Muertos...entre muertos

Unas cuentas llamadas y todo listo, ese lugar estaría limpio para la mañana siguiente, en momentos como esos agradecía trabajar con gente tan importante, un chasquido y todos se movilizaban, a él no le interesaba tanto el poder...sólo quería divertirse y lo que le quedaba de tiempo vivir tranquilo.

Salió del cementerio...¡pero qué condenado frío hacía! Felizmente Hanori le había devuelto su chaqueta porque ya estaba siento que su miembro se “acurrucaba” entre su ropa interior.

-Maldita sea...puto invierno, puta nieve.- prendió un cigarro y subió a su auto, habría que llevarse esos autos también. Conducía tranquilo mientras seguía fumando su cigarro, entonces vio un auto detenido en el medio de la carretera, Jun y Tetsu seguro se había ido en esa dirección...detuvo el auto y bajó para averiguar qué pasaba...¿habría pasado algo malo? Estaba a punto de tocar para preguntar cuando escuchó las súplicas de Hanori...le hirvió la sangre, el menor de verdad que le había caído bien.

Pateó la luna polarizada con tanta fuerza que esta se rompió, y después abrió la puerta; de un jalón sacó a Jun de ahí...hacía frío, pero estaba más seguro ahí afuera.

-Eres una basura Tetsu...no digo que no haya violado gente, ¿de acuerdo?- porque sí lo había hecho, y además no podía evitar hacer sus comentarios tan fuera de lugar.- pero que le hagas eso a alguien a quien dices amar y que te ama...- se rió.- eso no esta bien hombre, no lo está.

Todo pasó tan rápido, de repente Jun ya estaba afuera mientras Tetsu seguía debatiendo contra él mismo interiormente; alzó la mirada y reconoció al sicario, se molestó tanto que apretó los puños con fuerza, él podría haber roto otra ventana del auto pero de un puñetazo.

Salió del auto, ahora el demonio se había apoderado de Tetsu, iba a matar a aquel tipo por haberse atrevido a tanto, y aún así Jun se empeñaba en decir que no había tenido nada, cogió sus pistolas de nuevo, esta vez no pensaba fallar.

-No deberías de meterte en lo que no te importa...y además, todo esto es culpa tuya solamente. Así que, ¿por qué mejor no te largas y nos dejas en paz?- le apuntó con el arma, ya no le iba a ofrecer nada, porque pensaba matarlo ahí mismo.

Se quitó la chaqueta mientras Tetsu salía del auto y se la dio a Jun mientras le decía que se refugiara en su auto, tenía las pistolas sobre la ropa pero aunque fuera muy rápido Tetsu lo mataría de un disparo, así que hizo lo único que le quedaba, tratar de razonar con la bestia enfurecida; levantó las manos para que Tetsu supiera que no iba a intentar nada.

-Sé que no quieres hacer esto.- lo miró a los ojos, el debate mental...podía verlo, y la conciencia iba perdiendo. vamos Tetsu...- le sostenía la mirada.- si me matas, ¿qué vas a hacer?...¿luego vas a matarlo a él? ¿crees que violarlo es la solución?- él no era particularmente de los celosos, pero podía entender cómo se sentía Tetsu...porque sabía cómo se sentía la traición.- baja el arma...hablemos.

Por un lado aquel tipo quería razonar con él, por otro lado Jun le rogaba que bajara el arma...¡simplemente no entendía por qué su príncipe se empeñaba en proteger a esa basura humana!, ¿por qué Jun no podía ser como él y sólo tener ojos para el de cabello largo?, ¿era realmente tanto pedir? Seguía apuntando a Sakito, no iba a cambiar de parecer tan fácilmente.

-¡Jun! regresa y entra al auto.- ordenó mientras se aseguraba de seguir apuntando a la cabeza del más alto de los tres; pero parecía que le menor no quería obedecer, ¿qué estaba pasando?

-¡¿Por qué no nos dejas en paz?!- su mirada ahora era de ira, ira contra el sicario, él tenía toda la culpa, no Tetsu...él los había metido en eso, él había hecho que asesinara a tanta gente y él era el culpable de que el ex militar se estuviera comportando de esa manera, ¿por qué tenía que haber aparecido en sus vidas?

