El lado oculto de Aoe (Estephan)

Aoe actualmente se la pasaba sentado tras el escritorio, por estar con asuntos administrativos y firmando papeles y ordenes, tanto trabajo que solo podía ver a su pequeña obsesión desde la ventana y solo eso, ya no tenía el tiempo suficiente para ir a molestarle como solía hacerlo, solo mirar de lejos y nada mas; por alguna extraña razón se le ocurrio buscar en el directorio una florería, demasiado extraño para una persona enfrascada en el trabajo y ser poco amigable o amable con las demas personas, pero solo Estephan hacía que Aoe sacara ese lado extraño y oculto; buscó y encontró una florería digna, marcó y pidío un arreglo lleno de claveles en color rojo y blancas con rojo, una combinación de esas florecillas, que le parecian simpaticas, cerro la compra dando el numero y piso donde se encontraba el consultorio de Estephan..

En que demonios estaba pensando...a quien se le ocurre mandarle flores a alguien...

Ya no podía cancelar el pedido ya que sabiendo quien era, la florería se apresuro a llevar el enorme arreglo, al hopsital, mientras llegaba solo se asomo por la ventana para respirar un poco de quel aire que se le hacia un tanto agradable, ya quería salir de su encierro.. Se sorprende al pensar en ello, mas cuando casi nunca salía del hospital. Seguía viendo la figura de Estephan ir y venir mientras daba su habitual consulta. Pensar que solo el le había hecho perder la razón de muchas maneras. Saber que tenerlo cerca le causaba locuras incontrolables, desearle con fervor, nadie le habia llegado a interesar asi, de esa manera tan loca...

*Puerta del consultorio de Estehan...
Tocan la puerta del consultorio esperando a que se abriela la puerta, el arreglo era enorme, tanto que no se veía el torso y cara del mensajero.
M: Entrega para el Dr. Estephan...
Esperando a que le abrieran.

De arriba para abajo, de un lado a otro, sentado o de pie, así se le veía andar por su consultorio con distintas personas cada cortos minutos, lo bueno de ser bueno en detectar problemas y no incomodar a quienes iban a requerir su asistencia médica, era aquello que le ayudaba a salir pronto de sus horas de trabajo. Era extraño que desde hace tiempo ya no viese al jefe pero le había agarrado un poco de temor desde la última vez que intento algo contra su persona en el sofa del consultorio personal, aun no lo olvidaba, recordaba aún que mencionó el nombre de alguien que le había gustado mucho pero que ya no volvió a ver más, vaya vida que tenía el peliverde.

Se sentó después de terminar la última ronda diurna, cómodo en aquel sillón de piel negra que daba un contraste con lo claro de las paredes. En sus manos descansaba una taza con café caliente, muy cremoso y bastante agradable al sabor en lo dulce y amargo en sus labios, en su boca. Cerró los ojos mientras daba un sorbo y alejaba todo pensamiento crudo de su mente, viajando a los deberes que tuviera que cumplir en su hogar. De la nada la puerta sonó y escuchó lo que decían, un paquete??, era extraño oír eso pero se levanto sin más y caminó hacia la puerta.

.- Sí??...

Abrió la puerta y observo la inmensa cantidad de rosas, parpadeo demasiado cuándo notó tales claveles y es que le encantaban mucho esas flores, es decir, se emociono un poco pero después de pensarlo, quién pudó haberlas mandado??.

.- Pero... esta seguro que son para mi??.

Cuestionó sin creerlo.

El pobre mensajero estaba empezando a cansarse por lo pesado del arreglo, sin mas lo puso en el piso y observo la direccion y nombre para que el joven medico viera que no había error alguno al respecto.

M: mmm Estephan laurens.. no es asi?, ese el el nombre, dirección y número de consultorio, no hay error alguno, solo lo cometemos uno en 1000, por lo tanto es el 99% de exactitud. Bueno digame donde quiere que las deje.

El mensajero levanta denuevo el arreglo esperando las indicaciones de Estephan que se encontraba algo sorprendido por el hecho de que le haya llegado un arreglo floral; mientras tanto Aoe solo miraba por la ventana, y logra ver el enorme arreglo, dandose por satisfecho por la compra que había realizado. Solo se encontraba espectante a las reacciones de Estephan desde la ventana, de verdad estaba loco por ese joven medico, recargó sus codos en la ventana solo para observar.

