Una pelea de amigos (Abel)

Estaba anocheciendo. El rubio y Abel estaban en la sala de estar de la suite, cambiando los canales mecánicamente. No hablaban mucho, pues apenas Abel encontraba algo que ver que fuera de su gusto Alec se quejaba, y viceversa. Por fin se pusieron de acuerdo para ver las noticias. Nada fuera de lo común...hasta que llegó la parte de espectáculos. La conductora anunciaba una noticia importante sobre Alec...

-Què iran a decir....-murmuró el màs bajo, algo sorprendido pues estaba de vacaciones y no se imaginaba que podría ser.- seguro que es un chisme...

Como sabemos, el valista de Luzbel nunca se ha pronunciado acerca del problema social de los esclavos, pero las imágenes que mostraremos a continuación nos darán una idea de sus creancias...

Alec escupió la gaseosa de la sorpresa. Se le veía en Rozen, admirando los esclavos para luego pasar a la oficina administrativa...parecía que alguien le había grabado con un celular, por la calidad de la imagen...Volteó a ver a Abel...no tenía cara de buenos amigos...

Todos los días era lo mismo con Alec, se sentaban a ver la televisión, aunque cada uno tenía una propia en su habitación, era normal que estuvieran en la sala buscando que ver, así no se sentían solos. Alec era muy berrinchudo usualmente…y Abel, aunque educado, había cosas que no le gustaba ver y tenía que protestar. Eran muy distintos en eso, el mayor usualmente prefería cosas culturales, mientras que el otro prefería todo lo que fuera más entretenido.

El dueño del hotel tenía a su mascota sobre las piernas mientras le acariciaba y seguía viendo a su amigo cambiar los canales, hasta que por fin dieron con las noticias y se quedaron ahí.

No pasó mucho tiempo para que hablaran de Alec, era algo normal para ellos dos ver esa clase de noticias, y Abel no iba a darle demasiada importancia, pero al ver las imágenes su expresión cambió drásticamente; sabía que Gabriel trabajaba ahí y Alec no había mencionado nada de querer comprar un esclavo.

-Me mentiste…- miró con reproche a su mejor amigo.- ¡¿estás loco?! ¡¿por qué fuiste?!- más que la mentira, le molestaba que Alec fuera tan inconciente.

La cara de Alec era como la de un niño que acaban de pillar en una travesura...una de las graves...ya alguna vez Abel le había "jalado las orejas" por alguna tontería cometida, pero esas llamadas de atención nunca eran más que reproches...jamás gritos...y aunque el rubio sabía dentro de él que era culpable con C mayúscula, y que el más alto sólo se estaba preocupando...le molestó; nadie le gritaba nunca, no lo habían hecho sus padres y no iba a hacerlo él tampoco...la adrenalina le invadió el cuerpo y ya no razonó. Tenía que defenderse como sea...

-No me grites....-dijo, serio.- acaso se supone que te informe de todo lo que hago...?

La cara de Abel se pusó aún más amenazante; el rubio se sentía pequeño, pero no...no iba a perder...

-¡Quería verlo!.-balbuceó estúpidamente; Thor que había sentido el ambiente caldeado se paró de las piernas del mayor y corrió a ver la pelea de lejos.- no puedes sobreprotegerme siempre...además! no pasó nada...

Siempre que tenían una discusión, nunca pasaban de reproches por parte del mayor, Abel solía ser una persona muy seria y calmada por lo que pocas veces perdía los estribos; esta vez sin embargo Alec realmente había hecho una estupidez, pudo haberle pasado cualquier cosa pero el cantante parecía no entender la gravedad del asunto, tal vez era culpa del alto por no contarle toda la verdad de Dantes. Se echaba la culpa él mismo y eso hacía que se molestara más con el rubio.

