Adiestrando al cachorrito -Priv con Zack-

Lo llevaba arrastrado con su cadena hasta ue llegaron a su habitacion.
Nada mas entrar se podia ver una guitarra negra junto a un amplicador, un ordenador portatil...en definitiva un pequeño estudio.

A mano dereche estaba la cama, la enorme cama, cubierta con sabanas de raso negro, junto a ella un gran armario en donde guardaba mi ropa y demas utiles.
Amarre la cadena a uno de los barrotes de la cama y me fui directamente hacia la mesilla en donde guardaba el tabaco.

-Bien bien veamos....Zack...- me gire con el cigarro prendido en los labios -cual seria la mejor manera de comenzar tu entrenamiento...doblegar tu rebeldia me figuro yo- comente con una sonrisa cruel y una mirada perversa.

El pequeño estaba bastante asustado ese hombre estaba mal de la cabeza, como le dió semejante bofeton cuando iban en el coche, eso le fastidio no le gustaba que lo dañaran, pero la verdad esq ue loq eu le dió miedo fue cuando el otro jugo con una navaja en sus manos y le miraba de reojo, eso no les gusto mucho, pero sabía que dentro de la casa iba a ser peor...

Le dolía ya el cuello, los tirones que le estaba dandao eran muy fuertes y rudos, el no estaba acostumbrado a eso, nunca habia sido dañoado sino era necesario.

Intento fijarse en lo que habia a su alrededor pero el otro iba muy deprisa como para poder fijarse en nada. El otro lo ato a un barrote de la enorme cama de sabanas negras que se veían que valia un riñón seguramente. Tire de la cadena para desatarme mientras el otro cogía el tabaco, pero estaba muy fuerte atada, senotaba que el tipo no quería que se fuera.

Escucho que le hablaban y le miró con cara de odio, no le soportaba pero a la vez le metía miedo en el cuerpo.
No le gusto lo que le dijo, ni un pelo, se podía ver un ciero temblor en el cuerpo del menor, esa sonrisa y esa mirada junto a las palbras que dijo no inspiraban confianza alguna.

-No me dejare domar y no seguiré su estupido entrenamiento, yo no soy suyo-

Dijo el azabache aramado de valor mirandole con una sonrisa deafiante y picara.

-No me podra doblegar nunca, soy muy fuerte, aquie donde me ve-

El chico no se rendiría, tenía miedo pporque sabía que el otro tomaría represalias, peor no quería ser controlado, eso era cortaler las alas en toda regla.

-Usted es un mierda-

Le insulto con las misma cara de antes.

Escuche pacientemente todas las palabras "amables" que le dedicaba el moreno.
Le di una fuerte calada al cigarrillo sin cambiar mi expresión por ninguna de aquellos insultos.

-Al parecer con palabras no te vas a hacer a la idea de que eres mio...- camine hasta el armario con una sonrisa macabra en el rostro -tengo una paciencia muy muy pequeña...se franquea rapidamente y entonces pierdo el control...- abrí el armario de par en par, en un lateral habian esposas, latigos y toda clase de instrumentos de "placer".

-Fijate si eres mio....que si yo quisiera ahora mismo podria matarte...- susurre con voz dulce contrarestando las durezas de las palabras.
Saqué mi katana de vaina negra y la desenfundé. El sonido que hizo me dio la respuesta, estaba bien afinada. Hice algunos movimientos rapidos con ella y camine hasta el joven.

Miró como el otro no se inmutó con las groserias que le dijo y seguía fumando su tabaco como si el no existiera, pero si que lo había escuchado todo y eso se vió en los gestos del mayor.

Se sobresaltó cuando el otro comenzo a hablar y lo escucho todo atentamente, no le gustaba la idea de ser de nadie, era algo que no lograba comprender su cabezita.
Vió como se iba acercando al armario diciendo que tenia poca paciencia, pero Zack era una persona que le importaba una mierda loq ue le dijera sinceramente. El otro abrió el armario y se asustó al ver el contenido de este... pudo predecir que con ese hombre lo iba a pasar mal, que iba a ser pegado seguramente sino se postaba bien, pero Zack era fuerte, intentaría soportarlo todo, intentaría sobrevivir a aquella pesadilla.

