El retorno del narco [Hayden]

No le gusto nada que el esclavo lo empujase, así que su mente quería venganza.
-...te he...contado...alguna vez...la historia de la persona...que me...amenazo...si le tocaba un...pelo de...la cabeza...-lo miró claramente amenazante, como si estuviera apunto de hacer una tontería-...cumplí...mi promesa...y le envié una caja...como...esta por...correo...a sus padres...-cogió una caja de medicamentos, en la que perfectamente habría cabido su cabeza -....¿quieres...saber...lo que...envié....?
Echó el cuerpo de Hayden a un lado al pasar y giró la manivela de la temperatura y le dió al botón rojo:
-...vuelve....a hacer...una tontería...así...y tendrán....que recomponerte...pero...creo que...ni siquiera...en rozen...te querrán...sólo te perdono...porque eres...aún un...crio..., ni siquiera...te...creas....especial...porque...te haya hecho aquello...
Se alejó del almacén para no hacer una tontería y cargárselo allí mismo, Lenny podía ser muchas cosas, pero todos los que le conocían sabían que tenía impulsos psicopáticos por aquella personalidad tan sumamente desequilibrada y procuraban no enfadarle, ya que solía cometer errores con frecuencia.
-...te quiero...abajo...en 10 minutos...si no apareces...bajaremos al...sótano...
Sonrió maliciosamente antes de desaparecer:
-....y ya...que...te gusta...pensar...que te aten....a una camilla...trae el...collar de perro...puesto...

Le miró con evidente rabia pero no quería empeorar las cosas, no porque temiera lo que supuestamente Lenin le pudiese hacer o no, simplemente no quería que...
Apretó los puños,bajando la vista con resignación.
-Si...en 10 minutos...- se limitó a decir sin mirarle, agarrando la colcha y las sábanas húmedas y salir de allí para subir a tenderlas.
Subió las escaleras murmurando maldiciones por lo bajo, sintiendose totalmente avergonzado.¿iba a seguir recordandole "aquello" todo el día?.
Tendió la colcha y las sábanas aún con ese extraño sentimiento, ya no solo era por lo vergonzoso si no que se sentía extrañamente entristecido.
Minutos despues bajó y se vistió con la penúltima muda limpia que le quedaba, unos cencillos pantalones y una camiseta corriente de un color gris oscuro, se sorprendió de que ambas prendas le quedaban bastante mas ajustadas que las demás que le había traido Lenin, se peinó rápidamente y se recogió el pelo, nunca en su vida le había dedicado tan poco tiempo y buscó el collar de perro...odiaba llevarlo puesto era terriblemente humillante, pero con el mismo pensamiento de no empeorar las cosas se lo puso resignado y bajó al encuentro con su amo, se había retrasado minuto y medio, pero como Lenin no tenia reloj, no le dió importancia.
-...Acuerdate...-Le dijo acercandose pero guardando las distancias y sin mirarle directamente, estaba resentido y no sabía como disimularlo.- De lo de los analgésicos...- terminó por decirle colocandose bien el collar de perro que le irritaba la piel del cuello.

Lenny estaba vestido de manera inusual, con ropa verde de cirujano, que incluso lo parecía parecer respetable, y se estaba recogiendo con rapidez el pelo cuando llegó al pasillo:
-...has tardado...demasiado...tenemos...problemas...-murmuró, bastante más pálido de lo normal, pero con expresión vacia- ha...venido...un caso urgente...y no voy...a poder...salvarlo,...es...más...
Negó fuertemente con la cabeza:
-...atropello...tiene la cabeza...fina...,...creo que...por...algo...ilegal..., necesito...que me...eches...una...mano...-lo agarró del hombro y tiró de él con suavidad hasta la sala de los diplomas, donde había dos personas, un chico de unos 17 años, con la cabeza totalmente abierta sobre la camilla y otro de la misma edad y pelo oscuro que miraba a Lenin con ansiedad y un brillo de locura.
-...iré al...grano...voy a...intentarlo...pero...si algo...sale mal...no pienso...reanimarlo-comentó extremadamente serio-...Hayden...ve pasándome...las...cosas...según las vaya...pidiendo,...no hace...falta...que mires...-murmuró, apretando un momento la muñeca del otro en un gesto de fuerza y reafirmación.

