Olvidando [Sebastian - lemon]

a pesar de que era uno de los puntos mas debiles del pelinegro, no gemia, solo mantenia un continuo vaiven en su cuerpo de forma exitante, una onda entre su pecho, su vientre y sus caderas, le observaba a los ojos cuando le decia aquellas frases, podian parecer pervertidas, sonrio mientras entre dientes, cuando susu rodillas se juntaban, obligando a axl a bajar la mano un poco mas dificultosamente, a lo que le respondia con una sonrisa inocente ladeando el rostro, impidiendo que mordiera y lamiera su cuello

su rostro podia sentirse el color carmin claro de los primeros sonrojos, dejaba su mano libre en los cabellos de axl, finalmente escapando de sus indices, mientras rastreaba con el dedo los contornos de su rostro, podria ser un momento de romanticismo que no sabia ni de donde habia salido, solo queria hacerlo, besaba su boca en una mordida apasionada, mientras con la mano que rastreaba su rostro bajaba por su espalda, exitando los sentidos cuando bajaba por la sinuosa espalda del mayor, apretandolo conlas uñas, escabullendose y volviendo a su boca y a sus manos, todo parecia una danza, una exitante danza y un baile gatuno solo dedicado a satisfacer los deseos del mayor

sus caderas respondian con los mismos movimientos que la mano de axl, un suave jadeo salia de su boca para cerrar los ojos apartando el cinturon ajeno en un movimiento rapido, para observarle mientras le iba acariciando con el mismo cuero del cinturon - I got you..under my skin - murmuraba en su oido mientras su cuerpo realizaba una sinuosa onda de placer, su pecho subia y su mano subia al igual por la espalda de axl, arañando sus hombros cuando al fin volvia a acomodarse en las sabanas y alzar sus caderas, con su ereccion golpeando entre sus pantalones y los toques del mayor - es una pena..que no tenga dinero para reembolsos - murmuraba mientras se fundia con aquellos ojos azules

Toda esa danza contínua, ese vaiven del cuerpo ajeno, las uñas del pelinegro enterradas en su espalda y sus hombros, le encantaba cada una de esas sensuales sensaciones, la exitación y el placer que se sentían eran, definitivamente, de los mejores. Rió ante tales frases, entretenido por la astucia de las mismas. Comenzó a depositar leves besos en el pecho del menor, con la intención de ir bajando por su cuerpo gradualmente. Cuando llegó a su pantalón, preocuró deshacerse de el con los dientes, recordando que el joven no llevaba ropa interior, por lo que su sexo quedó libre en un instante, logrando ver la erección ajena, esta vez tocando aquel miembro con total libertad, centrándose en la punta, bajando a los testículos y volviendo a subir. Sin dejar de masajear, sus labios depositaron leves besos en los del otro, para luego volver a lamer su oido, pensando en que sería agradable para el menbor sentir las caricias en su lóbulo y su miembro a la vez.

- Estaría fascinado de volver a repetir esta experiencia contigo- susurró, sin dejar de lamer el lóbulo- la repetiría una y otra vez, te haría mio una y otra vez, te desearía siempre...

¿Qué estoy diciendo? Él ya tiene un amo... él no puede ser mio... él nunca será mio. Tendré que dejar de fantasear y comenzar a ser realista...

Los talones de Sebastian en su espalda se sentían pesados, entendiendo que el joven aún se hacia de rogar. Rió para si ante tal rebeldía. También rió al darse cuenta de que el otro no deseaba demostrar su exitación y los deseos por sus caricias, que lo besaba casi con indiferencia. Pensó que, tal vez, debería utilizar otra estrategia con el menor, ya que hasta ahora, simplemente se había mostrado más dominante que el otro a través de la la fuerza.

Seguramente debo buscar otra forma para demostrar mi dominio...

Apartó las piernas del pelinegro de su espalda, ahora tomándolas con ambas manos y separándolas, sin delicadeza, para poder bajar su cabeza hacia el miembro erecto de Sebastian, lamiendolo sólo una vez, con cuidado. Su elección había sido mezclar la fuerza y la desesperación; entre más lento y calmado acturara más pediría el otro. Su lengua se situó en los testículos, lamiéndolos y dándoles leves mordidas.

Sebastian ya está bastante exitado... llegado a este punto lo único que debe querer es que todo termine pronto... pero no le daré en el gusto.

