Olvidando [Sebastian - lemon]

Antes de meterse en la la ducha había colgado la bata en uno de los percheros del baño, puestos alli justamente para eso. Luego, sentir su cuerpo junto al de Sebastian, además del contacto con el agua, se sentía realmente bien estar alli. Comenzó a reir otra vez cuando sintió las gotas de agua que salpicaban gracias a la acción traviesa del pelinegro, observando como acariciaba su cola, sonriendo ante el acto. Finalmente la bañera estaba lista y el agua a una temperatura ideal. Se sentó en la bañera, apoyando su cabeza en la muralla mientras esperaba a que el joven regresara con el champu y el jabón, riendo al verlo tirar las cosas inservibles.

- Sebastian- llamó, de pronto, con una leve sonrisa en su rostro, no tan alegre- ¿cómo te hiciste la herida de la espalda?- preguntó, con tranquilidad, sin querer molestarlo, con la única intención de calmar su duda.

Sólo quiero saber si fuiste dañado por alguien...

...- el silencio era una respuesta, no queria decirle la verdad, parecia que no deseaba mirarle, mas bien, no queria mirarle, esa herida no estaria siempre en su espalda pero mientras estuviera seria una señal de su estupidez, colocaba los dedos e el lavabo volteando su rostro serio hacia el, mientras murmuraba- es la historia de un estupido


- encogio sus hombros mientras se acomodaba detrás de axl, obligando al mayor a que apoyase su cabeza en el torso de sebastian, acariciando sus orejas y cuando podia su cola, apoyando su menton sobre su cabeza - queria quitarme el chip..el chip de los esclavos

- murmuraba mientras su voz era seria, manteniendo la voz que siempre tenia, no era algo por lo que se sintiera orgulloso, el dolor, las lagrimas de antes, no queria que le dijeran llorica, no querian que le dijeran inutil, por lo que solo se tomaba algunas pstillas para el dolor, acariciaba el cabello de axl, llenandolo de jabon y a la vez aclarandoselo, mientras sus rodillas se afirmaban a sus costados, como sujetandole

- una noche me tumba en la bañera de mi habitacion y con una cuchilla me fui abriendo la espalda undiendome mas el cuchillo, intentando alcanzar el chip, me descubrieron cuando estaba a punto de desangrarme y de llevarme a rozen como esclavo no tan valioso, pero la herida cicatrizaba, y me explicaron donde estaba el chip, asi que practicamente yo soy el culpable

- apoyo su nuca en el muro, estaba empapado, frio, observaba el techo no tenia fuerzas para observar a axl, ni siquiera para seguir hablando, aunque suspiro y volvio al mundo real, a pesar de que muchas veces sentia un dolor insoportable en su espalda, quedaba poco para que desapareciera el dolor

Se sentía muy cómodo estando alli, apoyado en el torso del menor, sintiendo como eran acariciados y lavados sus cabellos. Todo eso le daba una enorme sensación de seguridad, como refugiado en el joven. Estando tranquilo, se dedicó a escuchar la historia, con atención, sintiéndose algo triste por el pelinegro.

- No eres un estúpido- dijo, con seriedad y calma- eres un alma libre encerrada injustamente- cerró sus ojos- me gusta tu rebeldía, me gustan tus ojos grises que piden a gritos ser liberados pero que se niegan a aceptarlo.

Hizo una pausa, mas que nada para ordenar sus ideas. Volteó un poco su rostro, logrando besar la parte baja al labio inferior del joven. En ese instante, las orbes azules se mostraban compasivas y dulces, similares a las de un cachorro que comprende el dolor ajeno. No solía actuar así, pero Sebastian le agradaba bastante, había conseguido hacer buena conección con él desde el primer instante.

- ¿Aún te duele, verdad?- lo miraba fijamente y hablaba en tono tranquilo y protector- ¿demasiado?

