La mañana después de los tragos

A Moses le había costado dormir esa noche, ya que estuvo pensando en todos los cabos sueltos que había dejado desde su llegada a Zados hace casi dos meses; el primero se trataba de un esclavo, Aruan, que ahora era de su propiedad y tenía 16 años, pero eso no era lo peor…ya que el rubio tuvo sexo con él en dos oportunidades, siendo la segunda casi una violación.

Alec era otro de sus cabos sueltos, pero en este caso las cosas eran diferentes, ya que fue con consentimiento de las dos partes, el problema radicaba en que podía estar esperando un hijo suyo y, aunque iba a ser responsable con respecto a ese tema, lo que menos deseaba en estos momentos era un niño, ¿Qué haría con uno?...ni siquiera podía cuidarse él mismo.

Cuando Moses despertó, se percató de que no había nadie a su lado…¿Dónde se había ido Alec?, se suponía que iban a ver el asunto del embarazo, pero el otro no se encontraba en la habitación, ya que el rubio más alto la había dado vuelta buscándolo. Cuando se estaba resignando a que el otro no aparecería, la puerta se abrió...

-¿Dónde estabas?...-Preguntó con una expresión seria al ver a Alec entrar.-Pensé que te habías ido y si deseaba verte sólo podría prender la TV o comprar alguna revista.-

Se relajó un poco al ver que el chico se había cambiado de ropa.-Me alegra que estés de vuelta.-Dijo para cambiar su semblante serio por una amplia sonrisa.

-Se nota que aún no me conoces bien.-comentó Alec sonriendo, al tiempo que cerraba la puerta que daba al pasillo y se apoyaba en ésta.- soy un tacaño de primera...crees que voy a pagar una manutención yo sólo?...sigue soñando...

Luego de hablar caminó hasta Moses y le dió un beso suaven en la mejilla; en las manos traía una cajita rosada, que le mostró inmediatmente después. Era una prueba de embarazo. AAbel se la habría tirado en la cabeza de saber lo que había pasado.. A Alec aún le causaba gracia que su amigo guardara cosas como esa en la repisa del baño.

-Ahora voy a ver que sale de esto.- dijo, enrrumbando al baño.- tú ve pensando en nombres, escuelas y esas cosas...

Alec bromeaba, pero realmente estaba bastante nervioso. ¿Qué diablos iba a hacer con un bebé? Seguramente terminaría por dejárselo a sus padres para que ellos se encargaran...y no quería eso...en el baño tardó un rato; sus manos sudaban de los nervios mientras salía y se sentaba en la cama con el aparato en las manos, esperando los 5 eternos minutos...

-azul, embarazo, rojo...continúa la buena vida.-la espera había terminado, y Alec observó el resultado; luego levantó la mirada para clavarla en los ojos de Moses...

-Azul...

Dejó pasar unos segundos para ver la cara de Moses...realmente debía estar espantado.

-Sólo bromeo tonto...es rojo...jajajaja

El rubio más alto rió ante el comentario del vocalista, aunque fuera sólo por dinero, todavía quedaba la esperanza de estar juntos un tiempo más, antes de que el otro se aburriera de alguien como Moses y lo cambiara por cualquier otro, con menos rollos mentales y mejor en la cama.

Se sorprendió de dos cosas, la primera…el no quería recibir un beso en la mejilla de parte del otro rubio, así que luego de ver el resultado (fuera positivo o negativo) podría abrazarlo y rozar sus labios con los del otro. La otra situación fue al notar la cajita que llevaba en las manos, luego le preguntaría de donde la había sacado, ya que no creía que el otro estuviera preparado de ese modo.

Cuando Alec volvió del baño, Moses comenzó a pasearse por la habitación y prendió un cigarrillo, hasta que pasaron los cinco minutos y el otro le dio la respuesta…El semblante del rubio más alto cambió al escuchar “azul” e incluso le produjo un vuelco al corazón; se había quedado helado.

Volvió en sí cuando el vocalista le dijo que en realidad había salido negativo.-¿Enserio?...-Dijo mientras tomaba la prueba con sus propias manos.-Mierda..Qué alivio.-Dijo suspirando mucho más tranquilo y tendiéndose en la cama, para incorporarse rápidamente y rozar los labios de Alec con los suyos.

