Sólo un ladronzuelo (privado)

Salió detrás de Adrian después de recoger los silenciadores, sólo para darle el gusto al de cabello morado, abajo vio cómo el chiquillo le pedía latas y botellas, después de que el dueño se las facilitó, miró a Tetsu y le sonrió nervioso, el ex esclavo sonrió divertido...ese hombre de verdad que estaba asustado.

Salieron del lugar caminando tranquilamente, Tetsu se volvió a amarrar el cabello y se puso los lentes, además se aseguró de que no le vieran el rostro por demasiado rato. Después de haber caminado por un buen rato, empezaron a llegar a los lugares más desolados de esa zona, era la peor parte, casi todo estaba abandonado.

-Este será un buen lugar para practicar- después de decir eso, buscó un lugar donde colocar las latas y las botellas y le dio una pistola a Adrian, primero debía de intentar sólo con una, -¿puedes hacer esto?- mientras le hablaba al menor y lo miraba, apuntó hacia una de las latas y le disparó, dándole...pero no había dejado de mirar al de cabello morado.

Otra vez estaban en la calle. Caminaron un rato hasta llegar a una zona bastante desolada, y sin decir mucho Tetsu empezó a acomodar las botellas.

-Es como una película de vaqueros...-bromeó Adrián, quien recibió la pistola un tanto inseguro de poder usarla...o al menos no como el más alto lo hacía. Se había quedado de una pieza al ver al otro dar en blanco sin siquiera mirar.- donde aprendiste a disparar?!

Dudaba mucho que en los laboratorios de Hanori enseñaran ese tipo de cosas a los esclavos.

-Bueno, ahora es mi turno...

eEl más bajo tomó el arma con ambas manos...clavó la mirada en la botella más grande de todos y abrió un poco las piernas...lo cual no le sirvió de nada, ya que a penás disparó su cuerpecito salió volando por la fuerza del siparo. La bala mientras, abolló un basurero a unos 5 metros de su objetivo.

-auch...

Película de vaqueros...había visto un par pero no le habían gustado demasiado, definitivamente no eran su estilo. Tetsu había aprendido a disparar con su primer amo, el comandante que había sido amigo de Jun y a quien el de cabello largo había matado sin ningún remordimiento; tal vez no debió de ser tan frío, después de todo ese hombre le había enseñado lo hermoso de la guerra.

-Tienes mala posición- le dijo suavemente mientras parecía que se dibujaba una suave sonrisa en los labios del de cabello largo, Adrian le había causado gracia, lo cual era bastante extraño porque no recordaba haber sonreído así con nadie que no fuera Jun. Le dio la mano para ayudarlo a levantarse, favor que, aunque parecía minúsculo, viniendo de Tetsu era bastante.

-Te voy a enseñar cómo se hace- después de que el de cabello morado estuvo de pie, el ex esclavo se puso detrás de él y le enseñó cómo agarrar el arma y cómo pararse mejor, al menos para que no terminara en el suelo, -dispara ahora-

-No te rías de mí!!!

Adrian hizo un puchero mientras le daba la mano a Tetsu y se erguía de nuevo, aunque luego de estar de nuevo de pie empezó a reirse el también. Su inutilidad era graciosa después de todo.

-Es que...-iba a disculparse pero el ex esclavo le dijo entonces que lo ayudaría a disparar. Se colocó detrás de él y entonces el chiquillo sintió que se sonrojaba...era agradable ese contacto tan íntimo...-está...bien...

Y volvió a disparar. Su cuerpo volvió irse para atrás pero esta ve fue recibido por el de Tetsu y ninguno de los dos se fue al suelo. La bala había rozado el objetivo, haciendo que la botella se tambaleara un poco.

-Parece que así no lo hago tan mal...-dijo, sinperder el rubor en sus mejillas y deseando que el mayor permaneciera ahí un poco más.

-Visualiza tu objetivo...tienes que tomarte tu tiempo, es mejor demorarse y darle al blanco que perder balas y perder el objetivo- para él eso era una regla básica, claro que su puntería era inigualable, pero él había aprendido teniendo mucha paciencia. No notó que Adrian estaba sonrojado, él estaba más concentrado en la lección.

