"A casa". Llevando a Hayden [privado]

El coche paró con un fuerte frenazo, haciendo que Lenin se clavase las gafas de culo de vaso al inclinarse peligrosamente hacia su ventanilla. Con un insulto, volvió a colocarse las gafas y abrió pesadamente la puerta, tras susurrar al otro que le siguiera. El conductor estaba unos metros alejado del coche, esperando. Lenny se acercó a él y le metió con disimulo en la chaqueta lo que parecía un paquete cuadrado envuelto en papel marrón, a lo que el otro se retiró satisfecho.
Delante de ellos se encontraba un lúgubre y ruinoso edificio de dos plantas, que se distinguía de todos los igualmente ruinosos edificios de alrededor por su capa de pintura de plomo rosa, y un flamenco de mirada perdida colocado enfrente de la puerta principal, que tenía la persiana de metal bajada en la que se leía la misma inscripción del cartel. Una pequeña ventana al lado de la puerta estaba cerrad a cal y canto.
-...sigueme...si no te gustan...la correas...ni quedarte tieso...
Miró a los lados, cercionándose de que no había nadie a los alrededores, después de todo la zona 0 era el peor lugar de todo Zados. Entraron por la puerta de atrás, mientras Lenny no paraba de vigilar inquieto, mientras quitaba la multitud de candados que sellaban la entrada. Se oían gritos a lo lejos, y de algún edificio de alrededor salía humo negro...sólo esperaba que no fuera una de esas noches... Cuando Hayden hubo entrado volvió a colocar todos los candados, y encendió los plomos, quedando el ambiente bañado por la multitud de verdosas luces de neón, revelando lo que parecía una farmacia normal y corriente...si no te ponías a leer las etiquetas...
-Esta...es la sala de...los diplomas...sólo es para...aparentar - comentó abriendo una sala cercana, que parecía la consulta normal de un médico, con la pared del fondo llena de diplomas a nombre de Lenin Tenembaum- ...aunque no recuerdo...haberme sacado la mayoría...la de al lado, es un qurófano...también para aparentar...todas esas máquinas...son diseños mios...asi que son bonitas...pero no acabo de entender como funcionan...en esa época...tomaba...mucho...ácido...
Siguieron andando por el largo pasillo, al fondo había una sombría puerta, a la cual sólo se podía acceder por unas empinadas escaleras, con multitud de cadenas alrededor del pomo:
-el sótano...si es de verdad...suele haber mucho ruido...allí abajo...pero...te está totalmente prohibido...entrar...o te meto una inyección de lejía- susurró, mejor dejar las cosas claras...
Una puerta enrrejada al lado del sótano, dejaba ver una tétrica escalera de caracol circular. Abrió la puerta con otra llave y le cogió levemente del brazo, para arrastrarlo al piso de arriba.
A diferencia del aspecto desapacible y perturbador de las luces de neón, el segundo piso estaba pintado entero de blanco, y parecía bastante más acogedor. En la sala principal había una cama de matrimonio de colcha oscura, multitud de pequeñas mesas, con todo tipo de probetas y líquidos en movimiento, que echaban un poco de humo, multitud de plantas de marihuana por aquí y allí, el típico calendario pornográfico (en el que aún uno podía deleitarse con el precioso trasero del tío de febrero) y un anticuado ordenador portatil. Justo enfrente había otra pequeña sala sin puerta, donde se veía lo que parecía ser un almacén improvisado y protegido por una reja y más candados: la sala de los medicamentos y drogas caras.
A la derecha e izquierda, dos puertas cerradas.
-aqui...vivo yo...se podía decir que es... mi habitación y despacho...pero este de verdad...los sofás están en el baño...pero no recuerdo por qué...a la derecha...el baño...a la izquierda...la sala de recuperación...para clientes con pasta...o que no acabarán bien...también conocida como sala de invitados...puedes ocuparla si lo deseas...espero que no..te de miedo...que la gente muera allí dentro...tengo algo de ropa en el armario de dentro...puedes coger lo que te valga...si quieres calentarme la cama...tampoco me negaré...eso si...si alguna vez...me ves muy enfadado...encierrate allí...por lo que pueda pasar...
Suspiró cansado: -coge otra muda...te espero en el baño...hueles mucho al edificio de hanori...
Sin más explicaciones, se metió en el baño y cerró la puerta, empezó a poner agua caliente en la enorme bañera, tan grnde porque antes se lavaban los cadáveres, pero que él había convertido en uno de los centros neurálgicos de la casa.

Siguió a su amo lo mas cerca que pudo en cuanto salieron de la furgoneta, todo aquel ruido, el humo, todo era muy gris, apagado y triste, no era precisamente lo que Hayden esperaba del mundo exterior, pero era el mundo exterior y con eso le bastaba.
Una vez dentro sus ojos se iban sin querer a todas partes en cuanto el mayor encendió esa luz que tan familiar le era, si , era muy parecido a los laboratorios y salas de consulta de hanori, donde habia pasado mucho mas tiempo del que hubiese deseado, saltaba a la vista que su amo tenía una singular doble vida, a cada paso que daban el peliblanco se convencía mas de ello, pues el ambiente se volvía mas lúgubre por momentos.
El sótano, se lo había nombrado en la furgoneta y tras las nuevas palabras parecía un lugar bastante peor de lo que había imaginado.- Descuide...ni me acercaré...- susurró ignorando la "amenaza" de la inyección letal, mas bien por pura ignorancia pues Lenin hablaba constantemente de cosas que al esclavo se le escapaban , " ácido, Lejia, mercancía, negocios", le hacía sentir un tanto ignorante, pero ¿que otra cosa se podía esperar de alguien venido de hanori?

