Muertos...entre muertos

Viene de aquí

-De hecho...siempre que tengo tiempo los practico.- se refería a los deportes extremos, y era verdad, eran su verdadera pasión...sólo él y el peligro, “la cita perfecta” pensó con una sonrisa en sus labios. Jun le dijo que no sabía qué de emocionante le veían a la sangre, bueno...es que simplemente era emocionante, aunque cada quien tenía sus gustos.

Tardaron un poco en llegar al cementerio, es que no estaba tan cerca, ya había caía la noche y el ambiente era bastante tétrico, perfecto para una película de terror. Jun le comentó que si Tetsu no lo mataba entonces le invitaría un whisky, Sakito se rió un rato, un trago no le vendría mal en ese momento.

-¿Por qué no lo dijiste antes? pudimos haber ido a tomar algo...- sacó un nuevo celular, uno que había recogido cuando estaban en la segunda casa, y habló con una persona diciéndole dónde se encontraba, si estaba en los cierto...ese tipo era quien lo había traicionado.

-Y ahora...pondré las trampas.- dijo hasta casi emocionado, como si fuera un niño pequeño.- todo va a ser divertido. Quédate aquí...no te vayas a perder.- se fue, para regresar un rato después aún sonriendo.- espero que Tetsu no se demore demasiado.

-Las trampas...?.-repitió Jun con cara de tonto...¿Qué trampas? Por un momento Sakito le recordó al coyote de los dibujos animados...poniendo trampas, se rió para sus adentros...que original.

-Aquí estaré.-le gritó al otro al verlo alejarse; trató de cerrar un poco más el abrigo del alto sobre sí; realmente hacía un frío de los demonios, y ya estaba extrañando su ropa costosa...esa sí abrigaba de verdad, no los trapos de niño pobre que traía encima...Tetsu seguro se reiría de él al verlo disfrazado de paria...ese Tetsu...por qué tardaba tanto maldita sea?...¿Qué acaso no había captado la señal de la palm?...¿Que no había seguido su rastro?...el frío hacía que Hanori se impacientara cada vez más.

-Yo espero lo mismo.- murmuró, al regreso del otro.- me estoy congelando...

Si Tetsu no se aparecía el más bajo iba a sentirse francamente humillado. Tanto alarde tenía que ser con motivo, y no quería ver a Sakito riéndose en su cara de que su amante ni se asomaba por ahí.

No puso demasiadas cosa, sólo lo suficiente para eliminar el exceso de gente, los más hábiles serían los que llegarían hasta ellos, y así sería más divertido. Hanori le dijo que se estaba congelando, y Sakito hasta se sintió un poco mal por eso, así que se pegó más al menor tratando de darle un poco de su calor corporal.

-¿Te preocupa...que no llegue?- había notado la preocupación en el rostro de su rehén, no había que ser un genio para darse cuenta de que el otro ya empezaba a maldecir a su novio. Prendió un cigarro y empezó a fumar mientras miraba el techo.- te dije que te quitaras la ropa porque me dijiste que él te encontraría por tu olor; con esa ropa tu olor es mucho más débil...no le será tan fácil encontrarte.- le sonrió.- si lo hace entonces tendré que admitir su grandeza.

Esperaron un buen rato, hablando tonterías casi, Sakito le contaba sobre sus estudios de medicina y le decía datos curiosos sobre los cuerpos de los hombres procreadores y de los hombres, había que admitir que el sicario casi era un libro abierto.

De pronto se escuchó mucho movimiento un piso más arriba, al principio Eiji supuso que eran sus trampas, pero cuando empezó a escuchar disparos no le pareció normal, de todas maneras alguien tendría que bajar.

-Parece que empezó el juego Jun...¿no te ofende? empezaron sin nosotros. ¿Por qué no te escondes? esto puede ponerse feo...

Jun se había ido a una reunión de negocios y había dejado a Tetsu a cargo de Hanori como usualmente lo hacía, a él obviamente no le gustaba eso pero ya estaba cansado de quejarse, además su príncipe jamás le hacía caso. Había intentado llamar cuando creyó que la reunión ya debía de haber terminado, pero el aparato se encontraba apagado, lo miró casi con odio, como si fuera culpa del cochino aparato que no funcionaba y no del dueño de Hanori que lo había apagado.