-No, pero tienes que ser más conciente de lo que haces.- dijo ya recobrando un poco la calma.- Alec, ese tipo es peligroso…- escuchó lo que el vocalista le decía, se mantenía terco, y peor aún…le dijo que no podía sobreprotegerlo siempre; Abel jamás pensó que lo estuviera sobreprotegiendo, pensaba que sólo se comportaba como un buen amigo, le molestaba que Alec pensara así.- ¡no tienes idea de lo que haces…! hay que cuidarte porque pareces un niño.- y la única razón por la que Dantes seguramente no había tocado al cantante, era porque días antes los dos hombres se habían reunido a hablar, le había costado pero había hecho que Gabriel entendiera que no podía hacerle nada a su amigo.- la única razón por la que no te hizo nada fue porque yo fui a hablar con él, si yo no hubiera hecho eso…seguro ese tipo te habría matado, ¡no lo conoces, no sabes de lo que es capaz!

Estaba molesto cual padre que le grita a su hijo porque hizo algo muy arriesgado, no podía evitarlo, tenía que proteger a Alec.

-Fuiste a verlo?!

De todo lo que Abel había dicho, el rubio sólo captó esa idea. El dueño del Melía había ido a ver a Dántes, sin decirle nada...y así decía que no lo sobreprotegía?...era demasiado...no, el no era un niño, Abel no era su padre, y de ninguna manera, por más amigos que fuesen y por más cosas que le debiera, iba a dejar que lo subestimara de esa manera...

Además, si de la entrevista con Gabriel había salido humillado, ese hecho lo humillaba aún más...el único motivo por el que estaba ahí gritando era el más alto...parecía que Abel era el único motivo de todo en la vida de Alec, y ese pensamiento que generalmente lo llenaba de cariño y gratitud le causó una cólera que iba más dirigida a sí mismo que al otro. Él no era nada por sí mismo...ahí estaba la prueba.

-Pues hablando de mentirosos...-le dijo, con cierto desdén, mientras se levantaba del sofá.- tú tampoco mencionaste que ibas a ir a humillarnos en frente de ese enfermo!...maldita sea Abel! No soy un niño!

Alec estaba bastante molesto con lo que le había dicho Abel, y el mayor entendía el por qué, conocía demasiado bien a su amigo y por eso no quería haberle dicho nada al principio pero es que él era muy testarudo.

Le molestaban las palabras de su amigo, él no consideraba que había dio a humillarse, había ido a ponerle las cosas en claro a Dantes, Alec estaba fuera de sus límites y a él no se le tocaba…si quería seguir sin problemas lo mejor iba a ser hacerle caso al dueño del hotel; aunque Abel tenía que admitir que fue un alivio cuando Gabriel aceptó sin decir nada, él tampoco quería problemas.

-¡Las cosas no son así!- volvió a levantar la voz porque era algo que no podía evitar, él trataba de ser paciente con el rubio, pero las palabras de este parecían llevar odio en ellas.

Estaba descargándose con Abel, pero en se momento no se daba cuenta de ello. Desde lo que le había pasado tenía una rabia contenida dispuesta a reventar con lo más mínimo, y lamentablemente el dueño del hotel era el que había colmado el vaso de su autocontrol.

-Es culpa mía supongo.-dijo, con un dejo de amargura.- vengo a meterme a tu casa...no hago nada por mí mismo...así que supones que debes hacerlo todo tú....-mientras hablaba iba recogiendo su celular y su billetera...las llaves de la suite que el más alto el había entregado las dejó sobre la mesa.- bien, será mejor que me vaya a mi casa y nos evitaremos esta clase de situaciones...

Parecía que Abel quería decirle algo, pero Alec no le dió tiempo. Salió de la habitación azotando la puerta y sintiéndose muy mal. Era la primera vez que discutía así con el mayor y no sabía como solucionarlo...apenas había cerrado la puerta y ya tenía ganas de volver y disculparse, pero se dio cuenta de que estaba llorando...y no quería que el otro lo viera así...