Al menos aún no había disparado, eso le indicaba que iba por buen camino, tal vez podría hacer que el tipo volviera a la normalidad, porque se rehusaba a creer que Tetsu fuera así siempre, Hanori no podía estar enamorado de un tipo así.

-No lo sé Tetsu...tal vez soy su ángel de la guarda y recién nos enteremos los tres.- si ese sería su último uno de sus últimos comentarios idiotas, pues así sería...- vamos hombre...baja el arma.- aún trataba de convencerlo pero el segundo más alto no parecía querer ceder; notó que Tetsu quería apretar el gatillo.

-¡Oye...! sé que dije que no me importaba si me matabas pero...¿me dejas despedirme de alguien?

Encima pedía tiempo para hacer una llamada, ¿qué a ese tipo no le bastaba con todo lo que había hecho?, encima quería volver loco a Tetsu, le importaba bastante si el último deseo del sicario era despedir de alguien, el de cabello largo jamás había tenido piedad y no iba a empezar a preocuparse los demás seres vivos en ese momento.

Jun llamó la atención de los dos hombres cuando se acercó al que estaba apuntando al más alto y lo abrazó, seguía sin entender por qué lo defendía tanto...por qué le importaba. Hanori aún pedía que bajara el arma, no pensaba hacerlo porque sabía que el otro aprovecharía la oportunidad.

-Métete al auto- le dijo a Jun -y tú también...¡entra a tu auto y lárgate!- pero Sakito no parecía querer moverse, parecía estar más preocupado por su príncipe.

Sí se quería despedir, era lo mínimo que podía hacer por aquella persona, decirle lo mucho que lo apreciaba y explicarle por qué no iba a volver nunca más a su lado, él se lo merecía. Jun se acercó a Tetsu y lo abrazó, pidiéndole que ya por favor se fueran y que dejara de apuntarle al más alto ahí, pero el de cabello largo parecía reacio a hacerlo; quien le apuntaba le ordenó que entrara a su auto y se fuera, pero él no pensaba dejar a Jun en manos de ese loco, entonces una bala la rozó el brazo, haciéndole mucho más daño que todas las anteriores.

-¡¡Aaahh...!!- aún así no se fue, pero se llevó una mano al brazo para tratar de contener la hemorragia.- me iré Tetsu...cuando vea en tus ojos que ya no piensas hacerle daño a Jun, él no se merece eso.

Cuando sonó el disparo, Jun se aferró aún más a Tetsu, escondiendo su rostro en el pecho de éste freneticamente, pues por algunos segundos llegó a pensar que atrás de él se encontraba un cadáver. Sintió un gran alivio al esuchar la voz del otro, pero este sentimiento se transformó rápidamente en una ira que jamás pensó podría llegar a sentir hacia Tetsu...

Le había rogado...Jun Hanori le había rogado con lágrimas en los ojos...nunca antes le había quedado tan claro que el ex esclavo pensaba en el más bajo como de su propiedad y jamás al revés...

El moreno se dio media vuelta y se acercó al herido...el miedo que sentía hasta hace un momento había desaparecido, había determinación en sus ojos.

-Gracias...pero vete...-se quitó uno de sus guantes largos y con él cubrió la herida del más alto, ya le importab muy poco si Sakito veía sus cicatrices.- necesitas un hospital...no te preocupes por mí...yo puedo herirlo mucho más de lo que él a mí...

Pero al acercarse, Hanori había bloqueado el rango de disparo de Tetsu. Si el sicario traía un arma ése era el momento de usarla.

Era un idiota, estaba a punto de morir y aún así quería quedarse molestándolos, le disparó en el brazo como advertencia, el siguiente iría directo al corazón; pero Jun le frustró los planes cuando se acercó al tipo que medía casi dos metros y se sacó su guante para evitar la hemorragia, Jun jamás se sacaba sus guantes...ni siquiera cuando tenían sexo, eso lo hizo enfadar bastante.

-¡Déjalo ya!- le gritó a su príncipe -te divierte esto, ¿no? Te gusta verme sufrir, ¡¿eres feliz con eso?!...¿por qué te preocupas por un tipo que acabas de conocer...?- su tono de voz cambió con esa última pregunta, soltó el arma y cayó de rodillas al suelo -¿lo que hago no es suficiente para ti?...¿en serio tienes que buscar a alguien más?...ya te aburriste de mi, ¿verdad?- solo los celos podían hacerlo actuar de formas tan extrañas -¿no lo entiendes Jun? sólo vivo por y para ti-

Jun se le acercó y se sacó uno de los guantes, pudo notar las cicatrices que tenía Hanori, no preguntó, pero deseó por dentro que Tetsu no le hubiera hecho eso.