Vió como cogió la katana mientras que con una voz dulce le decía que lo iba a matar mientras se acercaba a el, no podía salir de su asombro. Se dejó caer de rodillas al suelo y se quedo metido de el rincón de la cama y mesita, abrazandose asi mismo con algo de miedo, pero el no podía ser una persona cobarde, debía defenderse.
Se levantó del suelo y le miró con arrogancia.

-Vale, mateme, es mejor que estar con una escoria como usted que se cree que con dinero puede comprarlo todo ¿me equivoco?-

Zack sabía que la estaba llienda pero no quería que viera el miedo, aunque sus ojos le delataban, estaba asutado porque es hombre estaba loco y tenía una katana en la mano y parecia que sabia utilizarla.
Cerró los y alzo la cabeza dejado espuesto su cuello, aunque este tubiera el collar alrededor de su fina piel, estaba dispuesto a morir, aunque la idea le aterraba y por eso temblaba, pero... no queria nada de ese hombre

Al principio su reaccion fue la más lógica y normal... frente a alguien con una katana y cara de pocos amigos era perfectamente entendible que se refugiara como fuera...pero despues decidió levantarse con ese aire arrogante y plantarme cara.

"Vaya un suicida" pensé automaticamente tras escuchar sus palabras con un gesto de autosuficiencia.
Sus palabras fueron concisas pero estaba aterrado, si no fuera por su cabezoneria habria caido llorando como un mocoso. Y debia reconocerlo...su actitud me gusto.

Me quede estático frente a el señalandole con la katana al cuello, solo la punta le rozaba.
Rapidamente di varios golpes a lo largo de su cuerpo, causando meramente unos rasguños...lo suficiente para que su ropa cayera a pedazos en el suelo.

-me importa poco lo que digas esclavo...- sonrei malicioso y lancé la katana con fuerza y firmeza clavandose en la pared de atras pero pasandole por el cuello rozandolo levemente. Tome las esposas que tenias colgadas en mi cinturon y me puse detrás de el para amarrar sus manos.

-Hagas lo que hagas...digas lo que digas, te sera imposible escapar de mi- susurre a su oido para separarme poco despues y observar su joven y apetecible cuerpo.

Me sentia como un niño con su juguete nuevo....no sabia que hacer primero con el...estaba como decirlo? Fascinado.

Zack sentía el frió filo de la katana en su cuello, tragó saliba ante ello, le aterrorizaba morir alli y de aquella manera, pero derrepente sintió pequelo cortes en su cuerpo, que por su puesto dolieron, y su ropa vinó abajo por completo ella girones.
Sentía verguenza estar así, su rubor le delataba, pero no se dejaría vencer, no podía, pero sus fuerzas flaquearon cuando sintio el fio de la espada en su cuello cuando esta se clavo en la pared, sus ojos se mantenía abiertos de par en par y de uno de ellos cayó una lágrima de miedo.

Le daban miedo las palabras de su dueño, no estaba cuerdo, no podía estarlo para decirle eso a un ser humano. Sintió como sus manos se las llevana hacia atrás para esposarlas, pusó resistencia, pero no pudo evitar que se las pusieran, sentía pánico, entre las palabras malicosas que decían en su oido y las mirada y sintuación que estaba, hacía que el pequeño se sintiera atemorizado.

Cerró los ojos y trago saliba, pero no se dejaría llevar por el miedo, le miró con arrogancia nuevamente.

-Crees que no me defendere? Que me dejaré pegar?-

Le miraba y se acercó a el y le dió un rodillaxo al otro, impactando de lleno en el estómago.

-No sere tuyo!!-

Pare el rodillazo con su mano al tiempo que dirgia mi cuerpo hacia un lado.
"De verdad se creia el niño este resistir mucho tiempo? Já!"

Lo tome con la otra mano de los cabellos y lo estampé boca a abajo con la mano.
-Callate mocoso- expete con un apice de ira en la voz. Coloqué mi rodilla en su espalda presionando levemente.

-Primero te examinare...no quiero ninguna clase de marca que no sea provocada por mi- mascullé soltando una cinica carcajada al final. Mantenia su cabeza presionada contra la cama y con la otra mano tome el cigarro que quedaba en mis labios.