-Sí, no lo has hecho tan mal- le señaló otra lata y le ayudó un poco a apuntar hacia ella, -ahora intenta darle a aquella- cuando se trataba de armas, el de cabello largo era muy paciente, cuando se trataba de personas...no tanto, pero Adrian había corrido con suerte, era la primera vez que Tetsu se sentía a gusto con una persona que no fuera Jun, eso le hizo pensar por unos segundos que tal vez si les diera la oportunidad a otras personas no se llevarían mal, pero el demonio que llevaba dentro destruyó esos pensamientos, en su cabeza y en su corazón sólo había lugar para Hanori, y el de cabello morado sólo era un medio para alcanzar su objetivo.

-gracias..-dijo, sonriendo de medio lado y mientras Tetsu seguía prácticamente abrazándolo volvió a disparar, esta vez dándole al objetivo. La emoción hizo que se soltara de auqel contacto que tanto le gustaba y volteó a ver al mayor, orgullos.- viste??

Claro que había visto. El chico de cabello lila tenía los ojos iluminados de la emoción. Y auqnue dudaba que jamás fuese capaz de dispararle a un ser humano, que Tetsu lo pensara era suficiente. Al parecer eso hacía que subieran sus puntos con él.

-Ahora yo solito...!

Adrian se pasó disparando un buen rato más, algunas veces fallando y otras acertando. Sin querer habían pasado una tarde divertida, y ya estaba anocheciendo de nuevo, por lo que era recomendable volver a su escondite. Asi que guardaron todo y empezaron a caminar hacia allí.

Entraron tranquilamente...todo estaba demsiado silencioso...y de pronto las luces se encendieron y tres tipos enormes les estaban apuntando. Adrian también pudo reconocer a un cuarto hombre, bastante más pequeño y muy bien vestido...era ese tal Hanori.

Luego de hablar con Tetsu, Jun había tenido un día muy ocupado. En primer lugar tuvo que defenderse de todos sus socios, quienes querían matarlo por poner en evidencia una falla de la empresa en televisión nacional. Luego tuvo que encargarse de la denuncia. En la comisaría su amante figuraba como en proceso de libertad, pero tan sólo con una suma de dinero eso se cambió para que el moreno fuera esclavo de nuevo. Y con la ley de su lado, Hanori se abocó a su búsqueda.

El primer paso había sido llevar la foto del esclavo a los medios. La intención era doble con esto; causar un poco de terror, y como no..alentar a las personas a denunciarlo. Si sabían que era un riquillo como él el que lo buscaba no faltaría una llamada que pidiera una recompensa.

Y claro que había sucedido. Primero un tipo de un mercado...una falsa alarma. Y luego, muy cerca del primer lugar, éste hombre que le rogaba que se llevara a esa amenaza de su negocio. Jun se rió para sus adentros, pensando en que clase de amenaza habría usado el más alto para tener a aquel pobretón tan asustado. Como fuera, la avaricia había podido más.

Llegó al hostal con una fuerte suma de dinero. Se la dio al tipo y le aconsejó que se largara ahí mismo, palabras que no tuvo que repetir. Claro que estaba seguro que no importaba que tan lejos fuera, si Tetsu mas tarde quería encontrarlo lo haría.

Así que cuando tuvo todo el lugar para él, se sentó tranquilamente a esperar. No podía tardar mucho. Encendió un cigarro y justo en ese momento la puerta se abrió. Hanori se puso de pié para ver entrar a su amante…acompañado de un chiquillo que se veía…bastante de la zona cero…le pareció raro que Tetsu anduviese con otra persona, peor en ese momento no le dio mucha importancia.

-Te encontré.- le dijo al mayor, sonriendo.- vamos a casa Tetsu.

Adrian acertó el segundo tiro, lo cual era impresionante, después de eso el chiquillo siguió intentando, a alguna le daba y a otras no, pero tal vez podría ser muy bueno algún día; finalmente decidieron regresar a descansar, cuando entraron todo se veía muy sospechoso...eso sólo podía significar algo. No se mostró nada sorprendido cuando aparecieron esos tipos junto a su príncipe, pero sí se sorprendió con lo que el de ojos rojos le dijo, ¿de verdad creía que regresaría tan fácilmente?

-También me alegro de verte Jun- le dijo con una voz muy tierna y con una suave sonrisa en los labios, de verdad se alegraba mucho de verlo porque lo había extrañado. Levantó las manos ya que en un momento así no podía hacer nada más, ni siquiera él era inmune a las balas; uno de los tipos se acercó para revisar que no tuviera armas guardadas en la ropa y Tetsu parecía estarse dejando, pero luego se rió un poco.

