"A casa". Llevando a Hayden [privado]

La mente extraña y peligrosa mente de Lenin estaba apagada, pero no así su cuerpo, que se acomodó más y dejó echó la cabeza hacia atrás para disfrutar más del contacto de las manos de Hayden sobre su cabeza.
Suspiró y su ceño se relajó notablemente. Las drogas y las operaciones le habían dejado sin la posibilidad de soñar o al menos recordar que lo hiciera, así que para él, a diferencia de la mayoría de la gente, aquel era su momento más vulnerable y tranquilo del día, ya que su cuerpo se quedaba en un lugar físico, pero su mente, lo verdaderamente peligroso dentro de él, estaba totalmente inactiva, como un oso peligrosamente imprevisible que estaba hibernando, a la espera de que su propietario despertase para seguir trabajando.

El silencio volvía a ser espectral, solo roto por el incesante goteo del grifo, que producían un sonido caracteristico de las gotas al caer en el agua.
Hayden seguía arrodillado tras su amo, lavandole el pelo con infinito cuidado, tal y como solía hacer con su propio cabello o puede que con mas cuidado aún, había tomado ahora un peine de una de las estrambóticas repisas que estaban al lado de los sofás y peinaba los rojos mechones uno por uno, desenredandolos y separandolos.
Cuando hubo acabado, volvió a cojer el cubo para retirar todo la espuma del champu y volver a cepillarlo, era un truco que el esclavo había aprendido en hanori, así quedaba mucho mas limpio y suelto.
Concluyó secando lentamente el pelo y levantarse para verle, pordría dejarlo un rato mas ahí , parecía de lo mas cómodo y además el agua aún estaba caliente.

Aprovechó que Lenin dormia para asearse él en el lavavo de pie, con cuidado de no rozarse las heridas. Tras esto rebuscó en la bolsa y sacó una sencilla camiseta de mangas largas en un tono azulado que le quedaba una o dos tallas grande, pero que le quitaria el frio y unos pantalones tipo jeans que tambien le quedaban algo sueltos, pero por primera vez no parecía un esclavo en una vitrina.
Se acercó a la cama y la preparó para recibir a Lenin quien...seguia de remojo.
Fué hasta él, el agua empezaba a enfriarse, era hora de salir de allí.- Eh...Eto....- No sabía que hacer para despertarle.- Ehm...Lenin, Se-señor...- le ponía una mano en el hombro zarandeandole ligeramente. ¿ como se despierta a un pirado en una bañera?- Va a pillar un resfriado si no sale, vamos, la cama está lista.- le decía ya no zarandeandole , pues había vuelto a quedar abstraido con su pelo , que lo manipulaba maniaticamente entre sus dedos.

Unos leves zarandeos y la mención de su nombre lo trajeron de vuelta. La mente estaba demasiado cansada por culpa del cuerpo y del trajín de aquel día, así que no se produjo una reacción violenta ni forzada, que solía producirse cuando era despertada de improvisto.
En lugar de eso, abrió un poco los ojos, sin ver, y volvió a cerrarlos un momento, intentando concentrarse, y observando sin entender demasiado bien la mano del esclavo, enrredada en su pelo.
-...¿hoy...sigue...siendo...hoy? -preguntó, no muy seguro de cuánto tiempo había pasado y extrañado por el cambio de ropa del otro, tenía el pelo humedo, ¿se habría deslizado y empapado el pelo?, estaba pulcramente lavado y desenredado.
De manera más mecánica que consciente, apartó suavemente la mano del otro de su pelo, colocándola sobre el borde de la bañera y salió, secándose con lo primero que encontró y poniéndose unos simples boxer negros (había vuelto a perder los pantalones de pijama, y su cabeza le decía que lo dejase tal cual y durmiera como pudiese, porque no le apetecía seguir pensando)
Se arrastró hasta la cama y se echó tal cual, de nuevo boca abajo y con la cabeza firmemente escondida en la almohada. La mente se apagó de nuevo, y se quedó tan quieto como un muerto.

