Aquí hay gato encerrado (Kudo y Hayden)

La furgoneta aparcó en el sucio callejón frente al edificio de color rosa fuscia que constituía el PCP Centrum, con una queja desde el asiento de atrás de Lenin Tenenbaum, que con la brusquedad se había golpeado la cabeza con el asiento de delante y tenía el cuerpo del neko encima...pero al menos, volvía a tener un neko de repuesto para experimentos.
Sonrió con superioridad mientras acariciaba las suaves orejas del chico, había que ser idiota para fiarse del primer desconocido que pasaba por la calle, pero no iba a ser él quién se quejara, por fin Hayden y él podrían dar una clase práctica de tortura y cirujía, ahora que a su "conejito" empezaban a interesarle esa clase de temas.
Lo cargó sobre sus hombros, como un saco de patatas, llevándolo directamente hasta el sótano tras pedirle al conductor que hiciera el favor de avisar y despertar al esclavo para pedirle que le echara una mano.
Encendió las molestas luces verdosas de neón de aquel apartado sitio, despertando a los tres seminconscientes nekos encadenados a las paredes, que lo miraron con claro terror en los ojos, y procedió a quitar la ropa al menor y encadenarlo en uno de los puestos libres, al lado de otro de los nekos, aparentemente con heridas graves, colocándole una argolla en el cuello con cuidado (éste le debía durar un poco más después de todo, ya que últimamente le costaba hacer "desaparecer" gente sin llamar tanto la atención). Algunos de los plásticos del suelo y las paredes estaban manchados con pequeñas gotitas de sangre, que se reflejaban en las paredes de manera siniestra por efecto de la luz.
Esperando a que los efectos de la droga pasasen, procedió a limpiar su improvisada mesa de operaciones, una mesa de ping pong maqueada y llena de instrumental médico, pero también una motosierra y lo que parecía material de cocina maqueado para operar. Encendió un cigarillo, y empezó a pasar una valleta húmeda por el instrumental, con lo caro que estaba el desinfentacte y la anestesia local últimamente prefería operar a pelo.

No sentía nada y los ruidos le llegaban ahogados, como si los escuchara toso a través de una gruesa pared. pero poco a poco fue sintiéndo que cargaban su adormecido cuerpo llevándolo a un lugar que olía a sangre y miedo, además escuchaba unos lloriqueos que le pusieron nervioso... Estaba recuperándo la conciencia lentamente.

-Mmmm....- Murmuró temblando al sentir el frío cuando Lenny le desnudo y sus ojos se abrieron al sentir el frío metal.-.........???......- Movío sus manos haciéndo sonar las cadenas.

El olor ya le estaba dando náuseas, además ya estaba mareado por las drogas que le había inyectado ese loco. Se llevó las manos al cuello notándo el collar de metal, pero no hizo nada....Aun no podía ver claramente, pero ya estaba conciente.

"Tengo que salir que aquí"....pensó quedándose quieto fingiéndo que un estaba inconciente.

Escuchaba a alguien subir a la "zona habitable", pero por los pasos, pesados y rotundos, sabía que no se trataba del narco precisamente.
Al ver aparecer a Mike lo acribilló a cojines para que se largara, diciendole todas las "lindezas" que había aprendido de Lenin una tras otra, odiaba verle por esos lares.
Incluso cuando le dijo que el narco le esperaba en el sótano no paró de lanzarle objetos ( a una distancia prudencial...cuanto mas lejos de ese hedor mejor ) ya que el arsenal de cojines se le había acabado.
- Vale, vale!!..ya bajo...- le veía irse refunfuñando por lo bajo,.- Para la próxima te tiraré algo más que cojines, asqueroso...- cerraba la puerta practicamente en sus narices, ya hacía algún tiempo que se habían perdido el poco respeto que tal vez tuvieron alguna vez, y el esclavo empezaba a madurar la idea de agenciarse poco a poco un arsenal mas efectivo para ocasiones así.