-Casi me matas del susto...-

Si Moses se levantaba todas las mañanas con una sonrisa en la cara era únicamente porque amaba su trabajo y la oportunidad que este entregaba de observar a la gente en todas sus facetas; estudiar y especializarse en lo que siempre deseó lo había dejado lleno de orgullo, de hecho había pensado que era lo único apasionante de su vida, el único lei motiv que lo impulsaba a seguir viviendo, si algún día perdía su trabajo, se ataría el cilicio al cuello y tiraría fuerte de él. Además, había en la muerte cierto sabor que le llamaba la atención desde pequeño.

Las cosas habían cambiado un poco, ya que ahora el rubio más alto tenía dos personas con las que quería compartir en dos áreas de su vida que se unían en el afecto; Alec y Aruan ocupaban su mente de manera absoluta, hasta había olvidado el trabajo y todos sus ideales y pensamientos.

Moses hubiera querido besar a Alec directamente, pero simplemente se dejó hacer, luego habría tiempo para tenerlo de esa manera o al menos para abrazarlo una ves más.

-Está bien…sabe qué puede bajar si tiene hambre, así que no te preocupes.-Dijo sonriendo mientras se encaminaba al baño.-Aunque debería bañarme y cambiar la ropa, pero no quiero ir allí aún, debe estar enojado porque no he ido a verlo hace algunos días.-

-¿No te gustaría verlo?, es muy dulce y agradable, se llevarían bien.-Aruan y Alec eran demasiado opuestos, así que sería divertido verlos juntos, aunque claro…después se sentiría estúpido.

Se dio cuenta de que no había sido la mejor idea nombrarle al esclavo, así que rápidamente se dirigió hacia donde se encontraba Alec y besó sus labios sin rodeos.-No veo a Aruan de la misma manera que a ti..-

Aunque lo hubiese preferido de otra manera, Alec se alegró de que Moses pudiese quedarse con él un rato más. Estaba a acostumbrado a ser descehable...y se dio cuenta, al alegrarse, de que tal vez ya estaba cansándose un poco de eso.

La idea del esclavo le molestaba un poco. Era un poco prematuro para llamrlo celos...después de todo, sabía bien que entre él y Moses no había nada serio...y aún así, le molestaba. Quizás era debido a su natural egoísmo...o quizás todo lo contrario; cabía la posibilidad de que la molestia que sentía se debiera a meterse entre dos personas...era posible que el tal Aruan estuviese enamorado del rubio alto. No era átipico, sobretodo si se trataba de un niñito inocente como los que vendían en Hanori...pero lo que más le interesaba saber era qué sentía Moses por él.

-¿Y...cómo lo ves a él?

La pregunta era doble. Si el otro respondía a la pregunta directa, indirectamente estaría respondiendo a cómo veía a Alec: o al menos el vocalista trataría de interpretarlo así...

Aún así, no quizo hacer el momento incómodo, así que marcó el número de recepción y empezó a hacer su orden. Eso le daría al otro unos momentos para pensar su respuesta.

-¿Y bien?

El rubio más alto no sabía a qué se refería Alec con esa pregunta, pero trató de responder lo más sinceramente posible.-He tenido sexo con él…y pensé que me atraía, como te dije antes es muy tierno e inocente, además de ser guapo. Pero es muy pequeño para mí, aunque claro que le tengo afecto, si vivimos hace aproximadamente un mes.-Se quedó pensando un rato en la situación, tratando de entender las razones tras la pregunta del vocalista.

-¿Estas satisfecho?.-Suspiró para rodear a Alec por la cintura.-No debí haber hablado de él…lo siento.-Dijo agachando la cabeza un tanto sumiso.

-Ahora…Quiero decir cómo te veo, aunque debes estar seguro de lo que siento, si ayer lo dije como tres veces.-Se avergonzaba un poco de eso, ya que sobrio jamás habría dicho una cosa como esa; odiaba el afecto y creyó que sería una piedra por el resto de sus días..Se equivocó plenamente.

Moses notó una cierta tensión en el ambiente y se sintió un poco incómodo, a veces hablaba demasiado de quienes consideraba no-pobres.

