Libertad (privado Luisant)

Estaciono el auto y se bajo de este, abriéndole la puerta al menor.

-Toma esto como tu primer día de Libertad….eso no quiere decir que seas desobediente a todo ¿de a cuerdo?- le tomo de la mano y comenzó a caminar tranquilamente junto a el, noto varias miradas curiosas sobre el cuerpo algo descubierto de su esclavo y le coloco su chaqueta sobre los hombros –soy bastante celoso….no me gusta que te miren- lo atrajo mas a su cuerpo de manera posesiva, ahora era suyo, y no pensaba dejar que alguien mas lo tocara.

Sus ojos estaban abiertos a mas no poder miraba todo a su alrededor con curiosidad, todo era nuevo para el, la gente caminando sin un cristal frente a el, parecía una total fantasía.

cuando bajo del auto y Bryan sujeto su mano una vez mas sintió ese tibio contacto sobre el que le tranquilizaba, así como una gruesa chaqueta sobre sus hombros lo envolvió de la sutil fragancia de su amo.

–soy bastante celoso….no me gusta que te miren- sonrió intentando no ser visto por el mayor, nuca nadie le había hablado de esa manera y ciertamente lo hacia sentir importante.

-Intentare ser obediente... lo prometo...

-Asi me gusta– le revolvió un poco el cabello en una muestra de afecto -Ven, debemos comprarte ropa…mucha ropa– lo condujo hasta un local, era el que siempre frecuentaba, lo llevo por varias secciones de ropa hasta que llego a la que creía adecuada -Escoge lo que te apetezca-

Le solto para que pudiera recorrer el lugar a su gusto

-Solo tráeme lo que llame tu atención y luego iremos a los probadores, yo te esperare aqui...¿o prefieres que te ayude?-

-Yo .... bueno puede tambien ayudarme a encontrar algo que le guste tambien - afirmo sujetando aun mas la mano de su amo y corriendo junto con el en direccion a todos los estantes donde habia infinidad de prendas de vestir, habia tanto que le costaba elegir, sobre todo por que no tenia idea de la ropa que a su amo agradaria.

-No se por cual decidirme... unca antes habia tenido ropa que yo eligiera.- hablo con pena.

Le miro por unos segundos, sonrió ante las palabras del menor y se acerco por atrás a el, dejando sus labios muy cerca de su oido –Puedes elegir lo que mas te guste, todo lo que te agrade, no te preocupes por nada- dio un rápido beso en su mejilla y volvió a separarse ligeramente de el.

Después de todo lo había comprado para darle una mejor vida, le daría todo el cariño posible y lo consentiría lo suficiente.

-Apuesto a que cualquier prenda te viene bien- comento paseando la vista por el estante de ropa.

Un escalofrio le recorrio desde sus tobillos en direccion a su oreja dodne su amo le ahbia susurrado tiernamente y un calido beso en su mejilla lleno su rostro de un tono rojizo que intento ocultar rapidamente entre sus cabellos, a pesar de sentirse realmente feliz de recibir esas muestras de cariño.

-Yo ... quiero... quiero esots - hablo mostrando un par de pantalones negros asi como algunas camisas blancas, azules y grises en combinacion con los pantalones así como unos zapatos y calcetines.

Iba tomando lo que el “pequeño” (por que bajo en estatura no era) siempre pendiente de sus acciones y expresiones, era realmente adorable observar como se desenvolvía en su nuevo entorno.

Cuando hubo terminado de elegir lo guio hasta los probadores.
-Solo puede entrar una persona por probador, yo te estaré esperando aquí ¿de acuerdo?- se acomodo en una silla, observo el cuerpo de Luisant de pies a cabeza, en realidad era bastante deseable…

-Si necesitas algo solo pídemelo-

Asintio rapidamente encaminandose momentos despues a los probadores .

Cuando por fin estuvo dentro, sujeto la ropa fuertemente y cerro los ojos, esta libertad le estaba agradando demaciado, y poco a poco iba acostumbrandose al calor d su amo, esa era una sensacion tan placentera y relajante que el simple hecho de pensar en carecerla le perturbaba.

Dejando de pensar en eso se concentro en ponerse la ropa y salir rapidamente para no hacer esperar mas.

Cuando salio mostrando su nuevo atuendo nerviosamente camino hacia Bryan con un pantalon negro algo ceñido a su cuerpo y una camisa blanca de mangas largas.