-Verás...Jun, si no me resisto, entonces el juego no sería divertido.- golpeó al tipo que tenía en frente revisándole la ropa y lo usó como escudo para cubrirse de las posibles balas, también se paró delante de Adrian para que no lo hirieran, pero de todas maneras no hubieran tenido tiempo, porque en cuestión de segundos, Tetsu ya había usado el arma del mismo aliado de Jun para matar a los otros dos.

-Me decepcionas...- dijo suavemente mientras dejaba en el suelo al tercer tipo que acaba de matar a traición y que le había servido de escudo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de Hanori le dio un beso en los labios y después lo inmovilizó y le tapó la boca.- Adrian, ve por cinta adhesiva y por un costal...¿querías divertirte no?-

Cuando aquellos hombres les apuntaron, Adrian no tuvo remedio más que levantar las manos también. Aunque, exrañamente, no sentía miedo. Por lo poco que conocía a Tetsu, su subconsciente sabía que nada iba a pasarle. Esos tres tipos no eran rival para su acompañante...

Y no se equivocó. En un abrir y cerrar de ojos el más alto había controlado la situación. Cuandos e dio cuenta en vez de tres hombres eran tres cadáveres los que tenía en frente, y sólo el de cabello largo había tenido la oportunidad de disparar. Era efisciente sin duda alguna.

Se quedó en un rincón. Le daba curiosidad saber qué era lo que el otro tenía en mente al acercarse a su pareja. Y no pudo evitar sentir un retortijón en el estómago al verlos besarse...eso habían sido celos..? No podía definirlo con calridad, pues era la primera vez que sentía algo así.

-Eh...sí!.-casi gritó al oír las órdenes de Tetsu y desapareció en el almacén en donde había amenazado al dueño del hostal de esa tarde; tardó un poco en hacerse de lo que le habían pedido y regresó luego, algo tímido por la presencia de Hanori.- toma...

¿Se habría tomado Tetsu en serio lo que había dicho mientras desayunaban??...

Hanori por supuesto, ya se había esperado ver morir a sus guardaespaldas irremediablemente. Es más, era parte de lo que tenía en mente. Una vez a solas con Tetsu, pensaba arreglar las cosas con él...pero lo que no se imaginó era que el esclavo iba a estar en compañía de alguien. ¿Quién era ese chuiquillo? Ni en sus manos locos sueños Jun se había imaginado a su amante socializando con...algo tan insignificante. Muy bonito sí, pero insignificante después de todo.

Se quedó quieto mientras lo otro lo besaba. Tan sólo había sido un día, pero era suficiente tiempo para que el moreno extrañara a muerte a su única razón de seguir vivo. Y al separarse quiso hablar, pero el mayor fue más rápido y le tapó la boca, por lo que sólo pudo observar incrédulo con que familiaridad le hablaba a la tercera persona que estaba ahí. Pero el chico corrió a cumplir órdenes, y entonces Hanori con una mirada le pidió a su amante que le soltara la boca.

-Qué haces Tetsu??..hablemos..no empeores todo...

No tenía idea de lo que el más alto tenía planeado, pero si de algo estaba seguro era de que si el esclavo se atrevía a humillarlo en frente de ese pobretón, las cosas iban a ponerse muy feas...

Adrian se fue inmediatamente a hacer lo que le había dicho y cuando el de cabello morado desapareció tras la puerta del despacho Tetsu soltó a su amante para que hablara, mientras pensaba que no podía resistirse a esa mirada, Jun seguía haciendo trampa.

-¡Jun!- gritó no demasiado algo y en tono de reproche mientras su mirada también era algo dura, -debes seguir las reglas del juego...¿no hiciste suficiente trampa ya?- le volvió a dar un suave beso y le sonrió -te he dado mucha ventaja mi príncipe...no pidas más-

Recibió las cosas que le daba Adrian y agradeció, usó la cinta para silenciar a Hanori y después le guiñó el ojo y lo metió dentro del costal mientras le pedía que no se moviera demasiado porque no quería lastimarlo.

-Oye- dijo con voz seria a Adrian nuevamente, aún con toda esa situación encima, la voz de adoración que tenía el de cabello largo con su ex dueño no se había esfumado, -busquemos otra posada...y vamos rápido. Te sigo-

Observó al otro reducir a Hanori a unos pasos de distanciañ Tenía que admitir que la situación había dejado de hacerle gracia...tal vez Tetsu fuera perdonado, pero dudaba que ese tipo no se tomara con él las represarias de un secuestro...y qué iba a pasar si el más alto lo asesinaba?...¿Cuántos años de cárcel daban por participar en la muerte del empresario más importante del país?

