Razones por las que nunca se le debería dejar a Lenin Tenembaum a cargo de la celebración de un cumpleaños...conejito escaldado incluido (HAYDEN)

Lenin no acababa de entender por qué su conejito había estado tan raro durante aquella semana, seguramente había hecho algo mal, para no variar, pero el hecho de no acordarse y tener ocasionales vómitos y mareos no ayudaba mucho. Parecía que alguien se había tomado las pastillas de LSD que había en el armario de las medicinas caras, y por los escalofríos, empezaba a pensar que había sido él.
Pero había algo que ocupaba la mente del narcotraficante en aquellos momentos, y aquello era el cumpleaños de su "conejito", había estado planificando el evento toda la semana, lo que no era nada facil para una persona que sólo tiene memoria a corto plazo, lo que ocasionó multitud de post it en el sótano, el único lugar de la casa que no era visible para el esclavo, y codazos por parte del conductor, que le recordaba que dejase de intentar entrar en una extraña taquilla de metal y volviera a planificar.
Se acercó sigilosamente al cuerpo durmiente del esclavo, sobre el colchón pelado, ya que las sábanas habían sido definitivamente eliminadas, y se le tumbó encima, besándole con pasión y empezando a meterle mano para despertarle (desconocía los suaves empujoncitos o el hecho de llamar a alguien por su nombre para despabilarlo).
-...conejiiitooo...despierta...conejiiitooo..., !feliz...cumpleaños...capullazo...!

Estaba teniendo el mejor sueño de su vida,uno de esos sueños en los que , incluso sin haber despertado piensas que lo recordarás durante todo el día y no quieres que acabe, el són le daba en el rostro...la brisa era suave y aromática...y cuando todo era más que perfecto...-"...conejiiitooo...despierta...conejiiitooo..., !feliz...cumpleaños...capullazo...!"-

Despertó sobresaltado, con los ojos muy abiertos y a lo único que atinó fue a intentar apartar el rostro ( pues se estaba quedando sin aire) e intentar agarrar las manos de Lenny que parecían ligeramente más "animadas" que de costumbre.
Cuando por fín pudo atraparlas y comprovar que definitivamente ya había despertado, miró al narco sombríamente...odiaba que le despertase con esas maneras.- Qué dices?...- le soltaba una mano rascandose la cabeza somnoliento.- ¿Cumpleaños?...hoy? de quien?...el mío? ...- quedó pensativo un momento estaba medio adormilado y no regía bien por las mañanas.
Era verdad, era su cumpleaños, lo había olvidado...cosa que no era de extrañar pues en Hanori ese dato no significaba nada especial, lo que sí era de extrañar era que Lenin se hubiese acordado.- ehm...¿ y...pasa algo por que sea mi cumpleaños? - le dijo mirandole sin entender el motivo de tan "emotivo" despertar.

Lo miró con desaliento, hasta los nekos-cobaya del sótano tenían post it encima y el tío ni se inmutaba. Luego entrecerró los ojos, pensativo mientras escuchaba las "dulces" palabras del otro. Finalmente, se dejó caer encima del esclavo, poco cuidadosamente, y escondió la cara entre los cabellos plateados del otro.
-...te odio...tenias...que alegrarte..., joder...quería que..fuera especial...cuando estás..enamorado...de alguien debe ser...especial...-lo miró con la cabeza gacha, levantando levemente la vista, fastidiado. No entendía cómo podía hacerle más ilusión a él que a Hayden -...disculpa...recogeré...el campamento...y nos olvidamos del...tema.., aunque...el regalo...te lo...quedas..., el capullo...es mordón...y creo que..no lo querrán de...vuelta...en la tienda...
Soltando algo entre un suspiro y un bufido se soltó del cuerpo del otro, echándose a un lado y colocándose la almohada en la cabeza, sacando el móvil para decirle al conductor que abortarse el plan.

