La crisis de los 30 un año más cerca...Felices 26, señor Tenembaum.{Priv/LEM.}

Última edición por Hayden el Vie Jun 19, 2009 8:01 pm, editado 1 vez

Había estado dandole vueltas por bastante tiempo, debía hacer algo por Lenin despues de que él se tomara tantisimas molestias por su cumpleaños, pero claro está lo tenía todo en su contra, no tenía recursos y no sabía cuando tendría la oportunidad de preparar "algo" sin que el narco se enterase...por suerte se le había ocurrido una idea "brillante" una tarde en la que estaba poniendo orden en el viejo tanatorio y se encontró "por casualidad" con una de esas revistas porno especiales del narco, que ya no las escondía con tanto recelo.
Puso en marcha su plan un día en el que Lenin había llegado de madrugada de Dios sabe donde, traido por el conductor a quien no dejó salir por la puerta de la falsa farmacia, le insistió por saber cuando era el cumpleaños de Lenin, pero parecía que el "afecto" que Hayden tenia por Mike era recíproco y este se negaba una y otra vez a soltar prenda.

Todo esto le resultaba tremendamente fastidioso a Hayden quien había terminado por agarrar la escopeta que el narco guadaba bajo el mostrador y apuntar a quemarropa a la frente del conductor quien se había confiado demasiado confiando en su superioridad física frente al peliplata, de todos modos tenía todas las de perder pues el peliplata gozaba de una "inmunidad" para con Lenin que el conductor dificilmente alcanzaría.
FInalmente había logrado sacarle el día del cumpleaños del narco, demasiado pronto...no conseguiría los recursos que necesitaba a tiempo y no sabía donde encontrarlo...pero , Tenia una escopeta!!...Al final el conductor no tuvo más remedio que servirle por un día, llevandole las tiendas de antigüedades más extrañas de Zona 0, donde por fín encontró lo que buscaba...claro que también lo terminó por pagar el conductor, que le miraba con cara de no entender nada ante el entusiasmo del peliplata, quien seguía llevando la escopeta cargada bajo la pesada chaqueta de cuero.

Finalmente llegó el día...Mike mantendría su asquerosa boca cerrada y guardaría el secreto pues ahora sabía que Hayden no era tan inocente cómo parecía y se tenían tan poco aprecio que poco le importaría meterle una bala en el trasero a la primera de cambio.
Ahora se encontraba encerrado en el baño vistiendose lentamente con aquellas prendas que había encontrado en aquella sucia tienducha, jamás había visto ropa así salvo en las revistas porno de Lenin donde salían mujeres...había pensado que lo mas probable era que el narco no se encontraria con una mujer de verdad en toda su vida, por lo que le parecía buena idea cumplir una de sus fantasías ( aunque fuese a medias) el día de su cumpleaños.
Salió del baño completamente travestido, llevaba una falda negra y rosa cortísima, a juego con un corsé y unos guantes, todo le quedaba algo grande pero no importaba, junto a las medias y los zapatos de tacón realmente le daban apariencia femenina, además que había conseguido un poco de maquillaje y perfume, sí, había pensado en todo.
Por suerte Lenin no estaba, pero aparecería en cualquier momento seguramente...¡que dificil era andar con esos odiosos tacones!, a duras penas logró dar unos pasos hacia el dormitorio pero sus tobillos le fallaron y terminó cayendo de rodillas abiertas al suelo...empezaba a arrepentirse de todo aquello...en ese momento agradecía que no hubiese nadie viendole en tal humillante situación.