-Gracias.- dijo por la ayuda prestada al brazo, pero no estaba seguro de irse, no sabía si de verdad ese chico pudiera hacerle más daño al de cabello largo que viceversa. Aún debatía lo que tendría que hacer cuando Tetsu colapsó, no aguantó tanto rechazo de parte de Hanori al parecer, fue entonces cuando Sakito supo que ya podía irse, el de cabello largo ya no le iba a hacer daño a ese chico tan simpático.

-Lamento que todo haya terminado así...al final no nos divertimos tanto.- sonrió casi triste, como lo hacía pocas veces.- ¿necesitas ayuda con algo?

Jun se acercó mientras el otro se iba en su auto, quería coger de nuevo su arma y matarlo en ese instante, tenía suerte de que su príncipe se hubiera interpuesto, porque no quería dañarlo, ni siquiera que una bala lo rozara.

-Dime por qué- quería una respuesta a lo que acababa de preguntar, no se quería levantar sin una respuesta, ¿por qué un desconocido era más importante que él? Golpeó el suelo con el puño y su mano se hundió en la nueve, estaba bastante fría y si seguían ahí se podrían enfermar, al menos Jun sí, porque no estaba acostumbrado a tanto frío. Levantó un poco la mirada y vio al menor casi congelándose, él había dicho que no iba a permitir que nada lo dañara, reaccionó y sacó la ropa del auto para que Hanori pudiera ponérsela.

Se chaqueta también y con esta trató de seca un poco a su príncipe...en silencio.

Ya no tenía nada más que hacer ahí, era la primera vez que presenciaba una telenovela en vivo y en directo, jamás le habían gustado esas tonteras...aunque alguna vez se había visto obligado a verlas. Jun le dijo que no necesitaría nada, caminó hasta su auto y entró, Hanori podía quedarse con su chaqueta.

Se iba de ahí, ahora sólo quería llegar a casa y dormir todo el día con Shiro encima de él, y con su “esposo” a su lado acariciándole el cabello, “jaja esposo...” pensó, tal vez sería bueno pedirle matrimonio.

-¿Por qué qué Tetsu?...¡Por qué no te dejo matar a alguien por...nada??...

Jun miraba a Tetsu con verdadera tristeza en los ojos. Siempre había sabido que el otro no estaba en sus cabales, y hasta ese momento pensó que podría manejarlo...pero tal vez no era tan fuerte para eso...

Esa locura no podía continuar...había que ponerle un límite...pronto.

Sakito arrancó el auto y se perdió de la vista. Entoces el ex esclavo fue hasta su propia vehículo y trajo la ropa de Hanori. El menor tan sólo la recibió en sus brazos, sin moverse...un tanto inexpresivo, dejando que su amante le secara el cuerpo casi congelado...

-No te pertezco...amarte...no me convierte en tu propiedad...ibas a obligarme...de nuevo...

Con esto el más bajo se liberó de los brazos del mayor y subió a la parte trasera de su coche. Empexó a vestirse lentamente, esperando que el otro se uniera.

Jun no lo entendía...matar estaba en su sangre, así era Tetsu, no por nada lo tenían en el ejercito como arma secreta, ¿era posible que el menor aún no fuera totalmente consciente de eso? Continuó mudo cuando Hanori le gritó.

Cuando el de ojos rojos le dijo lo segundo cayó en cuenta de lo tonto que había sido, ahora que era capaz de razonar y su instinto de demonio no lo guiaba, se daba cuenta de que estuvo a punto de lastimar mucho a Jun, quería disculparse...pero su ex dueño estaba realmente molesto. Entró al auto también para intentar seguir secando el cuerpo del menor; apretó un botón para que una luna polarizada separara la parte delantera de la trasera, y así no entrara demasiado viento.

-Lo lamento...- agarró la mano que estaba denuda.- perdóname por favor, pero tratar de entenderme...entiende cómo me siento cuando estás con alguien más-

Jun seguro no le estaba contando todo, porque estaba completamente seguro de que quien había secuestrado a su príncipe había sido el sicario.

