Un agradable paseo por el parque...[con Jahi y libre^^]

- helado? supongo que tambien comprare uno para mi...- respondio con duda ya que hacia muchos años que no comia uno.

Tomo la mano de kudo y se dirigio con el al puesto de helados del cual rapidamente eligio uno.
- creo que yo quiero uno de menta con chocolate...tu cual quieres- le pregunto a al neko a pesar de que se imaginaba que al neko le seria mucho mas dificil que a el la eleccion.

Se quedó por un buen rato mirando los muchos sabores, pues no podía decidirse por ninguno.

-Etoooo.....éste!.- Le pidió al heladero que le diera uno de fresa con crema.- Me encantan las fresas con crema.- Dijo mientras estiraba las manos para recibir el cono de helado y darle una lamida.- Mmmm...quiere probar?.- Le preguntó mientras extendía el cono hacia su amo.

Pago por los helados, luego empezo a caminar junto a su neko mientras veia como probaba su helado y el tambien probaba un poco del suyo.

- probar?...esta bien- probo un poco del helado casi en el lugar por donde lo habia probado el neko, saboreando lentamente aquel sabor que era mezcla del suave sabor del helado con el sabor del neko.

- tu tambien puedes probar el mio si quieres- le dijo mientras extendia la mano que sostenia su helado hacia el neko.

-Si, si quiero.- Dijo acercando su boca al helado e inconcientemente, al parecer, buscó el sitio donde los labios de su amo habían quedado marcados en la cremosa superficie y lo lamió.- Que rico está! .- Le miró sonriente.

Continuaron caminando por el sendero del parque, el neko no había vuelto a correr tras ninguna ardilla, es más, se había mantenido tomado de la mano de Jahi todo el trayecto.

Continuo caminando junto a su neko feliz por el simple hecho de estar con el disfrutando de su compañia, del tibio calor de su mano, su sonrisa, le hacia feliz el simple hecho de tenerlo cerca. Nunca antes se hubiese imaginado que lo podria hacer feliz el simple hecho de estar junto a alguien pero con el neko tenia ese curioso efecto en el.

- ¿te gustaria ir a algun otro lado?- le pregunto al neko, casi no habian salido del departamento asi que quizas el neko queria visitar algun otro sitio y Jahi queria que el neko estuviera muy feliz en aquel que quizas seria su ultimo paseo juntos.

-Ir a otro sitio? no, me gusta este lugar...además podremos visitar otros lugares cuando salgamos de nuevo, verdad?.- Le preguntó mientras le tomaba por la cintura en un medio abrazo.- Porque...podemos salir a pasear otro día, verdad? claro, si no ha tenido mucho trabajo.

Llegaron al lago rodeado de bellos jardines donde abundaban las flores y arbustos cuidadosamente cuidados y bañados por el sol. El neko se quedó mirando el paisaje como si fuera una visión mientras una nueva sonrisa iluminaba su rostro.

- Jahi...- Dijo tirándo suavemente de la mano de su amo.- Le gustaría recostarse en el pasto bajo el sol?.- Le preguntó sin despegar la mirada del bello paisaje.

- otro dia...claro- respondio tratando de mostrar certeza en lo que decia aunque en realidad lo mas probable era que este seria el ultimo paseo que tuviera junto al neko.

- podria ser agradable...- respondio con algo de dudo, no recordaba haber hecho algo como aquello desde que era niño pero en aquel momento aquello le parecio como algo agradable asi que se echo lentamente en el pasto mientras miraba el azul del cielo.

- echate a mi lado- le pidio mirando de reojo a Kudo mientras esperaba que hiciera lo que habia pedido.

El neko se recostó junto a su amo mientras cruzaba un brazo por sobre el torso y apoyaba la cabeza en el pecho de Jahi. El día estaba agradable y el aire tíbio invitaba a dormir.

-Que agradable se siente, né?.- Le preguntó con voz algo somnolienta.-Me gustaría quedarme así para siempre....- Susurró mientras su cola se iba enroscando en la pierna de Jahi con suavidad y se comenzaba a escuchar el sueva ronroneo que indicaba que el neko estaba relajado y tranquilo.

Coloco los manos sobre los cabellos del neko acariciandolos suavemente mientras sentia tanto el tibio calor de su cuerpo como el latir de su corazon. ¿Era su imaginacion o el corazon del neko latia muy rapido?, Jahi no sabia a ciencia cierta la respuesta a esa pregunta y al final llego a la conclusion de que imaginaba aquello.