mientras estaba mirando el suelo, aquel beso inocente le pillo por sorpresa, le miro a los ojos y acaricio la mejilla derecha con sutileza para responder al beso con un roce sutil de labios hasta que apoyaba la frente sobre la de axl - no me duele - sonreia de medio labio volviendo al orgullo que le caracterizaba, no le gustaba que sintiesen pena por el o algo parecido, por eso procuraba nunca tener que enseñar su espalda

para que el mayor dejara de hacerle preguntas beso sus labios una vez mas, y empezo a lavarse el cabello con el champu que habia, mojand de nuevo el rostro de axl para quitarle esa mirada de tristeza o de preocupacion del rostro, no le gustaba eso, habia venido quizas para olvidar tambien y ser olvidado, pero no sabia porque se sentia comodo a su lado, aun ni le habia dicho nada de su herida a su amo, y era laprimera persona a la que se lo contaba con sinceridad

a menudo omitia detalles, simplemente encgia los hombros y decia, una herida mas, acaricio las mejillas de axl aun con la seriedad de su rostro, sus cabellos estaban alejados de su rostro y se apegaban a su cuello y a su nuca, sus ojos grises volvian a escaparse para observar el cuerpo del mayor y sus ojos, era algo que le gustaba de axl, sus ojos, sus orejas, su cola, podria decirse que le gustaba todo del mayor - lavare tu espalda - murmuraba malicioso riendose besando los labios de axl mientras le miraba esperando que se voltease, llenando de jabon un guanteque encajaba en su mano, cuando tenia espuma, antes de que se voltease mojó su nariz con el dedo indice, sonriendo

Le gustó escuchar que el dolor del menor había desaparecido, sintiéndose contento por él, sonriendo con un extraño grado de inocencia que Axl no solía tener con desconocidos. Rió al escuchar la forma maliciosa en que el joven decía que lavaría su espalda, pero rió aún más al sentir la espuma en su nariz, haciendo una falsa e infantil mueca de enojo.

- Espero que sólo sea mi espalda lo que vayas a lavar- bromeó, entretenido y con tono sarcástico- porque, de otro modo, no reclames si te hago llorar.

Se volteó para besar los labios que se habían vuelto su vicio, sonriendo al ver el rostro serio y lleno de orgullo del pelinegro, pensando que tales detalles, le añadían una ternura y carsima especial, llamativo. Sus labios se dirigeron al cuello de su acompañante, mordiéndolo con delicadeza y atrevimiento, tal y como lo haría un can refinado.

- Aún sigo pensando que tu sabor es de los mejores que he probado- comentó- me gusta. Me gustas- sonrió.

Este gato me agrada más de lo que debería...

- al oir sus palabras " espero que solo sea la espalda lo que laves " el rostro de sebastian iba a hacer una afirmacion, siendo callado por su slabios le miraba a los ojos, el rostro no parecia de un orgulloso sino de alguien confundido aunque en realidad era un buen actor y sabia que el mayor ya habia visualizado la malicia de sus palabras, volviendo a su rostro serio - como voy a..

- cuando iba a acabar de decir " llorar " el beso en su cuello le obligo a callar, era la primera vez que alguien le hacia callar con tanta sutileza, una suave mordida bstaba para " domar " a sebastian, quien habia recibido palizas y quien se habia opuesto a incluso los mas ricos de zados o que escupia a todo aquello que no fuera de su agrado, aquello le dejo pensativo, mientras cerraba los ojos disfrutando dle toque, del deseo que le producia mientras elevaba el menton del mayor y miraba sus ojos- nunca me vas a ver llorar...y quien sabe si mi venganza de verte gemir mi nombre..

- murmuraba pensativo como si penase en lo que haria, mientras le envolvia entre sus brazos, con delicadeza y sutilidad, masajeando sus hombros con los digitos, rozando con su lengua su oido y sus orejas, como si le divirtiese ese hecho se dedicaba a masajear con los dedos la espalda y sus hombros, enjabonandolos ya que aun tenia la esponja en su mano, mientras, su lengua, su respiracion calentaba su oido con suaves murmullos- me gustas..-murmuraba en su oido mordiendolo con delicadeza mientras volvia a sus labios sin besarlos, como si al respirar el aliento del mayor recuperase sus fuerzas, y volviera a lamer su oido y su cuello, al bajar por su cuello su lengua no lo tocaba, sino mas bien solo besitos, mordidas, caricias rapidas con la nariz como deseando llegar a unas caricias dulces y casi sensuales

Sonrió malicioso al ver que Sebastian había guardado silencio con su mordida, pero sonrió aún más malicioso cuando tuvo su mirada frente a frente, escuchando el extraño desafio con toque amenazante por parte del pelinegro.

- Para eso tendrías que violarme- dijo, con sarcasmo y una calma irritante- dañarme, humillarme- aunque hablaba con sinceridad su voz era suave- y te advierto que no soy del tipo que se deja llevar tan facilmente- sonrió, lleno de ironía y orgullo.

Lo siento... pero hice una promesa que no puedo romper...y que no quiero romper...