No dijo nada al ver aquella carniceria, no sintió nada de lo que era lógico que debiera sentir, ni miedo , ni horror...ni siquiera lástima por aquellos dos, no...seguia asombrandose de las cosas que descubría de si mismo por culpa de Lenin.
- Que marranada...-murmuró con fastidio al ver toda esa sangre con el único pensamiento de que despues le tocaría limpiar....eso sí que le horrorizó de algún modo. ¿desde cuando era tan fríbolo con respecto al sufrimiento ajeno?
- Muy bien...- se soltó del agarre de Lenin poniendose serio a su lado.- Empecemos pues, ve diciendome.
Finalmente resultaba que si que era cierto que su amo era médico...solo esperaba que no le diese por perderseen su mundo en lo que trabajaba con esos dos, no le apetecía nada tener que tratar con cadaveres...otro pensamiento inquietantemente frivolo para el peliplata.

Se imaginó que estaba en una habitación vacia, igual que cuando hacía prácticas, y se puso a trabajar con extremo cuidado, colocándose unas gafas para ver de cerca, y pasando con cuidado el bisturí para marcar la raja del cráneo, abriéndolo un poco y manipulando los tejidos cuidadosamente con dos varillas de metal, pidiendo los materiales al esclavo.
-...inclina...un...poco...la...lámpara...y sécame...el...sudor...-murmuró.
Después de lo que parecía ser media hora operando paró en seco.
-...está...muerto...la cabeza....ha...dejado de funcionar...ahora...es...un...vegetal....-le informó tranquilo pero mucho más pálido de lo usual-...se...le...ha muerto...el cerebro...lo siento- informó al otro chico, que parecía a punto de ponerse a gritar.

Atendió en silencio a todas las indicaciones de Lenin, aunque no estaba seguro de que eran ni la mitad de las cosas que le pedían , pero ni medió palabra para preguntarle ni para decirle nada, se veía extrañamente concentradisimo y tal vez sacarle de ese trance podria ser fatal para la operación.
- Muerto...- repitió separandose hasta una mesa y apoyarse allí resoplando, aquello había sido bastante cansado y desagradable, en cierto modo le fastidiaba no haber podido hacer nada tras tanto esfuerzo.- Y ahora?- preguntó serio a Lenin que tenía francamente mala cara a pesar de parecer mantener la calma, tratando de no mirar la expresión del otro chico, intentaba comprender su situación, pero no sabía porqué solo sentía molestia por verle allí de ese modo.

Agarró el bote de lejía que había días antes en la habitación y llenó una inyección hasta arriba:
-...no puedo...sería una estupidez...reanimarlo...seguiría...siendo un cadaver - le tiró un fajo de billetes al chico, mirándolo fijamente-...no sé...en qué...estabais...metidos...pero...quiero...que te largues...tú eliges...si te lo llevas...si no,...nos...ocupamos...puede...que...creas que...a los...17 o 18 años...este es el amor...de tu...vida...pero no tienes...ni puta...idea...ni la...tendrás...hasta los 25..., si no...te largas...correrás su misma suerte.
Sin mediar palabra pinchó el pecho del tío moribundo, a la altura del corazón, y después de un gesto de dolor, su cuerpo se relajó, estaba tieso como un palo.
Se volvía a encontrar mal, y pensó que bien podía ser el efecto de las drogas combinado con aquello.
El chico de pelo oscuro se quedó impactado, y durante un momento llamó de todo al narcotraficante, pero ante el dinero y el miedo a lo que acababa de contemplar se largó rápido, cadaver incluido.
Cuando se hubieron largado, Lenny se dejó caer contra la mesa del instrumental y de manera silenciosa y mecánica encendió un cigarrillo, dando un par de caladas y escondiendo la cabeza entre las rodillas.
Definitivamente aquella era una de las mañanas más extrañas y odiosas de su vida.