Se puso los pantalones ( andaba por la casa en poco más que una camiseta y shorts ) y bajó las escaleras, mirando a los lados por si aparecía su querido conductor de nuevo para arrearle con lo primero que pillara, pero no le vió ,- "mejor..." - y sin más entraba en el sótano cerrando la puerta trás de sí.
- Hola? ...- pasó la zona en penumbra llegando a donde estaban los nekos encadenado bajo aquella molesta luz verdosa.
Llegó junto a Lenin frotandose un brazo, aquel era uno de los pocos sitios del tanatorio donde a estas alturas del verano podía hacer frio.-¿ Me llamabas? - le preguntaba melodioso, contento de verle de nuevo en casa cuando reparó en su nueva adquisición.- Oh!...- se acercaba al minino.- Saliste de "cacería" eh? ...- rió por lo bajo mirando de reojo al narco y volviendo al neko.- Vaya...parece muy sano ...- se agachaba un poco para verlo mejor, comparandolo con los otros chicos-neko medio muertos que tenían allí.- Pero que le pasa?, tiene mala cara...¿ que le has dado ?

Escuchó una especie de gruñidos frustrados que se alejaban hacia la calle y desaparecían, jurando que eran de su conductor, no había pasado ni un minuto cuando entró Hayden:
-...hola...conejito...
Terminó de limpiar lo que parecía un tenedor de ensalada de madera al que se habían liado a sacar punta, creando una especie de arma primitiva.
-...¿te...gusta...?...lo encontré...por ahí...solito...y le metí un...buen tranquilizante..., es un...poco...idiota...-se acercó al esclavo, abrazándolo suavemente por detrás y besando su nuca en actitud melosa-...no es...mi tipo, pero...el pelaje...es bonito...y está...en buenas...condiciones...aunque él lo...niega...creo que...es de...alguien...
El neko de al lado se movió nervioso, y Lenin se acercó a él con los nervios crispados, golpeando su cabeza contra la pared y abriendo una brecha aún más grande en la cabeza del pobre chico, que ahora no se movía-...voy a tener...que empezar...a darles...la siguiente...inyección...
Sacudió la mano manchada de sangre, con asco:
-...de todos..modos...es un regalo...especial...para...tí..., he visto...como...miras...a esos...nekos...y he decidido...traerte...un juguete..nuevo..para..que lo rompas...a gusto...

Sintió que alguien más entraba a la sala donde estana encadenado "Genial...otro loco....como salgo de aquí...." Pensó desesperado abriéndo un poco sus ojos para mirar entre sus pestañas, pero al sentir ese abrazo se estremeció...le desagradaba el sólo contacto con ese que le había lastimado tanto. Abrió sus ojos de golpe intentándo darle un feroz mordisco, pero sus dientes mordieron el aire con un chasquido.

-No soy un maldito juguete!!!.- Gritó a todo pulmón mirándo en actitud fiera a Lenny y luego a Hayden.- Sueltenme!!!.

Comenzó a moverse tratando de soltarse, lastimándose las muñecas con las cadenas que lo ataban. Pero se quedó quieto al mirar sus piernas desnudas dándose cuenta de que estaba completamente desnudo...se quedó en silencio aun mareado y aturdido por estar desnudo delante de unos extraños. Respiró hondo cerrándo sus ojos tratando de no vomitar ante las nauseas que sentía por el olor e medicamentos, sangre y miedo que llegaba a su sensible nariz.

-Dejénme ir....- Dijo finalmente mirándo de reojo a sus costados viéndo horrorizado a los nekos que estaban allí sobre todo al que Lenny había golpeado contra la pared partiéndole la cabeza.

"Por dios....este loco va a matarme!" pensó comenzándo a tomar real conciencia de su situación y que lo más probable es que terminara como esos nekos y que jamás saldría de allí. "No!...voy a salir de aquí...aunque sea para morir en casa.....voy a volver junto a Jahi sea como sea...." se dijo con decisión tragándose las ganas de llorar ante la desesperación de verse atrapado sin salida.

"No voy a llorar ni a suplicar....no les daré ese placer...." se dijo apretándo su quijada mirándo furioso a ambos extraños.

Sonreía divertido mirando cómo el neko gritaba que lo liberasen, ¿ de verdad pensaba que sería tan sencillo?
Sin mediar palabra se le volvió a acercar y se le quedó mirando un momento, pensativo: - Sí...- afirmaba rotundo volviendose a Lenin de nuevo.- Este gatito tiene dueño...- se cruzaba de brazos enarcando una ceja, parecía haber reconocido al chico en cuestión.- Si no me eqivoco, recuerdo haber visto a este chico en Hanori, pero hace ya algún tiempo ....salió de allí mucho antes que yo...- Sacaba una goma del bolsillo de su pantalón recogiendo su larguísima melena y volviendo a acercarse al neko.- Tú eres ese que decían que "escogió a su amo", ¿no? ...- hacía una mueca contrariado, detestaba ese aura de "perfección" que manaba de los niños-gato de Hanori, tan lindos, tan adorables...todos salían de la fábrica al poco tiempo de ser expuestos, dejando a esclavos mas "normales" como Hayden en segundo plano.-...bueno, será un divertido entretenimiento ...- sonreía volviendose a Lenin y "colgarse" de su cuello en actitud melosa.- Pero tendrás que enseñarme un poco...ya sabes que apenas estoy aprendiendo de tí.- aquella situación le desconcertaba un poco, si bien no le agradaban del todo los nekos, no estaba del todo seguro de como "jugar" con uno de ellos.