Intentó llamar un par de veces más pero fue inútil, entonces empezó a preocuparse...¿tanto tiempo duraba esa reunión?, pero Jun ya le había dicho muchas veces que era muy paranoico, tal vez la fea sensación que tenía era sólo parte de esa paranoia. Entonces lo llamaron los guardaespaldas de Jun, casi con miedo le dijeron lo que había pasado, el paradero del príncipe era desconocido y mucho menos sabían quién se lo había llevado.

Tetsu les juró que los iba a matar dolorosamente pero primero estaba Jun, así que salió rápido a averiguar dónde estaba el príncipe; la primera pista llegó cuando el de pelo corto encendió su palm, gracias a eso pudo localizarlo...¿zona 0? ¿quién podría llevarlo ahí y para qué? Al llegar a la primera casa donde habían estado, encontró un par de personas muertas, además de palm rota de Hanori; buscando más vio otras cosas rotas, no iba a ser posible rastrearlo con tecnología. La sangre sin duda le preocupaba, pero al acercarse a olerla supo que no era de Jun.

Salió a buscar alguna siguiente pista, esta vez sólo guiado por su instinto de animal; tardó un poco en encontrar la segunda casa, pero ahí estaba la ropa de Jun...quién fuese...si le había hecho algo...; tenía que ser, ¿por qué más le iban a quitar la ropa? Fue a la habitación, no había rastro de forcejeo y ciertamente ahí nadie había tenido sexo...al menos no ese día.

Salió de ahí, otra vez tendría que guiarse por el instinto, el olor de Jun era suave...no había manera de seguirlo, al menos no para una persona normal...¿por eso le habían quitado su ropa? Entró al auto y cerró los ojos, no le podía fallar a su príncipe, si era necesario haría un trato con el demonio en ese instante, lamentablemente él creía que su alma ya estaba condenada. Prendió el auto y comenzó a manejar...por simple impulso.

¿Cuándo había llegado al cementerio? Ahí estaba y habían varios autos fuera de este, para la hora no era nada normal, se bajó y entonces lo olió, el perfume de Jun, era suave...bastante suave pero podía olerlo, venía de uno de los tantos autos que habían ahí estacionados, su príncipe sin duda estaba dentro. En la entrada se encontró con bastantes personas, ¿una trampa? Seguramente era eso, porque eran muchos ahí y parecía que lo esperaban. Tetsu no tenía idea de que, una trampa si era, pero no era para él.

Empezó a matarlos, uno por uno, endemoniado como no había estado desde que lo mandaban al campo de batalla, la mirada le cambiaba y se volvía más animal que hombre, en definitiva...habían despertado al demonio que todos temían tanto; la carnicería fue exagerada, Tetsu podía llegar a ser muy sádico, ni siquiera le importó manchar todo de sangre, si algo le había pasado a Jun...morir era lo que menos les iba a preocupar a esos tipos.

Después de casi caer en la primera trampa de Sakito, detectó y evadió las siguientes, guiado por el olor natural de su príncipe, bajó al siguiente nivel, estaba oscuro pero habían unas cuentas luces que aún permitían ver algo. A lo lejos vio a un tipo bastante alto, al parecer lo esperaba porque tenía una arrogante sonrisa en el rostro...y entonces vio a Jun detrás de ese tipo, ¿lo tenía amenazado? ¿por qué se escudaba en él? ¿qué demonios estaba pasando?...

-Deja ir a Jun y te mataré más rápido de lo que tengo planeado- la amenaza iba en serio -correrás con más suerte que tus amigos- se refería a los de arriba, la prueba era que estaba bañado en la sangre de todas esas sabandijas.

Jun no había sufrido asalto sexual, acababa de comprobarlo; pero ahora el dueño de Hanori podía ver a su ex esclavo como nunca antes, por fin tenía oportunidad de ver al demonio que dormía dentro del cuerpo del de cabello largo.

(A la shit ¬¬...)

