For sale.... /libre/

Ahora todo era distinto, se encontraba de nueva cuenta encerrado tras los cristales de las compañías, está vez cambió sólo un poco. El lugar era Rozen y solían vender esclavos enfermos, defectuosos o que simplemente perdían su virginidad, ninguno de esos tres casos era el chico rubio, simplemente es que sus amos ya jamás habían regresado, posiblemente murieran o se fuesen de viaje improvisadamente olvidándole, pero no importaba, siempre regresaba, por alguna extraña razón, siempre volvía a estar entre cristales o paredes heladas, con ropas pocas y sin gusto, con la mirada de todos y otros encima, incomodidad.

Ahi estaba el chiquillo aguantándose cómo siempre, sin quejarse, sin decir una sola palabra ofensiva o defensiva, simplemente mostrar su rostro al quien se mostrara frente a su vidrio pero... pareciera que está vez era su rostro su enemigo, no podía expresar nada minimamente, era cómo un ente sin emociones, algo que simplemente estaba por estar. Sin embargo deseaba mostrar una sonrisilla al menos para que las personas se interesaran y le sacaran de ahí, pero pareciera no lograrlo ni un poco.

Abrazó sus piernas, ya no tenía el cojín que siempre le daban para mantenerse tranquilo, ahora su precio parecía no ser muy elevado pues seguí conservando todo lo importante que tenía por conservar.

Se acercó lentamente al espejo, pues le decía así porque se reflejaba de poca manera él mismo en el. Posó sus delgaditas manos sobre la superficie helada y miró con curiosidad, interna, hacía el exterior, se corrían un poco sus prendas, se notaba el mullidito cuerpo de nivea piel, sus cabellitos rubios estorbando un poco en su rostro , sus ojos perdidos aparentemente y sus pequeños labios dejando escapar el aliento de su boca, sin decir nada, simplemente admirar, en espera. Deseoso por salir ya.

Sin mucho que seguir esperando varias personas pasaban, ninguna parecía interesada en detenerse ni un poco siquiera, pero a veces cuándo las personas pasaban. Un melodioso y suave....

.- ho...hola...

Era susurrado para llamar la atención, o al menos eso intentaba el menor.

Despues de hacerme dado una vuelta por Hanaori me decidi darla por Rozen tal vez encontraria lo que estaba buscando

vi las vitrinas hasta que algo llamo mi atencion
un rubio que apoyado en el vidrio tenia una cara triste, me hacerque lentamente hacia el y me quede observandolo sin que el se diera cuenta
y respondi a su saludo

-hola...mucho gusto-y sonrei

Había pasado mas de dos semanas y Obed no había regresado a la casa, estres total era lo que bibia el banquero, pero de cierta manera pensaba que eso fue lo mejor, para que tener a alguien a lado si no podría tener hijos, y lo quería a parte de tener a alguien para compartir era tener hijos, Ya no le importaba tanto el compartir o dar a cnocer sentimientos, mientras tuviera a alguien que le diera hijos y obediente, era mas que suficiente. Y que mejor que pasarce por Rozen, la mayoría de los esclavos ahí eran obedientes. El lugar perfecto donde buscar chicos con virginidad intacta o que fuecen muy sumisos, Al ver ahí un chico rubio leo las especificaciones de su estado, era perfecto, ese me llevaría, pero ahí estaba otro que tambien pretendía llevarselo. Tansolo al mirar aquel especimen detras de la vitrina, solo fui a la oficina del dueño de rozen para pedir lo que ya decía que le pertenecía.
Al regresar a la vitrina, solo ve como el otro hombre seguía contemplando la vitrina. Se acerco a el.

Es hermoso no es cierto?, pero lamento informarle que ya esta vendido, y ahora yo soy el propietario de ese joven. Asi que si hace el favor de apartar sus ojos de el, se lo agradecería.

Después de haber dado aquel saludo a las personas que pasaban parecía que nadie estaba interesado en llegar a su vitrina, en dado caso, mucho menos estaban interesados en comprarle. Para nada. Se quedó un poquito más así esperando hasta ver a alguien acercarse a su vitrina, mostrándose muy intimamente interesado pues apenas se notaba un cambio en su expresión ordinaria, sereno, serio, tranquilo. Ahora había una persona de largos cabellos, oh!, era aquella persona que alguna vez le ayudo cuando estaba perdido, quizó sonreír pero la sonrisa no le salió ni aunque la deseara.

Iba a responder su saludo pero otro hombre llegaba a donde el menos se encontraba, era aquel que antes se había pasado y leído su descripción, seguramente estaría interesado pues había regresado, lástima que el rubio apenas podía alcanzar a escuchar las palabras de aquel hombre que hablaba con el rubio, es que estaban a cierta distancia de él y el vidrio no dejaba pasar todos los sonidos, al menos no todos.

De nuevo había querido hablar pero el hombre más alto habló antes, mencionando algo sobre haberle comprado ya en aquella tienda y dejar los ojos en blanco, metafóricamente hablando. En verdad es que ya tenía dueño??, cómo era posible aquello??, el menor estaba tan sorprendido que apenas pudo ponerse un poco nervioso, porque realmente no se esperaba ser comprado tan pronto, menos por aquella persona a la que apenas y había visto pasarse por su cristal. La verdad es que todo aquello le sorprendía demasiado, su rostro aun estaba igual, sin mostrar diferencia alguna pero saludo amablemente a quien decía ser su nuevo dueño.

Asi de simple... ya estaba vendido el menor de lindos ojos... no hiba a dejar escapar la oportunidad de tenerle, mucho menos de dejarselo a ese rubio que mas bien parecia un cantante... ademas... el que tenía dinero era capaz de comprar lo que se le viniera en gana.. y asi lo hizo Fred... compro solo por capricho a quel rubio... caprcicho o no... pero ya le tenía comprado... Ya tenía co que entretenerse en casa. había leido bien... asi que el sería la ¨madre¨ de sus hijos.. pero no pretendía tenerlos ahora... no era necesario apresurar las cosas. Se cuidaría disfrutaria de ese pequeño cuerpo tierno por un rato...se le tenía que pasar el coraje que le había hecho pasar Obed... y deseaba olvidarlo tambien... y que mejor manera de tener sexo de por vida con alguien como un esclavo obediente... hasta que las ganas de tener un hijo regresaran de nuevo.
Hace mandar a brir aquella jaula de cristal... y sacar al menor de ahí...

Bueno ahora eres libre.. de almenos de Rozen por que tendras un amo al que no le gustan las traiciones, mucho nenos que me hagan pasar un mal momento ya sea en casa o en el trabajo, bueno recoge tus cosas y nos vamos de aqui.

Miro al menor con aquellas diminutas ropas... se quito el saco y lo cubrio, no dejaría que nadie mas que el le viera asi.. o completamente desnudo, pero en casa ya lo inspeccionaría muy bien... y que mejor una inspeccion muy minuciosa y hasta el fondo. Le guio hasta la salida del lugar... espero sus llaves y le ayuido a subir.