Cuidados preventivos tras un intento de liberación fallido de patos de goma [Hayden]

Lenin suspiró ante el cabreo del esclavo, no sabía por qué siempre acababan discutiendo. A él, lo que de verdad le daba envidia del resto de la gente era su capacidad de recordar, no sólo cosas pasadas, sino también prácticas, como dónde dejaban las llaves del coche o los fuegos de la cocina cerrados.
En parte, le cabreaba bastante que el esclavo le echase cosas en cara que no podía evitar y que le culpase en 100% de su faceta psicótica. Podía comprender que se sintiera ofendido y molesto por tener que recordar él solo los peores momentos, como en otro tiempo había tenido que hacer su terapeuta, así que llegó a una conclusión lógica: tenía que bajar a por PCP a la furgoneta. Aprovechó que el otro estaba debajo del agua para salir corriendo hasta abajo, discutir rápidamente con el conductor y volver.
Cuando subió, se dedicó a armar con estudiada calma un par de inyecciones, y entró por la puerta semiabierta, echando el pestillo y situándose delante de la puerta, bloqueándola con su cuerpo, y mirando al esclavo con decisión:
-...creo...que...te concederé...tus deseos...no es justo...que tengas...que...cargar...con eso...
Murmuró, con la mano izquierda escondida y pegada al marco de la puerta:
-...ven aquí...por favor...conejito...-hizo un gesto con la mano derecha para que se acercara-...dolerá...un poco...pero...cuando...empiecen...los efectos..., así...estaremos...más...nivelados...

El día anterior no había retirado toda la sal de su cuerpo y cuando estuvo al sol podía apreciar una finisima película color perla que cubría su piel.
Ahora se aseaba rápidamente pero a conciencia,energicamente pero sin llegar a maltratarse como hacía otras veces, se había desanimado con lo que acababa de hablar con Lenin, por lo que prefirió eliminar de su mente algunas palabras que habían dicho la noche anterior, incluido lo que había "decidido" y finalmente no había hecho, ahora era algo que no tenía mucho sentido.
Se escurría bien el pelo antes de salir de la ducha y atarse una toalla a la cintura, yendo al espejo retirando el vaho que se había acumulado viendo allí el reflejo de Lenin que acababa de entrar.
- Qué deseos?...- le preguntaba desconfiado dandose la vuelta para verle, le puso extrañamente nervioso que cerrara la puerta con pestillo y se quedara ahí , como bloqueandola.
- Dolerá?....- se acercaba despacio aún desconfiando y pararse a unos centímetros de él, guardando las distancias "efectos", "nivelados" ¿qué quería decir con aquello?.- Oye...no me asustes...¿de que hablas?

El narcotraficante sólo sonrió, incluso con un deje de cariño, y lo agarró por la cintura con el brazo derecho. Su cabeza iba a mil por hora, pero le daba igual, después de todo tenía que hacer lo que tenía que hacer y no iba a pararse ahora por tontos defectos morales:
-...conejito...-murmuró, besando suavemente su frente-...si crees..que es mejor...vivir con la...cabeza...en el presente...como...yo...puedo...ayudarte...sólo quiero...que seas...feliz...y haré lo que...sea...para conseguirlo..
Besó los labios del menor, distrayéndole mientras la mano izquierda, armada, subía por su espalda de manera metódico, quedando entre los omóplatos de Hayden:
-...no te...dolerá...ni la mitad...de lo...que me dolió...a mí,...las cargaré...especialmente...para acabar lo...antes posible...y no sufras -murmuró con los ojos brillantes -...olvidarás...un montón de...recuerdos...personas...lugares..y te costará adaptarte...al ritmo..de vida...del resto...al principio..pero tras un...par de tomas...dejará de...importarte...es lo..que...tiene...el PCP,..pero..a partir de...ahora...estaremos...más...nivelados...y no tendrás...que cargar..con nuestros...recuerdos...porque no se almacenarán...en tu cabeza...¿...prefieres...que te...lo ponga...en el cuello...o en un...brazo..?