A veces era tan sumamente complicado convivir con este hombre...
El peliplata solo resopló ante las palabras del mayor, el muy maldito le había hecho sonrojar de pronto con esas palabras que...seguramente formaban parte de su plan para "ganarle" de nuevo.
Pero esa vez no podía reprocharle, debía admitir que tenía todas las de perder cuando Lenin se ponía así de infantil delante de él.
Le miró un momento, negando con la cabeza cuando lo vió con la almohada sobre la cara.- Eres imposible...- le dijo sentandose a horcajadas encima suya , arrebatandole el movil de la mano y dejarlo en la mesilla.- ..perdona..- le retiró la almohada dejandola a un lado.- Es que yo nunca...- sonrió de lado aún con ese rubor que odiaba en sus mejillas.- bueno, no me lo esperaba...- tomaba su rostro con ambas manos depositando varios besos cortos en sus labios.-...no esperaba que te acordases...- terminó por decir riendo por lo bajo y atizandole con la almohada.

Respondió levemente a los besos y suspiró fastidiado cuando el otro le arreó con la almohada:
-...eres...una persona...muy complicada...Hayden...es taan...dificil convivir...contigo..a veces...-sin embargo, simplemente se dedicó a deliniar suavemente el torso ajeno:
-...me gusta...que tengas...19...,...para mi...fue una..."edad..especial"...y me siento menos...asaltacunas...porque..."mi chico"...sea...menor..., no sé...si te..he dicho..que me solían ir..mayores...que..yo..., de todos...modos...para lo de la...memoria..deberías...darle...las..gracias...al conductor...ha colaborado...a...la...causa...de...los post..it...y también...a los...nekos...han sido...mis tablones...
Tomó la mano del menor, y lamió sus dedos con lascivia, mirándolo fijamente, con los ojos inexpresivos pero inusualmente brillantes.
-...hazme...un favor...coge...el movil y..llama al...conductor...déjalo...sonando...dos veces...y cuelga...él sabrá...lo que...signfica... -murmuró, mientras seguía a lo suyo.

Por lo visto parecía que para ninguno de los dos era facil convivir con el otro...por lo que se deducía que había cierto masoquismo en el ambiente.
- Seh, yo también me alegro de tener diecinueve...a ver si en unos años me dejas de llamar conejito...- de dejaba tomar la mano mirandole con la cabeza ladeada, era un tanto inquietante, pero sabía que aunque no hicieran más que discutir y de lanzarse puntas todo el rato en el fondo se llevaban extrañamente bien, y eso le reconfortaba de algún modo...

- Ah?...que lo llame?- sin bajar de él, agarraba el movil sin entender del todo las intenciones de Lenin y le daba a la rellamada, saliendo automáticamente el número del conductor y lo dejó sonar dos veces cómo le había indicado el narco, acto seguido colgó y dejó el aparato donde estaba.- Listo...-Se recostaba sobre su pecho, acercandose a la piel de su cuello y besarle meloso , sin embargo volvía a mirarle algo desconfiado.- qué tramas?

habían dejado algo más sensible de lo normal.
-...unas cuantas...cosas..al...mismo...tiempo...-respondió, tranquilamente, sonriéndole desafiante.- ¿...no...te fías...?, ...nada...demasiado...conflictivo..., palabra...de boy..scout..., pensé....que te...gustaría..."conejito"- remarcó la palabra con una sonrisa gatuna. Hiciera lo que hiciera Hayden, ni él mismo creía que alguna vez fuera a dejar de llamarle por ese estúpido apodo cariñoso.
No había acabado de pronunciar esas palabras, cuando entre la penumbra apareció el conductor, únicamente vestido con un intento de delantal sexy en el que ponía "feliz cumpleaños" arrastrando lo que parecían dos paquetes envueltos en papel de periódico y uno más extraño aún, con papel amarillo de regalo medio comido, con ruido de rueda de fondo.
Se echó suavemente a un lado, apartando con cuidado a Hayden.
-Todo...tuyos..., uno de...ellos...es la tarta...la pillé...en un...sex...shop...así...que no esperes maravillas; el..otro..era algo..que...me recuerda...a tí...y el último...era "algo mío"...cuando...cumplí...19...
Observó como el conductor le pasaba el paquete con papel amarillo:
-...ya le...he puesto...nombre,...pero creo que...me odia...asi que...tú -se quedó en blanco, mirando pensativo el techo-...ya sabes...conejito