Las suaves y dulces caricias del pelinegro lograron un jadeo ansioso por su parte, disfrutando del susurro en su oído, encantado con tales actos. Su cuerpo pedía más de esas tiernas caricias que tanto le gustaban, que de algún modo lo hacían sentir querido, único y especial, aunque no lo fuera a admitir abiertamente.

Aunque sólo sea ficción... me gusta este sentimiento...

- ¿Tienes algún deseo?- preguntó, antes de besarlo en los labios con sutilidad, con aire infantil.

el rostro de sebastian sonreia sabia que no permitiria a nadie que le tocase, no nadie mas que su amo, comprendia el pensamiento de axl, en vedad no sabia como se habia dejado llevar por el, aunque le gustaba el sentimiento, le gustaba que le abrazasen, que le hicieran sentir querido aunque nunca lo dijera pensaba que a veces estaba falto de esos mimos que tanto necesitaba, acariciaba sus mejillas, mirando sus ojos- verte sonreir de verdad..

- podria decirse que ese era su deseo, le miraba a los ojos acariciando su mejilla aunque pareciese a hacer otra cosa por el rostro, su rostro serio, sus ojos inexpresivos, rudos y dulces al mismo tiempo se habia vuelto un vicio el reclamar los labios del mayor, perdio sus manos en algun rincon del cuello del mayor mientras seguia con sus caricias, rozaba con su nariz sus orejas, como haria con cualquier perro, pero con ternura, temiendo que se asustara de su respiracion

parecia irreal el dedicar esos mimos a alguien aunque no lo pareciese sebastian le gustaba recibir y dar mimos pero nunca lo haria, finalmente volvio a encender el grifo alto de la ducha para que ambos fueran bañados, sebastian dejo que las gotas cayeran por su cuerpo, cerrando el gripo para no llenar la bañera de agua, era demasiado pulcro y no deseaba ensuciar nada - cual es tu deseo?

- su voz era suave, no sobrepasaba los dcivelios, casi parecia mas un murmullo entrecortado, la calidez del agua y la frialdad del exterior hacian erizar su piel y se envolvia sorpresivamente entre los brazos del mayor, al tener considerablemente mas masa muscular que sebastian, apretaba su rostro en su pechocomo si fuera en verdad un gato en busca de calor

Sus mejillas se sonrojaron notoriamente al escuchar la respuesta del joven, sonriendo con torpesa, naturalidad e inocencia, por primera vez intentando esquivar la mirada del otro.

- Tonto- dijo con suavidad, no como un insulto- de todas las cosas que podrías haber mencionado tuviste que decir algo como eso.

Lo miró de reojo y sonrió, esperando a que el rubor de sus mejillas desapareciera lo antes posible. Los actos dulces por parte de personas a las que apreciaba solían ponerlo algo sumiso, comportamiento digno de un perro. Por fin recobró su color natural al sentir el agua salir del grifo, aliviándose un poco y volviendo a relajarse, dando un leve suspiro. Abrió un poco sus ojos por la sorpresa de tener al pelinegro en sus brazos, abrazándolo protectoramente, siendo ahora él quien acriciaba al otro, pasando sus manos por los oscuros cabellos, dando leves besos en la cabecita que se apoyaba en su pecho.

- Tengo muchos, pero en este minuto tengo tres- rió levemente- no volver a sonrojarme por hoy, comer algo dulce y...- cortó sus palabras, no estando tan seguro de si debía seguir- supongo que... tenerte para mi- admitió con sinceridad.

Reflexionó sobre lo dicho percatándose de lo extraño que podía sonar, arrepintiéndose un poco de su impulsividad. Sabía que eso era algo casi imposible, pero no podía evitar quererlo, extrañándose ante tal cariño.

Puede que Sebastian termine malinterpretando las cosas... eso estaría mal...

al principio no raccionaba solo cerraba los ojos sorprendiendose al estar entre sus brazos, abria sus ojos aun sin moverse, la calor del cuerpo del mayor le gustaba en verdad, cerraba finalmente los ojos mientras sonreia a sus deseos, besando su torso, mientras escuchaba su corazon y murmuraba-

si extendemos las manos podemos ver desaparecer el firmamento
no sé porque los angeles decidieron jugar al escondite
pero lo unico que sé, es que tu nombre acude como naúfrago
y me llena de tormento..