Se apartó dejando a Lenin salir de la bañera, vestirse e irse a la cama, debía de estar realmente cansado para caer dormido de esa forma tan mecánica en la cama.
Volvió a arodillarse al lado de la cama, sacando los patos y devolverlos a su caja, solo dejando al preferido de Lenin flotando en el agua, colocando los demás de un modo ordenado, como si formaran un batallón.- El batallón del rey de los patos...- susurró conmedia sonrisa, dandose una colleja a si mismo tras esto por volver a hablar solo, era una manía que había desarrollado en hanori por pasar tantas y tantas horas en soledad.

Se levantó pensando que hacer, no dormiría aún, no con toda esa ropa sucia por todas partes, pero el esclavo desconocía si allí había algo parecido a una lavadora o algo asi, además que no abría utilizarla , por lo que solo agarró las prendas y las echó a la bañera para aprovechar ese agua enjabonada , remangandose aquellas mangas que le quedaban largas y disponerse a lavar a mano bajo la atenta mirada de aquel pato con un solo ojo.
Una vez hubo terminado colgó aquella ropa mojada enlos rieles para las cortinas de la bañera, cortinas que no existian.Tardarían un poco en secar pero al menos estaba limpia.

Vació el agua de la bañer aponiendo al pato a salvo en una de las esquinas y se dispuso a ir a la cama también, pero una vez allí no supo que hacer, la había dicho a su amo que no queria dormir en la cama de los muertos y así era, pero no estaba seguro del todo de si sería lo correcto tumbarse junto a Lenin como si nada.
Finalmente prefirió no pensar mas y sin quitarse esa ropa solo se recostó en uno de los extremos y se hizo un obillo, dandole la espalda al cuerpo de su amo, estaba realmente cansado y no tardó mas que unos minutos en los que su cabeza no paraba de dar vueltas a lo que había pasado en los ultimos 2 dias y se quedó dormido.

Se despertó en mitad de la noche, inquieto por efecto de las drogas que corrían por sus venas y habían ido extendiendo poco a poco al sistema nervioso, era normal para él despertarse varias veces durante la noche.
Esta vez no se había despertado solo, el peliplata estaba acurrucado en un extremo de la cama, hecho un ovillo, en la oscuridad sólo podía ver se largo pelo plateado cayéndole sobre la espalda.
Se levantó, sigiloso como un gato y cambió algunos de los parámetros de un líquido que fluía suavemente en una de las mesas de experimentos. Luego se quedó mirando al techo, francamente aburrido. Recuperó el libro de protocolo y consiguió leer los primeros párrafos del segundo capítulo...aburrido...muy aburrido..., necesitaba un nuevo entretenimiento, y aunque la idea de meter mano al esclavo ahora vulnerable era treméndamente atractiva, optó por coger uno de los respaldos de los sofas del baño y se arrodilló frente a Hayden un momento, haciendo cálculos sobre la futura caida y poniéndolo a una altura con la que se aseguraba de que el chico no se haría daño.
Luego, volvió a subir a la cama con una sonrisa gatuna, y decidió dar un empujoncito a su relación, colocando las manos suavemente sobre la espalda del esclavo, que dormía ridículamente cerca del borde de la cama, y empujando un poco.
Antes de que el cuerpo del peliplata hubiera tocado el suelo, él mordía fuertemente su zona de la colcha para evitar estallar en carcajadas.

Dormia profundamente, mucho mejor que la noche anterior, sin duda, y eso que no se había cobijado con la colcha, pero no tenía frio gracias a aquellas nuevas prendas que le mantenian relativamente caliente...y soñaba...soñaba con patos de goma.
En eso estaba cuando lo que pareció un empujón seguido de una caída le despertaron violentamente.- Aah!!..pero..que?...- se incorporó rápidamente ¿ se había caido de la cama? ,no ,jamas le había pasado tal cosa: le habían tirado.- Pero qué haces?! - le gritó furioso perdiendo todas las formalidades de golpe, descubriendo el mal caracter que tenía cuando le despertaban de improviso.
Pensó en disculparse por la forma en la que le había hablado pero viendole la cara parecía que el otro estaba ¿jugando? .
Agarró uno de los cojines que estaban por todas partes y se lo arrojósiguiendole el juego con la poca fuerza que tenía en ese momento, dandole en un costado.- Esa no es forma de despertar a nadie! - le reprochaba arrojandole otro cojin que no le dió y volver a subirse a la cama.