Me empiezas a cambiar de cierto modo

Pensó, ya que desde el primer día en que aparecio en el hospital, solo ha querido llamr sua tencion pero a su manera, tan brusco y nada delicado, solo este pequeño cambio, sin estar acosando directamente, hasta ese grado Estephan le cambiaba el caracter de quien fuera la persona mas frioa y sin sentimientos en el hospital.

Aun no podía creer que le hubieran mandado aquellas flores a su consultorio, seguramente si el jefe las veía se tomaría a mal las cosas cómo un : el consultorio no es para recibir regalitos de otros. O algo parecido y es que de cierta manera Aoe era una persona a la que tenía que hacerle caso por cosas meramente sobresalientes. El mensajero depsués dejo las flores sobre el suelo, se le veía cansado y bastante a decir verdad, sonrió con suavidad.

.- Sí, lamento dudar pero es que jamás he esperado algo como esto, es muy emocionante y da miedo al mismo tiempo, hahaha, muchas gracias... emm... pongalas aquí por favor...

Indicó el sillón de color negro, sonrió un poco pues le avergonzaba de alguna manera tener que ofrecer aquel sitio pues en el escritorio se vería mal al estar atendiendo y además, el arreglo no cabía en el mismo. A decir verdad Estephan no tenía idea de lo que hacía sin más, detestaba hacer las cosas así pero no tenía de otra sin más. Se acarició los cabellos un poco con tono desesperado en el actuar y después dejó al mensajero retirarse como lo solicitaba.

.- gracias por todo.

Se despidió el peliverde de éste y caminó de nuevo a ver el arreglo, pensando quien podria haberlo enviado, se sentia algo bien pero tambien mal, como un gesto de incomodidad por no tener claro quien las mandaba porque no llevaban tarjeta de presentación o algo semejante, suspiró de nuevo y se sento en su lugar, no dejaba de ver las flores.

Tan solopara molestar, Aoe decide ir al consultorio de Estephan, después de aver mandado las flores no le era mala idea ir a buscar un poco de pleito con aquel medico de hermosa mirada ambar. Abandona su oficina y camina hasta llegar a la de Estephan. Como si no supiera nada de lo que pasaba, abre la puerta de la oficina y se recarga en el marco de la misma. Observando el arreglo y al joven que estaba muy absorto en las flores.

Vaya.. vaya.. veo que por ahi tenemos algun admirador tal ves? Espero que este conciente que este tipo de demostraciones no esta permitido en un hospital, o por lo menos el recibir paquetes o estas cosas no son peritidas, mucho menos en horarios de trabajo.

El medico en jefe estaba de cierta manera burlandoce de si mismo con sus reglas absurdas que mantenía. Al menos ya sabia que no tenía nada de malo tener algun tipo de alegria dentro de una habitación. Se acerca hasta llegar al arreglo y saca uno de los claveles del arreglo, lo acerca su nariz....

No pense que te gustaban estas flores, (mentira, de cierta manera investigo ese gusto de Estephan por los claveles), aun asi, creo que es de mal gusto que alguien te mande flores al trabajo, dile a ese admirador tuyo que esta prohibido ese tipo de regalos en esta institución. Solo por esta vez lo tines permitido, pero no habra proxima.

Se acerco a Estephan lo suficiente para mantenerlo un poco nervioso, le gustaba verle de esa manera.

Mmmm solo puedo pasarte este problema si eres gustoso de salir alguna vez conmigo.

Estaba peligrosamente cerca de Estephan que Aoe podía sentir su respiracion un poco agitada y entrecortada, Pasa el clavel que tenía en la mano sobre su cuello.

Espero una respuesta...

Ensimismado, así estaba el peliverde cuando la puerta se abrió y él ni siquiera se percato de ello, simplemente seguía en su mundo donde las flores obsequiadas era todo lo que existía más la duda de saber quien era el incognito que las había mandado. Pero después de que su mágia existiera esta tambien culminó en cuánto despertó y escuchó la voz ajena, Aoe estaba en la puerta, no, en su consultorio ya y decía una serie de palabras que le dolía un poco, hasta cierto punto, pero más que eso le ponía nervioso.