( gomen x lo corto, tuve complicaciones Ú_U )

Besó los labios de Hayden con cariño, apartándole el pelo de la frente.
-...dalo..por hecho..., no..sé...que ven...en..."estas cosas..."...cuando tú...estás...mucho más..bueno...-apartó a Hayden con suavidad y rebuscó entre las inyecciones repartidas entre el instrumental de la mesa de ping pong, recogiendo la que buscaba y acercándose al neko con un aura peligrosa y se la clavó, tras agarrarlo con firmeza, a la altura de la entrepierna.
-...vamos...a ver...que tal reacciona con la droga...del..sexo..y cuando...éste...en pleno...calentón...empezaremos...a "operar"...
Bajó el émbolo y tiró la inyección a un lado, alejándose para sentarse tranquilamente sobre la mesa de ping pong, esperando los primeros síntomas de excitación en el neko.
-...no te...preocupes...conejito...nos sacaremos una pasta...vendiendo...sus órganos..., y dicen que...tener..una..cola...de neko da...suerte..¿no?...quedará...genial en la...moto...

-Ah!!!.- Gritó ante ese agarrón y el dolor del pinchazo pateándo a Lenny en la cabeza en un acto reflejo ante el agarrón.

Cuando se vio libre del agarrón se encogió casi pegándose a la pared envolviéndo la base de su cuerpo que tocaba el suelo con su esponjosa cola temblando de frío. Ocultándo su rostro, quería estar en casa...quería estar con Jahi.

-No tengo la culpa de haber nacido neko....- Dijo ante sus palabras.- Deberías torturar a los que piden que seamos nekos...no es culpa de nosotros!.- Protestó abrazándose las rodillas sintiéndose algo acalorado.- Y No!...no tengo dueño.- Volvió a protestar mirándo a Hayden con las mejillas completamente rojas.-....Si, dije eso, porque sólo quería salir de allí....y ese sujeto fue tan tonto que me dejó solo en casa y me fui.

Apretó aun más sus piernas contra su pecho sintiéndo un estremesimiento en su cuerpo que estaba lejos de ser frío.

-Y lo de... la suerte es la cola del... conejo! no la... de gato...- Dijo apenas cerrándo sus ojos. su respiración estaba algo agitada.

A pesar de que ya se notaba algo "prendido" el neko mostraba una gran voluntad de no moverse si sucumbir ante lo que la droga provocaba en su cuerpo.

- Oye...- se sentaba al lado de Lenin ignorando las constantes quejas del otro.- Qué, ya lo vas a abrir?..- le hacía puchero aguantando la risa.- Eperaba que este durase un poco más que los otros...- señalaba a los otros nekos que apenas se mantenían con un hilo de vida aún.- ...aunque estoy deseando ver como funciona eso que le has metido...eh..ah..tsk...- miró contrariado al neko que no hacía mas que quejarse y quejarse a pleno pulmón.- ...Claro que no tienes amo..- se levantaba acercandose a algunas cajas de instrumental que estaban por el suelo, rebuscando algo.- ...si siempre eres así de escandaloso de seguro que habría hecho tiempo que te hubiese abandonado...- pareció encontrar lo que buscaba y fue hasta el chico sujetandolo con cuerza del mentón para que alzara la vista y agarró un pedazo de esparadrapo adhesivo y se lo pegó a la boca con cuidado de no recibir un mordisco por parte del otro.- Así mejor...- le sonrió acariciando su cabeza un momento.- Calladito estás aún mas mono...- se apartaba de él volviendo donde el narco pero sin dejar de verle.- mmm...- se volvía a Lenin para susurrarle al oido - ...¿Está la cámara fotográfica por aqui? - quería guardar algun lindo recuerdo del paso de ese neko por el PCP Centrum y más despues de haberle inyectado aquello que seguramente empezaría a hacer efecto de un momento a otro.

