Caminando al atardecer (Libre)

Había ido a la empresa muy temprano para firmar algunos papeles y así poder dar inicio a la investigación que empezarían en el laboratorio. Al terminar con ellos quedó a solas en la oficina que había pertenecido a su padre. Suspira. La melancolía lo estaba invadiendo nuevamente y más al ver la fotografía de ellos. Estaba a punto de llorar cuando tocan la puerta. Era uno de sus empleados, el de más confianza. Sonríe al verlo y mucho más al recibir la noticia, se había suspendido una reunión en la tarde, así que para su suerte tendría todo lo que quedaba del día para pasarla tranquilo.

Estando a solas en el despacho, decide salir por algo de comer pero esta vez no quería ir con su seguridad. Quería permanecer un tiempo a solas y poder pensar un poco, tenía tantas cosas en su cabeza que sabía que tarde o temprano terminaría explotando. En la gaveta del escritorio encontró unos lentes los cuales se puso, se alborotó un poco el cabello cayéndole mechones en la frente y tomando una casaca más informal se dispuso a salir, no sin antes decirle a su secretario, el cual era su cómplice, que entretuviera a su seguridad para que pudiera salir sin ser notado. Salió como él quería, a solas. Caminó sin rumbo conocido, con ambas manos metidas en los bolsillos de atrás del pantalón mientras pensaba en sus cosas; llegando a lo que parecía la zona comercial de la ciudad. Sin saber qué hacer, continúa caminando con la mirada gacha como si estuviese contando sus pasos, cuando, de repente, se tropieza con otra persona. Cayéndosele los lentes, provocando que se asustara un poco.

- Disculpe, disculpe.- dice, sin levantar su mirada.- Ha sido mi culpa por andar distraído, lo siento mucho.