by me

- sonreia al decir aquellas frases, tenia un libro lleno de poemas, debia de reconocer que le gustaban aquellas cosas clasicas, suaves, como la piel de axl, sus dedos rozaron sus costados cuando respondia al abrazo, subiendo su rostro hacia el, fundiendo por vez primera sus ojos para rozar su nuca con los dedos, besando sus labios, con pequeños roces- sabes que..puedo cumplir tu segundo deseo..pero no se si te gustaran mis metodos

- observo sus ojos besando sus labios para aun no querer separarse de el, apretandole entre sus brazos mordiendose los labios al decirle- pero..solo abrazame un poco mas - callaba escondiendo de nuevo su rostro en su pecho para que no se observase su rubor, solo se sentia su respiracion, lo habia dicho, por fin lo habia dicho, se veia tan inocente en sus brazos...le queria, queria a axl, aunque no pudiera tenerlo, al menos deseaba saborearle asi

- Me gusta tu poema- dijo, sonriendo encantado con tales frases- es tan lindo, tan dulce, tan... romántico- rió ante lo último dicho, pensando que era algo cursi, pero no podía negar que le gustaban ese tipo de cosas.

Después del beso, aquella frase que lo dejó pensativo y curioso, con ganas de descubrir que planeaba esa cabecita malvada.

- Necesito conocerlos para saber si me van a gustar- respondió, seguro de lo que decía.

Las últimas palabras pronunciadas por los labios que se habían vuelto su vicio lograron conmoverlo y hacerlo sonreir con inocencia, abrazando aún más al menor, apegándolo a su cuerpo, queriéndolo como si se conocieran de mucho tiempo, cuidándolo. Axl era una persona frívola con las personas que no le importaban, pero con quienes sentía algún tipo de cariño, era bastante sensible y siempre estaba dispuesto a esas personas. Besó la cabeza del joven.

- Te abrazaré todo lo que quieras, te cuidaré todo lo que necesites- susurró, de forma inconciente, como quien le habla a su pareja- estaré allí, para ti, cuando pienses mi nombre.

" no digas eso..al menos no deseo que no cumplas esta promesa, por eso no quiero que lo digas " esos eran los pensamientos de sebastian cuando sus mejillas estaban levemente mas sonrojadas de lo normal, sus ojos abiertos, enterrado su rostro en su pecho escuchando los latidos inciertos del corazon del mayor, cerrando los ojos subia de nuevo buscando sus labios, acariciaba sus mejillas, buscando sus labios con un toque dulce para separar sus labios de los suyos y volver a recuperar su rostro mirando sus ojos- bien, empezemos, ya me diras si te gustan

- salió de la bañera un poco torpe, no queria irse de los brazos del mayor, del calor de su cuerpo y ahora se encontraba cara a acara con el frio, salia de la bañera y marchaba aun desnudo y mojado hacia la cama, para colocarse los pantalones, olvidandose de la ropa interior, se encargaba de ordenar la ropa que habia en el suelo y encima de la cama tanto de axl como la suya propia, para marcar con el telefono el numero de la recepcion

- si? al habla el señor Isdel, mi compañero el señor Miller ha encargado una habitacion, si, queria hacer parte de una queja sobre la poca higiene de la misma, ya me dirá si es muy probable que cuando hemos tirado la comida que habiamos hecho nos hemos encontrado dos cucarachas, ¿ no me cree ? puede venir si lo desea, esta bien, hm..olvidaré este asunto si usted me proporciona un pedido muy sencillo, hoy es mi cumpleaños. aha, si gracias, me gustaria que trajeran a la habitacion todo tipo de dulces. si, todo tipo de dulces. ve que no es tan dificil? espero que lo traiga en poco tiempo si no desea tener noticias mias pero no tan halagadoras acerca de este hotel. gracias -

colgó el telefono mientras su rostro se relajaba, al llamar habia puesto la voz formal, la que muy pocos podian dudar de su palabra, su rostro, su cuerpo se habia transformado completamente colocó las manos en las rodillas observando al mayor, para levantarse y apoyar su cuerpo en el marco de la puerta, observando su cuerpo, sus labios, sus ojos, le gustaba todo de axl, y asi lo demostraba cuando sonreia y cruzaba sus brazos - no fue tan dificil..

Aún en la tina rió impresionado ante lo que había hecho el menor. Simplemente era un descarado, pero eso le gustaba. Se quedó mirando al joven que se apoyaba en el marco de la puerta, bastante seductor. Sonrió.

Vaya personas con las que me junto... Luego no podré reclamar si llego a ser chantajeado...

- Eres un maldito estafador- lo recriminó, con una falsa mueca de molestia- pero eso también me gusta de ti.