Efectivamente se había distraido con ese beso, tanto que no notó como la mano de Lenin subía por su espalda, pero lo que dijo despues terminó de desconcertarle.
-...PCP?.-Le miró sin entender e intentó dar un paso atrás pero el mayor le tenía sujeto por la cintura, sin embargo pudo notar la mano detrás lo que le hizo girar la cabeza y verla.- eh? no! -Se volvía hacia él de nuevo.- No quiero olvidar nada! - se agarraba al brazo del narco que estaba alrededor de su cintura, intentando zafarse.-Creía que necesitabas que recordara, acaso no sería una carga para tí si se me fuera la cabeza?- Desistió de soltarse del agarre y le puso ambas manos en los hombros, mirandole directamente.- No quiero olvidar...- repetía viendole con ojos suplicantes, de seguir adelante ¿olvidaría todo lo ocurrido la última semana?.- Por favor, no...yo...yo no...- se quedaba sin palabras apoyando la frente en pecho del narcotraficante.

Soltó el agarre y tiró la inyección al suelo:
-...creo...que ya...he dejado...claro...mi punto...de vista...sobre el...tema...de la memoria...
Lo miró serio, a los ojos:
-no...recuerdo...muchas cosas...pero tú...deberías...poder recordar...que hace tiempo...te dije...que dejaría que me...apuñalasen...si con eso...te...protegía...,no soy fácil...pero..si después de..todo...piensas...que aún deseo...hacerte..daño...en cualquier sentido...por mí te puedes...ir al..infierno..-murmuró.
No le apetecía seguir con aquella situación, así que volvió a descorrer el cerrojo y salió del baño:
-...no te mataré...ni te llevaré a...Rozen...pero no...quiero...que tengas...que soportar...mis recuerdos...ni estés...amargado...por mi...culpa...aguantándome,...a pesar...de todo...sigues...siendo un ser...humano...y yo...no puedo...cambiar...lo que efectivamente...no sería justo...para tí,...así que...en cuanto haya...resuelto...todo...no tendrás...que...volver a verme en...tu vida...sólo dame...un par...de semanas...para el...papeleo...
Suspiró de nuevo y decidió que se fumaría los cigarrillos de dos en dos, la relación esclavo-amo había desenbocado en la antigua relación paciente/terapeuta, y no quería volver a nadie destrozado y depresivo ni una repeteción de la jugada.

Abría los ojos notoriamente sorprendido, no esperaba que Lenin recordara aquella conversación, se quedó donde estaba, inmovil viendole salir en lo que escuchaba a medias sus palabras, saliendose del baño también y verle con los brazos cruzados.
- Sabes que?...-empezaba a decirle cuando hubo terminado , le daba igual si el otro quería escucharle o no, ahora mismo le había hecho rabiar de verdad y no iba a dejar que las cosas quedaran así aunque desembocara en otra discursión sin sentido en la que sus opiniones chocaran de nuevo.- No se si lo recuerdas...pero ayer estuve a esto - hacía un gesto con la mano casi juntando el dedo pulgar e índice.- de palmarla por sacarte del agua en mitad de la tormenta...- se acercaba a él hasta encararsele.-Si no te quisiera en mi vida te hubiese hecho caso y me hubiese alejado dejandote allí.- Le hablaba serio pero calmo, sin exasperarse ni gritar, no se lo echaba en cara, solo quería dejarle claro su situación.- No pienso que desees hacerme daño pese a los gritos, amenazas y demás pruebas estúpidas que pareces ponerme...- hizo una pausa en la que pareciera que le faltaban las fuerzas y prosiguió.- aunque no me lo pongas facil, me gusta estar contigo...- le tomaba una mano siguiendo aquella "regla" que había impuesto Lenin la noche anterior y se la quedó mirando.- Y ...no quiero que me saques de tu vida ahora que...-suspiró y le miró, preguntandose si le creía o si podía comprenderle.
Negó con la cabeza sonriendole de medio lado.- No me rechaces ahora...-terminó por decirle casi en un susurro acercandosele despacio y besarle en los labios como había hecho aquella noche en la que aprovechó que dormía.