En sus labios se dibujó una extraña sonrisa, que casí podía parecer una mueca de asco al ver al conductor de esa forma...se preguntó por un momento cuanto debía pagarle Lenin para llegar a guantarle hasta el punto de llegar a esos extremos.
Oficialmente se sentía abrumado por todo aquello, esta era una de us "Primeras veces" una de tantas, pero nunca había sido el centro de atención de ese modo y para ser sinceros estaba bastante avergonzado.
Lo de la tarta de la sex shop era casi de esperar, pero aunque la vela no tuviese forma de vela precisamente le daba igual, aún estaba muy sorprendido de que el narco se hubiese tomado tantas molestias en él.
Agarró el paquete que le pasó el conductor, tratando de no ver más allá del delantal, aquello se movía.- Eh...- miró algo desconcertado a Lenin un momento, no es que no se fiara...pero conociendo a su amo aquello podria ser cualquier cosa.- Bueno...me voy a fiar de tí.- Rio por lo bajo y retiró aquel papel amarillo, dejando al descubierto una pequeña jaula donde en el fondo , corria en una ruedecilla lo que parecía...no, definitivamente era un hamster.
- Ah...- pareció como si se le iluminara el rostro por un momento y no pudo evitar sonreir. ¿ sería eso lo que le recordaba a Lenin?...prefería no pensar si en realidad tenía algo en común con el animalito.- ...por que dices que te odia?...- abría la puertecita metiendo la mano y acercarla al roedor, acariciandole la cabeza un momento , a lo que el bicho respondió subiendose a su mano.- si parece muy pacífico.- reía sacandolo de la jaula y volviendo a acariciarlo, parecía encantado con el regalo.- Le pusiste nombre? - se volvía sonriente al narco.- Cómo se llama?-

-..primero...pensé en llamarlo..Hayden II.., ...luego ácido...dexonucleico..., luego...capturador de...aura negra...pero el muy perro me...mordía...siempre..., luego...le llamé..."Gato"...y me...puse guantes...para sacarlo...-comentó con despreocupación, mirando al animalito con expresión entre lo curioso y con cierta envidia, prometiéndose que como ese bicho centrara toda la atención del esclavo acabaría en el water-..el tio...es bastante listo...y sabe nadar...bien..., le metí en...la bañera para ...que quedase...reluciente...y se zampó...medio plato...de pollo al...curry..., además...se parece a...tí...cuando te...enfadas..., tenéis los...mismos mofletitos...
Finalmente, cogió la última caja de manos del conductor y la acercó al menor:
-...esto...también...es para tí...pero...no puedes...abrirlo aún..., no hasta..que...yo te lo pida...¿entendido...?, es algo...bastante especial...para mí...y me encantaría que...lo tuvieras...tú...pero a su debido...tiempo...
Iba a acariciar la mano de Hayden cuando algo le mordió, aquella cosa peluda parecía querer guerra, pero el narcotraficante, a pesar de respetar la vida del roedor, se negaba rotundamente a compartir a Hayden con un hamster.
-...maldito...bicho...

- Gato?..- levantaba el hamster ante sus ojos para verlo bien, la verdad es que "gato" era el nombre más adecuado de entre todos los que había dicho el narco, por lo que no se lo discutió, mas que eso le parecía un nombre bastante simpatico para un Hamster.
Desvió su atención de "Gato" cuando le hablaba el mayor, mirando lo que tenía entre manos con bastante curiosidad, le escuchó en silencio y luego volvió a mirarle.- Bueno...- se encogía de hombros asientiendo.- Cómo quieras, esperaré a que me digas entonces...- volvía la atención al hamster que caminaba distraido por sus manos, olisqueando.-...no me dirás lo que és?...- le sonreía- ni una pista?- en realidad todo aquel secretismo despertaba su curiosidad.
Iba a seguir insistiendo cuando Gato mordía bastante violentamente al narco...parecía que de verdad le odiaba.- jajajaja! eso te pasa por tratarle como un juguete y meterlo en la bañera.- rió más pero paró viendo la expresión de su amo, quien maldecía al pobre animalito.-oh...- se acercaba el animalito al rostro, frotando su mejilla contra el pequeño cuerpecito peludo del roedor.- Celoso, señor Tenembaum?-