Aquel era un día de perros, parecía que por algún extraño motivo el conductor le miraba más que de costumbre, y parecía a punto de decir algo o acercarse a él inesperadamente, lo que mantuvo en guardia al narcotraficante durante todo el día, que no tenía muy claro si aquello era un plan o estrategia mental de algún modo de vida no inteligente o es que Mike se estaba tomando muchas confianzas.
La sensación de incomodidad aumento cuando le entregó a última hora de la tarde un paquete envuelto con celofán blanco de corazoncitos rosas...que estaba seguro que no era uno de sus paquetes de droga. Cuando iba a argumentar algo o golpearlo, el conductor le había puesto un dedo sobre los labios y lo había besado sutilmente...antes de ponerse a despotricar o intentar matarlo, la impresión había podido con él y había caido de culo, con cara de shock (el conductor mientras había aprovechado para huir, conocedor de las consecuencias y lo había dejado tirado.
Después de andar por media Zona 0 con el extraño y hortera paquete y asegurarse de que sus chanchullos y negocios estuvieran en orden, por fin llegó al PCP Centrum. Y aún le quedaban más sorpresas: a algún imbecil le había dado por dejar dos docenas de rosas rojas pilladas contra la puerta, y al parecer la tarjeta llevaba su nombre, cosas extraña, porque pensó que sería algún admirador del peliplata o algún conocido en sus ocasionales visitas por Zados. Lo único que verdaderamente le gustó fue un pato rojo de plástico con cuernos de demonio que había dentro del paquete.
Suspirando fastidiado, subió las escaleras hasta el piso de arriba, preguntándose que extraña manía le había dado ese día a todo el mundo con él, verdaderamente confuso. Hojeó la tarjeta: "para mi zorro de fuego", sabiendo que sólo había una persona lo suficientemente hortera en el mundo para poner una dedicatoria similar.
Pero las sorpresas no habían acabado. Entró en su habitación, empujando un poco la jaula de Gato, y se paró en seco cuando vió lo que parecía una figura femenina tirada en el suelo. Maldiciendo haberse tomado la última pastilla de LSD, el paquete y el ramo de flores cayeron al suelo de la impresión, y Lenin se dijo que estaba flipando y viendo mujeres tiradas en su suelo que no existían.

Ponerse en pie con equellos zapatos era más dificil de lo que esperaba, lo intentó un par de veces cayendo de forma estúpida al suelo.- Ah...mierda, las medias...-se quejaba murmurando, llevando las manos a las medias donde se habían hecho unas feas carreras, ya empezaba a fastidiarselo todo.
Aquello no iba del todo bien, definitivamente la mejor opción era quitarse todo aquello y volver a ser él mismo, despues de todo tenía un "plan B " para el cumpleaños del narco...algo más cutre, pero era algo.
Finalmente se decidía por eso, sería lo mejor y menos humillante, que Lenin siguiera babeando mujeres solo en papel.
Pensó que pondría ponerse en pié si apoyaba las rodillas primero y en eso estaba, a cuatro patas en el suelo, practicamente a gatas cuando escuchó caer algo tras de sí.
Tragó saliva empalideciendo, no esperaba que Lenin llegara hasta dentro de un rato, aún mirando al frente esperaba...mas bien rezaba por que fuese el estúpido del conductor quién estaba detrás suya...era la primera vez que deseaba verle en realidad.
Giró la cabeza despacio hasta verle.- Ah...-le miró con los ojos muy abiertos, sonrojandose súbitamente de un modo bastante llamativo. ¿ por qué había tenido que verle de ese modo tan humillante? - Ho-hola!! - rió nervioso tremendamente avergonzado, consiguendo levantarse por fín apoyandose en la cama. Dió unos inseguros pasos hacia él parecía que empezaba a domirar los apatos de tacón y finalmente paró delante de él.- Fe-feliz cumpleaños...- Se apoyaba en sus hombros salvando la diferencia de altura que aún seguía ahí pese a los tacones y le besaba suave en los labios, retirandose rápidamente con la mirada baja, ya era demasiado tarde para echarse atrás.

¿De verdad era su cumpleaños? Eso explicaría porque todos los pretendientes odiosos del mundo habían decidido hacerle regalos aquel día...y ahora su conejito vestido como una de aquellas mujeres de revistas porno. Aún sockeado, lo miró de arriba a abajo en actitud apreciativa, soltando un silbido al fijarse lo mucho que estilizaban las piernas del peliplata aquellos tacones. Luego, sin poder evitarlo, palpó el pecho Hayden, mirando curioso y tirando un poco del corsé para comprobar que no tenía pechos.
-...joder...pareces...una mujer...y eres...la tía...más...buena...que he visto...-murmuró-...¿en serio...es mi...cumpleaños...?, mierda...no quiero...tener...¿26..27...?creo que...ya...voy...por esa...edad...No tenías...por qué...haberte...molestado...aunque...¿de dónde...demonios...? -se le olvidó la frase, pero señaló la provocativa ropa-...vas....vestido...de loba...-iba a echarle en cara todo aquello, pero no podía dejar de fijarse en la cintura que le hacía aquel corsé, en aquella provocativa faldita y las piernas, ahora aparentemente larguísimas por culpa de los tacones; y como única respuesta, el narcotraficante se afanaba en taponar un hilillo de sangre que le salía de la nariz, definitivamente, pasaría de las revistas porno de tías tras ver a Hayden vestido como una de ellas.