-...asi está mejor...autoconfianza...eres más divertido así- comentó, entre apagadas carcajadas entre dientes, más que divertido por la eficacia de la acción y el enfado del chico, aumentando su diversión el hecho de que le tirara un cojín. Aquello era claramente una invitación para seguir jugando.
Se acercó gateando un poco hacia él, escondiendo algo a sus espaldas:
-...estabas a punto...de caerte...yo solo me...apoye...sin querer- una sonrisa gatuna volvió a aparecer en su rostro, bastante más entretenido-...palabrita...de boy scout...-sonrió-...pero ya...que has ofendido...mi...honor...
Sacó un cojín y se tumbó encima de él, golpeándole levemente con el blando objeto, sin ninguna intención de hacerle daño, pero con renovadas ganas de diversión-...venga...dílo...pídeme perdón...por haber...-se quedó en blanco-...ya sabes...

¿que hora sería? las 3...las 4 de la madrugada?
Y Lenin se ponía juguetón justo ahora y parecía no haberle importado mucho su temperamento ni sus palabras.
Se arrodilló delante de él, viendole con media sonrisa un tanto burlona.¿de verdad esperaba que se disculpase?-....je....jeje...jejeje...- reía por lo bajo sin dejar de verle con esa misma expresión,- No. - dijo simplemente en tono retador, le había empujado de la cama una de las noches en las quemejor había dormido de toda su vida, no le pediría perdón por haber faltado a la formalidad por un momento.- De verdad le gusta que le llame "amo" y le hable siempre de usted en ese tono tan odiosamente respetuoso? - enarcaba una ceja, tal vez se estaba pasando , pero ya había entrado en el juego y lo llevaría hasta las ultimas consecuencias. - asi no es nada divertido....lo le parece..."amo"? - concluia tomando otro cojin y hacerlo a un lado, preparado para tirarselo en cualquier momento.

Cayó a un lado, ¿Hayden le había tirado a un lado y contestado con malas maneras?. Se vió con los ojos como platos mirando al otro, y luego se volvió a partir de risa, a su manera.
-...pues entonces...deja de llamarme..."amo",...si...eres siempre...tan sumiso...y débil...¿qué esperas...?...juega más duro...y gánate mi respeto...entonces...yo moveré mis contactos...y mis cartas...y te libraré del control...de ese molesto..chip.., supuesta mano derecha...- alzó un poco el brazo, para evitar el impacto de un nuevo cojín-...me llamo...Lenin...Lenin Tenembaum..., ..."Lenny"...desde que...estoy trabajando...en Zados...
Mirándolo con los ojos entrecerrados, chispeantes por la diversión arrastró su mano derecha por la colcha, planeando un tirón para desequilibrar al peliplata, y volver a tomar el control del juego.
-...además...estoy seguro...de que te encantó...el numerito...del...supositorio...-siguiendo el tono del juego, aprovechó un descuido y le besó burlona y castamente los labios, para tirar de la colcha con estudiada fuerza.

- Ah?!! , no soy debil!! - le miraba realmente molesto, era cierto de que se habían conocido en una de las peores etápas de Hayden en las que fisicamente no estaba en todo su esplendor, pero el esclavo tenía mas fortaleza de la que aparentaba y mucho mas orgulloso y esas palabras hacían mella en él de un modo exaerado.

Y en cuento a lo de sumiso...era lo que le habían enseñado, nada más, pero podía saltarse el protocolo sila situación lo requería.- Y quién fué el que me dijo " Soy Lenin, "Amo" para ti? "- le reprochaba e iba a seguir haciendolo cuando este nombró el humillante tema del supositorio , dejandolo en blanco y con los ojos como platos, haciendole sonrojar violenta y subitamente , aún más por estás acompañado de ese beso.- Eso no es verdAAH!- Exclamó sobresaltado cuando perdió el equilibrio agarrandose a los hombros de Lenin en un acto reflejo y hacerle caer con él.