- si es agradable...a mi tambien me gustaria - respondio aumentando inconcientemente la fuerza del abrazo, deseando inconcientemente que el tiempo se detuviera en ese momento y que nunca tuviera que separarse de su neko.

Al sentir el aumento en la presión del abrazo de su amo, el neko se acomodó apegando un poco más su cuerpo al de su amo danso un somnoliento suspiro.

-Verdad que podremos quedarnos así el tiempo que queramos?.- Lentamente la mano que le abrazaba por el pecho subió delineando el costado del torso de Jahi hasta llegar a su rostro, al tiempo que Kudo levantaba su mirada.- Y vendremos a tumbarnos en las tardes como esta?.- Le sonrió con dulzura mientras le acariciaba el rostro con sus finos y tersos dedos, deteniendose por un segundo en los bellos labios de su amo. Para luego continuar con sus suaves caricias.

-- claro todo el tiempo al menos hasta que cierre el parque- bromeo un poco aun manteniendo aquel abrazo y cerrado ligeramente los ojos.

- lo haremos...- dijo medio adormilado a pesar de sentir que mentia pero no queria arruinar ese agradable momento con el neko, queria que ese dia sea perfecto, un dia el cual pudiera rememorar cuando el neko no estuviese.

Jahi queria disfrutar ese dia como si fuese el ultimo que iba a pasar con su neko despues de todo quizas aquel dia si seria el ultimo junto a el.

Suspiró aliviado ante esa respuesta. Se acomodó mejor subiendo un poco y acomodan su cabeza entre el hombro y el cuello de Jahi.

-Que bueno, así saldremos más seguido y se podrá relajar mejor, ya que, estar encerrado en casa le ha de ser estresante.- Le comentó mientras bostezaba.- Me gusta estar así con usted... así de tranquilos...sin nada que...- Dejó la frase en el aire.

El agradable calor del sol, el estar junto a Jahi y las caricias que este le hacía entre las orejas le hicieron adormecerse y poco a poco su suave ronroneó se fue apagando dendo paso a la respiración acompasada que delata al sueño tranquilo.

No respondio a las ultimas palabras de neko solamente una sonrisa se dibujo en su rostro a pesar del leve dolor que ya tenia en su pecho, se abrazo a el quedando dormido tambien abrasando al neko y abrigandolo con su cuerpo cuando el viento empezo a soplar como si inconcientemente su cuerpo se negara a despertar o a dejar que el neko despertara.

Durmieron alrededor de dos hora sin separarse, el neko se había quedado dormido aferrado a la camisa de su amo y se mantuvo sujeto aun mientras dormía.

En su produndo sueño Kudo sintió algo frío y humedo rozar su mejilla sensación que le hizo moverse un poco, pero al minuto volvía a sentir la misma fría humedad en su mejilla. Gimió reclamando y negandose a dejar tan apacible sueño, pero al abrir los ojos casi se le escapa un grito, pero lo que hizo fue agarrarse con más fuerza a Jahi mientras se encogía.

Junto a la mejilla del neko estaba el ocico de un enorme perro que le había estado olisqueando con su fría nariz. Al ver el movimiento del neko el perro comenzó a mover la cola y con una pata rozaba la espalda del asustado gato.

-Jahi...has que se vaya!.- Sollozó el gato mientras intentaba mover a su amo para despertarle.

Sintio el movimiento inicial del neko y en un comienzo sus ojos se negaron a abrirse pero se abrieron de golpe cuando escucho al neko. Se coloco delante de Kudo cubriendo al neko de cualquier posible ataque. El perro se fue acercado a Jahi poco a poco lentamente saltandole encima a Jahi pero al final en vez de atacarlo solo le dio unos lametones en la cara.

Jahi rio ante lo ocurrido acariciando suavemente la cabeza del perro.
- parece que es un cachorro...creo que solo quiere jugar- explico a Kudo, aunque no sabia si esta explicacion seria suficiente para quitarle aquel natural temor hacia los perros.

Al escuchar la risa de su amo se desenrroscó y miró al cachorro quien al ver al neko le saltó encima a lamerle la cara, quedando el neko entre las patas del perro.

-Ah!.- Chilló al ver que el perro se le avalanzaba, pero al sentir las lamidas lo apartó de un empujón y se sentó sonrojado.- Perro tonto....- Le dijo mirando al cachorro quien se había puesto en pose juguetona, con las patas delanteras y la cabeza bajas y la cola en alto.-No quiero jugar contigo...- Le dijo en un intento de no demostrar su miedo aunque su cola erizada lo delataba.

