El retorno del narco [Hayden]

- Si....suena bien...-susurró algo nervioso , no era la primera vez que lo tocaba, y despues de la escenita del supositorio ya no le importaba lo más mínimo que le tocara así, todo lo contrario, era extraño, pero agradable, sin embargo le avergonzaba un poco y eso se veía refejado en sus mejillas que ya mostraban un leve sonrojo.
Normalmente nada mas despertar le entraba un frio terrible que le hacía tiritar bastante rato, pero esa vez no había sido así y era por ese contacto, Hayden ya estaba seguro de eso.
Despacio se desabotonó la camisa que aún llevaba de el día anterior para que el otro no arrastrara con la tela, lo hacía de manera distraida, como quien no quiere la cosa, dejando así su torso al descubierto por completo.- Y...puede recordar lo que soñó señor Tenembaum?- Volvía a susurrar manteniendo ese tono de supuesta inocencia, hablandole de ustéd, como si se tratara de un juego.

-...fuego,...había...fuego...y...humo -murmuró sombrío-...supuestamente...yo...ya no puedo...tener...sueños...ni entrar...en estado...de duermevela...no tengo...fase rem...-observó curioso como el esclavo se desabrochaba la camisa negra, dejando su torso a su merced, sin pensar ni un segundo rechazar la invitación, sustituyó su mano por su lengua y empezó a dar pequeñas lametadas y besos por su vientre y su pecho-...y...¿qué...tal has...dormido...tú...Hayden? - preguntó en lo que parecía ser una voz seductora, con los ojos violetas brillantes y mirándolo de manera felina, y finalemente, tras pensarlo unos instantes, mordiendo suavemente el pezón izquierdo del menor y soplando suavemente sobre la piel sensibilizada-...te noto...algo ...tenso...

- Pues...que puedas recordar un sueño es buena señal...no?- iba a seguir hablando cuando fue sorprendido por las húmedas caricias.
No estaba algo tenso, estaba muy , muy tenso, de hecho se había puesto totalmente rígido cuando sintió las primeras lamidas en su piel, su respiración comenzaba a acelerarse y sentía más calor, acentuando su sonrojo, sin embargo no podía dejar de mirar lo que le hacia su amo.
- Bi-bien...-musitó en un susurro.- Dormí mu-muy bien...-cerró los ojos por la mordida dandole un escalofrío cuando el mayor supló sobre la zona húmeda, saltaba a la vista lo nervioso que se había puesto con todo aquello, nunca había estado en una situación parecida y se sintió como inmovilizado, sin saber que hacer o decir.

-...¿Tienes....frío...o sólo...estás nervioso...?-preguntó algo sorprendido ante el escalofrío que había sacudido el cuerpo del esclavo-...tienes...la...carne de...gallina...
Paró un momento, observando el sonrojo en la preciosa piel de Hayden, así que el narcotraficante pasó a otra táctica, también quería jugar un rato:
-...si...tienes...tanto...frío...sé...como calentarte...-Lenin sonrió divertido por la situación, bajando con su lengua por el pecho del peliplata, jugando unos instantes con su ombligo, mientras sus manos descendían de forma experta hasta los pantalones del menor, retirándolos antes de que el otro pudiera hacer algo al respecto, dejándolo en ropa interior con su boca a escasos centímetros del bulto escondido debajo de la tela -...entonces...¿qué...?...¿reaccionas...o te hago...reaccionar...?...creo...que ésto..te pondría..algo...más...nervioso...

-Ah?No..no...- Reaccionó al fin incorporandose un poco y quedar apoyado en los codos, viendo a su amo con los ojos como platos.
El temblor de su cuerpo iba en aumento.¿como había alguien le que hiciera eso a un cuerpo ten horrendo?. Sacudió la cabeza y tragó saliva con dificultad, volviendo a encontrarse con los ojos de Lenin y se terminó de sentar tratando de controlar su respiración y el temblor que tenía, apartandose un poco del mayor.
Que avergonzado se sentía, sentado delante de él, sonrojadisimo, semi desnudo y con una estúpida erección que podía adivinarse por el pronunciado bulto en su ropa interior y eso sin sumarle el temblor.