- Tu sabor es de los mejores que he probado- su calma al hablar era casi insultante- realmente me gusta este juego... es exitante y de cierto modo divertido.

Dame lo que quiero y te daré lo que quieres...

" serás..."

eran sus pensamientos cuando su piel estaba siendo erizada, no solo por la exitación que estaba sintiendo sino por su negativa a ofrecerle sus gemidos, su sumisión, sus manos apretaban asi la madera de la cama arqueando su cuerpo como una curva constante apoyandose en sus hombros, sabía lo que planeaba, estaba siendo dificil, deseaba tanto rogarle, gemirle, empezar a decir las palabras por las que se moría por decir eran ni nada mas ni nada menos

" no sigas..mas..hazmelo sentir ah por favor "

lo unico que salia por su boca era- hm..me lo tomaré como un piropo

- sonreía malicioso, su miembro erecto, su cuerpo erizado junto con los cosquilleos que estaba sintiendo, sus pezones respondian y la lengua del mayor le enloquecia, ante todo aquellos hilos de saliva que caian por su miembro, miraba sus ojos con estos entrelazados, sus mejillas enrojecian delicadamente- sabias que tu lengua es lo mejor que he sentido?

- se mordia los labios cuando iba moviendo sus manos sobre los barrotes, no pidia evitar reflejar aquella sumision, como si aun fuera el unico que bailaba para satisfacer los deseos de axl, sus caderas se elevaban al igual que su pelvis tan solo unos cetimetros al sentir su lengua, por fin dejaba un jadeo escapar de sus labios junto con un gemido- malo..

- su primer gemido le obligaba a abrir sus labios y a cerrarlos, recuperando la tension de sus rodillas, ya abiertas de forma completa, apoyando sus piernas en las sabanas, humedeciendo sus muslos suspiraba cerrando los ojos, no le iba a rogar, asi le tocara ir al baño o mostrar una ereccion demasiado vergonzosa

Aunque el otro se negaba, aquel primer gemido era demasiado delator. Axl sintió que estaba consiguiendo lo que deseaba, pero no se dejaría llevar, no le daría en el gusto a su gato. Lo alzó un poco, pero se limitó a continuar lamiendo con lentitud el sexo ajeno, mientras palpaba las nalgas del pelinegro, pero sin dar señales de nada. Cada vez que sus dedos se aproximaban a la cabida del menor se alejaban, principalmente porque deseaba crear aquella sensación desesperante en su acompañante.

- No soy malo- sonrió infantilmente- simplemente creo que el fin justifica los medios.

Las muecas en su rostro advertían que deseaba continuar jugando aunque fuera a la fuerza. Sus dedos, finalmente, se entrometieron en la entrada del joven, con cierta fuerza, moviéndolos en el interior mientras que su lengua aún lamia el miembro ajeno, percatándose de lo mucho que había aumentado la erección del pelinegro, riendo para sus adentros con el detalle. Ya le habían entrado ganas de penetrar el cuerpo del menor, la danza de ese cuerpo lo incitava, pero aguantaría, aguantaría hasta que el otro le diera alguna señal más de sumisión. Por un instante pensó que estaba siendo demasiado exigente, pero se arrepintió.

Quiero que este gato se muestre sumiso... quiero ser su amo aunque sea una vez... aunque sea exigente y egoísta...

-se mordia los labios en el mismo momento que separaba sus piernas lo necesario para que mostraba una leve sumision a pesar de su estomago encogido, su pecho subiendo y bajando segun su respiracion y su cuerpo tenso al observar a axl, las miradas, los roces, obligaban que su cuerpo se tensara y a su vez que su vello se erizase aunque de forma aún no tan visible como aquella curva incitadora de sus caderas

cuando su entrada y su miembro estaban siendo invadidos ambos por el mayor le obligaban a apretar la madera de la cama, sabia lo que deseaba ya que habia previsto que aquel gemido obligado seria del " agrado " del mayor comprendiendo que deseara la sumisión por parte de sebastian quien se mostraba salvaje

" axl..ah..que haces no ahi no hmg¡ " su cuerpo comenzaba a temblar cuando su pelvis se movia por delante de sus dedos como si buscase esquivarlos debido a la sensibilidad que ya gobernaba cada zona de su cuerpo, con un ligero vaho en sus labios abria su boca, dejando por primera vez que sus labios hablasen, aunque lo hicieran de forma obligada- Axl..ah que haces no..ahi no..hmg