-¿Que le parece amo?-pregunto nervioso

Lo tomo de la mano y como la vez anterior le dio una vuelta sin quitarle la mirada de enzima –Te dije que te quedaría bien- y era la verdad, se veía bastante atractivo, el único inconveniente era que mas miradas lujuriosas se posarían en el….pero seria fácil resolverlo.

-Pruébate mas ropa, y la que mas te guste me las das- le solto lentamente y acerco su rostro al del menor –con todo te veras igual de atractivo- sonrio y le acaricio una de las orejitas de gato.

Entro de nuevo al probador sintiendose aun mas sonrojardo por las palabras que le hania dedicado su amo.

Y tal y como el dijo continuo probandose una infinidad de prendas de todo tipo y saliendo en espera de la afirmacion del amo.

Caundo por fin despues d un par de horas decidio todo lo que le habia agradado fonrmando una peuqeña montaña de ropa.

-¿Es todo ... creo... pero todo esto no sera muy caro? No es correcto que gaste tanto dinero solo por ropa. -

-Si la ropa es para ti, esta bien- le indico a uno de los encargados que cargara la ropa y la llevaba al mostrador donde pagaría –El hecho de que seas un esclavo no quiere decir que te trate como uno, eres un humano- le sonrió, y extendió su mano para que la tomara- aun asi quiero que me sigas diciendo amo- era un simple fetiche suyo, eso nada mas.

-Te llevaras ropa nueva puesta- indico, pago con la tarjeta de crédito y ordeno que llevaran las bolsas a su auto como siempre lo hacia -¿Tienes hambre?, iremos a comer algo-

-Deacuerdo amo - afirmi ya con mas confianza intentandose no sentirse culpable por la cantidad de dinero que probablemente habia gastado en el.- y ... pues si tengo algo de hambre y me quisiera comer lo mismo que al amo le guste.
Sonriendo tomo la mano de su amo nuevamente - lleveme al lugar que mas le guste.

Bien, te llevare a mi restaurant favorito, y podrás comer todo lo que desees- acaricio su cabello, deteniéndose en las orejitas, las cuales masajeo un poco, cuando el menor le tomo de la mano, una sonrisa se formo en su rostro- Ven- lo jalo ligeramente y comenzaron a caminar, Bryan siempre pendiente de su esclavo, comenzaba a disfrutar la carita de asombro que tenia.

-Dime Luisant, ¿te gustan los dulces?-

Al oir acerca de comer todo lo que deseara se alegro aun mas si es que podía en este dia, despues de tantas experiencaias nuevas y privilegios que comenzaba a tener, no podia imaginarse todo lo que su nuevo amo le estaba ofreciendo a compraracion con lo que vivia cada dia dentro de la corporacion.

Al sentir como sus orejas eran acariciadas tiernamente una fuerte sensacion electrica recorrio cada parte de su cuerpo, su amo provocaba en el un sin fin de nuevas sensaciones que le eran desconocidas pero a la misma vez, eran tremendamente facinantes.

-Dime Luisant, ¿te gustan los dulces?-

Y esto fue lo que mas le maravillo, por que si habia algo que le obsecionaba en el mundo eran los pequeños pasteles y postres que solo una o dos veces llego a degustar en su vida.

Llegaron al lugar, y pidió una de las mejores mesas para dos, en el balcón donde se podía apreciar una hermosa vista de toda la ciudad.
Soltó una risa al ver como la carita se le iluminaba después de mencionar los dulces.

Se sentaron, uno frente al otro, y con una amplia sonrisa tomo por sobre la mesa la mano del neko.

Hoy tu eres el consentido….solo tienes que pedirme lo que quieras y te lo daré –beso con delicadeza la mano que sostenía, absorbiendo el dulce aroma que su piel despedía.

-¿Cómo es posible que alguien tan hermoso como tu haya estado encerrado tanto tiempo?-

Pidió la carta y le paso una a Luisant –Puedes pedir lo que gustes- le repitió sin apartar la vista de el.

Aquel sitio era precioso, sus pisos, las mesas y sobre todo la bella vista que les proporcionaba de la enorme cuidad, la gente se veia tan pequeña desde ahí.

Sujeto con fueza la mano que le era sostenida mientras el hombre frente a el la besaba.

-Nunca fui muy agradable para los demas como esclavo... ellos buscan algo mas lindo -respondio a la primera pregunta con tranquilidad, sabia la pregunta a esa respuesta desde hacia ya tiempo.