Dejó que el otro le besará, atrayéndolo un poco hacia él y besándolo con ansiedad, dejando que el otro marcara el ritmo sin saber que hacer y no atreviéndose a abrazarlo o intesificar el beso.
Estaba confundido y algo nervioso, si se refería a lo que creía que se refería no entendía porque no lo había visto antes, y aquello le ponía algo atacado al ver que nada había salido como había esperado. Cuando finalmente se separó de él seguía sin tener ni idea de lo que iba a decir:
-........¿has...pensado...que...sólo...estás...atraído...por mí porque...soy lo...único..que conoces...?

Se sintió aliviado de que el otro no le diese réplica verbal o rechazara aquel contacto, pero lo que le dijo despues le desconcertó un poco, era algo que de hecho sí se le había pasado por la cabeza, pero se había deshecho de esa idea cambiandola por una teoría algo más complicada, pero para él mucho más significativa.
Negó con la cabeza mirandole aún con aquella media sonrisa que le caracterizaba.- Conocí a mucha gente en Hanori,los que allí trabajan y muchos otros esclavos, aún así no llegué a entablar amistad con ninguno en toda mi vida, aunque alguna vez me diesen conversación yo los veía como personas vacías, sin aspiraciones ni sueños y...por parte de los trabajadores una arrogancia y prepotencia que llegué a despreciar.- Le miró de nuevo serio.- Aunque digas que no me convienes y que eres un Yonki, asesino y mil cosas más, te considero mucho mas noble que a todos ellos...pero eso ahora claro, admito que me dabas algo de miedo al principio.- Rió por lo bajo, no sabía si continuar aún tenía su mano tomada y la balanceaba como si dudara.- ...allí no nos dan ningún tipo de aducación religiosa o espiritual, pero...yo siempre he creido que las cosas pasan por un motivo...- hizo una pausa de nuevo, sabía que si se lo soltaba todo de golpe tal vez se le escaparían algunas cosas.- ...Cuando un esclavo pasa de cierta edad deja de ser de interés en Hanori...- le hablaba ahora con cierto deje sombrío.- la mayoría sale de allí con 16 años...a mi me iban a trasladar a Rozen el mes que viene...je irónicamente por viejo.- se le escapó una pequeña risa.- Nadie se interesaba por mi y yo ya tenía asumido que terminaría en Rozen junto con los esclavos defectuosos o usados, dicho así suena un poco fríbolo, pero son palabras que me dijeron allí. "mas te vale que te luzcas o terminarás con la escoria en Rozen".-volvió a quedar en silencio, aquello no eran precisamente los mejores recuerdos que tenía.- y...un día apareciste y me sacaste de allí , fuiste el único que se interesó por mí aunque no sé porque...y yo, no creo que las cosas pasen por casualidad.- Volvía a mirarle serio.- No creo en las casualidades.

Por un momento se sintió perfectamente feliz, al decir que de algún modo aquello era predestinado. El narcotraficante no creía en las casualidades, pero le encantaba la idea y no sabía que pasaría en el futuro, ya que entre otras cosas y defectos, él no era una persona fiel, sexualmente hablando:
-...te prometo...que lo intentaré...pero...no sé...si te..he dicho ya...que...nunca he sido...totalmente...fiel...ni me suelo...sentir satisfecho...con sólo...una persona...en mi...cama...-agarró la mano que lo sujetaba y la besó-...si yo hubiera...estado en Hanori...me habrían sacrificado...por momia...entonces...Además..sería un desperdicio...haberte enviado...a Rozen...eres...guapo...sexy...listo...y me pone... a cien...tu carácter...y para que negarlo,...tu trasero...
Se acercó a él y se agachó un poco para llegar a su altura, besándolo apasionadamente y pidiéndole permiso para entrar a explorar su boca.

La idea de que el naroctraficante estuviese de cama en cama era algo que no le terminaba de gustar, pero era algo que no podía cambiar pues así el había conocido, además que los celos era un sentimiento que Hayden aún desconocía.
Apartó un poco la mirada con un notable sonrojo cuando aquel empezaba a enumerar sus "virtudes", que porsupuesto aún no daba por ciertas , aunque ya no se sentía tan acomplejado por su aspecto como hacía unos días.
- momia...pff..-rió por lo bajo antes de recibir los labios contrarios, cerrando los ojos casi al momento y ponerse de puntillas, rodeando con los brazos su cuello en lo que parecía un abrazo un tanto posesivo, abriendo la boca lentamente yendo su lengua en busca de la complicidad de la de su amo.
En ese momento se alegraba de haberse atrevido finalmente a hacer lo que había decidido, aunque no había sido del modo en el que había planeado.