- parecia otra persona, con sus rodillas intentando unirse, sus cabellos salvajes se agolpaban en su rostro y a su vez en sus ojos mostrando en sus mejillas el ligero tono carmin, para apretar las manos no ya en la madera sino buscando zafarse del cinturon aunque sabia que aquello mostraba el poder que ejercia en el, el mayor, se quitaba finalmente el agarre de su mano para mirarle con un pequeño hilo de saliva recorrer su menton, ocultandolo con los dedos cuando miraba hacia el techo y observaba como su vista se nublaba tal vez por como entrecerraba los ojos mostrando en muchas ocasiones la curba de la seduccion y otras su cuerpo completamente sumiso ante el

La negación del pelinegro lo divirtió más de lo que pensó. Notó que el otro se había safado de la atadura, pero no le importó y, por el contrario, sonrió aún más divertido con la situación. Le gustaba la seducción y sumisión en los ojos grises, le parecía una exelente muestra, aunque Axl no podía evitar pensar que si esa mirada se la dedicaba a otro se sentiría extrañamente celosos. Lo miró con malicia y sacó los dedos del interior del joven. Besó sus labios.

- Quiero hacer esto de otra forma- comentó, en un tono imprevisible.

Con un movimiento rápido volteó el cuerpo del menor, quedando ahora sobre su espalda, cubriéndo al joven completamente con su cuerpo. Se estiró un poco para abrir el cajón del velador y sacar otro condón. No deseaba tener hijos de los que luego no querría hacerse responsable. Una vez que se lo puso, introdujo su sexo en el interior de Sebastian, con algo más de violencia que la vez anterior, penetrando de una sola vez. Una de sus manos se colocó sobre la mano ajena, cubriéndola y entrecruzando los dedos, presionándola. Se acercó al oido ajeno para lamerlo.

- ¿Te gusta de esta forma?- preguntó en un malicioso susurro- personalmente me gusta bastante. Es más simple introducirme en tu interior de esta manera... puedo sentirte mucho mejor...

cerraba los ojos cuando sentia su mirada, parecia avergonzarse de tenerle sobre el, de mostrarse quizás tan sumiso, pero sentia que habia cambiado algo de el, como si aquel hombre le hiciera sonreir y sentir placer, ya que a simple vista se podia observar como su cuerpo reaccionaba dejandose llevar besaba los labios del mayor, antes de alejarse de su boca, ya que era como un nectar que le enviciaba a cada beso, mordia su labio inferior observando sus ojos, cuando se volteaba, no sabia porque se sentia extrañamente protegido, el frio no entraba en su cuerpo solo podia aferrarse a las sabanas aun asi mostrando la tension de su cuerpo, sus hombros se intentaban unir mostrando una sutil curva casi femenina en el mismo, sus cabellos se volteaban junto con el ocultando la mayor parte de su rostro

se sentia en verdad protegido y dominado por el cuerpo del mayor, que le superaba en altura y a su vez en corpulencia, daba un suave sonido, parecido al de un sonido ahogado cuando le podia sentir en su interior, aunque ironicamente se negaba a gemir ahora, solo levantaba el rostro a la humedad de la lengua ajena para colocar su mejilla crca del hombro mirandose su respiracion, parecia su rostro una replica entre el dolor y el placer, apretandole en su interior, apretando las sabanas delineando unos movimientos que intentaban hacer enloquecer a axl, cuando entraba de forma violenta y rapida a su vez apegaba su frente en uno de los barrotes cuando luego rozaba sus labios contra la madera de los mismos, apretando las sabanas- n-no..

- cerraba finalmente sus ojos dejando que sus dedos apretasen los del mayor, deslizando los pulgares en su muñeca cuando volvia a abrirlos para observar sus ojos abriendo sus labios, segun su cuerpo se arqueaba y se entregaba al mayor

Entre más negara el menor más le gustaba la idea de continuar, en especial cuando sentía la sumisión por parte ajena. Comenzó a mover su cuerpo, a formar una danza mientras entraba y salía del joven. Podía sentir como el otro aún precionaba, aún mantenía su orgullo, aquel que a Axl tanto le gustaba pero que lucharía por deshacer en ese instante. Sus labios continuaban pegados al oído ajeno y la sonrisa de su rostro no tenía intenciones de desaparecer.

