Pasando el rato (libre)

Al menor le gustaba analizar y mucho a las personas que conocía… sabía que se podría aprender de ellas con sólo observarlas minuciosamente, fue por ello que se dio cuenta de lo apenado que se encontraba el mayor. Le encantaban ese tipo de expresiones un tanto frágiles.

Sonrió a lo que había dicho con respecto al porcentaje que le daría para después mirar las fotos que había tomado, le habían salido tan bien que se admiró con cierta broma sus dotes de fotógrafo. Felizmente, el mayor se había dado cuenta que todo era una broma y siguió con ella mas a Thor no le fue todo de su agrado cuando comentó que Kazahaya había disimulado bien su sobrepeso. Yu sonrió muy divertido por la carita que había puesto Thor.

-Tranquilo!!.- refiriéndose a Thor, sonriéndole.- Pero si te sigue molestando… podrías venirte conmigo… serías muy consentido….- le dice guiñándole. Todo era una broma, sabía que el animalito nunca se separaría de Abel pues entre ellos dos existía un lazo muy fuerte, no era exactamente una relación dueño –mascota sino que ambos compartían un mismo sentimiento, algo muy fuerte hacia alguien o quizá algo.

Abel le comentó que también debía definir como quería que fuese su personalidad aunque no estuviese muy seguro de ello, Yu no quería una personalidad predefinida, prefería que todo fuese al azar. Cuando se acercaron a los dependientes, éstos le explicaron que se podía elegir tamaño, color de pelaje, personalidad o alguna otra característica que quisiera el menor.

Mira a Abel, después de la explicación de los empleados, para responder suavemente, tratando de ocultar el entusiasmo que tenía al saber que muy pronto tendría una mascotita a su lado.

-Pues… me gustaría que fuese como Thor.- señalando al animalito.-… pero en lo que es el pelaje de las orejitas me gustaría que fuese de un color dorado pero no un dorado chillón sino algo más sobrio… ah! También que sus patitas sean del mismo color… además que sea de ojos no muy grandes ni tampoco muy chicos…. Es decir, medianos…..y cuando me lo entreguen me gustaría que llevase un cascabel… con un lazo rojo en su cuello…….-

Quedo en silencio por un momento cuando el chico que llevaba los apuntes sobre cómo quería al animalito le pregunta “y su personalidad, ¿cómo le gustaría que fuese?”

-Ah! Pues lo prefiero al azar…. No me gustaría que ya fuese predefinido… le quitaría lo divertido de conocerlo….- comenta.-

Gira su rostro para mirar al mayor.

-¿Está bien? O me falta alguna cosa por indicar?.- inquiere, teniendo miedo de que algo, por muy pequeño que sea, no lo hubiese dicho.

Yu les explicaba cómo quería a su mascota, por unos momentos Abel pensó que sería extraño que hubiera otro igual a Thor en Zados, y tal vez hasta en el mundo, ya que no le parecía haber visto un animalito como el suyo en ningún catálogo.

Entonces dejó de lado sus pensamientos para escuchar lo que les decía el menor a los encargados de la tienda que iban apuntando todos los requerimientos del menor, no se veía tan inseguro como antes cuando no sabía que mascota pedir, ese era otro aspecto del más pequeño que von Bremen recién veía.

A Abel también le parecía mejor que la personalidad fuera al azar, no sería divertido tener una mascota que ya supiera que era perfecta; en las relaciones de cualquier tipo, los defectos y las diferencias eran lo que causaba las discusiones, y las discusiones hacían más fuerte cualquier tipo de lazo. Al menos así era para el dueño del hotel, que lo había comprobado con su mejor amigo con quien siempre discutía.

-Creo que ya no falta nada, y será mejor que vengas mañana para asegurarte de que ya esté lista tu mascota.- miró la hora, al parecer se había pasado volando el tiempo, pero primero tenían que pagar, o al menos dejar un adelanto, para lo cual se llevó un poco más allá al menor.- ¿traes dinero?- el no tenía problemas con pagarlo, pero no quería ofender a Yu.