Sin haberlo planeado, se encontró sobre la colcha, con Hayden incluido encima. Un error de cálculos:
-...¿lo...ves?...te encantó -suspiró, y se enfrentó a los ojos azules del esclavo, indiferente, pero aún con un atisbo de sonrisa en la boca-...si no te...gustaba...ese tratamiento...haberte quejado...no soy ...excesivamente paciente...ni estoy del..todo..cuerdo...pero sé...cómo...hacerme respetar...sobre todo...delante de..."ellos"...y de que "ellos" ...respeten lo...que...es...mio.. - murmuró, la mitad de la Zona 0 quería su cabeza, y era mejor dejar bien claro temas de propiedad, para evitar ante todo cualquier intento de destrozar sus propiedades-...si quieres...dejar de ser considerado "mi...propiedad",...toma...autoconfianza...por...una vez...en...tu vida...y haz algo para evitarlo...también te..he,...creo...-lo de jurar con su memoria lo daba por imposible- haberte acabado...de decir...que...necesito...algo más...que un esclavo sumiso...-acarició de manera distraída uno de los largos mechones plateados-...y ya...me encargaría...yo...de degollar...a quien te...pusiera la mano...encima...

-..que?..tú no lo entiendes!- Se quitaba de encima dandole un pequeño empujón, fruto de su indignación,ignorando sus comentarios sobre el tema del supositorio y quedando de rodillas sobre la cama.- Que autoconfianza se puede tener cuanto de pasas 18 años encerrado escuchando dia tras dia que eres un inutil?!- miró para otro lado pensando en lo que Lenin le había dicho. ¿ponerle la mano encima?.- No sé en que lios andas metido...- se sobaba la nuca medio somnoliento.- pero creo que de momento no me compete nada de eso...- Le miró de nuevo ahora serio, tenía que ponerse las pilas o le pasaría por encima y seguiría de largo como si no le hubiese visto, tenía que hacer muchas cosas.- Ok , puedo ser algo mas que un esclavo sumiso , intentaré tener algo mas de confianza en mi mismo...- resoplaba. - pero no es facil...ayer...- meditó muy en serio si debía decirlo o no.- Ayer me quería morir despues de lo del sótano...

No entendía mucho de lo que quería decir con todo aquello:
-...y...yo...matarte...-contestó caustico, el momento de diversión se había esfumado para siempre, algo más fastiado se incorporó y se lo quedó mirando-...no te quejes...tampoco sabes...lo que..es..estar día...tras...día...en un...hospital...pero sabes que...de ahí...seguro que no sales...¿crees...qué es...divertido...no poder...hablar...como una persona...normal,...no poder recordar nada,...ni siquiera poder...sentir...el reconfortente silencio...de las cabezas...ajenas...?,y por desgracia...mis lios...te competen...
Un incómodo zumbido se empezaba a apropiar de su cabeza:
-...lo del sótano...en concreto...no te...compete...soy médico...cirujano...narcotraficante...y mil cosas más...-intentó refrenar cualquier impulso, y le hablo de manera seria y sincera-...lo único...que me puedes...echar...en cara...sería sacarte de...un infierno...y meterte...en otro...No soy...como esos...dueños...que prefieren mimar...a sus esclavos...y los abandonan...cuando se cansan de ellos...y ya no son vírgenes...o se quedan embarazados...yo nunca podré...comportarme...como ellos...contigo..., pero tampoco...te abandonaré..., ni te dejaré....de lado...o te cambiaré...por otro...más joven...o atractivo...y dejaré...que me apuñalen...si con eso puedo...protegerte..., con el tiempo...lo único...que te puedo...ofrecer...es una lealtad...ciega...e incondicional..hacia tu persona...

Le miró en silencio durante largo rato sin saber que decir, no esperaba escuchar esas palabras de boca de su amo y lo peor es que las creía todas.
Bajó la vista y se miró las manos, las palmas estaban rojas y la piel estaba levantada en algunas zonas, se adivinaba que se había dado un fuerte golpe, pero aún así eran manos "Nuevas" manos que no habían hecho nada pero nadie jamás y que solo tendrían utilidad si Hayden se la daba.

Y allí estaba Lenin, según sus propias palabras cirujano, narcotraficante ...y mil cosas más, era el sujeto mas raro que seguramente el peliplata conocería en toda su vida, pero era su amo, era la persona que le había sacado de Hanori y por un momento , tras escucharle , creyó que se derrumbaría , que estallaría en lagrimas y que se abalanzaría sobre él abrazandolo, pero no lo hizo, no porque no deseara hacerlo, si no porque ahora tenía algo que demostrar a ese hombre, él no era un neko cualquiera, no era un esclavo cualquiera y no era una persona cualquiera, y se había prometido hace años que sería útil a la persona que se convirtiese en su amo....ahora Hayden quería además ser digno de estar del lado de su amo, de Lenin.