- Me gustas, me encantas, te deseo, te deseo más de lo que crees- sususrraba sensualmente en su oído- te haré mio, dejaré grabada mi imagen en tu mente...

Su mano que aún permanacia suelta se acercó a los pezones del otro, acariciándolos, pellizcándolos. Deseaba no ser olvidado por Sebastian, quería grabar su nombre en su memoria, no ser un cualquiera para esa persona. Sus movimientos se volvieron más bruscos, aumentando cada vez más y con mayor presición, pero sin dejar de ser placenteros.

- Cuando te sientas solo me recordarás y verás que estoy contigo. Deseo tener ese efecto sobre ti- sus susurros se volvían aún más seductores en la medida en que comenzaba a jadear.

-No será al reves tambien..ah..que me vas a recordar y a desear..que..te voy a obligar a viciarte a mi cuerpo..como tu me vicias con el tuyo hmg -

sus gemidos ahora formaban parte de aquella danza, las palabras que pronunciaban le obligaban a mover su cuerpo, alejandolo ligeramente de la sabana para que acariciase sus pezones aunque jadeaba moviendo sus piernas y sus rodillas segun las sabanas, para sujetar una mano de axl metiendola en la boca, lamia y chupaba el dedo del mayor, le hacia sentir su sumision cuando movia su cuerpo y su pecho segun le iba penetrando, antes de que se diera cuenta alzaba y bajaba sus caderas con la misma curva, su piel se erizaba de nuevo apretando las sabanas cuando jadeaba, por primera vez dejandose llevar, mostrando su sumision

ocultaba su boca entre sus brazos, mostrando sus ojos cerrados- q-que ah¡¡ - abria su boca para gemir de forma un poco sonora en conjunto cuando se movia de aquella forma brusca, parecia que le iba romper el interior, sentia que or mucho que apretase su interior el mayor se hacia paso con facilidad y sobre todo de forma placentera, debia incluso de alzar las caderas por su ereccion y como su liquido preseminal iba mojando de nuevo las sabanas, alzaba las caderas finalmente en la postura de un gato, colocando las manos en los barrotes se iba irguiendo, colocandose a dos patas [ sujetandose en las rodillas ] para aun apegarle a su cuerpo, mirandole a los ojos, con las mejillas carmin, mientras se podia sentir como su vientre se encogia en cada penetracion, manteniendo esa posicion para que se apegase mas a su cuerpo, jadeando- si..ah¡ mas hmg ya..ah¡ - jadeaba dejandose llevar como nunca se le habia visto aumentando su seduccion y salvajismo apretando los barrotes- sigue hmg¡ - jadeaba intentando seducirle mas con sus pequeños gemidos

Escucharlo gemir, verlo afirmado a los barrotes eran cosas que enloquecían al peliazul, haciendo que deseara darle más placer, hacerlo más suyo que nunca. Tal sumisión mostrada combinada con aquella encantadora sensualidad le encantaban.

- Puede que tengas razón- susurró, al oído ajeno, entre jadeos- si sigues de esta forma me viciaré contigo y te buscaré para repetir la experiencia.

Escuchar cuando le pedía más lo incentivaba, volviendo sus embestidas aún más salvajes, dejando salir su lado animal y seductor, que se divertía haciendo aquello. Su mano, ahora se posó en el sexo del joven, masajeándolo y llanándose del líquido que emanaba. Sus movimientos iban en aumento, como si quisiera romper a Sebastian, sacarle tan dulces y sensuales gemidos, hacerlo sentir vivo. Después de unos instantes, la mano que se ubicaba en el sexo ajeno, ahora se ubicaba en la boca del menor, haciéndolo probar de su propia sustancia, en un acto de dominación. Axl se inclinó un poco más hacia adelanta, para así, con su lengua, lamer el lóbulo del joven.

- Di que eres mio- ordenó, en susurro seductor- quiero escucharte decir que, en este instante, eres mio.

El juego lo estaba llevando al límite, pretendiendo obtener cada vez más, deseando estar con el hombre al que se había encontrado en una mala tarde de museo. Lo queria, lo queria para él.