Lenin maldecía en silencio la hora en que había decidido comprar aquel hamster, y tuvo que contenerse para no coger la caja y golpearlo...¿quién se creía que era, poniendo las patitas sobre el esclavo?, el menor era suyo, le daba igual que se liara con hombres o cualquier cuestión sexual, pero el cariño de Hayden era solo suyo.
-...no..., irá...al water...en cuanto...me toque...las pelotas...--murmuró, chupando la gotita de sangre que había salido tras el mordisco del roedor-...puto...Gato..
Se volvió hacia el esclavo, intentando ignorar deliberadamente como frotaba el hamster contra su mejilla:
-...tengo que...enseñarte...unas cuantas...cosas...más..., quiero..que...bajemos...al sótano...

Le sacaba la lengua al narco siguiendo el tirón de sus palabras, le divertía verlo así y estaba seguro de que no le haría eso a "Gato", quien aprovechaba su cituación tan cercana a la cabeza del esclavo para trapar por los plateados cabellos hasta llegar arriba del todo de su cabeza, lugar que al parecer le gustó bastante pues en medio minuto ya estaba acurricado entre el pelo, durmiendo plácidamente.
- El sótano?- le miró francamente sorprendido, olvidandose por completo de pronto de su nuevo amigo roedor y centrando toda su atención en Lenin.- Quieres que...?- empezaba a decir dudoso, aún estaba fresco en su memoria el recuerdo de aquel primer día en al PCP Centrum, cuando tuvieron aquel "accidente" relacionado con el sótano, recordaba perfectamente cómo se había puesto Lenin esa vez, que fue cuando único había llegado a temerle, que le dijese ahora que bajarían al sótano, le hacía pensar en mil cosas.- Bajarás al sótano...¿conmigo?- Sí , le parecía algo dificil de creer, pero le hacía sentir bien que el narco confiara en él cómo para eso.
- Deacuerdo- resoplaba sobandose un poco la nuca algo nervioso.-pues...ah! yo que se!- ya se había quedado sin argumentos- Cuando quieras entonces.- Le sonrió de lado.- Parece que hoy te has propuesto sorprenderme.-

Se encogió de hombros:
-...puede...- dijo simplemente, la verdad es que aquel día sin sus post it no era nadie, pero gracias al cielo estaba el conductor ridiculamente vestido en caso de que tuviera que indicarle el siguiente movimiento. Aquel era el problema grave de planificar algo con tiempo para una persona que solo tenía una corta memoria temporal.
Luego miró al hamster, que se había quedado frito sobre la cabeza del menor:
-...deberías...bajarlo...antes de...que se despeñe...-murmuró, con un tono de voz más meloso de lo isual, la verdad es que no le importaría ver a la ratita tirada por los suelos.
Se levantó un poco, mientras el conductor lo miraba inquieto, sin entender cómo el narco podía confiarle algo tan importante al esclavo y algo fastidiado por dejar de ser uno de los centros de atención de Lenny.
-...come..un...poco...antes..., se te ...quitarán...las ganas...cuando...entres..., te prepararé...una mascarilla..., te espero...abajo...¿de acuerdo..?...sólo...ya sabes...empuja...la puerta...está...un poco...oscuro...al principio...

Se le quedó mirando cuando se alejaba rumbo al sótano, no entendía qué querría que viese, precisamente ese día y en ese momento, la verdad es que andaba un tanto misterioso el narco ese día, pero no era algo que se se saliese de lo que se podía considerar "normal" cuando se trataba de Lenin, por lo que no le dio mayor importancia.
Una vez estuvo solo bajó con cuidado a Gato de su cabeza, mirando sonriente como el pequeño hamster totalmente blanco dormitaba tranquilamente y lo dejó con el mismo cuidado dentro de su jaula.
-Pff...-resoplaba bajando de la cama y estirandose antes de acercarse a la tarta y darle un par de probadas, aunque era bastante peuliar ( además de pornográfica) la verdad es que estaba buena, y era toda para él, ya que el narco no pobería algo tan dulce, seguramente.
Se vistió con lo primero que pilló ( llevaba varios días durmiendo casi desnudo por el calor del ambiente y por la estufa humana que era Lenin ) y se dispuso a bajar por aquellas escaleras que daban hacia la puerta del sótano, le dió un escalofrío al recordar aquella caida que tuvo por esas escaleras aquella vez, pero Hayden intentaba "no vivir en el pasado", él mismo solía decir eso así que finalmente se vió frente a aquella puerta que se presentaba ante él con los candados abiertos.
Se armó de valor y empujó la puerta, asomendo primero la cabeza...igual que aquel día , no pudo ver nada, estaba demasiado oscuro.
- Hola? - decía ya dentro, bajando unos pocos escalones más que seguían despues de la puerta, mirando al interior en lo que sus ojos se acostumbraban a la oscuridad.