-¿Tenías que meterlo en un saco?.- preguntó algo fastidiado, mientras recogía una de las armas de los guardaespaldas y la guardaba para sí mismo.- ¿cómos e supone que vamos a ir por la calle con un saco lleno de...gente?!....Tetsu..e.s la zona cero...no el infierno...

Al parecer sus palabras no iba a surtir el efecto esperado, así que el chiquillo suspiró y salió del lugar esperando que Tetsu lo siguiera. Al menos las sombras de la noche hacían que andar con semejante carga fuera más fácil. Al fin, y sin llamar mucho la atención llegaron a una casa de un piso, totalmente destartalada.

-Siempre quice hacer esto.- murmuró Adrian y entró a la casa tirando la puerta, para luego disparar al aire; el efecto que consiguió fue que unos cinco hombres, totalmente drogados salieran corriendo.- nunca me dejaban quedarme aquí...servirá...

Adentro el panorama no era muy alentador. Desperdicios por todos lados, un sillón viejo y un antiguo televisor. Nada más.

No, no tenía que meterlo en un saco pero ciertamente así era mucho más divertido...¿por qué nadie entendía que estaban jugando?, en el camino Adrian sólo se quejaba pero Tetsu en realidad le estaba haciendo poco caso, estaba más preocupado en tener lo más cómodo posible a Hanori. El de cabello morado los llevó a un lugar bastante horrible, hasta Tetsu habría preferido el primer hostal a eso, pero terminó siguiendo a si guía.

-Vaya...ya estás aprendiendo algo- lo felicitó con una sonrisa en el rostro, jamás se hubiera imaginado que Adrian haría algo como eso, pero el chico aprendía rápido; cuando no hubo nadie más que ellos en la casa abandonada, el más alto dejó con cuidado a su príncipe en el sofá y lo liberó, después le quitó la cinta adhesiva con bastante cuidado de no hacerle daño.

-Lo sé, lo sé...no es tu mansión pero...tendremos privacidad- le soltó al oído y después se lo lamió juguetonamente, -¿me has extrañado Jun?- empezó a acariciarle la pierna y no tardó demasiado en llegar a su entrepierna.

-Claro que esto aprendiendo..-dijo animado, mientras se hacía paso en la casa y Tetsu se ocupaba de de Hanori.- y en solo un día...

Adrian entonces se apoyó en una esquina del cuarto. No sabía muy bien que debería hacer pero, se imaginaba que pronto te´ndría que largarse de ahí, pues al parecer ese par tenía algo en que entretenerse...claro que...no le hacía nada de gracia...sentía celos, pero no era tan estúpido como para reclamarle algo al más alto.

Estaba por irse cuando escuchó a Hanori referirse a él. Le molestó. No tenía derecho a hablarle de esa manera.

-Mi nombre es Adrian...-y hubise querido seguir con un par de insultos pero probablmente eso hubiese enfadado al mayor.- pero ya me vou..su alteza...al parecer Tetsu tiene planes para usted...que lo disfrute...

Miró tranquilamente al menor de cabello morado cuando Jun se refirió de esa forma a él, el más alto de los tres tan sólo movió la cabeza de un lado a otro para hacerle entender a Hanori que estaba actuando mal; se alejó un poco de Jun y mirando a Adrian le dijo que no se fuera, volteó de nuevo para mirar a su príncipe y le sonrió un tanto maliciosamente, su degeneradamente ya andaba pensando miles de tonterías.

-¡Jun!- le reprochó aunque aún sonreía.- él está jugando también, yo sólo tengo un aliado y tú muchos, no pidas más ventaja.- con un gesto le dijo al chiquillo que se acercara a ellos y le sonrió al de ojos rojos.- príncipe...no sabes lo que se siente cuando te engañan ¿no?- su sonrisa maliciosa revelaba sus intenciones; de pronto le dijo a Adrian que buscara una soga y usó su propia ropa para taparle la boca a Hanori, ya que no quería usar nada que estuviera sucio.

No le costó nada reducir a su amante y tenerlo atado para que no pudiera huir ni gritar, entonces se precipitó y le dio un beso a Adrian, resultaba que Tetsu además de todas las cosas que ya era, también era un buen actor, porque fingía que el menor le gustaba demasiado.

-¿No era esto lo que querías?, no te arrepientas ahora- prácticamente ordenó, porque si Adrian se negaba, Tetsu lo haría de todas formas, aunque su rostro no aparentaba eso, ya había llegado demasiado lejos como para detenerse porque al menor le había entrado miedo, -claro que está molesto...- respondió al otro con una sonrisa casi llena de maldad, Tetsu a veces era demasiado impulsivo.