-je...- le miró dibujando una sonrisa pícara en su rostro.- Sabes? ... te ves siniestro cuando hablas asi...- cojió un cojín y se lo tiró sin piedad dandole en medio de la cara.- Te prefiero cuando me dices eso de " esa ropa te hace un buen culo" - se burlaba poniendose de pié en la cama y arrojarle otro cojín, ya estaba todo dicho, apartir de ese momento Hayden tenia todo mucho mas claro y sabía que tenía que hacer, no importaba lo que pasara ni a lo que se dedicara su amo, le demostraría que podía ser su "mano derecha".

-...¿no consideras...infantil...todo esto?-le sacó la lengua burlón, recogiendo el cojín y tirándoselo-...no soy siniestro...soy el tio más...sexy...inteligente...maduro... cuerdo...y atractivo...que conocerás...en toda tu vida...niño...

La verdad es que había preferido mil veces esa reacción a cualquier otra, Lenny relajó la mente al ver al otro de pie, como si no hubiera pasado nada, estando seguro de que no le apetecería nada en absoluto levantarse a la mañana siguiente, entre unas cosas y otras.
Aquello era otra de las extrañas virtudes de Lenny, al no tener memoria y haber vivido así durante mucho tiempo, no guardaba rencor hacia nada, aí que si el otro quería juerga, bienvenido fuera, dejaría de preocuparse para siempre de aquella extraña conversación.

-...y yo...que quería hacerte...un favor...y no acomplejarte...por no...tener...un culo...tan maravilloso... como éste-le guiñó un ojo, en una imitación barata de galán de culebrón mientras daba una palmada a su trasero, en una parodia de una postura sexy-...sé que no es...mi pelo...extraño...lo que te gusta...de mí...sólo...
Se quedó otro momento desconectado, en blanco, siendo blanco fácil para más cojines.
-...tiempo muerto...tiempo muerto...,¿no te da verguenza...jugar...a las...?...mierda...no recordaba...perdí...el reloj...-el ruido de su cabeza subió un poco de volumen, y decidió que era mejor desconectar el coco un rato, y preocuparse mañana por cómo se despertaría antes de las 4 de la tarde-...estoy...viejuno...para estos...trotes...¿te importa dejar la contienda...para mañana...?, necesito dormir...

- Ja ! no soy un niño! - le devolvía el cojín aún mas fuerte cayendo de rodillas y mirarle entre divertido e incredulo no pudiendo evitar estallar en carcajadas, - Oh! si...maravillosamente sexy, ya lo creo .- Asentía mirandole de arriba a bajo entre risas,- no creas que envidio tu trasero.- dijo dejandose caer de rodillas nuevamente escuchandole divagar sobre la hora que era.- Oh... no! - le arreaba por enesima vez con el cojín fingiendo molestia.- quién fué el que despertó a quien con ganas de jugar?! ...ademas que no se puede dejar para mañana porque....- alzaba una ceja.-..."no te acordarías"- pensó dejando el cojín a un lado y dejarse caer pesadamente en la cama ya serio , quedando tumbado mirando hacia arriba.- Si... mejor lo dejamos...- resoplaba.- en realidad estoy cansado yo también ...

-...tu lado...de luchador...de cojines...es una...muestra de tu envidia.
Hayden se dejó caer a su lado resoplando, y ante el creciente volumen de los ruidos, Lenny volvió a colocarse boca abajo, con la cabeza firmemente apretada debajo de la almohada.
-...eso es...porque...no te cuidas...y...no...comes...-la voz salía apagada y extraña desde debajo de los kilos de plumas de la almohada, pero no le importó mientras se entendiera el mensaje general-...y...te lo dice...un...yonki...
Se removió incómodo un par de veces, intentando acallar todo ese barullo y cuando no se dió por vencido, se inclinó para coger una caja de debajo de la cama, y se colocó unos cascos: nada mejor que un par de ambientes de grabaciones de bares para acallar ruidos raros.
Se colocó los cascos y antes de encender el aparato, dió otro beso suave y burlón sobre los labios del peliplata:
-...de todos modos...te habría ganado...
Volvió a enterrar la cabeza entre la almohada y el colchón como un avestruz y encendió el aparato, siendo recibido por ruidos de copas entrechocando, y un par de insultos apagados a lo lejos, en los que casi habría jurado que iban dirigidos a toda la genealogía del camarero.

