El diablo viene por ti...corre....\\Privado//

A pesar del dolor y ardor que estaba sintiendo en su cabeza, seguía riendo…como un completo desquiciado, no hacia gran cambio de lo que era. Sus risas se hicieron mas maniáticas, y fuertes, al escuchar las palabras de Martin, mirándole para sonreír burlonamente.- Hay, cosita. Eres tan lindo, pero…no, no es bueno…ni siquiera creo que sea humano…- Susurro, siguiendo con sus risas, empezando, por el mismo movimiento a sacudir sus hombros.

Arg…-Gimió, ahora si…, mostrando dolor...- Hijo de puta…-siseo para su hermano, claro, que importaba si insultaba a su “madre” también, el no era precisamente alguien que midiera sus palabras y, mucho menos, cuando le estaban clavando todas las uñas en ESA herida en ese momento…salía la personalidad menos encantadora. Pero todos sus pensamientos se borraron al sentir ese golpe, ese si…le había dolido mas que eso, le había dejado, por completo, desorientado…simplemente lamió su sangre, la que llegaba a sus labios.-Rico…- Susurro, sacudiendo un poco su cabeza.

Más lo que detono ese cambio de “almas” fue el sentir el arma sobre su nuca. Kahel…si bien era algo, bastante, desquiciado y sádico…no era tan violento (o imbecil), Kimel, al contrario, era mas normal y sensato, pero mucho mas violento. Cada uno, debido a que practicamente estaban juntos en todos lados, había tomado la personalidad del otro, y, siempre, había un detonante que hacia cambiarle de personalidad…o, como sus padres decían, de almas.

-Mátame…si eso es lo que deseas…pero…te daré guerra…- Siseo, para verle de reojo, sonriendo sádicamente. De un momento a otro, aprovechando su altura, pateo justamente en el área de los genitales de su…”hermano”, si, lo sabia, era bastante bajo…pero…el no era precisamente el mas limpio para pelear. Al mismo tiempo, su mano golpeo el codo de Kylan, haciendo que, si jalaba el gatillo, disparara al techo. Si, estúpida acción… el mismo lo sabía... en cualquier momento, se vengaria.

Se dio la vuelta sobre su propio eje, aprovechando los golpes que había dado, para patear su estomago, a la altura del plexo solar, con bastante fuerza, lanzando a Kylan algunos metros mas allá…-Bueno…- Se quedo un momento pensativo, con toda la carra llena de sangre, mirando hacia el techo…-¿Por qué era esto…?- Parpadeo, mirando a Martin, intentando que le diera la respuesta.

Realmente no entendía por qué el hermano de su dueño tenía que haberse presentado en casa... después de lo ocurrido, se sentía desconcertado y asustado, demasiado era el miedo como para que pudiese pensar. Tan sólo podía experimentar un profundo odio hacia aquel loco, preguntándose si el resto de la familia de Kylan sería así.

Suspiró, con algo de alivio, al ver que su amo estrellaba la cabeza de Kahel contra la pared, apartando la mirada, porque la sangre seguía asustándole y, pese a que no le importaba curar las heridas de su dueño, no era capaz de ver eso. Esperaba que con eso el hermano de Kylan tuviese suficiente... aquel golpe había resonado en toda la habitación, y parecía haberle causado una herida en la cabeza. Martin nunca había deseado tanto la muerte de alguien como en ese instante.

Pero entonces vio el rostro de Kahel, cubierto de sangre y aquel gesto desquiciado, aún más desquiciado que su diabólica risa... ah, era aterrador verle así. No pudo evitar un grito cuando vio que golpeaba a Kylan, realmente no se había esperado eso... creía que la pesadilla iba a acabar ya, que Kahel se marcharía. Pero no, aquel monstruo continuaba destruyendo su felicidad.

Le desconcertó aquella pregunta y, sin conseguir pensar en lo que estaba haciendo, se levantó y se acercó a Kahel, llorando otra vez al ver lo que había hecho a Kylan y esperando que su amo se levantase. Sin saber lo que hacía, alcanzó un pedazo de un plato que se había caído al suelo durante el forcejeo y empezó a clavarlo en el cuerpo de aquel loco, intentando atacar el cuello, sin saber qué estaba haciendo ni midiéndose, con los ojos llenos de lágrimas, completamente descontrolado. No le importaba lo que pudiese pasarle, sólo quería cortar la carne de Kahel con aquel pedazo de loza y evitar que volviese a dañar a Kylan.

Viendo que era inútil, que el chico no le contestaría…se quedo quieto, mirando, de reojo, a Kylan…que al parecer no se levantaría. ¿Tan fuerte había sido el golpe… ? No lo sabia, simplemente se empezaba a aburrir. El solamente venia a tocar, no se esperaba encontrarse con que su hermano viviese con alguien. Le molestaba, claro que le molestaba. Para el las relaciones no podían ser mas que con personas de tu misma familia, y, ahora, el otro traicionaba la idea, no solo eso…a su familia.

