Día de compras. {Privado-Abel-Lemon.}

Pasaron horas desde que se quedó dormido, los rayos del sol se infiltraban por la ventana, haciendo que esta se iluminase, pero al mismo tiempo que llegase a dar contacto con el rostro ajeno, haciendo así se llegarse a removerse por la cama a la vez que intentaba ocultar el rostro para que no llegase a interrumpir su “tranquilo” sueño…

Pero finalmente, abrió sus parpados, entrecerrando su mirar y soltando un ligero bostezo, se colocó bien y se frotó el ojo con la mano derecha, curvó un poco los labios y miró su alrededor, encontrándose con Abel a un lado, se le quedó mirando, parpadeó y llegó a sonrojarse, recordando lo sucedido de anoche.
Bajó un poco la cabeza para después salir de allí, recogió su pijama ya en el suelo y se cubrió con esta misma, agarró su ropa y calzados para después marcharse de la habitación sin hacer menor ruido.

Fue hacía el baño, al menos la encontró tan solo buscarla, así podría darse una ducha y relajarse un poco…
Una vez dentro, cerró la puerta detrás de sí, para después entrar a la ducha.
Allí tardó un poco, ya que se quedó pensando en que le depararía el futuro… Resopló y al finalizar salió de allí, cubriéndose con una toalla, colocándola por alrededor de su cintura y otra secándose el cabello.

Cierto… Supuestamente tendrían que ir de compras… Claro está que si el dueño del hotel quería… Pero tampoco estaría mal ir, así quizá… Podría conocerle mejor..

Después de hablar con Alec, habían decidido que él y el menor se conocerían otro día, porque el pequeño seguro que estaba bastante cansado; había regresado a su habitación y junto con Thor se había acostado al lado de Allen, asegurándose de arroparlo bien para que no le entrara frío por la madrugada. El dueño del hotel no tardó demasiado en quedarse dormido al igual que el bichito que era su mascota.

Cuando despertó al principio olvidó lo que había pasado el día anterior, pero pronto notó que alguien había estado en el otro lado de la cama y recordó todo, ¿dónde se había metido Allen?, no podía haber salido de la casa porque se necesitaba la llave especial para abrir el ascensor. Se levantó de la cama, con cuidado de no despertar a su pequeña mascota y se acercó al baño de su habitación, que le había llamado la atención por estar la puerta cerrada, y él recordaba haberla dejado sólo junta; tocó la puerta suavemente.

-Allen...¿estás ahí?- tenía que ser el de cabello plateado porque el vocalista tenía baño propio en su habitación, y sería raro que se metiera al de él.- ¿está todo bien?- preguntó por si acaso, aunque en realidad nada tenía por qué estar mal.

Se quedó delante del espejo, observándose mientras que se iba secando el cabello ya húmedo, observando y notando como las pequeñas gotas de agua se deslizaban por su cabello hasta caer por el rostro.
En cuando ya el cabello estaba lo suficientemente seco aprovechó para así cambiarse, poniéndose ropa limpia que se trajo de aquel horrible sitio.

Una vez que se cambió se volvió a mirar al espejo y con su mano derecha fue colocándose bien los mechones de cabello que en aquellos momentos estaban situadas en mal posición, cosa que así le estorbaba un poco.
Sonrió en cuando había terminado, después a los segundos de recoger su ropa para irla a poner a lavar escuchó la puerta.

Al principio se sobresaltó, ya que no se lo esperaba, pero en cuando escuchó la voz de Abel se calmó, dirigiéndose a la puerta la abrió con suavidad. –No se preocupe, todo va bien.- Dijo sonriéndole, no sabía que le pasaba en aquel momento, pero sin duda no dejaba de sonreírle, después miró a su alrededor y de nuevo al dueño del hotel. –Eh… ¿Dónde puedo poner la ropa sucia?- Preguntó un tanto avergonzado por ello mientras que esperaba su respuesta.