Una vez preparó una mascarillas y metió una buena dosis de tranquilizante en unos alterados nekos, que veían el regreso del narco como una sentencia de muerte, esperó al esclavo en la "entrada" de su laboratorio secreto. Acostumbrado a la penumbra, esperó la conocida silueta de Hayden:
-aquí- se acercó hasta él, agarrando su brazo suavemente - ...cuidado...el último...escalón..., están...dormidos...-lo atrajó levemente hacia él mientras atravesaban lo que parecían una infinidad de plásticos que colgaban de la pared, aún en penumbra, con el ruido de los pasos sobre una alfombra de plástico como único acompañamiento.
-...no te asustes...por lo que...vas a ..ver...los necesito...así...-colocó la mascarilla sobre la cabeza del esclavo
Por fin llegaron a la zona de luz, era un cuartucho pequeño e inmundo, más caluroso y húmedo de lo normal, y con tierra sobresaliendo de los diversos plásticos repartidos a diestro y siniestro. Las paredes estaban pintadas con restos de pintura de plomo rosa, y una mesa de ping pong rota, que hacía las veces de camilla, llena de manchas de sangre resecas y material diseminado por todos los lados. Una pala se mantenía clavada sobre la tierra, y en las paredes, se mantenían encadenados cuatro nekos, drogados e inconscientes, en diversos grados de salud y número de heridas, alguno con alguna inyección o filo metálico clavado en la piel, pero ninguno con heridas leves.
El siniestro balanceo de la lámpara de neón daba un toque aun mas siniestro al ambiente.

Siguió los pasos de Lenin agarrado a su brazo hasta que al fín la penumbra se disipaba al fín , aunque la aquella luz no ayudaba a mantener la calma allí abajo precisamente.
Por un momento no supo que hacer, qué decir ni qué pensar, la visión de esos niños-gato encadenados a las paredes...hasta ese momento no había creído a Lenin capaz de algo así.
Se soltó de su brazo y se acercó a uno de los nekos en silencio, lo miró un momento, parecía cómo dormido.
Se sintíó extrañísimo, porque no sentía "nada", no era una visión agradable, pero no se había asustado, ni escandalizado ni asqueado...No era la primera vez que se veía en una situación parecida en la que se sentía indiferente ante algo que debía horrorizarle.
Se separó del chico despacio y dió unos pasos hacia el narco de nuevo,-¿ Para qué querías que viese esto?- le preguntó sin verle, con la mirada aún puesta en los nekos.- ¿Debo pensar o sentir algo en concreto por esto?- Le miró con una extraña expresión, se sentía extraño consigo mismo.- Si estas son tus "cobayas" me parece bien...- se encogía de hombros.-...no tenía ni idea de...tsk..- rió por lo bajo un momento y después cayó, pensativo, recordando algunas cosas que habían pasado, cosas que había visto con respecto a su amo y a lo que hacía, en muchos aspectos.-... Nunca antes me habías dejado entrar aquí..¿ por qué?, Te avergüenza esto? te preocupa que la gente se entere o lo que puedan pensar o algo así?-