Era un tanto incómodo que el narco le examinase con la mirada de ese modo, y aún más cuando le toqueteaba, evidenciando su torax completamente plano...era un detalle que no supo como suplir, realmente no entendía qué eran esas cosas redondeadas y abultadas que tenían las mujeres en esa zona.
- Veintiseis...-le "informaba" de su propia edad colocandose de nuevo el corsé en su sitio.- No te deprimas por hacerte mayor...-le sonreía algo más calmado tras la impresión inicial.- Creo que te sientan muy bien cada uno de los años que tienes...-lo miró un momento viendo aquel hilillo de sangre y negar con la cabeza con media sonrisa, parecía que al menos había logrado parte del efecto que deseaba en el mayor.
Fué al baño, controlando bastante mejor aquellos zapatos y regresó con un pañuelo, poniendose delante del narco y retirar sus manos de la cara, encargandose él de limpiar aquella sangre.- No es que debiese o no...quería hacer algo para tí en tu cumpleaños...pero digamos que mis "recursos" son limitados...-terminaba de limpiarle y le tomaba de una mano, llevandolo a la cama y dandole un ligero empujón para que quedase sentado en ella.- Ya sé que tecnicamente soy tu esclavo...-se ponía delante suya con los los brazos en jarra, apoyando las manos en las caderas que aparentaban más anchas por el efecto de aquella cortisima falda de volantes.- pero hoy estoy especialmente a su entera disposición, señor Tenembaum...- Sabía lo que estaba diciendo y que las probabilidades de concederle plenos poderes sobre él a Lenin aunque fuese por un solo día, podría acarrearle mas de un momento "incómodo", era el mejor regalo que podía darle en su posición, total y completa sumisión por un día, sin quejas, sin reproches.- "Solo serán unas horas..."-Esas palabras se repetían en su mente sin parar.
- Bueno...-cambiaba su actitud de " Es qué nunca has visto un tipo duro con Falda?!", por la de abnegada y servicial sirvienta desvalida, uniendo sus manos en actitud tímida, un tanto sobreactuado, pero la ocasión se lo estaba poniendo en bandeja.-¿ En qué puedo servir a mi amo?.- Le susurró en el tono más meloso que supo proferir, iniciando un muy suave contoneo de las caderas, esperando con cierta curiosidad el ver cómo se tomaría todo esto el narco.

Se quedó sentado en la cama, con los ojos como platos, ¿pero lo decía en serio?, quería tirarlo y tirárselo en el suelo a toda prisa, o atarlo en la cama y jugar a los médicos y en definitiva, escenificar alguna de las escenitas que veía en las revistas, pero era Hayden, y esa empezaba a ser su gran complicación en el terreno sexual, el amor era una mierda para hacer daño o beneficiarse a lo bestia de él.
-...Dios...no quiero...hacerte...daño..., no puedo...parar...mis...instintos..., ¿..de verdad...estás...seguro...de lo que...estás...haciendo...?
Cogió sus manos y lo atrajo hacia él, sentándolo a horcajadas encima:
-...joder...estás...demasiado...eh....¿bueno...buena...?-mordisqueó suavemente sus labios, rozando su nariz-...aunque...¿te importaría...que....sacase una foto...?...creo que...será...un sustituto cojonudo...para...mis...revistas..., y para que negarlo...hacerme...pajas...cuando...no estés...-susurró, de manera cómplice, haciendo gala de su particular y verde encanto personal.

Pasó los brazos por los hombros del mayor una vez estuvo sentado encima suya, escuchandole, primero algo cohibido, sintiendo el leve sonrojo subir un poco más...pero en cuanto escuchó la propuesta...
Puso los ojos en blanco un momento. ¿ Una foto?...si de entrada le pedía eso, el peliplata podía estar seguro de que ese sería un cumpleaños inolvidalbe de verdad.
- Ah, pues...- le miró un momento con gesto de impotencia, ya había dicho que no le negaría nada ese día y ahora no se echaría atrás.
Totalmente invadido por la vergüenza, escondió la cara hundiendola entre el cuello y el hombro del narco, cerrando el "escondite" con los brazos.- Sa-sacame las fotos que quieras...pero...-le susurraba en una actitud de verdad cohibida y tímida, pero sin estar actuando esta vez.- por favor...no me restriegues por la cara nada de lo que pase hoy...solo te pido eso, por favor.- su voz sonaba apagada al estar hablando contra la piel agena, parecía estar deseando que se le tragase la tierra o algo así y claro, lo último que quería era que despues de todo esto, el narco se lo recordase de manera burlona como en otras ocasiones.
-..y sí, estoy seguro...-se separó un poco para verle.- Aunque digas que no puedes controlarte...- volvía a esconderse en el cuerpo ajeno.- yo sé que aún así no corro peligro si estoy contigo...-concluía totalmente convencido de sus palabras, pero aún mas avergonzado por haberlas dicho.