Al escuchar la voz del nako el perro dió un fuerte ladrido haciendo dar un respingo al neko y luego comenzó a dar brincos al rededor del chico, de vez en cuando le tomaba su cola y la tiraba suavemente como invitando al reacio neko a jugar con él.

-... que le pasa a este perro?...- Decía mientras se tomaba del brazo de Jahi.-...Este perro está loco...- Le dijo sonriendo a medias.

Rio al ver de Kudo, se le hacia mas que gracioso aquel miedo irracional que tenia al aquel cachorro jugreton.

- no esta loco...solo quiere jugar...- trato de tranquilizar un poco al neko aunque sabia que solo sus palabras no tendrian mucho exito.

Jahi cogio una rama del suelo enseñandola al cachorro para captar su interes.
- atrapala!- dijo lanzado la rama y el cachorro casi inmediatamente a buscar la rama lanzada.

- no me gustan los perros pero te parecen lindas las viudad negras,,-rio un poco ante la ironia acariciando las orejitas del neko.

-Por lo menos no se te lanzan encima.- Reclamó mientras veía como el cachorro iba tras la rama que le había lanzado Jahi.- Además ese perro tonto me asustó...- Decía mientras acariciaba su cola en un intento de peinarla.

Al volver el cahorro dejó la rama a los pies de Jahi y volvió a intententar jugar con el neko quien más calmado, acarició la cabeza del cachorro el cual se le volvió a lanzar encima, hechandose (literalmente) encima del neko.

-Ya....salte que pesas.- Le dijo mientras movía su cabeza de un lado a otro para evitar las lamidas y riendo un poco.- Que perro más pesado.

- jaja, pero si se lanzo encima mio- le aclaro mientras seguia con los ojos al cachorro para luego sonreir ante el intento de Kudo de enfrentar el miedo que sentia.

- creo que le agradas o quizas es que aun llevas sabor a helado y por eso te quiere probar- rio al ver como el neko ver como el neko era lamido por el cachorro luego cogio de nuevo la rama y la lanzo para que el perro la atrapara.

-Debe ser el helado...no me gustan los perros...-Decía mientras veía como el perro se iba a buscar la rama, aunque al hablar sonreía.- Tendrá dueño? ...tal vez esté perdido...

Vio al cahorro volver y hecharse pansa arriba frente a ellos. Kudo comenzó a acariciarle la panza, con tímidez al pricipio, pero al ver que el cachorro se quedaba quieto el neko se acercó un poco más hasta quedar sentado junto al cachorro.

Miro al perro atentamente parecia bonito, quizas hasta de raza aunque Jahi no estaba muy seguro de aquello.
- supongo que si tiene dueño se ve bien cuidado- concluyo despues de aquella inspeccion rapida al canino.

- al parecer ya te cae mejor...- le dijo al neko mientras veia como acariciaba Kudo al cachorro haciendo lo mismo mientras el cachorro parecia disfrutar de aquello.

-No me cae bien...pero así se está quieto.- Se escuso ratando de parecer indiferente ante tan lindo cachorro.- Y si parece tener dueño ya que está muy bien alimentado.- Comentó mientras tocaba las costillas del animal.- Y su pelo está suave...

El Cachorró movía repetidamente una pata trasera cada vez que Kudo pasaba sus manos por las costillas haciendo reir al neko.

-Perro tonto.- Le dijo, pero ahora con una tierna sonrisa.

Caminamos hasta donde se encontraba la pareja, al llegar saludo alzando la mano...para que se dieran cuenta que no estaban solos.

Señor Jahi... mucho gusto en verlo, ya hace tiempo que no le veo en el banco y creo ver el por que, o solo que este pensando en abandonar el banco, pero creo que no lo hará, ha sido muy fiel a nosotros. Bueno deje le presento a mi acompañante, el es Obed, Obed el es el Señor Jahi y su acompañante... bueno Señor Jahi, por que no nos presenta a su acompañante.

Viendo de reojo al chico.

Al notar que dos extraños se acercaban dejó de acariciar al cahorro y les miró. Y al veo con la familiaridad con que el mayor saludaba a su amo supuso que le conocía, por tanto se puso en pie limpiandose las bisnas de pasto que habían quedado prendidas en su ropa sonriéndoles con amabilidad mientras esperaba a que su amo hiciera las presentaciones oficiales.

El cachorro al verse ignorado comenzó a tirar de la manga del neko para llamar su atención, pero Kudo se había quedado mirando al chico que acompañaba al mayor, a quien le hizo un gesto con la mano para saludarle.