Había salido de su mansión en uno de sus autos, para ir de compras. Le había dicho al mayordomo que no lo esperara para la cena ya que iba a pasar a cenar a cualquier restaurante que le pareciera apetitoso en el menú vegetariano, rodeo la pileta de centro de su mansión, y un criado le abrió las rejas, y partió. Como una especie de hobby, Kyouhei pasaba a los demás autos como en una carrera, y ya distante de la villa en una vuelta no se fijo, que se había puesto en rojo el semáforo, y casi choco a un chico alto, de tez blanca y cabello castaño. Alcanzo a rodearlo, frenando intensamente, dejando en el suelo las marcas. En seguida se bajo del auto, todos se percataron de su imagen deslumbrante, y se dirigió muy deprisa al chico -¿estas bien?, disculpa por el susto que te hice pasar- se mostró sincero y amable y le dio la mano para pararlo, ya que con el impacto se fue para atrás.