Casa de Arthur(Miku)

LLego a casa despues de caminar por gran parte de la cuidad con el liston que le puso Miku puesto algo avergonzado por la risitas y miradas curiosas que ocasionaba tener aquel liston.

La casa de Arthur era una de las mas pequeñas del lugar lugar ya que Arthur decidido vivir solo y no queria contratar servidumbre. A pesar de ser pequeña se notaba que era una de las mas elegantemente decoradas lo cual hacia notar que alguien de clase vivia en el lugar.

Abrio las puerta de la casa dejando a Miku en el suelo delicadeza, dejando que su pies tocaran suavemente el pasto del pequeño jardin que habia en la casa.
- bienvenido a tu nuevo hogar-

Estaba fascinado con todo lo que veía en la ciudad, no podía evitar estirarse de un lado para otro volteando a ver las muchas tiendas con sus aparadores llenos de ropa y cosas que al nekito le parecían fascinantes, aunque una de ellas capto mas su atención al tratarse de una pastelería que exhibía su deliciosa mercancía. El siendo una de las creaciones de Hanori nunca había salido de ahí, todo lo que savia del mundo exterior había sido aprendido con libros y películas.

Miro con ánimos la casa de su nuevo amo.

- Es muy bonito Amo-chan! – sonrió feliz.

- le alegro que te guste- le dijo una sonrisa.

- no es muy grande porque no me gusta limpiar pero creo que al menos podras jugar un poco en el jardin- se volteo un poco aprovechando el momento para sacarse aquel liston que lo hacia verse ridiculo.

- Miku, ¿tienes hambre?-

- Hambre? – se puso las manos en la barriga desnuda y miro a Arthur. – Si un poquito, es muy cansado estar en exhibición. – comento sonriendo. – Que comeremos Amo-chan? – se apego a el y le abrazo la cintura mirando hacia arriba para esperar la respuesta de su amo.

Di un vistaso a la barrigita de Miku sin poder evitar que sus mejillas se tiñeran un poco de rojo volteando ligeramente el rostro.

- prepare algo de pollo... puedes descansar despues de comer- le dijo acariciando ligeramente sus cabellos dandose cuenta de lo suave que eran estos.

- entonces vamos- lo llevo dentro de la casa, pasando por la sala y guiandolo hasta el comedor.

- lavate la mano y mientras yo traigo la comida...el baño esta por alli- le señalo el baño con el dedo y fue a traer la comida que habia preparado antes de salir.

No comprendió el motivo del sonrojo de su amo, y tampoco lo pensó mucho, lo que si fue que le pareció muy bonito sonrojado.

Cuando entraron a la casa se mostró igual de encantado, el interior estaba finamente decorado, se veía muy elegante y eso al pequeño le encantaba, todo era nuevo y excitante para el. Después de las indicaciones de su amo, se dirigió al baño para lavarse las manos.

A pesar de que su amo le había dicho que no le gustaba mucho limpiar, el baño brillaba de limpio y olía a manzanas verdes. Se lavo las manos muy, muy bien y entro a la cocina de donde ya provenía un delicioso aroma. Entro con la nariz por delante llenándose con el aroma.

Arthur calento la comida en el horno, solo le tomaria unos minutos, despues de eso saco el pollo del horno y se dio cuenta que Miku habia llegado a la cocina.

- por alguna razon hoy me dio por cocinar mas de lo usual- dijo mientras acomodaba la pequeña fuente que tenia varias piezas de pollo.

- si ya te lavarte las manos ve al comedor para servirte alli- sonrio mientras colocaba algunas piezas de pollos en dos platos y lo llevaba al comedor.

Miraba muy entretenido cada movimiento del chico, mirándolo así le pareció que le daba un aire muy calido a la casa, después de todo Miku nunca había tenido un hogar. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no pudo evitar dar un brinco al ser descubierto en la puerta por Arthur.

- Amo-chan, pero no quiere que yo lo ayude? En Hanori nos enseñaron a ser serviciales en el hogar. – dijo lo ultimo como si se tratase de una frase que repetía de memoria. – Y yo lo quiero ayudar… - lo miro tímidamente y jugando con sus deditos.

- esta bien puedes ayudarme pero es porque quieres no porque debas hacerlo...no quiero que hagas algo que no quieras- le aclaro hablandole dulcemente mientras seguia llevando aquellos platos.

- si quieres ayudarme...lleva esa jarra de refresco a la mesa, a mi me faltan manos para llevarla- sonrio haciendo una ligera mueca levantando un poco las manos en que llebava los dos platos de comida.