Decidió salir de la tina, sacando el tapón y dejando correr el agua, secándose los pies y poniéndose una toalla a la cintura. Se apartó con la mano los cabellos mojados que le cubrían el rostro, intentándo darles un orden por muy inutil que fuera su intento. Se acercó al menor y lo besó, jugando con la lengua ajena como lo había hecho antes. Lo miró, sonriendo con entusiasmo ante la idea de comer todos los dulces posibles. Aún estaba empapado y las gotas corrían por su cuerpo.

- En verdad eres lo mejor que me ha pasado desde que volví a Zados- confesó, con una sonrisita maliciosa acompañando a se entusiasmo.

pero me convertire en lo peor que te ha pasado si coges un resfriado - la voz se debastian era dulce prodia decirse, cogiendo una toalla que hace poco el tenia en el cabello para besar denuevo sus labios, reclamaba la lengua del mayor acariciando su mejilla mientras secaba sus cabellos cuando se separaba de sus labios, no deseaba mirarle a los ojos porque tendria ganas de tomarle, de abrazarle, de tocarle y no deseaba que pareciese un violador en serie

tampoco quiero que te vean..asi ya sabes - murmuraba mirandole a los ojos mientras se apegaba a su cuerpo con delicadeza y sutilidad, primero un paso y luego otro hasta apegar sus labios junto con los de el, en un sutil roce, serio y sincero, tomando sus mejillas entre sus manos besaban sus labios cuando le tiraba a la cama y lo tapaba con las sabanas en el momento que gateaba colocandose sobre el, no hacia nada mas que observarle, mientras le iba secando tambien con las sabans y besando su boca, se habia vuelto adicto, pero como no volverse al sabor dulce y aun asi amargo que tanto necesitaba en esos momentos

al oir el timbre abrió la puerta transformando su rostro en uno serio, cuando veia unas bandejas con pasteles, chocolatinas, helados, todos los dulces que se podian imaginar, mientras se disculpaban por los daños causados, mientras colocaba la bandeja cerca de axl, sebastian no permitia que entrase ninguno de los encargados del servicio a la habitacion, ya que su rostro serio parecia que estaba enojado y ante todo muy disgustado con las supuestas " cucarachas "- espero que no vea ningun rastro de dulce en la factura o me encargare que buscar las cucarachas y llevarlas ante sanidad. digan eso a su jefe

- cerró la puerta con fuerza, sonriendo por primera vez de forma callada mientras se dirigia a la cocina y sacaba un refresco para caminar entre las tantas bandejas

Se dejó acariciar por él, besar por esos labios y ser tirado a la cama, mirándolo fijamente cuando el otro estaba sobre él, sonriendo con cierta malicia al ver como secaba su cuerpo, deseando volver a poseerlo aunque sonara a locura, mas le encantaba Sebastian, tanto su cuerpo como su actitud y modo de pensar. Se quedó allí, entre las sábanas cuando el pelinegro fue a abrir la puerta, tapándose un poco al sentir algo de frío y mirando como le era traida la bandeja, tapándose la boca para evitar reir al ver el comportamiento que tenía su acompañante frente a los pobres y engañados empleados. Una vez que se fueron, sacó uno de los chocolates de leche que había, fascinado al ver tanto dulce. Una de las pocas cosas que le gustaba de ya no ser deportista era que no importaba cuanta basura comiera. Sonrió con malicia.

- ¿No los dejaste pasar porque las cucarachas eran falsas o porque te da un poco de celos pensar que alguien me puede ver de esta forma?- preguntó, con sarcasmo y falso aire de arrogancia.

Observó el pastel de chocolate. Su favorito. Inmeditamente lo comenzó a comer, con entusiasmo infantil, casi como un niño que juega con el nuevo regalo de navidad.

- Esto está delicioso- exclamó, provocando que sus ojos brillaran- Sebastian, en verdad te quiero demasiado- comentó, sonriendo, para seguir comiendo.