-...me da...igual...lo que..piensen... o sientan...ellos o la...gente..., desde la..última vez...ya no tengo...por qué...hacerlo..., puedo...hacer...lo que...me de..la gana... -su voz tenía un leve cariz desequilibrado-...si yo..no pude...elegir..por qué...ellos...iba a poder...que...se jodan...
Encendió un cigarrillo, y se quitó la máscara, frunciendo levemente el ceño ante el olor:
-...me importa...lo que...pienses...tú..., pero..tú...ya sabes...que soy un...monstruo..., conejito...-se acercó a Hayden, acariciando su cuello, de manera distraida-...antes...no podías...bajar...ahora...sí, esa...es la...diferencia ...-aquello sonaba perfectamente lógico para la mente del narco-...quería...que...conocieras el negocio...por si...quieres...continuarlo...en caso...de que...dentro de un par...de semanas..mis...planes...salgan mal..., cosa..que...es más..bien...probable - sonrió divertido, aparentemente encantado con la idea -...verás...creo que...odio...a los nekos...-soltó una pequeña risa, de manera algo demente-...y mi..mente...no quiere..funcionar...bien...estos...días...así que tengo..que asegurarme...de que...todo salga...como debe...-el cigarrillo había caido al suelo en un despiste del narco, que no pareció ser muy consciente de que lo había perdido.

- Si tú eres un monstruo...- miró a los nekos con indiferencia.- ¿qué soy yo?...-quedó pensativo un momento mientras escuchaba las palabras de Lenin , desde el principio había estado diciendo esas cosas, cómo si pudiese aparecer muerto en cualquier momento, cosa que no creía tan provable como el narco pensaba.
Miró distraido cómo el cigarrillo escapaba de los dedos del narco y se limitó a pisarlo , apagandolo y volverse a Lenin volviendo a subirle la mascara.- ¿sabes?...-le miró con cierto deje de complicidad.- A mi tampoco me gustanmucho estos bichos...- los miraba con aire asqueado.- Todo el que es neko sale de Hanori al poco tiempo de ser expuesto.., tsk... ellos lo saben y presumen de eso...- sacudió la cabeza a ambos lados para alejar aquellos pensamientos..¿ acaso sentía cierta satisfacción por verlos en ese estado?.- Algún día...quiero ver lo que haces con ellos...- dijo echando un ojo al instrumental que había por ahí.-hay mucho que me gustaría aprender...-

Se quedó bastante sorprendido ante las palabras del menor, y sin darse cuenta, estuvo a punto de perder el equilibrio y caer. ¿De verdad no era el único que odiaba a aquellos estúpidos chicos-gatos?. Más que satisfecho con la respuesta ajena, se acercó hacia él y lo besó por encima de la mascarilla:
-...te enseñaré...todo...lo que quieras... -murmuró, apartando unos mechones rebeldes del rostro del pelioplata-creo...que estoy...jodidamente...enamorado...de tí...conejito...
Uno de los nekos dió un suave respingo, y abrió los ojos, temeroso al ver al narcotraficante, a lo que Lenin contestó cogiendo lo que parecía una pequeña motosierra eléctrica de entre el instrumental esparicido, y golpeando con saña al gato en la cabeza,que volvió a quedar inconsciente:
-...listo..., creo...que pronto...será...necesario...nuevos...especímenes..., no puedo...evitar...romperlos...tan pronto..., por lo...demás...son todo...tuyos...para hacer lo que...te dé la gana...con ellos..., no me importa...compartir..."mis...juguetes"...contigo...

Las primeras palabras del narco le habían vuelto a hacer sonrojar, finalmente no eran tan diferentes el uno del otro, el esclavo empezaba a asumir que era más fríbolo, sádico e insensible ( para todo aquello que no afectara directamente a Lenin o a él mismo) , de lo que jamás se hubiese imaginado y ahora veía cómo su amo casi le abría la cabeza a golpes a un indefenso neko con la misma impasibilidad con la que le había visto operar aquel día o con la misma de cuando reventó a base de explosiones de dinamita a decenas de peces y gaviotas en el puerto...lo inquietante de todo esto era, que tal vez Lenin era así por todas esas operaciones fallidas que le realizaron y por todas las drogas que se metía...pero Hayden era mentalmente "puro", por lo que no había motivos reales para esa actitud...a no ser que la convivencia con el narco le estuviese afectando demasiado, pero no le importaba, de algún modo le gustaba vivir así por muy desesperante que fuese a veces convivir con Lenin Tenembaum.