Al subir al piso de arriba se sintió bastante mejor, parecía un lugar bastante acogedor pese a lo que decía el mayor, sonrió de medio lado recorriendo con la mirada cada rincón de la estancia, era lo mas parecido a un "hogar" que había tenido nunca y eso era extrañamente reconfortante teniendo en cuenta la situación, además que habían ciertos detalles en la forma de ser de su amo que le resultaban cómicos, aunque de un modo un tanto perverso.
- Bueno...-empezaba a decir manoseando uno de los mechones de su pelo que mas a mano tenía.- lo cierto es que preferiría no dormir en un lugar donde muere gente...- le miró manteniendo esa extraña sonrisa de medio lado. - pero si para usted está bien para mi también lo está.

Se estaba sorprendiendo a si mismo de esa tan inusual actitud sumisa que estaba adoptando con ese hombre, un desconocido al fin y al cabo que ya le había "insinuado" en dos ocasiones que le mataría.
Le vió entrar al baño y quedó allí, quieto, solo asintió y tomó una de las mudas que había traido de Hanori,- huelo...? - murmuraba para si mismo yendo también al baño pocos minutos despues y quedar quieto en espera de la siguiente orden, sin darse cuenta había empezado a tiritar de nuevo.

-Entra...-dijo lo suficientemente alto para que el otro lo oyera en cuanto notó movimientos a la puerta. No había desperdiciado el tiempo, había l asaltado la bañera,llenando hasta los topes de agua caliente y se había quedado en un extremo, rodeado por lo que parecían ser kilos de espuma, un pato de goma amarilla de un solo ojo, que se alejaba poco a poco hasta el otro lado, y el cuerpo inclinado hacia delante, con medio cuerpo apoyado en la bañera y un libro voluminoso y con cubierta envuelta en papel de periódico en sus manos...no bromeaba cuando hablaba de un punto neurálgico.
Se había quitado su aparatoso atuendo anterior y sus ojos violetas pasaban tranquilamente y perdidamente de una línea a otra, mientras su pelo rojo se desparramaba por su espaldas, con un mechón blanco y especialmente molesto sobre un lado de la cara, por el efecto de la humedad.
-...adelante...-murmuró- ...como si estuvieras...en tu casa...

Entró en aquella estancia algo cohibido, mirando curioso como se lo había montado su amo, definitivamente era una persona ingeniosa, no cabía duda de ello , solo bastaba con mirar cualquier rincón de aquella "casa".
Echó una ojeada a la bañera y acto seguido a quien estaba en su interior, quedando con los ojos bastante abiertos ¿ se trataba de la misma persona? Eso parecía , la menos la voz si era la misma, pero para el peliblanco era como encontrarse con alguien totalmente diferente, mucho mas agradable a la vista, sin duda y mas por un detalle que le dejó mudo.

Volvió a sorprenderse a si mismo desvistiendose delante de él con una paciencia pasmosa, dejando la ropa bien colocada junto a al muda y entrar tambien en la bañera, quedando sentado frente a él y mirarle fijamente, sabía que era de mala educación, pero no podía evitarlo , había quedado fascinado con algo....- Es....es bellisimo...- dijo extendiendo una mano lentamente y llevarla sin pensar a la melena ajena y palpar aquel cabello bicolor que simplemente le había fascinado.
Reaccionó escasos segundos despues, retirando al mano rapidamente y bajar la mirada, quedando con la vista fija en la espuma, era la primera vez que tomaba un baño asi.- Lo siento...- susurró avergonzado por haberse tomado esas confianzas.

Dejó de leer mientras observaba como el otro se desvestía lentamente, seguía estando un poco delgado, pero era definitivamente mejor que su calendario pornográfico, pero no acababa de entender que demonios miraba tan soprendido, durante un momento miró de reojo hacia atrás, esperando ver una inmensa mancha de humedad o algo parecido. Se metió en la bañera, frente a él y notó su mirada fija, intentó volver a concentrarse en el libro, pasando de su mirada, el peliplata murmuró algo sobre un objeto bello y de repente notó como si alguien le tocara levemente el pelo. Sorprendidos, los ojos violetas le miraron algo intrigado, sin saber muy bien qué había hecho ni a que se refería, sólo vió el pato, que ahora mismo, chocaba lentamente contra su hombro, enrredándose entre su pelo. Soltó un leve aah de entendimiento, y separó el pato de goma de la separación entre ambos, situándolo a su lado con aire protector.
Había malinterpretado el gesto y las palabras del otro, pero había cosas que no le cabían en la cabeza, como poder resultar atractivo para otros hombres.
-...tienes el jabón a tu lado...y un bote entero de champú-murmuró distraido, volviendo a su libro y manteniendo el patito de goma desconfiadamente a su lado.

La reacción del otro le dejó aún si cabe mas estupefacto que aquella melena blanca y roja,¿ de verdad pensaba que pretendía algo con aquel pato de goma tuerto?, ya le resultaba cómico que se bañara con el grán tópico en estos casos como era el típico pato amarillo, para que encima lo celara de ese modo, en la mente de Hayden, lejos de pensar que ese comportamiento se debía a algún tipo de desorden en aquella mente extraña, le resultó un gesto simplemente tierno, casi infantil, que le provocó una risa que controló cuanto pudo para no estallar en carcajadas.