Claro que era muy bueno...el mejor, así de simple, y él también esperaba que llegara, para divertirse un poco.

-Tsk...seré el mejor escudo que hayas tenido alguna vez.- le aseguró aún con su buen humor de siempre y guiándole un ojo; quería ir a ver qué estaba pasando, también quería divertirse él; pronto todo estuvo demasiado callado, estaba a punto de dejar a Jun para ir a averiguar cuando vio que alguien se acercaba.

Había pasado las trampas y además venía bañado en sangre, eso lo hizo sonreír casi de felicidad, era justo el oponente que andaba buscando, si ya lo habían metido en eso tenía que aprovechar entonces, ¿no?. El hombre que se acercó le advirtió que dejara ir a Jun, entonces ese era el famoso Tetsu...vaya, de verdad tenía que aplaudirle haber llegado y haber matado a todos esos tipos.

-Tetsu...¿los mataste a todos? quería que me dejaran algo...pero no importa.- miró a Jun.- ¿en serio no prefieres alejarte?- él no era ningún cobarde y no iba a usar a Hanori como escudo.- Tetsu...antes que nada, dime...¿cómo carajos nos encontraste?- preguntó entre risas, tenía que saberlo...especialmente si era su última batalla.

-Tenías razón...de verdad es un tipo bastante genial.- le comentó a Jun y sacó sus pistolas.- espero que aún tengas municiones...- empezó a disparar al mismo tiempo que comenzaba a moverse, ese sería un juego de habilidad; de verdad apreciaba bastante poco su vida, pero prefería eso a una vida vacía y aburrida.

Un ruido proviniente de las escaleras le indicó a Jun que ya no estaban solos. No estaba pegado a Sakito, pero si seguía detrás de él, pues no era tan tonto como para recibir la primera bala que llegara; aunque claro, lo que lle´garon no fueron balazos, si no que fue Tetsu, bañado en sangre como si acabara de dejar la escena de un crimen. Y por la bulla anterior y el estado de esclavo, no podía ser menos que un asesinato múltiple lo que había ocurrido arriba.

-Te tardaste demasiado.- dijo, pero Tetsu en vez de responderle se dirigió a su secuestrador, para amenazarlo de una forma que hasta a Jun le dio un poco de miedo.- Tetsu, no es lo que piensas...

Pero pronto se dio cuenta de que no iba a poder evitar un enfrentamiento entre esos dos hombres. Tal vez podría controlar al ex militar, pero se notaba que el más alto de los tres quería pelear, y no iba a detenerse por nada.

-Sólo no se maten.-murmuró mientras se alejaba para arrinconarse a sí mismo en las paredes de los nichos.- hablo en serio...

Hanori tenía que aceptar que sentía algo de curiosidad por ver a esos dos pelearse. No dudaba de que Tetsu tenía las de ganar, ya que el enojo estaba de su lado...y además, jamás había visto ese fuego en los ojos de su amante.

Sakito fue el primero en disparar y el más bajo grító un poco, asustado de que el de cabello largo hubiese sido tomado por sorpresa.

Claro que había tardado, es que Jun no tenía una idea de lo muy difícil que había sido seguir su rastro; su amenaza no funcionó, al parecer a ese tipo le gustaba luchar tanto como a Tetsu, pero el ex esclavo estaba más preocupado en el bienestar de su príncipe que en su propia diversión.

El más alto de los tres le preguntó cómo era que los había encontrado, de eso ni el mismo Tetsu estaba seguro, de pronto se había encontrado manejando como un loco y había llegado al cementerio, aunque según él sólo seguía sus instintos de animal. Sabía que no era su obligación responder, pero aún así lo hizo.

-Sólo...seguí mi instinto- o al menos eso creía; entonces notó que Sakito le decía algo a Jun, por lo que pudo leer en los labios hablaba sobre que era genial...¿se refería a él?

Sí tenía municiones, pero no iba a disparar hasta que Hanori estuviera bastante lejos de la batalla, entonces cuando el menor de los tres se escondió pudo empezar a disparar, antes por supuesto, había tenido que esquivar las balas de su contrincante. Ahora tenía que admitirlo, eso era divertido, hacía tiempo que no tenía la oportunidad de hacer algo como eso, y era porque a Jun no le gustaban las guerras y mucho menor que el de cabello largo se pusiera en peligro, aunque él no consideraba estar en peligro en realidad.

