Comprando cosas nuevas (privado / Sume)

Sume savia que sus temores eran tontería, al menos la gran mayoría, sin embargo sonrió ante la amabilidad de su amo. Lo tomo del brazo mientras encargaban el pastelillo y el encargado lo empacaba en una bolsa marrón de papel que muy amablemente le entrego a Narel, y este a su vez se lo dio al zorrito. Olía bien y aun estaba caliente, aunque no demasiado como para hacerle daño en sus manos.

- Muchas gracias amo. – dijo quedamente mientras salían de la pastelería. Como aun tenía hambre saco el pastelillo de la bolsa, oliéndolo antes de darle una mordida. Abrió la boca grande mostrando sus caninos un poco más filosos de lo normal por su naturaleza zorruna y probo un bocado del postre. Su boca se curvó sonriendo pero sin mostrar los dientes pues aun masticaba su comida, era en verdad delicioso. Cayó en cuenta de que debió esperar para comerlo con un tenedor para evitar mancharse la cara pero le gano la tentación. Mientras caminaban por el centro comercial termino su bocadillo disfrutando cada mordida. Su boquita quedo manchada aunque él no se dio cuenta de ello.

Miro bastante divertido como el zorrito comía su pastel, seguía sin dejar de pensar que Sume era demasiado tierno, era la criatura mas hermosa que había conocido tanto en físico como en su personalidad, sacudió levemente su cabeza intentando con centrarse de nuevo en su objetivo, aun tenia que comprar el estuche para la flauta de su esclavo, sonrió una vez mas antes de quedarse parado y ponerse de rodillas estirándose un poco para quedar a la altura de el zorrito

-te manchaste un poco-

Sonrió, y saco un pañuelo de su bolsillo izquierdo limpiando cariñosamente las restos de pastel en el rostro de su acompañante, intento hacerlo lo mas suave que pudiera, para no molestar ni un poco al pequeño con alguna de sus acciones

-ya esta........oh espera-

Alejo el pañuelo y se acerco dando una lamida al ultimo resto de pastel en la mejilla de Sume e irónicamente la que mas cerca había estado de su boca en aquel momento, se incorporo lentamente mientras esperaba ansioso algún tipo de respuesta de parte de su esclavo

Vio a su amo detenerse y ponerse a su altura, le gustaban eta clase de acciones, le permitían ver con claridad el rostro de su amo, aunque sin duda su cercanía siempre lograba ponerlo nervioso, nada raro sabiendo de su naturaleza tímida. Espero a que su amo le limpiara el rostro sin mostrar ninguna objeción ante sus acciones. Después de todo no podía andar por ahí manchado de dulce en su boca, eso sí que sería embarazoso.

La última acción de su amo lo tomo por sorpresa. Antes de que lo supiera su amo ya se encontraba erguido de nuevo a su lado, pero la mente del zorrito se había quedado varada en aquella sensación cálida y húmeda que había asaltado su rostro, lo suficientemente cerca de la boca. Inconscientemente e llevo las manos al punto donde su amo había lamido, inmediatamente alzando el rostro para ver a al rubio con sus mejillas encendida y sus ojos brillantes posados descaradamente en el rostro de su amo, mirándolo bien abiertos. Eso no había sido un beso, había estado muy cerca de sus labios pero no había sido un beso. Al zorrito nunca antes nadie lo había besado, así que lo primero en analizar fue ese hecho. Alguna vez alguno de los nekos con los que había convivido en Hanori le lamio la mejilla, era costumbre de los gatitos, pero nunca pensó que su amo tuviera esa atención con él. ¿Qué debía hacer ahora? Su amo solo había limpiado lo restos del pastelillo, no era algo tan extraño. Al darse cuenta de que su vista estaba completamente fija en el mayor instantáneamente se volteo hacia otro lado.

- Gr-gracia amo. Podemos irnos ahora. – apenas era un hilillo de voz. No le había desagradado el gesto, lo que le apenaba era que en cierta forma se sintió algo decepcionado de que no fuera un beso. Esa idea revolote4o en su zorruna cabecita, era algo atrevido de su parte, pero es que… el beso de su amo de seguro debía ser algo muy agradable.