- No , me referia a su...- dijo controlando la risa y señalando al pelo de su amo, pero viendo que este estaba enfrascado en su lectura solo sonrió sin terminar la frase.- je...olvidelo...
No cogió ni jabón ni champú de momento, estaba entretenido jugueteando con la espuma, y el agua estaba tan caliente...nada que ver con las duchas a base de manguerazos de agua helada de Hanori, aquello era relajante y placentero, tanto era así que por primera vez en mucho tiempo el peliplata se sentía bien en casi todos los sentidos, cerró los ojos y se acomodó "como si estuviera en su casa"tal y como le había dicho el mayor hacia un momento, haciendo la cabeza hacia atrás y dejando que toda su larguisima melena quedara empapada y volver a incorporarse, quedando sepultado por la misma que formaba una blanca y lisa cortina sobre sus ojos.
- Este es mi primer baño de verdad...-comentaba en un tono relajado, sin estar seguro de que el otro le escuchaba.

-...yo lo hago...a menudo...mi cabeza..funciona mejor aqui...por eso..debe ser...lo de..los sofas-acabó de leer el capítulo y dejó el libro en el suelo, lo sufientemente alejado para que no se mojase. No entendió por qué el otro se reía, pero tampoco le gustó, decidió pasarlo, porque al fin y al cabo no recordaba dónde había colocado la última provisión de botellas de lejía.
Se intentó apartar algo molestó el mechón blanco de la cara, pero éste volvía a pegarse a su rostro una y otra vez, eso es lo único que odiaba de bañarse: esa molesta humedad, quizás con un poco de espuma fuera mejor. Se apartó del borde de la bañera, y se estiró un instante por encima del cuerpo de Hayden para agarrar el bote de champú, rozando ambas pieles. Pasó de cualquier instinto sexual, había logrado su objetivo y el bote de champú estaba en su poder, junto al pato. Echó un poco en la mano e hizo la suficiente espuma para empezar a lavarse el pelo.
El maldito mechón blanco obstaculizaba su trabajo y campo de visión, normalmente tardaba bastante en lavarse el pelo, pero ya que tenía un esclavo debía empezar a aprovecharse de la situación.
Envió con un leve movimiento de muñeca el bote hasta el extremo en el que se encontraba Hayden.
-quiero...que...-se quedó en blanco, con los ojos idos, pensando cómo demonios se acababa de formular esa frase.

Echó una mirada afuera de la bañera, aunque para ello tuvo que "correr" la cortina de pelo que cubría sus ojos, efectivamente habían sofás en ese lugar, otra peculiaridad mas de su excentrico amo, a quien el peliblanco apenas estaba empezando a acostumbrarse.
Trató de hacerse a un lado cuando esté casi pasa por encima suya tratando de atrapar el bote de champú, en esos segundos sus pieles se rozaron, pero Hayden apenas le dió importancia, mas bien se fijaba en la piel ajena, por todas partes parecía tener pequeñar heridas y morados no tan pequeños, que el esclavo se preguntaba cómo se los habría hecho, claro que aún no podía ni imaginarse las mil y una formas que existen para maltratar un cuerpo.

Una vez regresó a donde estaba y le pasó el champú, el peliplata supo que hacer sin que el otro terminara de articular aquella frase que parecía habersele atascado en la boca.
En silencio avanzó hasta él arrodillandose para quedar un poco mas arríba y con cuidado tomó algo de agua dejandola caer sobre aquella melena que ahora podía admirar de cerca, repitiendo esto varias veces y luego tomar el champú, haciendo espuma y aplicarlo sobre el pelo de su amo, tratandolo de la misma manera que hacía con el suyo propio, osea con extremo cuidado, como si se tratara de algo valiosisimo y de hecho para Hayden así era, masajeaba el cuero cabelludo de su amo firmemente pero con delicadeza, deslizando los dedos entre los mechones y llegando a las puntas, separandolas despacio y desenredando los pocos nudos que dejaba con ese "tratamiento" que le estaba dando. Teniendo especial cuidado con ese mechón blanco, que retiró de aquel rostro, mezclandolo con el resto del cabello.

Se relajó por completo, el tío sabía lo que hacía y no le dolían para nada las cicatrices a lo largo de la cabeza, al menos como masajista si valía. Inclinó la cabeza hacia atrás, para facilitar e intensificar el contacto, de haber sido físicamente posible, en aquellos momentos hubiera ronroneado.
Observó, relajado y distraido, como el pato hacía círculos concéntricos y se hundía, lo agarró fuertemente y lo apretó varias veces, viendo como el único ojo se hacía más grande y sobresalía, repitiendo el proceso varias veces`:
-...esta bien..tener ...un esclavo...para que te lave el pelo...nunca me ha gustado...que me toquen la cabeza...de todos modos...creo que hoy será...una noche tranquila...si hay un incendio o gritos...todo va bien...sería peor si las cosas estuvieran tranquilas...

Se preguntaba si su amo era consciente de cuan infantil resultaba estrujando el pato de aquella forma mientas otro hombre le lavaba la cabeza, una vez mas sus propios pensamientos le hicieron sonreir, pero en esta ocasión estaba completamente seguro de que el mayor no se enteraría, siguió con el masaje por unos minutos más, muchos de sus compañeros nekos terminaban yendo directos a la cama tras pasar por las manos de Hayden ( capilarmente hablando ) , quedando dormidos nada mas tocar las sábanas, muchos decían que era debido a lo relajados que quedaban tras eso, Hayden pensaba que era porque los gatos duermen donde caigan y a la hora que sea.
Como fuere, las palabras de su amo le recorfontaron, se sintió util para él porfín, aunque solo fuera para laverle el pelo, de momento.