- Oh...eso sí sería interesante.- le dijo sonriente cuando le tuvo al lado de nuevo.- estos están muy estropeados ya, seguro es más estimulante con uno "nuevito", lloroso y asustado...- se le abrazó inusualmente meloso, levantandole la máscara un momento y besarle tras levantar la própia.- esa cosa te ha salpicado...- le susurraba retirando unas gotas de sangre de la mejilla antes de volver a colocarle y colocarse la máscara.- Hay algo más que quieras mostrarme aquí abajo o nos subimos ya?....esto apesta a gato muerto.-

Era como si hubiera vivido mil veces aquella misma escena, el pelo plateado bajo aquella luz escasa e irreal y unos ojos azules, encantados y aprobadores ante su sadismo. Por una parte, se sentía impactado por la actitud del esclavo, una de las cosas que siempre le había gustado de Hayden, es que podía ser su conciencia y manejar un toco la multitud de ataques y brotes violentos en los que solía entrar. No sabía que pensar de esa nueva faceta que el menor iba desarrollando.
Por otra parte, aquella faceta cada vez se parecía más a las que solía mostrar su ex pareja, y juraba a Dios que nunca había entendido por qué le excitaba tanto aquel tipo de comportamiento. A diferencia del resto de la humanidad, para él había pocas cosas más sexys que matar algo en pareja.
Sin poder evitarlo, una de sus manos descendió hasta el trasero del menor, mientras la otra empezaba a explorar el pecho del peliblanco. Empezó a iniciar un beso más apasionado de lo normal, sin importar que entre ambos hubiera una frontera de tela, ya que en fondo, le encantaba el olor a desinfectante de la ropa de cirujano.

Se aferró al cuerpo de Lenin, desaciendose de ambas máscaras con una mano y dejarlas caer sin ningún cuidado, respondiendo al beso de igual modo con un tanto de desespero, se sentía extrañamente bien en ese momento, en ese lugar , con él.
No podría explicarlo, pero era cómo si por algún motivo le excitase esa situación en la que de algún modo se sentía "vigilado" por aquellas cobayas que eran los chicos-gato que estaban encadenados e inconscientes en la pared, casi podría decir que muy en su interior deseaba que despertasen y los contamplaran, como un público impotente que no podía hacer más que esperar la muerte.
En contrapunto, la pequeña vocecilla de su cabeza le gritaba que luchara en contra de esos pensamientos, que fuese racional, pero estando con Lenin era mucho más facil dejarse llevar.
"Atacó" el cuello del narco como solía, pero tal vez de un modo mas ansioso, no solo lamía y besaba si no que succionaba dejando marcas y algunas mordidas furtivas, se sentía fuera de sí y de algún modo le asustaba porque...le gustaba.
- Esto...¿ Está mal?...- le susurró esperando una respuesta que justificara y aliviase ese pequeño deje de ¿culpabilidad? ante lo que estaba pasando, ante lo que se estaba convirtiendo sin quererlo.

-...no tengo...ni idea...de ética...pero...me importa...una..mierda...- susurró, entre jadeos provocados por el roce en su cuello-...para...el cuello...no..., deberías...saberlo...a estas...alturas...
Apretó los párpados, intentando hacer callar a su cada vez más despierta entrepierna:
-...al final...te vas...a llevar...unos azotes...crio...
Independientemente de lo que dijera, empezó a tirar e intentar quitar la parte de arriba de Hayden, cosa bastante dificil de coordinar mientras seguía acariciando el trasero ajeno.

- !Eh, pero que te he dicho! -exclamó molesto, al notar cómo el otro pasaba de él y atacaba su cuello con más saña, enfado que le duró cinco segundos, siendo sustituido por más jadeos.
Aún algo sensible por el roce en su cuello, lo único que hizo fue levantar los brazos cuando el otro quitó su camisa, ayudándolo a quitar esa prenda que sobraba y les restaba espacio.
Cuando las manos ajenas se centraron en acariciar su espalda, y Hayden empezó a morder su pecho, entrecerró los ojos, cada vez más excitado. Por algún extraño motivo, su cuerpo y su cabeza parecían reconocer aquella actitud tan oscura y extraña que solía presentar el esclavo en temas sexuales, pero su memoria no acababa de recordar si habían practicado sexo con anterioridad.
Uno de los nekos acababa de despertar y miraba la escenita algo impactado.
-..no te pongas...en plan...colegial...malo... conmigo, va a parecer...que...al final yo...soy tu...conejito..., además..creo..que nos han...cortado...el rollo...