- Eres cruel conmigo...te divierte verme así, verdad?- quería mostrar enfado pero en su rostro se dibujaba una extraña sonrisa nerviosa.
Apoyandose en las rodillas se hizo contra el cuerpo de Lenin, rodeando su cuello en lo que podía parecer un abrazo , quedando su cara peligrosamente cerca de la del narco y mirarle directo a los ojos.- Ahora no me niegues esto...- le susurró en un tono inusualmente sensual para acto seguido besarle intensamente, no de la manera casta en que lo había hecho la noche anterior, ahora el esclavo parecía estar dejandose llevar por lo que sentía más que por lo que pensaba y parecía querer abrirse paso dentro de la cavidad ajena con su lengua.

Lenny se había reido entre dientes del falso comentario molesto del menor:
-...la verdad...es que sí...es...divert...mmm- sonrió el narcotraficante antes de verse invadido por el mejor beso a traición que le habían dado en su vida, notando como la ansiosa lengua del otro se abría paso en su boca, invadiéndolo rápidamente y jugando con la propia. Soltó un sutil gemido antes de unirse a aquella lucha silenciosa, apretándolo contra su cuerpo, importándole bien poco que su espalda no estuviera de acuerdo.
Entrecerró los ojos, relajado, mientras una de sus manos volvía a descender hasta la erección del esclavo, masajeándola por encima de la tela.
Cuando a ambos les faltó el aire, Lenny volvió a iniciar una serie de pequeños besos, más cariñosos que apasionados sobre la boca del otro, mordiendo suavemente los labios cuando acabó.
Volvió a centrar su atención en lo que se escondía entre la tela de la ropa interior del otro. Debía ser doloroso para una persona tan poco familiarizada con el sexo, así que lo inclinó hacia atrás para recostar el cuerpo del chico contra las almohadas.
-...buen...chico...-besó el sexo del peliplata por encima de la tela y se dispuso a bajar esa molesta prenda y sacarla de las piernas del menor-...así...tumbado...estás ...para...comerte...ojos azules...-le susurró antes de empezar a lamer con dedicación el miembro del esclavo.

Algunos gémidos escapaban de sus labios sin que el esclavo pensara siquiera en disimularlos, correspondía a los besos de Lenin de forma que podría parecer ansiosa, anticipandose a los suyos para tardar lo menos posible en sentir el contacto.
Palpaba toda la piel que el era posible en aquel abrazo, sin reparar en las heridas del mayor, en ese momento no podía pensar con claridad.
Se dejó hacer quedando recostado sobre las almohadas, mirando espectante cada movimiento de Lenin cuando este terminaba de desvestirlo, -...que vas a...? ah!...- cerró los ojos con fuerza al sentir el húmedo contacto de la lengua del narcotraficante en su ya muy erecto sexo, haciendole volver a incorporarse un poco apoyandose en los codos para ver bien lo que hacía.
Ya sus gemidos o mas bien jadeos eran más que evidentes, su pecho se movia de manera descontrolada por su ajetreada respiración.Lentamente llevó la mano hasta las hebras rojizas del cabello de Lenin, entrelazando allí sus dedos y viendole con los ojos entrecerrados, como si estuviese en trance, estaba mas relajado ahora que notaba como su temperatura subía, pero temblaba aún, mas levemente eso si.
- No te doy...ah ...asco?- le preguntó en un tono casi inaudible, todo aquello le parecía como un extraño sueño, Lenin parecía otro, tan delicado y atento.Incluso él mismo parecía otra persona con esa predisposición para con su amo, se sentía francamente avergonzado de que Lenin contemplara su horrenda anatomía tan de cerca pero su expresión, su sonrojo y sus jadeos hacían evidente que lo que menos deseaba en ese instante el peliplata era que aquel momento terminara.

