Intento de liberación de patos de plástico en alta mar fallido...con chapuzón incluido => PRIVADO

Llegó al lugar dificultosamente, apartando todos los trozos de madera que encontraba, no veía a Lenin por ninguna parte, temía que estuviese en el fondo que según calculaba estaría a unos 20 metros de profundidad si no más.
Comenzaba a sentirse exhausto y estaba perdiendo todas las esperanzas de encontrar a su amo y de salir con vida de allí también cuando por pura casualidad vislumbro a duras penas lo que parecian...no, no lo parecían , unas burbujas emergían entre las olas.

Sin pensarlo tomó todo el aire que pudo y se sumergió en el agua, mirando a todas partes en lo que iba bajando , apenas distinguía formas y colores en ese agua que se había vuelto tan oscura y turbia y en pocos segundos notaba que el faltaba el aire que los nervios le impedían mantener en el interior de su cuerpo, pero allí estaba, reconocería la melena roja de Lenin hasta en las profundidades abisales.
Dió las brazadas mas largas que pudo hasta llegar al cuerpo del narcotraficante, que parecía haberse quedado sin aire y lo agarró fuertemente por debajo de los hombros, jalando de él hacia la superficie cosa que por unos segundos le pareció imposible por la corriente y el peso del otro cuerpo, pero milagrosamente logró emerger entre las furiosas olas respirando mas ajetreadamente que en toda su vida.

El tiempo apremiaba y debían salir de alli, aquello no se parecía nada a las practicas de salvamento en la piscina de Hanori pero aún así hizo lo que le habían enseñado, se puso de espaldas recargando a Lenin contra su pecho para mantenerle la cabeza fuera del agua y comenzó a nadar de espaldas hacia donde él creía que estaba la orilla, sujetandole fuertemente con un brazo.
Los minutos se eternizaban y el esclavo dudó de conseguirlo, ni siquiera sabía si iban en la dirección correcta, pero inesperadamente a lo lejos se empezaba a ver ondear la bandera roja.
- 200 metros...- dijo para si mismo tomando fuerzas de la nada de nuevo y proseguir nadando.
Finalmente y tras un esfuerzo que seguramente le pasaria factura después logró alcanzar la orilla viendo que la playa se había quedado desierta, pues todos habían salido de allí por la tormenta y se arrastró como pudo hasta la arena junto con el cuerpo de su amo.

Volvió en sí gracias a los movimientos bruscos que hacía su externón al intentar expulsar agua, dándose la vuelta y vomitando más agua de la que creía que podía entrar en su cuerpo. Lenny apoyó ambos brazos en la arena, calmando su respiración, y dándose cuenta de que estaba en tierra, pellizcándose el antebrazo para descubrir que todo aquello era verdad, a punto de echarse a llorar o reír de felicidad.
Luego llegó a la conclusión de que no había llegado sólo, a su lado se encontraba el cuerpo del esclavo, muerto de cansancio y extenuado. El narco miró incrédulo un par de veces el mar y después al chico, sorprendiéndose de la distancia que había tenido que recorrer cargando con él.
-...Hayden...Hayden...¿estás bien?...¿por...qué...demonios...no me...hicistes...caso...?
Al no recibir respuesta, decidió que ahora era de hora de que fuera él el que cuidase al otro. Ignorando los trozos de astilla de la pierna, que se quitaría como fuera más adelante, lo cargó en brazos, recargándolo sobre su pecho y llevándolo junto a la moto. En el pequeño maletero no guardaba otro casco, pero sí una manta de viaje, por si acaso acababa dándose un piñazo o acababa durmiendo en una cuneta.
Se sentó contra la moto, con el cuerpo del menor ahora envuelto en la manta, sobre su regazo, mientras lo abrazaba y besaba cada extensión de su cuello y rostro, más preocupado de lo que había estado en mucho tiempo.