-Alec, me gustas. Es extraño porque nunca le dije esto a nadie y no sé cómo comportarme…Ahora, si quieres saber algo más sólo tiene que preguntarme, responderé todas las dudas que tengas.-

Escuchó la confesión atentamente, casi sin mover un músculo. ¿Esa respuesta significaba que Moses y Alec no terminarían ese día como Alec y un sin fin de nombres más? El rubio sonrió, algo discretamente. Estaba avergonzado de sentirse bien por haberse ganado al más alto. Se suponía que al no le importaba que lo quisiesen, ni le importaba gustarle a la gente...se suponía que él sólo tomaba sin dar nada a cambio...más que su cuerpo claro...

De pronto sintió las mejillas calientes...por un demonio si se había sonrojado! eso era casi inaudito. Empezó a echarse aire en el rostro con la mano, mirando a un lado.

-Sí, recuerdo que lo mencionaste...lo mencioné yo? Tú también me gustas...y sí, tengo una pregunta.- con esto el rubio se la jugaba; estaba dándole a Moses la oportunidad de humillarlo si su respuesta era negativa.- así que...que hacemos? ...quisieras...salir...o algo así?

Era la primera vez que Alec hacía un ofrecimiento de ese tipo. Era muy directo sí, pero cuando existía la mas leve posibilidad de rechazo, evitaba hablar...tenía miedo de ser despreciado y no podía ocultarlo.

-Ya sabes...salir...a comer...de vez en cuando...y..ah..podrías presentarme a Aruan si quieres...y yo te presentaré a Abel...no es mi esclavo pero es lo más parecido que tengo a uno...jaja...

De repente, la tensión se había esfumado y Moses se sintió completamente aliviado, como si le hubieran sacado un peso de encima que lo ahogaba sin posibilidad de respirar otra ves.

Hubo algo en el vocalista que lo sorprendió, ¿Se había sonrojado?...El rubio más alto sonrió complacido y se abrazó más a él, jamás hubiera imaginado una actitud así en Alec, que siempre se mostraba tan inmune a los sentimientos de las personas y tenía la ironía a flor de piel, pero hasta las personas como él podían llegar a ser absolutamente dulces; a Moses no le importaba con cuantas personas se acostó el vocalista antes de él, pero no quería saber de nuevos pretendientes o compañeros de cama, el otro se había dado cuenta, pero Moses era muy posesivo y sobreprotector con quienes quería y claro, el otro rubio no sería la excepción.

Al principio, el ex monje no entendió a qué se refería Alec con salir, pero de a poco le iba dando algunas ideas...Moses respondió besando el cuello del chico y luego su boca, mientras sostenía su rostro con las manos.-Si quiero...-Dijo mirandolo directamente a los ojos.

Moses rió también ante el comentario de Alec con respecto a Abel, aunque aún no le caía bien, a pesar de haber acompañado al vocalista todo este tiempo.-Si así lo quieres...entonces está bien.-Dijo sonriendo mientras acariciaba el cabello del otro.

-Iré a bañarme a la habitación y aprovecharé de traer tus pastillas...espérame, vuelvo pronto.-Dijo encaminandose a la puerta.-

-No lo haré...no te vayas a ninguna parte.-Dijo y cerró la puerta de la habitación.

Moses tuvo que tomar un ascensor para llegar a su habitación, cuando estuvo en el piso indicado se detuvó a pensar en qué es lo que haría desde ese momento con su vida, ¿Cómo debería comportarse con Aruan?, podría hecharle la culpa al trabajo, pero no iba a ser sincero y lo que más odiaba el rubio era mentir. La otra alternativa era decirle que había conocido a alguien y le gustaba, aunque eso iba a dañar al menor y eso tampoco estaba dentro de las alternativas.

"Tu felicidad por la mía". Se acordó de las últimas palabras que le dijo su madre antes de partir...Mierda, tendría que pensar en algo pronto.

Abrió la puerta de la habitación y no encontró nadie en ella, quizás Aruan había bajado a la terraza. Se apresuró en sacar ropa e ir al baño. Se duchó rápidamente y lavó sus dientes, para luego mirarse en un espejo grande que había en el lugar, contemplaba su cicatriz con asco, tantas estupideces había hecho y luego trataba de reivindicarse usando el cilicio; el dolor físico hacia olvidaba por al menos unos segundos todo la violencia psicológica que lo atormentaba, ¿Debería hacerlo de nuevo?.Tantas preguntas y no sabía respondir ni una sola.

Cuando terminó de vestirse, agarró un maletín en el que llevaba dos cajas de pastillas y cerró la habitación, tomó el ascensor hasta el piso en el que se encontraba Alec y cuando llegó allí tocó la puerta.