Unos minutos despues, volviendo a tomar agua con cuidado, retiró toda la espuma y restos de champú de la cabeza de Lenin, dejando aquella melena limpia y desenredada, para acto seguido separaese y verle, no era un hombre precisamente desagradable a la vista, entonces ¿por qué se escondería tras aquellos atuendos que le había visto antes?, sin duda quedaba un largo camino para conocerle.
- Listo...- le dijo volviendo a sentarse frente a él y comenzar a asearse él mismo,tratando también con sumo cuidado su pelo, todo lo contrario que el resto de su cuerpo, que lo aseaba rápidamente, con movimientos bruscos, como si quisiera terminar pronto de tocarse, saltaba a la vista cuanto se odiaba a si mismo y a su imperfecto cuerpo.
Se terminó rápido pues no había puesto ni la mitad de paciencia y cuidado que puso en la cabeza de su amo, volviendo a tomar posición frente a él y verle no directamente del todo.- Si hay algo mas que desee...- propuso con voz ya claramente cansada, había sido un largo día para él, que se agotaba con mas facilidad que la mayoria debido a su debilidad física.

Se terminó de lavar rápidemente mientras observabaclaramente curioso como el otro se frotaba el cuerpo sin demasiado cuidado, como si fuera algo horrible:
-...falta...de...autoconfianza...
Se encogió de hombros ante la petición del otro y salió desnudo de la bañera, sin importarle que el otro tuviera una buena panorámica de su trasero y sin molestarse en envolverse en una toalla. Cogió ropa de uno de los sillones y se colocó su "uniforme de trabajo": unos pantalones y una camisa de anchos tirantes con cinturones, ambos de cuero, lo sufientemente duro para cubrir lo que él consideraba las partes vitales (y las que no lo eran tanto, pero sin las que no se quería quedar) de posibles ataques, encima de todo una amplia camisa de cirujano. Para acabar, volvió a recuperar los botines de cuero que había llevado a Hanori.
Se lo quedó mirando de forma ida y distraida mientras se los colocaba, apoyado en el sofá:
-...te dejaré...algo de comida fuera...y un par de pastillas...tómatelas...aun no...estamos abiertos..al...público...pero tengo trabajo...si vas a estar...en la cama oficial de...los muertos...acuérdate...de quitar las agujas...no recuerdo...haberlas quitado yo...ya sabes -se encogió de hombros, sin saber muy bien de qué estaba hablando-...dejaré la puerta de la escalera...cerrada...te quedas aqui...unas horas...solo...
Salió del baño, no sin antes agarrar un bote amarillo medio gastado de detrás del sofá, con una etiqueta carcomida que rezaba "lejía".
Sacó un par de tupers del frigorífico de las drogas caras (cerrándolo a cal y canto cuando acabó) y un par de pastillas de vitaminas de dudoso aspecto, y se largó escaleras abajo, a jugar un ratito con los especímenes del sótano.
Por hoy le dejaría descansar.

Solo asintió a lo que el otro decía , tratando de no prestar mucha atención cuando este de vestía de nuevo, viendole salir de allí y dejarle solo.
Resopló profundamente cuando se supo solo en aquella estancia, dejandose hundir en el agua que aún estaba caliente , quedando estirado cuan largo era allí, solo sacando la cabeza para poder respirar, estaba agotado, no era que hubiese hecho grandes esfuerzos ese día , pero sí que habían sido muchas emociones, se sonrió pensando que por fín había salido de hanori y ahora...tenía un pato de goma tuerto flotando frente a su cara.
Cuando el agua comenzó a enfriarse, salió de allí, tiritando violentamente, encontró una toalla de dudosa limpieza en un rincón con la que se secó rapidamente, tendiendo claro, especial cuidado con su pelo, el cual por ,mucho que lo frotó no quedó seco del todo, se vistió con una de las mudas de Hanori , esas que tan poco dejaban a la imaginación y salió de allí.

Se dirigió al "cuarto de invitados" , definitivamente dormiría allí, no es que le agradara ocupar la cama oficial de los muertos, pero consideraba que era lo mas adecuado en ese momento.
Entro allí yendo directamente a la cama, sacudiendola un poco para retirar lo que había encima , pero sin fijarse demasiado, de todos modos no vió agujas...pero tampoco sabanas ni nada con lo que cobijarse.
Tomo aquellas pastillas y las tragó de mala gana antes de apagar la luz e ir a tumbarse en aquel colchón pelado, mas no comería, no sentía hambre y por los nervios que había pasado sentía que su estomago no aceptaría nada en ese momento.
Comenzó a tiritar nuevamente, tomando su pelo como sabana improvisada, tenía frío, pero tenía más sueño, estaba cansado...A los pocos minutos se había quedado dormido hecho un obillo, sin dejar de tiritar.