De todo cuanto habia visto en ese rato lo que mas le impactó fueron las palabras de Lenin , que le dejaron pensativo , aunque no sabía muy bien porqué.
Una vez quedaron solos de nuevo , Hayden siguió sumido en sus pensamientos un rato más, viendo a Lenin con expresión lastímera, no podía ni hacerse una idea de lo que pasaba por su mente en ese momento, pero si ese era su día a día , acompañado por las drogas y sus delirios...definitivamente no era la mejor de las vidas.
Sin decir nada salió de allí con paso silencioso , agarró el cubo y lo llenó de agua limpia, también la fregona y unos cuantos trapos y regresó, el mayor estaba exactamente en la misma posición solo había cambiado el cigarrillo, que estaba a medio consumir en sus labios y la ceniza colgaba sin caer aún.
Limpió la sangre del suelo y de la camilla, los trapos quedaron inservibles y los tiró a la basura, no pensaba lavar aquella sangre.
Limpió también el instrumental que habían usado como pudo y una vez hubo terminado se acercó a Lenin ,arrodillandose a su lado.-....Estás bien?- Le preguntó tras medio minuto de silencio en el que dudó si debía decirle algo o no, en parte temía la reacción que pudiese tener con él tras eso.

Notaba a Hayden trajinando a su lado y limpiando la sala, pero le daba igual, estaba bastante triste, sobre todo gracias a sus drogas experimentales. Sabía que ese sentimiento era químico y que esa operación fallida en concreto había despertado viejos recuerdos y alterado su subconsciente.
Cuando notó al esclavo a su lado, levanto un poco la vista, sin fijarse en su cara, perdida en el cuero del collar de perro que el otro llevaba.
No contestó a su pregunta, lo miró un instante y lo abrazo, o más bien, se abrazó a él, esperando que aquel molesto sentimiento se esfumase.

Se sintió desconcertado cuando el mayor se le abrazó, por un momento le pareció que los inexpresivos ojos de Lenin estaban llenos de tristeza y ante todo aquello el esclavo se quedó sin saber que decir o hacer, una sensación que empezaba a hacerse habitual para él.
Suspiró e hizo lo único que se le ocurrió: en silencio abrazó al narcotraficante también acariciando suavemente su cabello y besandole con cuidado su dañada cabeza en actitud entre tranquilizadora y protectora.
Por un momento pensó que tal vez aquello no le gustara al mayor, en momentos así no sabía que podria pasar, pero pensaba que era la unica manera en la que el podía servir en aquel momento y así lo haría el tiempo que lo necesitara.

Se relajó en el abrazo,apoyando la cabeza en el hueco de su cuello, aferrándolo un poco más. Consciente de que debía de ser una posición incómoda y que no podría aguantar su peso durante mucho rato,abrió un poco las piernas, dejándole espacio y le apoyó contra su cuerpo.
-...ahora...¿él...que te da...asco...no soy...yo?-murmuró el narcotraficante contra el cuello del peliplata. Estuvo un durante un minuto más abrazándolo, lugo se apartó un poco y se quedó mirando el cigarrillo, olvidado y consumido en el suelo a su lado.

Se mantuvo en silencio en todo el rato en que duró aquel abrazo, era un silencio que tenía la seguridad que el narcotraficante necesitaba, hasta que oyó su pregunta, sonrió de lado y cuando este se separó solo negó con la cabeza, levantando la barbilla de su amo para que le viese.
Retiró aquellos mechónes blancos de su rostro, que ahora le impedían ver sus ojos y le habló inusualmente suave, hasta para él:
- No importa lo que pase.- Se acercó y le besó la mejilla, aún manteniendo su rostro.- Jamás podrías darme asco.
Volvió a sonreirle y se levantó, extendiendole la mano para que también se incorporara, no quería que pasase más tiempo en ese lugar y despues de lo que había pasado se sentia aún mas seguro de sus convicciones con respecto a Lenin pese a todos esos cambios de humor tan molestos que tenía a veces, pensaba también , que si debía cargar con él hasta llevarlo a otro lugar también podria hacerlo sin derrumbarse.- Vamos.- le dijo aún con la mano extendida hacia él.

No acababa de entender cómo la presencia del esclavo podía ser tan agradable, entrecerró los ojos relajado cuando el otro tomó su rostro y lo besó en la mejilla.
Asintió despacio con la cabeza y cogió la mano del otro, levantándose:
-...siento...lo...de...-se quedó en blanco un par de segundos-...ya..sabes...también...por...-murmuró-...el sexo...es...sexo..pero..besar a...alguien...es otra...historia...
Observó un momento la consulta, algo ido y sorprendido porque todo pareciera tan normal, una cosa era matar gente sin escrúpulos y otra que se te quedara alguien en la camilla.
-...estoy...cansado...y me muero...de...hambre...-murmuró-...ya es...hora...de algo´sólido..

