Dormía profundamente, había estado trabajando incansablemente en el restaurante y claro que también había estado atento con el chico, además de que se preocupaba de la extraña actitud de Ezekiel.
Su sueño había sido tan profundo que no se había percatado a la hora en que Carlise se levanto, y mucho menos que alguien hubiera salido de la casa.
Al poco tiempo en que el pelivioleta se había ido, el despertador que se encontraba en el buró, comenzó a sonar, Richard se levanto y apago el despertador, estaba algo molesto, pero se acordó de lo que había pasado la noche anterior, suspiro y volteo a ver al pequeño, su sorpresa fue no encontrarlo; no estaba en donde había quedado en la madrugada, sintió un poco de culpa pero mejor decidió levantarse cambiarse e ir al trabajo.
Así fue, se levanto, baño y cambio. Al pasar por la recamara del chico se quedo parado pensando en tocar o mejor no decir nada al respecto, suspiro; se acerco a la puerta y se recargo sobre ella, tomando un poco de aire.
"voy saliendo al trabajo... si necesitas algo ya sabes... háblame al celular o a la oficina... regreso en la tarde... hay comida en la nevera para que desayunes… nos vemos mas tarde" cerro los ojos y después de despego de aquella puerta de madera.
... lo siento tanto... pensó bajando a la segunda planta y observando el poco desorden que había ahí, levanto algunas cosas para que se mirara decente y después salio del lugar, entrando al coche y emprendiendo la partida al restaurante.
Había imaginado que el pequeño estaba en su habitación, estar cerca de él seria duro para el chico; por ahora no se imaginaba lo peor.
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Cerrado