Todo aquello duró más de lo esperado, y cuando por fin volvió al piso de arriba empezaba a amancer. Llevaba la camisa de cirujano empapada en sangre y otras sustancias que no eran suyas...la nueva droga del deseo sexual sería un éxito...pero también cansaba demasiado.
Al no encontrarle en la habitación, se asomó curioso a la habitación de invitados: Hayden estaba profundamente dormido, con poca ropa y el pelo como una amplia sábana, tiritando. No sabía si era la estampa en sí o los efectos secundarios de la droga, pero por un momento pensó en darle calor...humano.
Suspiró resignado y se acercó a su propia cama, observando en el camino que la comida estaba sin tocar y pensando fastidiado que el tío se la estaba buscando. En vez de ir a cantarle las cuarenta y arrastrarle hasta el sótano, cogió su propia colcha y la puso encima del cuerpo de su esclavo.
Cerró la puerta de la habitación de los muertos y se dejó caer sin demasiadas contemplaciones sobre su propia cama, echándose boca a abajo y quedándose frito al instante, sin ni siquiera pensar en quitarse la ropa o acomodarse.
Dormir era el único momento tranquilo en la vida del narcotraficante, al desconectar el cerebro momentáneamente.

Despertó cuando apenas eran las 8 de la mañana, la hora a la que siempre despertaban a todos en Hanori, el sol apenas llevaba hora y media en el cielo, perfecto para aprovechar el dia entero si se deseaba.
Abrió los ojos lentamente al principio , parpadeando rapidamente luego y sentarse de golpe, por un momento había olvidado donde estaba, miró a ambos lados y dió un profundo resoplido; la habitación de los muertos ...- Ahora tienes perdidas de memoria , Hayden? - se reprochaba a si mismo.- Lo que te faltaba...- miró la colcha que cubría sus piernas, tomandola con la manos, había visto antes esa colcha oscura, en la cama de su amo. Sonrió de medio lado levantandose y doblando la colcha, dispuesto a salir de allí con ella bajo el brazo.

En silencio se dirigió hasta la cama donde Lenin dormitaba, saltaba a la vista que no llevaba mucho ahí, tal vez una o dos horas, tenía manchas resecas de a saber qué cosas por todas partes , pero se le veía tranquilo.
El peliplata repitió el gesto que había tenido su amo con él y lo cobijó con la colcha no sin antes despojarle de aquella prenda que parecía ensangrentada y dejarla a su izquierda, sentandose a continuación a su lado y observarle, era un hombre peculiar, eso estaba claro, pero al esclavo empezaba a agradarle su compañía aunque la mayoria de las veces no entendiera del todo lo que le decía , hablandole de ese modo tan entrecortado, pero tenía detalles , como lo del pato en la bañera o la colcha con la que había amanecido, que le hacían verle de un modo especial.
Aprovechando que dormía, se atrevió a tomar entre sus dedos uno de sus mechones rojos y acercarselo al rostro para verlo bien volviendo a quedar abstraido en sus pensamientos, le había fascinado su pelo desde que lo había visto noche anterior y ahora, con la ( escasa ) Luz que entraba por las "ventanas" se veía aún mas hermoso.

Se removió con un leve gruñido cuando notó algo en el pelo y hundió más la cabeza contra la almohada. Ya era cansado experimentar, pero una noche de sexo salvaje para calmar los efectos secundarios de sus especímenes lo había dejado para el arrastre. Después de notar esa presencia durante un rato, alzó levemente una mano, encontrando el brazo de otra persona, dando por hecho que seguía en el sótano, decidió acabar de una vez con todas, tiró con fuerza del otro, apartando bruscamente la colcha y colocándose a horcajas sobre el otro cuerpo, ahora tumbado a la fuerza sobre el colchón.
Aún bajo los efectos del sueño y actuando más por instinto que por otra cosa, invadió sin reparos la boca ajena, jugeteando y explorando las cabidades de la boca con su lengua, que después de un instante, se dedicó a deliniar la barbilla y bajar por el suave cuello de aquel cuerpo hasta...¿un collar de perro?.
Abrió de golpe a los ojos y vió a Hayden debajo de él, asombrado miró al suelo, y efectivamente la colcha oscura que había dejado en la sala de invitados estaba ahora caída. Su esclavo se había depertado.
-...¿qué...?...¿qué...hacías...?

No supo que hacer,ni siquiera puso ningún tipo de resistencia cuando en un abrir y cerrar de ojos se encontraba tumbado bajo su amo que se encontraba sentado sobre él, le había tomado por sorpresa, tal vez demasiado y no supo como reaacionar, solo soltando unos extraños gemidos de pura extrañeza que eran enmudecidos por la boca ajena, que hacía presión en la suya, sintiendo una lengua intrusa por primera vez en su vida.

Respiraba ajetreadamente por la boca cuando este se separó , por un momento creyó que se asfixiaría en aquel extraño "beso" y ahora esa lengua recorria su piel impunemente hasta que finalmente paró.Sus orbes celestes se encontraron con las violetas de su amo por un segundo, parecía que ni él mismo sabía que estaba haciendo, ni siquiera sabía como responder a su pregunta.
-Eh...Ah...yo..no, nada...- le miraba nervioso, inmovilizado bajo él y respirando difiucltosamente, estaba tiritanto pero no era por el frio esta vez, en realidad se había asustado, por la noche estuvo seguro de haber oido gritos provinientes del sotano y verle luego con una camisa ensangrentada, en cierto modo temía lo que ese hombre podía llegar a hacer.- n-no hacia nada...yo solo...- seguia farfullando nervioso, sin encontrar palabras.