-Si me dices "Bienvenido" y me das un beso no me enojo.-

Entró a la habitación lentamente, pudiendo observar todo lo nuevo que se podía apreciar en ella; le impresionó que el desayuno hubiera llegado tan rápido, aunque claro, era mejor así ya que tenía hambre, lo que más llamó su atención fue Alec…su posición y sus palabras.

Moses se rió junto con él mientras iba a dejar el maletín a la cama y sacaba de él una caja con pastillas; en realidad sería interesante que el vocalista lo esperara en alguna de esas maneras, aunque la que más le gustaba era la idea del delantal. Incluso se preguntaba si cuando llegara la primavera podrían hacerlo en el balcón, pero no se atrevió a formular esa pregunta, sólo rió para sus adentros un poco avergonzado de sus propios pensamientos.

-Toma…-Cambió su semblante rápidamente y le entregó la caja.-Supongo que te gustaría esperarme con un poco de protección, aunque si quieres tener un hijo mío no tengo problema…no por ahora, claro, ya me llevé un susto y no deseo otro.-Era una broma, ya que nunca habían estado en sus planes los niños, aunque ahora comenzaba a replantearse muchas cosas que antes hubiera negado e incluso odiado.

Se sacó la chaqueta y la dejó encima de la cama, mientras movía el carrito con la comida.

-Comamos…que tengo hambre y sed.-Esa era una frase retórica que soltó sin pensar, ya que no se refería sólo al desayuno.

Desde que Alec le contó lo que había pasado con su hijo y su anterior pareja, Moses quería preguntar si aún lo amaba, ya que aunque se hubiera acostado con muchos hombres, eso sólo controlaba en cierta manera su necesidad sexual, pero pasaba por alto sus sentimientos.

-Hey…¿Aún amas a tu ex pareja?...Del que me hablaste ayer.-La pregunta era incómoda, pero no pudo callarse…necesitaba saber.

Alec recibió las pastillas e inmediatamente empezó a leer las instrucciones. Nunca las había tomado, en primer lugar porque durante mucho tiempo su prioridad fue evitar las enfermedades y en segundo lugar porque no se creía capaz de recordar tomarlas religiosamente todos los días...

-Esto no engorda, verdad?.-preguntó medio desconfiado; no podía darse el lujo de subir un gramo o dejaría de verse "endiabladamente sexy" en las sesiones de fotos y su piercing en el ombligo probablemente terminaría por reventarle.- mi cuerpo es de las masas...no puedo echárselos a perder.- dijo riendo al tiempo que se llevaba una tostada francesa a la boca con bastante apetito. Parecía un tonto.

Luego, abrazó a Moses por detrás, sacando su rostro por encima del hombro de éste y pasando por ahí también uno de sus brazos, que se dirigían a la comida.

-Yo también tengo hambre...uhmmm...tal vez decida comerte, si no quedo satisfecho con el desayuno...-Alec empezó a lamer el cuello del otro.- sabes bien...

No pensaba hacerle el amor en ese momento. Al rubio le gustaba bastante dejarse desear un buen rato antes de caer. El juego de la seducción era su favorito, y no había nada más divertido que calentar a alguien hasta sus límites.

Pero su plan se fue al traste al escuchar la pregunta de Moses...

-Que tontería...-murmuró, volviendo a sentarse en la cama y devorando un panecillo con los ojos cerrados, ya no parecía disfrutarlo tanto.- está muerto hace años...¿Cómo puedes estar enamorado de un muerto?...seguro que ya se lo comieron los gusanos además...

Odiaba hablar de Heiji. ¿Por qué demonios Moses tenía que preguntarle sobre él? La herida, a pesar de los años seguía fresca...si el hombre volviera de la muerte, Alec no dudaría en arrojarse a sus brazos un segundo...

-Heiji era un pervertido amigo de mi profesor, me llevaba diez años, se drogaba, me dejaba hacerlo y practicamente me violó la primera vez que lo hicimos.- hablar mal de él era su escudo; recordar todos sus defectos le ayudaba a no llorar cuando lo mencionaba...encendió un cigarro sin importarle que estaban desayunando.- yo tenía catorce años cuando nos conocimos, era un niño idiota y me enamoré de esa basura...y sinceramente Moses...no quiero hablar de eso...