Pero mientras esperaba la respuesta del otro un pequeño sonido débil apareció de la tripa del más pequeño.
Se sorprendió por ello, tenía hambre sin duda… ¡Qué vergüenza! Encima en aquel momento en el que los dos estaban en silencio… En aquel momento hubiera preferido que la tierra se le tragase.
Ante ello, bajó un poco la cabeza a la vez que sus mejillas se sonrojaban.

Allen por fin le abrió la puerta haciendo que el dueño del hotel se sintiera más tranquilo, entonces le dijo que todo iba bien y luego de mirar alrededor le preguntó dónde podría dejar su ropa; Abel estaba a punto de decirle que sólo se la diera cuando aquel sonido lo hizo quedarse callado, al principio estaba algo sorprendido pero después se rió un poco. La verdad era que eso había sido extremadamente lindo, Allen había logrado arrancarle una risa divertida y a la vez cariñosa.

-No te apenes...- le dijo suavemente mientras hacía que levantara la mirada.- haré que suban el desayuno en unos momentos, mientras dame tu ropa.- se agachó para darle un suave beso en la frente, aunque había querido hacerlo en los labios, no se había terminado de convencer a él mismo.

Cuando recibió la ropa del menor se dio media vuelta para salir de la habitación y dejarla en un lugar especial, luego alguien se encargaría de lavarla y de dejarla colgada para ellos. También llamó para que les subieran el desayuno y después de eso regresó a la habitación.

-¿Qué tal dormiste?

En cuando escuchó la suave risa del otro no pudo evitar encogerse un poco más, mientras que sus mejillas seguían sonrojadas, menudo momento en que su tripa le pedía algo de comer…. Curvó un poco los labios y miró al mayor con algo de vergüenza pero al mismo tiempo sintió aquel suave beso en la frente.
Tan solo asintió ante lo que él dijo, para después entregarle con sumo cuidado la ropa.

Una vez que el mayor se fue a dejar la ropa, este aprovechó para poder salir del cuarto de baño, cerrar la puerta y dirigirse hacia donde se encontraba la cama, en donde allí aguardó al dueño del hotel.
En cuando apareció de nuevo y escuchó su pregunta asintió con el rostro. –Sí, dormí bien.- Dijo con una pequeña sonrisa en sus labios.
Era normal que haya dormido bien, después del cansancio quien no…

-¿Y usted, durmió bien?- Le preguntó ladeando un poco la cabeza hacía la diestra, quizá sea mejor ir hablando poco a poco…
Bueno…. Aun que… solo esperaba que con ese tipo de preguntas el otro no se enfadara… Ya que claro… Podría molestarle…

Cuando regresó encontró a Allen en la cama, el menor le respondió que había dormido bien y después le preguntó si él había dormido bien, el dueño del hotel asintió suavemente mientras recordaba haber llegado a su habitación y haberse metido sin hacer demasiado ruido a la cama para no incomodar al menor.

-Sí, bastante bien, gracias. Entraré al baño un rato, ya deben de estar por subir el desayuno.- entró al baño y no demoró demasiado en salir bañado y con una toalla a la cintura igual que Allen cuando había salido; tomó algo de ropa y se cambió muy rápidamente al escuchar que ya llamaban a la puerta con el desayuno seguramente. Se asomó desde su cuarto y gritó que pasaran.

-Vamos.- guió al chico hasta la sala en donde habían dejado el carrito con el desayuno, al parecer Abel vivía muy bien porque el desayuno se veía delicioso, y así era todos los días.- ayúdame a llevar a llevar las cosas.- tomó algunos platos y los llevó a la mesa donde habían comido el día anterior. Cuando ya estuvieron sentados, el alto le sonrió al de cabello plateado.- espero que todo sea de tu agrado.- quería cocinarle algún día, cuando tuviera tiempo tal vez.

Mientras estaba sentado en la cama fue observando su alrededor, era muy grande aquel cuarto, se notaba que el mayor vivía bastante bien…
Pero en cuando el otro regresó se le quedó mirando para después sonreírle ante su contestación, al parecer había dormido bien, eso era bueno.