Se dejó caer sobre la arena aliviado cuando vió que Lenin reaccionaba pues pensaba que no tendría fuerzas suficientes para hacerle la reanimación y todo el esfuerzo habría sido en vano.
Tampoco tuvo fuerzas para responderle, no hacía mas que toser y temblar por lo que se sintió como un muñeco inanimado cuando el mayor lo tomó en brazos y lo envolvió en la manta, tiritaba ahora con menos violencia reconfortado por las atenciones de su amo y que parecía que al menos dejaba de llover tan fuerte.
- Lo ves?...-balbuceaba con un hilo de voz apenas entendible por el temblor de su andíbula.- Soy un tipo duro...-le dijo con una ligera risa que casi parecía llanto, girando el tronco para abrazarlo.- por un mo-momento creía que...- escondió el rostro en el hombro empapado de Lenin sin poder terminar la frase, había pasado demasiado miedo , estaba totalmente agotado y ahora había estallado en lágrimas, claro que su orgullo seguía ahí y no dejaria que su amo le viese llorar.- Estás herido , idiota...no debiste cargar conmigo.

-no...pasa...nada..., sólo son...astillas...me preocupas...más...tú...ahora- murmuró, apretándolo contra sí y masajeando su espalda para hacerlo entrar en calor-...y no...me llames idiota,...idiota...,...tenías que...haberte alejado...cuando...lo sugerí...ahora estás así por mi...culpa...
Llegó a la conclusión de que lo mejor en aquellos momentos no era ponerse a discutir como siempre, así que se quedó mirando un momento aquel cielo tormentoso, y se quitó la chaqueta, poniéndola de parasol para que el agua no impactara sobre el esclavo:
-...¿te duele algo...que puedo hacer...por tí...?

- No, no m-me duele algo...- volvía a reir tosiendo de nuevo y separarse un poco ya algo mas calmado.- Me du-duele todo...ah...y...me muero de f-frío - decía esto último tiritando aún más, le dolía todo el cuerpo por lo tremendamente fría que estaba el agua , ahora al estar afuera y con ese tiempo sentía mas frío que nunca y eso sumado al esfuerzo que había hecho cuando normalmente se agotaba subiendo las escaleras...Estaba destrozado.

Le miró sonriendole algo lastímero, aliviado de haber podido vencer a la tempestad, aún no se terminaba de creer la suerte que habían tenido, al final Lenin tenía razón y todo salió "bien", aunque muy relativamente.
- Me va a d-dar hipo-potermia...s-si no entro en calor...y a t-tí ta-también.- su temperatura corporal estaba peligrosamente baja y debía solucionar eso cuando antes, aunque estaba pegado al cuerpo de su amo, él también estaba helado y empapado, su calor por primera vez no le bastaba para mitigar el frío.- v-vamonos..- le pedía por último ahogando un nuevo golpe de tos.- por f-favor...

-...te sacaré...de aquí...aunque me...deje el culo...en ello...-murmuró, sujetando un momento entre sus manos el rostro del esclavo, y besándolo suavemente, comprobando que tanto sus labios como los del otro estaban pálidos y helados, la verdad es que en el fondo le importaba un rábano estar frío y a punto de una hipotermia, pero no iba a permitir que el otro se quedara hecho un cubito de hielo por su culpa. Analizó la situación, empapado, con Hayden destrozado y lloviendo, no llegaría ni de coña hasta el PCP Centrum antes de que el otro se quedara tieso si no resbalaban de la carretera y se mataban , y su teléfono ahora seguramente estaría nadando con los peces, así que la única opción posible era acercarse hasta a la carretera y rezar para que un buen samaritano con coche les echara un cable.
Era hora de actuar antes de que el otro se hipotermara, así que lo cubrió lo mejor que pudo con la manta y lo volvió a coger en brazos:
-...agárrate...fuerte...a mi...cuello...todo volverá a salir...bien -echó a correr como pudo los metros que los separaban del asfalto, dejándo al menor apoyado contra el quitamiedos, parece que la suerte estaba hoy de su lado, a lo lejos se veían las luces de un coche, así que se interpuso en su camino, obligando al conductor a parar a escasos centímetros de él. Empezó a hablar a gritos, explicando al conductor la situación, que al ver el estado de ambos, accedió a ayudarles, negándose, eso sí, a llevarlos hasta la peligrosa Zona 0.
-...entonces...un hotel...un motel...lo...que...sea...que pille...de camino...por favor...-murmuraba el narcotraficante, que pocas veces pedía algo por favor.
Finalmente, volvió a cargar al esclavo en brazos, y se introdujo con él en el asiento trasero del vehículo:
-por favor...enciende la calefacción...te daré sexo,...dinero, drogas...lo que...quieras...pero sácanos de...aquí de...una...vez...por favor...