-...en el...fondo...eres...un salidillo...y eso me...encanta...-lo besó con pasión-...no eres....mi esclavo...en el sentido...convencional -pasó sus mano por debajo del corsé, acariciándolo por encima de la falda con renavadas fuerzas-...pero en...el terreno...sexual...puedes...dar por hecho...que por muchos...hombres...con los que..estés...todo ésto..será mio...-mordió sus labios sugerentemente, dedicando su mano libre a acariciar los muslos, tapados por unas medias, que como comprobó divertido el narco, estaban llenas de carreras.
-...creo que...te sacaré...unas fotos...mientras te...ato...te abro...las piernas...y pides...a gritos...más...y más...y que te...tome...más...fuerte...¿para eso...te has...vestido...así...no...? -aprochando la posición para chocar sus caderas contra las del menor, de manera sugerente-...¿qué...prefieres...el "perrito", ...que...te ate....o quizás...debería... hacértelo..varias veces...? -preguntó, retándolo divertido-...y vemos...que postura...es tu...favorita...

No lo reconocería abiertamente, pero muy en el fondo sabía que Lenin tenía razón, después de conocerle había empezado a descubrir varias facetas de si mismo que desconocía y entre ellas se encontraba las de indole sexual, en otras palabras: Sí, era un salido.
Esto quedaba muy claro en la mente del esclavo pues solo el escuchar las ideas que se le pasaban al narco por la mente le hacían excitarse de un modo evidente, cosa a la que ayudaba también las caricias/manoseo del mayor, pero claro está, aún era un tanto pudoroso por su inexperiencia y el rubor podía con él.- Joder...- separaba un poco el tronco del contrario, bajando la mirada haciendo así que su cabello le ocultase casi por completo, se había escondído además entre sus manos, que ahora ocultaban su rostro, parecía una tortuga que se esconde en ella misma para que lo le viese un depredador.-No puedo creer que seas tan cruel conmigo...- y lo peor es que no podía quejarse, de otro modo hubiese sacado al guerrero de los cojines hacía ya un rato.
Separó los dedos, dejando entrever los azules iris entre ellos y miró a Lenin, parecía estar disfrutando de todo aquello aunque fuese a su extraño modo, justo lo que quería el peliplata.
Resopló como si se rindiera, descubriendo su cara , la cual nunca estuvo mas roja que en ese momento, sentía como si le ardiera.-...Ya le dije...- volvía con su tono de "doncella indefensa", si iba a hacerlo debía tragarse su orgullo y su pudor y hacerlo bien.- Que estoy a su entera disposición, señor Tenembaum...- tomaba una de las manos del narco entre las suyas, llevandola sensualmente hasta sus labios, donde lamía sus dedos con una calma torturante, mirandole con clara intención provocante.- Puede hacer conmigo cuanto se le antoje...- susurraba esto último como respuesta a las palabras de su amo, volviendo a aquel contoneo de caderas que delataba sus ansias, siendo ahora mas evidente al estar sentado sobre Lenin.

Alzó la ceja cuando escuchó la palabra "cruel", ¿es qué eso ya lo había vivido o era un dejá vú?, sonrió al ver como el movimiento de las caderas del esclavo contradecía sus palabras.
-...de acuerdo...tampoco...me importaría...tirarme...a un tipo "duro"...con falda...pero...si quieres que...juguemos...a las...sirvientas...ingenuas...por mí...
Lo levantó de su regazo y lo dejó sentado encima de la cama, inclinándose un momento debajo de la cama para coger la funda de una cámara de fotos. Daba gracias a que el esclavo no le diera por limpiar y observar todo lo que tenía metido debajo de la cama, o creería que tenía complejo de ardilla.
Con un click hizo la primera foto, apartando la polaroid a un raro.
-...entonces...sé...una buena "chica"...y te..quedas quietecita...mientras...te saco unas...cuantas...fotos..
Lo empujó suavemente, dejándolo tumbado sobre la cama en una postura provocativa, levantando un poco la falda y separando sus piernas, para empezar a sacar más fotos:
-...eres...taaann...fotogénico...aunque...si quieres...que pare de...sacar fotos...y me dedique...a "otras...cosas"...sólo tienes...que...pedirlo...-susurró con voz melodiosa, con un leve toque jugetón y burlón.