En cuando le escuchó asintió con el rostro nuevamente, esperaría allí hasta que el del desayuno llegase ¿o quizá tendría que esperar en el comedor? Curvó un poco los labios ante su duda para después observar como el mayor salía con una toalla alrededor de la cintura, pero no tardó en deslizar la mirada a otro punto del cuarto, por si el otro se sentía incomodado.

El ya estaba cambiado desde hace rato así que no tenía por qué preocuparse de cambiarse, pero una vez que el otro gritó hacía el chico del desayuno se le quedó mirando, un pequeño sobresalto se dio, ya que no se esperaba aquello, después, dejó escapar un pequeño suspiro.
Se levantó de la cama y fue conjunto al dueño del hotel.

En cuando este le pidió ayuda no dudó en dársela, agarró algún que otro plato y los colocó encima de la mesa, después al acabar se sentó en la misma silla de anoche.
Sonrió ante los exquisitos que había ya en mesa. –Sí, gracias.- Agradeció sonriente y seguidamente empezó a mirar todo, no sabía por qué comenzar, todo parecía tan delicioso…

Comenzó a comer tranquilamente, sin darse cuenta que el otro no había empezado simplemente por no poder decidirse; por su mente pasaban muchos temas de conversación, pero no estaba del todo seguro si debía de hablar, porque no quería incomodar al menor.

-Mi amigo dice que quiere conocerte.- comentó finalmente después de haberse limpiado la boca con una servilleta.- pero ahora no podrá ser porque aún está dormido y nosotros iremos a comprar dentro de poco. Tal vez en la noche o mañana...- en realidad no estaba seguro de juntar a esos dos, Alec había prometido portarse “bien” o al menos eso había querido creer el dueño del hotel, pero sabía que el vocalista podía ser bastante celoso y casi tan protector con él, como el alto lo era con el rubio; los dos se protegían mutuamente.

Si hablaban con Alec recién levantado tal vez no lo encontrarían del mejor humor, así que era mejor en la noche cuando el cantante ya estaba más relajado.

-Hablando de él...- agregó inmediatamente, quería decírselo de una vez.- Alec es mi mejor amigo y te voy a pedir que le tengas paciencia...y que seas muy educado con él por favor.- lo último que quería eran problemas en su suite, le había repetido hasta el cansancio al rubio que fuera educado, pero tenía que asegurarse de que el menor también lo fuera. Y no era que Allen no fuera educado...era sólo que su amigo podía hacer enojar a cualquiera cuando se lo proponía.

Finalmente decidió por tomar el plato que había detrás de un plato de bolitas dulces, lo agarró y empezó a comer con alegría, la verdad es que le encantaba comer, era un pozo sin fondo y lo bueno es que nunca engordaba.
Mientras fue “devorando” el plato que tenía ahora en su poder escuchó al otro, cual alzó su mirada hacía él, parpadeó y sonrió. –Conocerle…- Murmuró mientras que se limpiaba. –Estaría bien conocerle, y dijiste que era cantante, ¿no?- Preguntó ilusionado. –Sería un gran placer conocerle.- Finalizó sonriéndole.

Pero en cuando este dijo que ahora no podría ser tan solo asintió con el rostro, quizá otro día, pero la verdad, no dejaba de ser que sería interesante conocerle, más y sabe de música, a él le encantaba tocar el piano, así que puede que ese tal Alce le ayude a mejorar.
Aun así ante la advertencia del otro se le quedó mirando para después asentir con el rostro. –Tranquilo, no aré nada que le incomode.- De nuevo, una sonrisa brotó de sus labios.

Bueno, no sabía cómo era exactamente el otro, pero… Tampoco sería aquello de comportarse mal con él… Aparte de que tampoco es su cada…
Mientras iba pensando fue comiendo a un ritmo disminuido de antes.
Finalmente acabó de tomarse el primer plato, se relamió los labios para después agarrar otro plato distinto al que tenía.
Esta vez cogió un trozo de tarta con la típica fresa encima.
En cierto modo… Se estaba poniendo nervioso… Eso de conocerle le hacía alegría pero… Si Abel le advirtió de eso…

El menor parecía un poco entusiasmado con la idea de conocer al compañero de suite de von Bremen, y en realidad él deseaba que se conocieran, pero también deseaba que se llevaran bien y por es tenía que hacer las cosas con calma. Asintió a la pregunta de Allen sobre si Allen era cantante; recordó que tendría que enseñarle un DVD de uno de los conciertos del vocalista para que supiera mejor a quién se refería.