Así que tomó el elevador. No había nadie en éste y mejor así, porque no le gustaba que lo vieran llorando como un niño de cinco años; pero ni bien el asensor había bajado un piso la puerta se abrió y a Alec le pareció reconocer la silueta que entraba. Era Gabriel.

A veces se reunían en los hoteles para hacer negocios, así nadie quedaba comprometido ya que pagaban en efectivo, el Melia era uno de los favoritos y ese día como tantos otros Gabriel y otro grupo de hombres influyentes en Zados habían hecho negocios no demasiado transientes; Dantes fue el primero en pararse e irse porque quería regresar a su casa temprano ese día, él día anterior no había dormido del todo bien y estaba cansado.

Entró al ascensor y vio a Alec, una sonrisa se dibujó en su rostro olvidándose del sueño que tenía.

-Pero qué agradable coincidencia Alec…- le sonrió cínico.- ¿cómo has estado?- se apoyó en el metal.- ¿me has extrañado?

No tenía miedo, después de todo ¿que podía pasarle en los treinta segundos que demoraba llegar a la primera planta? además de que estaba el hecho de que Abel le había puesto un escudo protecor contra ese tipo...

Su primer pensamiento fue que no tenía ganas de pelear. En otro momento el cinismo de Gabriel le hubiese picado el orgullo, pero toda su ira se había agotado en la pelea con Abel; ya no quedaba nada para el otro.

-Por favor dejame tranquilo.-balbuceó a duras penas, tratando de que su voz no sonara entrecortada por el llanto; se limpió las lágrimas de la cara orgullosamente y trató de calmarse.- en serio...no estoy de humor...

Con eso sería suficiente pensó. Pero no contaba con su mala suerte. De pronto las luces empezaron a parpadear y luego de un fuerte sacudón se apagaron por el completo. El ascensor había quedado inmóvil.

-Pero qué demonios..!

Alec casi le rogó que no lo molestara, Gabriel estaba a punto de hacer uno de sus comentarios desagradables pero vio al más pequeño llorando, no se imaginaba qué le había pasado pero de pronto no le dieron ganas de mortificar al menor.

Cuando el ascensor se paró de repente, tuvo que tener cuidado para no caerse, después miró al rubio que estaba sorprendido como él, ¿qué demonios había pasado? trató de apretar todo los botones que tenía el maldito ascensor pero nada parecía querer funcionar, tal vez había habido un apagón en todo Zados…tal vez los atacaban…prefería pensar que era lo primero.

-Demonios…qué mala suerte.

-Maldita sea...

Alec se acercó al otro para hacer su propio intento con los botones...pero no había nada que hacer, el asensor estaba muerto. Murmurando algunas groserías retrocedió hasta el espejo que se encontraba al fondo de la caja y se sentó, tratando de calmarse. No le gustaba estar encerrado, hasta podría decirse que era un poco claustrofóbico, así que debía tratar de mantenerse relajado.

-Seguro que se fue la luz...-comentó, aunque se tratara de Gabriel, estaba contento de no haberse quedado solo pues podría haberse vuelto loco sin tener nadie con quien hablar.- seguro Abel está corriendo por todo el hotel en este instante...ya nos sacarán...

Aunque las palabras iban dirigidas al más alto, la necesidad de decirlas había nacido para darse ánimos a sí mismo.

Encendió un cigarro, y se quedó callado un rato, haciéndose el que miraba al techo, pero en verdad con el rabillo del ojo observaba a Gabriel. Finalmente se animó y volvió a dirigirle la palabra.

-Así que Abelito fue a verte...

Estaba parado mirando al rubio que se había sentado un poco más allá, dijo que seguro Abel estaba encargándose de todo, entonces recordó que ese hotel le pertenecía a von Bremen, qué mala suerte y con el sueño que tenía…si no salían pronto seguro que se pondría irritable. Se sentó al lado de Alec sin decirle nada, en realidad él también estaba agradecido de estar encerrado con alguien, seguro se había vuelto loco ahí adentro y solo.