primeramente ni siquiera miraba al objetivo de la cámara en las primeras fotos, seguramente esas serían de las mas morbosas pues casi parecía que le estaban obligando a tal sesión fotográfica, aunque claro, no lo estaba haciendo a propósito.
Sin embargo tras escuchar las últimas palabras del narco pareció cambiar de actitud, tumbandose bocaarriba un poco incorporado y las piernas abiertas y flexionadas.- Je...-una sonrisa lasciva se dibujó en sus labios al tiempo que hacía el corte de mangas con ambas manos justo cuando el flash se disparaba una vez más, quedando como resultado una imagen impresa bastante morbosa y provocativa, cómo si la "chica pidiese guerra" a gritos.- ¿Desde cuando es el modelo quien le dice qué hacer el fotógrafo?- se relamía quedando a gatas para una nueva captura que no se hizo esperar.

-...joder...a este...paso voy a...ser aún...más bisexual...y será sólo culpa tuya...conejito...-murmuró de manera provocativa, encantado con la situación. Desde luego Hayden era un baúl lleno de sorpresas,eso sí "calentitas y sexys".
Siguió haciendo fotos, cada vez más inspirado y con más calentón, ese maldito crío era tan jodidamente sexy vestido de tía, que ya era más que seguro que pasaría de las revistas porno femeninas una buena temporada. Tras comprobar durante un segundo de manera visual el montón de rosas que `su ex le había regalado, tuvo una idea aún más morbosa y rebuscada.
-...¿sabes...? tengo una idea...mejor...aún...-sacó las rosas de aquel envase raro de plásticos y las desperdigó por la cama-...¿crees...que le hará...gracia...que...lo hagamos...encima...de su estúpido...regalo...?-preguntó seductor, sacando otra foto, el rojo contrastaba con la piel blanca y la ropa interior negra a la perfección.

Estaba de espaldas con el trasero un tanto levantado cuando el narco desperdigó las rosas por la cama, no le hacía mucha gracia su procedencia, pero era un motivo más para sacar a relucir un poco más su lado perverso.
Rodó por la cama sobre aquellos pétalos, quedando parte de ellos pegados a las plateadas hebras y los encajes de la ropa y se arrodilló frente al narco.
- Comprobemoslo pues...- se "enganchó" a su cuello en actitud melosa, lamiendo y besando la zona, sabía que era uno de los puntos débiles del narco por lo que aprobechó esa debilidad para tomar la cámara de sus manos, alzandola y sacar unas varias fotos de ambos en tal situación, si Lenin quería comprobar si a su ex le "haría gracia " o no, solo debía morstrarle alguna, aunque el albino prefería que tales instantáneas no saliesen de aquel lugar.
Dejó la cámara a un lado a tientas y siguió a lo suyo.- ¿ Qué tal si seguimos con el reportaje forográfico luego?...- le susurraba al oido, lamiendo y mordisqueando el lóbulo de su oreja en lo que sus manos ya se habían colado por debajo de la camiseta del mayor, palpando la piel que encontraba con todo descaro.

Gimió suavemente cuando sintió los besos y lametones sobre su cuello, echando la cabeza levemente para atrás para que el menor tuviera más espacio de actuación.
Le sonrió seductor cuando le mordisqueó la oreja:
-...¿..seguir...con qué...?, tengo mala...memoria...pero...veo que...aquí...tenemos bastante trabajo...pendiente...
Se quitó la camiseta ante las insistentes caricias del menor, tirándola a un lado.
-...me preguntó...si hacerlo con una...tía...de verdad...será...igual de excitante...-tocó el trasero del peliblanco, jugueteando con los pliegues de la falda. Lo tiró con naturalidad contra la cama, situándose encima y empezando a mordisquear y besar la piel encima del corsé mientras acarciaba sus hombros y seguía palpando debajo de la falda hasta llegar a...El narco paró un momento, sorprendido -...Hayden...¿no...llevas...ropa interior...?