hm? celos? no creo señor miller - encarnaba una ceja no queria ser tan facil de leer y odiaba eso, su rostro seguia inexpresivo mientras solo tomaba una bola de chocolate con los dedos jugaba con ella, la olia cual dulce que hubiera sido visto por primera vez cuando sus ojos se dirigian hacia el mayor en verdad parecian gustarle muchos los dulces a pesar de que sebastian se estaba volviendo adicto mas al propio axl que a los dulces a veces pensaba porque los comia, cuando oia las palabras de axl, dejaba escapar una sonrisa cuando le tiraba una bolita de chocolate a la frente- si claro y al pastel supongo - sonreia de medio labio mientras se acercaba a una de las estanterias, el lujo no era para sebastian pero le gustaba la delicadeza con la que estaba todo

paso los dedos por las figuras que le sonreian y luego cavilaban entre los libros que contemplaba aunque fuera " lujo " los libros eran basura titulos antiguos u libros de auoayuda por lo que deslizo sus nalgas por el mueble en el que estaba para acercar con el pie una bandeja, y colocar un gran pote de helado entre las piernas, para ojear varios libros distraido, mientras tomaba algunas cucharadas del helado, era de chocolate y vainilla, le gustaba la vainilla no era tan dulce, mientras pasaba las paginas de un libro que no tendria mucho que leer, solo se podia ver algunas figuras, o algunas biografias pequeñas por lo que le " interesaba " hasta cuan estupido podia haber publicado en ese libro

cansado de haber balanceado sus piernas, dejaba la derecha flexionarse, mostrando su vientre tras la camisa, mientras pasaba los dedos por su cabello dandole un aspecto rebelde al hacerlo ya que algunos aun estaban mojados, y dejaba la mano en su boca, cojiendo muy de vez en cuando otro poco de helado

Rió ante su respuesta e hizo una mueca de niño enojado cuando la bolita de chocolate cayó en su frente, pero terminó riendo, entretenido como un adulto que vuelve a su infancia. No dijo nada y se limitó a seguir comiendo su pastel. Miró como el menor se llevaba el helado para comerlo mientras revisaba libros, fijándose en lo curiosos que era. Desvió su vista a la ventana, notando que era de noche pero que pronto los primeros rayos de luz saldrían para iluminar un nuevo día. Suspiró, sin querer que todo eso se acabara.

Lo que partió como un día hermoso y se desarrolló como uno nefasto terminó siendo una de las mejores cosas que me ha pasado desde que estoy en Zados... no... desde hace tiempo.

Terminó su pastel, dudando de que cosa comería luego. Optó por nada y salir de la cama, aún desnudo, con su cuerpo seco y sus cabellos mojados. Se colocó tras el pelinegro, cruzando sus brazos por el cuello ajeno, besando el cuello fino que tanto le gustaba. Miró de reojo el libro que sostenía el joven, para seguir besándolo en el cuello repetidas veces, mordisqueándlo y lamiendo tentadoramente.

- ¿Cuél es ese libro?- preguntó, siguiendo con su labor en el cuello ajeno.

te lo dire si dejas de tentarme - murmuraba cerrando los ojos, cuando los abria y se podia ver su cuerpo selajandose en el cuerpo del mayor, posicionando su espalda en su pecho, mientras alzaba el libro un poco - son unas figuras..extrañas no me entretuve ni en mirar el titulo encogio sus hombros acariciando la piel de axl, era suave y tentadora, mientras el besaba su cuello el mordia sus brazos, volteando su rostro al suyo, mientras miraba sus labios y fundia sus ojos grises con los de el, no deseaba sentirse tan bien, al menos no cuando pronto se iria y no deseaba eso, besaba sus labios con lentitud, mordiendo su labio inferior mientras lamia la chuchara del helado y dirigia su mirada hacia lo que quedaba del libro, dejandolo en la estanteria de donde lo habia cogido, para mirar la ventana y murmurar en su oido - ¿ quieres una eterna noche conmigo..?

- cerraba los ojos cuando se separaba de axl un momento sin quererlo pero sentia que unos segundos mas y le rogaria porque le tomase completamente, asi que tiró de las sabanas, su cuerpo parecia un embrujo, aunque solo el brillo de sus ojos se fundian con los suyos, un embrujo, elevaba sus manos por sus cabellos moviendose por primera vez en un baile al son de la musica inexistente, mientras besaba su slabios y mordia el cuello del mayor, acercandole a su cuerpo, mientras abrazaba su cuello, mirando sus ojos - hazme tuyo..denuevo..- susurraba de forma sumisa, aunque con esa rebeldia que siempre estaria con el

Aquella sensual danza y la voz sumisa pero rebelde que le pedía poseerlo enloquecían a Axl, que parecia hipnotizado con aquel gato. Era imposible negarse a sus pedidos, era imposible no querer su cuerpo, no querer su ser. Comenzó a besarlo con pasión, guiándolo hacia la cama para tumbarlo y quedar sobre él, mirándolo fijamente, con cierta ternura y perversión.