"que ah..te siento tan profundo.." aquellos eran sus pensamientos cuando abria sus ojos por completo, ahora solo aferraba una mano a aquellos barrotes, mientras la otra apretaba los cabellos del mayor sintiendo sus embestidas, no parecia querer alejar aquella sensacion de el, el cuerpo del menor, cerrar los ojos y notar como iba penetrando su interior completamente, le habia avergonzado antes mostrarse de esa forma, pero ahora parecia que no podia evitarlo, estaba llegando al limite de la forma mas placentera, apretaba las muñecas de axl cuandole sentia en su miembro ya mas que sensible, y dejaba caer un pequeño hilo de saliva por su menton que caia en forma de gota por su cuello, lamia sus dedos, os chupaba y succionaba su propia saliva, jadeando cuando apegaba su cuerpo al suyo, mirandole a los ojos buscando enviciarle mas con aquellos pequeños gemidos que se hacian levemente mas y mas profundos- hmgah

- oia sus palabras, podria haber gritado en aquel momento pero sentia que su voz no salia, ya que la brusquedad, el casi sentir el roce de ambos testiculos y como su semen estaba empezando a jugarle una mala pasada al estar cayendo en forma de pequeñas gotas al no querer expulsarlo aun, le apretaba en su interior con fuerza, cuando le miraba con los ojos entrecerrados, sus cabellos ocultando su rostro parcialmente para abrir sus labios dificultosamente- s-soy tuyo a-axl hm s-soy t hgmah¡ tuyo¡ - jadeaba colocando la frente en los barrotes jadeando, con varios vahos que inundaba su aliento, mirandole a los ojos cuando estaba en una postura flexible, jadeando cuando cerraba los ojos de nuevo apretandolos cuando apretaba su cuerpo contra el de axl aferrando las manos de axl sobre su cuerpo, como si buscara que le abrazase, jadeando por el calor tanto corporal como intimo- gah¡

Podía notar como el menor estaba llegando a su límite. Cuando escuchó las palabras de que era suyo se alegró, sintiendose en parte victorioso, al igual que cuando lamió sus dedos, acto de total sumisión. También, al instante en que pedia ser abrazado, cumpliendo el deso ajeno, rodeándolo con sus brazos. Aquel joven le encantaba. Continuó embistiendo, con fuerza, hasta el minuto en que llegó a su orgasmo, saliendo del interior del pelinegro, quedando frente a él, jadeando con fuerza, sin poder controlar su respiración. Lo miró, con cariño y sonrió.

- Eso ha... ha estado bien- comentó, una vez que parecía más tranquilo.

Se sentía relajado pero su cuerpo parecía pesar a causa del cansancio. Se paró de la cama en dirección al baño, para botar el segundo condón usado y así volver junto al pelinegro, recostándose a su lado, besándolo y mirándolo con ternura. Pasó su mano por los cabellos ajenos.

- Esta vez si gemiste- bromeó- aunque eso terminó por hechizarme. Eres un gato malo.

Cerró sus ojos unos instantes, simplemente para descansar, como reflexionando todo lo que había ocurrido en esa noche.

Es una pena que pronto se vaya a acabar...

suorgasmo salió igualmente aunque el lo detuvo con las manos, jadeando mientras se sentia libre entre sus brazo, no podia decirle " abrazame, se siente tan bien " por lo que solo le apretaba contra s cuerpo para sentir sus abrazos, suspiraba cuando se alejaba de su interior para mostrar sus mejillas acaloradas, el vaho de sus labios extinguiendose

pero aun asi saliendo, limpiaba su miembro con un papel que habia al lado y que habia usado antes, jadeando mientras se tumbaba en la cama, veia como el mayor volvia a su lado, respondia a su beso mientras ahora parecia en toda regla un gato sumiso, sus manos a cada lado de su cabeza, sus ojos entrecerrados y su scabellos ocultando sus ojos

parcialmente, sus labios estaba abiertos finalmente habiendo controlado su respiracion, apreto las manos conforme le miraba cuando abria los ojos y salia sin querer una voz fina y delicada - no soy malo, soy solamento yo - dejaba un poco sus mejillas hinchadas en un acto infantil, dandose cuenta y volviendo a la seriedad, para observar el techo sin cerrar los ojos, parecia extraño que una noche con alguien que habia conocido en el museo fuera tan..apasionada,