Ambos hombres eran rápidos y al parecer estaban muy bien entrenados, las balas apenas los rozabas y les hacían heridas, cortes más que nada, por la velocidad. Pero lo más resaltante de todo aquello era que era la primera vez que Tetsu fallaba un tipo, aunque eso se debía a la rapidez del otro.

-Vas a perder.- le dijo cuando ambos se detuvieron a renovar municiones.- la muerte no me asusta...voy de la mano con ella.- disparó de nuevo.

Tetsu era todo lo que había dicho Jun y más, Sakito estaba realmente feliz de tener la oportunidad de poder enfrentarse a un tipo como él, ya no le importaba que no le hubiera dejado ni uno solo de los del arriba para torturarlos, además...aún quedaba la cabeza de todo eso, y ese sí era suyo.

Tardaron algunos minutos en terminarse sus balas, pero había parecido que era más tiempo; Sakito estaba sangrando debido de los cortes por la velocidad de las balas, afortunadamente no le había dado ninguna, pero así mismo, ninguno de sus tiros había logrado darle de verdad al de cabello largo, puesto que era tan rápido como el sicario.

Ahora todo cuadraba y lo entendía todo, al menos eso le parecía, habían elegido a Jun Hanori porque creían que ese tipo Tetsu podría deshacerse de él, de verdad que lo habían subestimado, ¿o tal vez él subestimaba a su oponente? de todas maneras, esos idiotas no habían contado con que Sakito dejaría con vida a Jun y descubriría todo el plan. Ahora que lo pensaba, tal vez seguía con vida porque había decidido no matar al menor de los tres.

Mientras ambos hombres habían hecho una tregua en silencio para poder cargar sus armas, Sakito lo miraba, definitivamente Tetsu también era un profesional, después le dijo que iba a perder, eso le hizo reír un rato, porque lo curioso era que él pensaba que el otro perdería justamente por la misma razón. Después de esquivar la bala se tomó un tiempo para responderle.

-Es curioso...yo diría que tú vas a perder por la misma razón. No le temo a la muerte, es más...estaría agradecido de que me haya matado un contrincante digno de mi, como lo eres tú.- lo halagó, aunque con ese cumplido no buscaba nada.- aprecio poco mi vida como verás...por eso hago locuras.- disparó también.

Cansado de correr tanto, se escondió en la separación de uno de los pasadizos, que no hubiera demasiada luz le ayudaba, seguro que tetsu también estaba cansado ya de esquivar tanta bala; pero no veía a su oponente, ¿dónde se había metido? escuchó pasos y empezó a retroceder, entonces chocó con alguien e inmediatamente lo apuntó.

Al parecer ambos se habían agarrado por sorpresa y se apuntaban el uno al otro, los dos con el dedo en el gatillo, si disparaban, ninguno de los dos saldría vivo; Sakito le sonrió, eso sí había sido divertido.

Jun se acercaba a ellos, ¿qué estaba loco? podía salir severamente lastimado; cuando estuvo lo suficientemente cerca de los otros dos, les ordenó que bajaran las armas, ese grito sonaba a que iba en serio, y como vio que el otro parecía obedecer, también lo hizo.

La mejilla le empezó a arder, ese golpe había ido contra él con cólera y eso era lo que a su parecer más le dolía, pero se quedó mirando a su príncipe sin decirle nada, había dicho algo malo al parecer, algo que le había afectado al menor. Asintió suavemente, aún algo sorprendido, aunque jamás hubiera creído a Jun capaz de matar a alguien, ahora parecía que hablaba en serio.

La risa del otro tipo le llamó un poco la atención, pero seguía más preocupado en que Hanori ya no estuviera bravo con él; entonces el más bajo de los tres le dio una fuerte cachetada al más alto ahí, no había duda, Jun estaba furioso...porque él no era de usar las manos. Pero muchas cosas pasaban por su cabeza, ¿qué no era ese tipo el enemigo...?, si así era...¿por qué le daba la impresión de que él y Jun no se llevaban nada mal?