U: -__- sorry por la falta de imaginación, hace un rato conseguí arreglar x fin el portatil y ando medio zombie XDD

Lo abrazaba con las piernas una vez lo tuvo encima suya, no pudiendo evitar cerrar los ojos y emitir suaves jadeos un tanto entrecortados por las caricias y mordidas del mayor sobre su piel.
Lo miró sin entender un momento cuando este paró, echando la cabeza hacia atrás como si aquella pregunta tan directa le hubiese dejado K.O.
Desde un principio, el esclavo se había decidido por hacer una "interpretación" perfecta, y en ese caso el atuendo lo era casi todo, no podía llevar unos slips o shorts de hombre con esa ropa, romperían toda la "magia" del momento, por lo que había rebuscado en aquella tienda hasta dar con lo que buscaba, una prenda que llevaban algunas de las mujeres que salían en esas revistas.
- Sí que llevo...pero es que....-le miró tremendamente avergonzado, apartandole un poco para girar la cadera.- Mira...-se levantaba un poco la falda, dejando ver un diminuto tanga rosado con encajes, lo que explicaba el por qué llevaba las nalgas desnudas, pues entre ellas apenas había una diminuta cinta de menos de un centímetro de grosor, que terminaba en un gracioso lazo igualmente rosa en la base de la parte trasera.-...no lo tenian en negro...-terminó por decirle inflando los mofletes y desviando la mirada, había tenido la esperanza de no tener que dar explicaciones sobre esa prenda íntima en cuestión.

U: No puedo perdonarte, me vengaré y lo sabes ·__· Muahahaa (¿? )

No pudo evitar el impulso, nada más ver la prenda en cuestión se lanzó a por la cámara e hizo un par de rápidas fotos, evitando de nuevo otro chorrito de sangre.
-...no lo entiendo....-murmuró confuso cuando tuvo las polaroids en la mano-...¿por qué...demonios me...da...más morbo...verte así...que desnudo...?, no tiene...ningún...sentido...además...el rosa...es taaaan...¿femenino..?...Hayden, creo...que a partir...de ahora...ya...no...sólo...eres "mi chico...", también...mi chica...
Sacó un sobrecillo verde con un condón:
-...creo..que está...siendo...la mejor...fiesta...de cumpleaños...que me han...montado...nunca..., así...que vamos...a sacarle...partido...-empezó a sacarle el tanga rosa lentamente, aprovechando el movimiento para acariciar sus muslos de manera seductora-...creo...que ésto...lo guardaremos...de...recuerdo...-dlo tiró al aire un instante antes de atraparlo de nuevo, con un movimiento de muñeca.
Metió la prenda en el bolsillo trasero de sus vaqueros y empezó a preparar al peliplata, introduciendo un par de dedos dentro de él.
-...creo que...hoy no te dejaré dormir..."nena"

Intentó arruinar esas fotos cubriendose de nuevo con la falda pero el narco había sido bastante más rápido que él y para cuando hubo cubierto sus "vergüenzas" este ya tenía las fotos en la mano.
Resopló apartando la mirada aún volviendo a inflar los cachetes en esa actitud infantil que a veces mostraba, no le terminaba de gustar la idea de ser tambien su "chica", temía que todo el tema del vestuario femenino se repitiese por capricho del narco cuando en principio lo había ideado como algo exclusivo para una sola vez.
Por supuesto no se quejó, formaba parte del trato, nada de quejas ni reproches ni restricciones de ningún típo por lo que solo levantó el trasero cuando el mayor retiraba la prenda de la discordia, ayudandole en tal tarea.
Sin embargo pensó en echar el trato por tierra cuando aquellos dedos hacían intromisión en seco , haciendole cerrar los ojos profiriendo un leve gemido de dolor que intentó ahogar mordiendose el labio inferior.
- A las chicas se las debe tratar con delicadeza...señor Tenembaum...-Le miraba sonrojado y reprochante, pero había sabido disfrazar aquella queja en un sutil consejo, aún estando sobre aviso del narco de que le costaría contenerse con él.