Asintió en silencio, mirando al neko con malicia, y desaparecía entre los tubos de neón y los plásticos, sacando la más que usada cámara fotográfica de debajo de su cama y volviendo con rapidez al sótano, echando por dentro los pesados cerrojos, para evitar escapes, aunque a esa hora del día, las puertas blindadas de la farmacia solían estar echadas, para evitar posibles ataques de todos los grupos dedicados a las drogas y asesinato que se la tenían jurada a Lenin...unos cuantos.
Volvió con el objeto y echó una primera foto al encadenado y llorica neko, cogiendo la polaroid que salió, dándole un suave beso burlón a la superficie fotográfica mientras pasaba la cámara a Hayden:
-...toda tuya...-mirón unos instantes la foto y se volvió hacia Hayden sonriendo de manera gatuna-...¿no sabrás...quién es...su amo...?, le podíamos...enviar...unas cuantas...¿cuánto...pagaría...por uno de...sus estúpidos trozos...?

Se encogió aun más al verse aun más privado, ahora no podría hablar. Pero también le costaba respirar con lo agitado que estaba necesitaba respirar por la boca, pero la cinta adhesiva se lo impedía dándole una sensación de ahogo.

Miró con desesperación a Hayden cuando Lenny se fue, ya no había furia en sus ojos, auqneu tampoco ruego....Simplemente miedo. Pero ocultó su mirada cuando escuchó que el loco volvía. Escuchó el caracteristico sonido del diafragma de la cámara al tomar la foto, pero no alzó la mirada. No quería darle el gusto de verle con el miedo reflejado en sus ojos.

-Mmhhh!!!.- Trató de gritar que no, que no tenía amo. pero sólo salió un gemido apagado por el tapaboca.

Bajó la cabeza respirándo cada vez más agitado, notaa que su cuerpo se había vuelto demaciado sensible que hasta el roce de su cola con sus piernas le hacía estremecer de excitación. Suaves gemidos comenzaron a escucharse de la boca del neko. Podría ser que la droga estaba haciéndo efecto o podría ser que el neko se estuviera ahogando, porque su rostro ya estaba bastante sonrojado y perlado de sudor.

Negaba ante la pregunta del narco, tomando la camara entre us manos.- Que vá, no tengo ni idea...- se acercaba un poco tomando la primeras fotografías en un plano más cercano, quedando reflejado el sudor y el creciente rubor del neko.- ...Despues de que se marchase, los otro nekos murmuraban sobre ello, pero no sé...- se acercaba de nuevo a Lenin pasandole las fotos, como para que le diese su "visto bueno"- Je...pero algo me dice que podriamos sacarle esa información al lindo gatito...- lo miró de arriba a abajo.- Mira, está bien alimentado, limpio...es esclavo seguro,- Se palpó su propia nuca.- y para estar así debe tener amo aunque diga que no... un buen amo, a mi me parece buena idea...-rió dejando la cámara a un lado y volviendo al "invitado especial " que tenían esa noche.- sé un gatito listo y portate bien...- acariciaba la base de las orejas del pequeño comprovando cuan sensibles eran, ¿ o sería por la droga?
- Ah...creo que empieza a hacerle efecto..- se volvía a Lenin, - ¿ Es invento tuyo ?...que és? -

Miró las fotos que el otro le pasaba de manera aprobadora, sin poder evitar fijarse en el suave tembleque de las piernas de Kudo, provocado por la creciente excitación:
-...¿te gusta...?...es mi...droga...del sexo..., hace...que todos...los vasos...sanguíneos...se contraigan y...lleven la...sangre..allí...abajo..., el sistema...nervioso...empieza a pedir...a gritos..."ayuda.."...y la excitación...se pasa...con el...cansancio...provocado...por la...práctica...habitual...es decir, un...polvo...-comentó el narcotraficante, dándole las especificaciones técnicas-...llevo un...tiempo...fabricándola...pero..cada vez..que saco un...nuevo...lote...me...lo quitan de las...manos...
Se acercó a su vez al gato, entre morbo y curiosidad científica:
-...Hayden...¿aún...no has...penetrado..a nadie..., verdad...?...creo que..es..un buen...momento....para empezar...-acarició la cara interna de los muslos del neko con una expresión burlona-...al menos...este...debe...tener...el trasero...limpito...