Examine con la mirada su espalda, sus piernas y finalmente su apetecible trasero.
Por esta zona estaba "limpio".
-Muy bien...- susurre con voz queda inclinandome ligeramente hacia el. Le di una intensa calada al cigarrillo y luego solte el humo sobre su cabeza. Lo tome entre mis dedos y lo apagué contra la piel de su hombro para deleitarme con su futuro grito de dolor.

Zack se sorprendió con la rapidez con la que esquivo su golpe, parecia que los preevía, pero rapidamente sintió un tiron de su pelo haciendo sentir bastante dolor en su cabeza para luego senir su cara en el colchón, casi se rompe la nariz de la fuerza que uso.

-Auch...-

Se quejo, ahora si que sentía miedo de verdad, la voz del otro se notaba spicópata.
Sentía que le aplastaban y su esplada crujió ante la presión de la rodilla del peliplata, sentía ganas de llorar, peor no debía llorar, no aun no...
Zack no podía mover la cabeza, el otro la tenía aun sujeta y no podía levnatarse si hacerse daño, puesto que sus manos estaban esposadas en su espalda.. Sentía la mirada del otro recorrer su cuerpo, se sentía sucio ante ellos.
Cerró losojos cuando el otro se inclinó y echo el humo del cigarró en su cabeza, le hizó escocer los ojos y toser. Creía que había terminado pero sintió como le queban la piel cuando le apagaban el cigarró en uno de sus hombros, mordió sus labios, no le daría el placer de escuchar aun sus gritos.

-No...gritaré...-

Se le saltaban las lágrimas del dolor.

-Que no que? Cachorrito?- susurre mientras mi sonrisa se ensanchaba. Tome la cadena que estaba enganchada a la pata de la cama y la alcé hasta engancharla a un gancho que tenia en el techo, justo encima de la misma.
Ese gancho al cual habia encadenado a tantos...aunque la mayoria por no decir todos se dejaban...todos excepto este pequeño cachorro caido en desgracia.

Me dirigi nuevamente a mi armario riendome por lo bajo, cogiendo un latigo. Me gire y lo mire al rostro mostrandole ese latigo, chasqueando con el en el suelo.
-Lo primero que hare sera doblegar tu voluntda mediante el castigo fisico- comente con seriedad como si fuera un profesor enseñandole la leccion a su querido alumno.

-Veremos cuanto tiempo resistes...- susurre con malicia situandome a la espalda del joven. Descargué sobre el una simple caricia..un roce sutil...nada comparado con lo que vendria a continuacion por su actitud y su falta de respeto.

-No me llames Cachorrito... no soy un perro...-

Decía mordiendose el labio, se sentía impotente de no poder moverse con la libertad que quería.
Sintió un tirón de su cuello y noto que lo alzaban hacia arriba dejandole de rodillas encima de la cama, eso pintaba mal para el pobre azabache, el lo notaba, no pudó evitar temblar.
Mantenía los ojos cerrados, tenía miedo, no podía negarlo, aunque el otro se había ido de su lado, pero sabía que iba a por otra cosa.
Abrió los ojos y lo que vió no le gusto ni una pizca, era algo que lo aterrorizaba y más cuando escucho las palabras del otro y el ruido del látigo en el suelo. Temblo.

-No por favor...-

Estaba aterrorizado, eso no le podía pasar, tdos los esclavos tenían suerte...¿por qué le pasaba a el?
Sintió el cuero del látigo en su espalda, dió un pequeño gritito, peor no lloró, no quería llorar, pero veía que en el siguiente lloraría si lo hacia más fuerte, se sentía muy vulnerable.

Su autocontrol se habia ido a hacer gargaras...observe como su cuerpo temblo y respondio cuando el latigo impacto sobre su piel...materializandose el dolor en forma de un pequeño grito...y eso que aun no habia sido nada.

-No por favor?- repeti sorprendido soltando una sonora carcajada.
-A donde se fue toda tu valentia cachorrito?- pregunte con sorna, chasqueando nuevamente el latigo contra el suelo.

-No te lo tomes a mal...pero como comprenderas debo moldearte para que no vuelvas a revelarte contra mi de aquella manera...saldras de aqui acatandome mis ordenes...si tu actitud hubiera sido diferente nos habriamos llevado incluso muy bien- comente con voz indiferente.