Abrazó a Jun, más por celos que por otra cosa, le molestaba que su príncipe le estuviera prestando atención a ese tipo, y más le molestaba que el tipo le robara la atención de su preciado Hanori.

-Lo siento...Jun-

La voz de su rehén terminó con la diversión, porque al parecer aquel tipo obedecía en todo a Hanori, de verdad que el pobre parecía un perro, aunque ahora que lo pensaba, él era casi igual...acostumbrado a seguir órdenes. Bajó el arma, sólo porque creyó que le esperaba un destino peor si no lo hacía, afortunadamente Tetsu también dejó de apuntarle.

Cuando vio la cachetada que le dio el bajo a su novio no pudo evitar reír, ver a aquel tipo tan sumiso con el debilucho de Hanori, de verdad que era algo muy gracioso, pero ese tipo debía de estar loco, acaba de ver lo que los dos eran capaces de hacer y aún así se había atrevido a golpear a Tetsu, ¿qué no se daba cuenta de que el tipo podía partirlo en dos sin esfuerzo alguno?

Le sonrió a Jun cuando éste volteó a verlo y abrió mucho los ojos cuando sintió la cachetada, no se lo esperaba...”¡¿pero qué demonios...?!” pensó en ese momento mientras se llevaba una mano a la mejilla agredida y miraba al menor con la boca abierta.

-¿Cuál es...?!- pero Jun lo interrumpió, le dijo que estaban ahí por culpa de él, pero no era su culpa...no totalmente al menos; también le dijo que apreciara más su vida, pero ¿a Hanori en serio le importaba eso? Tetsu abrazó al bajo y le pidió disculpas, Sakito sólo los miró.

-Nunca antes nadie me había cacheteado...ya puedo decir que una lindura me dio mi merecido.- sonrió, más aún cuando notó la mirada del segundo más alto ahí.- gracias Jun.- por la cachetada y por lo que le dijo.- tal vez apreciar tan poco mi vida es una tontería...pero en serio habría sido un honor que ti novio me matara. Perdona si te cause problemas, pero...fue divertido, ¿no?

Asintió suavemente cuando Jun le dijo al oído que ya hablarían; observaba en silencio la conversación de los otros dos...¿habría sido un honor que él lo matara?, no entendía...para él sería humillante que quien sea lo venciera; Hanori le dijo al tipo que le divertía estar a punto de morir, Tetsu lo miró un rato como pensando eso...estar a punto de morir no era lo divertido, lo divertido era el peligro...y poder ganarle a la muerte, su príncipe estaba equivocado en eso, pero no dijo nada.

-No, no me duele nada- su expresión fue de duda cuando le dijo que esperaba que lo de arriba fuera limpiable, porque sí lo era...pero no estaba seguro de si se pudiera limpiar en un día, además todo el piso apestaba a muerte, más de lo común claro.

-¿Pensaste que no vendría por ti?- le preguntó preocupado, Tetsu siempre iría por él, y siempre lo protegería, eso se lo había dicho bastantes veces ya -me tardé porque seguir tu rastro fue muy difícil- le explicó mientras le lanzaba una mirada asesina a Sakito, no entendía cómo era que el hombre había adivinado que Tetsu seguiría el olor de Hanori, pero tenía admitir que había sido una movida inteligente -yo siempre vendré por ti...siempre-

-Quiero ir a casa- pidió como un niño pequeño, ya no le importaba aquel tipo, quería matarlo sí, pero Jun no quería así que tendría que dejarlo ir, además lo más importante era que su príncipe estaba bien.

Sonrió feliz como siempre, no era divertido estar a punto de morir, lo que era divertido era competir contra la muerte y ganarle...la sensación de peligro, lo hacía sentir vivo.

-Jun...no entiendes, pero no importa.- puuuff...tuvo que aguantarse la conversación de los tórtolos, lo mejor sería irse de ahí ya.- y por lo de arriba no se preocupen, de eso me encargo yo...vayan a su casa y hagan muchos hijos.- bromeó como siempre, era algo que simplemente no podía evitar, aún sabiendo que eso sonaba grosero ya que no se tenían confianza.

