Una simple caminata (Alec)

Al escritor le había bajado nostalgia por aquel lugar que a la mayoría le resultaba tan aterrador; aquel lugar que fue su hogar cuando escapó de casa a los trece años; aquel lugar en donde había vivido buenos y malos momentos, en dónde las personas lo ayudaron a salir adelante. En el instante en que comenzó a ganar dinero, se dispuso a visitar aquella zona cada cierto tiempo, para ayudar a quienes lo ayudaron a él tiempo a tras. A pesar de que estaba oscureciendo no le aterraba deambular por alli; la mayoría de las personas lo conocían y trataban bien. A lo largo del día lo habían recibido como un joven que había partido de casa hace mucho tiempo atras, ya que hace bastante que no se aparecía por el sector.
Se apoyó contra un muro, sacó un cigarrillo y un encendedor de su bolsillo; esta vez sus intenciones no habían sido sólo de entregar dinero, vestimenta, comestibles y, por qué no aceptarlo, sacar algo de información sobre como iba Zados; buscaba a la persona adecuada que lo pudiese ayudar. Tenía un problema y requería, como hace tiempo atras, a alguien que le tendiera una mano. "Ya aparecerá alguien" se dijo, cerrándo los ojos, "aqui siempre te han ayudado, esta vez no será diferente", intentó convencerse, para luego soltar un suspiro.

No sabía bien que estaba haciendo ahí, pero como fuere, últimamente sus acciones no tenían un sentido específico, ni se guiában de la lógica de su personalidad. La zona 0 sólo le traía malos recuerdos; y sin embargo, en la lujosa isla de Zados, era el único lugar que podía recordarle a su hogar.

Paseaba por las calles con la confianza de quién ya lo hecho en varias ocasiones, aunque hubiese sido hace años. Ocultó bajo su gorra y lentes, confiaba en que nadie iba a reconocerlo. Además, las sombras que iban ganando preponderancia con la noche que caía eran otra ventaja.

No había nada que temer. Y hasta sería divertido. Sin darse cuenta había llegado a una de las esquinas donde solía pararse a trabajar. Aún era muy temprano para encontrar "ex colegas", y sólo distinguió la figura de un hombre que fumaba contra la pared. Seguro se trataba de alguien de la zona, pues se veía bastante confiado. Alec recordó que no había fumado desde hacía un buen rato, así que encendió un cigarrillo propio y miró al tipo con curiosidad, preguntándose que haría en medio de la calle...la Zona 0 no era un parque de atracciones...

-Hace frío , no?.-dijo, con intenciones de entablar conversación y satisfacer su curiosidad

Una melodiosa voz lo sacó de sus pensamientos. Giró la cabeza, algo desinteresado y logró distinguir al famoso y apuesto vocalista del grupo Luzbel. Se veía mucho más apuesto en persona. Sonrió y asintió con la cabeza.

- Pero es un frío agradable- respondió, relajado, como si se tratara de alguien conocido- ¿Alec, verdad?- preguntó, mas su voz sonó segura- Kurt Aizac- se presentó, sin que la sonrisa desapareciera de su rostro- me sorprende que alguien como tú pasee por lugares como estos- bromeó, mirándolo fijamente.

Pensó que era bastante irónico que dos personas conocidas por el mundo del arte se encontraran charlando en un lugar como ese; simplemente no era un espacio demasiado "bonito" y "alentador". "Drogas..." fue lo único que pasó por su cabeza, ¿qué otro motivo podría tener un chiquillo como ese para deambular por aquel sitio?

Kurt Aizac...Kurt Aizac...cuando el nombre dio con uno de sus recuerdos Alec se abofeteó mentalmente por despistado. Era un escritor, sí...y famoso. Estaba casi seguro de haber visto uno de sus libros como cabecera de Abel...y haber escuchado el nombre en la televisión...La comprensión lectora del pobre rubio claro, llegaba a duras penas a captar los clasificados, y nunca había pasado de las dos páginas de una novela...lo cual era una verdadera lástima, porque estaba a punto de pasar por un ignorante con mayúsculas...

-Alec sí, y Kurt, el escritor.-dijo, mientras lo saludaba con un gesto de cabeza, pensando por su lado que haría el escritor en ese lugar.- no tiene nada de raro...yo solía vivir por aquí...

Dio una calada a su cigarro larga, mirando un auto algo destartalado que pasaba frente a ellos. Un tipo los miró circunspecto, pero se alejó sin más para buena suerte de ellos, pues Alec no estaba de humor para que le robn, y suponía que Kurt tampoco.