-Sí…¿ya te lo confesó?- prendió un cigarro y empezó a fumar tranquilamente.- cuando fuiste a Rozen supe que no te lo había dicho…fue por tu bien.- comentó mirando al techo del pequeño cubículo.- eres una persona que no piensa mucho antes de actuar.- le dijo sinceramente.- él…hizo bien en no decirte que había hablando conmigo.- lo miró y le sonrió un poco.- puedo ser una persona peligrosa…aunque me vea tan adorable.- bromeó.

-Presumido...por dónde eres adorable tú?.-dijo riéndose, mientras botaba el humo del cigarro por la nariz.-te daré guapo, y adorable déjalo para los chicos gato y esas cosas raras...

Por algún motivo no se sentía incómodo hablando tan cercanamente con el otro. Podría deberse claro, a su falta de memoria...para su mente consciente Gabriel era sólo alguien con el que se había peleado hacía unos días...

-No me gusta que me traten como niño.-mientras hablaba botaba la ceniza a un lado, con aire distraído.- acabo de mandar a rodar a tu amigo por eso..sí sé que soy un atolondrado, pero a nadie le gusta que se lo esten recordando...por cierto...un idiota de tu tienda me grabó ahí...así que espérame pronto para reventarle el celular en la cabeza...

Mientras hablaban, los minutos ibn pasando sin indicios de que fueran a sacarlos pronto de ese lugar

Se rió más cuando Alec le dijo que no era adorable…simpático sí, pero adorable por ningún lado; no le refutó…porque no tenía caso, escuchó lo que el vocalista decía, no le gustaba que lo trataran como a niño, también le comentó lo de la grabación…

-Me imagino que no te gusta.- también botó el humo y con un suave golpe al cigarro hizo que las cenizas cayeran a un lado.- Abel no es mi amigo, sólo somos conocidos…aunque debo admitir que me cae bien.- sonrió un poco, si hubiera sido en otras circunstancias los dos se habrían llevado bastante bien seguramente.- sobre lo de la grabación.- miró al menor.- ya me he encargado de eso.- no dio más detalles, pero por el tono de voz que el narcotraficante uso, Alec pudo adivinar que el pobre infeliz que le había grabado no la había pasado demasiado bien cuando el administrador de Rozen se había enterado.

Era una especie de alago enterarse que Gabriel se habia encargado del prblema del celular. Fuera quien fuese, a Alec le encatanba ser el centro de atención, y saber que una persona le había dedicado un pensamiento al día le inflababa el ego.

-Bueno...supongo que gracias.-dijo mirando al suelo; Gabriel no era una persona desagradable cuando no estaba junto a su "mascotita", era una lástima que las circunstacias les hubiesen llevado hasta ahí.- oye...creo que han pasado más de diez minutos ya...

Luego de hablar el rubio se puso de pie y empezó a buscar alguna rendija por donde se colara el aire, pues estaba empezando a desesperarse; lamentablemente el elevador era completamente hermético.

-Fue una mala idea fumar.-el vocalista tiró el cigarrillo al suelo y lo pisó.- esto ya me está molestando.- su mirada se dirigió al techo y pudo ver una pequeña puertezuela.- oye...alcanzas?...no...-se respondió a sí mismo.- ayúdame a llegar por favor...

Tenía que hacer entrar algo de aire

Sonrió un poco mientras pensaba que si Alec hubiera visto cómo terminó aquel tipo no le estaría agradeciendo en esos momentos, pero una mentira piadosa no le hacía daño a nadie.

-Siete.- corrigió.- desesperado…- comentó mientras seguía mirando al techo. Alec dijo que había sido mala idea fumar y después de apagar el cigarro miró al techo del elevador, abría una pequeña puertezuela, el mayor le había notado desde antes pero jamás pensó que hubieran tardado tanto en sacarlos de ahí.

