilo aparentemente, su aliento escapaba pausado ante el temor de aquel nuevo castigo que le impusiera, ya no sabía ni cuando bromeaba o cuando decía la verdad aquel hombre. Finalmente la mano de Dantes estuvó límpia, solo se dedicó a observar como el mayor se tocaba y terminaba cayendo aquella esencia sobre el propio vientre del menor, quien solo se quedó ahí sin hacer nada absolutamente, solo escuchando como llamaba Dantes para la limpieza.

Su dueño salió de la cama y junto con la serpiente se desaparecierón tras la puerta del baño, le dejarón sólo en la habitación, hubiera agradecido a sobre manera que desatara sus manos, pero parecía no haberlo recordado, hizo como pudó y con los dientes logró soltarse de aquellas ataduras pese a no tener bastantes fuerzas, terminando por recostarse mejor en aquella cama, ladeado, no tenía ganas ni de hacer nada siquiera, ni de llorar más, ya había sido suficiente.

Pero sus ojos no pudierón evitar el estudiar aquella habitación, siempre que entraba ahí era para algo desagradable con aquel hombre, jamás podía durar consciente y lo único que terminaba de ver normalmente era la cama, el rostro de aquel hombre o sus lágrimas que normalmente no paraban al estar con Dantes. Suspiró un instante, tenía algo de curiosidad pero si se levantaba y el otro llegaba, o si le encontraba viendo algo, sería problemático verdad?, apenas se sentó avanzando un poco no muy lejos de la cama, analizando los muebles, abriendo cajonessin desacomodar mucho hasta dar con una mesa especial, había fotografías del mayor por todos lados, sus ojos pasaron por las que estaban encima, eran sus padres??, entonces tomo una del fondo, asombrandose ante el parecido de la otra persona con el mayor, y en cuanto miró entrar a aquellos que irían a cambiar todo regreso las cosas a su lugar y apenas y pudó avanzar con rapidez hasta la cama, quedandose ahí, era demasiado peligroso o lo sería si Gabriel se enteraba de lo que había hecho.

Estuvo un buen rato en el baño, se bañó y limpió la sangre sin ningún apuro, también se ocupó de bañar a su princesa porque el animal también tenía algo de sangre; se relajó un buen rato, al poco rato escuchó a sus empleados ordenando las cosas y cuando oyó que se habían ido salió de la bañera, cogió un par de toallas y se puso una en la cintura, la otra sobre los hombros para secarse el cabello que ya estaba algo largo, tenía que cortar las puntas…

Usó otra toalla para secar a la serpiente y después de ponerse un pantalón salió del baño, aunque de la cintura para arriba desnudo con sólo la toalla sobre los hombros. Vio a Yasill sentado sobre la cama pero él no lo había dejado así, frunció el seño y sin decirle nada al esclavo mandó a llamar a sus empleados, el casi grito de Dantes hizo que todos corrieran a la habitación a ver qué había pasado, ¿tal vez habían hecho algo mal?

Segundos después estaban todos los que habían estado arreglando la habitación minutos atrás, temblando como si hiciera demasiado frío y pálidos como si estuvieran viendo a la misma muerte. Todos se pararon en fila india al más mínimo gesto de Gabriel.

-¡¿Quién lo desató?! ¿acaso les di permiso para eso?- en realidad no me molestaba el hecho de que hubieran desatado a Yasill, le molestaba el hecho de que no le habían pedido permiso y habían desobedecido al dueño y de algunos el amo, todos sabían bien ahí que ninguno podía tocar ni ayudar a ningún chico que estuviera en la habitación de Dantes.

-¿No piensan hablar?- todos miraban a Yasill con algo de temor, lo habían encontrado ya desatado, así que o Gabriel se había vuelto loco y no sabía lo que hacía o el chico había logrado desatarse por su cuenta; aún así, todos callaron y se limitaron a mirar al menor.- se me acaba la paciencia…se los advierto…

Estuvo tranquilo mientras Gabriel estuviera en el baño, mientras se encontraba Yasill sentado en la cama observando a los hombres, sirvientes o esclavos atender al cuidado de la habitación del mayor con sumo cuidado y podía notarlo de sobremanera al percatarse de la minuciosidad con que cuidaban las cosas del dueño de la casa, como acomodaban todo sin husmear ni siquiera un poco, eso hasta le llego a provocar miedo pues se trataba de personas que conocían a Dantes sin lugar a dudas al menos mas que él, por lo que si los veía actuar de tal manera entonces tenía que cuidarse demasiado bien.