- Eres un gato muy malo- dijo, sonriendo de lado, con malicia- me pides cosas, a las que sabes, no me puedo negar.

Su boca su deslizó por el cuello del joven, besándolo, bajando hasta besar su pecho como lo había hecho con anterioridad. Levantó la cabeza para mirarlo y sonreir.

- Supongo que te mereces un castigo- comentó, con total calma- un castigo de los buenos.

Volvió a besar los labios ajenos para bajar, marcando un camino con su lengua, hasta los pezones, mordiéndolos con ciuerta brusquedad dominente, pero sin lastimarlo.

Es una pena que luego de esto debamos seguir nuestros caminos... En verdad me hubiese gustado tener una noche eterna contigo...

se dejaba guiar por el mayor hacia la cama ladeando el rostro aunque de forma imposible sintiendo los besos que acariciaban sus labios, los hilos de saliva, la sumision y la rebeldia que presentaba cuando acercaba su boca a la del mayor, manteniendo su cuerpo en la cama, cerraba sus ojos chupando su labio superior para escuchar sus palabras con una sonrisa sensual

miraba hacia arriba segun como besaba su cuello respondia con su piel erizada, sus manos se colocaban bajo las almohadas y su cuerpo se elevaba por la zona del pecho, cerrando los ojos, moviendo su rostro segun por donde se dirigian sus labios, entreabriendo sus ojos para observarle - un castigo a tus manos..es como ir al cielo con un boleto para el infierno..

su boca era debil cuando besaba sus labios, abriendo su boca segun aquella dominacion que imponia en su cuerpo elevaba su pecho anclando sus nalgas en las sabanas, aun sin abrir sus piernas solo manteniendo sus piernas suavemente separadas para no incomodar al vientre de axl, mientras aprovechaba con sus talones y dirigia caricias a sus piernas, a sus muslos, a los musculos del mayor que le enloquecian

volteaba a verle con el rostro en sus cabellos, aun se veian el sabor y el olor demuchos dulces, era raro que alguien le estuviera causando tal placer incluso solo con la mirada o con aquellas palabras que le hacian voltear su rostro, ocultando sus ojos con los mechones siempre con los labios abiertos, apretando ya la almohada con los dedos

Rió ante tales palabras, continuando con sus mordidas a los pezones, notando que esta vez el menor estaba más sumiso que la primera vez, y eso le encantaba, adoraba ver como los movimientos del cuerpo ajeno eran guidos por los suyos. Sintió las manos del joven en sus muslos, como se quemaban con el sólo tacto de esas manos. Sonrió con cierta malicia misteriosa.

- Entonces te voy a dar tu boleto al cielo- dijo, con aquella calma desesperante.

Comenzó a besar y lamer por debajo del ombligo del pelinegro, mas eso sólo era una distracción; su mano buscaba el cinturón de su pantalón, ese que había quedado en la cama cuando el menor desabrochó sus pantalones. Una vez lo encontró alzó su cuerpo para volver a besar los labios ajenos, jugar con la lengua ajena, disfrutarla hasta quedar sin aire, mientras, con un rápido movimiento, ataba una de las manos de Sebastian a un barrote de la cama, lo suficientemente firme como para que no se safara y no le doliera. Esta vez lo miró con auténtica malicia.

- ¡Ups! Te distrajiste- comentó, con su característica sonrisita pícara, antes de volver a besarlo.

a vece la simple calma del mayor de desesperaba pero no podia hacer mas que mirarle mordiendo sus labios, nunca gemiria como le habia mostrado a al menos si queria oir sus gemidos tenia que trabajarlo un poco, cerro los ojos cuando beaba su ombligo suspirando, mientras le iba quitando el cinturon de u pantalon sintiendo mas floja la tela que acariciaba su cintura

abrio su boca hacia la de el, besandola, rozando su lengua jugando con la mima mientra miraba como le ataba, sonreia con la mano libre apretando la nuca de axl para apegarle a su boca, moviendo su lengua en su interior para rozar su boca en su cuello apretandole con la piernas, con los pies ejercia una fuerza que apegaba el cuerpo del mayor al suyo por unos momentos, tocando sus cabellos mientras rozaba su cola con lo dedos del pie- quien distrajo a quien..¿

murmuraba respondiendo a su beso, ladeando el rostro para saciarse de aquellos labios que le habian enloquecido, mordia su menton, y volvia a rebuscar en u labios el sabor de su saliva jadeando al sentir que u respiracion casi no salia, mientras aprovechab para respirar movia su mano, la que tenia atada, jadeando a ese sentimiento, mostrando en su ojos mas rebelde que nunca ese entimiento, rozando con la lengua sus propios labios, manteniendoe fijo a su acciones

Sebastian era de los seres más astutos que había conocido, pero eso no lo desconcertaba, simplemente hacía que el menor le gustara más, que lo deseara todavia más. Lo continuó besando, apegado a esos labios de los que parecía no poder safarse. Le gustaba tanto ese sabor amargo, esa mezcla de cigarro con dulce. Tras un gran esfuerzo paró de besarlo, notando su respiración más agitada de lo normal, luchando para estabilizarla.