El rubio más alto se rió ante el comentario del vocalista, siempre había creído que la superficialidad era una basura, pero aún así se cuidaba de no engordar ni un gramo, no quería volver al pasado en donde todo giraba en torno a la comida y estaba al borde de reventar la pesa cada ves que se subía.

-No te preocupes por ese tipo de cosas…no traería algo que te perjudicara.-A Moses no le importaba si Alec era delgado o gordo, ya que la apariencia física de los otros no le afectaba demasiado y de hecho, le gustaban más los hombres rellenos, pero odiaba a quien no se aceptaba tal cual era y se sentía inferior a quienes le rodeaban, a veces creía que podría vomitar al escuchar un comentario parecido.

Al sentir al otro rubio abrazarlo y lamer su cuello, Moses profirió un jadeo y se rindió ante él, le gustaba esa faceta activa en su acompañante, además de que el otro sabía cómo hacer que el ex monje lo deseara con todas sus fuerzas.

Pero al escuchar el comentario de Moses, Alec se separó casi inmediatamente. Era obvio que la pregunta le había molestado, quizás hasta había hecho aflorar antiguos recuerdos que era mejor mantener cerrados con candado.

-¿No me cambiarías si es que volviera?, Si te dijeran que no estaba muerto, seguramente irías corriendo hacía él y las cosas serían como antes para ustedes, porque sabes…si se puede amar a los muertos, los sentimientos profundos no tienen que ver con que la persona esté o no materialmente.-Había hablado demasiado, pero se sintió más tranquilo. Sabía que el vocalista lo dejaría en cualquier momento, así que sólo trataba de mentalizarse para que cuando ese día llegara, no doliera tanto.

Moses se arrodilló frente al vocalista, para quedar casi a la misma altura y poder rodearlo por la cintura fuertemente.

-Si es lo que deseas…entonces no hablaremos más del asunto. Aprenderé a controlar mis palabras desde ahora para evitar que te sientas mal...aunque no lo creas, eso es lo que menos quiero en este momento.-

-Que tonto eres Moses...te preocupas por un montón de huesos y polvo.- Alec aspiró su cigarro vehementemente y botó el humo a un lado, ladenadole el rostro al más alto, que por estar de rodillas lo miraba desde abajo.- él no va a volver y punto...-suspiró, relajándose; él no iba a volver...entonces por qué si quiera dedicarle un pensamiento? Eso sólo le traía sufrimiento; por otro lado, tenía a sus pies, literalmente, a un hombre que al parecer podría llegar a llenar al menos una parte del vacío de su existencia; ¿por qué entonces seguir torturándose con un recuerdo que sólo lo dañaba?...

- Sabes...nunca hablo de estas cosas con nadie...no sé porque me das tanta confianza...-sonrió un poco y acarició el rostro del otro suavemente.- creo que sabes más de mí que cualquiera que haya conocido en los últimos dos años...

Era cierto. Era la parte mala de la fama. Uno tenía que cuidar cada una de sus palabras o algo indeseado podía colarse a la prensay destruir fácilmente una carrera.

-Ven..--tomó los brazos de Moses e hizo que este subiera a la cama con él, quedando el rubio alto encima.- pienso molestarte un tiempo más...así que no te preocupes por vivos o por muertos, está bien?.-al fin volvió a sonreír, besando al tiempo el cuello del otro de nuevo.- realmente me gustas...

Claro que era un tonto…actuar sin máscaras dejaba ver quien era realmente, alguien inseguro que siempre está dudando de quien tiene a su alrededor, pero que puede llegar a dar todo de sí por los no-pobres. Si al vocalista seguía gustándole Moses luego de contemplarlo en ese estado era literalmente un milagro.

Escuchaba las palabras de Alec en silencio, estas le daban cierta tranquilidad y le liberaban momentáneamente del peso que cargaba por su pasado, además de brindarle la paz y la seguridad interna que tanto necesitaba en ese instante.

Moses se dejó hacer y finalmente quedó arriba del rubio más bajo, contemplándolo fijamente mientras besaban su cuello. Le gustaba observar a Alec detenidamente siempre que tenía ese tipo de iniciativas, el otro siempre lo dejaba en éxtasis.