Le dio la mano a Jun y después se la dio a Tetsu.- ha sido un gusto conocerlos; Hanori, me encargaré del tipo que nos puso la trampa.- y también de los que lo habían traicionado. Le guiñó un ojo a Hanori y se despidió con un gesto.- si el destino así lo quiere, nos veremos de nuevo.- pero ahora tenía alguien con quien volver, alguien que seguro ya lo estaba extrañando, alguien por quien valía la pena vivir...tal vez, al fin y al cabo...él era otro Tetsu.

No le había gustado como se llevaba Jun con aquel tipo, definitivamente no le había gustado, pero al menos se había ofrecido a hacer algo bueno, se iba a encargar de todo ese desastre, lo lógico era que también se encargaría del desastre de ese piso.

Entonces Jun empezó a irse y el de cabellos largos se fue detrás de él, después de haber estrechado manos con el tipo que medía casi dos metros, sólo había dicho algo que le había gustado, y era que ellos dos hicieran muchos hijos...sí, eso quería él.

Una vez en el auto, Tetsu comenzó a manejar y cuando Hanori le preguntó por su ropa, el mayor sólo le señaló hacia el asiento de atrás, ahí se encontraba, la había doblado rápidamente...pero al menos la había doblado. No dijo nada más, estaba claramente molesto con su amante, más que nada porque estaba celoso.

Jun volteó y vio su ropa doblada en la parte trasera del auto. Volvió la atención al frente con una sonrisa e iba a agradecer cuando vio la cara de Tetsu y se contuvo. ¿Estaba molesto? ¿Por qué?...

-Tetsu...?.-dijo suavecito, tocando la pierna de su amante, que ya había empezado a conducir.- qué te pasa?...

Tal vez al más alto le molestaba haber salido de ahí sin matar a Sakito, o tal vez se había puesto de mal humor porque siempre le decía a Jun que no saliera sin él, y el más bajo jamás había escuchado.

-Siento haber salido sin ti.-le dijo, mordiéndose el labio.- tú tenías razón, esos guardaespaldas no sirven para nada...

Jun notó rápidamente que su amante estaba molesto, así que posó su mano suavemente sobre la pierna del mayor al mismo tiempo que le preguntaba qué le pasaba...pero es que era obvio, ¡le pasaba todo! empezando por los celos. Hanori pidió disculpas, pero no dijo nada nuevo, Tetsu siempre supo que esos guardaespaldas eran unos inútiles, si él hubiera estado jamás habría pasado eso.

-Eso ya lo sé Jun, te lo dije miles de veces- contestó serio, notándose que estaba molesto, ¿por qué Jun se empeñaba en ponerse en peligro?, ¿qué no era él el que le acababa de decir que apreciara más su vida?

-Sales sin mi...apagas tu móvil, dejas que te quiten la ropa, dejas que te preste su abrigo...y por si fuera poco...¡te llevas de lo mejor con ese infeliz!, ese maldito que puso en peligro tu vida por su maldita diversión...¡¿sabes cómo he pasado todo el día?!- detuvo el carro y se puso sobre Jun un en movimiento violento; lo miraba a los ojos...expresaban furia y tristeza -casi me he vuelto loco Jun- claro, para él...no estaba loco ya, aunque para el resto del mundo eso era distinto –estaba asustado...temía que te hubiera pasado algo...¡pero tú te la pasabas bien...!-

-Bueno es que...! No podemos andar pegados siempre y la palm la apagué porque estaba ocupado y por lo demás...-Jun no pudo seguir con su defensa porque de pronto el esclavo detuvo el auto y se abalanzó sobre él; Hanori tragó saliva...

No había visto a Tetsu así de molesto más que una vez...ese momento en que enfermizamente Hanori se había dado cuenta de que estaba enamorado...pero ahora que lo sabía, dudaba que revivir algo así fuese a ayudarlos en algo...se asustó...