Tranquilo, tranquilo... que no vea tus ganas desesperadas de poseerlo... intenta demostrar lo mínimo...

Finalmente parecía haber vuelto a su normalidad. Posó la palma de su mano sobre la palma de la mano ajena, mientras su rostro se acercaba al cuello del menor, besándolo y lamiendo luego el lóbulo de su oido.

- Me gustas- susurró, de forma sensual y bastante romántica, mientras presionaba su mano- en verdad me gustas- repitió, para luego alzar la cabeza y mirarlo, depositando un suave beso en sus labios- haré que te sientas como una princesa- bromeó, con sarcasmo.

Su mano desocupada se deslizó por debajo del pantalón del pelinegro, acariciando directamente el miembro por la falta de ropa interior, con suavidad pero con tacto dominante, como dando a entender quien tenía el control y, ese sentimiento se amplificaba al percatarse de que los ojos azules seguien fundidos en los grises, intimidante.

respondia a sus besos con una especie de rebeldia y a la vez de sumision cerraba los ojos y ladeaba el rostro mostrando aquel dominio aunque abria su boca y a veces mordia sus labios como el orgullo que le dominaba, jadeaba de forma sonora cuando se alejaba de sus labios, su respiracion, su pecho subia y bajaba, sus ojos estaban fijos en los del mayor, sus uñas acariciaban sin apretarse en la nuca de axl, aun apegandose a la nuca, jadeando

- me gustas tambien..en algo tenemos algo en comun - murmuraba con torpeza apretando sus manos en el momento que se acercaba a su oido, mostrando por primera vez donde era su debilidad- n-no..ahi no el oido no..-abria sus labios alejando su rostro de sus labios mientras parecia no querer moverse, apretando sus dedos en la palma de axl mientras movia la que tenia atada observando sus ojos, volviendoa abrir sus ojos respondiendo a su beso con una dulzura y sutilidad poco propias de el, mirandol a los ojos

tal vez debia de sentirse dominado, intimidado, rogando por que siguiera, fundia sus ojos grises con los azules su pecho se arqueaba hacia adelante bajando su pecho segun su respiracion, para observarle de forma rebelde, sus ojos se entrecerraban por aquellos toques, movia su pulgar en la muñeca de axl, dandole a entender que era suyo, mientras su cuerpo temblaba segun sus roces, abriendo su boca dejando un leve vaho cruzar su aliento, sin dejar el contacto visual, hasta ahora, que cerraba los ojos para dejar que las plantas del pie de sebastian apretasen los muslos de axl, dificultandole la tarea de acariciarse, aunque a su vez dejando mas expuesto su miembro

Parecía haber encontrado uno de los puntos más débiles de su gato, cosa que lo alegró bastante, entusiasmándolo. Sin soltar su mano, con la otra, terminó por quitar el pantalón del joven para poder masajear con más detalle el miembro del pelinegro, centrándose en la punta, mientras su lengua se divertía lamiendo el lóbulo del oido ajeno.

- Creo que ya encontré tu punto más debil- susurró, con ironia- tal vez merezca un crédito por eso- dijo, con sarcasmo burlón.

Su lengua continuó lamiendo el lóbulo, mientras su mano, ahora se dezlizaba por los testículos ajenos, acariciándolos con cuidado. Le encantaba saber que era capaz de dominar a una "fiera", como si tratara de un reto personal, pero también sabia, que si bien nadie lo podría domar en el sentido sexual, corría el riesgo de que sus sentimientos fueran conquistados. Esto pasó por su cabeza al pensar en quie, Sebastian, estaba resultando ser mucho más quer uno de sus simples "juguetitos" con los que había tenido aventuras.

Eso es mucho peor... mucho más duro que ser dominado a través del sexo...

Mientras lamía el oido del joven, no dejaba de susurrar frases un tanto pervertidas que sólo lograban hacer más atrayente el juego.