Soltó un dolorido gemido cuando Hayden acarició su oreja la cual estaba rota en la base debido a los brutales tirones que le había dado Lenny en el domo, en la base se veía un poco de sangre ya seca. Aunque ese gemido pasó a ser un poco más sugerente una vez el dolor pasó haciéndo que sus piernas temblaran por la exitación que ya le estaba desesperándo.

-Mmmmphhh!!!.- Exclamó ante el contacto de su muslo con la fría mano de Lenny, pero aun así revolviéndose tratando de evitar que le tocara.

Seguía apretándo sus piernas cerrándo sus ojos intentándo calmarse, pero entre sus piernas ya se juntaba la excitación en una erección que ya le comenzaba a doler. Trató de llevarse las manos allí, pero las cadenas impedían llegar a su destino.

Al escuchar lo último volvió a moverse pegando su espalda a la pared y comenzándo a mover su cola ya erizada.

- Hummm...- hacía una mueca, ladeando la cabeza, mirando al neko, la verdad es que era bastante "pasable", aunque se mostraba bastante arisco y siendo neko no le apetecía nada llevarse un arañazo o algo así.
- No sé...- pensativo jalaba de la cadena para hacer separar al chico de la pared y comenzar a dar vueltas a su alrededor como un buitre que mira una posible presa, analizandolo.- Dices que el "remedio" para esta droga es precisamente el sexo, ¿no? ...- se paraba delante del neko con los brazos cruzados.- ...en ese caso debe ser muy doloroso y angustioso que te priven del "remedio"...me gustaría ver hasta qué punto de desesperación y humillación se puede llegar...- decía esto último inusualmente serio, casi sombrío, realmente no tenía nada en contra de aquel chico, ni siqiera sabía su nombre, pero estaba tan asquerosamente acostumbrado a ver la estúpida sonrisa que solían mostrar los nekos, restregandose contra el crital de la sala de ventas en Hanori para ser comprados, que por una vez deseaba ser en parte el causante de la agonía de uno de ellos.- Además...- se encogía de hombros con aire despreocupado.- No me gustan los nekos...- retrocedía un poco fingiendo indiferencia, realmente aún no se entía preparado para eso y menos en un lugar cómo era el sótano del tanatorio, tal vez sí era sádico...pero aún no había alcanzado esos extremos.

Asintió en silencio, encogiéndose de hombros, y mirando como su conejito se apartaba de aquel chico gato:
-...te entiendo...tampoco..son mi...tipo de hombre...o mascota...
Ascendió en sus caricias por el muslo, comprobando divertido que el neko estaba cada vez más empalmado:
-...¿qué...?...se siente...bien...¿no...Kudo...?...creo que...ésto...te será...más...fácil...que buscar...un coche...´-usó el tono educado con el que había engañado al gato-...voy...a dejarte...aquí...colgado...y sacarte...fotos...mientras...miro cuánto ...aguantas...así que...sé...una buena...cobaya...-susurró, acercándose al oido del neko y empezando a acariciar su felina cola, que estaba erizada por la tensión-...y puede...que tu...muerte...sea...rápida...

Sintió cuando Hayden tiró de la cadera separándolo y dejándolo de rodillas en el suelo, de todas formas no quería dejar en evidencia la erección ya completa que tenía, la cual ya le comenzaba a incomodar. Pero cuando se alejó volvió a apegarse mirándole nuevamente con aires furioso, quedaba bien claro que si le soltaban haría algo más que sólo arañarles.

Volvió a gemir, muy en contra de su voluntad al sentir que la mano de Lenny subía por su muslo. Pero aun así se movió moviéndo sus piernas golpeándole mientras gruñía desesperado. "Estoy drogado....no puedo estar excitado porque este cerdo me toque!!!" Pensaba volviéndo a pegarle. Ya no estaba bajo los efectos de la droga inicial, sólo se sentía dolorosamente excitado.

"No!...no voy a ceder...verán el porque fui yo quien escogió a mi amo y el porque estuve dos años en venta sin éxito" Pensó gruñéndo furioso.

Él no era el típico neko sumiso que lloraba por todo y eso lo estaba dejando bien en claro.