Alcé nuevamente el látigo y lo descargué contra su espalda, esta vez dandole fuerte.
-El caso es que- volvi a darle -me saliste rebelde- otra vez -y eso me excita- de nuevo otro golpe -mucho...- agregué mientras observaba como los restos de los golpes se plasmaban en su piel.

Cerró los ojos fuerte por la carcajada, le dolía escucharle reirse de esa manera, era muy cruel y más que fue, sus palabras dañaban su orgullo, era cierto, sus valentia se fue de el, estaba llorando como un niño pequeño, pero tenía razón de llorar y más cuando escucho el látigo en el suelo nuevamente.

-Dudo que nos llevaramos bien escoria...-

No podía abandonar su actitud por completo, pero tenía que hacerlo sino quería salir mal parado...

Zack escucho como alzaba el látigo, pero esa vez fue muy fuerte el golpe, no pudo evitar llorar y gritar, le dolía mucho, pero estos no paraban y el azabache no pudo evitar quedarse sin fuerzas y llorar a a mares silenciosamente, no solo le dolía los golpes, sino las palabras, tenía miedo, ese tio estba loco y la pagaría con su cuerpo, dejandolo marcado con esos fuertes látigazos...

Respiraba agitadamente por la excitacion que me causaba la escena y como habia supuesto su orgullo quedo mermado con esos fuertes golpes, dejandolo ahora tembloroso y lloroso.

-Aun tienes agallas para llamarme escoria?- pregunte con la mirada entrecerrada aunque este no podria verla -a partir de ahora me llamaras amo...Amo Schneider- puntuliazé chasqueando la lengua -esta claro?- repeti con suavidad jugando con el látigo entre mis manos -me obedeceras y hablaras cuando yo lo diga...oh si no puedes enfrentarte cara a cara con el dolor, para eso no tengo problemas- me encogi de hombros y camine divertido hasta verle el rostro deshecho en lagrimas de Zack.

Zack aparto el rostro, no quería que lo mirarran, no quería que ese sujeto le mirará, no quería dejarse doblegar por ese hombre.

-Nunca...-

Susurró mirandole con arrogancia y con las lágrimas en los ojos, su mente no quería dejar ganar al otro. Agacho la cabeza, seguramente la había echo lo peor en su vida.

-Nunca te llamare como deseas!!!vMe escuchaste!?-

Le gritó el niño dolido, lo pasaba mal, pero de verdad que no quería perder, pero estaba apunto de hacerlo.

Mi sonrisa se congelo... ya me estaba sacando de mis casillas y eso no era bueno para el ni para mi.
Su actitud no cedia....a pesar del castigo fisico seguia en sus trece.

-Tu lo has querido- masculle con ira caminando nuevamente hacia su espalda.
Alcé el latigo y volvi a descargar sobre el una serie de golpes. Baje nuevamente el látigo respirando agitado -mi paciencia tiene un limite y lo estas rompiendo, asi que empieza a obedecer y llamame como te dije- murmure dandole un ultimo latigazo con saña.

El niño temblo ante como decia las cosas el peliplata, lo enfado de verdad sin quererlo, sabía que ahora iba a sufrir la ira de aquel hombre.

Zack cerraba los ojos con fuerza dejando derramar lágrimas de dolor ante los golpes recibidos, aunque también daba gritos a cada dolpe, pero el último golpe lo dejo ido, ese fue el golpe que le hizó gritar con fuerza abriendo los ojos, el que hizó sangrar su espalda, el que lo venció.

-De acuerdo amo Schneider....-

Dijó entre hipidos y lágrimas.

Los gritos llenaron la estancia...pero aunque estos se oyeran en el exterior, mis sirvientes sabian bien que no debian irrumpir..si no correrian la misma suerte.
Camine hacia el dejando el látigo a los pies de la cama para despues desabrocharme la camisa de seda negra y luego los botones del pantalón.

Me arrodille y me situe tras el pegando mi pecho a su espalda, transfiriendome asi parte de su sangre. Pase la mano por su pecho y la otra la lleve hasta su cuello en unas suaves caricias.

-Realmente podiamos habernos evitado esto- susurre en su oido, aunque a mi no me causo ningun remordimiento la situacion -no todo tiene por que ser tan malo- agregue soltando la cadena de su cuello, haciendo asi que el cuerpo del chico cayera hacia adelante.