-...perdón...¿dónde..están...mis...modales...?, me..estoy acostumbrando...demasiado...a violar, ...torturar...y saquear...pero...contigo..."debe" ser diferente....en todos...los sentidos...-canturreó, siguiéndole el juego-...pero...tú sólo eres...una chica...en apariencia...en Hanori...hicieron...muy grande y muuy... bonito...lo de...ahí abajo..., o lo que es...lo..mismo:...el badajo...-rimó sonriente, de nuevo haciendo alarde de su encanto personal y grandes dosis de inmadurez-...je...vale...vale...me dejo de...chorradas y...voy a...por el...lubricante...no cierres el..."kiosco"...-le guiñó el ojo, de nuevo con otra "encantadora" analogía, y al instante se oyeron fuertes ruidos del narco rebuscando por todo el baño y algunos insultos en otro idioma-...
Volvió rápidamente con el tubo en la mano, subiendo de un salto a la cama y echando medio bote sobre la abertura del menor:
-...¿por...dónde...íbamos...? -volvió al interior del esclavo, de manera o un intento de manera, de ser más suave-...si te...duele...avisa...

No pudo evitar reir por lo mala de aquella horrible rima, y se mantuvo en el mismo lugar a la espera del narco, por los ruidos pudo sacar dos cosas en claro, el baño estaría todo desordenado tras la visita del narco y que este parecía no tener tiempo que perder en buscar el lubricante de un modo más organizado.
Un escoalofrío recorrió su espalda por lo frío de aquel líquido pero enseguida se acostumbró ayudado por la subida de temperatura que el ocasionaba el contacto con la piel de Lenin.
Asintió a sus palabras, sintiendo cómo su respiración empezaba a acelerarse y el rubor aumentaba, notando cómo la tamperatura parecía subir más y más en custión de segundos.
Ya estaba notablemente excitado y de manera casi incosciente se oncorporaba un poco, pasando un brazo al rededor del cuello del mayor, yendo directo a su boca y besarle de manera que oscilaba entre lo ansioso y pasional, comenzando también un ligero contoneo de las caderas que indicaba sin palabras que no le dolía lo que le hacía, mas bien todo lo contrario.

Ronroneó encantado con el contacto de los labios, notando como de repente a las caderas de Hayden les había dado por iniciar un curioso contoneo, y la boca del menor era cada vez más ansiosa, profundizando los besos.
Entendiendo la sutil petición, apartó un poco a Hayden, haciendo que se quedara tumbado sobre su espalda, y él pudiera maniobrar con sus pantalones, quitándoselos para poder acceder del todo al cuerpo del esclavo. Abrió el preservativo con los dientes y se lo colocó, situándose entre las piernas del menor, pero con un propósito diferente.
-...el...misionero...quizás...más...tarde...-murmuró lascivamente, dando la vuelta al cuerpo del menor, y levantando su cintura, para que quedase a cuatro patas-...iré...despacio...al principio...
Con cuidado, introdujo su miembro en la abertura del esclavo, yendo poco a poco para que se fuera acostumbrando.

Le hubiese gustado estar de cara a Lenin cuando le penetrase, pero no se quejaría, no por el "trato" de no hacerlo, si no porque a gatas la sensación era más intensa, no tan dolorosa como esperaba pero en esa postura se podía llegar muy profundo, sin duda.
Su espalda se arqueó lentamente a medida que el falo se adentraba en su cuerpo y no pudo evitar que los jadeos de le escaparan.
Giró el rostro, viendole de reojo, era una situación realmente morbosa, ahora también resultaba que le gustaban ese tipo de humillaciones en el ambito sexual, él mismo no paraba de darse sorpresas.
Sin dejar de mirarle ahora directamente a los ojos cómo si estuviese retandolo con la mirada, comenzó un movimiendo cadencioso de sus caderas una vez se hubo acostumbrado a la sensación del primer contacto, realizando un movimiendo más circular que de vaivén, contrayendo a la vez el esfinter, queriendo así estimular el petreo sexo del narco lo máximo que pudiese sin necesidad siquiera de usar las manos.

Definitivamente, Hayden estaba ascendiendo rápidamente hacia el puesto nº1 de mejores compañeros de cama de Lenin, un ranking bastante fiable como poligámico empedernido a sato de mata experto que era el narcotraficante.
Era la primera vez que alguien se dedicaba a masturbarlo de aquella manera, y el resultado no podía ser más satisfactorio; a pesar de ser "relativamente silencioso" en sus relaciones sexuales, no pudo reprimir un fuerte gemido de placer cuando notó el vaivén provocado por las caderas del esclavo, sentía todo el miembro aprisionado en la cálida sensación del esfínter de Hayden, y su mirada fija no hacía más que excitarlo. Durante un momento se preguntó quién se estaba tirando a quién. Aquel no era la asistenta sumisa, aquel era el tipo duro con falda.
-...joder...eres...fantástico...conejito...
No iba a quedarse atrás: alzó sus caderas un poco más arriba, sosteniendo con fuerza sus caderas, y sacó aquel órgano, ahora caliente y totalmente erecto del interior del cuerpo del menor, para volver a embestirlo con algo más de fuerza, conteniéndose en penetrarlo a lo bestia, cambiando el ángulo de penetración para que el esclavo pudiera notarlo más claramente, y empezó a empujar las caderas contra el trasero ajeno. Sabía que Hayden (o la personalidad sexual y oscura de Hayden al menos) le encantaban ese tipo de juegos, así que empezó a propinar unos suaves azotes contra las nalgas desnudas.
-...me encantan...las medidas...correctivas...¿a tí...no?...-preguntó meloso, parando los golpecillos en su trasero y mordisquear el lóbulo de su oreja.