Lenny sólo sonrió cuando notó como las manos del esclavo se enredaban en su pelo, y tomándolo como una señal aceleró el ritmo de los lametones y se introdujó varias veces el miembro completo en la boca, acariciándolo y succionándolo, aferrando las caderas del menor para profundizar el contacto. Levantó la vista mientras jugaba con sus testículos, encantado con los jadeos y la mirada opaca del otro, mordió suavemente el glande para recompensarlo por esa visión.
-...¿asco...?-sonrió de manera maquiaválica-...creo...que...tú...también....te mereces...ver..lo que yo...veo...o...más bien.. cómo te...veo...
Se levantó sin mediar palabra y se dirigió al baño, trayendo un pequeño espejo que utilizaba para afeitarse y ponerlo encima del estómago del peliplata, enfocándolo de tal manera que Hayden pudiera verse el rostro y parte del pecho:
-quiero...que te...observes...mientras...yo sigo...-murmuró serio-...es...una...orden, esclavo...no me parece...justo...que...sólo yo...disfrute de...esos...preciosos ojos..azules...excitados...y tu...rostro...tan...encantador...pidiendo...más...
Sin mediar palabra, volvió a dar placer al miembro del menor, intensificando las caricias y suciones, parando de vez en cuando, para soplar sobre el órgano humedecido.

Apretaba los puños , estrujando las sábanas jalando de ellas hasta casi sacarlas de su sitio, se mordía el labio inferior nerviosamente.
- No...no..espera.-le decía antrecortado incorporándose un poco más cuando fué a por un espejo, y se lo puso encima.-No...no me obligues a verme...p-por favor...-Desviaba la mirada hacia otro lado ignorando deliveradamente la orden de su amo, no soportaba la idea de ver su reflejo en una situación así.
Trató de resistirse , incluso aguantandose los gemidos en un esfuerzo que el pareció sobrehumano pero la exitación y el morbo pudieron con él y finalmente miró de reojo a aquel espejo , viendose totalmente sonrojado y empezando a sudar y sin querer los gemidos volvieron a surgir de su garganta aún mas sonoros que antes.
Alternaba la mirada entre el espejo y la cara de Lenin , que seguía "jugando" con él , le miraba lascivamente , se veía que disfrutaba de aquello.
-....Cruel...ah....- susurraba empezando a disfrutar de aquel juego morboso.-...dame más...- reclamaba devolviendole aquella mirada acompañada de una sonrisa maliciosa.

El narcotraficante accedió con gusto a aumentar la rapidez y profundidad de las caricias. Parecía que a su acompañante le quedaba poco para terminar y que al final, hasta le estaba gustando la idea de mirarse al espejo.
Se sorprendió a sí mismo pensando que nunca podría haber considerado a Hayden como una persona fogosa o apasionada en temas sexuales, y que posiblemente acababa de cargarse gran parte de los esquemas en los que se había basado hasta entonces su relación.
-...¿...y si...no...te dejo...acabar...y te dejo...encadenado...a una...camilla...? -murmuró, mirándole con un falso gesto amenazador, divertido por las reacciones del menor-...no estás...mal dotado...pero...no creo...que aguantases...sin llamarme...a gritos...-pero a pesar de sus amenazas, siguió acariciando con la lengua aquel órgano, cada vez más grande y caliente, mirándolo fijamente a los ojos.

Sonrió aún mas lascivo ante aquellas amenazas que para su sorpresa no le espantaban ni desagradaban ni mucho menos, de pronto el peliplata estaba conociendo una faceta de si mismo que descnocía por completo y le gustaba.
- Si...ah.yo...mm..- soltaba las sabanas para tomar el rostro de Lenin con ambas manos y mirarle con expresión entre suplicante y extasiado.- Te llamaria ah a gritos...si hicieras eso..ah ah! -
Ya no pudo controlarse , sujetandole como estaba movía las caderas cadenciosamente acompañando los movimientos de su amo para finalmente liberar sus fluidos violentamente acompañado de unos gemidos que más parecían gritos de puro placer en el que fué el primer orgasmo de toda la vida de Hayden.
Tras eso , unos segundos después pareció reaccionar y miró a Lenin totalmente desconcertado con la respiración totalmente agitada, como si acabara de hacer algo terrible.