Sin apagar su cigarro se paró para ponerse a Alec sobre los hombros.

-Le diré a tu papi que no haga los elevadores tan altos.- comentó mientras el cantante dejaba entrar un poco de aire fresco; lo bajó con cuidado y se volvió a sentar para seguir fumando de lo más tranquilo…aunque en realidad no lo estaba, tenía sueño y quería llegar co su pequeña pronto.

-Mi papi...jajaja...-Alec se reía mientras hacía esfuerzos por abrir la pesada puertezuela; su peso no le preocupaba mucho ya que el mayor parecía perfectamente capaz de aguantarlo.- a mi papi lo he mandado a rodar con todo y su hotel...

Gabriel lo dejó en el suelo y el rubio se apoyó contra la pared. Por un buen rato siguió esperando, pero los minutos se hacían insoportables y ya no podía sufrir el encierro un minuto más. No quería, pero sus ganas de respirar verdadero aire fresco pudieron más que su orgullo y finalmente sacó su celular para marcar el número de Abel, que en ese momento de seguro estaba corriendo por todo el hotel como un lunático y gritándole a todo el mundo. La llamado entró, por suerte, y el vocalista esperó a que su amigo le contestara del otro lado de la línea.

Alec se había ido hacía unos minutos, el hombre luchó contra la tentación de seguirlo, lo mejor era darle su espacio. Había decidido relajarse junto con Thor cuando las luces se apagaron, pensó que todo se iba a arreglar en un par de segundos pero nada pasaba, así que salió de su suite y empezó a bajar por las escaleras de emergencia.

No entendía cuál había sido el problema, les gritaba a todos sus empleados para que hicieran algo pero nadie entendía bien qué estaba pasando, algunos cliente4s empezaban a quejarse y Abel se sentía mal por no ofrecer un buen servicio. Entonces sonó su celular y al ver que era Alec, dejó a todos y se alejó para contestar.

-Alec…¿cómo estás? ¿todo está bien?- preguntó mientras esperaba que su amigo estuviera fuera del hotel y llamara sólo para hacerle saber al otro que estaba bien.

-No! no todo está bien.-como un niño de cinco años Alec dió un pisotón mientras hacia una mueca de engreimiento.- hace como veinte minutos que estoy encerrado en tu ascensor infernal!...sabes Abel, si te pagara por quedarme aquí te haría devolverme hasta el último céntimo...

Lo último lo dijo con un aire de broma. Sabía que el más alto de seguro no estaba para eso, pero era la mejor forma que tenía en ese momento de expresar quee francamente, ya no estaba tan molesto.

-Por cierto, a que no adivinas con quién me quedé encerrado.-mientras hablaba miraba a Gabriel e incluso se atrevió a sonreirle, como haciéndole partícipe de su intento de molestar a Abel.- aquí estamos tu buen amigo Gabriel y yo, esperando a que nos abras...¿no tardarás mucho verdad?

Miraba al cantante hacer un berrinche por el teléfono, en ese momento pensó que estaba agradecido por no tener un amigo así…porque seguro que ya lo habría golpeado hasta que dejara de quejarse por todo.

-Oye Alec…tú te morirías en Rozen, no aguantarías un par de malditos minutos.- se rió por lo que acababa de decir, le resultaba gracioso imaginarse al rubio hecho una fiera dentro de una vitrina, gritándole a quien pasara para que lo dejaran salir rápido. Sinceramente…no sabía cómo era que alguien tan serio como Abel aguantaba esas cosas, sin duda el hombre…tenía mucha paciencia.

-Me pregunto cuánto estarían dispuestos a pagar esos pervertidos de tus fans por ti…- preguntó más que nada para él pero en voz alto mientras se le dibujaba una extraña sonrisa en el rostro.