Ya no pudo seguir con el estrangulamiento sobre el miembro del narco cuando este volvía a embestirle mas fuerte; una vez más no pudo evitar evidenciar lo que sentía, dejando escapar algunos suaves gemidos, seguidos de una respiración agitada, donde más que respirar jadeaba.
Sentía que no podía quedarse quieto ante todo aquello, volvia a mover las caderas de manera instintiva adaptandose al ritmo ahora impuesto por el mayor, era la primera vez que le tomaba de ese modo, y le estaba gustando a sobremanera la sensación.
- Mmm..ah!!- se "quejaba" falsamente por los azotes-...¿Medidas correctivas?...- sonrió de lado, le gustaba ese juego.
Sus jadeos se hicieron más que evidentes en el momento que el narco le nalgueaba ( cosa que le excitaba todavía más si es que eso era posible ) y mordisqueaba su oreja, gesto que aprobechó para alzar una mano hasta alcanzar su rostro, intentando mantener el equilibrio apoyado solo en una.- ...qué hice mal para merecer medidas correctivas...AMO? - recalcaba esta última palabra, lamiendo entre meloso y sumiso la comisura de los labios del narco, la unica parte de su piel a la que alcanzaba en esa postura.

Se estaba poniendo cada vez más caliente cortesía de la actitud del menor, ¿por qué puesto iba ya?, definitivamente ya estaba rozando el umbral del top 3.
Se echó más para adelante, acariciando con la propia la lengua del menor e iniciando un húmedo y apasionado beso, cuando finalizó, más por cuestiones de necesidad de respirar que por gusto, palmeó con algo más de fuerza las nalgas del menor:
-...¿desde...cuándo...tienes que hacer...algo mal...para...eso...?-sonrió gatunamente, acariciando la piel caliente antes golpeada, volviendo a embestirlo con un poco más rápido, sin dejar de golpear y toquetear las nalgas del peliplata-...además...parece...que te lo estás...pasando como nunca..en...tu jueguecito...de esclavo sumiso..., recuérdame...que en nuestra..próxima...discusión...en vez...de enfadarme...contigo, te tumbe...sobre mi...regazo...y te...dé...un par de...azotes...conejito...

Profería unos pequeños "chillidos" cuando el narco le nalgueaba con mas fuerza, en parte fingidos como parte de aquella actuación provocativa, que se le iba de las manos por momentos, pues mantener la concentración le estaba costando a sobremanera.
Quiso replicarle ante lo que le decía, saltandose el pacto de sumisión, pero sencillamente no pudo, solo atinó a agarrar una almohada y aferrarse a ella, hundiendo el rostro y clavando sus uñas, de ese modo ahogaba sus ahora más evidentes gemidos por las cada vez más rápidas y profundas embestidas.
Al hacerlo había pegado el torso a la cama, dejando el trasero algo más levantado, sentía la punta del sexo de su amo estar a punto de toparse con el extremo de su próstata y eso le volvía loco.
- P-pues...-hablaba entrecortado entre jadeos, girando levemente el rostro para poder verle por encima de su propio hombro.- Si, me azo..ah...si me azotas así, no aprenderé nunca...-le retaba intentando disimular una lasciva sonrisa, los azotes habían sido lo suficientemente fuertes cómo para dejar aquella piel sonrosada, pero sin embargo aquel lado oscuro del esclavo le hacía desear más, cosa que demostraba de modo ya no tan "incosciente", moviendo más rápidamente las caderas y llevar una mano hasta las de Lenin, pretantolo, mostrando así un poco de esa flexibilidad de nacimiento que tenía, consiguiendo con eso hacerle entrar lo más que las propias limitaciones de ambos cuerpos permitían.

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