El narcotraficante estaba desconcertado a más no poder y daba gracias al de arriba por no tener vecinos debajo, aunque si los gritos de Hayden se habían escuchado fuera, siempre podían haberse confundido con los ocasionales gritos del sótano. Ahora resultaba que el menor tenía un lado oscuro relacionado con el sexo...
Los fluidos del esclavo habían caido estaban repatidos entre la boca y la cara de Lenny, y juraría que aquello había llegado hasta su pelo. Definitivamente, era una de las mañanas más raras que había tenido en toda su vida.

-...necesito...un baño...-murmuró entrecerrando los ojos y mirando al esclavo, que parecía tan confuso como él por todo lo que había pasado-...y también...comer...algo...,sólido...

El momento para el sexo había pasado, y ahora lo único que quería era bañarse y comer algo, y descansar un rato para que su espalda no lo matara con todo el roce que habían tenido.

Le miró avergonzado , pasando la mano por su rostro para retirar el semen que pudo , pensó en disculparse pero no, aquello lo había provocado Lenin y por mucha verguenza que sintiera en ese momento no tenía motivos para pedir perdón, aún habiendole pringado de aquella manera.
- Sí...- su respiración ya volvía a ser normal y su temperatura también bajaba.- yo creo que también deberia bañarme...-le decia con media sonrisa apartandose uno de los mechones de su pelo de la frente que había quedado pegado por el sudor que cubría casi todo su cuerpo, se incorporó un poco abotonandose aquella camisa que sin fajar en los pantalones le quedaba casi por las rodillas, por lo que no consideró necesario ponerse los pantalones de nuevo.
Como si nada hubiese pasado se acercó a Lenin dandole un rápido y suave beso en los labios y se levantó dirigiendose al baño.
- Te lleno la bañera , si?...- no esperó su respuesta y se dispuso a llenar la bañera de agua caliente mas unos cuantos patos, dejandola llenando en lo que iba al lavavo de pié, y echarse agua fría a la cara para bajarse los colores que aún tenía en las mejillas.

Se levantó de la cama de un salto y se dedicó a recoger las sábanas y la colcha y meterlas en la lavadora del almacen de medicamentos caros. ¿Se podría meter la colcha oscura con sábanas blancas?. Llegó a la conclusión de que él no era pintor (ya lo comprobaría de todos modos en la sala de los diplomas) y lo metió todo tal cual, encendiendo el cacharro, que empezó a gruñir.
Luego se dirigió al baño, quitándose la ropa y tirándola tal cual y cogiendo una pequeña bandeja de plástico con inyecciones: además de relajarse era hora de probar unas nuevas inyecciones intramusculares que había encontrado por casualidad la noche anterior en el baño. Armado con todo eso, se unió a los patos de la bañera, profiriendo un siseo, entre agradecido y fastiado por los efectos del calor en su espalda, y se puso a armar un par de agujas, cuya bandeja de flotaba ahora con los patos.

Se estaba secando la cara cuando Lenin entró, solo recogió la ropa que había dejado por ahí , dejandola a un lado para lavarla luego.
Pensó en salirse del baño y dejar a Lenin con sus cosas, pero había algo que sentía que debía hacer.
Se arrodilló a su lado como la noche anterior mirando de reojo aquella bandeja y prefiriendo no pensar en que haría con esas inyecciones.- Esto...- empezaba a hablar con su "timidez" habitual, tomando un mechón de pelo del mayor y manipularlo como ya tenía por costumbre.- Me dejas que...? ya sabes - esperaba que el narcotraficante le dejara lavarle el pelo a pesar que se lo había prohibido de un modo tajante ayer en la furgoneta.

Se encogió de hombros, haciéndolo sitio en la bañera y siguió a lo suyo, llenando las inyecciones con cuidado de lo que parecía ser un vial de color oscuro, lo mismo en lo que había estado trabajando la noche anterior.
Se colocó con cuidado una goma de médico alrededor del brazo, apretando un extremo con los dientes hasta que la piel se empezó a amoratar un poco, momento en el cual pasó a inyectársela.