-Gracias. Y no lo digo por eso...- se explicó.- es que a veces Alec es un poco...especial.- fue la única palabra que se le vino a la mente en ese momento, no es que estuviera hablando mal de su amigo, pero tenía que admitir que a veces tenía un carácter muy peculiar y eso no le gustaba a todo el mundo, mucho menos le aguantaban.- sólo lo decía por si acaso...- comentó mirando su comida, porque si peleaban, iba a ser un dilema ponerse de algún lado.

Observó unos momentos al menos mientras él mismo también se dedicaba a comer sus alimentos, en ese momento llegó Thor, que se veía adormilado y se acomodaba en su lugar en la mesa; Abel le pasó un plato y el bichito comenzó a comer. Ni el dueño del hotel ni su mascota habían notado que el menor comenzaba a ponerse nervioso; el alto terminó de comer y esperó a Allen.

Se paró para tocarle suavemente la puerta a su amigo y decirle que el desayuno estaba en la mesa, sabiendo que el rubio tardaría aún en salir; después cogió el portátil y regresó a la mesa junto con el menor.

-Creo que lo primero son los artículos de higiene personal, después necesitamos cosas para el asma, ¿verdad?

Sería mejor tranquilizarse… Si no… Respiró hondo para después dejar escapar un suspiro, tendría que estar relajado, ya que si empieza así podría darle algún ataque o algo.
Así que sacudió un poco la cabeza para quitarse aquellos pensamientos para después ir comiendo, a una velocidad reducida, ya no tan rápida como hace unos segundos, poco a poco el apetito se le fue yendo, hasta tal punto que solo fue “jugando” con la comida con el cubierto que sostenía entre sus manos.

Pero miró de nuevo al mayor al escucharle, se le quedó mirando, hablar de ello le ponía nervioso… ¿Qué pasaría si no consigue hacer migas con aquel tal Alce? Curvó los labios a la vez que bajaba la mirada ¿qué sucedería si no…? Llegó a encogerse un poco y después asentir con el rostro ante la explicación del dueño del hotel.
Bueno, cuando llegue el momento ya será la hora de ponerse nervioso pero de momento no, mejor irse preparando mentalmente así en cuando lo tenga delante no tendrá tantos nervios como ahora…

Al poco rato elevó su mirar y se percató del pequeño Thor, cual no dudó en sonreírle, aquel pequeño animal le agradó, era muy simpático y a la vez gracioso.
Finalmente acabó de comer, bueno más bien de “juguetear” con la comida, mientras que seguía al mayor con la mirada, observando que agarraba un portátil.

Asintió ante lo primero, claro no estaría bien que fuera gastando el champú del otro, así que asintió nuevamente, pero ante lo segundo dejó el cubierto de golpe, ya que aun hacía sobre sus dedos. –¿Qué…?- Murmuró sorprendido. –¿Cómo… Lo sabes?- Preguntó abriendo sus parpados más de la cuenta, que el recordaba no había dicho nada de ello…

Allen estaba muy sorprendido porque el mayor supiera de su enfermedad, pero no era ningún truco de magia, en Rozen le habían advertido sobre la enfermedad del menor, y aún así había decidido comprarlo; miró un rato extrañado al de cabello plata, porque pensaba que sabía que le dirían los detalles antes de hacer cualquier compra, pero al parecer no se lo había imaginado.

-Me lo dijeron en Rozen.- le explicó tranquilamente y después sonrió tan sólo un poco porque la expresión del pequeño había sido bastante tierna.- siempre dan detalles sobre cualquier comprar, si no sería ilegal.- le volvió a explicar para que supiera por qué era que contaban esas cosas.- así la gente no puede decir que desconocía las condiciones.- terminó.