-Y tú que haces aquí?.-preguntó con confianza, pues no se distinguía por su delicadeza.- es peligroso lo sabes no?...Buscas material para una novela?

No era raro que los escritores quisiesen experimentar algo antes de escribirlo...

- ¿Tú también viviste aqui?- preguntó algo impresionado; no se lo hubiese esperado en ningún momento- entonces debo ofrecerte una disculpa- se llevó una mano a la nuca, avergonzado- imaginé que estabas aqui por drogas, como el normal de los músicos que circulan por estas calles- explicó sinceramente, pero sin sonar ofensivvo.

Rió levemente al escuchar el tono seguro y lleno de confianza del chico, además de sentirse halagado al ser conocido. Miró al auto que acababa de pasar frente a ellos; recordaba haber visto al conductor en alguna parte pero no tuvo tiempo de saludarlo. Luego observó al rubio y pudo captar cierto temor de su parte, mas no dijo nada al respecto.

- Esta vez no vengo por material- apagó definitivamente su cigarro que estaba por terminarse, para así encender uno nuevo- vine a saludar a conocidos, pero principalmente estoy buscando a alguien que me pueda ayudar a proteger a una persona a quien aprecio- cerró los ojos por breves instantes, como si meditara, para luego volver a centrarlos en los de su compañero.

Las palabras del escritor le hicieron entender que él también conocía la zona como era debido, e incluso podría deducir que mejor que él, ya que se veía bastante seguro ahí parado, charlando como si estuvieran en un centro comercial.

-También habemos músicos sanos.-dijo, más divertido que otra cosa, pero era natural que la gente pensara de esa manera.- además lo bueno no lo encuentras aquí...

Se rió, no le importaba mucho si el otro creía que se drogaba, según él era hacerse el interesante...

Escuchó al otro con atención dividida entre su acompañante y el cigarro, hasta que el primero ganó la partida y Alec sostuvo el cáncer entre sus dedos, con la mano en la cintura.

-¿La zona cero es un buen lugar para encontrar protectore?..Interesante.-dijo, recostándose contra la pared, ya que no había traído su auto pensaba esperar un taxi, aunque eso pudiera tardar un poco.- ¿Puedo preguntar exactamente de qué quieres proteger a esa persona?

Suponía que podía hacerlo, ya que era el otro el que había iniciado el tema

Rió ante las palabras del menor; la verdad era que no le interesaba si las personas se drogaban o no, era problema de cada uno, además, él tampoco era un santo como para estar juzgando a la gente. Observó la pose que había adquirido el rubio; realmente era un chico atractivo, muy llamativo. Escuchó sus preguntas y pensó unos instantes en lo que iba a responder; miró hacia la calle y finalmente le devolovió la mirada, dejando de fumar por unos momentos.

- De otra persona- respondió, sonriendo, aunque el tema no era precisamente para sonreir- sé que puede sonar extraño, pero prefiero prevenir a lamentar- se miró la mano que sostenía el cigarrillo- es una persona con un gran capital, pero por sobre todo, debe tener de aliados a grandes influencias de Zados- le devolvió la mirada al cantante- sería horrible que le ocurriese algo y no haber hecho nada para evitarlo.

Estaba seguro de que todas sus palabras sonaban en extremo cursis y que, seguramente, el chico lo creería un pobre idiota, mas no tenía salida alternativa; si deseaba cuidar lo que apreciaba debía comenzar a mover hilos lo más pronto posible.

- Nadie pensaría que un escritor famoso buscaría ayuda en un sitio como este- explicó, como por inercia- supongo que no es demasiado "normal".

-No diría que es raro...diría que no sabes buscar.-Alec arrojó la colilla del cigarro al suelo y se cruzó de brazos.- si quieres proteger a esa persona de alguien poderoso, puedes tener todos los guardaespaldas o matones que quieras...alguién con dinero siempre tendrá más...o les pagará más...

Lo pensó un momento antes de decir algo que comprometiera su intimidad...pero finalmente... ¿Por qué no? No tenía que dar muchos detalles y tal vez sirviera de algo.

-Hace poco tuve un problema con alguien bastante poderoso...y la única forma en que pude salirme fue gracias a Abel..o...Abel es un amigo, el dueño del Melia.-sonrió al mencionar esto último.- un poderoso, contra un poderoso...si de verdad eres de por aquí, sabes lo poco que puede hacer esta gente contra las injusticias...