No faltaba nada, eso fue lo que le indicó el mayor a lo que Yu asiente… estaba muy alegre de que todo estuviese resultando como planeaba; ya pronto tendría su mascota y no se sentiría tan solo como normalmente se sentía.

Se fijó que Abel observó el reloj, era muy tarde!...y es que cuando se pasa de manera tan grata uno no se da cuenta del pasar del tiempo; eso era lo que sentía Yu al haber estado esa tarde al lado del más alto.

Lo siguió, alejándose del mostrador sin saber para qué lo hacía. Al poco rato le pregunta si llevaba dinero con él. Yu llevaba algo de dinero además de las tarjetas que casi nunca usaba porque todo se lo daban y muy pocas veces él salía a comprar pero de todas formas no sabía cuánto costaría la mascotita y si era suficiente lo que tenía para pagarlo.

-Ahmmm…..- sacó la cartera que siempre llevaba consigo, dándosela a Abel.- ¿eso será suficiente?.... porque si no es así … podría llamar a casa…-

Vio todo el dinero que llevaba el chico, llevaba bastante para sólo haber salido a pasear, pero en realidad no estaba seguro de cuánto costaría aquella mascota, así que le hizo un suave gesto a Yu para que lo esperara ahí y fue a hablar con los empleados, pocos segundos después estaba de vuelta con el menor. Le iba a faltar un poco de dinero, y lo más fácil hubiera sido pagar y no decirle nada al otro, pero no creía adecuado hacer algo así.

-Te faltaría tan sólo un poco, ¿te parece bien si yo pongo la diferencia? creo que de paso les daré una buena propina a ese par.- refiriéndose a los empleados que seguían esperándoles. Esperó la respuesta del menor, al fin y al cabo se haría lo que éste deseara, aunque el dinero era una de las cosas que menos le preocupaba a von Bremen, no sabía si era tomarse muchas confianzas al terminar de pagar algo así.

-Si no quieres no hay problema, puedo esperar a que llames.- no quería que Kazahaya se sintiera obligado de ninguna manera.

Quedó en el lugar tal y como Abel se lo había indicado. Al poco rato, regresó con la misma grácil expresión de siempre. Cosa curiosa que empezaba a notar. Sin mucho que decir, el más alto habló con tono calmado quizá pensando en que pudiese tomar a mal sus palabras pero, al contrario, de lo que quizá el mayor se esperaba, Yu consideró un gesto muy amable de su parte aunque muy en el fondo, la situación le era un tanto incómoda y es que él no estaba acostumbrado a ese tipo de “acciones” ya que la mayoría de veces era él quien hacia ese tipo de gestos con los demás.

Estaba algo apenado. Cubre su rostro con ambas manos, ocultando su sonrisa.

— ¡Abel!....Me apenas!!... — se atrevió a decir, aceptando de esta manera que Abel cubriera lo que faltaba para adquirir a la mascotita — En verdad te lo agradezco mucho… pero que quede claro que sólo es un préstamo, si?— Eso debía dejarlo muy en claro, de todas formas, el menor devolvería el dinero.

Al principio la reacción del menor le había parecido algo extraña, no entendía del todo lo que estaba pasando, tenía que salir con más gente.... Yu le dijo que lo apenaba, no quería apenarlo...el dueño del hotel llegó a pensar que había dicho algo malo y no se había dado cuenta, pero luego entendió bien lo que le había querido decir el pequeño, sí iba a aceptar el dinero pero sólo sería un préstamo. El alto sonrió.

-Claro que sí, págame cuando quieras y cuando te de el tiempo.- estiró el brazo para llamar a Thor y su pequeña mascota voló hasta el hombro de su dueño, entonces los dos se acercaron a donde los empleados y el más alto de todos los presentes se dedicó a pagar. Como había dicho, les dejó una buena propina a los dos que estaban ahí.

-Listo.- mientras guardaba sus documentos.- creo que es hora de irnos, es un poco tarde y no quiero que se preocupen por ti...- pensó un rato lo que iba a decir después.- ¿deseas que te lleve a tu casa o prefieres que te llame un taxi?- aún se encontraban dentro de la tienda.