Se quedó mirando un rato al pequeño, tenía curiosidad por él, quería conocerle mejor, quería saber lo que le gustaba y lo que no, quería que llegaran a intimar de una manera especial, pero le preocupaba por otro lado el pensar que tal vez Allen no querría. Volteó a mirar a Thor que ya casi estaba acabando con su comida.

-En cuanto Thor acabe nos vamos.- le informó al pequeño, pero no se iría sin su mascota y fiel amigo.

Ante su contestación todo le quedó claro… Se encogió y bajó la mirada, así que… Lo explicaban todo… Resopló, así que ahora sabía uno de sus problemas más grabes, su enfermedad; asma, aquello que por culpa de eso le fastidiaba bastante, por esa razón siempre tiene que estar tranquilo si no….
Cerró por unos instantes sus parpados para después abrirlos, fijándose en el pequeño animal que seguía comiendo.

-Ya entiendo…- Formuló suavemente mientras que mantenía la mirada hacía otra dirección, pero… Si el mayor lo sabía, le compró igualmente… Así que… No pasaba nada, ¿no? Si no, no le hubiera comprado…
Entrecerró sus parpados para después deslizarlos hacía el mayor, en donde sonrió, le agradecía por haberle comprado, así no estaría siempre encerrado…

Una vez más, al escucharle le miró y asintió, para después mirar al pequeño animal como comía, realmente era gracioso aquel animal, le gustaría saber… Como obtuvo aquel ser… Era extremadamente curioso, pero… Quizá no estaría bien decirle algo parecido así que mejor estar callado.

Allen le sonrió y el alto no dudó en devolverle la sonrisa, aunque no estaba seguro el por qué de ese gesto, aún así le alegraba ver al pequeño sonreír, especialmente porque a veces parecía estar muy triste.

Thor no tardó demasiado en terminar de comer y entonces voló hasta el hombro de su dueño, quien después de acariciarlo un poco, se paró y cogió un par de cosas, junto con el ordenador y además sus llaves y billetera. Pasó por la habitación de Alec y se despidió de él suavemente, sabiendo que seguro seguía medio dormido.

Le hizo un gesto al peliplata para que fuera con él.- vamos ya.- dijo y entraron al ascensor los tres juntos.- tengo unos DVD’s de Alec para que los veas en el ordenador.- le explicó.- tal vez lo reconozcas.- porque su amigo era bastante conocido.

Cuando llegaron con el auto, abrió la puerta para que Allen pudiera entrar, y antes de que la cerrara, Thor se lanzó junto con el menor, quedándose en su regazo. Abel entonces subió al auto también y le entregó el ordenador ya prendido y con los videos de Alec puestos.

-Si te aburres lo dejas a un lado.- le comentó al menor antes de empezar a manejar y mientras veía cómo el bichito se ponía sobre la cabeza del peliplata, como usualmente lo hacía con su dueño.

En cuando el pequeño animal acabó de comer se le quedó mirando, ahora tocaba irse de allí, así que cuando el mayor empezó a preparase no tardó en levantarse y dejar la silla donde antiguamente estaba, bien colocada, recogió por encima los platos que había sobre la mesa, dejándolos apelotonados para que se pueda llevar mejor.
Una que terminó fue tras el dueño del hotel.

Una vez que entraron en el ascensor al escucharle le miró y sonrió ampliamente, ilusionado por sus palabras. -¿Po-podré verle…?- Susurró realmente sentía curiosidad por el otro, claro, a él también le gustaba mucho la música y eso de conocer a alguien que es cantante y encima famoso le daba mucha alegría…
Ya estaban abajo, salió del ascensor y miró a su alrededor, por fin fuera…
En cuando salieron del hotel respiró hondo, echaba de menos estar fuera de cuatro paredes…

Sonrió ampliamente y no dudó en entrar en el vehículo en cuando el mayor le abrió la puerta, se acomodó y se colocó en cinturón de seguridad hasta que vio al animal, cual no dudó en acariciar con suavidad. -¿Comiste bien?- Le preguntó como si este le fuera a contestar…
Pero entonces, agarró el portátil que el otro le entregaba, colocándolo en sus piernas para poder verlo mejor.
Asintió al escuchar al mayor, pero estaba tan concentrado en ver los videos que ni si quiera se enteró que el pequeño animal se posó sobre su cabeza.