Entonces su dueño pareciera estar listo pues se escuchaba un poco de ruido cercano a la puerta del baño, pronto Dantes estaba ahí mirandole fijamente, tal vez le molestara el hecho de que se encontrara sentado sobre la cama??, sería por ello que depsués gritó de tal forma donde todos se espantaron y el quedó completamente paralizado ante aquel grito que Dantes había dado, llamando así a los empleados y notar como estos llegaban de inmediato ante el sólo llamado de este mismo.

Yasill no sabía que hacer al respecto, todos los empleados de Gabriel estaban formados frente al mayor y sus reacciones ante esto eran tan paralizantes como lo había sido el sólo grito de Dantes, trago el menor saliva nervioso pero es que no sabía porque les había llamado y menos de aquella forma, en que se habrían equivocado?.

Entonces abrio sus ojos con sorpresa y un miedo incomparable a ningun otro, sus labios temblaron al saberse la razón de su enojo, todo por encontrarle desatado y sentado en aquella cama, pero es que tampoco le había dicho que se quedara así, realmente ... realmente había sido malo??, qué podía hacer paa remediar aquel error y que el dueño no le castigara por esos actos que había cometido, qué podía hacer para que aquello malo no pasara más??. Observo la mirada de los demás cuando Dantes pregunto al respecto, tensandose entero antes de bajar la mirada, no podía dejar que les castigara por algo que había sido completamente su causa, eso no!.

" Fui yo!.."

Contestó rápidamente, alzando la vista para ver al mayor con deje de temor, probablemente le castigaría pero... Cómo?, no creía poder soportar muchos más castigos, no después de lo sucedido.

" yo...yo me he desatado solo, señor Gabriel, ellos no me ayudaron ni nada parecido, usted se fue y no me dijo nada al respecto, me ardían las manos y pensé que estaría bien desatarlas para que no quedaran marcadas, perdoneme por favor, no fue mi intención desobedecerle..."

Añadió igualmente rápido a sus palabras, no podía dejar que los otros pagaran, así que... después de sus disculpas parecía que sólo quedaba esperar un poco más a la reacción del mayor. Tenía tanto miedo.

Esperaba la respuesta, ninguno parecía querer confesar, pero extrañamente todos miraban a Yasill como si éste fuera el que tenía que decir algo; Dantes estaba a punto de golpearlos a todos cuando su esclavo confesó que había sido él mismo quien se había desatado, y antes de que el narcotraficante pudiera hacer algo, el menor continuó hablando, tratando de explicar sus acciones. Gabriel lo miró aún molesto, después miró todos sus subordinados y les gritó que se largaran de ahí, se acercó a Yasill seguido de su princesa y lo miró por unos momentos.

-¿Quién te dijo que podías soltarte?- su voz ya sonaba más calmada, estaba serio, pero al menos ya no estaba gritando como hacía unos momentos. Notó que Yasill aún seguía un poco con sangre, así que lo agarró del brazo y lo llevó hasta el baño que era demasiado lujoso para ser cierto, abrió el agua y empezó a llenar una bañera que era gigante, ahí casi podrían entran dos tipos de la talla de Gabriel.

Estaba molesto pero no tenía ganas de seguir maltratando al menor, incluso se preocupó de que el agua estuviera tibia para cuando Yasill entrara a bañarse; estaba serio y no le decía nada, hizo que el esclavo se metiera a la bañera, y hasta parecía que lo hacía con cuidado, después se sentó al lado y empezó a fumar mientras terminaba de secarse el cabello.

-No hagas nada a menos que te diga que lo hagas...pudo haber muerto alguien ¿sabes?- le advirtió, ya no quería gritar ni molestarse, ahora sonaba bastante tranquilo y no tan serio, su voz era mucho más relajada.- no me des motivos para castigarte siempre. Ahora báñate y límpiate bien porque estoy cansado y ya quiero echarme en la cama.- cogió un libro para leerlo mientras que con la otra mano un rato se secaba la cabeza y otro fumaba.