Se quedó callado; al parecer estaba meditando sobre algo, pero no podría saberse con exactitud que pasaba por su mente en ese momento.

-Aunque claro, sería mucho más novelesco que tú mismo lo protegieras.-clavó sus ojos en Kurt dedicándole una mirada sensual que era sin intención, pero que simplemente le salía natural con los hombres que llamaban su atención.- por que se trata de tu novio ¿verdad?

Puso total atención a las palabras dichas por el rubio; cada detalle podía ser importante y servir en un futuro próximo. Le gustaba saber que el joven lo estaba ayudando. "Puede que luego tenga que dar algo a cambio" pensó, divertido, mientras el nombre Abel sonaba en su cabeza como principal dato a tomar en cuenta.

- No pretendo encontrar un guardaespaldas- aseguró, sonriendo- sino un informante- su sonrisa desapareció unos instantes- el tiempo en que viví en este lugar aprendí muchas cosas, y entre esas, que estas personas manejan mayor información de la que creen manejar los de la clase alta- parecía excluirse de esa categoría, aunque sabía muy bien que formaba parte de aquel mundo material- drogas, sexo... las grandes debilidades estan en estos sitios y son transferidos al resto de Zados.

Guardó silencio unos instantes. No sabía que pensaría el menor sobre lo que estaba diciendo, pero si sabía que eran cosas muy ciertas; haber pertenecido a lo más alto, haber descendido a lo más bajo y finalmente volver a lo alto, eran experiencias de las que el escritor había aprendido. Al escuchar lo último dicho por Alec sonrió, interesado en la sensual mirada dedicada, devolviéndosela con una llena de seducción.

- Es algo asi como mi novio. A decir verdad soy yo quien lo va a proteger de manera frontal, pero no puedo arriesgarme a proteger si no sé nada de lo que ocurre- rió levemente- por ello necesito un informante.

Un informante. Claro. Eso tenía mucho más sentido. Si una persona poderosa de Zados tenía algo sucio para ser descubierto, seguramente alguien de la zona cero estaría enterado del asunto.

Alec detuvo su mirada aún un poco más en Kurt. Se preguntaba que clase de persona sería la que un chico como él protegería con tanto afán. Porque, aunque el escritor hubiese vivido en ese lugar, meterse con gente de dinero siempre podía acarrear alguna clase de peligro, y al rubio le sorprendía que aún existiecen personas que estuvieran dispuestas a correr esa clase de riesgos por alguien más que ellos mismos. Seguro el chico, aparte de bonito, debía ser una buena persona; alguien que valiera la pena...

-Conoces el bar de la avenida?.-dijo de pronto, como iluminado.- por qué no vas a tomar unos tragos ahí? Es más probable encontrar a alguien dispuesto a hablar en un bar que en la mitad de la calle...

Le sonrió. Si a Kurt le gustaba la idea y se lo sugería, el vocalista lo acompañaría con gusto. Hacía años que no se pasaba por ese bar y sería interesante volver

Le alegró mucho que el rubio lo estuviese ayudando. Parecía ser un buen chico, claro, con sus problemas como todos, pero un buen chico a fin de cuentas. Sonrió. La idea era buena. Lo miró con entusiasmo.

- ¿El bar Noir?- cuestionó, aunque la respuesta parecía obvia; era el bar más popular de Zados- creo que tienes razón. Supongo que al no visitar aquel lugar durante tanto tiempo ni se me pasó por la mente- rió, un tanto avergonzado, para luego dedicarle una sonrisa y mirada juguetona- mas no pienso perder mi tiempo, por lo que si no resulta por lo menos planeo divertirme- su sonrisa se expandió- ¿qué tal un trago?- invitó, amistosamente- siempre es agradable ir acompañado de alguien apuesto, en especial si es un cantante famoso- bromeó.

Le parecía que era una buena idea ir con el menor, ya que, como había dicho, si no conseguía nada por lo menos podría tener una buena charla, un momento de diversión para librarse de los problemas y pensar con mayor claridad todo lo que estaba haciendo y quedaba por hacer.

Alec le sonrió de lado, con algo de autosuficiencia. Justo en ese momento pasaba un taxi, y el rubio estiró el brazo para que se detuviera.

-Me parece bien, iré porque veo que tienes buen gusto y esa es una excelente cualidad.-le dijo en broma, refiriéndose al halago que Kurt acababa de hacerle.

Subieron al taxi ambos hombres y el auto partió en rumbo del bar .

CERRADO

(abrire uno en el bar si te parece)