-...mira que irte poniendo...debajo de la gente-murmuró entrecerrando los ojos, había llegado a la ilógica conclusión de que definitivamente el esclavo tenía que haber hecho algo para provocar todo aquello-...no...es el mejor...momento...si necesitas...eso...
-...anoche...no cenastes...-comentó sombrío-...si sigues asi...te acabarás matando...quiero que vayas al frigorífico...del almacen..de las medicinas...y cojas lo que...quieras...pero vértelo comer delante...mía...de paso....traeme una botella...de leche...
Sacó una llave pequeña de dentro de la camiseta de cuero y se la entregó, ejerciéndo menos presión sobre las caderas , y finalmente dejándose caer a un lado, rozándole con algunos mechones de la melena que había causado todo el lío y agarrando la almohada de un modo bastante infantil, cerrando los ojos, con el gesto otra vez tranquilo, como si no hubiera pasado nada.

Le escuchaba perplejo aún con la respiración ajetreada,¿ En qué mundo vivía este hombre?, el peliblanco no entendía nada, pero casi era mejor asi, no estaba seguro de si realmente su amo pensaba que había sido él el culpable de tan bochornosa situación o solo era una excusa, pero prefería dejarlo correr y pasar a otra cosa.
- Comer...?...- preguntó en un susurro tomando la llave y verle acurrucandose con una ceja enarcada ya sentado de nuevo, en esos momentos comer era lo menos que le apetecía, realmente era algo que no le apetecía nunca, pero si su amo se lo ordenaba lo mejor era obedecer sin rechistar, ta vez encontrara algo que pudiese pasar sin devolverlo enseguida.
Se levantó pesadamente con expresión de fastidio y arrastró sus pies hasta aquella nevera cerrada a cal y canto.

La abrió usando aquella llave y se quedó mirando el contenido, resoplando en lo que se ajustaba aquel incómodo collar canino, - Definitivamente este tio no está bien de la cabeza...- murmuraba viendo el interior del electrodomestico, había comida, si, pero también multitud de frascos, botes, tupers,y demas recipientes llenos de lo que parecían capsulas, pastillas, polvos y algunos líquidos extraños.- Y si un día se equivoca y en lugar de leche se bebe algo de esto?...- seguia murmurando para si mismo tomando un bote y mirar su contenido.
Finalmente tomó una botella de leche y un yogur líquido de limón, las "provisiones" de Lenin parecian las de un niño pequeño, en contraste con las demas cosas que habían en su nevera, pero un yogur de beber estaba bien, había dicho que cogiese lo que quisiera, no?, pues tomaría ese pequeño batido delante de él si eso era lo que quería.
Volvió a cerrar la nevera y se encaminó de nuevo a la cama, arrodillandose en el suelo como tenia por costumbre y entregarle la botella- Aqui tiene...- le dijo esperando que se hubiese quedado dormido nuevamente y no tener que tomarse aquello que había traido.

Cuando volvió, Lenny estaba sentado con las piernas cruzadas encima de la cama, medio escondido en lo que parecía ser una especie de tienda de campaña improvisada con la colcha,separando cuidadosamente lo que parecía un polvo blanco con un cartón y una cuchilla, envolviendo las partes cuidadosamente en papel marrón de embalar. Cogió con un leve gracias la botella de leche, bebiendo al menos medio litro de un tirón; observó con la ceja alzada y ojos inexpresivos el batido de limón, y murmuró con un deje irónico:
-...ten cuidado...no te de un empacho...- no envolvió la última raya, sino que inclinó la cabeza y la esnifó, rascándose levemente la nariz cuando terminó.
Volvió a echar polvo blanco y siguió el mismo procedimiento varias veces, mirando fijamente al esclavo, para indicarle que no le dejaría en paz hasta que acabase de beber aquello.
Con un buen montón de paquetes en su poder se dedicó a ponerlos uno a uno, con paciencia infinita, y a coser la tela de nuevo.
-...tengo un trabajo...en el centro...había pensado en llevarte...no puedes pasearte por...ahí...vestido...como un putón verbenero... y mis pantalones...te quedarán largos...así que...he pensado..comprarte ropa propia...- murmuró, mirando al techo como si hubiera algo terriblemente interesante en él-...no es que no me...guste...verte..por aquí... en paños...menores...pero según...un libro de protocolo...que estoy leyendo...el uso de ropa...formal......sea de..78.9387% ... de una transacción comercial...hasta nuevos estudios ...
Sacó un par de pastillas blancas y se las tragó tal cual, acompañándolas de otro buen trago de leche.

Ignoró el comentario sobre el batido, en realidad, tal y como estaba, comer algo sólido le haría daño, sin ir mas lejos aquel liquido tan suave, le estaba haciendo doler la garganta por tenerla inutilizada por varios dias en los que apenas habia tomado agua.
Observó curioso los movimientos su amo sin entender nada de lo que estaba haciendo, introducía en su nariz un polvo muy parecido a la tiza, pero ¿por qué hacia eso?.
Trataba de no darle mucha importancia y concentrarse en dos cosas, en tratar de descifrar sus palabras, siempre entrecortadas y en terminarse el dichoso batidito, que para ser solo de 30cl le estaba costando la vida acabarselo.

Asentía cuando nombró lo de la ropa, aunque claro, no lo entendió del todo cuando este empezó a divagar , pero poder deshacerse de las infimas prendas de Hanori era un alivio.- Algo grande...con mangas...- dijo frotandose un brazo aún abstraido en lo que el mayor hacia y refiriendose a la ropa, concretamente a ropa que le quitara algo el frio que sentía ahora mismo.
Apenas le quedaba un sorbo de aquel odioso batido cuando la curiosidad pudo con él.- ...Qué es eso? ...- le cuestionó señalando aquel polvo blanco que habia despertado su curiosidad nuevamente.