Negó con la cabeza sonriendo y acercandose al narco por detrás, abrazandose meloso a su cintura.- No sea tan malo con el lindo gatito...-tiraba despacio de él para separarle del neko y darle la vuelta sin soltar el agarre.- ¿ Tienes mucha prisa por acabar con él?...- jugueteaba con los mechones rojos de Lenin cuendo lo tuvo delante.- ¿ sabes?...tengo mucha curiosidad en ver cómo algo como "esto".. .- pasaba el dedo índice por la espalda de kudo de abajo a arriba hasta llegar a la nuca, haciendo presión para torturarle de paso haciendo alusión a la droga que llevaba dentro.- ...Llega a convertire en algo como..."eso"- señalaba con una mueca asqueada aquellos cuerpos casi sin vida de los otro nekos esqueléticos y encadenados a apenas unos pasos de donde ellos se encontraban.
- Sí me dejas, claro...- besaba suavemente los labios del mayor,. - ... no es que lo vaya a tener de mascota ni nada asi eh? - reía recordando lo celoso que se ponía el narco cuando le veía prestar atención al su pequeño hamster.

-...de acuerdo, todo...tuyo...-murmuró, algo enfurruñado dentro del agarre. Él haría cualquier cosa por ver feliz al albino, y parecía que Hayden se estaba aprovechando de aquello.
Observó distraido como toqueteaba sus mechones rojos, enroscándolos y jugando con ellos. Lo besó suavemente, olvidando los impulsos destructivos con los que le iban a hacer golpear al neko hasta matarlo, antes de que su esclavo lo separase y como siempre, funcionase de tranquilizante.
Asintió despacio y se apartó a la mesa de ping pong, desahaciéndose del suave agarre y sentándose a esperar lo inevitable, bastante más tranquilo.

Retuvo la respiración cerrándo sus ojos con fuerza mientras arqueaba su espalda ante el toque de Hayden, ahogándo un gemido casi grito por el prolongado contacto. Cada vez le contaba respirar debido al tapaboca lo que aumentaba su desesperación.

-Mmmphhh!!!.- Hubiera gritado de haber podido abrir la boca, pero se revolvió nuevamente tratándo de alejarse de Hayden sin separar sus ojos con los de él.

"Lo aleja?...acaso este es el que manda?..." Pensó mirándole atentamente, alzándo sus doloridas orejas. Miró a su alrededor respirándo profundamente tratando de no caer presa de la desesperación al ver a los otros chicos que estaban casi muertos...si es que ya no lo estaban. Veía como la esperánza y su fuerza habían muerto en sus ojos velados por el dolor o por las drogas. Ya no tenían voluntad. "Aunque sus cuerpos sigan vivos....su espíritu murió hace mucho...." pensó sintiéndo lástima por ellos. "terminaré como ellos?....no!...no puedo, tengo que volver a casa sea como sea....y al presio que sea....no me doblegarán, si no pudieron en Hanori después de dos años de confinamiento....a estos locos no se le hará nada fácil matar mi espíritu".

Esa era la forma de pensar del neko. No pensaba en rogar y menos en suplicar. Hasta ahora se había mantenido sin llorar ni rogar, por mucho que estuviera drogado y muy adolorido por esa erección que latía pidiendo atención. Resistiría...por él...por Jahi.

No se movió de allí, miraba como se apartaba el narco; le había ¿molestado?
Negó con la cabeza con media sonrisa, tal vez Lenin hubiese esperado un baño de sangre instantáneo, pero no veía el motivo para no divertirse un poco con aquel chico antes de que pasara a ser un neko casi comatoso e inservible, como los otros.
- Kudo...- había oido a Lenin llamarle así hacía un momento y repetía ese nombre, melodioso, le daría un poco de espectaculo al narco, quien hacía de espectador en ese momento.- ¿ qué tienes, gatito?...- preguntaba burlón ante la evidencia de lo que le pasaba al cuerpo del menor, volviendo a deslizar un dedo por aquella piel perlada de sudor, girando en sus pasos hasta tenerlo en frente, recorrió de esa manera sus costados, llegando hasta el ombligo, sin perder detalle de cada reacción ni de como aquella piel se erizaba bajo el más mínimo contacto, debía admitir que el narco había hecho un gran trabajo diseñando aquella droga, seguramente en pocos minutos, el pequeño estaria en un estado de desesperación máxima y eso era digno de ser visto y escuchado.

Ignoró deliberadamente las zonas más intimas del otro esclavo, pensando que, no le daría oportunidad de calmar el creciente dolor que seguramente sentía ni aunque fuese un poco...pero "Jugar" sí estaba permitido; la otra mano del albino se unió a la tortura, subiendo por el húmedo torso hasta llegar a los rosados y erectos pezones del neko.-...veamos que pasa sí...-sabía que ante tales estímulos, sumado al efecto de la droga, el menor no podría reaccionar a tiempo como para atacar, por lo que decidió destaparle la boca, de un solo jalón a la cinta adhesiva, que dejó aquella zona roja e irritada.-... quiero comprobar como suena...- volteaba la cara un momento, dedicandole una mirada cómplice al narco antes de volver sus atenciones a kudo, regresando a aquella zona tan sensible de su pecho y agarrarlos con fuerza en un pellizco, retorciendolos con saña, solo para deleitarse con la reacción del otro, retrocediendo a continuación de espaldas, hacia donde se encontraba el mayor.