-Tetsu...lamento haberte precupado...pero no es que yo lo planié, te lo juro-dijo, colocando una de sus manos en el pecho de su amante para alejarlo un poco, despacio, preocupado de que el otro reaccionara mal.- por favor...cálmate...vamos a casa...te contaré lo que pasó...pero...cálmate...si?

Así que eran celos. Sólo lso celos podían hacer que el de cabello largo reaccionara así...

Lo sabía por experiencia.

Jun no estaba ayudando a la situación aunque creyera que así lo hacía, ¿cómo que no podían andar pegados siempre?, ¿qué quería decir con eso?, ¿que no lo quería a su lado?, así era de paranoico e inseguro Tetsu cuando se trataba de Hanori.

Y quería que se calmara, pues no era fácil...tal vez para Jun sí lo era, porque él era tan refinado y Tetsu sólo era un animal salvaje, pero no iba a calmarse, no...porque Hanori no solamente había aceptado que aquel tipo lo tratara de ese modo (sin contar todos los guiños), si no porque lo había defendido...aún cuando Tetsu había hecho todo eso para ir por él, el menor lo había defendido.

-No me voy a calmar- sentenció serio mientras miraba la ropa que Jun traía puesta, no le restaba atractivo, al menos no a los ojos de Tetsu, pero sí le hacía hervir la sangre...porque había usado ropa que le había dado una extraño...y por la evidencia, lo había hecho de buena manera.

Empezó a romper la ropa, la tela era tan débil que no le costó nada partirla en dos, era la segunda vez que Jun veía a Tetsu así de molesto, y si tenía buena memoria...seguro sabía lo que iba a seguir. A esas horas y por la carretera no pasaba nadie, Hanori podría gritar cuanto quisiera, nadie iría en su rescate ahora.

-¿Te tocó Jun?...dímelo...¿tengo que explorar todo tu cuerpo?-

El pequeño estaba asustado, realmente asustado por la actitud de su ex esclavo, pero tenía que darle una lección...o siempre sería lo mismo con él, eso no lo podía permitir, Tetsu ya no era el mismo, los celos se habían apoderado completamente de él. Hanori podía rogarle todo el rato, nada haría que se detuviese ya.

Vio sus ojos llorosos, no le gustaba verlo así...pero si no su príncipe jamás iba a entender...las cosas tenían que arreglarse en ese momento, al igual que la primera vez, Tetsu jamás olvidaría aquel error del menor. Jun trató de decirle que Sakito no lo había tocado, pero lamentablemente el más bajo apestaba a aquel tipo.

Retiró el cigarro inmediatamente y lo apagó, después miró a su ex dueño como reprochándolo, y es que le había dicho bastantes veces que evitara fumar demasiado.

-Te dije que no fumaras tanto...- sopló la quemadora y luego le dio un beso muy muy suave. Después de que lo del cigarro estuvo resuelto, empezó con el pantalón...lo sacó rompiéndolo también, al menos Jun si había conservado su ropa interior, de no haber sido así seguramente habría tenido que estar un mes en cama.

-Ya no te quedes tanto príncipe...recuerda que todo lo hago por tu bien-

Jun seguía forcejeando, el mayor insistía en que eso lo estaba haciendo por el bien de su príncipe, y más aún...por el bien de ambos, porque tenía que ahuyentar todo rastro del asqueroso ese, no podía quedar nada. Hanori trataba de amenazarlo, pero al parecer no se le ocurrió nada que fuera capaz de detener al más alto.

“Te dije que te amaba...”

Esas palabras sonaron en la cabeza del ex esclavo una y otra vez, era verdad, Jun le había dicho que lo amaba...pero si lo amaba ¿por qué le hacía eso?, ¿por qué lo traicionaba con otro tipo?, ya era la segunda vez...y Tetsu tenía el corazón roto, pero Jun no podía estar jugando con él...porque le había dicho que lo amaba. Se detuvo y miró al más bajo a los ojos, mientras lo miraba, el demonio que tenía adentro se peleaba con su conciencia, uno sabía que Hanori no lo traicionaría...el otro no estaba tan seguro de eso.

-Jun...yo también te amo...- por dentro, seguía debatiendo.