Ni bien aceptó que solo se trataba de un préstamo, el más alto fue donde los dependientes para terminar de gestionar el pedido mientras que Yu aún continuaba paseándose entre los escaparates observando las demás mascotas. Deseaba poder comprarlas todas aunque ello demandase mucha responsabilidad; el menor creía poder ser capaz de manejarlo, detestaba ver a los animalitos en esas pequeñas jaulas, no concebía que negociaran con ellas, después de todo, también eran seres vivos y merecían algún tipo de consideración; y eso que aún desconocía la existencia de Hanori. Mientras se paseaba entre ellos, intentaba acariciarlos entre las barandas de la reja, metiendo su pequeña mano pero aún así le resultaba difícil hacerlo. Renegaba por no podérselos llevar todos pero entre la búsqueda de alguna solución creyó que lo mejor sería comprar un campo muy grande y hacer una especie de albergue, el cual regalaría los animalitos a sólo aquellos que prometiesen cuidarlos. Sonríe al fín mucho más aliviado.

—Gracias― dijo con ferviente gratitud cuando regresó Abel, para luego enarcar una ceja cuando le dijo lo de la hora. Yu no se había dado cuenta que yacía fuera de casa casi 6 horas, de seguro estarían preocupados —Ais! Es tan tarde?!... ― hizo una breve pausa analizando que sería lo mejor, que lo llevase Abel o regresara con un taxi. Sabía lo que quería y eso era pasar un rato más con el mayor …pero… quizá para él ya sería demasiado tarde y de seguro tendría muchos pendientes…pero…¿cómo decirle lo que quería y no hacerle sentir comprometido?...no tardó en encontrar una solución.

— El préstamo!!― pensó en voz alta, sonrojándose inmediatamente. ¡Demonios! ¿por qué tenía que ser tan torpe en un momento como ese?, se recriminó a sí mismo, para levantar su mirada y ver al más alto que lo observaba extrañado —Es que…me gustaría que me acompañe a casa…así….así puedo pagarle― farfulló con la cabeza gacha, muy apenado por lo torpe que había sido—

-No ha sido nada.- fue lo que respondió muy suavemente cuando Yu le dio las gracias, pero cuando le dijo lo segundo, el chico pareció preocuparse un poco, de verdad que se les había pasado la hora, aunque Abel realmente no tenía apuro en regresar, porque si le faltaba algo simplemente trabajaba hasta un poco más tarde y problema resuelto.

Esperaba pacientemente la respuesta del menor mientras acariciaba a Thor que estaba sobre su hombro; Kazahaya gritó sobre el préstamo y sacó de sus pensamientos a dueño y mascota que miraron al menor un poco extrañados. Abel pensó en que tal vez él sería una molestia al ir a su casa a cobrarle, pero no le discutió a Yu porque sabía que seguramente iba a perder la riña; casi inconscientemente sonrió y después asintió suavemente.

-Está bien.- los tres salieron de la tienda y Abel abrió la puerta de su auto para ayudar a Yu a subir, después de que el menor estuvo dentro, cerró la puerta y se dio la vuelta para subir por la puerta del conductor. Thor voló hasta el regazo de Yu y Abel encendió el auto.- espero sus instrucciones.- dijo en tono gracioso, tratando de regresar a las risas de antes. Apenas tuvo la dirección comenzó a manejar; vio una cajetilla de cigarros que estaba en el auto y estuvo tentado a tomar uno, pero esfumó las ganas para no incomodar al menor.

Para su suerte Abel no se dio cuenta de que lo que en realidad quería era pasar un rato más a su lado y todo eso del préstamo sólo era un pretexto. Sonrió traviesamente.

Salieron del lugar para ir a su a auto no que sin antes Abel lo ayudase a subir. El menor lo contempló dar la vuelta por la parte delantera del coche hasta que se metió al auto. Le sonrió, queriendo retomar el hilo de la conversación pero …¿de qué más podrían hablar?, pensó por instante hasta que el cerdito lo sacó de sus pensamientos cuando se recostó en su regazo. Lo acarició con ternura.

Rió por lo que dijo para después darle la dirección que ya le había hecho memorizar su asistente pues era tanto el miedo a que se perdiera que estuvieron a punto de ponerle un collar con una placa indicando su dirección.


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