El narcotraficante sonrió levemente cuando notó activa la lengua del otro, disfrutando de aquella complicidad y lucha silenciosa, mientras agarraba la cintura del menor y tiraba un poco de él para arriba, potenciando el contacto del beso.
Cuando notó que empezaba a faltar el aire, soltó un poco el agarre, mordiendo encantado los labios ajenos y rozando su mejilla con la nariz:
-...besas...de puta madre...conejito...
Apartó el pelo plateado de la cara del esclavo, dejando libre su cuelo y bajando con besos rápidamente, y sin poder evitarlo, pegándole un suave mordisco, queriendo marcarlo como suyo, antes de darse cuenta sus manos habían llegado hasta la toalla y a empezar a bajarla:
-...perdón...el instinto...-sonrió de manera gatuna, volviendo a subir la toalla y dejando sus manos en la cintura del menor

Unos suaves gemidos se le escapaban al sentir los labios del mayor por su cuello, cerrando los ojos con fuerza al recibir el mordisco.- Auch! ...- se quejaba agarrandose más al cuerpo del narco, lanzandole una mirada asesina cuando comentaba lo de sus "instintos",totalmente falsa, acusada por aquel sonrojo que había tomado las mejillas del peliplata.
Se lanzaba a su cuello a modo de venganza mordisqueandolo como aquella vez que los juegos fueron un poco mas allá, - No me llames conejito...- le susurraba al oido volviendo al cuello donde ahora deslizaba la lengua entre mordidas.

Bufó como un gato ante cada mordida, de nuevo entre dudando entre apartarlo y acercarlo más para que continuase:
-es...un...golpe bajo...-susuró, con los ojos entrecerrados. Cuando las lamidas empezaron, cerró los ojos con fuerza, jadeando-...ahora...verás...ojos azules...-murmuró sonrojado, arrancando la toalla de la cintura del menor, uniendo su cadera con las del esclavo, frotándose como un felino, mientras le retorcía sin piedad un pezón-...también...conoces mis...zonas...erógenas...¿verdad...?...desde luego...sabías lo...del cuello, pero...aún te...llevo años luz...en otras cuestiones...

Apartaba la vista, no creía tener valor para verle directamente en una situación así , su respiración comenzaba a descontrolarse.
-ah..oye..eso ah duele..-se quejaba entre jadeos - por que tienes que convertirlo todo en una competición?...- le miraba de nuevo con falsa seriedad, acercandose meloso a su oido , metiendo las manos con cierto disimulo por debajo de la camisa del narco, palpando la piel que se encontraba debajo con un inusual descaro, subiendo la tela dejando aquel torso al descubierto.- ok, me llevas años luz...- le susurraba meloso lamiendole el lobulo de la oreja.- y... no vas a compartir un poco de tu sabiduría conmigo?