Realmente el esclavo no pudo entender del todo lo que Lenin le decía, para él todo era aún nuevo y desconcertante, todo cuanto había vivido en estos días junto a él desde que salió de Hanori.
- Descuida...- fue su unica respuesta a lo que él consideró una peculiar disculpa de boca de su amo, pensando también que no tenía tan mala memoria despues de todo, lo que no sabía con certeza si era bueno o malo. Se sorprendía de cómo las cosas le afectaban menos de lo que esperaba cuando se trataba de otras personas , como aquel camarero de orondo trasero o aquellos dos chicos que habían estado en el quirófano antes, sin embargo todo lo que tenía que ver con el narcotraficante le afectaba de un modo que empezaba a inquietarle.

Le acompañó hasta la cama una vez estuvieron en la zona "habitable" del PCP Centrum.-Descansa un poco en lo que yo...-se sobó la nuca algo incómodo.- Bueno, realmente no sé si sabré preparar algo picante, pero puedo intentarlo.- Y sin más fué a la nevera quedandose mirando el interior, había varios tuppers con lo que parecían sobras de esas comidas picantes que solían ser del gusto de Lenin, tras comprobar que estaban en buen estado se dispuso a mezclarlas con otros ingredientes que habían comprado al día anterior y finalmente quedó algo con bastante buen aspecto. - Espero que sea comestible al menos...-le decía ofreciendole el plato que humeaba un poco pero no estaba tan caliente como para quemar.

Se dejó llevar a la cama y se quedó allí, sentado encima del colchón con las piernas cruzadas, aburriendose al no notar cerca al esclavo y poniéndose a leer un libro sobre sustancias químicas apoyado contra el cabecero:
De pronto el esclavo volvió con lo que parecía comida, y se fijó por primera vez en la ropa que llevaba y en lo bien que le quedaba aquella camiseta gris:
-...estás...muy bien...así...vestido -sonrió de manera gatuna, aunque de modo menos entusiasta que hacía unas horas-...me están...dando...ganas...de arrancarte...esa...camiseta...y tirarte contra..el suelo...
Apartó los trastos de una de las mesas y acercó dos sillas, y puso un pastillero encima de la mesa, sentándose en un de los lados y cogiendo el tenedor para empezar a comer:
-tómate...dos...,...vitaminas-murmuró

- Arrancarmela? - Le miró con su habitual media sonrisa enarcando una ceja con expresión escéptica.- Para una camiseta que me gusta como me queda no quisiera que acabara hecha jirones...- rió por lo bajo yendo a por las vitaminas, las mismas que había tomado la primera noche que pasó allí y tragarselas sin agua pero masticandolas un poco para que no le doliese al tragar, cosa que no consiguió.-Argh..- se llevaba las manos a la garganta con gesto de dolor, empezaba a molestarle que le doliese así cada vez que tragaba algo.
Tomó una de las naranjas que habían comprado y la peló, comiendo algunos gajos, mirando con cierta envidia como comía Lenin, seguramente si él comiese de ese modo tan natural su estómago colapsaría.
-Ademas que el suelo...- comía otro gajo masticando lentamente.- Está frio...- dijo volviendo junto a Lenin , sentandose a su lado y ofreciendole la mitad de la naranja.- No está nada ácida,toma...creo que te sentará bien.- seguía convencido de que él no era el único que estaba falto de vitaminas.
Le rondaban mil cosas por la mente, sobre todo por lo que había pasado hace un rato en la "sala de operacioes", pero ahora que parecía que su amo estaba mas tranquilo no quería importunarle con sus ingénuas preguntas.