Las miradas de todos estaban sobre él, cómo no iba a confesar que lo había hecho cuando la culpa le invadía por ver la reacción de los demás, cuando vio que Dantes estaba a punto de soltar golpes Yasill habló sin más, soltando todo lo que había hecho y el porqué para que no le pegara tambien, aunque dudaba de que eso no pasara, ahora sólo esperaba los castigos, tantos que había recibido le habían dejado cierta marca o trauma aparente, entonces escuchó aquel grito que le lanzó a los demás, yendose estos lejos de ahí y entonces el menor quedar completamente aterrorizado, la mirada del otro le estaba matando, de alguna forma metaforica, porque tenía terror de que le golpeara o diera un castigo más.

" Na-nadie, nadie lo ha hecho, señor"

Le notaba la voz más calmada, eso le tranquilizó y alivió un poco, porque era muy fea la sensación cuando Gabriel gritaba de tal manera regañandolo a él o a otros. Entonces atendió aquella mirada ajena cuando Gabriel justo le tomaba por el brazo llevandolo a donde el baño, Yasill apenas se quitaba el nerviosismo porque todo le aterraba ya, llegando no pudó evitar el mirarlo todo, sorprendiendose sin duda al ver tan elegante y hermoso baño, la tina exageradamente grande a las que normalmente había visto antes a la par que esta comenzaba a llenarse. No se había dado cuenta de que seguia sangrando un poco.

Sabía que Dantes estaba molesto con él, pero por alguna razón no le hacía nada y eso en gran parte le daba un gran alivio, hasta se percato de cuando aquel hombre checaba el agua para después Yasill ocupara el lugar dentro de la tina, aunque igualmente la seriedad del mayor le preocupaba, al menos hasta que entro a la bañera observando como se sentaba a un lado, los ojos del menor no le perdieron de vista y solo lo vio ahora fumando.

" Lo siento mucho "

Contestó con suavidad notandose de antemano el temblor en sus palabras por el propio miedo que le recorría lentamente, aunque Gabriel se mostrara tranquilo Yasill no podía evitar sentirse de aquella forma tan peculiar, escuchó aquello que parecía una especie de consejo, antes de asentir a la orden de Gabriel sobre bañarse y limpiarse bien, suspiró un poco comenzando a limpiarse de la manera adecuada pues el mas alto quería ya irse a dormir, pero más cansado estaba Yasill con lo sucedido, demasiado para un castigo y para un día, se sentía algo mareado pero no dijo nada, no quería ya molestarlo. Poco tiempo pasó antes de que el menor lograra terminar su aseo personal, pensaba mientras que debía de haber alguna manera, para que los castigos no sucedieran tanto o de plano que no sucedieran más.

"He..terminado"

Dijo solo para avisar al más alto.

Yasill le había respondido que nadie se lo había dicho, eso era obvio...esa pregunta había sido más que nada una expresión, pero ya no quiso seguir con eso y simplemente decidió no decir nada. Mientras Dantes fumaba y leía, notó la mirada fija del menor, quien después le pidió disculpas por lo que había pasado, el mayor sólo asintió casi imperceptiblemente y siguió con lo que hacía, sin prestarle demasiada atención a Yasill.

No mucho después su esclavo le avisó que ya había terminado de asearse, entonces Gabriel apretó un botón que hizo que toda el agua de la bañera se fuera por el drenaje, después cogió una toalla y se la dio al más pequeño antes de que éste empezara a sentir demasiado frío; todo eso sin quitarle los ojos de encima a su libro.

Finalmente dejó el libro a un lado y cogió una toalla más para ayudar un poco a Yasill con su cabello, después usó la toalla para envolverlo y lo hizo regresar a la habitación; una vez ahí lo metió a la cama y le dijo que continuara secándose el cabello, él mientras, fue por una de sus pijamas para que el menor se la pusiera, aunque iba a quedarle bastante grande.

-Ponte esto.- le dejó la pijama a un lado y él se puso algo también para dormir, la toalla la dejó en el baño y después se metió a la cama al lado del más pequeño.- sécate bien o te hará daño.- prendió la televisión y empezó a mirarla tranquilamente, mientras los dos podían sentir a la serpiente del mayor subiendo a la cama y acomodándose entre los dos cuerpos, era algo a lo que Yasill iba a tener que acostumbrarse. Gabriel sonrió un poco al ver a su princesa y se estiró un poco para acariciarla.

-Vas a tener que tratar de no moverte demasiado porque puede morderte.- le advirtió; después de eso cogió el teléfono y marcó un número, no pasó casi nada antes de que le contestaran.- hola gato.- sonrió.- ¿cómo estás?- prendió un nuevo cigarro. Estuvo unos minutos hablando con la otra persona, hablaron de una reunión, al parecer con los padres de Gabriel, y también el menor pudo notar que Gabriel reía con facilidad, no había duda de que estaba disfrutando de esa conversación.