Pensaba lavarle el pelo desde fuera de la bañera , pero ya que le había hecho un hueco dentro aprobecharía el agua caliente ya que también necesitaba un baño.
Se sacó la camisa , la unica prenda que llevaba, sin desabotonarla, realmente no le hacía falta y entró en la bañera también, agarrando uno de los botes de champú y leerlo por detrás ,pero los ojos se le fueron como quien no quiere la cosa a lo que hacía Lenin, ne entendía porqué hacía eso realmente, para ser sinceros Hayden no entendía lo que significaba drogarse o inyectarse cualquier cosa sin ser por necesidad médica, pero habían demasiadas cosas que el peliplata ignoraba aún.
- No te duele?- le dijo mirandole con cierta preocupación al tiempo que apartaba unos patos que se habían apelotonado a su alrededor.

Se encogió de hombros:
-...cuando...hace...efecto...no...notas el pinchazo...
Echó el émbolo para abajo y se recostó un momento en la pared, cerrando fuertemente los ojos, aquello era fuego líquido, sólo esperaba no haberse equivocado de nuevo con la formula.
-...las...necesito...igual...que...los...patos,...igual que...este trabajo...no me ha...ido...mal...desde que estoy...en el...negocio...tengo...buena cabeza...para la química...y las matemáticos...y soy demasiado viejo...para replantearme mi...futuro laboral...

Le miró con un deje de tristeza, no le gustaba nada que le hiciera eso a su cuerpo, pero entendía que era otra forma de matarse igual que él se había negado a comer...pero aún asi no le gustaba la idea.
Era mas fácil y cómo no pensar en esas cosas, como con todo.Abrió el bote de champú que había escogido específicamente para el cabello de Lenin y se rodó hasta quedar casi detrás de él.- Ven,ponte asi...- Lo sujetaba por los hombros para que se apoyara en él y poder asi lavarle el pelo que aún olía a sangre de un modo mas cómodo para ambos.
Puso una pequeña cantidad del líquido en su mano , generando un poco de espuma para despues empezar a enjabonarle el pelo , masajeando de manera especialmente suave para no irritar esas heridas que aún no estaban curadas.-Avisame si te duele, vale?

El narcotraficante se dejó apoyar y dejó de lado las inyeccio, volviendo a coger su pato favorito y estrujarlo una y otra vez, bastante más entretenido, pero lejos de ser un gesto mono e infantil era un gesto destructivo.
Dejó que el otro le enjabonase el pelo, quejándose un montón de veces de que le dolía, como un crio al que no le gusta que le den tirones al desenredar el pelo.
-...¿...pero...me estás dando un...masaje...con...tus manos...y estás...usando...pinzas...para la ensalada...? -murmuró fastidiado, siseando cuando se acercó peligrosamente a una de las brechas.
El ojo del pato cada vez parecía más desorbitado de los apretones que le daba.

Retiraba el jabón del pelo de Lenny con cuidado con gesto de fastídio, no sabía mover las manos de un modo mas delicado a lo que lo estaba haciendo, aunque trataba de ser comprensivo recordando la cantidad de sangre que perdió el dia anterior por esas mismas heridas, pero aún asi era frustrante.
- No te quejes!- le dijo cuando había terminado de aclararlo, agarrando el bote de mascarilla y extenderla por toda la extensión de pelo, masajeando ahora solo las puntas.-Lo hago lo mas suave que puedo...- le decía ahora mas tranquilo viendo colo estrangulaba el juguete.- ....asi te vas a cargar al pato, lo sabes ...-
Estuvo un momento en silencio, pensando un poco en todo y sintiendose avergonzado cuando recordó lo sucedido hace un momento en la cama, mirando a Lenin de reojo , preguntandose si se le habria olvidado y casi prefería que fuera así...para algunas cosas podía ser una ventaja que su amo tuviese memoria de pez.
Pasados dos minutos aclaró el pelo de Lenin con mucho cuidado de nuevo .- Ya está...no fué tan terrible, no?