Fue mirando los videos, realmente tenía una hermosa voz…. Se le quedó mirando, cierto que había escuchado de él, pero… Nunca pudo ver nada, una lástima…

Sólo asintió cuando Allen preguntó tímidamente si podría ver al cantante, esa la había parecido una buena idea al dueño del hotel, así el menor se haría una idea de la actitud del rubio; sonrió cuando notó que el peliplata le preguntaba a Thor si había comido bien y el bichito sólo sonreía, y es que de verdad entendía todo lo que hablaban, aunque no tuviera la capacidad de hablar, era lo suficientemente inteligente como para comunicarse de otras maneras.

Miraba de reojo al menor y a Thor viendo los videos de Alec, en especial Allen parecía bastante concentrado, porque el animalito ya los había visto muchas veces; Abel sólo fumaba tranquilamente. No dijo nada hasta que llegaron al centro comercial, había dejado que el pequeño se entretuviera en eso todo el camino.

-¿Te ha gustado...?- le preguntó suavemente mientras se quitaba el cinturón de seguridad y hacía lo mismo con Allen, porque acababa de estacionar. Tomó el ordenador y lo dejó a un lado para que pudieran bajar, ya luego podría seguir viendo aquellos videos.

-Bajemos...- salió del auto para abrirle la puerta a Allen y ayudarle a bajar.

Ni si quiera se había dado cuenta de que ya había llegado, estaba tan concentrado en ver al cantante que pasó todo muy rápido, pero le dio tiempo a ver lo que quería, observa como cantaba, sus movimientos, su voz… ¡Era estupendo!… Realmente tenía ganas de conocerle.
Pero se percató de que el mayor empezó a quitarle el seguro cosa que se sobresaltó y miró por la ventana, al parecer ya habían llegado….

Parpadeó y miró de nuevo al dueño del hotel, cosa que le entregó el portátil, cual después no pudo evitar sonreírle. –Realmente es genial.- Confesó hasta que se dio cuenta de ello, cosa que se avergonzó un tanto y bajó la mirada, de nuevo decía las cosas sin pensar…. Resopló en cuando el otro le dijo de salir no dudó en hacerlo.
Observó su alrededor y miró de nuevo al otro, esperando que le digiera algo o alguna señal….
En cierto modo se sentía ilusionado por poder ir de compras y por el otro lado un tanto nervioso a la vez que ilusionado de poder conocer al cantante… Era todo complicado pero no dejaba de ser que le era interesante aquel vocalista al mismo tiempo que estaba ansioso de ir a comprar.

Sonrió cuando Allen le dijo que el cantante era genial, le alegraba que el pequeño se hubiera llevado una buena impresión de su amigo, así al menos tendrían algo de qué conversar cuando los justara.

-Qué bueno que sí te gustó.- le respondió antes de bajar.

Thor bajó junto con ellos y se posó sobre el hombro del más alto, quien tomó la mano del peliplata y lo dirigió por el centro comercial, usualmente había mucha gente rondando por ahí y era fácil que alguien tan bajo como el menor. Como había dicho, lo primero eran los artículos de aseo y esas cosas, así que fueron a una tienda en donde habían todas esas cosas y una vez dentro, el dueño del Melia soltó la mano de su esclavo.

-Tú elige lo que desees y yo voy detrás de ti.- le explicó mientras dejaba que el animalito se pasara a su cabeza, también tendría que comprarle un móvil al menor, por si acaso.- toma todo lo que necesites y no te preocupes por los precios.- era bastante claro que a Abel lo menos que le faltaba era dinero.