Una vez apoyado en el quitamiedos, el esclavo observaba la escena tratando de mantener la cabeza en alto, pero algo le instaba a cerrar los ojos, tal vez su propio cuerpo quería ahorrar así las pocas energías que le quedaban , para aprobecharlas es las violentas convulsiones que producía para combatir el frío.
Ni se dió cuenta de que Lenin había vuelto por él, cuando abrió los ojos estaban ya dentro del coche y la temperatura era más agradable, sin embargo seguía tiritando y así seguiría hasta poder despojarse de toda aquella agua helada que le tenía empapado.

Giró el rostro buscando a su amo.-..A do-donde vamos?- le preguntaba sin comprender nada, aquel vehiculo no era el que acostumbraban y si su memoria no le fallaba habían ido hasta la playa en moto, pero ahora no podía asegurar eso.- Te-tengo las uñas violetas..jeje...- murmuraba para sí mismo viendo sus temblorosas manos,Hayden se sentía delirar,¿ fiebre ?, Tal vez, pero por suerte, su amo era médico...o eso ponía en sus diplomas.

Centró la atención en las palabras del menor, parecía más enfermo de lo que había pensado en un principio. Tocó la frente de Hayden, sorprendiéndose al estar más caliente que el resto de su cuerpo:
-tienes...fiebre...-murmuró, haciendo que el esclavo se recostara y apoyara la cabeza sobre sus piernas, apartándole del rostro el largo pelo plateado-...sshhh...quédate tranquilo,...ojos azules...-susurró sobre su oído-...ya has...hecho...bastante,...a partir..de aquí...déjamelo a mí...
El narcotraficante también estaba helado y temblaba levemente de manera ininterrumpida, pero mientras conservara la mente en su sitio todo iría bien, y no podía dejarse llevar por ningún tipo de debilidad física hasta que Hayden estuviera con una temperatura estable y le bajara la fiebre, así que el objetivo primordial ahora era llegar adonde fuera, meterlo en agua caliente y asaltar el primer botiquín que encontrara.
El conductor avisó de la llegada a un hotel, advirtiendo al pelirrojo que igual resultaba más caro de lo previsto, pero el dinero era una de las pocas cosas que no tenían ninguna importancia para Lenny.
-..tengo...unos 3000...en la cartera...-siempre solía llevar bastante dinero encima, por si tenía que sobornar a alguien o comprarlo, una de las cosas que sabía Lenin es que el dinero lo compraba casi todo-...están un..poco...mojados...pero nada...que no..resuelva un buen calefactor..., consígueme una habitación...y te daré la otra mitad -murmuró, analizándo a su adversario, entregándole la mitad del dinero-...entraremos...por la...puerta de emergencia...te esperaré al lado...del ascensor...principal..., si intentas...tomarme...el pelo... olvido lo que...has hecho por nosotros..y te arranco la cabeza...-dijo serio.
El hombre sólo asintió, bajó del coche y se alejó hacia recepción; Lenny lo miró unos instantes, parecía que no pretendía jugársela y que cumpliría sus órdenes. Ahora sólo quedaba llevar al esclavo hasta allí:
-...Hayden...tengo que...cargarte de...nuevo...-murmuró empujando suavemente su hombro, intentando espabilarlo-...enseguida...te encontrarás...mejor...así que...intenta cooperar un poco...- abrió la puerta del coche y arrastró un poco el cuerpo del menor por la tapicería, antes de volver a agarrarlo y cargándolo, dirigiéndose hacia la señal de puerta de emergencia.

Se le cerraban los ojos por momentos, pero sabía que no debía dormirse era lo que siempre le decían en Hanori cuando le pasaba algo o estaba muy debil "trata de mantenerte despierto" , Lo cual el esclavo nunca había entendido pues creía que durmiendo se recuperaban las fuerzas, ¿no?
Asintió a las últimas palabras de Lenin, las que iban dirigidas a él pues de la conversación que tuvo con el conductor solo distinguió la palaba "emergencia" , haciendo que se espabilara un poco , se agarró a su cuello rodeandolo con los brazos y apoyando la cabeza en su hombro como pudo, se lamentaba de no tener fuerzas para ir por su propio pié, pero de ese modo al menos Lenin no cargaría con un peso muerto.
No tenía ni idea de donde estaban pero al menos podía estar seguro de que lo peor ya había pasado, se relajó entre los brazos de su amo y cerró los ojos de nuevo.


[CERRADO]