Volvía a alzar la ceja, esta vez por que no le entendía .- Envidia?...-resopló frustrado viendole algo extrañado como se colocaba los cascos, dando por terminada la "fiesta".
-Ah! quita! - le daba un ultimo golpe de cojin cuando recibió aquel beso, tanto o mas fugaz que el último,mentiría si dijera que no le gustaban esas "atenciones" , pero era demasiado orgulloso como ara dejar que el de pelo rojo se diese cuenta.
- ...no me habrías ganado..- murmuró haciendose un obillo a un lado a sabiendas que el otro no le habia escuchado , dandole la espalda a Lenin, esta vez no tan cerca del borde para evitar nuevos incidentes.
Apretó la cabeza contra la almohada y cerró los ojos , dispuesto a dormir....estaba extrañamente tranquilo, relajado...Aquella absurda e infantil pelea de cojines le había hecho bastante bien al peliplata, lo unico que lamentaba era que posiblemente al dia siguiente su amo no lo recordara...y con este pensamiento volvió a quedarse dormido unos minutos depués.

Despertó de nuevo cuando estaba a punto de amanecer, con la extraña sensación de que le apetecía un montón una cerveza, cosa extraña, porque él no bebía, al menos que supiera.
Quitó los cascos de su cuello, y se rascó varias veces la cabeza, mientras bostezaba, mirando a los lados. Se sorprendió cuando vió todos los cojines diseminados por allí, con la apariencia de haber pasado un huracán encima de la cama.
Observó a Hayden, durmiendo ovillado con postura tranquila y dándole la espalda. A él tampoco le apetecía levantarse de la cama tan pronto, no sabía por qué, pero notaba el cuerpo como si hubiera estado haciendo ejercicio toda la noche.
Suspiró resignado,volviéndose a tumbar, esta vez de lado y de cara a la espalda de su esclavo.
Tocó un momento la fría almohada y posteriormente, dió unos toquecitos en la espalda del otro. La decisión estaba bien clara, acercándose cada vez más, como quien no quiere la cosa, apoyó su cabeza en el centro de la espalda del menor, y asegurándose de que aún estaba dormido,lo abrazó como una almohada.
No era una estufa, pero definitivamente daba más calorcito que una almohada, así que decidió volver a dormirse un rato más, cerrando los ojos de manera mecánica y echando un sueñecito.

Durmió placidamente todo el rato, no volvió a soñar con patos de plástico, de hecho cuando abrió los ojos no recordaba si había soñado o no, pero seguro que le venía a la mente a los largo del día, como siempre.
Diría que era bastante tarde: las 10 o tal vez las 11 de la mañana, mucho mas tarde de lo que solía despertar, claro que era debido a aquella "interrupción" nocturna con guerra de cojines incluida, lo que había hecho que se despertara tan tarde.
- ..Que vergüenza...- musitó casi inaudible, recordando lo que había pasado la noche anterior, casi parecía como si lo hubiese soñado todo pues pensandolo friamente era bastante irreal.
No se percató de que se le había acoplado su amo hasta que se estiró para rodarse y levantarse, claro que no pudo hacerlo.-...pff...genial....-resoplaba con cierto fastidio viendole a al cara, definitivamente estaba cómodo y no parecía tener prisa por despertar.
Se dió la vuelta con cuidado de no romper aquel extraño abrazo y quedar frente al cuerpo del otro, mirandole fijamente como había hecho el día anterior cuando dormía en la bañera, prefería que despertara por si mismo para ahorrarse posibles malos tragos y de limitó a pasar las manos por los hombros desnudos de Lenin, deslizandolas lentamente por su espalda hasta llegar a las puntas de su pelo y manosearlas maniaticamente, si, tenía una extraña obsesión con aquella melena roja.