Dejó que el otro quitase la camisa, ayudándole a quitárselo y dejar su pecho al descubierto. Ronroneó ante cuando el esclavo jugaba con su oreja, encantado con la nueva situación en la que habían acabado. Prefería mil veces aquello que volver a discutir.
-...muy bien...entonces...deja que te..enseñe...un par...de trucos...para conseguir...al..tío que...quieras-murmuró en su oido, apartándose un poco de él y cogiendo una de las tiras de terciopelo que sujetaban las cortinas, pasándola con estudiada lentitud por la cintura y pecho del menor, dejándo que rozase libremente la piel y colocándosela alrededor del cuello, apartándola y anudándosela alrededor de los ojos-...primera lección:...juegos...pre-sexuales..., la venda...ayuda a intensificar...la...sensación táctil...-se agachó frente a él, y abrió levemente sus piernas, besando y masajeando la cara interna de sus muslos, llegando a la altura de su entrepierna, y tras una rápida lamida sobre el órgano, ignorándolo para acariciar sus caderas y volver a alejarse a por otro curioso objeto de la mesilla de noche: una pluma.
Se situó detrás de él y apartó su largo cabello para mordisquear el lóbulo de su oreja, y susurrar sensualmente:
-...¿sabes...?...me estoy...planteando...muchas...posturas...interesantes...viéndote así...-usó la punta de la pluma, bajando por su espalda con movimientos circulares, bajando hasta su trasero y la separación de sus piernas, volviendo al frente, y pasando la pluma en arabescos sobre su pecho y sus muslos, volviendo a saltarse cualquier atención en su entrepierna a drede:
-¿...quieres...que...pare,...conejito...? -preguntó divertido, pasando durante un segundo la pluma por la extensión del miembro del esclavo, volviendo a apartarla rápidamente-...podemos...parar...la...lección...cuando...te...apetezca...

Se dejó hacer algo tenso cuando le vendó los ojos, levantaba las manos tratando de palparle en esa oscuridad, sentía como si fuese a perder el equilibrio, pero no dijo nada.
Su excitación iba en sorprendente ascenso en cada caricia, no tenía ni idea de cuan intenso podía sentir privandose de la visión, tanto así que se encontró casi jadeando al sentir el contacto con lo que él creía una pluma, ese placentero roce hacía que se le escapara alguna risa propiciada por aquellas cosquillas, incluso le dió igual que le llamase conejito.
Sonrió nervioso volviendo a alzar las manos al aire, buscando a tientas el cuerpo ajeno.- Es-esto no es un... un juego..- susurraba entrecortado cuando el fín lograba palpar su rostro.- Es una...una tortura.- Su voz sonaba ansiosa con toques de lascivia, no pudiendo preprimir alún gemido que escapaba de su garganta casi silenciosos, como un murmullo, se sentía de algún modo a merced de la voluntad de Lenin al no poder ver, su excitación era más que notable y quería aprender más de su cruel profesor.-¿ parar ?...- sus manos ahora se apoyaben en los hombros de su amo, como queriendolo tomar como punto de apoyo.-ap-apenas empiezo a tomar apuntes...maestro.- Ponía especial énfasis en la última palabra, tomando la actitud de un alumno aplicado.

-...entonces...presta...más...atención -susurró sensualmente sobre los labios del otro-...tu tigre...se habrá...convertido en..un...corderito...en estos...momentos...y estará...a tu..entera voluntad...así..que..hazle creer...que serás...suyo...fácilmente...y deja que...palpe...lo que cree...que será...suyo..
Agarro las manos del otro y las guió a través de sus hombros, de su espalda, de su pecho, deteniéndolas en su cintura:
-...es...mejor...no mostrar...todas tus...cartas...a la primera...-murmuró, con un falso toque de reproche, la verdad es que el se estaba divirtiendo tanto como el esclavo con el jueguecito, ya que ni en sus pensamientos más calientes podía imaginarse algo más erótico que Hayden, vendado y excitado, a su entera disposición.
-...una pequeña...recompensa...tampoco...viene mal...-pegó su cuerpo al del otro, y empezó a masturbarlo-...venga...conejito...sólo concéntrate...en el contacto..de...mis...manos...y de mis...labios...en tu boca...-murmuró, mientras lo besaba de manera apasionada, rápida e intermitente, para evitar que al otro le diera tiempo a contestar a los besos, y de algún modo, dejarlo insatisfecho con el contacto. Cuando vió que le quedaba poco para acabar, cesó todo contacto y lo empujó poco a poco contra la cama, dejándolo caer de espaldas:
-...ahora...puedes decirle...que...si quiere...acabar...estarías encantado..de que lo hiciera...él...solo...-el tono de su voz ahora era lascivo y algo burlón-...si eres...tan buen...alumno...¿sabes cuál...es el...paso..que...viene...después...?