Le dio un último vistazo a Jun y después volvió a besar al menor de los tres ahí presentes; la venganza era dulce...aunque jamás se había imaginado vengándose de su príncipe, sin embargo, los últimos acontecimientos le habían llevado a eso.

-Este lugar es realmente asqueroso...- comentó una vez más, porque le daba la impresión de que hacerlo echados no sería nada conveniente...y entonces razonó, hacerlo ahí en frente de Jun ya no parecía la idea más brillante, no sólo iba a lastimar a su amado príncipe, si no que además se iba a obligar a hacer algo que no quería.

-Los besos son suficientes...sal Adrian.- después de que el menor obedeció, Tetsu se acercó a Hanori y le soltó un poco los amarres, lo suficiente para que pusiera soltarse en unos minutos -ya no hagas trampa Jun...así no es divertido jugar- le besó la mejilla y se alejó un poco -por cierto...nosotros ya nos acostamos...ayer- después de decir eso, salió.

-Yo sé lo que hago- lo hizo caminar y se alejaron de ahí rápidamente, cuando el de cabello largo supo que el millonario ya no los podría localizar se detuvo, ahora no tenía ni dinero...ni armas, ni ropa, no tenía nada más lo que llevaba puesto y sus 4 armas, las cueles tenían muy pocas municiones ya.

-Me comporto así porque le quiero enseñar una lección...él cree que yo voy a perdonarle todo y cree que no me necesita, pero yo le enseñaré cómo es la realidad que se niega a ver- empezaron a andar nuevamente, ahora tenía una nueva idea, eso sería lo último. Rompió la ventana de un carro y como la alarma estaba malograda no sonó, al menos esa vieja carcocha aún prendía; subieron y después de manipular los cables unos segundos se fueron de ahí.

Llegaron a la mansión Hanori, Tetsu sabía bien cómo entrar sin ser visto, y compartió el secreto con Adrian; no había pasado demasiado desde que habían dejado a Jun amarrado en aquella casa y ya estaban en la habitación que compartían Hanori y Tetsu.

-N creo que sea eso...-dijo Adrian, mientras veía a Tetsu merodear entre algunos autos viejos que estaban estacionados en la calle.- si él creyese eso...no te habría venido a buscar...no?

Entonces el más alto lo hizo sobresaltarse al romper la luna de uno de aquellos vehículos. El chico se sopló el cabello de la cara con fastidio y se resignó a no decir nada más. Ya había sido suficiente defensa para Hanori. Subió junto con Tetsu y partieron, dejando pronto la zona cero.

-¿A donde vamos?.- preguntó, y al saber que iban a la mansión no pudo evitar ponerse nervioso de nuevo.- espero que de verdad sepas lo que haces...

Y al parecer sí lo sabía, porque pronto estaban en la recámara del ex esclavo. El más pequeño se detuvo a observarla sin poder créerselo. ¡Cuánto lujo! Nunca en su vda había visto tantas cosas caras juntas.

-Vaya Tetsu, te envidio...¿en serio duermes aquí?.- preguntó, tocando uno de los cojínes de la cama; la tela era más fina y suave que la de su ropa obviamente.- esto es un lujo...

El más bajo entonces volteó a verlo, recordando que una pregunta se le había quedado en la garganta

-¿Qué hacemos aquí?

-A mi casa- respondió secamente, porque esa también era su casa. Adrian miraba todo casi embobado, pero para el mayor eso jamás había tenido ningún chiste, así que sólo se sentó en la cama a esperar a que su príncipe llegara.

-Esperamos a que venga Jun- no le importaba nada de lo que le pudiera decir el de cabello morada, si se quería largar entonces que lo hiciera en ese momento, pero él no se iba a molestar en acompañarlo hasta la puerta; se quedó simplemente sentado y con los ojos cerrados, meditando tal vez...o simplemente recordando el delicado y precioso cuerpo de Hanori, ya lo extrañaba, quería sentirlo a su lado de nuevo, todo eso tenía que terminar.

Adrian no se fue, se quedó ahí, aunque Tetsu no sabía bien el por qué, no preguntó, en realidad no le importaba, sólo podía pensar en que en cualquier momento Hanori abriría la puerta de la habitación y ahí estaría él sonriéndole, como el buen perro fiel a su dueño que era. Escuchó ruido abajo, Jun había llegado, no puso ocultar su felicidad.