Los ojos violetas se abrieron de golpe, parpadeando varias veces, algo confundido. No se movió ni hizo nada, inusualmente tranquilo, su mente empezaba a ver como una rutina estar al lado del otro hombre y por algún motivo lo había asumido como algo familiar y, por lo tanto, no peligroso, incluso empezaba a gustarle su compañía.
Relajado, y bastante más docil de lo normal, besó ( con lo que podría ser considerado un gesto cariñoso para una persona tan sumamente inexpresiva), la clavícula del otro.
-...buenos...días...Hayden...
Le había gustado poder recordar su nombre y despertarse con alguien conocido, algo bastante inusual en su día a día.
Algo torpe por acabar de despertarse, arrastró medio cuerpo fuera de la cama y recuperó sus cigarrillos, dispuesto a empezar la mañana con una buena dosis de humo.

Continuó con esa manía que empezaba a desarrollar hacia el pelo de su amo hasta que este despertó, sorprendiendole gratamente con esa serenidad con la que parecía haber despertado.
- Buenos días...- le susurró con media sonrisa, soltando aquellos mechones cuando el otro se separaba a por su "desayuno" de nicotina.
Rodó hacia el otro lado quedando sentado, algo mareado como cada mañana por lo que bajó la cabeza esperando que se le pasara cuando se pudo oir un carácteristico sonido proviniente de su estómago, se abrazó la tripa disimuladamente para tratar de ahogar ese molesto ruido que parecía querer dejarlo en evidencia y se levantó e la cama, aún algo mareado y se dispuso a poner un poco de orden, recogiendo los cojines y la colcha.

A Lenny le sonaron ruidosamente las tripas, mientras se levantaba y casi se tropezaba con otro de los cojines.
-...¿pero...por qué...hay tantos...cojines...por...?-murmuró, dejando la frase en el aire.
Levantó el cojín, y se lo quedó mirando como quién mira un trozo de meterorito, sin entender muy bien la situación:
-¿hice...algo...anoche...? -le preguntó dudoso a Hayden, si había pasado un huracán lo más seguro es que lo hubiera provocado él, no el esclavo.
Dejó el cojín encima de la cama, y recogió otro tirado y no muy lejano. Lo miró como un objeto extraño, como al anterior, pero tuvo la sensación de que recordaba algo, aunque no de manera muy definida. Tuvo un impulso que no pudo evitar y tiró el cojín sobre el chico, con un movimiento rápido.
Él mismo se quedó estático en el sitio, sin entender lo que acababa de hacer. Volvieron a rugirle las tripas:
-...joder...que hambre...deberiamos desayunar...algo...

Hizo caso omiso a los comentarios de Lenin, mirando para otro lado conteniendo una risa que amenazaba con romper aquella extraña situación ,además que si el mayor no recordaba lo que había pasado la noche anterior, quedaría como un idiota si rompia a reir sin motivo aparente.
Se giró para doblar y colocar la colcha cuando sintió el impacto del cogin en su espalda haciendole voltear hacia él rápidamente con expresión retadora, el guerrero de cojines podía reaparecer de un momento a otro, pero su amo parecía haberlo hecho por casualidad o por una asociación extraña de ideas, no porque recordara nada.

- Tsk...- resopló dejando la colcha y empezar a estirar las sábanas.- Si...deberíamos...- musitó no muy convencido viendole alejarse, seguramente a la nevera y no pudo contenerse de lanzarle otro cojín, que cayó sin darle.
El esclavo solo negó con la cabeza y terminó de recoger ha habitación.- No se que podrias...- le hablaba pensativo acercandose.- La verdad es que está mas bien vacia aunque...- Se adelantaba usando la llave que aún tenía y abrir la nevera mirando el contenido y enarcando una ceja.- Leche hay para parar un tren...

-...la leche...es buena...para...los huesos...,asegura...un 30,894% del...mantenimiento...de la estructura...ósea...a partir...de los 40...y...es un protector...gastrico...barato...si eres un yonki...-murmuró, observando que efectivamente no había nada sólido decente en la nevera.
Suspiró y se fijó en otro cojín en el suelo, no muy lejso de allí y lo volvió a cogerlo, como quien coge una reliquia de una civilización desconocida-...se me...escapa algo...-agarró el cojín y lo metió a presión entre uno de lso estantes-...listo...así refresco mis pensamientos...-sonrió gatunamente al otro, dando por hecho que había llegado a la misma conclusión que él-...si Mahoma...no va...a la montaña...se quedará...a..desayunar...donde pille,...vamos fuera...-finalizó, sin señalar a ningún sitio concreto-...vístete...deja que me drogue...y salgamos...-cogió una botella de leche y dió un largo trago.