Aunque quisiera no podía "prestar más atención", no ahora, no en esa situación.
Hayden, siempre muerto de frío, sentía como su temperatura corporal iba en aumento, haciendole sentir febril, sentía su rostro arder, seguramente la piel de sus mejillas estaría aún más roja que aquella venda de terciopelo.
Se aferraba a la cintura del otro, gimiendo de manera suplicante y ansiosa en su boca, sintiendose incapaz de responder a esos besos descoordinados que no hacían mas que aumentar su excitación y nublarle la mente, solo lamía los labios de Lenin cuando este le permitía tal contacto.
Hizo el agarre mas posesivo cuando aquellas caricias sobre su sexo empezaban a pasar del límite, pero cesaron repentinamente y pudo oirse lo que parecía un gemido a modo de queja de los labios del esclavo, quien retrocedió hasta caer de espaldas en la cama.
Escuchó lo que dijo Lenin pero no dijo nada, recuperaba el aliento, apoyandose en los codos para quedar algo incorporado, pero seguía sin verle por la venda.
Sonrió ante su pregunta.- Creo que no soy ten buen alumno despues de todo...- tragó saliva un tanto dificultosamente, retrocediendo un poco para tener todo su cuerpo sobre la cama y hablarle lo mas inocentemente que supo.- Sorpréndame, señor Tenembaum.

Como respuesta, Lenny fué al baño y dejó el botiquín junto a la cama, cogiendo un preservativo y abriéndolo con los dientes, tirando el envoltoreo al suelo y estirando el condón de plástico, pero no precisamente para colocárselo él sino a él. Estiró el latex y lo puso a modo de goma o cuerda, apretando fuertemente la punta del miembro ajeno, para impedirle acabar.
-...una pequeña...estimulación...intelectual...-susurró, extendiéndose su cuerpo sobre el del esclavo y mordiendo suavemente los labios del menor-...te ayudará...a contestar mejor...en...el futuro...
Vertió una buena cantidad de lubricante sobre la cavidad del otro, frotándola con movimientos circulares, mientras su otra mano se dedicaba a seguir masturbando el miembro del esclavo, ahora aprisionado, con una sonrisa maliciosa.

- Eres...un pro-profesor malvado...- apretaba los dientes cuando sentia aquella molestísima presión en su sexo.
Pasaba las manos alrededor de su cuello cuando le tuvo encima, aferrandose a su espalda, volvía a gemir en su boca cuando este le masturbaba.-no...no puedo pensar...ah..ah...duele.- Movía las caderas incoscientemente al ritmo que su amo movía la mano , pero aquella presión era tan placenteramente molesta que de verdad le hacía dificil encontrar coherencia en su mente para hablarle.
Sintiendose sin saber que hacer, iba al cuello de Lenin, lamiendolo de manera ansiosa, succionanado y dejando marcas en su piel en lo que sus manos, ahora terriblemente inquietas manoseaban toda al piel que podían abarcar, apretando aún más el cuerpo del narco contra el suyo.- Duele...ah..quítamelo...- le pedía en tono suplicante.- O ...la venda...de-dejame quitarmela...

Sonrió cuando el menor apretó aún más su cuerpo, recorriendo todo lo que podía su piel, y se ensanchó al escuchar sus palabras; siendo pillado a traición por los mordiscos y besos en su cuello, que hacían que jadeara y soltara unos cuantos gemidos ante cada nueva succión, sin importarle que el esclavo le viese en aquel estado, y pensando que las marcas le durarían unos cuantos días, sumándose a las cicatrices y moratones que adornaban ya de por sí su piel:
-...parece...que...te ha gustado...mi cuerpo -murmuró burlón-...tienes...permiso...para quitártela..si quieres,...no me importaría...ver...tus...ojos...azules...mientras...observas...todo...lo que te...hago -beso sus labios, de una forma que podía parecer más cercana al cariño que a la pasión para parar aquel contacto sobre su cuello, aumentando la velocidad de los movimientos de su mano sobre aquel órgano en concreto y cada vez más amoratado que se erguía entre las piernas del esclavo-...¿te...duele...?...si quieres...quitártelo...hazlo...tú mismo -se apartó un poco, mirándole entre curioso e intrigado por la futura reacción del esclavo, y para que negarlo, con ciertos toques lascivos reflejados en los ojos violeta.