Notaba el cuerpo del mayor pegado a su esplada la cual sangraba, no podía evitar llorar, se sentía sucio. La mano del otro recorriendo su pecho hasta llegar a su cuello era algo que no le gustaba, no quería imaginarse las intetciones de esas caricias.

Su mente se numblaba al igual que su vista mientras Derek le hablaba, lo escuchaba como si estubiera lejos. Sus ojos le pesaban.

Cuando el otro le solto de la cadena este cayó hacia delante incosciente, demasiado fue para su mente y su cuerpo, peor así sería siempre

-Jo...der- exclame de mala gana cuando vi que el joven caia inconsciente.
Me incorporé y me limpie la sangre de mi torso con la camisa negra.

-Joder...- repeti nuevamente tomando el movil de la mesilla.
-Si...que venga Mike inmediatamente...- murmure con simpleza colgando a continuación.
Me encamine nuevamente al armario, tras quitarle las esposas a Zack, y junto al latigo las guarde en el mueble.

Camine luego hacia el ordenador buscando algo de música, ya que el jovencito me habia cortado totalmente el royo con aquello del desmayo.
Por lo bajo entone la voz masculina de la cancion mientras tocaba algunos acordes con la guitarra.

http://es.youtube.com/watch?v=ZYHmVELJLDg

Alguien llamo a la puerta y acto seguido entro, no necesitaba pedir permiso. Sin decir nada mas fue directo al joven y comenzó a tratar aquellas heridas.

El azabache no notaba nada a su alrededor, tampoco quería notarlo sinceramente.
Luego de unos minutos empezó a abrir sus ojos, las heridad no le dolían tanto, parecia que se las habían tratado.
Su cuerpo fue tapado con la sabana pero sola hasta la cadera, la esplada estaba al aire por las heridas. Se llevo una mano a la cabeza y se empezo a incorporar con algo de dolor, peor podía soportarlo.

Escucho el tarareo de una canción, la conocía, pero no quisó mirar quien era quien la cantaba, sabía que era su dueño, al cual no le hizó ni caso.

Mike hizo su trabajo bien..como siempre...y una vez hecho se marcho sin decir palabra.
Supe que el chico se habia despertado por el sonido de las sabanas al removerse. Tenia un oido muy perceptivo.

La musica acabo y comencé a tocar unos acordes a la guitarra.
( http://es.youtube.com/watch?v=obYGZsIf2II )

-Dime Zack...te gusta la musica?- pregunte centrado mas en la guitarra que en las palabras que surgian de mis labios.

Zack se sentó en la cama como pudó, estba muy adolirodo por los golpes y le escucho de hablar a derek, pero no mirba al otro, su expresión estaba ida.

-Si....amo Schneider....-

Le costaba decir esas palabras, pero eran las que debía de decir sino quería ser golpeado nuevamente con ese látigo.

Suspire complacido al escuchar "amo"...y mas complacido aun cuando escuche su respuesta afirmativa. Continue con la cancion...tocar musica acustica siempre soltia tranquilizarme.

Cuando la melodia termino me quede unos minutos contemplando las cuerdas de mi guitarra, con gesto ausente centrado en las filosas cuerdas.
-Tienes hambre?- pregunte aun con la mirada ausente lo cual se me reflejo en la voz.
Lo cierto que toda aquella situacion anterior me habia dejado demasiado hambriento.

Zack se tumbo en la cama y se tapo hasta las orejas, aunque el roze de las sabanas en su esplada le dolian bastante.

-desde cuando importo algo en tu vida¿-

Decía el pequeño molesto y triste, la actitud arrogante ya habia vuelto, aunque tenia hambre no lo admitiria delante de su dueño.

-Yo no tengo hambre...-

Suspire largamente sonriendo con suavidad -si te hago una pregunta no me la respondas con otra pregunta...eso me molesta mucho- declare con frialdad.

Dejé la guitarra a un lado y encamine al armario en cuestión.
-Deja de joder y llevemonos bien por un momento, no me apetece volverme violento nuevamente contigo esta claro?- agregue con la misma frialdad tomando una bata para lanzarsela al chico -pontela- ordene sin mas y cogi nuevamente el movil.

Les pedi que me trajeran comida, lo que fuera...y una botella de vodka y tras ello me senté en una silla que habia al lado de la cama, cruzandome de piernas y de brazos, solamente observandolo con el rostro serio.