-Entonces nos vemos, cuando te vea me vengo...- colgó pero su suave sonrisa no desapareció. Volteó a ver a Yasill.- ¿ya te secaste completamente?- estiró la mano para tocar el cabello del menor.

En cuanto avisó sobre el terminó del baño Gabriel oprimió un botón y el agua entonces fue descendiendo hasta desaparecer por completo de aquella enorme tina, sentiría frío y de eso seguro pero antes de eso el mayor le dió una toalla que rápidamente usó para secarse, un poco asombrado ante el hecho de que el pelinegro más alto ni siquiera tenía la necesidad de ver para hacer las cosas pues seguía leyendo.

Justo Yasill estaba secando bien la porción de su cuerpo cuando observo a Gabriel acercarse con una toalla y comenzar a secarle los cabellos, cosa que provoco reaccionara con un tenue sonrojo en sus mejillas, era de las cosas más amables que había hecho el mayor por él, entonces se sintió envuelto por ésta misma y ser guiado por el otro hasta la habitación de nuevo, meterlo en la cama, obedeciendo el menor a secarse el cabello ahora, haciendolo completamente mientras el mayor se volvía a desaparecer por unos momentos.

" Eh??... s-sí!.."

Asintió tan pronto, estaba un poco nervioso pues no sabía muy bien como reaccionar ante el nuevo trato de Dantes, lo más amable que había hecho había sido llevarlo a comer aquella vez, igualmente terminó siendo regañado o castigado de alguna u otra manera, por ello es que le sorprendía y mucho aquella nueva faceta del mayor, al menor para el menor. Tomó la pijama y comenzó a vestirse rapidamente y cierto era que le quedaba un poco grande pero no demasiado, volvió a la cama una vez se terminó de vestir para secarse muy bien el cabello ante la orden del mayor,le hablaba de una manera inesperada, no gritando, serio pero con suavidad... de la nada sintió un habitante más en aquella cama siendo la princesa quien ahí se encontraba, se altero un poco al verla pues lo hecho por esta dejo algunas secuelas mínimas, sin mucha importancía pero le lograba poner un poco nervioso. Hasta se percato de cuando Gabriel la acariciaba, sin duda él apreciaba a su mascota, eso era bueno pero no le quitaba que sintiese leve temor hacia ella.

Asintió con suavidad a las palabras de Gabriel, no moverse demasiado y eso era bueno, no se movía mucho del todo y era una costumbre propia del menor, entonces el mayor tomó el teléfono y comenzó a hablar con alguien en cuestion de minutos, segundos tal vez, sus ojos se asombraban de ver al mayor sonreír de aquella forma, limpia, no como acostumbraba a reír con afán de burla de Yasill, quedó maravillado de ver esa muestra de ser que tenía aquel hombre, como si por primera vez le viese un lado humano, desvió la mirada y suspiró un poco, era tan extraño saber eso y ser consciente del daño que le había hecho hace poco, continuó con la tarea de secar sus cabellos.

Entonces escuchó como el mayor comenzaba a despedirse de aquella persona e inevitablemente Yasill le miró fijamente, la sonrisa perduraba en aquellos labios después de aquella charla grata con quien sabe quien, entonces cuando miró que aquel hombre ahora le veía desvió la vista de inmediato, escuchando su pregunta el menor logró asentir, estaba seco ya su cabello, tal vez levemente humedecido pero era casí nulo.

" Sí, ya he.. ya he terminado, señor Gabriel "

Dijo, antes de abrir sus ojos sorprendido por la caricia a su cabello, algo así, marcandose un sutil sonrojo en su rostro pero sin atreverse a verle.

-Bien.- cogió la toalla y salió de la cama para llevarla hasta el baño, aunque hubiera sido más fácil dejarla por ahí y que los empleados la recogiera, de pronto tenía ganas de hacer el recorrido, regresó con su esclavo a la cama y suspiró, había sido un día cansado realmente. Prendió la televisión y después de poner las noticias prendió un cigarro, mirando la gran pantalla en silencio, parecía interesado por lo que pasaba en el mundo, la verdad siempre le gustaba estar al día en todo.

Las noticias terminaron y Gabriel le dio el control a Yasill mientras él agarraba su ordenador y después de prenderlo empezaba a revisar unas cosas.