-Espera un segundo…-Dijo apartándose de él. Fue a buscar una de las tostadas francesas que había pedido Alec cuando llamó a la recepción y la partió por la mitad. Luego volvió a ponerse encima y metió delicadamente uno de sus dedos en la boca del vocalista.-Sostén esto…-Dijo e introdujó la mitad de la tostada al tiempo que retiraba su dedo.

El rubio más alto comenzó a comer de la boca del otro hombre lentamente, mientras besaba la comisura de sus labios.-Rico…-Susurró despacio, al tiempo que acariciaba el cabello de Alec.

-Vas a seguir comiendo?.-preguntó Alec al ver que el otro se dirigía al carrito y tomaba una tostada; aprovechó el momento para apagar su cigarrillo a medio fumar.- puedes comerme a mí y prefieres una tostada...

Pero el rubio no se imaginó que lo que Moses realmente pretendía era usarlo de plato. Abrió la boca lentamente, obedeciendo a las órdenes del dedo de su acompañante y dejó que sus labios sirvieran para sostener el alimento. Por algún motivo le parecía de lo más erótico jugar así con la comida. Gula y lujuria al mismo tiempo...la combinación perfecta.

-Te gusta...?.-sus manos se colaron por debajo de la ropa del doctor acariciando su espalda con suavidad, su miembro estaba empezando a reaccionar, incluso antes que de Moses; creía que esa forma delicada de mandarle tenía mucho que ver en el asunto.- se nota que no te enseñaron que con la comida no se juega...

Alec sonrió para luego besar a Moses profundamente. Su lengua se abrió paso entre los labios del más alto, buscando a su par en aquella boca cálida...iba a competir con esa maldita tostada y demostrar que era mucho mejor que ella...sí, Alec era capaz de desear ganarle a un pedazo de pan...

-Si hubiese sabido que te gustaban estas cosas...hubiera pedido algo como...eso..-dijo, señalando la crema del cafe

-Me enseñaron a que debía calentar la comida y luego comerla…en cambio a ti te gusta prender la llama y jugar un rato con ella...pero si juegas con fuego te vas a…-Se interrumpió arqueando un poco la espalda al sentir las manos de Alec en ella, sus caricias siempre eran placenteras y la suavidad de sus dedos sólo podía compararse con la calidez de sus labios.

Moses se sonrojó ante el nuevo movimiento del vocalista…era la primera ves que lo besaba de esa manera y sus lenguas se encontraban por lo que no sabía cómo comportarse. Se quedó quieto un momento dejando que Alec hiciera lo que quisiese de él. Sin duda ese beso era el mejor que le dieron en años…

Se separó un poco del otro chico al escuchar lo de la crema del café y sentir el miembro de Alec rozarlo levemente.

-Nunca me habías besado…así.-Dijo aún sonrojado, por lo que se levantó para que el otro no se diera cuenta del color de sus mejillas y fue a buscar el carrito, hasta tenerlo lo suficientemente cerca como para untar sus dedos en la crema del café.-Es poco…así que haré lo que pueda con ella.-

Fue hasta donde se encontraba Alec y se puso arriba de él para desabrochar el botón de su pantalón, al tiempo que bajaba el cierre, dejando su miembro expuesto. Luego untó sus dedos con crema y la esparció lentamente en el pene del otro chico, para luego arrodillarse ante él y darle lamidas además de proferirle cortos besos.

-a quemar?'...jajaa...ya lo haré en el infierno...

Porque el infierno era lo que le esperaba al rubio, y uno muy caliente. Ya que le gustaba tanto jugar con fuego no habría mejor lugar para él.

Sonrió de lado al ver al otro correr por la crema. Sexo con el desayuno, y en la mañana, a plena luz del día...ahora el rubio tenía la oportunidad de lucir hasta el último rincón del cuerpo que tanto idolatraba...y a la vez iba a poder ver el de Moses; le gustaba su piel blanca, contrastando con la propia, mucho más morena...

-aahhh...-la crema estaba fría, pero el más alto se las arregló rápidamente para arreglar ese detalle con las caricias de su lengua; el rubio sentía al otro hombre devorar la mezcla de leche y azucar lentamente de su miembro, que para ese entonces se encontraba totalmente erecto.-demonios...realmente quiero que me lo hagas...