.- Lo siento mucho, Sr. Aoe han llegado de repente, yo no las he pedido y aún no se quién las ha enviado, imaginé que algo como esto no estaría permitido, pero... no podía desecharlas o ¿sí?. Buenas tardes.

Observa con cuidado cada movimiento ajeno, no es que desconfiara... siempre, pero lo que sucedía es que el dueño tenía una serie de reacciones bastante complicadas y para él mismo resultaban algo cansadas al final. Ahora Aoe avanzaba camino a los claveles y tomaba uno, Estephan ladeo la cabeza con ligereza sin saber que pensar de aquello. Atendió de igual manera cada una de sus palabras.

.- S-sí, me gustan mucho los claveles son unas flores demasiado hermosas, realmente me halaga que hasta en ello se hayan molestado pero... tambien da un poquito de miedo. Y entiendo al respecto, no volveré a aceptar presentes que vengan hacia el consultorio, lamento mucho las molestias. No sucederá de nuevo.

Pero ahora Aoe se acercaba y el peliverde no sabía como reaccionar, le pusó nervioso y mucho, la proposición que le hacia y además el roce de aquella flor sobre su piel.

.- Señor...Aoe... ¿¿po-porqué... insiste??...

Cuestionó sin atreverse a mirarle, la verdad es que no terminaba por comprender.

Que por que insisto? Sabes la reespuesta, no entiendo por que lo preguntas, si no me gustaras y atrayeras de esta forma, no estaría tras de ti, pero lo sabes, me gustas y tambien sabes muy bien lo que me gusaría de ti, es algo a lo que no quitare mi dedo del renglón. Pero aun veo que te sigo dando miedo no es asi?

Despues de estar lo suficientemente cerca de su rostro, mirando sus ojos ambar de los cuales le habian cautivado la primera vez que lo vío. Se alejo de él y camino hacia el otro lado, regreso la mirada al arreglo floral, no sabía si maldecirlo o sentirse de cierta manera orgulloso por lo que había hecho, jaló una silla sentandoce frente al escritorio viendo a Estephan del otro lado, la luz le favorecía, mas cuando el sol estaba empezando a ponerse, ese brillo favorecía a sus ojos.

Bien espero una respuesta, de verdad lo estoy haciendo de una mnera amable aun que no lo creas, yo no soy de las personas que hacen las cosas de la manera cortez o caballerosamente, no soy de ese tipo, pero de verdad me gustaría que compartieras un día conmigo.

Aoe bajo un poco la mirada, algo nunca visto por alguien, ya que siempre mantiene en alto su caracter, pero estando a lado de Estephan su caracter cambiaba un poco, aun que fuera de manera sutíl, ese chico cambiaba a Aoe, y tal vez el no se daba cuenta de ello.

Dime te gustaría salir? No importa la respuesta no voy a dejar de buscarte.

Se levanta de la silla recargando sus manos sobre el escritorio para ver a los ojos a Estephan que aun se encontraba de pie del otro lado.

.- Se la razón de su insistencia pero....

Le miró fijamente, Aoe tenía razón en que estephan seguía sintiendo miedo hacia él, cómo no si lo había intentado violar anteriormente?. Observar los ojos de Aoe mirarle fijamente y su rostro encenderse sólo un poco por la cercanía de sus rostros, seguía sintiendo esa extraña sensación pero cuando se alejo todo se calmo, notó que miraba las flores, probablemente estaba enojado por eso, quizó no seguirle mirando pero sus ojos siguieron cada uno de aquellos movimientos.

.- Señor Aoe, cómo puede preguntarme esas cosas de esa forma?, se que usted no es una persona muy amable y ya lo he vivido, pero para mi no es sencillo decirle un sí, acepto.... porqué me aterra que usted vuelva a intentar lo de la noche anterior, donde usted se propaso... tengo miedo.

Confesó a aquel hombre, un poco serio a la vez que aterrorizado internamente por el recuerdo, confiaba y desconfiaba de aquel hombre, pero verle con los ojos abajo le causo una senación extraña en su cuerpo, como... cómo si realmente el otro cambiara con él ultimamente, al menos un poco. Lo pensó un poco tal vez si le daba una oportunidad, probablemente todo cambiaria.