La faceta burlona de Lenny salió a relucir:
-...yo te calentaría...encantado...-sin mediar palabra, cogió uno de los gajos que el esclavo se estaba metiendo en la boca y se lo quitó con la suya, cogiéndolo con los dientes y masticándolo-...te...tomo...la...palabra...- se rió entre dientes de forma seca y gutural, que le era tan propia-... puaj...dulce...toda para...ti,...a mi...me van más..las...pastillas -volvió a su comida, agarró el libro que estaba leyendo, y lo puso sobre la mesa, para seguir un rato-...aunque...creo...que con lo...de esta mañana...aún seguirás...calentito...-volvió a reirse entre dientes, sin apartar la mirada del libro, quería olvidar cuanto antes el episodio de la operación fallida, y admitía que al mismo espíritu burlón que le incitaba a quitar manteles con sus propietarios encima, también le divertía fastidiar un poco al menor

- No está tan dulce...- protestaba terminandose la naranja tratando de ignorar los comentarios del otro, pero parecía que de verdad el narcotraficante se había propuesto divertirse a su costa.
Apartó la vista inflando los carrillos, lo que no hacía más que acentuar un leve sonrojo que había aparecido de nuevo en su rostro...de verdad que intentaba ser paciente con Lenin y que no le molestara lo que le decía y de hecho lo estaba consiguiendo bastante bien, pero eran esos comentarios vergonzosos lo que le hacían hervir la sangre , aún mas que cuando le gritaba o amenazaba.
- Calentito?!!- le miró con creciente rubor pero claramente molesto.- No se suponía que olvidas la mayoria de las cosas pasadas unas horas?!- A su mente volvieron las imágenes de esa mañana y las ganas de tirarle una silla a su amo fueron sustituidas por una imperiosa necesidad de esconder la cabeza bajo tierra, en algún lugar donde Lenin no pudiese ver su expresión que reflejaba la vergüenza que pasaba solo de acordarse de lo sucedido.- Has tenido que recordar precisamente "eso"...- se dejaba caer en la cama agarrando una almohada y cubrirse la cabeza, como si así pudiese esconderse.-Mira que eres retorcido...

Se partió la caja ante el comportamiento del esclavo, pero teniendo en cuenta que acababa de abrazarle y ayudarlo sin condiciones decidió comportarse un poco. Dejó el libro y el plato vacio y se acercó a donde estaba el esclavo, que parecía tener complejo de avestruz, y le acarició con cuidado la espalda.
-eh...no tienes...nada...de que avergonzarte...a mi...me ha encantado...ocuparme de...ti...y de tu...cuerpo...-besó con cuidado su nuca a la altura del chip-y no me importaría...hacerlo..mil...veces más...y ver tus...preciosos ojos...azules...pidiendo más...o es que ...crees..que ¿el collar es...por...motivos...prácticos...?-se levantó de la cama para ir a recoger los platos-...en cuanto..a...mi memoria...sólo la...tengo...asegurada...a corto...plazo,...por lo...demás...sólo recuerdo...cosas...que...pasaron hace...tiempo o...recuerdos...dispersos... sólo recuerdo...números...y fórmulas...de...manera...permanente....y al parecer...también tu...nombre...

Por lor nerviós que había pasado le entró frío inesperadamente, comenzando a tiritar levemente como de costumbre.
Lenin no dejaba de sorprenderle, en parte claro , ya que estaba mas que seguro que se reiría de él por aquello, debía ser tronchante para él encontrarse con una actitud asi en su esclavo, tan inexperto como era en los temas sexuales que apenas empezaba a descubrir.
La extraña cualidad calefactora de Lenin apareció de nuevo, haciendo que el temblor del cuerpo de Hayden cesara en cuanto entró en contacto con su piel, debía ser honesto consigo mismo , le agradaba que el narcotraficante le tocase de igual modo que le había agradado lo sucedido esa mañana, aunque porsupuesto no lo dijo pero tenía la certeza de que Lenin ya lo sabía.
Se incorporó quedando sentado una vez su amo se había alejado, colocandose aquel molesto collar del que se acordó cuando hizo alusión a él.
-Me alegro de que lo recuerdes...-le dijo sin mirarle de frente, colocando la almohada en su lugar.-Mi nombre quiero decir...- Se levantó mirando el colchón pelado.- Ah, si...voy a...-dijo como para si mismo recordando que las sábanas ya estarían secas, esa conversación le había inquietado un poco y prefirió salir del campo visual de Lenin e irse a recoger las sábanas , al menos asi le daría tiempo a que la piel de sus mejillas volvieran a su color habitual.