-Pon lo que desees pero no le subas mucho el volumen.- le molestaba demasiado ruido, aunque eso no siempre se aplicaba con los gritos de sus presas.- o si ya quieres dormir, hazlo.- él se iba a quedar un rato más despierto, pero el menor no tenía por qué. Apretó un poco que estaba en uno de los tantos aparatos sobre la pared y la luz se apago, prefería hacerlo así que de la manera automática, prendió otra luz pero más pequeña, que ya sólo alumbraba su lado más que nada y comenzó ahora si a dedicarse más que nada a su computadora.

-¿Tienes sed o algo?...¿quieres ir al baño?...o para no perder mi tiempo, ¿deseas cualquier cosa?- le preguntó sin mirarlo y mientras echaba la colilla del cigarro sobre un cenicero que se encontraba a su lado sobre la mesa de dormir. El animal ya había dejado de moverse, seguramente ya descansaba, de todas maneras, cualquier movimiento demasiado brusco iba a costar una fuerte mordida.

Escuchó al mayor y veía como tomaba la toalla, llevandose la de pronto saliendo de la cama y andando hasta el cuarto de baño, abrió Yasill sus ojos sorprendidos pues no se creía lo que miraba normalmente hubiese pensado que Gabriel dejaría eso ahí para que más adelante uno de sus esclavos o sirvientes lo levantara, regresó después de un ratito no muy largo y se metió de nuevo a la cama, al lado suyo pero la serpiente seguía entre ellos, el otro suspiraba causando incognita en el menor. Finalmente el televisor fue encendido para dejar las noticias, hacía mucho no veía nada por una pantalla y era bueno saber de aquello que sucedía quedandose picado por decirlo de una forma, a lo que pasaban en el noticiero.

Entonces terminarón y el control le fué entregado al menor, no se esperaba algo como aquello por lo que no hizó más que agradecer y colocar en un programa de cocina, a esa hora había algunas repeticiones y le gustaba mucho ese tipo de programas, además tenían subtitulos y así no necesitaba de un audio tan alto.

"Aún no tengo... sueño"

Comentó solo como respueta a aquella suposición ajena, quedadose quieto y observar como la luz se apagaba y se encendía otra con menos fuerza en su luminosidad, sus ojos claros se desviaron a donde se encontraba aquella persona que ponía atención a la computadora , realmente tenía mucho trabajo, tal vez era que Yasill realmente se portaba mal y por eso le castigaba tanto, haciendo al mismo tiempo que el más alto atrasara en sus trabajos?, podría ser?..

" eh?!... y-yo... s-sí... sólo... podría tomar un vaso...de leche??...."

Cuestionó tras un leve susto que le había dado el mayor por su pregunta repentina, pero la verdad es que agua ya tomaba mucha, soda no le apetecía a esa hora y el jugo mejor en la mañana, en la noche un vaso de leche le ayudaría a dormir tranquilo y sin menor queja.

El menor aún no tenía sueño, Gabriel sólo se encogió de hombros y mientras revisaba las cosas en su computadora pudo notar que Yasill escogía un programa de cocina, ¿en serio le gustaban esa clase de programas?, a Dantes le aburrían, aunque claro...él era un total desastre en la cocina, ni siquiera el mismo Gabriel se atrevía a comer lo que cocinaba, o al menos así bromeaba con los demás. El esclavo le dijo que estaría bien un vaso de leche, entonces Gabriel apretó otro de los botones, que al parecer era un intercomunicador.

-Leche...ahora.- sonaba seco y bastante serio, así sabían los empleados cuándo su jefe no tenía ganas de esperar, que en realidad era casi siempre. No pasaron ni dos minutos cuando se escuchó que tocaban la puerta, el narcotraficante les dio permiso para pasar y entró una persona que llevaba una jarra de leche y un vaso sobre una bandeja. El hombre miró a los dos, no sabiendo bien para quién era la leche, aunque Gabriel no solía tomarla mucho, a veces lo hacía.

-Sírvele y deja las cosas ahí.- el empleado se acercó y le sirvió un poco de leche en el vaso a Yasill, después se lo entregó muy educadamente. Dejó la jarra sobre la mesa que el menor tenía al lado y después de hacer una reverencia se retiró; él más alto había seguido todos sus movimientos con los ojos.- no es necesario que te la termines.- había bastante en la jarra.

Después de eso se estiró un poco y empezó a escribir algo en el ordenador, parecía que respondía algunos correos.