Una vez que el otro le agarró de la mano se le quedó mirando para después mirar a su alrededor, se notaba que la gente tenía prisas, ya que se podía ver cómo iban de un lado a otro, entrando en las tiendas, observando, esperando con gente que había quedado….
Mientras que otros se divertían en grupos grandes, cual siempre eran jóvenes.
Todo aquello lo observó hasta que entraron en una de las tiendas, había colonias, champús… Toda clase de cosas para el higiene personal.

Pero al escucharle le miró, sonrió y asintió.
Aun que no quería hacerle gasta mucha cosa… Así que cogería lo suficiente… Pasó por uno de los pasillos, encontrando en una de las estanterías el champú de pelo que solía utilizar, uno de una exquisita olor a frutas.
Lo agarró y se lo quedó mirando, después miró el precio, bueno…. No era tan caro, así que se lo podría llevar… ¿no?
De nuevo miró al dueño del hotel. -¿Puedo?- Le preguntó esperando su respuesta mientras que le enseñaba el objeto.

Quizá en aquella tienda también este las cosas que antes utilizaba, así que seguramente las iría a buscar sin dudarlo.

No tuvo que seguir por mucho rato al menor por la tienda, ya que pronto estaba frente a un montón de frascos de champú, mirándolos todos, hasta que por fin se decidió a tomar uno, Abel lo miró de reojo, notando que el pequeño se fijaba en el precio y negó suavemente, aún con Thor sobre su cabeza, tendría que explicarle de nuevo al peliplata que por el dinero realmente no había problema.

-Claro que sí.- le respondió mientras asentía suavemente, después se agachó un poco para hablarle al menor.- toma todo lo que necesites y lo que no necesites también Allen...no pienses que me va a molestar o incomodar porque no es así.- el alto ya había tomado una canastilla mientras seguía al esclavo y tomó el champú para echarlo ahí.

-Lo que quieras ¿de acuerdo?, no lo olvides.- le dijo mientras seguían caminando; al poco rato, el animalito se pasó para la cabeza de Allen, mientras Abel continuaba cargando la canastilla, él también aprovecharía para comprar algunas de sus cosas, mientras seguía a Allen, iba metiendo lo que necesitaba, von Bremen compraba bastante rápido.

Se quedó mirándole, sabía lo que le había dicho, pero no dejaba de ser que tenía impulsos de preguntarle… Así era él… Por si acaso siempre preguntaría dos veces.
Mientras que sus parpados se fijaban en el mayor le iba escuchando atentamente para después asentir con suavidad, pero sin darle tiempo a nada el otro le arrebató el champú de sus manos.
Bajó un poco la mirada para después resoplar y seguir con el camino, si no antes sentir como el pequeño animal se posaba sobre su cabeza, cosa que sonrió.

Lo que quiera…
Pensó mientras que miraba su alrededor con curiosidad, observando a su lado izquierdo el champú para el cuerpo, lo agarró y miró al mayor, de nuevo iba a preguntarle pero no, no dijo nada, solo miró la pequeña cajita que el otro sostenía y lo dejó allí, quizá esté haciendo lo correcto, pero cuando se fijó mejor habían ya varias cosas en la cesta.
Se los quedó mirando para después proseguir con la compra.
Llegando a la sesión de la colonia, como siempre buscaba lo suyo, es decir, lo que antiguamente se echaba.

Sonrió ampliamente al encontrarlo, observó el precio, no era tan caro como pensó… Se giró sobre sus talones y lo dejó de nuevo en donde estaba las demás cosas.

Continuó yendo detrás del menor, notó que quería preguntarle de nuevo sobre algo pero se contuvo, eso le arrancó una sonrisa a von Bremen, le gustaba que Allen se controlara sólo por complacerlo, aunque en realidad esperaba que pronto no lo hiciera por complacerlo, si no porque de verdad no tenía por qué preocuparse por esas cosas.

Pronto terminaron de comprar todo lo necesario ahí. Salieron con las bolsas y Abel lo llevó todo al auto, después fueron a otra tienda, en esta sólo había ropa, y el lugar era bastante grande; esta vez el dueño del Melia no elegiría nada, al menos no para él, porque algunas cosas que seguro le quedarían bien al peliplata le habían llamado la atención.