Sonreía complacido al escuchar los sonidos que profería su amo, le gustaba verle así.
- Sí, me gusta...- murmuraba un segundo antes de recibir aquellos besos que esta vez si pudo corresponder al tiempo que soltaba una mano de su agarre en el cuerpo del narco, subiendola hasta la venda y tirar de ella, retirandola de sus ojos y encontrarse por un momento con las orbes violáceas de Lenin.
Estaba jugando con él cruelmente, pero mentiría si dijera que no lo estaba disfrutando, seguramente al narco le resultaba muy morboso tenerle así, a él, tan inexperto cómo era, todo aquello le sobrepasaba y por la manera en la que su amo le miraba podía adivinar lo que pasaría al retirar la goma.- Ah...sí, du-duele...-musitaba entre jadeos.
Miró un momento a su propio miembro , parecía estar a punto de reventar si no lo liberaba.
Dudó por un segundo pero finalmente con esa misma mano quitó del trozo de latex que le oprimía tirando de él, para terminar eyaculando violentamente apenas 5 segundos despues, por la fricción de la mano de Lenin que no había parado, gimió ahora profundamente al oido del narcotraficante, aferrandose nuevamente a su cuello y espalda, tratando de controlar en vano las convulsiones de su cuerpo.

-...eres...un buen...alumno...después de todo -sonrió gatuno y meloso, al notar como el otro acababa y se aferraba a su cuerpo, temblando aún por los efectos del orgasmo. Delinió una línea imaginaria desde la clavícula hasta el cuello del menor, repatiendo besos tranuilizadores por su rostro:
-...shhh...ya pasó...-susurró contra sus labios, apartando y el pelo plateado de su cara y peinándolo hacia atrás con sus dedos.
Se acomodó en aquel extraño abrazo y se volvió a extender sobre el cuerpo del otro, apoyándose sobre un brazo para evitar hacer daño a Hayden:
-...estás...muy sensible...-volvió a deliniar el cuerpo ajeno bajando lentamente la mano por su torso, aún tembloroso. Llegó de nuevo a la separación entre sus piernas, y acarició con movimientos circulares la entrada del otro:
-...¿quieres...saber...más...trucos...o...estás ya...demasiado...cansado...?

Recuperaba el aliento dificultosamente, mirandole con los ojos entrecerrados, el temblor de su cuerpo continuaba aunque algo más levemente, no podía pensar con claridad, sentía como su cuerpo ardía y su mente parecía no dejarle articular palabra pese a escuchar las de Lenin.
Le miró un segundo con aquella expresión que iba entre lo ansioso y lo suplicante y sin saber que decir, como toda respuesta incorporó un poco el tronco , tomando el rostro de su amo entre las manos y besarle muy apasionadamente en lo que de manera casi incosciente separaba las piernas, facilitando el contacto que el otro tenía sobre él.
-Haz-hazme tuyo...-consiguió susurrar al fín cómo si no pudiese resistirlo más, separandose apenas unos milimetros de su boca con voz quebrada y sonrojado a más no poder por la excitación.

-...creo que..no lo has...entendido..aún...-susurró, lamiendo los labios ajenos, aprovechando la cercanía del menor-...ya eres...mío...conejito -le susurró, no se refería al plano de propiedad convencional, sino al terreno sexual-...pero...si insistes...te follaré...como nadie...lo hará...en tu...vida -murmuró de manera lasciva, intentando provocarlo haciendo gala una vez más de su encantador vocabulario.
Sonrió divertido cuando el otro al notar al otro abrir las piernas, rozando ahora una mayor extensión de piel, echando más lubricante y empezando a penetrarlo un poco con los dedos, acostumbrándolo.
-...ahora...empieza lo...bueno...-dejó aquella preparación, y llevó las manos del peliplata hasta el cierre de los vaqueros, guiándolo para que le ayudase a desabrochar los botones, y finalmente, quitándoselos y quedando en sus ya acostumbrados boxers negros frente a él, guiándolo para bajar la tela y quedar tan desnudo como el otro.
-...dame...un segundo para...ponerme...a tono...y...te penetraré...-susurró, mientras emepzaba a masturbarse