-...¿es...tu...cabeza...?...no,...así que...vete al...infierno...-contrargumentó Lenny, tirando el pato lejos, cabreado.
Masajeó un poco su cabeza, fastidiado ante las palabras del otro, pensando si definitivamente no debía olvidar lo de hace un momento y encerrarlo en en el sótano.
Notó que le miraba de reojo:
-...¿se...puede...saber...que demonios...estás mirando...?...me duele...la...cabeza- siseó de forma amenazadora-...si me...estás considerando...atractivo...por...lo...de hace...un...momento...también te puedes ir al...infierno...

Volteó la cabeza sonriendole a la nada , conteniendo las ganas de decapitar él también a algún pato de los que allí flotaban, pero en lugar de eso solo se rodó y se aseó en silencio sin siquiera mirarle, esta vez no tuvo cuidado ni siquiera con su pelo , que lo lavó rápidamente y se salió de la bañera, dejando al rey de los patos con su inanimada corte.
Se enrolló una toalla por debajo de la cintura y recogió la ropa sucia, saliendo del baño sin volver a mediar palabra con su amo, no estaba de humor para seguir soportando aquella actitud infantil tan odiosa.

Fue directo al almacén de los medicamentos caros, encontrandose con la lavadora encendida, se asomó a la pequeña ventana circular y vió lo que se estaba temiendo.
- Que desastre de hombre...- refunfuñaba abriendo aquella puerta y sacar las sábanas que una vez fueron blancas , ahora mas bien grises oscuras, junto con la colcha, que seguia siendo negra.
Se encogió de hombros, aquello no tenía remedio ya y se dispuso a lavar aquella otra ropa pero tampoco estaba muy familiarizado con ese tipo de aparatos, por lo que se apretó bien la toalla a la cintura y se dispuso a averiguar como demonios funcionaba esa cosa.

Observó como el esclavo se largaba, se encogió de hombros:
-...volverá,...vive...aquí...
Se lavó en silencio, entretenido con los patos e inyectándose un par de agujas más, aunque había marcado más su piel con pinchazitos, tenía que admitir que aquellas funcionaban genial.Tarareó algo sin sentido y se puso a apañar su espalda con tiras de calor muscular adhesivas, recordándose que más tarde debería tomarse un analgésico a la hora de quitárselas, porque de otro modo dolería un montón. Se colocó sólo los vaqueros para no mover las pegatinas.
Oyó ruido en el almacen de las medicinas caras y se acercó, su esclavo intentaba manipular cuidadosamente la lavadora con la misma idea que tenía él sobre esos electrodomésticos. Riéndose de la situación, murmuró:
-...cuidado...muerde...- volvió a reirse entre dientes, algo más serio ya le dijo-...necesito...un...recordatorio...mental..., tengo que...tomarme...un analgésico...antes de...quitarme...las..tiras de la espalda...¿...te...acordarás...?
Sin esperar respuesta, cogió una botella de leche del frigorífico y echó un trago largo, observando desde su posición las mesas de laboratorio, sin pestañear y con la mente en blanco.

Resopló fastidiado pensando en que tenía mas de una respuesta sarcástica para los comentarios de Lenin con respecto a su ignorancia a la hora de poner en marcha esa lavadora que a saber los siglos que tenía.
- Me acordaré...-farfulló dandose por vencido e incorporarse mirando con fastidio a aquel cacharro.
Se acercó a Lenin con expresión seria y se le quedó mirando unos segundos, parecía en su mundo otra vez.- Tú - le dió un pequeño empujoncito para que reaccionara.- Enséñame a usar esa cosa.- le dijo igual de serio señalando la lavadora.- Me ocuparé yo de la ropa a partir de ahora para no terminar con todas las prendas descoloridas , asi que dime como se usa.-Bajó el tono de repente, como si algo le dijera que debía moderarse.-...por favor.