sabia que pronto se iba a acabar, que ese recuerdo no acabaria aún pero, necesitaria sentirse libre en alguna que otra vez, mantuvo su rostro inexpresivo en unos momentos observando hacia la puerta, y el reloj, parecian ambos burlarse de el, su cuerpo parecia debil, pero no iba a decir a nadie " creo que no puedo moverme " aquello solo hacia salir una risa involuntaria de su boca- jm..ja ja ja ja ja ja - no podia evitar reirse, se habia desahogado, sentia dolor, pero

tambien algo de placer, sentia alegria, sentia muchas cosas que no podia pensar ni describir con palabras ni con pensamientos absurdos, por lo que solo tapó su boca, riendose y secandose las lagrimas que la risa ocasionaba en sus ojos- ja ja ja ja

Aquella mueca infantil le sacó una sonrisa, mas, al escuchar como el otro reía por quién sabe qué cosa, comenzó a reír, contagiado con la risa ajena. Escuchar reír al pelinegro de esa manera lo alegraba, sin haber pensando, cuando lo conoció, que tal criatura podía siquiera reír de esa forma. Cuando por fin logró estabilizarse, se sentó en la cama, mirando al joven mientras sacaba trozos de chocolate de la bandeja con dulces.

- He tenido sexo con no se cuántas personas, siempre intentado buscar libertad en el acto, pero esta es la primera vez que lo consigo- comentó, cerrando sus ojos levemente mientras saboreaba el chocolate- eres mucho mejor de lo que imaginé cuándo te conocí en el museo. Debo confesar que tu silencio me llamó la atención, pero ahora, me gustas- lo volvió a mirar- extrañamente, me gustas.

Pasó una mano por los cabellos del joven, con cariño y suavidad, como si se tratara de un niño pequeño. Observó el reloj. La idea de tener que irse pronto no le gustaba para nada, pero eran inevitables, además, estaba seguro de que Sebastian también tenía sus responsabilidades como esclavo. Por un instante se preguntó si retarían al pelinegro por llegar a esas horas, pero prefirió alejar la duda de su cabeza.

- Si algún día te da por escribir algo, puedes contar conmigo. Me encargaré de que alguna editorial tome tu libro, para que así, las personas se den cuenta, de que ser esclavo no significa estar apresado del todo- soltó, con calma.

le miraba a los ojos en verdad no pensaba que podria sentir algo o que su corazon rechinase como si cada vez que le hablaba, que le dirigia la palabra le hacia perderse en sus ojos, era raro que no le importase con cuantos se hubiera a costado, o lo que estaba diciendo, sus ojos observaban los azules del mayor y se apoyaba en la almohada, saliendo de su ensueño, para colocarse rapidamente sus pantalones sonriendo volviendo a la realidad, le dolia era verdad, no encontrarse de nuevo quizás con el y que amase tanto a alguien, pero no le podia decir nada, quizás el unico pensamiento de sebastian era que si al menos podia verle de nuevo no importase si estuviera con alguien mas, ni acostandose con otros, ni tratandole mal cuando salieran por su reputacion, se acomodaba la camisa, ayudandose del reflejo de las ventanas, peinandose sus cabellos cuando observaba al mayor - no deseo que publiques mi libro, no soportaria verlo quemado por esos extremistas de esclavos ni mucho menos que te metas en problemas, ya vere algun modo de que los esclavos no tengan tantos limites, te lo puedo jurar

- volteaba cuando metia en su boca una bola de chocolate que se deshacia en su boca, vestia como habia salido del museo, mientras se apoyaba al lado del mayor, rozando su nuca con los dedos, mientras no le miraba y solo acariciaba su cabello- la libertad es el bien mas preciado de cualquiera pero es el mismo impulso que nos hace hacer los peores crimenes por conseguirla y por mucho que huyamos, siempre la tenemos en los labios como si se vanagloriase de su poder..- suspiraba volviendo a levantarse cogiendo otro trozo de chocolate y metiendolo en su boca, no tenia ganas de tabaco, no por ahora esa noche

Se limitó a mirarlo y a ser acariciado por él, escuchando todo lo que salía de tan seductores labios. No pensaba rendirse tan facilmente con la idea del libro, deseaba ver plasmadas en el papel las bellas frases de Sebastian.