Sonrió ante las palabras de Hayden, y cuando estuvo lo suficientemente alejado para que no lo viera hizo el típico gesto de triunfo de "toma ya".
Cuando se asomó de nuevo desde el almacén de las medicinas caras el chico ya no estaba, y cuando miró la lavadora tampoco las sábanas. Había olvidado lo que había hecho con ellas, pero había encontrado algo igualmente interesante: una caja de papel de colores de aspecto amarillento y se dispuso a recuperarlas:
-...
Lo agarró y se lo llevó al colchón, desparramando los papeles por todos los lados y poniéndolos en un orden que sólo él entendía, para después hacer lo que parecían muñecos cabezones compuestos por una bola en la cabeza y el resto de papel en forma de cono, permitiéndoles sostenerse. Luego cogió un rotulador y les dibujó una sonrisa bovalicona y a algunos una sonrisa macabra y dientes. Luego volvió a coger el libro y se tumbó, apoyado en el cabecero de la cama y empezando a leer, rodeado de aquellos muñecos extraños por todos los lados y satisfecho consigo mismo y la solucción.

Recogió las sabanas y la colcha bastante rápido allí arriba hacía muchisimo frío y estaba todo nublado, parecía que se iba a poner a llover de un momento a otro.-je...sabanas grises...- se sonrió a si mismo con la imagen mental de Lenin metiendo tola ropa oscura con la blanca junta a lavar, preguntandose también si no tendría alguna camiseta blanca que pasó a ser rosa por accidente.
Bajó también rápidamente controlando el temblor de su cuerpo, adentro hacía una temperatura bastante mas agradable por lo que le resultó fácil, se acercó a la cama dispuesto a vestirla cuando vió a Lenin allí tumbado rodeado de aquellos monigotes.
- Oye, que iba hacer la ca...ehm...- alzó ambas cejas dejando la ropa de cama a un lado y mirar todo aquello algo perplejo- ...y toda esta gente?

Levantó la mirada algo sorprendido, Hayden había vuelto y por su cara debía de hacer frio fuera:
-muñecos...ceremoniales...para la recuperación de sábanas...-murmuró con una inquietante seguridad en sus palabras-...creo...que...también recuperan...matas de...puerros...pero no...lo digo...muy alto...porque creo..que no lo...saben -comentó en tono confidencial-...aunque...hay...un par...que creo que...finjen...y saben...que yo lo...sé
Luego miró las sábanas que el esclavo había dejado a un lado:
-espera...un...momento...esas no son...las sábanas...eran blancas...-escudriñó los muñecos con disgusto-...¿de..dónde..habeís sacado...unas sábanas...grises...?...nos habeís engañado..., !odio...esa falta...de...! -se quedó un momento en silencio, sin saber que decir y apartó con el libro los que tenía más cerca, tirándolos al suelo-...así...aprendereís...

- Ay Dios...- Una risa nerviosa escapó de sus labios, ¿volvía a estar jugando como con los patos?, en ocasiones como esta Hayden no terminaba de estar seguro de si de verdad Lenin se creía esas historias que él solo se montaba o si era consciente de que le hablaba con indignación a unos monigotes de papel, pero al igual que con los patos o con los animalitos de papel, la actitud de Lenin por muy incoherente que pareciera, invitaba a unirse al juego.

- Tsk...que poca profesionalidad...-fingia enfado agarrando de nuevo las sábanas y la colcha y subirse a la cama de rodillas.- Mira que cambiar las sábanas...- negaba con la cabeza como si aquellos muñecos le hubiesen decepcionado profundamente.
Miró a Lenin como quien mira a un niño que se interpone en las tareas de su madre.- Te levantas por favor? tengo que hacer la cama.- le sonreía ladeando la cabeza.- a lo mejor estas "nuevas" sábanas quedan bien con la colcha.

-...no lo...creo...no me gustan...las cosas..grises-murmuró algo fastidiado- quizás...si...esperamos...un...poco...más...encuentren las...blancas...,...una vez me..pasó algo...parecido...sólo...encontré...ropa rosa...y yo...metí...blanca...en la...lavadora...
Por alguna extraña razón obedeció ante la petición, y se quedó en cunclillas al lado de la cama con su libro y buena parte de los monigotes de papel, con ganas renovadas de jugar y siguiendo todos los movimientos del peliplata con interés y anticipación, a todas luces maquinando algo nuevo.
-...¿ya está...hecha...?-preguntó cuando Hayden había puesto la colcha y la había alisado-...a mí...me gusta...algo...más deshecha...-murmuró, levantándose de golpe y derribando al menor contra la cama, muerto de risa.