Acababa de pasar de torturador a torturado. Su erección no podía conformarse; sentía la urgencia de ser tocado más vehementemente...quería que el médico lo penetrara en ese instante, que lo mordiera, que lo apretara...estaba probando una cucharada de su propia medicina...pobres todos aquellos a los que solía calentar para luego dejar en nada...ahora lo entendía...

Aún sentía un poco de vergüenza, no sólo por el beso que lo había dejado con sus cinco sentidos alerta, sino por poder contemplar el cuerpo de Alec a la luz…Si sus fans lo amaban en sus presentaciones y coreaban sus canciones, más sentirían arder sus hormonas al observarlo con los ojos del rubio más alto.

-¿Qué quieres que te haga?.-Dijo Moses sonriendo, claro que sabía lo que deseaba, pero necesitaba la respuesta del otro claramente.

El rubio más alto dejó por unos instantes el miembro del vocalista y se desabotonó la camisa, para continuar y sacársela completamente, dejando su torso al descubierto. Luego, usando su lengua, jugó un poco con el piercing en el ombligo que tenía el otro hombre; se extrañó no haberse dado cuenta antes de su existencia.

Moses le sacó lentamente la parte de arriba y los pantalones al otro rubio mientras contemplaba cada parte de su cuerpo. Fisicamente eran compatibles, ya lo habían comprobado la noche pasada, pero sólo cuando observó su desnudes pudo percatarse completamente de ello.

-¿Y bien...?.-

El médico se arrodilló nuevamente para quedar frente a frente con el miembro de Alec y comenzó a succionar como el otro le había enseñado en la madrugada, quería que el otro se corriera en su boca.

¿Qué qué quería que le haga? Maldita sea que desesperante era eso...Alec sonreía pensando en lo merecido que se lo tenía...de ahí en adelante juraba no torturar a nadie más en la cama...

-Harás que te lo diga , eh?.- dijo Alec mientras miraba lujuriosamente a Moses deshacerse de su camisa; tenía ganas de saltar sobre él y morderle esos pezones rosados de blanco que tenía, pero decidió ser más delicado; ya había tenido el control la noche anterior y esta vez iba a dejárselo al otro.- nnn… quiero que…-hablaba entrecortado, mientras el más alto se entretenía con su ombligo.- me la metas…Moses, cariño..

No podía ser más delicado. El vocalista tenía una bocota de camionero y a veces no podía controlarse; Moses iba a tener que acostumbrarse a mucho más que eso en el futuro.

-demonios…bueno…eso también me gusta…

Sentía los labios rozar de arriba abajo su pene; estaba volviéndose loco con eso. Era tan caliente y apretado; no pudo evitar moverse un poco, aunque tenía cuidado de no incomodar al otro con embestidas demasiado violentas. Aunque por la forma en que estaba haciendo ese oral, el rubio alto no podía querer otra cosa más que hacer se corriera en su boca.

-Ahh…-y lo logró, Alec gimió ruidosamente mientras apretaba las sábanas; su cuerpo se retorcía de placer; tuvo que apretar los ojos…realmente era un orgasmo delicioso…

-Tus deseos son órdenes.-Dijo entre risas por el lenguaje que había usado Alec para expresarse, a veces el otro era un poco inoportuno, pero eso era lo que más le gustaba a Moses, ya que siempre venían cosas nuevas e inesperadas de él.

El vocalista se corrió en su boca poco rato después…¿Aún deseaba que lo penetrara?, podría ser que con el sexo oral hubiera sido suficiente, aunque el rubio más alto dudaba que fuera realmente así, ya que el otro ya lo había sorprendido con una energía y disposición impresionantes para el sexo; Moses se estaba preguntando si Alec ya habría probado las orgías y los ménage à trois.

El ex monje se limpió el semen con las sábanas de la cama y luego se dispuso a rodear la entrada de Alec con sus dedos.-Olvidé el lubricante…-Dijo un poco inquieto, cuando se le ocurrió la extraña idea de usar el semen del chico para poder penetrarlo con facilidad.

Introdujo un dedo lentamente, para luego moverlo con más agilidad. Pasó un rato y metió un segundo dedo en él, procurando hacer lo mismo que con el anterior.

Cuando creyó que la entrada estaba lo suficientemente dilatada, sacó sus dedos con cuidado y se desabrochó el pantalón dejando su miembro expuesto, luego deslizó sus manos por el miembro de Alec acariciándolo y lo penetró con suavidad, para empezar a embestirlo rápidamente.