.- De acuerdo!, saldré con usted... vale?, sólo prometame que dejara de amenazarme y acosarme tanto, me pone nervioso y... no me agrada... por favor, acepto salir con usted pero... deje de portarse tan extraño, no me gusta.... no me gusta desconfiar de la personas... menos si se trata de mi jefe, por favor.

Le dijo un poco alterado, no enojado, pero si preocupado porque... si Aoe le seguía asustando de esa forma, simplemente irse del trabajo terminaria de ser la unica opcion.

Aoe dio media vuelta, tratando de ocultar cierta emoción, que hacia que pusiera una sonrisa, extraña sonrisa, ya que siempre sonreía por maldad mas no por felicidad.

Bien sera una promesa no te tendre vigilado y mucho menos te acosare de nuevo, pero si dejame verte de vez en cuando, solo eso, verte, no mas. no quiero que termines escapando, no por mi culpa, no cuando lo que mas deseo es tener tu compañía. Por lo tanto es un hecho que te tratare diferente.

Da la vuelta de nuevo para ver a los ojos a Estephan, ya con un rostro menos serio, pero sin denotar aquella sonriza que había ocultado, tal vez esperaba a que algo bueno sucediera en ese momento, pero tratandose de que se portaría bien de cierta manera solo le miro esperando alguna reaccion positiva del joven de ojos ambar.
Cami no de nuevo hasta donde se encontraba el arreglo y coloco en su lugar el clavel que había sacado.

De verdad parece ser que eres muy popular, tanto que te mandan regalos, sabes de cierta manera me siento celoso por la persona que te ha mandado este hermoso arreglo, tan hermoso como tu. bueno ya no molesto mas por el día de hoy, vendre a buscarte otro día para acordar el día de la salida y el lugar.

En ese momento sono el movil de Aoe, un fastidioso accionista del hospital.

Si.. ya lo se, no tiene por que molestarme de esa manera...

De nuevo empezaba a cambiar su rostro ya pacifico por uno mas tenso, Era de verse que era un fastidio tener que hacer cosas de esas, no soportaba a los quisquillosos e ineptos con respecto a asuntos del hopital.

Bien, entiendo ire para allá, deje de molestar acaso es inutil??

Apaga el movil y ve a Estephan.

Lo siento, no era mi intención gritar, me retiro, te buscare despues para arreglar las cosas.

Camina hasta la puerta de manera lenta, no quería tener una estupida reunion con los accionistas.

Observó con bastante curiosidad la forma de ser que demostraba Aoe en aquellos segundos donde le daba la espalda a Estephan, era una actitud que no alcanzó a comprender. Sin embargo aquellas palabras le hicieron realmente felíz y quién lo diría, saber que el otro se esforzaría en mejorar su comportamiento le daba esperanza de poder confiar.

.- Yo no le he dicho que no pueda verme, pero... hasta ahora la manera que tiene de hacerlo es bastante incomoda, siento cómo si deseara acorralarme entre la pared y usted, no escapare si usted no me encierra a fuerza, Señor, ya sabe que yo daría mi vida por conservar este trabajo, por ello me alegra mucho saber que usted puede cambiar un poco su manera de tratarme.

Sonríe bastante motivado y entonces así Aoe le miraba de frente ahora, parecía estar relajado en esta ocasión y por ello Estephan se mostraba casí de la misma manera, intrigado de ver tal cambio y de cómo devolvía el clavel a su lugar, fue gratificante ver eso.

.- Gracias, pero no creo que eso sea así, Señor Aoe... aún así, muchas gracias por sus palabras. Y claro, le esperare con gusto para ponernos de acuerdo, le aseguro que en esta ocasión si le esperaré ansioso...

Asintió a la par de sus palabras, entonces Aoe tuvó un cambio radical en su caracter al recibir una llamada pero de inmediato la terminó volviendo a un ser natural cómo el que conoció ahí mismo.

.- Vaya con cuidado...

Se despidió de él, en cuanto salió tomó de nuevo su lugar y mirar de nuevo las flores, pensando aún quien pudo haberlas mandado.

-ESCENA TERMINADA-