Sonrió, complacido por el espectáculo, con la cabeza apoyada en el brazo y las piernas cruzadas de manera seductora, contemplando encantado como actuaba su esclavo. La verdad es que Hayden no sólo estaba bueno, también tenía sangre fría suficiente para torturar y eso le ponía a cien, y conseguía que tuvieran más en común en su día a día.
-...claro...juega con..él...veamos...cómo maulla...nuestro...felino e...idiota invitado...-murmuró, observando las gotas de sudor que caían por el cuerpo del chico gato mientras se encendía un cigarrillo, encantado con su posición de voauyer, mientras pensaba que Hayden era un "verdugo estupendo". Evidentemente, no podía haber elegido un esclavo mejor-...¿duele...Kudo...?-preguntó con un falso tono de inocencia-...si me...lo pides...de buenos..modos...y maullas un ..poco...quizás...haga algo..al respecto...gatito...¿te gustaría...?
El neko al lado de Kudo tembló unos instantes, y finalmente dió una última respiración y falleció, mientras de la cabeza no dejaba de salir sangre.
-...mira...otro...que ha estirado la...pata...-se acercó hasta el neko muerto y soltó una calada sobre la sangre de la cabeza, antes de soltarlo en el suelo, y empezar a arrastrarlo sin mucho cuidado hasta la " mesa de operaciones".
-...tienes...razón, éste...que dure...que si no...vamos...a dejar sin "estas...cosas"...todo Zados...
Colocó uno de aquellos plásticos del suelo sobre la mesa y agarrando el cuerpo lo soltó de malos modos, antes de encender la motosierra:
-...mira bien...gatito...pronto puede..que seas...tú...-lo miró con superioridad y la hoja sobre el pecho del felino muerto-...Hayden..., ésto...mancha un...poco...-comentó como quien no quería la cosa, al fin de que el peliplata se alejase, antes de hundir con fuerza el vibrante filo sobre el cuerpo muerto, a fin de abrirlo y ver que podía aprovechar, antes de enterrarlo.

Dio un respingo cuando escuchó su nombre alzándo una de sus orejas ya que otra estaba totalmente caída debido a los fuertes tirones que Lenny le había dado en su encuentro en el domo. No sentía su oreja lastimada y esta tampoco se movía. Trató de sostenerle la mirada, pero volvió a cerrar sus ojos ante ese contacto mordiéndose la lengua para no gemir, aunque de todas formas se escuchó un quejido por la sobre excitación que sentía. Su cuerpo temblaba y se retorcía tratando de hacer el quite a el dedo que recorría su piel torturándolo de esa forma, pero no podía hacer mucho al estar colgado de esa forma.

-AHHH!!!....- Gimió ante el toque cerca de sus pezones, pero el gemido estaba mezclado del dolor por el busco tirón del adeshivo que cubría su boca, dejándo un desagradable ardón en sus labios y la piel a su alrededor. Dejándolo jadeante. Tuvo los ojos cerrados con fuerza hasta que sintió como retorcían sus pezones causándole un gran dolor.- AHHHHHH!!!!!!.....- Gritó a pleno pulmón abriéndo sus ojos totalmente en una expresión de dolor puro que contrajo todo su cuerpo.

Cuando Hayden se alejó el neko aun gemía de dolor y excitación que salían en rápidos jadeos. Dejó caer su cabeza sobre su pecho como si se hubiera desmayado, sintiéndo como su corazón latía desbocado al punto de añadir un nuevo dolor a todo lo que sentía. A pesar de todo gruñó cuando sintió hablar a Lenny de esa forma volviéndo a ser presa de la furia mirándole con los ojos encendidos de odio. Pero no alcanzó a abrir la boca cuando miró a su costado al sentir los quejidos del neko que había sido azotado contra la pared y aun sangraba formándo ya un manchón bajo él.