- Hai – asintió con la cabeza y se apresuro a tomar la jarra de agua fresca; con cuidado la llevó hasta la mesa del comedor sin que ninguna sola gota se le cayera. – Amo-chan y porque vive solito? No tiene novio? – soltó de repente la pregunta. Se le quedo mirando y luego continúo. – Mi Amo-chan es muy bonito, lo más probable es que tuviera un novio. – dijo como si fuera algo muy obvio y luego se acerco a una silla que estaba cercana a Arthur y la movió haciendo ademán para que el chico se sentara. – Siéntese Amo-chan. – le dijo sonriendo, la cortesía era una de las principales cosas que le habían enseñado y como su amo-chan le paresia una persona tan linda y agradable, el quería hacer las cosas bien.

- vivo solo por que mi padre vive en otra ciudad- explico pausadamente, queria a su padre pero su padre era un hombre frio a diferencia de Arthur que era alguien que mostraba sus emociones con facilidad.

Se sonrojo al escuchar que Miku lo llamaba bonito, era extraño ese halago de alguien tan bonito como Miku.

Se sento en la silla y espero a que Miku se sentara tambien para seguir hablando
- no tengo novio, supongo que sera que no he encontrado a la persona adecuada - contesto algo pensativo ya que tampoco habia buscado a aquella persona parecia como si esperara que el destino trajera a esa persona a pesar que el no creia en el destino.

- Pero Amo-chan, porque el vive lejos de usted? – se puso el dedo índice en la boca con gesto pensativo.

De nuevo ese sonrojo en las mejillas de su amo, se veía tan lindo para el que igual no pudo evitar acompañarlo y se sonrojo también.

- Etto… yo creo que… -jugaba con sus deditos debajo de la mesa. – Mi Amo-chan no necesita buscar a alguien si es tan bonito como es, alguien vendrá por el. – lo miro sonriente aun sonrojado pero dándole su mejor sonrisa.

- mas bien yo soy el que vive lejos de el, vine a esta ciudad buscando algo y el no lo sabe- explico, aun no encontraba lo que buscaba y no habia obtenido casi ninguna pista de aquello que buscaba, tanto que hasta ya estaba pensando en desistir en aquella busqueda.

- entonces, ojala que esa persona sea alguien tan lindo como tu- agrego mirando un poco su plato para disimular lo sonrojado que estaba.

- Buscando algo? Si mi Amo-chan busca algo yo lo ayudare a encontrarlo. Pero Amo-chan, es algo prohibido? Porque usted lo mantiene en secreto, entonces… no importa porque aun así lo ayudare. – aclaro con decisión.

A pesar de que Arthur disimulara su sonrojo agachando la cabeza, no paso desapercibido por los precoses ojos del nekito pelirrojo, aunque en verdad no pudo decir nada porque el estaba igual o mas sonrojado con el comentario de Arthur.

- Amo-chan, yo le parezco lindo? Que tan lindo? Le gusta mi colita? – se agarro la colita. – Le gustan mis orejas? – se agarro las 2 orejitas. – Y le gustan mi nariz y mi boquita? – p[aro la boca diciendo eso, lo cual lo hizo sonar muy gracioso.

- es secreto porque mi padre no queria que busca a la persona que busco por eso mantuvo en secreto su existencia- le explico cuidadosamente a Miku, era un secreto que no se lo habia dicho a nadie mas pero sentia que el gatito no contaria nada de lo que le dijera.

Al ver las muequitas que hacia se sonrojo aun mas pero y se quedo mudo por un momento sugiendo cun aquellos intentos inutiles de ocultar su sonrojo.

- me gustas tu - solio de sus labios sin siquiera pensar como en un acto refrejo cuando miku acabo de hablar.

- Esa persona debe ser importante para Amo-chan si se atrevió a desobedecer… aunque las personas libres desveden casi siempre. – comento el neko sin afán de molestar.

El pequeño, que se había quedado con la boca en ese gesto anterior, abrió los ojos de par en par cuando su amo le contesto de esa forma y enseguida su rostro se puso completamente rojo.

- Eso es muy cruel Amo-chan, dice cosas que me hacen que me ponga así. – agacho las orejas completamente apenado y mirando sus manos entrelazadas sobre su regazo. Por supuesto que el savia que su amo no lo había dicho como algo malo, pero igual estaba molesto por no poder parar el ardor de sus mejillas e incluso sentía que se veía ridículo.

Cogio las manos de Miku y las puso entre las suyas

- no soy malo, solo dijo la verdad- contesto mirandole con un sonrojo similar al de Miku

- ademas te ves bonito asi...hace juego con tu cabello- dijo tratando de bromear un poco aunque aquello era verdad.

- come, tu pollo se enfria- trato de cambiar un poco el tema de la conversacion porque parecia que ha Miku no le gustaba que le dijera aquello aunque era verdad.