-Eso intento- respondió, de verdad lo intentaba...pero a veces simplemente no podía controlarse, seguro se volvería realmente loco si Hanori lo dejaba por alguien más Ambos cayeron sobre el asiento y Jun le dijo que tenía mucho frío, seguro ya se estaba enfermando por todo el frío; se quitó su polera y se la puso encima.

-Resiste Jun...te llevaré al hospital- trató de prender la calefacción pero desafortunadamente la patada de Sakito había hecho que algunos sistemas fallaran, no podía hacer más que hacer volar el carró. Se pasó al asiento del conductor y le exigió lo máximo a la maquina, no le importaba si algún policía decidía seguirlo, aunque al menos en la carretera eso sería difícil.

-Odio los hospitales...

Jun murmuró mientras se cubría con la polera de Tetsu, quedando en posición fetal en el asiento de atrás. Ahora que la ira no lo controlaba el frío se dejaba sentir, y hasta estaba tiritando. Realmente se había semi congelado en la nieve, e incluso estaba empezando a perder un poco el conocimiento. Trataba de mantenerse enfocado en la nuca de su amante...viendo el hermoso cabello negro moverse con el viento helado de la noche, que se colaba entre las rendijas del vehículo por la increíble velocidad que habían alcanzado.

-Por qué no confías en mí?.-preguntó de pronto; tenía que seguir consciente, y la mejor manera le pareció hablando...hablando de cosas realmente importantes...

-Lo sé, pero estás muy mal y necesitas ir- si Jun odiaba los hospitales, Tetsu odiaba mucho más que cualquier desconocido se hiciera cargo de su príncipe, pero era necesario en ese momento, no iba a dejar que una tontería así hiciera que Hanori se pusiera peor -trata de no quedarte dormido-

Sí confiaba en él...o tal vez no, era difícil después de lo que había pasado aquella vez, Jun ya lo había traicionado y eso había dejado marca en el mayor, tal vez había perdonado pero no iba a olvidar.

-Es que no confío en los demás.../y además tú una vez ya me traicionaste/- pensó pero no lo dijo, no quería hacer sentir peor al menor -perdóname Jun- pidió una vez más. De pronto notó que un policía los seguía, no...no iba a detenerse.

-Tú perdóname...

Jun sabía que Tetsu jamás iba a olvidar su desliz...aunque Hanori no se arrepentía de haberlo cometido. De no ser por eso, tal vez jamás se habría dado cuenta de lo que sentía por aquel hombre...

Cerró los ojos. Ya no sentía tanto frío como antes, pero un adormecimiento se había apoderado de sus músculos y se creía incapaz de moverse, ni si quiera para tratar de llevarse la polera más cerca de la piel...se estaba quedando dormido, y entre sueños podía escuchar una sirena de policía...inútil hacerle caso, ya que el ex esclavo no iba a detenerse por tan poca cosa.

Y de pronto, el auto se detuvo. Con mucho trabajo abrió los ojos y pudo distinguir una especie de edificio. Seguramente el hospital...el más baijo podía escuchar como el hombre que les había venido siguiendo gritaba que salieran con las manos en alto.

-No lo vayas a matar...-le adviritió a Tetsu

Jun le pidió perdón y eso hizo que el de cabello largo cambiara de actitud completamente, era mejor si decían que los dos tenían la culpa. Malditos policías que los seguían, pero no iba a detenerse a explicarles la situación y dejar que Hanori se pusiera peor... Detuvo el auto violentamente y salió para bajar a Jun en brazos, le importó bastante poco que lo estuvieran apuntando, estaba seguro de que no podía darle.

-Está bien, aunque se lo merecen- entró al hospital ignorando las órdenes de detenerse y pidió ayuda al primer enfermero que vio, estaba dispuesto a matar si no hacían nada por su príncipe en esos momentos. Pedía desesperadamente un doctor hasta que algunos se acercaron a ver qué pasaba, después de que Tetsu les explicó, se lo llevaron rápidamente.

El ex militar veía cómo se llevaban a su amante mientras un par de policías trataban de esposarlo, Jun no quería que matara a nadie, así que no lo hizo y se quedó tranquilo.