Despues al escucharle decir que podria pedir todo lo que quisiera comenzo con si larga lista acerca de todos los dilces que queria probar.

-Hemmmm leche con chocolate, mantecado, crepas con cajeta, mousse de mango, y... pastel con merenge.

Dado a que el encargado se encontraba lo suficientemente cerca para escuchar, apunto todo en una pequeña libreta y se retiro a la cocina.

-Eres muy glotón ¿verdad?- sonrió divertido- eres demasiado lindo…aun no logro explicarme como nadie te compro antes-
Desvió la mirada, observando detenidamente el hermoso paisaje

-Aunque…agradezco que no te hubieran comprado…si no, no estarías aquí conmigo- ladeo un poco la cabeza para poder ver de reojo a su acompañante

-Te llevare a conocer la ciudad durante esta semana….esta atardeciendo, seria mejor que descansaras un poco-

Se sonrrojo nuevmente, ya habia perdido la cuenta de cuantas veces lo habia hecho esa noche.

-Nunca me permitian comer nada de esto y habra que aprobechar- riendo picaramente.

-A mi tambien me agrada la idea de que el amo me haya comprado, yo solo obedecera a mi amo...- asintindo con la cabeza. - si... solo al amo.

Y mirandolo con mas entuciasmo aun-¿Y cuando conosca la ciudad conocere el lugar donde vive el amo?

Claro que conocerás mi casa, si es ahí donde vivirás –se levanto y estirándose por sobre la mesa beso suavemente los suaves labios de su esclavo.

Justo cuando volvió a sentarse, un mesero llego con su orden –come todo lo que quieras- le hablo a Luisant mirándole con una sonrisa, señalándole los postres frente a el.

Pidió una botella de champan para el, veía con curiosidad el rostro iluminado del menor, le encantaba ese tipo de inocencia.

Estaba emocionado por lo antes dicho por su amo, en realidad queria conocer el lugar donde su amo vivia, se preguntaba como seria.

Pero mientras eso sucedia observo la serie de delicados pastelillos y postres frente a el, en un precentacion tan elegante y fina, no tenia la menor idea por cual comenzar y miraba ansioso todos... asi que comia una probada de cada uno comiendolos todos al mismo tiempo.

Mientras su amo le miraba curioso al mismo tiempo que bebeia de una fina copa de cristal con un liquido busbujeante dentro de ella.

Ne…Luisant, quieres un poco –pregunto, ofreciéndole la copa- pero solo darle un sorbo…es muy fuerte- le advirtió antes de nada

Espero, quería ver la reacción del joven al probar la bebida que seguramente nunca había tomado.

Acerco sus labios cuidadosamente a la copa que su amo le ofresia y tomo unpequeño sorbo de la bebida, cerrando los ojos y frunciendo los labios.

-heeeee sabe horirble... ¿A caso quiere matarme o que?- se quejo molesto.

Pero pronto, dandose cuenta de los que habia dicho y bajo rapidamente la mirada asi como sus orejas... esperando el regaño.

¿Matarte? –solto una sonora risa- ¿A que vino eso?

Aparto la copa dejándola a un lado, ya se esperaba ese tipo de reacción, pero no creía que le haría tanta gracia.

-Si quisiera matarte no te hubiera comprado ¿no crees? –dio un jaloncito cariñoso a una de las orejitas de gato –Mi lindo neko temperamental- susurro en una risita

Esa respuesta y las caricias sobre su oreja jamas en su vida las habia esperad, y menos proviniedo de su amo, su mente se paralizo por algunos segundos, no sabia asi reir con su amo o agradecerle por soportar su pesimo caracter.

-Bueno... si eso... eso creo - hablo nerviosamente.

E intento dejarlo pasar continuando con sus postres.

-Amo... a mi... me gustaria que me hablara de usted... para... bueno conocerlo mas... si quiere, aunq no es necesario

¿De mi?, bueno, a diferencia de muchos de los hombres que viven aquí mi vida nunca ha sido miserable, todo lo contrario, he vivido con mucho lujo –termino de beber el contenido de la copa- de lo único que podría quejarme es….cuando era mas joven fui violado, pero no fue nada traumático- tomo un poco de los postres, llevándoselos a la boca.

Podrás conocerme mejor…en mi residencia –susurro solo para que le escuchara su acompañante- ¿Estas satisfecho, o deseas comer algo mas? –pregunto desviando ligeramente el tema, no por que le molestara, si no por que no lo sentía el lugar y momento adecuado.