Alec tapó el auricular del telefóno con una sonrisa en los labios y miró a Gabiel fijamente a los ojos.

-Yo no aguantaría media hora, pero tú te volverías loco antes que yo créeme...aún no me has conocido realmente insoportable.- y era verdad, porque considerando la personalidad de Gabriel, un chico como el rubio podría sacarlo de sus casillas en cinco segundos si realmente se lo proponía.- luego tendrías que matarme y la verdad esa idea no me llama la atención

El más bajo volvió al celular.

-Lo siento, Gabriel me estaba ofreciendo un trabajo en Rozen de esclavo para la venta, pero he decidido rechazarlo...¿En dónde estábamos?...ahhh, sí...tardará mucho en vovler la luz? en serio Abel, hace calor...

Sin esperar demasiado Alec le dijo que las cosas no estaba bien, entonces el mayor maldito internamente, seguro el rubio seguía dentro del edificio; lo confirmó cuando el vocalista le recriminó que hacía más de 20 minutos estaba en el ascensor, Abel trataba de disculparse pero su expresión cambió drásticamente cuando su amigo le comentó que estaba ahí con Dantes, por la desesperación casi ni notó que Alec estaba bastante tranquilo.

-No...no voy a tardar nada.- iba a decir algo más pero de nievo el rubio lo interrumpió diciéndole que Gabriel le estaba ofreciendo trabajo de esclavo, eso realmente lo hizo enojar, ¡¿qué demonios estaba tramando Dantes ahora?!

-Estaré ahí en unos minutos Alec, ¡y dile a ese infeliz que si te pone un dedo encima haré que se arrepienta toda su maldita vida!...o al menos lo que le quedará de ella.- había gritado para asegurarse de que Dantes lo escuchara.

Colgó y reunió a un par de sus empleados mientras dejaba encargado a otro todo el problema, lo más importante en ese momento era sacar a Alec de ese lugar.

Se rió un rato por lo que le había dicho Alec, el rubio seguramente tenía razón...aún no lo conocía realmente insoportable, y por más que el cantante tuviera un hermoso cuerpo, no estaba seguro de querer conocerlo así; Dantes simplemente era del tipo de los que no aguantaban esas cosas, pero conocía a von Bremen y sabía que su carácter era mucho más pasivo.

-Tienes razón...no quiero a un rubio engreído entre mis esclavos bien entrenados, creo que me volvería yo loco antes que tú obediente.

Cuando escuchó lo que le había dicho a Abel empezó a reír bastante, Alec definitivamente le caía bien...más que nada porque hacía sufrir al dueño del hotel.

-¿Sabes rubito...? no nos llevaríamos tan mal.- se rió un rato, pero luego escuchó lo que había gritado Abel, ¿le había llamado infeliz?...bueno, le habían dicho cosas peores así que por eso no podía quejarse.

-Creo que tu papi no quiere que andes conmigo...vamos a tener que fugarnos mi vida.

Alec sin duda lo hacía sufrir, pero en vez de molestarse o cualquier otra cosa, estaba realmente mortificado, no entendía por qué su mejor amigo se había aliado con un tipo que le había hecho tanto daño y que aún podría hacerlo...el vocalista no estaba en ese mundo, por eso no había escuchado los rumores que circulaban de Dantes.

No les costó nada encontrar el lugar donde se había quedado el ascensor, las linternas no les daban demasiada luz pero algo podrían hacer.

-Vamos a tener que forzarla.- maldita luz que se iba y no dejaba usar ni un solo botón de emergencia, en ese momento pensó que tendría que encontrar soluciones eficientes para casos como ese.- tocó la puerta con fuerza.- ¡¡Alec!! ¡Vamos a forzar la puerta, apártate un poco!

Von Bremen trató de forzar la puerta y sus empleados trataban de ayudar pero poco hacían, el material era realmente pesado y ya que no había luz, la máquina se negaba a ceder.