-...novril en polvo... mezclado con yeso del sótano-murmuró, volviendo a coger la cazadora y tirando de las costuras, para asegurarse de que no se romperían con un leve tirón-...la vendo...como un derivado...un derivado de...morfina...es más barato...y ellos...ni se enteran...aunque esta vez...he metido mi...ingrediente secreto...quiero ver que ocurre...con suerte...quedarán empalmados...por un par de días -soltó lo último con un carraspeo entre una risa entre dientes y un gruñido, lo más cerca que su inexpresividad le permitía estar de la risa. Sí, le apetecía er que pasaba con la droga del deseo sexual, a los especímenes no les había ido demasiado bien, ni a él tampoco, había que ampliar el número de afectados para ver las consecuencias.
-...a mí no me gusta...la ropa tan grande...pero es un mal necesario...de todos modos...tendrás que llevar...protección..siempre...-acarició distraidamente las correas de la camiseta de cuero-...si estás en una sala...con mucha gente...o cerca...te engancharán por los riñones...y tirarán del metal...para arriba...es lo más facil...esto para...parte del daño...no deja que el mango...llegue a...entrar...¿comprendes?...hazme un favor...baja abajo y...deja las cajas...del mostrador de la farmacia...enfrente de la...puerta del sótano...tengo que cambiarme -lo miró amenazador durante un segundo, dejándo claro que no debia entrar bajo ningún concepto-o...rozen... no será un mal sitio...después de todo...
Apoyó la cabeza contra el cabecero de la cama, con media colcha ahora tapándole, y cerró los ojos un momento, disfrutando de la sensación del analgésico y cómo calmaba el ruido de fondo que solía oirse dentro de su cabeza desde que la segunda operación no había salido como todos habían esperado-...aunque creo que deberiamos...quedarnos esa...prenda...en concreto... para uso privado...te hace un buen culo...-comentó nuevamente distraido

Ya no se sorprendía de que su amo le hablara en una jerga totalmente incomprensible para él, pero , poco a poco iba comprendiendo mas cosas, esas sustacias alteraban su comportamiento, y no solo esas, las de la nevera y las que había visto de pasada en el "laboratorio", parecía que su amo se ganaba un generoso dinero extra con ese negocio de dudosa reputación, poco a poco todo iba encajando en la cabeza de Hayden quien tenía que sacar sus propias conclusiones de casi todo , pues tratar se seguir el incoherente ritmo de las palabras de su amo era en ocasiones tremendamente dificil.
- si, comprendo...- decía por lo bajo controlando un amago de temblor, comenzaba a tener frio de nuevo.- Necesitaré..."protección"...para que si por lo que sea me apuñalaran o algo asi tener la posibilidad de salir con vida...- le miró serio tras murmurar eso, por lo que pensaba que seguramente ni se habría dado cuenta de que le hablaba a él, empezaba a acostumbrarse a que la mente de su amo estuviese en otro lugar de donde se encontraba el resto de él.
Se levantó algo molesto dirigiendose a las escaleras para ir a por las cajas,todo aquello empezaba a fastidiarle de verdad, las amenazas a veces "camufladas" y a veces no, y esas vejaciones, estaba claro que Lenin le veía como a un instrumento de su propiedad, cosa que claro, no agradaba al peliplata, pero era verdad al fin y al cabo.

Bajó como le había ordenado,profiriendo maldiciones por lo bajo-..."te hace buen culo"...será cerdo....- habían varias cajas sobre el mostrador pero por suerte no pesaban mucho, por lo que podía apilarlas y llevarlas todas a la vez, así lo hizo y retomó las escaleras para abajo,pero no encontraba el interruptor de la luz por mucho que palpara la pared, el suelo de los escalones estaba entre mojado y pegajoso y tratando de ver en aquella penumbra, el esclavo terminó por resbalar y caer aparatosamente escaleras abajo, llegando a la puerta del sotano, chocando contra ella con la cabeza.
Hayden se incorporó repidamente, todo aquello formó un gran estruendo y esperaba que su amo no lo hubiese escuchado, lo menos que quería ahora era tener problemas con él.
Se levantó con gesto dolorido, se había hecho daño con la caida, pero por suerte solo eran algunos golpes y arañazos, claro que , en su pálida piel parecían bastante mas graves.-...oh...mierda!..- se quejaba viendo que algunas cajas se habían abierto y su contenido se había desparramado por el suelo, por suerte estaba todo "empaquetado" y apenas habían perdidas.

- Tal vez no pase nada si lo dejo todo como estaba...- Murmuraba para si mismo con la intención de agacharse a recogerlo todo cuando se percató de que la puerta del sotano estaba abierta.
Quedo quieto un momento mirandola, ¿habría sido por el golpe? , en parte si , pero aquella puerta tenía grandes cerrojos y candados que no habían sido cerrados la noche anterior, seguramente debido a un descuido de su amo, que había regresado en un estado lamentable la noche anterior.
Tras pensarselo mucho finalmente decidió cerrar esa puerta, si Lenin la veía abierta despues de haber estado Hayden ahí seguro se armaría una buena, pero ya que estaba ahi...
Asomó la cabeza lentamente hacia el interior, estaba si cabe mucho mas oscuro que esa escalera, por mucho que lo intentó no vió nada, por lo que optó por no tentar más a su suerte , agarrar el pomo y cerrarla de una buena vez.