Su cuerpo se puso a temblar hoorrorizado al darse cuenta de que el neko a su lado había muerto. "Está muerto!!! Por dios, ha muerto!!!...este loco lo mató!!!" Su mente gritaba desesperadapor el horror de lo que estaba viendo, pero su cuerpo estaba tan tenso que apenas y podía separar sus labios. Siguió con la mirada como arrastraban al neko hasta la mesa...

Pero al escuchar el estruendo de la motosierra retrocedió presa del horror pegándo su cuerpo contra la pared tratándo de no mirar "Lo va a destripar....lo abrirá como a un pollo....lo va a destrozar..." Repetía su mente al tiempo de que pegaba su mejilla al frío concreto de la pared con sus ojos cerrados. No quería mirar...no podía mirar....Más cuando le escuchó decír que podría terminar así también más el ruido de la sierra al romper el esternón del chico muerto, el ruido de la carne al desgarrarse y el olor de la sangre hicieron que el neko vomitara antes de caer desmayado.

Había sido demaciado para el neko.

Había retrocecido sonriendo triunfante al escuchar el grito de Kudo, era lo que estaba esperando oir, debía ser muy doloroso en su estado que le hicieran ese tipo de cosas, iba a volver al "ataque" con alguna nueva jugada cuando el otro neko cayó muerto finalmente.Lo miró con una mueca cuando Lenin se lo llevaba a la mesa, en realidad era sorprendente el hecho de que hubiese sobrevivido hasta ese punto.
Su atención se desvió totalmente del nuevo "invitado" que tenían y se acercaba curioso a donde estaba el mayor pese a que este le hubiese advertido de que podria acabar lleno de sangre si se acercaba demasiado pero la curiosidad era mucha, no quería perderse detalle.

En eso estaba cuando, notando el pavor de Kudo, volteó el rostro solo para observar su expresión aterrada ante tal espectáculo pero parecía que aquello había sido demasiado para el pequeño quien caía desmayado tras vomitar lo que parecía que era todo el contenido de su estómago.- Hey!! - Molesto se acercó al cuerpo de Kudo, levantando su rostro y comprovar que seguía respirando, por un momento se le pasó por la mente que se habian cargado el "nuevo juguete" sin casi haberlo estrenado, pero estaba claro que estaba vivo, solo estaba incosciente.- Oyee, así no vale! - zarandeó aquel cuerpo sin resultado alguno mirandolo con una mueca asqueada por cómo lo había manchado todo ( incluyendo al mismo Kudo ) al vomitar, aquello perdía gran parte de la gracia si el chico no lo precenciaba todo .- pfff....-resoplaba contrariado soltandolo y volviendose a Lenin, que seguía entretenido con el cadaver del otro chico.-...Ahora que empezaba a ser divertido...¿ Pasarán los efectos de la droga del sexo si no despierta en mucho rato? - Le preguntó notablemente fastidiado acercandose a donde estaba y volviendo a mirar curioso las acciones del mayor.

Se enteró de la mitad de la misa debido al fuerte ruido de la motosierra, que rugía en sus manos y la concentración de no estropear ningún órgano vital, mientras la herramienta partía en dos las costillas y el externón, para que el narco pudiera sacar todo cómodamente.
Para cuando había acabado, la mitad derecha de su cuerpo, ropa y pelo estaba salpicado con pequeñas gotitas de sangre aún caliente, y cuando hizo una mueca de asco, buscando algo con lo que limpiarse, vió al neko vomitar y desmayarse.
-..joder...ya no los...hacen...como antes...-suspiró, fastidiado, a su modo de ver, los nekos, como los electrodomésticos, estaban hechos para durar cada vez menos. Él era demasiado clásico para aquellas cosas.
Con el bazo del chico felino en la mano se quedó mirando curioso a Hayden, como sopesando la respuesta:
-..no lo sé...-comentó intrigado, antes de sonreír felino-...pero no...pienso...comprobarlo...
Fué a una de las esquinas del sótano, buscando el pequeño grifo que había obligado a instalar al conductor para no tener que transportar cubos de agua desde arriba. Cogió uno de los oxidados cubos y lo llenó hasta arriba, para alzarlo y acercarlo hasta la mesa de operaciones, donde escogió otra de las jeringillas, para colocársela en la boca y volver a alzar el cubo, tirándolo con pasotismo encima del cuerpo del felino, para poder empujar el émbolo de la inyección y tirar la mitad del contenido, inyectándole una dosis menor de la droga del sexo, para que ésta mantuviese su efecto.
-!Eh, puñetero neko! -gritó en su oído-...no es hora de...dormir...gatito