Le dolió. No lo pudo negar, era humano y el dolor era algo que tenia. Empezó a sentir el pedazo de esa chilla meterse en su piel…filosa. Haciendo espacio entre ella, en una brecha. Convirtiendo un lugar más grande, más abierto. Sangre, ese liquido de tono bermellón empezó a salir por las comisuras de las heridas, manchando su camisa, la cual…ya estaba manchada por la sangre de la cabeza.-Que demonios te pasa…- Siseo, para después, empezarse a reír, parándose derecho y, por que no, orgulloso. Mirándole con una actitud cínica, la cual…sacaba de sus casillas a muchos.

De un momento a otro se quito la parte superior de su vestimenta.-mas libertad para que me mates…- Comento, con sarcasmo. Su piel se notaba del mismo tono de la de Kylan, en efecto, no había por que negarlo, eran hermanos. Bastante diferentes pero hermanos al fin. La diferencia entre pieles era algo…notable, mientras que el pelirrojo solo tenía esa herida en el vientre, provocada por el, el tenia muchas…en todo el cuerpo…simple fetichismo por abrirse y coserse. Se quedo un momento mirando las heridas provocadas por el menor, si…necesitaría coserse de nuevo, y eso, por mucho, le hacia feliz.

-Creo que me quedare por mas tiempo aquí…- Comento, con el afán de molestarle, para después, tomarle de las muñecas y tirarle al suelo, pegando su frente a la suya.-Me eres interesante, entre mas daño a tu amo tu mas te violentas…que pasa si lo mato?...- Comento, lamiendo de nuevo sus labios. Manchando con sangre su ropa…debido a las goteras que empezaban a caer.

En el fondo de su corazón, había ansiado, había esperado que Kahel se asustase. Le parecía que cualquier persona razonablemente humana se asustaría al ser acuchillada, y ese chillido le hizo pensar que así sería pero, repentinamente, le escuchó reír, con esa risa desquiciada, enferma, que parecía caracterizarle.

Y aquella expresión... Martin se hubiera levantado y marchado corriendo de no ser porque Kylan yacía en la misma habitación con apariencia de encontrarse bastante mal... de algún modo, sentía que era su deber quedarse allí. Si el hermano de su amo iba a matarles, que se les matase a los dos.

Sentir el tacto de la piel de Kahel contra sus muñecas le hizo sentirse enfermo. Forcejeó para liberarse, pero de un momento a otro estaba en el suelo, con aquel repugnante loco acercando su rostro al suyo.

-Si... si le matas yo... yo te... te...

Se le ahogaban las palabras, pues había empezado a llorar de nuevo, aquel contacto le asqueaba demasiado. Además, ¿amenazar a Kahel? Él mismo se sentía ridículo... aquel individuo era un demonio, quizá ni siquiera pudiese morir. Al fin y al cabo, ¿realmente había algo de humano en aquel monstruo?

Su llanto se intensificó al notar su lengua en sus labios, revolviéndose de nuevo, pero sin éxito, llorando esta vez de impotencia. Y terror, terror al pensar en lo que le haría y al notar la sangre sobre él, pues desde la muerte accidental de su madre no era capaz de acercarse a la sangre ajena, siendo la de Kylan la excepción.

-S-suéltame...

Cerró muy fuerte los ojos, sacudiéndose otra vez, esperando que al abrirlos todo fuese una pesadilla.

De nuevo. De nuevo el placer y el “gusto” o interés que había despertado el menor se había esfumado.-Joder, puedes se la persona mas interesante. Pero…lloras, pierdes el gusto de las personas..-Susurro, si, le gustaba ver sufrir a las personas, y se deleitaba con las lagrimas, pero, ahora…ahora no era tanto ahora simplemente se le quitaba el gusto..¿Por que?...por que ni siquiera había empezado a tocarle.

Se alejo de ahí..-Me mataras?, y como planeas hacerlo…lloraras tanto que me ahogare?...- Comento, burlón y sarcástico mientras se paraba. Acariciando las heridas que le había hecho con ese pedazo de…¿de que era? Quien sabe, ni lo había notado. Solo que ahora sentía el punzante dolor, el cual amaba, transcurrir por todo su pecho y vientre. Sonrío, lleno de sangre…maniática imagen ante cualquiera. Lo mejor de las películas era esa imagen, y dios quisiera que pudiera romper una puerta con una hacha o matar a alguien en la ducha. Clásicos. Nada más que decir.

Se acerco a Kylan, con ese caminar predador que le caracterizaba, como si fuera una gran serpiente a punto de morder a su presa, a punto de matarla. Destrozarla mientras enredaba su cola por su cuello, bueno, sus brazos. Tomo los hombros de Kylan, inerte. Moviéndolo un poco, de modo que sus frentes quedaran pegadas, en un acostumbrado toque, que, años a atrás, le había hecho pasar. Y, sabía que el menor de la familia lo odiaba. –Bueno, si a ti no te toco, entonces lo hago a el …-Ronroneo ronco, mirando de reojo al chico, para pegar su nariz a la suya…lamiendo y besando sus labios, por el simple fin de…molestarle. Puso sus manos en sus labios para obligarle a abrir sus labios, metiendo su lengua en ellos, en ningún momento deteniendo el contacto con el peliplata.