Se sorprendió un poco de la mirada del zorrito, por el hecho de que estaba completamente concentrada en el, solo se limito a corresponder la mirada y sonreír cuando este se volteo con aquel tono carmín en su mejillas el cual le había tomado bastante afecto, camino un paso más mientras escuchaba atentamente a su esclavo, sonriéndole como acostumbraba, se volvió a extrañar un poco, había....decepción?, reflejado en el rostro de Sume, tal vez eran solo imaginaciones suyas, pero esa era la impresión que tuvo, nuevamente decidió desechar aquellos pensamientos y concentrarse en contestarle a su zorrito

-quieres irte ya?, prefieres que compremos el estuche para tu flauta otro día?-

El haría lo que el pequeño pidiera, quería que estuviera feliz desde el momento que entrara en lo que sería su nuevo hogar, volvió a su caminata tranquilamente, no había problema después de todo la salida de aquel lugar y donde estaba la tienda de instrumentos musicales estaba por esa dirección, claro que después tomaban caminos distintos pero en aquel momento era el mismo rumbo para ambos

El pensamiento de salir de ese lugar en aquel momento no era tan mala, y mucho menos si eso quería Sume, después de todo había cientos de cosas que quería hacer y quería mostrarle al pequeño, además de que desde hacía un rato había aguantado un par de impulsos para que su esclavo no se incomodara debido a la gente que tendrían alrededor en aquellos momentos, además tampoco quería que sus impulsos lo llevaran a que su zorrito se formara una idea equivocada, porque de cierto modo quería estar a solas con él y curiosamente lo único en lo que pensaba era en dulces besos y caricias, no en algo llevado al puro deseo de la carne, definitivamente esas no eran sus intensiones y no quería dar esa impresión, solo tenía el instinto de hacer todo con un toque algo extraño en el de cariño y dulzura, cosa que no llegaba a comprender pues nunca había tenido aquella necesidad hacia nadie de ser tan protector en todas las situaciones

La pregunta de su amo lo hizo pensar un poco. Quería el estuche de la flauta, se había emocionado de tener un lugar especial donde colocar un instrumento tan preciado para él. Por otro lado la idea de irse de ese lugar tan lleno de personas lo reconfortaba bastante. A sume nunca le habían gustado los lugares muy concurridos, estar entre muchos individuos lo hacía sentiré inseguro hacia su propia persona. Sume había resistido toda esa incomodidad porque el poder salir de Hanori era una gran novedad, estar fuera y ver tantos lugares y personas diferentes, personas que lo ponían nervioso pero aun así eran interesantes por ser únicas en su propio ser. Además de que estaba con su amo Narel, y con él se sentía seguro, aun era algo tímido con su amo pero igual disfrutaba de u compañía y su gentileza.

- Si, si quiero irme, ¿Podemos volver por el estuche otro día verdad? – nunca había tenido un estuche para flautas antes, no le era algo indispensable, era algo que quería pero podría esperar por él. Ese día ya había vito mucho en todas las tiendas que pasaban, había comprado ropa nueva y hasta un traje para su amo que el mismo encogió y con el que se veía magníficamente bien. Estaba listo para ir a casa… a casa, ese pensamiento lo emocionaba, se preguntaba como seria el lugar donde su amo vivía, o tal vez no irían a casa, tal vez irían a otro lugar interesante, un lugar de la elección de su amo. Estaba bien como fuera, siempre y cuando tuviera la compañía del rubio.

Asintió contestando a la pregunta del zorrito, pensó un momento, había algo que estaba olvidando, cuando lo recordó se giro un poco mirando de donde venia y le sonrió una ultima vez a su esclavo

-ahora vuelvo Sume, espérame aquí-

De pronto hecho a correr lo mas rápido que pudo y en unos 5 minutos llego con una bolsas en las manos, estuvo a punto de olvidarse completamente de la ropa que había comprado anteriormente para el y para el pequeño

-listo, ahora podemos irnos a casa-

Dijo mientras se encaminaba a la salida del lugar, era hora de que fueran a casa y lo único preocupante era que no la había ordenado en absoluto, bueno solo su cuarto no estaba ordenado, era un desastre limpiando, cuando se dio cuenta ya había llegado unos cuantos pasos hacia su auto, miro de reojo a Sume sonriéndole antes de llegar hasta la puerta del copiloto de su auto, asentó suavemente las bolsas de ropa en el suelo para después abrirle la puerta al zorrito esperando a que entrara, justo después abrió la puerta de los asientos traseros del auto y coloco ahí las bolsas de lo que había comprado

-Listo......-

Pensó para si mismo dirigiéndose a la puerta del conductor entrando en el auto, lo encendió rápidamente y rápidamente salió del lugar dirigiéndose a un lugar que sabia de memoria el camino

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Nota: he abierto el nuevo tema (https://zados.foroes.org/suburbios-f10/aqui-es-bienvenido-a-casa-privado-sume-t1001.htm#48653) podemos seguir aqui

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