Las manos de su amo estaban calidas y suaves. El neko lo miraba aun con timidez escuchando lo que le decía; eran cosas lindas que lo único que lograban era mantener sus mejillas encendidas.

Obedeció a su amo y con pereza aparto sus manos del agarre, aunque no quisiera hacerlo, se sentía muy bien. Dirigió su mirada al plato y después de terminar el primer bocado le comento al chico.

- Amo-chan también se ve bonito así de sonrojado. Y resulta ser un muy buen cocinero. – volteo a verlo ahora con una simpática sonrisita en el rostro. – Si a Amo-chan le gusta verme sonrojado entonces esta bien.

- me alegra que te guste como cocino- Se sonrojo mas ante sus palabra y siguio comiendo

- ¿esta bien por que soy tu amo o por que soy yo?- pregunto quizas la pregunta resultaba confusa pero queria saber la respuesta aunque el suponia que a Miku le parecia bien por que a los esclavos le enseñaban a obedecer a su amos.

- Porque es… no entiendo Amo-chan, usted es mi amo, o es otra persona? Hay alguna diferencia? – pensó un poco tratando de responder a la pregunta de Arthur. – Porque yo quiero. – termino diciendo, no estaba seguro si eso respondería a la pregunta, pero era lo que el sentía. Y si algo regia las acciones del pequeño eran sus sentimientos, cuando todo lo demás fallaba siempre era lo mejor recurrir a ellos, nada usual en un esclavo, pero el nekito no era un esclavo usual después de todo.

- Conteste bien? – pregunto y se llevo otro poco de comida a la boca.

Sonrio al escuchar a Miku, aquella respuesta honesta, sincera casi desenfadada que a muchos amos los hubiese enojado a el le hizo feliz. Arthur tampoco era un amo comun, quizas por haber estado tanto tiempo con una persona tan seria como su padre le agradaba Miku porque expresaba sus emociones con libertad algo que su padre jamas habia hecho frente a el.

- no respondiste ni bien ni mal, no habia respuesta correcta o incorrecta...pero me gusto tu respuesta- le explico con una gran sonrisa y luego comio otro bocado de su pollo.

Miro a Arthur con expresión de confusión y luego comió algo más de pollo.

- Que raro es Amo-chan. Me hace preguntas que no tienen respuesta. Jeje, eso me parece muy extraño. – rió divertido por la actitud de su amo. – Tengo que aprender muchas cosas sobre usted Amo-chan, para poder complacerlo, tiene gustos muy raros, por eso debo hacer mi mayor esfuerzo. – el pequeño paresia tener mucha determinación. – Amo-chan porque no come? Tiene que comer. – se arrodillo en la silla y tomo algo de comida con su tenedor, que luego le acercó al la boca a su amo. – A ver amo-chan, diga aaaaa…

Sonrio al escuchar hablar a Miku al parcer no podia usar metaforas pero quizas aquello no era del todo malo despues de todo las cosas importants e la vida es mejor decirlas claramente.

Miro con algo de confucion cuando Miku le ofrecio cocida, nunca le habian dado de comer asi ni de pequeño ya que su padre decia que tenia que comer solo.
- aahh...-abrio la boca, entre avergonzado y gustoso por aquello.

- Jijiji se rió entre dientes. Si bien era que su amo se veía como un niño inocente recibiendo la comida de su madre, eso a Miku no le importaba, se reía porque Arthur le paresia tan lindo, con sus sonrojos y todo comportamiento que aunque para el nekito era algo “extraño” (eso porque no lo entendía), le hacían apreciar mas a su amo por ser tan diferente.

Abra bien grande Amo-chan. – le dijo y metió algo de verduras a su boca, y mientras su amo masticaba la porción que le había dado, el también tomo un poco, y después le dio mas a su amo y el volvió a comer, y así hasta que terminaron de comer.

- Hay postre amo-chan? – le pregunto con sus ojitos brillando ansioso de un “si” mientras le limpiaba la boca con una servilleta a Arthur.

Recibio la comida que le daba Miku no sin algo de verguenza, pero no podia rechazar ese tipo de atenciones. Era como si aquel afecto que casi no habia recibido en su vida lo estuviera recibiendo ahora o al menos el lo sentia asi por lo cual habria la boca grande tal como Miku le indicaba hasta que por fin termino su comida.

- Hay helado, espero que te guste- fue a la cocina y rapidamente trajo un pote de helado, una cucharilla para helado y una copas de helado con cucharillas.

Sirvio un poco a Miku y a el, y probo un poco resbalandose un poco de el helado por un lado de sus labios sin que el se diera cuenta.