Aunque antes había creído que Kahel no podía estar más enfermo, con cada instante que pasaba se daba cuenta de que estaba equivocado, y que aquel monstruo podía, sin duda, ser aún más terrible. A todas aquellas desagradables sensaciones se sumó ahora una terrible humillación... le dolió el sarcasmo, le hacía sentirse aún más impotente de lo que ya se encontraba, entendiendo que no podría hacer nada contra aquella bestia... ni... ni para proteger a Kylan. Y Kylan le importaba ahora mismo bastante más que su vida.

Le escuchó y le vió, sintiéndole cerca... saber que aquel loco estaba en la misma habitación ya le dañaba. De su conversación con Kylan había sacado en claro que Kahel lo había violado anteriormente... era de esperar, cuadraba perfectamente con aquel enfermo. Pero, ¿se... se atrevería realmente a tomar a su amo ahora, cuando parecía estar muerto? Martin pensó que no se merecía eso... Kylan, que le había protegido, no se merecía que Kahel le pusiese un sólo dedo encima.

No pudo soportarlo más. Se acercó a Kahel y le empujó, le clavó las uñas en la mano, tratando de apartarle de Kylan. Ya no le importaba lo que le hiciese... él valía demasiado poco para sí mismo como para que aquello le importase, si conseguía con eso que se alejase de su dueño. Poco importaba si le arrancaba la piel como había prometido hacer o le mataba lentamente... Kylan era lo único que importaba.

-Déjale... Te lo suplico... Por favor... por favor, déjale...

Rompió a llorar otra vez, bajando la mirada, aferrando ahora el brazo de Kahel con súplica.

Suspiro, si que eso era aburrido, un muerto y el otro…. No tenia idea de cómo clasificarlo, le gustaba mas cuando Kim estaba con el, al menos…ya hubieran hasta quemado la casa, ahora…ahora no era tan…divertido, sin embargo si desquitar todo el odio con su hermano.¿Por que? Simple…por que no era mujer, ¿tonta razón…? Ni tanto, Kahel quería el cuerpo de una de ellas, las cuales había conocido en la guerra, y, de un momento a otro, había odiado a su hermano por no serlo. ¿Qué mas se podía esperara de un loco?.

-Lo único que me dolerá es que ahora no pedirás clemencia…- Susurro, refiriéndose a que, por el golpe, seguía inconciente, completamente como si estuviera muerto. Sus manos se perdieron en el pecho del de su sangre, y sus pensamientos mucho mas lejos que eso. No sabia ni quería saber donde. Solamente recordaba que era algo…raro. Ahora mismo no se quería perder mas. Se olvidaría, de nuevo de todo, se puso en cuclillas a la altura del suelo. Por ende, quedando en ese precario equilibrio que caracterizaba la posición al menos que se tuviera mucha fuerza en las piernas.

Iba a bajar su mano a la entrepierna de otro cuando sintió ese empujón. Lo cual, como había pensado, provoco que cayera, minutos después…solamente fue rasguñado, de nuevo sin dar una muestra de dolor. Se quedo quieto, por unos segundos.-Le dejo?....le dejo con una condición, sabes bien de que estoy hablando…- Su vos era tan lasciva que era difícil no notar de que iba su proposición. ¿Por que?...no, no le quería tomar, simplemente se convertiría en un juego para molestar mas a Kylan, atraerlo, inevitablemente a el.

Afectado por los sentimientos que mostraba el otro?, por favor, en ningún momento. Es mas, ni siquiera entendía el por que de ellos, cuadraba perfectamente ¿No?, al fin y alcabo estaba enfermo, prefería desquiciado, pero…bueno. Simplemente se quedo, mirando directamente a los ojos. Sonriendo sádica y lascivamente. Para después tomar de la muñeca a Kylan, que le había dejado caer. Como diciendo “aceptas o toco a tu amo”.

Experimentó una pasajera sensación de victoria al verle caer peor en el fondo sabía que no serviría de nada, que estaba perdido. Maldijo mentalmente su escasa estatura y su debilidad... ¿qué iba a hacer él frente a aquel joven que medía casi dos metros? Además, por mucho que le cortase y le empujase... Kahel se reía cuando su propia sangre brotaba. Era enfermizo.

Le escuchó, viendo como tocaba la mano de Kylan, sintiendo una especie de náusea ante la visión y el olor de la sangre de Kahel, además de la propia actitud del loco hacia su amo. Era cruel... era brutal psicológicamente. ¿Cómo podía haber sido tan monstruoso como para chantajearle con eso? Al menos, se consoló Martin, no haría daño a su dueño... mientras le tenía a él, claro. El joven esclavo estaba dispuesto... realmente haría cualquier cosa antes de permitir que Kylan fuese lastimado y violado por aquel monstruo que era su hermano.

-Haz lo que quieras conmigo -murmuró, con la mirada baja-, pero no le toques.

Se mantuvo quieto, temblando, dejando ahora de llorar. Levantó los ojos hacia Kahel y le miró con las pupilas vacías, carentes de sentimientos... no quería que le viese sufrir, porque sabía que eso le gustaría... cualquier cosa antes de complacer a aquel sádico loco.

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