- Gracias a mi aspecto tuve un montón de problemas para ser tenista. Algunos incluso lloraron cuando subí al primer lugar del mundo. No podían creer que un "esclavo" estuviera en la cima- rió levemente al recordar a los extremistas que intentaron mil artimañas para sacarlo del trono- pero, cuando avisé mi retiro, esas mismas personas también lloraron, y no de felicidad. Concideraban que estaba desperdiciando mi talento- sonrió de medio lado- si soy yo quien te ayuda tendrás muchas más posibilidades, aunque claro, en un comienzo será complicado, pero después, todo dará frutos. Por ello, si quieres sacar un libro, dímelo.

Se paró de la cama, después de haber depositado un dulce beso en los labios del pelinegro. Comenzó a vestirse y, de entre sus ropas, tomó una collar con un pendiente de cruz; su objeto más preciado, ese que sólo se quitaba para tener sexo. Lo volvió a colocar en su cuello y fue en dirección al baño para mojar su rostro. Cuando volvió junto al menor, se sentó a su lado, comenzando a sacar trozos de chocolate, en silencio. Tomó la mano del joven, sin decir nada. Por algún motivo, no deseaba separarse de él, quería seguir a su lado.

Le encantaba apoyarse en el pecho del menor y sentir como el otro le acariciaba los cabellos, le daban una sensación de mimado. Escuchó atento las palabras del joven, riendo levemente, para después mirarlo de frente, fascinado con la sonrisa y el tono carmín en las mejillas del pelinegro. Pensó que era de las expresiones más dulces que había visto. Después, su mejilla junto a la otra, acto que extrañamente lo tranquilizaba, lo hacía sentir aliviado casi sin motivo. Finalmente, cuando se separarón, pareció estar vacio, interiormente deseando que Sebastian se acercará a él nuevamente.

- Ya, ya, quédate con ese- dijo, riendo aún más- y no te preocupes, puedo cargar los dulces. Por cierto, deberías llevarte más dulces.

Comenzó a meter dulces en bolsas, feliz de tener tanto caramelo en sus manos. Miró al menor y sonrió, acercándose a él para besarlo y, como si se tratara de un juego, hacer una leve reverencia, estirando una mano.

- Permítame llavarlo a casa o a donde desee ir- su tono era divertido y juguetón- sería una descortesía de mi parte dejarlo solo a estas horas. A menos de que ya tenga otro transporte en el cual irse seguro.

No pensaba dejar que Sebastian caminara solo a esas horas, subiendose a un peligroso y espantoso bus (de los que Axl odia). Por último, estaba dispuesto a pagarle un taxi o lo que fuera.

En el instante en que sintió el abrazo y las caricias en su cola supo que no deseaba dejar aún a Sebastian, que deseaba estar un poco más con él, aunque tuviera que inventar espacio en su agenda. Enseguida, cuando el joven se separó de él, tomó su teléfono celular, sin decir nada al pelinegro.

- Lamento llamar a estas horas, pero creo que no podré asistir a la reunión de hoy, al menos no a la hora correspondiente- tuvo que alejar el celular de su oído a causa de los gritos que se escuchaban del otro lado- ya dije que lo sien...- no alcanzó a terminar la frase, ya que la persona del otro lado estaba histérica- dos horas, sólo pido dos horas- su tono parecía el de un ruego. El hombre continuó gritando y esto comenzó a acabar con la paciencia de Axl- si no se retrasa dos horas no me espere porque no llegaré. A finales, usted pierde mucho más que yo- una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro del can cuando el hombre pareció preocupado- asi me gusta. Un placer hacer tratos con usted. Que disfrute su noche- colgó y miró al pelinegro con una malvada sonrisa triunfal- creo que tendrás que soportar que vaya a la playa contigo. Claro, no tengo demasiado tiempo, pero no me haría nada mal caminar por la costa.

Seguramente, luego de lo que había hecho, tendría alguno que otro problema en sus futuros negocios, pero no le importaba, para Axl, el cariño y el amor siempre habían sido sus principios, lo demás podía esperar, por otra parte, adoraba caminar por la playa y hace bastante que no lo hacia.

- Lo mejor será que nos vayamos de aqui para aprovechar el tiempo que tenemos al máximo- tomó la mano del menor, dispuesto a salir de la habitación.


[Cierra el tema y abre el de la playa, por favor!]