-Ahora sí...toma todo lo que te guste, y mientras más, mejor.- hablaba en serio, no podría soportar que el menor tuviera poca ropa, necesitaba mucho de todo, según como lo veía von Bremen; Thor había pasado de vuelta a Abel y ahora estaba en el hombro de este. Era una lástima que no se pudiera fumar dentro de las tiendas, porque el alto realmente necesitaba un cigarro en esos momentos, tendría que esperar.

Una vez que terminó siguió ahora al mayor, quería ayudarle a llevar las bolsas pero en cuando se dio cuenta ya se encontraban frente al auto, cosa que allí, el mayor, dejó las cosas, bueno así sería mejor y no estorbarían tanto…
En cuando el otro dejó todo en su sitio no tardaron en ir a otra tienda, pero esta vez todo de ropa, allí había mucha gente, bueno, por suerte aquel lugar era muy grande para poder caminar a sus anchas.

Miró a Abel, parpadeó al escucharle y asintió después no tardó en empezar a caminar y a pararse delante de camisas, cual empezó a mirar y a escoger lo que le gustaba.
Una vez que cogió suficiente miró de nuevo al mayor. -… Iré a probármelo.- Musitó mientras que le sonreía un tanto, sin esperar respuesta del otro se adentró a uno de los cambiadores, en donde allí empezó a cambiarse y a probarse las cosas que se había cogido.

Algunos le venía bien, otros no tanto… Y así, iba dejando a un lado los que quería quedarse mientras que por el otro lado dejaba los que no quería.
Al cabo del rato salió y levantó lo que quería llevarse. –Me llevaré esto.- Dijo, lo que sostenía no era gran cosa, era un conjunto de camisa y pantalón bien situados a la vez que un abrigo…

Siguió al chico mientras éste iba escogiendo la ropa que Abel pensaba que iba a llevar, cuando le dijo que entraría a probarse la ropa, el alto sólo asintió y se quedó fuera del probador, esperando mientras se dedicaba a revisar los mensajes de su celular; había aprovechado para coger algunas cosas también, pensaba que le irían bien a Allen. Cuando el peliplata salió y le extendió sólo tres prendas, von Bremen no podía creerlo.

-Es una broma...¿verdad?- preguntó serio, no molesto...pero claramente confundido, debía de ser una broma, ¿de verdad Allen pensaba vivir con sólo eso?, si el menor no se elegía la ropa, lo haría él mismo, ya estaba cansado de decirle que agarrara todo lo que quisiera, ¿tenía que ser más explícito acaso? Suspiró cansado, parecía que el pequeño estaba tratando de llevarle le contra por alguna razón.

Tomó lo que Allen le había estirado y se lo quedó en la mano.- ve por más cosas.- eso casi sonó como una orden, aunque en realidad esa no había sido la atención del de cabello lila, tal vez sólo exageraba.- anda...y después te pruebas esto.- le enseñó lo que el había cogido, de nuevo había suavizado su tono de voz, otra vez era calmado y suave.

En cuando escuchó sus palabras se le quedó mirando, ¿de broma? Ladeó la cabeza hacía su diestra, bueno… Solo había cogido unos pocos para probar, después iría a coger más… ¿No? Parpadeó y se encogió un poco ante el otro, parecía como si estuviera enfadado, aun que en cierto modo no…
Curvó un poco los labios y asintió ante su orden, agarró la prenda que el otro le entregó para después ir a mirar más, solo esperaba que no le hubiera hecho enfadar…

Mientras que mantenía la prenda en mano fue mirando demás cosas, encontrando prendas que le llamaban la atención, otras no tanto… Finalmente agarró varias para poder probar, de nuevo avisó al mayor de que iría a probárselo y sin más entró por una vez más al probador.
Fue probándose una a una las prendas que tenía, hasta que acabó por probarse el que le entregó Abel.
Una vez puesto se miró en el espejo que había, no estaba mal… Sonrió para sí mismo para después abrir un poco la cortina miró a su alrededor en busca del mayor.

Al encontrarle le llamó, esperando que quizá se le acercara…