-...¿sabes?...te contaré una historia...que oí...cuando era pequeño...va sobre un chico...terriblemente inteligente...siempre el número 1...en todo...sufrió un extraño...accidente...y tuvo que ir al hospital...se había roto la cabeza y tenían...que quitar un trocito de materia gris...pero podían operarlo...estaría bien...pero...ya no sería tan inteligente...-murmuró sombrío, con un dej de ironía que revelaba que no le hubiera importado nada que el chico hubiera estado sano y con el cerebro de una persona normal-...los medicos dieron una alternativa...peligrosa...una terapia...con química, electricidad...y pastillas de colores...pero sus padres...pensaban en el brillante...futuro...de su hijo...y en el gran dinero...y trabajo...que podía conseguir...el chico confiaba en ellos, así que se dejó hacer...la operación no funcionó..y tuvieron que hacer...el tratamiento de nuevo...cada vez le dolía más la cabeza...que le empezaba a sonar de forma...extraña..., luego vino un tratamiento...otro...otro...otro...y en el último...resultó que ya no sólo se jugaban...su cabeza.... El chico, que era...muy...muy...inteligente...vió los papeles...en la mesa de su padre...se había metido en un lío...había visto algo que no...debería...pero...claro...él sabía...que no podía ver algo...así y salir...impune..., así que...por mucho...que se negó...la última operación...dolió más que ninguna...y...consciente...de que ahora...eran los médicos...los que habían...visto...algo...que no deberían...¿sabes lo que ...decidió...o prefieres saber...que fue de él...y los médicos?...

Lenin estaba apoyado con fuerza en contra la puerta enrrejada, a escasos metros del menor, parecía inusualmente tranquilo y miraba fijamente al otro, con unos ojos demasiado cuerdos. Si Hayden había querido traer la mente del narcotraficante del más allá lo había conseguido con creces. No parecía demasiado enfadado, pero su mano derecha se agarraba con fuerza a una de las rejas y se iba quedando pálida por momentos.
Respiró entrecortadamente durante unos instantes, pensando en las mil formas en las que torturaría a su esclavo, lo mutilaria y lo vendería a rozen, y por un momento, pareció estar a punto de echarse encima de él, pero por algún extraño motivo, no se produjo reacción alguna, sólo se quedó allí, a punto de asfixiarse y con el pelo cayendo a borbotones sobre su rostro.

Cerró la puerta tratando de no hacer mucho ruido, pero aquella puerta chirriaba como si hubiesen pasado decadas sin que nadie hubiese engrasado aquellas viejas visagras. No había soltado el pomo cuando escuchó la voz de su amo a su espalda, sintiendo un escalofrio que le tensó por completo.
Se dió la vuelta empalideciendo en el acto, con tan mala suerte de volver a resbalar con aquel humedo suelo y caer sobre algunas de las cajas, dejandolas sin arreglo, quiso levantarse rapidamente, pero con las dos caidas se le habían despellejado la piel de las rodillas y las palmas de las manos y le dolía a horrores, mejor no empeorar las cosas, solo quedó quieto, viendole a través de su cortina de pelo blanco, respirando dificultosamente, pero tratando de entender lo que decía.

-...La...la puerta, esta-taba abierta!- le dijo señalaba los candados abiertos una vez su amo parecía haber terminado, hablandole con voz trémula, adivinandose el ¿miedo? que sentía al verle así.- Yo...yo solo quería cerrarla...resbalé, fué un accidente...no vi, no vi nada!...no vi nada...- había empezado a tiritar violentamente, aún a cuatro patas, bastante desesperado, se temia una de las ya nombradas inyecciones de lejía o algo peor, pero para su sorpresa su amo no se movía de allí, se hizo un incomodisimo silencio durante un minuto, tras el que el esclavo solo se arrodilló dificultosamente por las heridas y le miró.-....qué...qué decidió?...- Terminó por preguntarle en un susurro a la vez que le respondía a la cuestión del mayor.

-!vete al infierno!-no se dió cuenta de que había gritado hasta que lo hizo, seguía cabreado, muy cabreado-!maldita sea, eres un maldito inutil!,!inutil!, !hasta un maldito neko sin cerebro podría haberlo hecho mejor sin meter las narices en mis asuntos!...!joder!...!te juro por Dios que si dices algo de lo que has visto te arranco los ojos y los tiro por el retrate...no creo que ciego te admitan ni siquiera en rozen!

No se había dado cuenta de que había dicho una frase entera ni le importó un bledo, tenía ganas de meterlo en el sótano y abrirlo en canal. Lo puso en pie de un violento tirón, no sin antes volver a colocar los pesados candados y arrastró por el pasillo, hasta la consulta falsa.
-...debería abrirte el craneo..y ver si...no sólo hay humo y polvo...
Lo tiró sin muchas contemplaciones , peligrosamente cerca de un bote de lejía (parecía que la casa estaba llena de ellos) que reposaba en una mesa accesoria, no sin antes dedicarse un segundo a atarlo con las correas de seguridad.Encendió la lámpara encima de la camilla y se puso unos guantes de plástico, agarrando con fuerza una extraña caja metálica y poniéndola bruscamente a pocos centímetros de la cabeza del peliplata. Con otro gruñido indignado, sacó un extraño objeto metálico con un algodón y sin decir palabra, se puso a trabajar en desinfectar y curar las heridas de su esclavo.